"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
Podemos y Ganemos

Artículo escrito el 24 de enero 2015

1-Podemos entra en la historia

El equipo técnico de Podemos con Pablo Iglesias a la cabeza ha representado la mayor capacidad de auto-organización entre algunos intelectuales, como no se recuerda desde aquél dúo González-Guerra, ahora devenidos en Iglesias-Monedero, respectivamente. Estos profesores de ciencias sociales se han autoproclamado salvapatrias desde las ciencias políticas, como si la praxis política fuese una ciencia exacta. A la vista está que la política es una herramienta utilizada por la oligarquía financiera mediante bipartidismos que maneja a su antojo. De ahí nos viene la corrupción generalizada y el saqueo al estado del bienestar desde la era Reagan-Thatcher mediante la implantación práctica del neoliberalismo a finales de los años setenta. Pero todo ello es consabido por esos profesores de ciencias políticas. La cuestión es: ¿qué discurso elaborar para hacer frente al eufemístico “pensamiento único neoliberal? Como no podía ser de otra manera, la ola de indignación surgida tras el 15M fue el caldo de cultivo que propició el surgimiento del fenómeno social Podemos. ¿Qué de bien lo están haciendo esos profesores de ciencias políticas?

He aquí el primer craso error de los bienpensantes del equipo técnico, incluido un filósofo premiado con el Premio Libertador al Pensamiento Crítico en la Venezuela de Chávez. La política no es una ciencia, es el arte de hablar para buscar el bien común mediante la verdad, la justicia y en libertad, para hallar no sólo la felicidad individual sino también la colectiva. Y para tal labor social, la filosofía es la excelsa ciencia del saber que ha sido destronada por las ciencias económicas y políticas. Pero también la psicología positivista se ha erigido sobre la filosofía como garante del sentido que hay que dar a la vida. Por tanto, hay un error de planteamiento epistemológico aún no resuelto en la historia reciente de Occidente. El pensamiento occidental nos ha descrito una verdad sustentada en el materialismo científico y que ha contaminado nuestro modo de vivir al expoliar no sólo la biosfera sino también la noosfera. En los términos del sociólogo Bauman, vivimos en una sociedad líquida donde el imperativo categórico kantiano se hace más apremiante que nunca. Dicho amor o solidaridad social ha sido muy evidente en las mareas de todos los colores surgidas todas ellas tras la ola de indignación ciudadana el 15M del 2011. Sin embargo, en honor a la verdad, el 15M no es más que un tímido surgimiento de la conciencia colectiva diez años después que surgiera el Foro Social Mundial en 2001. En dicho sentido de la cronología histórica, el surgimiento de Podemos no es más que un punto y aparte dentro del paradigma conocido como altermundismo, otro mundo es posible. La cuestión por tanto a plantearse es: ¿cómo construir ese nuevo mundo? Y aquí, a mi humilde entender, es donde Podemos se ha equivocado, pues ha querido combatir contra una plutocracia sustituyéndola por una autocracia en la figura de Pablo Iglesias, como si de una reencarnación se tratara del fundador del Partido Socialista Obrero Español. Tal acusación por mi parte requiere, obviamente, de una coherente explicación.

La génesis de Podemos, a riesgo de equivocarme muy poco, se gestó así: La casta o “ego” plutocrático, ha depredado al planeta y al ser humano como es evidente ante tanta corrupción a costa de un Estado famélico de todos “nosotros”. Es evidente que hay un pueblo muy cabreado que sale de la ignorancia inducida (véase el “virus de la desinformación” en la obra de Max Otte: El crash de la información) y que pide un salvapatria. Pero salir de la ignorancia y pedir un líder de repuesto no es la solución. La solución estriba en el empoderamiento consciente de las personas a tomar las riendas de su vida en la política misma. Y ello no puede hacerse de otra manera que sustituyendo la democracia representativa vertical por una democracia participativa horizontal. Ahí está la clave del mensaje. ¡Estamos hartos que nos gobiernos los mismos desde la transición! Unos profesores de ciencias políticas en connivencia con un nutrido grupo de colaboradores ideológicos, se hace eco de este mensaje de empoderamiento y llevan a la práctica la mayor de las estrategias políticas como no se recuerda en muchos años: Podemos.

2-Podemos: el empoderamiento en falso

Estos profesores de ciencias sociales ingenian un figura mediática propulsada mediante un dominio de las redes sociales como nunca se había visto antes, dando así el primer golpe de efecto en las Europeas. Sin lugar a dudas toda una proeza lograr cinco eurodiputados. Impredecibles para muchos, pero no para mí que le dije a mi hijo que sacaría contra todo pronóstico cinco escaños. ¿Por qué pude acertar el resultado? Sencillamente porque ya observada yo que estaban diseñando un plan milimétricamente calculado cual batalla tras batalla había que llegar a la victoria final. El plan era muy ingenioso, se trataba de dar un gran golpe de efecto que calaría en todas las personas “indignadas” contra el poder establecido. Hay que hacer constar que toda persona puede estar indignada pero no necesariamente empoderada con conocimiento de causa de dicha indignación. La indignación es una emoción que puede ser sufrida por toda persona, empoderada o no. ¿Qué es el empoderamiento? Empoderamiento se refiere al proceso por el cual se aumenta la fortaleza espiritual, política, social o económica de los individuos y las comunidades para impulsar cambios positivos de las situaciones en que viven. Generalmente implica el desarrollo en el beneficiario de una confianza en sus propias capacidades. En dicho sentido, es evidente que se marca una dicotomía cognitiva entre el ignorante y el sabio tal como describiera excelsamente el filósofo Platón en su alegoría del Mito de la Caverna.

Es inevitable, el ser humano está abocado a la trascendencia de su consciencia cognitiva en un alarde de intentar comprender cuál es el sentido de su vida. Y cuando llegan los embargos, el paro y la pobreza porque así los han decidido los poderes fácticos, la vida se presenta como un sin sentido que aboca a miles de personas al suicidio. Al despertar del sueño, sólo vemos fracaso. Es el fracaso de toda una vida manipulada por otros, es decir, sin empoderamiento, sin consciencia cognitiva para el correcto discernimiento de saber cuál es el sentido de la vida. Esta ignorancia generalizada tiene todos los tintes de un pensamiento débil en los términos del filósofo italiano Vattimo, que ha devenido en La sociedad de la ignorancia (véase esta muy interesante obra escrita por pensadores contemporáneos). ¿Cuál es la diferencia esencial entre el ignorante y la persona empoderada? El ignorante, sobre todo en materia económica y política, necesita de un líder. La persona empoderada, generalmente, posee una cosmovisión más elevada del sentido de la historia y de la vida que la que posee la persona ignorante. No en vano, la educación ha sido objeto de manipulación por el sistema como defiende el filósofo y educador austríaco Ivan Illich en su obra La sociedad desescolarizada escrita en 1971, para evitar el pensamiento crítico y empoderado de las nuevas generaciones. Y la prueba evidente de que sólo cambiaremos nuestro mundo cambiando la educación, están en las revolucionarias “escuelas activas” como demuestra Germán Doin en su documental La educación prohibida y su plataforma educativa Reevo.

Como dice el pensador francés Edgar Morin: “Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad”. Esa perspectiva pedagógica propuesta por Morin está incursionando en la educación, véase en este sentido la obra del físico y maestro Carlos González Pérez titulada Veintitrés maestros, de corazón: un salto cuántico en la enseñanza.

La educación y por tanto el conocimiento son los elementos que, generación tras generación, han sido los pilares de la dominación ideológica de un depredador sistema capitalista. La educación como pieza epistemológica ha sido obviada por esos profesores de ciencias política al engendrar el monstruo Podemos. En vez de apostar por el empoderamiento ciudadano mediante la educación como revulsivo de una revolución espiritual, esos profesores de ciencias políticas han elegido teledirigir a los “ignorantes” hacia una autocracia. La estrategia del equipo técnico tenía como prioritaria acción crear un líder de masas que contara con el apoyo de la gente “indignada” (la gran mayoría), ellos serían los “empoderados” políticamente para diseñar una hoja de ruta para revertir el poder del “yo” plutocrático al “nosotros”. Ellos que criticaban a la casta son la nueva casta que necesitan de todos los indignados ignorantes para establecer una jerarquía de mando vertical, desde arriba abajo, despreciando la genuina horizontalidad donde realmente se produce el fenómeno del empoderamiento. Los ciudadanos se vuelven locos por un líder mediático como Pablo Iglesias, pero en ese fervor mesiánico, muchos obvian de llevar a cabo el propio empoderamiento en los términos descritos más arriba. Irremediablemente, se produce una brecha epistemológica entre el sector crítico de Podemos que discrepa de la ideología propuesta por Podemos: se vende empoderamiento a las bases, cuando en realidad, dicho empoderamiento ha sido cedido por los ciudadanos al confiar nuevamente en un líder mediático que recorta sus promesas día a día. Aquellas famosas palabras de Pablo Iglesias al decir más o menos que “las mentes más brillantes del pueblo podrían acceder al gobierno de la nación”, han sido cambiadas por una votación-plancha desde arriba hacia abajo al imponer sus sesenta y dos consejeros sobre el resto de aspirantes procedentes del pueblo. Se lucha contra la plutocracia mediante una autocracia. Sólo cambia la cracia. Dicho de otro modo, el empoderamiento de los ciudadanos se ha quedado por el camino, como lo demuestra la obra la La sociedad de la ignorancia. Más que nunca es necesaria una reconstrucción epistemológica, una ciencia del conocimiento que pertenece propiamente a la filosofía, tan denostada por el sistema capitalista para evitar el pensamiento crítico de los ciudadanos.

Por tanto, en la construcción ideológica a nivel práctico, se presentaba un dilema: ¿Cómo organizar un discurso revolucionario para romper el bipartidismo y que pueda ser a la vez ser reproducido socialmente a nivel organizativo? Aquí entrababan en juegos varios factores a tener en cuenta por los estrategas: un perfecto dominio de las redes sociales para defender un discurso revolucionario, una figura mediática para “captar” a todos los “indignados” y también algunos despistados “empoderados” que quisimos poner a prueba el espíritu Podemos. La cuestión por tanto, como todo buen líder de masas era pasearse por los plató de televisión haciendo crecer su imagen mediática tal lo hiciera Felipe González antaño, mientras que de la evolución ideológica y su construcción como modelo de sociedad quedada relegada al ámbito de la improvisación y rectificación a medida que subía las encuestas y se acercaba peligrosamente a las barbas de la oligarquía financiera. Fue ganando popularidad pero a cambio fueron moderando algunas reivindicaciones. Pablo Iglesias tenía un frente abierto en la construcción epistemológica del ideario de Podemos: ¿Cómo organizar a los de abajo, una manada de ignorantes que no piensan por sí mismo, para que se adhieran a su liderazgo todavía en formación?

Tal cuestión se resolvió de la siguiente manera: el “empoderamiento” ciudadano correspondería, como es de pleno derecho, a los círculos como revulsivos de los ciudadanos “indignados”. Una jugada maestra, ya tenía entretenido al personal en organizarse localmente, eso sí, prohibiendo que los ciudadanos “empoderados” pudieran presentarse a las elecciones, pues como minoría deberían que lidiar con todos los ignorantes “indignados”, a modo de arribismo, lucha de egos y falta de conciencia transpersonal. Así es como los círculos, en la práctica, han salido a hostias limpias en muchos municipios.

Mientras tanto, el ingenioso equipo técnico, que sabía que Podemos no podía dar la impresión de estar edificando una autocracia en la figura de Pablo Iglesias sobre un empoderamiento en falso de los círculos, se vio obligado a dividir la estrategia entre la “figura organizativa” a futuro de los círculos, pero canalizando el empoderamiento a través de los “Ganemos o Guanyem” como defiende precisamente en sus principios organizativos, sirviéndose así de válvula de escape para el activismo social de los círculos. En ese momento es cuando el equipo técnico era consciente que había engendrado un monstruo sin controlar.

Por un lado, había que organizar a una masa crítica de ignorantes “indignados” con la promesa de la construcción desde “abajo hacia arriba”, cosa la cual ha quedado manifiestamente como una mentira y una burda manipulación mediante los cuatro rodillos aplicados: en primer lugar, el equipo técnico como ideólogo del majestuosos plan frente a la única candidatura de enfermeras; en segundo lugar, la presión psicológica contra la propuesta de Echenique desde una posición de dominio mediático respecto a los borradores por aprobar; en tercer lugar llegaron las votaciones-plancha en el Consejo Ciudadano Estatal (en el que se colocaron a los amigos de confianza tranzando así radicalmente una raya entre “ellos” y los casi mil aspirantes procedentes del pueblo). Y por último, para rematar el control del autócrata, propagar a diestro y siniestro el equipo “Claro Que Podemos” como el bueno a votar, despreciando una vez más el trabajo de las bases.

3- De Podemos a Ganemos

Una vez controlado el cotarro por abajo, es decir, tener controlados a los ignorantes “indignados”, tocaba lidiar con el “Ganemos o Guanyem” presentados como movimientos de empoderamiento desde los movimientos sociales. Llegado a este punto, el monstruo podría desbocarse y hubo que anestesiarlo para tenerlo controlado. A ello se dedicó Jaume Asens como miembro del Consejo Ciudadano Estatal, y en colaboración de Ada Colau, se construyó el Guanyem Barcelona. Con esta jugada maestra Podemos tenía una mano puesta sobre el nacionalismo catalán al poner en jaque la ruta secesionista de ERC. Pablo Iglesias y su equipo técnico había metamorfoseado a Podemos en Ganemos. Control total. Los núcleos de decisión de Guanyem son dos. Por un lado, las reuniones de coordinación, en las que participan cinco portavoces (Ada Colau, Joan Subirats, Gerardo Pisarello, Gala Pin y Jaume Asens) y representantes de comisiones. Y por otro el plenario, hasta 60 personas. ¿Un pueblo empoderado, o más bien una exigua jerarquía auto-proclamada en nombre del pueblo? Podemos apoyando a Ganemos para conquistar el ayuntamiento de Barcelona desde los movimientos sociales. Así es como Guanyem se ha convertido en la marca catalana de Podemos. Una bicefalia en toda regla para controlar organizativamente desde arriba hacia abajo al ignorante pueblo (la mayoría) mediante Podemos, y por otro lado, controlar el innegable e imparable empoderamiento (una minoría a tenor de las presencias en las asambleas) mediante Guanyem o Ganemos. Un error a toda luces en la construcción epistemológica del ideario elaborado por el equipo técnico de Pablo Iglesias.

El equipo técnico de Pablo Iglesias ha creado una bicefalia que habrá que seguir con suma atención. Pero lo que es ya seguro es que en ni en Podemos ni en Ganemos hay una propuesta de empoderamiento ciudadano como asignatura pedagógica en nuestro sistema educativo. Hay que romper el circuito de dominación ejercido por los plutócratas rompiendo el flujo de información y conocimiento inter-generacional mediante una renovada educación, como pretendo epistemológicamente en mi libro La educación cuántica. La bicefalia Podemos-Ganemos tiene una errónea construcción ideológica al haber postergado el empoderamiento ciudadano en libertad y con conocimiento de causa mediante una renovada pedagogía libertaria, y en su lugar haber entrar al trapo en la lucha de poder por el propio sistema que critican ambos movimientos sociales. Porque sólo son eso, dos movimientos sociales con las espadas en alto hacia arriba, que hay que hacerlo, pero sin descuidar la mirada de abajo mediante el empoderamiento horizontal gracias a una renovada pedagogía cognitiva y educativa. Porque, como dijera el inconmensurable filósofo alemán Kant: “La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que la naturaleza es capaz".