"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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conciencia

¿QUÉ TIPO DE PENSADOR ERES?

¿Eres un pensador irreflexivo?
(Cuando no estamos conscientes de problemas en nuestro pensamiento)

¿Eres un pensador retado?
(Cuando nos enfrentamos con problemas en nuestro pensamiento)

¿Eres un pensador principiante?
(Cuando tratamos de mejorar pero sin práctica regular)

¿Eres un pensador practicante?
(Cuando reconocemos la necesidad de práctica regular)

¿Eres un pensador avanzado?
(Cuando avanzamos según seguimos practicando)

¿O eres un pensador maestro?
(Cuando los buenos hábitos de pensamiento se vuelven parte de nuestra naturaleza)

La doctora y psicóloga educativa Linda Elder junto al líder en el movimiento internacional de pensamiento crítico, el doctor Richard Paul, han desarrollado una mini-guía con conceptos y herramientas que permiten adentrarnos en los pasos del desarrollo del pensamiento crítico.

¿Por qué una mini-guía para el pensamiento crítico?

Estos son los razonamientos y motivos aducidos por Linda Elder y Richard Paul:

"Esta mini-guía se diseñó para administradores, profesores y estudiantes. Contiene los conceptos y herramientas esenciales en un formato de bolsillo cómodo. Para los profesores, incluye un concepto compartido de lo que es el pensamiento crítico. Para los estudiantes, provee un complemento a cualquier libro de texto. Los profesores pueden usar la guía en su diseño curricular, en las tareas y en las pruebas para los estudiantes de cualquier disciplina. Los estudiantes pueden usarla para mejorar su aprendizaje de cualquier área".

"Las destrezas incluidas pueden aplicarse a cualquier tema. Por ejemplo, aquel que piensa críticamente tiene un propósito claro y una pregunta definida. Cuestiona la información, las conclusiones y los puntos de vista. Se empeña en ser claro, exacto, preciso y relevante. Busca profundizar con lógica e imparcialidad. Aplica estas destrezas cuando lee, escribe, habla y escucha al estudiar historia, ciencia, matemática, filosofía y las artes así como en su vida personal y profesional".

"Cuando esta mini-guía se usa como complemento a un libro de texto en varios cursos, los estudiantes empiezan a darse cuenta de la utilidad del pensamiento crítico en el proceso de aprendizaje. Y, según los profesores ofrecen ejemplos de la aplicación de los temas a la vida diaria, los estudiantes se dan cuenta de que la educación es una herramienta para mejorar su calidad de vida".

"Si usted es un estudiante, lleve consigo esta mini guía a todas sus clases. Consúltela con frecuencia cuando esté analizando y sintetizando lo que aprende. Provoque que los principios que aquí encuentre se hagan parte de su naturaleza".

"Si lograra su propósito, esta guía ayudará, simultáneamente, a los profesores, los estudiantes y los programas de estudio".


Si esta introducción le ha parecido de interés, puede descargarse la mini-guía para el Pensamiento crítico en PDF, en este enlace:
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6.000 FIRMAS PARA QUE NO DESAPAREZCA LA FILOSOFÍA

Una iniciativa popular persigue que esta asignatura no sea eliminada de la enseñanza. Esta cuestión será debatida en octubre en el Parlamento de Galicia.

Un grupo de profesores de filosofía de Vigo ha reunido 6.000 firmas de apoyo a una Iniciativa Legislativa Popular que se debatirá en octubre en el Parlamento de Galicia en contra de la desaparición de esta materia del sistema educativa. La proposición cuenta ya con el apoyo de En Marea, PSdeG y BNG y sus promotores confían en que el PPdeG "rectifique y apoye" también esta causa.

El Aula Castelao de Filosofía ha instalado una mesa de recogida de adhesiones a esta iniciativa en la Plaza de la Peregrina de Pontevedra, donde la exdiputada del BNG y expresidenta de esta organización, Carme Adán, ha destacado que "la gente viene a pedir filosofía sí" y a expresar que "pensar no es un estorbo".

Desde el Aula Castelao de Filosofía han denunciado la "regresión" que ha experimentado la enseñanza de la filosofía como consecuencia de las sucesivas reformas educativas implantadas por el Gobierno Central. "La Lomce, de facto, comporta la supresión de Historia de la Filosofía como materia común para el alumnado que culmina el Bachillerato", ha precisado esta entidad.

RELIGIÓN, POR DELANTE DE LA ÉTICA

En declaraciones a Europa Press, Carme Adán ha criticado que "se relega la ética de la educación para meter religión", que se imparte "desde Infantil hasta 2º de Bachillerato". También ha lamentado que exista una "clara voluntad para que los individuos sigan la manada, no sean críticos, no tengan capacidad para cuestionar la sociedad en que vivimos y sigan los discursos para consumir".

SEMANA GALEGA

El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que ha contribuido con su firma a esta campaña, ha destacado que la ciudad acoge, desde los últimos 25 años, la celebración de la Semana Galega de Filosofía, durante la cual la ciudad es "el centro del pensamiento y el debate social sobre cuestiones que interesan a la mayor parte de los ciudadanos".

En este sentido, ha reclamado que la filosofía "no desaparezca, sino que se potencie", argumentando que redunda en la "formación integral de las personas", para que tengan "capacidad de discutir y evolucionar".

En este sentido, Carme Adán ha coincidido en que la apuesta "tan fuerte" de Pontevedra por la filosofía la convierte en un "ejemplo para Galicia y el mundo entero". También ha resaltado el papel del Aula Castelao por "traer a las principales figuras del ámbito del pensamiento a todos los niveles".

Tras Pontevedra, la campaña continuará por otras ciudades; la próxima, Santiago de Compostela el próximo 25 de julio, en el marco de Festigal.
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MARINOFF: “LOS GOBIERNOS NO QUIEREN FILOSOFÍA, SINO CIUDADANOS SUMISOS”

El filósofo, autor de Más Platón y menos Prozac critica al Ministerio de Educación por su decisión de marginalizar la asignatura de filosofía. Cuando nos hablan de filósofos, es probable que pensemos en señores barbudos vestidos con togas, sus dedos siempre alzados como si hubieran tenido un pensamiento brillante, o con expresiones faciales que muestran su preocupación sobre la reinterpretación de la metafísica a través de la epistemología, o delatan un caso de indigestión aguda.

Sea cual sea el filósofo que tengamos en mente, es probable que su imagen siempre nos sea lejana. A diferencia de la protagonista de El Mundo de Sofía, la mayoría de la población apenas se relaciona con la filosofía. Recluidos en torres de marfil, los grandes pensadores son figuras distantes, señores serios que pasan sus días debatiendo el significado de la vida. Aunque hacen algún que otro cameo en nuestras vidas –sea a través de una prueba de la Selectividad, o algún best-seller veraniego sobre motocicletas y el budismo zen–, los filósofos viven tan apartados de nuestro mundo que pensamos poco en elllos. Dada esta ausencia, no es de sorprender que la asignatura de filosofía esté cada vez más marginalizada, y que en la última reforma educativa haya pasado de obligatoria a ser optativa.

El filósofo Lou Marinoff (Montreal, 1951), profesor de Filosofía y Estudios Asiáticos en la City College of New York, presidente fundador de la Asociación Americana de Practicantes Filosóficos (APPA, según sus siglas en inglés) y autor del exitoso Más Platón y menos Prozac, reconoce que el arrinconamiento actual del gran pensamiento es parcialmente culpa de los grandes pensadores.

“Los filósofos abandonaron la sociedad y decidieron dedicarse a lo que Wittgenstein denominaba sprachspiele, o juegos de lenguaje, ejercicios de teoría pura”, afirma Marinoff. “Se dieron cuenta que la sociedad –las universidades, las academias, las editoriales– les pagarían por hacer una labor básicamente de prestigio, un oficio que nadie entendía, ofreciendo un servicio que nadie reclamaba”.

Lejos de aceptar esta situación, Marinoff considera que la filosofía tiene que reconquistar su justo lugar dentro de nuestra sociedad como herramienta fundamental para que las personas se conozcan mejor a sí mismas. Los agentes de esa reconquista tienen que ser los propios filósofos, que tienen que dejar de dedicarse exclusivamente a la especulación teórica y volver a ofrecer un servicio esencial a la población: el de la terapia filosófica.

“Toda disciplina universitaria tiene su lado puro y un lado aplicado: la física, la matemática, etc. La filosofía analítica es genial, pero es hora de que recuperemos su lado práctico, el de la terapia filosófica. La solución a los problemas de la vida no se encuentra con años de psicoterapia o dosis diarias de antidepresivos, sino con un mejor entendimiento de cómo funcionamos, de qué queremos. La terapia filosófica nos ayuda a encontrar las respuestas a esas preguntas”.

Desde Portugal, donde ha acudido como invitado a las prestigiosas Conferencias de Estoril, Marinoff habla con EL ESPAÑOL sobre el poder del lobby farmacéutico y psicoanalítico, el poder de la filosofía aplicada, y del estado precario del pensamiento crítico en un mundo en el que los Estados prefieren formar “ovejas estúpidas” y acabar con los ciudadanos racionales.

"La enorme mayoría de la populación está sobremedicada"
P. Usted considera que la sociedad moderna depende excesivamente sobre los fármacos para solucionar sus problemas emocionales.

Sí. Todo Dios está medicado. La gente triste toma antidepresivos, a los niños distraídos les dan anfetaminas, reparten pastillas para solucionar problemas en la cama. Ciertamente hay personas que necesitan tomar fármacos para funcionar de manera adecuada –con montarte en el metro de Nueva York una sola vez te darás cuenta que hay gente que claramente necesita estar medicada–, pero apenas un 5% de la población realmente sufre de trastornos mentales. La enorme mayoría de la populación está sobremedicada. Las drogas funcionan para remediar síntomas particulares, pero que no hacen nada para solucionar la confusión que tienen de fondo. La depresión, el bloqueo sexual, el insomnio, la dificultad en concentrarse… Son dolencias que tienen una base cultural, no un origen patológico. Y son problemas que se pueden solventar a través del mejor entendimiento de cómo funciona nuestro ser, no a base de bombardeo químico.

P. ¿Y por qué se opone al análisis y a la psicoterapia?

El psicoanálisis funciona como un negocio hoy en día. Se busca un diagnóstico fácil, como si se tratase de un cuadro que pintamos por números. ¿Estás triste? Tienes depresión. Buscan un desequilibrio químico, o buscan un origen traumático cuando lo que tenemos ante nosotros es una duda ética o moral que no tiene que ver con nuestros niveles de monoamino oxidasa o nuestra relación con nuestros padres, sino con nuestra forma de ver el mundo.

El psicoanálisis consiste en hallar problemas –y siempre hay algún problema que se puede hallar–. El analista gana su dinero a través de las sesiones que celebra con sus clientes, hay una motivación evidente para fomentar una relación de dependencia, siempre encontrando dramas ocultos con significados relativos, y nunca proporcionando al cliente las herramientas para solucionar sus propios problemas.

P. ¿Por qué piensa que la filosofía es un recurso válido para plantar cara a estos problemas?

La filosofía sirve para ayudarnos entender cómo seguir adelante. El autoconocimiento es parte esencial de la filosofía: ya formaba parte de la tradición socrática, y es la base de la tradición asiática. En la terapia filosófica lo que proporcionamos son las herramientas para llegar a ese autoconocimiento y autosuficiencia. En realidad sólo ayudamos despertar al filósofo que todos llevamos dentro.

Autodescubrimiento a través de Aristóteles o Sartre
P. ¿Cómo funciona la terapia filosófica? ¿Puede acudir a ella si no tienes formación filosófica?

De la misma manera que no necesitas saber nada sobre medicina antes de ir a una consulta médica, no necesitas saber nada de filosofía antes de la sesión. La manera en la que se desarrolla la sesión depende de cada practicante, pues no existe una metodología única. Depende del filósofo, del cliente, del problema que quiere resolver. Empezamos charlando tranquilamente, e intentamos descifrar la corriente más adecuada para dar solución a la incógnita que tenemos por delante.

P. ¿Es de suponer que la terapia dependerá radicalmente según la corriente filosófica del practicante?

Claro. Un existencialista tendrá una perspectiva distinta a la de un positivista; un taoísta no verá las cosas como un budista. El cliente que ya tiene un punto de vista filosófico definido puede buscar un practicante acorde con esa tendencia; el que no sabe cuál le atrae puede experimentar hasta dar con la que más responde a sus necesidades. Nadie se ofende; estamos aquí para ayudar, y da igual si el autodescubrimiento viene de la mano de Aristóteles o Sartre.

P. ¿Qué tipos de clientes atraen?

De todo. He tenido estudiantes universitarios, funcionarios, médicos, artistas. Incluso he hecho sesiones de terapia para parejas –que son un rollo–. El factor común es que tienden a ser personas racionales y funcionales. No estamos aquí para ayudar personas con trastornos mentales –esa gente necesita la ayuda de un psiquiatra–, ni a gente excesivamente emocional –que tal vez requiera la atención de un psicólogo–. Nosotros estamos para la gente que quiere respuestas a las grandes preguntas, a dilemas morales, dudas éticas, crisis existenciales. Gente que busca transformar una situación adversa en algo positivo.

P. ¿Recuerda algún caso particularmente memorable?

Tuve un cliente que era un médico que vino a verme por una duda moral. Su hijo quería ir a Disney World: todos sus amigos habían ido y él llevaba un par de años pidiendo ir. El médico se lo podía permitir, pero el problema es que él había crecido en un entorno humilde, y sus padres le habían educado para considerar que la pobreza era una virtud. Le resultaba ofensivo gastar tanto dinero en un capricho de su hijo cuando había tantos niños pobres por el mundo. No obstante, le preocupaba que, de la misma manera, podría estar haciéndole una injusticia a su hijo al privarle de algo que tanto quería.

Bien: un psicoanalista empezaría inmediatamente a investigar la relación del médico con sus padres, su juventud en ese ámbito empobrecido, y es probable que diez años más tarde las sesiones seguirían sin llegar a una conclusión. Por lo contrario, yo tiré de mi agenda de filósofos y pensé que quizá le sería útil reflexionar sobre el aurea mediocritas o “término medio dorado” de Aristóteles, que sostiene que el punto ideal es aquel que queda entre dos extremos.

El problema del médico no era con su hijo, sino con su propia conciencia, la forma de tranquilizarla era encontrar el punto entre la pobreza y el exceso. Si resultaba vulgar gastar tanto en el capricho del hijo, la clave era gastar una cantidad equivalente en un niño menos afortunado. Satisfecho con la solución, el médico llevó al hijo a Disney, y al volver donó lo equivalente a lo gastado a el orfanato local.

La decisión de arrinconar la filosofía es estúpida"
P. Usted revindica la recuperación de la filosofía aplicada en todos sus sentidos, no sólo a través de la terapia filosófica. ¿Qué ejemplos hay de la aplicación de filosofía teórica en el ámbito práctico?

La manera en la que se han aplicado las teorías de los trascendentalitas estadounidenses del XIX –Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau– durante el último siglo sirve como buen ejemplo. Thoreau era un teórico, vivía recluido en los bosques de Massachusetts, pero la aplicación práctica de su filosofía de resistencia, descrita en La Desobediencia Civil, revolucionó el mundo. Gandhi, que mantenía el texto en su mesita de cabecera, lo utilizó como manual para llevar a cabo su campaña pacífica que culminó en la independencia de la India. Martin Luther King se inspiró en esa filosofía para liderar el movimiento a favor de los derechos civiles en Estados Unidos. Otro ejemplo, menos positivo, de la aplicación práctica de la filosofía teórica: la Unión Soviética. Ahí vemos un intento de aplicar las teorías de Carlos Marx sobre el campo, con su impacto sobre la vida de millones de personas. Aunque las consecuencias de esa aplicación fueron devastadoras, curiosamente Marx sigue siendo el filósofo más leído en Reino Unido ahora mismo, por lo que parece que tal vez todavía haya gente interesada en experimentar con sus ideas.

P. ¿Cómo valora la decisión del Ministerio de Educación español, que en su más reciente reforma educativa optó por arrinconar a la filosofía a favor de asignaturas que supuestamente facilitarían la integración de los alumnos en el mercado laboral?

Me da muchísima pena. Entiendo que la situación laboral es complicada en España, y sé que tenéis una de las tasas de desempleo juvenil más altas de Europa; conozco bien el drama de los mileuristas y estoy a favor de buscar formas de dar trabajo a los jóvenes. No obstante, la decisión del Gobierno es francamente estúpida.

Evidentemente no puedes emplear a muchos como profesores de filosofía –y menos de filósofos propiamente–, pero hay montones de estudios que demuestran que la filosofía y las humanidades en general nos permiten desarrollar el tipo de pensamiento crítico que es ultra valorado en el mundo laboral. De hecho, recientemente The Wall Street Journal publicó un artículo que no sólo señalaba que las grandes consultorías y los más importantes bufetes de abogados buscaban a gente con esta formación, sino que también demostraban que, a largo plazo, quienes cursaban la carrera de filosofía terminaban por ser quienes más dinero ganaban.

Aunque el caso español es lamentable, infelizmente no es único. La filosofía se estudia cada vez menos por todo el mundo. En muchas universidades tiene poco apoyo porque los rectores quieren dinero fácil, y los Gobiernos no tienden a dar grandes subvenciones a los departamentos de filosofía.

P. ¿Hay algún país en el que la filosofía no esté siendo marginalizada?

Corea del Sur es un buen ejemplo. Está rodeada de países enemigos y tiene una economía ultra competitiva. El Gobierno se dio cuenta que la filosofía ayudaba a sus ciudadanos lidiar mejor con la presión del día a día allí. La filosofía es una parte íntegra del currículo, y hay mucho interés en la filosofía aplicada ahí. En China también, y en Europa los neerlandeses mantienen su compromiso histórico con el estudio de la materia.

P. ¿Por qué cree que Gobiernos –como el actual en España– intentan arrinconar la asignatura de filosofía?

Sabemos que lo primero que hacen las dictaduras es eliminar a los miembros de la intelligentsia. Lo sorprendente es que nuestras democracias occidentales lo estén haciendo también, promoviendo sistemas educativos en los que no hay espacio para las humanidades, materias que fomentan la creatividad y la independencia. Me resulta obvio que los Gobiernos actuales arrinconan la filosofía porque quieren una ciudadanía compuesta por ovejas sumisas, sin capacidad para el pensamiento independiente. No quieren tener gente capaz de analizar el mundo en el que viven.

Desde aquí, envío todo mi apoyo a los españoles, pues creo que bastante ha luchado, tras cuarenta años de dictadura, para recuperar el derecho del librepensamiento. Si el Gobierno les quiere quitar eso en las aulas, les animo a que aprendan filosofía de modo propio. Es una tierra de grandes –Santayana, Unamuno, Ortega, Sabater– y de momento los libros no están prohibidos. ¡Resistan! Sé que suena a populismo barato, y con la que está cayendo el populismo tiene mala reputación, pero no nos podemos olvidar que la Revolución Francesa y la Revolución Estadounidense eran revoluciones populistas, y estas nos dieron los conceptos fundamentales de igualdad y progreso que tanto valoramos hoy en día. Cuando nuestros Gobiernos nos fallan hace falta un poco de populismo, y mucha filosofía.
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SABER O NO SABER, ESA ES LA CUESTIÓN

Puedo afirmar, con poco riesgo a equivocarme, de que el verdadero sentido que hay que dar cada cual a su vida, depende en gran medida del determinismo histórico, las circunstancias exógenas sociales y biológicas, así como de una certera educación que permita el empoderamiento consciente de esos condicionantes, de modo que el educando sea un ser libre en sus decisiones con conocimiento de causa sobre el pasado, el presente y el futuro de la humanidad.

En este respecto, los dos mil años de cristianismo solo han reportado un sometimiento de la razón a la fe. Podríamos creer que la razón colectiva ha logrado su máxima expresión mediante las democracias. Sin embargo, es innegable que vivimos bajo una plutocracia en connivencia con las jerarquías eclesiásticas. Los mercaderes y los curas, sin olvidar a las monarquías, como siempre en la historia, tienen el dominio sobre la humanidad, esclavizando a esta ultima en la caverna platónica mediante el materialismo científico como único modo de saber. El pasado es la historia del hombre esclavizado a la fe hasta el desvelamiento del cogito cartesiano y, desde entonces, la libertad generada con el surgimiento del racionalismo, ha estado en manos del ego plutocrático. Sin embargo, el presente es la lucha por la genuina libertad cooperativa frente al libertinaje del egocentrismo, y el futuro solo puede pertenecer a los hombres que luchan por la libertad con conocimiento de causa. Y en ese camino liberador, la física cuántica ha jugado un crucial papel al girar la mirada desde el “ver para creer” (método científico) al “creer para ver” (método trascendental), dos modos de saber que diferencian epistemológicamente al viejo mundo del nuevo mundo, respectivamente.

Gracias a la física cuántica, las cuestiones espirituales ya no son del pleno dominio de las religiones, sino que son los propios científicos quienes postulan una integración de la razón con el espíritu. Así, el giro copernicano que se está produciendo en la historia del pensamiento, es que el viejo mundo sustentado en el materialismo científico y el racionalismo pragmático está agotado, y un nuevo mundo emerge gracias a un racionalismo espiritual, una integración de la razón y el espíritu tal como postula la filosofía transpersonal. Enseñar ello en una clase de filosofía, y además en un solo folio, es dar al estudiante un conocimiento contextual de la historia del pensamiento para que pueda ubicarse existencial, racional y espiritualmente con conocimiento de causa. Así, fuera las imposiciones educativas orientadas a satisfacer las demandas de un sistema de producción que solo crea miseria; también fuera de la educación el adoctrinamiento ideológico desde los dogmas religiosos. Saber y educar ello hará a todo estudiante un ser libre con conocimiento de causa para dar el mejor de los sentidos a su vida. Cada uno hace lo que puede con lo que sabe para dar el mejor de los sentidos a su vida, pero cuando ese saber es reconvertido en una democracia secuestrada, entonces no hay duda que se vive en una ignorancia inducida histórica y socialmente por las misma castas que se transmiten el poder generacionalmente entre ricos, y entre papas en la curia eclesiástica. Saber ello es la antesala de la libertad y la preconización de la muerte del viejo mundo. Porque solo el saber hará de nosotros hombres libres. Entre la vida y la muerte solo hay saber: nacemos para aprender y moriremos con alguna lección aprendida.

Entonces, ¿Tiene sentido la vida?

Cuando algo muere, inherentemente en el plano psicológico, se tiende a pensar que ha desaparecido para siempre, siendo una concepción materialista de la vida. Por otro lado, hay personas que creen que hay vida tras la muerte, siendo entonces una concepción idealista o espiritual. Esa dicotomía psicológica entre el materialismo y el idealismo, los contrarios por antonomasia, es una apertura ontológica para que toda persona tenga que dar un sentido a su vida, libre e inexorablemente, en función de sus propias creencias así como los conocimiento adquiridos. Pero la cuestión fundamental en la interpretación de lo que es la vida, es que debe ser comprendida desde una correcta lectura del pasado e interpretación del presente para poder decidir certeramente sobre el futuro. Por tanto, la primera regla es tener un “mapa” lo suficientemente fidedigno, emulando a Descartes, para no perderse en el camino de la investigación de la verdad. Tal fue la primera regla que aprendí en el Discurso del método. El mundo tan complejo en el cual vivimos es una maraña que presenta confusión y nihilismo en las personas, principalmente, porque la actividad filosófica ha sido denostada, pisoteada y arrinconada. Sin un referente educativo fiable que invite a la reflexión, ¿cómo emprender la reconstrucción pensativa sobre este viejo mundo moribundo? ¿Cómo dar el mejor de los sentidos a la nueva vida?
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LOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD

Por antonomasia, al hablar de paradigma es ineludible referirse a Thomas Kuhn, quien en 1962 publicó La estructura de las revoluciones científicas, un libro en el que proporcionaba una visión sociológica de la evolución científica. Según Kuhn, en el avance científico hay largos períodos de estabilidad en los que la comunidad científica comparte un modelo consensuado al que denominó “paradigma”. En esos períodos, los científicos exploran el paradigma vigente, buscan su aplicación a situaciones aún no estudiadas cada vez más complejas o extremas. En ese proceso se van encontrando desajustes, resultados que no encajan con el paradigma. Esos resultados se van acumulando y, cuando son muchos, generan una sensación de inestabilidad que concluye con una revolución, realizada por algunos científicos especiales y que da lugar a un nuevo paradigma mejorado, que es capaz de explicar los resultados del anterior más los que no encajaban. Tras la revolución comienza un nuevo período de estabilidad basado en el nuevo paradigma.

En la física de principios del siglo XX se pueden encontrar multitud de ejemplos que encajan bien en esa explicación, y que son explicitados en La educación cuántica. Sin embargo, dicha teoría sociológica sobre el cambio de paradigma también puede extenderse más allá de la ciencia como al actual modelo social, a su educación, la filosofía y la espiritualidad. Como se puede comprobar, la humanidad no solo se halla ante un cambio de paradigma epistemológico desde el materialismo científico al “misticismo cuántico” sino que, también, se está produciendo un cambio de paradigma social debido a la creciente divergencia entre los ricos y los pobres; otro cambio de paradigma a sumar es el secuestro de la libertad y de los derechos naturales de las personas mediante leyes al servicio de los poderes fácticos y, por tanto, es una clara conciencia de esclavitud económica (plutocracia) frente a la natural libertad de las personas que se halla secuestrada mediante la política y la religión. Es harto evidente que vivimos bajo dogmas científicos (materialismo científico), intelectuales (neoliberalismo) y religiosos (la razón obnubilada por la fe) que, pienso, están dando sus últimos coletazos en la historia de la humanidad, pero a qué precio. Consecuentemente, se ha secuestrado el pensamiento crítico, es decir, la humanidad vive en una caverna platónica manipulada por unos poderes fácticos que ahogan el libre pensamiento de los ciudadanos. Así, sin pensamiento crítico y en cautividad, tal es el actual estado de la humanidad, a merced del imperialismo económico sustentado en guerras por los recursos naturales y en el eterno endeudamiento de los pueblos y las personas por la oligarquía financiera que domina el planeta.

Inadvertidamente para muchos, la humanidad se halla ante varios cambios de paradigmas: del materialismo científico al “misticismo cuántico” (epistemológico), los ricos frente a pobres (existencial), de la esclavitud económica a la libertad personal (moral), y de la ignorancia hacia la sapiencia (filosófico). Tantos cambios de paradigma que afectan no solo a las instancias sociales, económicas y políticas sino, fundamentalmente, a la ideología intelectual (neoliberalismo) y espiritual (dogmas religiosos) dominantes en el mundo. Así pues, nos hallamos ante un cambio de paradigma pensativo de tal calibre como fue el primer renacimiento humanístico. Entonces, la razón se zafó de las garras de la fe, pero dirigió la mirada hacia la materia, hasta descomponerla en tantas partes como disciplinas científicas existan. Sin embargo, con la física cuántica se produjo un deslumbramiento espiritual en muchas mentes científicas, siendo muchos de estos genios denostados como “místicos cuánticos” por la ortodoxa comunidad científica. Este incipiente cambio de paradigma científico desde el materialismo científico al racionalismo espiritual pasa desapercibido para muchos de mis congéneres, pues son elucubraciones filosóficas de hondo calado que, seguramente, no interesa al común de los mortales.

Sin embargo, la anterior reflexión es de una importancia extrema pues afecta a la visión que cada cual tiene sobre el sentido que tiene que dar a su vida. ¿Acaso alguien nos ha enseñado a pensar para actuar con conocimiento de causa y dentro de una libertad moral al tiempo que se le da el mejor de los sentidos a nuestra vida? En otras palabras: ¿alguien nos ha enseñado a pensar certeramente en el ejercicio de la libertad hasta hallar la felicidad como propósito supremo de todo ser humano? Este reto vital se presenta como inaccesible pues la asignatura del pensamiento, otrora llamada filosofía, tiene que ser rehabilitada por la sapiencia humana para evitar la más que presumible decadencia civilizatoria. Es decir, más que nunca no solo hay que pensar, sino pensar bien para actuar con conocimiento de causa y en libertad. Y en esa cuestión del pensar también hay un cambio de paradigma desde la filosofía tradicional (racionalismo pragmático) a la filosofía transpersonal (racionalismo espiritual). Tantos cambios que afectan, inexorablemente, a la psicología humana, también en tránsito de paradigma desde la psicología positivista (ego) a la psicología transpersonal (trascendencia del ego).

Por todo ello, el fundamental cambio de paradigma propugnado es la transformación interior de las personas mediante la trascendencia del ego hacia una genuina espiritualidad atolondrada en el fondo de su ser. Todo un cambio de paradigma en la profunda psicología a descubrir por toda persona que se precie de saber pensar. La filosofía, por antonomasia la ciencia del pensamiento, es un humilde rescoldo donde se puede propugnar tantos cambios de paradigmas que afectan a nuestro modo de vivir, pensar y amar, todo un segundo renacimiento desde el racionalismo pragmático (la razón enfrascada en la materia) al racionalismo espiritual (la razón ensimismada con el amor). Quien aprehenda cognitiva, sapiencial y espiritualmente dicha reflexión sobre los cambios de paradigmas antes expuestos, se hallará casi con toda seguridad en el camino ascendente de su conciencia hacia la sabiduría.
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INICIAR EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN LOS NIÑOS.

Un artículo de Elvira Fernández Pena, Docente, eterna estudiante, interesada en el coaching, escritora ocasional, madre, blogger.

En numerosas ocasiones, me vuelvo a casa del trabajo y no puedo evitar seguir cavilando acerca de diferentes aspectos de la realidad educativa en la que me desenvuelvo. No es algo exclusivo, desde luego; es más, yo diría que ya forma parte de la deformación profesional típica del profesorado
.

Si ves a un maestro callado en la punta de una habitación con la mirada perdida, existen muchas probabilidades de que esté pensando en su clase. Y si lo ves con una sonrisa, también. El otro día, me pasó esto que te relato, me quedé con el zumbido de la mosca resonando en la oreja. Nada no cotidiano. El problema comienza, cuando no se te va ese zumbido, cuando sigues pensando y no se van esos momentos, sino que más bien se apoderan de ti, te envuelven. El problema o la suerte, pero en síntesis, todos tenemos ese momento de reflexión sobre cómo marcha nuestro trabajo.

Lo que sucedió hace unos días, incluso no sé si hace ya más de una semana fue lo siguiente. Estaba haciendo un ejercicio de comprensión lectora con mi tutoría. Son alumnos de 5° curso de Educación Primaria. Tienen ahora mismo entre los once y los doce años, según el caso; y en general, están llamando (más fuerte o más suavemente) a la puerta de la preadolescencia. Como en cada uno de estos ejercicios les leí en voz alta el texto y resolvimos cuestiones de vocabulario. A continuación les leí las preguntas sobre dicho texto y resolví algunas dudas. Y como suelo puntuar siempre este tipo de ejercicios, les pedí que estuvieran seguros de comprender letra a letra el ejercicio y que comenzaran a realizarlo en un tiempo determinado.

El texto elegido era una fábula de Esopo con la temática de la mentira. A decir verdad no lo elegí por la temática en sí, sino porque habíamos trabajado la tipología de los textos y este suponía un buen ejemplo de texto narrativo. Las preguntas, a mi modo de entender eran sencillas, sobre el concepto de la dualidad entre lo positivo y lo negativo que tiene la honestidad. Pero al cabo de unos diez minutos tuve que finalizar la tarea.

Una de las preguntas que garantizaban la comprensión del texto, era la siguiente:

¿Qué es para ti la verdad?

Entonces, uno de mis alumnos, levantó la mano y me preguntó:

Profe, ¿qué quiere decir exactamente la prueba con "qué es para ti la verdad"?

Hubo un momento de silencio, porque realmente me quedé en shock. Me pilló con la guardia baja, y no se inició ese sistema de respuesta automática que los años de trabajo te desarrollan. Sí me hubiesen preguntado acerca de cualquier categoría gramatical, incluso acerca del significado de cualquier palabra del texto sin una importancia trascendental, sin una abstracción profunda, hubiese contestado sin dudarlo. Pero no, me estaban cuestionando un tipo de actividad que no habían realizado antes. El pensamiento filosófico.

La verdad, me dio mucha pena. Realmente lamenté que nuestro sistema educativo, tal y como yo misma lo planteo en mis propias clases, no invite al alumnado a desarrollarse de una manera que atienda a la mismísima razón. Y no es que no surgieran con anterioridad temáticas importantes, generalmente provenientes de temas de actualidad o bien centrados en sus intereses. Eso sí lo hemos tenido. Pero nunca antes una palabra, cuyo significado conocen, había trascendido de su cotidianidad para entender un aspecto más de su desarrollo personal.

INICIAR EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO

Supongo que no existe una edad más adecuada que otra para iniciarse en el pensamiento filosófico. Al fin y al cabo, acabamos de comprobar con este vídeo que se pueden emplear temáticas realmente profundas con niños muy pequeños. Quizás, incluso más importante que el cuándo, en este caso, sea el cómo; pero sobre todo el por qué.

Nuestra sociedad es difusa y cambiante, llena de entresijos. Lo que en un tiempo fue importante, ya no lo es. Lo que en un tiempo fue necesario, ya no se aprecia. Lo que en un tiempo fuimos, ya desapareció. Nuevos retos y debates ideológicos nos allegan y el dualismo hace muchos años que dejó de ser cartesiano para tentarnos con la tecnología y con el progreso.

¿POR QUÉ ENSEÑAR FILOSOFÍA A LOS MÁS PEQUEÑOS?

Es tiempo de emplear la filosofía, de engancharse en el pensamiento crítico y de devolver el esplendor aquel de antaño en el que el inconformismo social estaba bien visto. Es hora de volver a enseñar a pensar a las nuevas generaciones. Sí, justo ahora que esta asignatura se ha reducido a cenizas. Sí, es hora de hacerlo y de una manera global. La filosofía debería estar presente en la educación transversalmente con todas las áreas de conocimiento y desde las edades más tempranas.

Si tenemos en cuenta los centros de intereses de los niños, también deberemos mostrarles las posibilidades que no alcanzan a ver, esas profundidades que por complejas pasan a formar parte del elenco desechable. ¿Por qué? ¿Por qué no se puede formar a un niño de seis años en materia de lógica y de reflexión?

Realmente, nos encontramos ahora mismo como sociedad, en un momento de crisis de identidad social, en la que las vicisitudes de la cotidianidad no nos dejan tiempo para la meditación y la reflexión; motivo por el cual este tipo de pensamiento debe ejercitarse desde la escuela, desde el colegio, desde el instituto y desde la facultad. No podemos dejar atrás a todo un elenco de personalidades que reflexionaron sobre nuestra existencia y sobre nuestras más profundas pulsiones acomodándonos en el sillón, en mi caso, el pupitre. Hoy más que nunca, nuestros niños necesitan ejercitar el pensamiento crítico, para no ceder y dejarse llevar por una masa complaciente y sumisa enlatada en los mass media, para analizar con lupa todo tipo de información. Por no hablar del creciente autoodio que sentimos como especie, como sociedad desligada de tradición cultural. Podemos hablar con nuestro alumnado, con nuestros hijos, aplicando el pensamiento filosófico e indagando sobre cuestiones fundamentales que se abanican con lo rutinario. Hablar sobre la sociedad, sobre los sentimientos, sobre la vida, sobre la muerte, sobre el triunfo, sobre tantas cosas...

¿EN QUÉ ME AYUDA EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO?

Y, con todo, este tipo de trabajo me acerca poco a poco a un conocimiento que todo niño posee, independientemente de sus capacidades o habilidades, por tanto lo primero que me aporta es inclusión. Evidentemente, pensamiento crítico y autoconocimiento. Pero también empatía, cuando conocemos diferentes versiones de una realidad, y desde luego, autoestima, pues ayuda a un desarrollo personal de un modo profundo, sano y positivo.

En general, todo son beneficios, pero lo más destacable es la contribución a un espíritu ciudadano universal, que habla de una tradición de miles de años atrás.

El zumbido de esa mosca todavía resuena, pero tengo que decir, que cuando he corregido los ejercicios de mis alumnos, después de haber trabajado el tema, después de haber reflexionado sobre el concepto de verdad, después de haber expuesto las opiniones de todos y cada uno de ellos; me he llevado una grata y al fin y al cabo, esperada sorpresa. Sus respuestas a esta pregunta que no entendían, fueron simplemente magníficas. Esta es una pequeña muestra de las respuestas de niños de entre once y doce años sobre su idea de la verdad:

¿Qué es para ti la verdad?

Compartir sentimientos con tus amigos.

Para mí, la verdad es ser sincero con las personas, decir lo que yo pienso, intentando no herir los sentimientos de los demás.

Confiar en alguien, que confíen en ti y ser amables con los demás.

Para mí la verdad duele. Es un sentimiento que no se puede descubrir.

Es un sentimiento un poco doloroso, pero a la vez, te ayuda a conocerte.

Me encanta que me digan la verdad, porque sabes que son tus amigos.

Para mí la verdad es como un sentimiento, porque si te dicen una mentira y luego te enteras de que no es verdad, te sientes muy mal.

Para mí la verdad es cuando una persona es honesta, es verdadera y te dice la verdad, aunque te duela, te la dice.


Realmente impactante, ¿cierto?

Pues esta es solamente la punta del iceberg, pues un ejercicio como este no solamente consigue sacar lo mejor de un niño, sino también lo mejor del adulto que le educa.

Para mí, la verdad es, rigor. Es mostrar una realidad al mundo sin autoengaños, sin barreras, sin presiones coercitivas, sin miedos. La verdad, como bien dicen ellos, puede gustar o no gustar, puede ser contundente o pasajera, pero siempre es bienvenida por aquellos que buscan integridad y virtud en los argumentos.

Por si quieres dar tu propia versión de lo que significa la verdad, te dejo con la fábula de Esopo, esperando que nos dejes tu visión personal en comentarios:

Un lobo hartado de comida y ya sin hambre, vio a una oveja tendida en el suelo. Dándose cuenta que se había desplomado simplemente de terror, se le acercó, y tranquilizándola le prometió dejarla ir si le decía tres verdades.

Le dijo entonces la oveja que la primera es que preferiría no haberle encontrado; la segunda, que como ya lo encontró, hubiera querido encontrarlo ciego; y por tercera verdad le dijo:

- ¡Ojalá, todos los lobos malvados, murieran de mala muerte, ya que, sin haber recibido mal alguno de nosotras, nos dan una guerra cruel!

Reconoció el lobo la realidad de aquellas verdades y dejó marchar a la oveja.

Camina siempre soportado en la verdad, y ella te abrirá los caminos del éxito, aún entre adversarios.


Y para ti, ¿qué es la verdad?...
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¿DE VERDAD HAY QUE ESTUDIAR FILOSOFÍA?

Un artículo de José Antonio Marina.

¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Cómo ser felices? ¿Necesitan todas estas preguntas tener respuesta? ¿Se debe impartir esta asignatura para averiguarlo?


En otro de los bandazos a los que nos tiene acostumbrados el Ministerio de Educación, ahora quiere volver a introducir la filosofía en la Educación Secundaria. Los lectores saben que soy partidario del Método Base Cero para redactar los programas educativos. Antes de incluir una asignatura, hay que justificar rigurosamente para qué hace falta, y cuáles son sus objetivos y sus contenidos. Eso implica huir del pensamiento inercial y políticamente correcto y de los intereses corporativos.

Aunque soy catedrático de Filosofía de Secundaria —o, tal vez, por ello—, creo que no se debe recuperarla sin responder previamente a una pregunta: ¿por qué es mejor estudiar filosofía que dedicar esas horas al inglés, la informática, las matemáticas, la música o el deporte? Si nuestro tiempo fuera infinito, podríamos estudiar todo, pero por desgracia está tasado, y es escaso.

Empecemos por los contenidos. Con frecuencia se dice que lo importante de la filosofía son las preguntas. Sin duda, preguntar está en el comienzo de todas las ciencias. Pero estas se ocupan no solo de plantearse cuestiones, sino de resolverlas. Y en la filosofía parece que se acoge este segundo paso con cierto recelo, que conduce con frecuencia a un escepticismo posmoderno, al elogio del pensamiento débil y de la modernidad líquida. No parece que la filosofía haya progresado. Seguimos estudiando con fervor a los presocráticos, y el estudio de esta se parece más al de la historia de la literatura que al de una disciplina científica.

¿EXPERIENCIA POÉTICA O CIENTÍFICA?

Creo que sufrimos una confusión, fomentada por muchos pensadores, que consideran que la filosofía es un estilo conceptual de exponernos su mundo biográfico. Sin embargo, una cosa es la experiencia filosófica, que es una actitud personal de búsqueda de la verdad, y otra el contenido científico alcanzado por esa actividad. ¿La filosofía se parece más a la experiencia poética o a la experiencia científica? Ambas producen obras magníficas, pero aquellas solo nos hablan del mundo del poeta, mientras que las científicas intentan fundamentar verdades universales acerca de la realidad. El haberse posicionado más cerca de la poesía que de la ciencia ha planteado problemas a la introducción de la filosofía en las aulas.

Para el alumno, la historia de la filosofía es un desfile de opiniones en el que unos autores contradicen lo que han dicho los anteriores, sin que consigan ponerse de acuerdo. Después de haber aprendido trabajosamente lo que eran las ideas para Platón, tienen que estudiar cómo su discípulo Aristóteles desmonta su sistema, y propone otro que después será desmontado por los empiristas, que a su vez serán corregidos por Kant, y luego por Hegel, que dijo una frase fúnebre: "La filosofía, como el búho de Minerva, emprende el vuelo al anochecer, y siempre llega tarde". Su discípulo Marx pensó que eso era un disparate y que la filosofía debía adelantarse y transformar el mundo, etcétera, etcétera, etcétera. Por supuesto que esta aventura de la inteligencia humana en busca de la verdad es apasionante y merece ser estudiada, lo mismo que la aventura de la creación artística o religiosa. Pero ¿tiene algo más que ofrecer la filosofía a nuestros alumnos?

Sí. La filosofía puede proporcionar en este momento un conjunto de conocimientos suficientemente justificados. Estudia dos temas principales: (1) el funcionamiento de la inteligencia humana, en sus dimensiones teórica y práctica. La primera dimensión se ocupa de los problemas del conocimiento y de la verdad. La segunda, de la acción. Y en ambos casos, de los criterios de evaluación científicos y morales. (2) La filosofía aspira a comprender las creaciones de esa inteligencia. A lo largo de la historia, los seres humanos nos hemos dedicado con perseverancia a crear lenguajes, inventar religiones, hacer música, pintar, organizar la convivencia, explicar el mundo, elaborar técnicas, etc.

Esta aspira a comprender esas actividades, relacionándolas con la inteligencia que las ha producido. Por eso hay una filosofía del derecho, de la ciencia, de la política, del arte, etc. Su objetivo final es conocer para comprender, comprender para tomar buenas decisiones, tomar buenas decisiones para actuar. El conocimiento está al servicio de la acción. Reconocerán el lema del nuevoHUMANISMO del que tanto les hablo.

NOVENA COMPETENCIA

A partir de la cumbre de Lisboa, la Unión Europea ha seleccionado ocho competencias básicas que deben transmitirse a través de los sistemas educativos, y que la legislación española recogió en la LOE : lingüística, científica, numérica, tecnológica, cultural, aprender a aprender, aprender a emprender, y educación para la ciudadanía. Cuando apareció, critiqué duramente esta selección, porque me parecía que tenía dos defectos: ofrecía una visión fragmentada y parcial de la cultura humana, y carecía de un nivel crítico. Ambas cosas las proporciona la filosofía, y por eso pedí, sin éxito, la introducción de una novena competencia, que ahora vuelvo a reclamar.

Comprender las realizaciones humanas significa conocer los valores, los problemas, los éxitos y fracasos que han dirigido la evolución humana, para estar en condiciones de comprender nuestro presente y de organizar nuestro futuro. El pensamiento crítico es necesario para librarse de dogmatismos, lavados de cerebro, fanatismos. En un momento como el actual, en el que los sistemas de adoctrinamiento son poderosísimos, y en el que la celeridad y potencia tecnológica nos obliga a tomar decisiones sobre el futuro de nuestra evolución, creo que la introducción de la filosofía —de la novena competencia— es necesaria, desde el punto de vista personal y social. Incluso debería estudiarse la introducción en Primaria de los programas de 'filosofía para niños', que tienen una historia de éxitos. La filosofía, he dicho muchas veces, es un servicio público, porque pone a disposición de la ciudadanía recursos intelectuales para vivir libre y responsablemente. Y debemos defenderla como tal.

Ninguna medida educativa tendrá éxito si no se consigue antes convencer a la sociedad de su necesidad. Por eso, una vez más, hablo de este tema, aun a riesgo de aburrir… Espero que solo a las ovejas.
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EN DEFENSA DE LA FILOSOFÍA (2)

Como decía en el anterior post, no había terminado mi defensa de la filosofía en la escuela y creo que no seré capaz de hacerlo. Sinceramente. Pero continúo con tres cuestiones más, para hacer más llevadero el asunto. Algunos se han quejado de que el texto anterior era demasiado largo.

1 - Cuando veo a mis alumnos “sufrir” cuando “piensan”, me preocupo. Ya lo dije en otro momento. Y me parece fundamental repetirlo. No abogo por hacer mal o daño, de ningún modo. Lo que me preocupa es la relación que hay entre el sufrimiento y el pensamiento, y siendo así concluyo que, aunque muchos lo consideran como lo más normal del mundo, como algo natural que nace con la persona y que no necesita nada más que desplegar su potencial, es más bien algo distinto. No sólo como disciplina académica, sino que vislumbro igualmente que la persona necesita mucho más para vivir bien y justamente que aquello que “nace sin más de sí mismo de forma natural”. Y este más lo aporta sin duda alguna la Filosofía, aunque nunca sola. De ahí que sea la escuela el lugar adecuado para su iniciación, al tiempo que empiezan también a vivir y acercarse a otras cosas y saberes. El sacrifico resulta imprescindible en la vida, pero no lo digo en función de ese valor, sino de lo que aporta un pensamiento que se sale de la naturalidad de la intuición o que parte de ella puliendo otros prejuicios adquiridos, como tarea de erradicación de la ideología contagiosa a la que todos estamos expuestos. Dicho de otro modo, la oportunidad de volver a pensar las cosas desde el inicio, con una seriedad y rigor intenso, que no teníamos cuando comenzamos esta tarea. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

2 - La filosofía es una mirada sobre la totalidad del mundo y no una parcela del mismo, como lo puedan ser otras disciplinas o ciencias. Y esa totalidad resulta inquietante y no se puede considerar como la suma de parcelas. Si fuera así, bastaría con formar equipos que colaboren interdisciplinarmente. La persona no puede sin embargo dividirse en semejante parcelas ni reducirse a ellas. No vive en un rincón del mundo, sino en todo el mundo, creando su propio mundo. Aprender, sin encerrarse en él, esa cuestión y luchar por salir de ella y compartir este mundo con otros es tarea principal de la filosofía. La mirada sobre el mundo, de nadie salvo del científico en tanto que científico, es total. Vivimos en nuestra idea del mundo, cotejándola continuamente, comprobando si se adecua o no. Algunas veces la realidad no se queja, como cuando se queja una pared que quisiéramos hipotéticamente atravesar corriendo. Algunas ideas, por otro lado, configuran el mundo y lo transforman para adecuarse a él. No es fácil esta relación, tan necesaria para nosotros. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

3 - El pensamiento transforma el mundo. No dar la oportunidad a cada cual de pensar por sí mismo, no tratar con seriedad este reclamo tan humano y tan social, puede equipararse con franqueza a la voluntad de manipularlo, empequeñecerlo, usarlo para otros fines. Es decir, supone que una sociedad no desea recibir la riqueza personal de sus ciudadanos en busca de un mundo mejor para todos. Ese arrinconamiento implica necesariamente la minoría de edad de la sociedad casi en su conjunto, su infantilización peligrosa. A cambio de aliviarle el sacrificio de su responsabilidad con el bien común, con el conjunto, con lo público, que ciertamente conlleva un peso, ofrecen tomar decisiones por ellos asumiendo junto a su responsabilidad también su poder y dominio. No sé si he explicado suficientemente bien esta cuestión. Las cesiones que se hacen en este terreno son siempre caras. Mucho me temo que enfocar el pensamiento a “cosas meramente útiles”, en el sentido del trabajo, no supondrá un verdadero alivio y descanso para el hombre y la mujer del siglo XXI, y tampoco le dejará tiempo para otras cosas más importantes y valiosas. Curiosamente nuestra sociedad se asienta en una doble cultura, citada habitualmente como Atenas y Jerusalén, que tienen ambas una gran relación con ese mundo. La democracia no se inventó sin filosofía, mucho menos a pesar de ella, sino fruto de la búsqueda de la excelencia humana. La centralidad de la persona no surge de la nada, ni la importancia de la vida y la reflexión sobre la dignidad inalienable del ser humano. Sin filosofía, ¿de dónde vendrán las ideas que empujen el mundo y lo hagan habitable? ¿De dónde surgirán las leyes, las normas, las costumbres, el mundo en su conjunto, la posesión y el cuidado del mismo? ¿Dónde pondrá la persona el peso de toda su vida para seguir adelante? (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

Seguirá, como ya dije en su momento. Esto no puede terminar aquí.
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EN DEFENSA DE LA FILOSOFÍA EN LA ESCUELA (1)

Soy profesor de Filosofía. Siempre quise serlo, aunque sólo después de varios años de docencia tuve la oportunidad de encargarme de esta asignatura. Primero pasé por otros campos en el colegio y el instituto. Acompaño con esta reflexión a la recogida de firmas que hay en Change.org en defensa de la filosofía en la escuela. No he encontrado modo mejor. Os invito a firmar encarecidamente.

Cuando empecé, lo hice con la clara voluntad de enseñar a mis alumnos a pensar pensando. Porque pensar es algo que toda persona necesita en su vida. Aunque algunas cuestiones puedan parecer abstractas y lejanas, intento por todos los medios acercarlas a la realidad de mis alumnos del mejor modo que sé. En otras ocasiones opto por sembrar, sin más, sabiendo que con toda probabilidad se enfrentarán a ciertas preguntas a lo largo de su vida. Quizá entonces empiecen a filosofar en serio, abocados a ello por la vida. Confío que lo aprendido hoy sirva del mejor modo para la vida entera de mis alumnos, sean o no conscientes de ello.

En defensa de la filosofía diré:

1 - Que forma parte de la educación integral que deberíamos buscar para todos los alumnos sin excepción. La escuela está moviéndose en unos derroteros peligrosos, a los que no podemos ser ajenos, convirtiéndose delante de nuestras narices en antesala del mundo laboral y olvidando que, mucho antes que servir a empresas y a la riqueza económica de un país, debe ayudar a cada niño y cada joven a crecer buscando realizar en ellos grandes ideales. Lamento también que otras disciplinas estén siendo reducidas a poco o nada por no comprender el gran beneficio que suponen. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

2 - La filosofía educa en el pensamiento, en las ideas. Menospreciarlas es sinónimo de exponernos a lo que otros digan sin criterio alguno. Son las ideas, los imaginarios que generamos, esa cultura con sus presupuestos de los que pocas veces se habla y menos aún se examina, las que mueven el mundo. Sin ideas, dicho de otro modo, vendemos las personas a las ideologías, incapaces de dialogar, incapaces para la búsqueda de algo más que su propio sustento. Ya sabemos de dónde provienen esas ideologías que la sociedad de masas tantas veces aplaude, como podría aplaudir exactamente lo contrario. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

3 - Mis alumnos aprenden a dialogar en clase, y no de cualquier modo. Se puede dialogar, ciertamente, en todas las asignaturas. Pero no creo que todas las asignaturas dispongan, dados sus contenidos, de un objetivo tan claro como el acercamiento entre los alumnos, la búsqueda y examen de razones, la escucha atenta de los argumentos de otros. Forma parte intrínseca de la materia y no podría ser de otro modo. En la filosofía se aprende a discutir racionalmente, a examinar con los medios de la razón, a escuchar también racionalmente a otros. Sin dejar de lado, dicho sea de paso, el descubrimiento de nuestra integralidad, que nos lleva a escuchar también integralmente con otros sentidos que no se reducen a la mera razón y sus límites. Dialogar, algo tan necesario en la vida adulta, sea el trabajo, sea la propia casa, sean las propias relaciones, sea la misma realidad, sea cada uno consigo mismo. Y a dialogar, amigos, también se aprende y no vale cualquier cosa. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

4 - Mis alumnos aprenden a través de la Filosofía, y de la Ética, también en peligro, por qué piensan lo que piensan y si hay opciones mejores. Luego es cierto que es de gran utilidad. Muchas transformaciones sociales, por no decir todas, tienen detrás de ellas a filósofos y pensadores cuyas ideas han prendido en la sociedad. Sin fuertes convicciones la democracia se va -se está yendo de hecho- al garete. Ninguno de mis alumnos se creerá después de un año, por ejemplo, que la democracia consiste en votar y lo verán como un reduccionismo que los aparta de la implicación, de la participación social, del cumplimiento de las leyes. También se darán cuenta entonces de la importancia de las leyes, de cómo las sociedades y las culturas se construyen a sí mismas, y de dónde están sus raíces. Por poner otro ejemplo, mis alumnos -espero y deseo- también le darán suma importancia a sus propias ideas y se examinarán a sí mismos para no creerse cualquier cosa, o no dejar de creer lo que creen porque otros tengan altavoces más potentes o levanten pancartas enormes. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

5 - La Filosofía ejerce un papel socialmente terapéutico. No lo digo yo, aquí copio de los más grandes de nuevo. Cura de la ignorancia, no al modo como otras disciplinas, que lo suplen con contenidos y con información, sino descubriendo la propia ignorancia radical en la que empezamos a vivir y la necesidad de liberación de las cadenas que nos atan a las sombras. Dicho de otro modo, y por simplicar, pone al descubierto la condición humana junto con sus aspiraciones y búsquedas más profundas: la verdad y el bien, que nos tensionan cada día. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

6 - Profundiza en los grandes valores humanos, algunos de los cuales se recogen en textos que mucho me temo que corren el riesgo de ser relegados u olvidados, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, o nuestras propias leyes, que no nacen -confío- de la nada o a merced de las circunstancias. Cuando yo pregunto a mis alumnos, deudores como yo de una sociedad postmoderna y relativista, sobre el valor de la justicia y por qué debemos ser justos y no corruptos, los ojos se me ponen como platos conforme aparecen las primeras respuestas. No digo que salgan a la palestra ideas peregrinas, sino palabras carentes de sustancia y compromiso. Y si pienso que los jóvenes que tengo delante serán los adultos dirigentes y responsables del futuro, me hace una inquietante preocupación. Resulta muy interesante hacer con ellos este viaje, desde sus opiniones primeras, hacia el mundo de las ideas que creían ver y del cual no captaban más que ligeras sombras. La sustancia de sus ideas será la sustancia de sus propias vidas, de sus opciones, de su justicia, de su libertad, de su amor, de su felicidad, de su bondad, de su misma verdad, de su calidad democrática, de su capacidad de diálogo, de su actitud comprometida, de su fidelidad, de su coherencia, de su integridad, de su cuidado del bien común, de su aprecio por la naturaleza, de su disfrute y placer, de su prudencia, de su palabra. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

7 - La filosofía les obliga a buscar y preguntarse por la realidad, empezando no pocas veces por la más cercana. Todo adulto sabe ya que no existe una economía única, ni una ciencia única, ni una justicia única, ni una política única. Aunque el pensamiento superficial y rampante que nos conduce a la uniformidad hace de las suyas para que nadie se interrogue o las preguntas no calen lo hondo que deberían calar, la Filosofía viene a empujar en una dirección muy diferente, no exenta de unidad ni del requerimiento de acuerdos y consensos. La pregunta por la realidad no es otra que la pregunta última sobre el sentido de la vida, más allá de lo que llamamos hechos y aventurándose en el descubrimiento del misterio y de los acontecimientos que lo desvelan. Si bien es cierto que la razón técnica e instrumental está presentado excelente batalla ante los problemas de la vida, las regiones propias del misterio siguen ahí presentes, irreductibles e indomables, y a cuyo acceso no suele acercarse nadie sin antes saber y preguntarse por el dolor, el sufrimiento, la injusticia, el mal. Misterio, empezando por el de la propia vida y el sentido de esta, que resulta imposible acallar y dormir totalmente, para el que no cabe letargo alguno y cuyo peso sentido cargaremos siempre. De igual modo que se educa, o así debería ser, en el sentimiento superando la impulsividad y favoreciendo el propio control y la libertad, de igual manera toda la escuela, como ámbito especializado, tocar este aspecto de la realidad que es misterioso en su misma esencia, aunque guste desvelarse poco a poco. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)

8 - Rodearse de los mejores y saber decir no. No vale cualquier compañía y lo tenemos claro. Y a ser posible, dar a conocer lo mejor de nuestra tradición. No sólo como hechos que pasaron, sino recobrando su actualidad y vigencia. Los que critican la filosofía muchas veces tuvieron profesores que les enseñaron muy bien “historia del pensamiento” pero no supieron acompañar a los chavales en compañía de los mejores filósofos de la historia. Idéntica crítica se hace de cualquier otra disciplina, porque bien sabemos que somos enormemente subjetivos en esta cuestión. La filosofía ha alumbrado de lo mejor y de lo peor, y sus ideas pululan por ahí frecuentemente. Dar a conocer lo mejor a los jóvenes debería ser tomado como una responsabilidad ineludible de nuestra cultura y de nuestra sociedad, y todos sabemos, cuando adquirimos un mínimo de cultura, que aquí están las grandes raíces de las matemáticas, del derecho, de la política, de la ética, del arte, de la ciencia. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
No he terminado. Queda abierto.

Continúa en el siguiente post.
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VICTORIA CAMPS: “LA FILOSOFÍA HA SIDO INVADIDA POR LA AUTOAYUDA, QUE NO ES PENSAR”

La catedrática de Filosofía Moral y Política, que ha ejercido la docencia en la UAB desde los inicios de la universidad del Vallès, reflexiona sobre la deriva de la educación superior.

Prácticamente se puede decir que fue de las que puso la primera piedra de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Victoria Camps es una erudita de la ética y la filosofía, asesora en ámbitos que van desde la educación hasta la política, pasando por el periodismo y la medicina. Sin embargo, dice que no es sabia sino “una amante de la sabiduría”. Una charla con ella se puede convertir en una clase de filosofía improvisada. Muy crítica con el modelo educativo actual, apuesta por una escuela que cuestione “lo preconcebido que se da como bueno”. La filosofía no da respuestas, pero ayuda, asegura.


¿Cómo ha visto la evolución de la UAB y de sus estudiantes?

Ha cambiado mucho. Se creó en 1968 con un espíritu muy asambleario, ahora que vuelven a estar de moda las asambleas. Además, su ubicación no es casual: está a las afueras de Barcelona para evitar problemas con los estudiantes. Igual que en Madrid. Quería ser una universidad diferente y así fue en los primeros 15 o 20 años. Los movimientos estaban muy radicalizados, había menos gente y la relación con los profesores, que éramos muy jóvenes, era más directa. Todo esto cambió a medida que se fue masificando y se pautó cada vez más la docencia. Es muy difícil hacer cosas anómalas.

¿Por ejemplo?

Recuerdo que casi escogíamos con los alumnos la programación del curso siguiente.

Pese a la evolución, la UAB es aún un polo de reivindicaciones. En los últimos años no han faltado manifestaciones contra planes de educación y actos de reflexión con un buen número de estudiantes implicados.

No creo que destaque por sus reivindicaciones, al contrario. La participación estudiantil es muy baja y esto se puede deber a la desafección política, que se nota en todas partes. En el ambiente universitario se traduce en esta baja participación en todo lo que represente hacer cambios dentro de la universidad.

Pues no han faltado cambios... Desde la instauración de la democracia en España ha habido siete leyes de educación.

¡Es un disparate! Es falta de una cultura política que mire sobre todo el interés general y no el partidista. Es una demostración más de esta democracia de partidos cerrados en ellos mismos. Lo que se debería hacer es encontrar unos mínimos consensuados y mantenerlos en el tiempo. Siempre pongo el ejemplo de Finlandia, que nunca ha hecho una reforma educativa. Intuitivamente han cambiado cosas, pero no ha sido necesario hacer una ley. Esto aquí, por ahora, no es posible. Cuando se producen cambios en la educación, ¿qué temas parecen los más conflictivos? Religión sí o no; qué lengua; las diferencias curriculares en las autonomías... Todo esto, dentro de lo que significa educar, es menor. Convertir estos conflictos políticos en lo más importante de la educación es un gran error. El gran problema que tenemos es el fracaso escolar. El 30% que se da en la educación obligatoria también aparece en la universidad. Y ésta debería ser la preocupación máxima del Estado y también de Catalunya. Y no lo es porque nos preocupa más la lingüística.

Es decir, ¿los mismos errores pese a tener posturas diferentes en este ámbito?

No estoy de acuerdo en la inmersión tal como está diseñada en la última ley de política lingüística, porque no se está llevando a cabo como dice la normativa debido a que no se puede y eso la Conselleria de Enseñanza lo sabe, pero no lo quiere decir. Catalunya es muy diversa y hay realidades de catalanización muy diferentes. La política lingüística debería ser más flexible y dar más autonomía a las escuelas.

La escuela es un lugar donde se aprenden valores, aunque a usted se le conoce que prefiere hablar de virtudes.

La palabra valor es más atractiva que virtud, que es más anticuada. Pero no solo la escuela transmite valores, también la familia, los medios de comunicación y hasta las empresas. ¿Qué valores? Hay muchos. Los económicos son los que más se transmiten. Pero en filosofía no se habla de valores éticos, sino de virtudes, que son esas cualidades que el individuo debe adquirir para acabar siendo una buena persona. ¡Esto es lo que se debe inculcar!

Ser buena persona es un juicio subjetivo. Por ejemplo, Robin Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, puede parecer muy buena persona para algunos y no tanto para otros.

Un fanático nunca será una buena persona. Es decir, aquel que no pone límites a la violencia para conseguir lo que quiere nunca estará en la línea de lo que proclaman los valores o virtudes éticas. Pero sí que es cierto que hay un componente subjetivo. Por ejemplo: la concepción de la libertad con los dibujos sobre el islamismo. Unos pueden pensar que se deje hacer y otros que se prohíban, pero todos defienden la libertad en un contexto de valores, porque no solo está la libertad, también hay el respeto al otro. Las virtudes fundamentales han de ser universales y en este sentido si en un país no se respeta a las mujeres, porque su cultura determina que debe ser así, no está bien, aunque su cultura lo mantenga como una parte esencial de su tradición.

Este 2016 tenemos sobre la mesa otra vez el binomio libertad-seguridad. ¿Para generar seguridad se puede invadir la libertad de la ciudadanía?

Esto no se puede discutir en abstracto. Pese a que me he dedicado toda mi vida a ello, que no es más que la filosofía. Nunca se podrá elegir qué es mejor, si libertad o seguridad. Las dos son necesarias. Cuando salgo de casa cierro con llave, aunque sería más cómodo no tener que hacerlo. Es una incomodidad pero lo hago, pese a que vaya contra mi libertad. O cuando se viaja en avión ¡es un calvario! Pero lo aceptamos porque asegura más nuestra seguridad a la hora de volar. Siempre se buscará este equilibrio entre más seguridad y pérdida de libertad o al revés.

Retomando el hilo de valores y virtudes, ¿dónde está el límite ético de un profesional condicionado por los recortes o por sus condiciones laborales?

Los recortes es evidente que afectan y en el caso concreto de la medicina han puesto de relieve que la profesionalidad va más allá de estas limitaciones que imponen los recortes, es más auténtica. El valor profesional de una persona se nota cuando las circunstancias no le ayudan y sin embargo mantiene esta profesionalidad.

La UAB el pasado verano derribó la guardería Gespa, un referente educativo con un bagaje de más de 40 años.

Los recortes. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué se ha recortado, por qué y por qué no se ha hecho en otros ámbitos? Recortar una guardería, porque no hay dinero público para ayudarla, es una cosa que no debería pasar en un estado social, es un servicio que la sociedad necesita.Y más una guardería universitaria, que es un servicio que se hace para los trabajadores de la misma, y si se hace bien, como era el caso de la Gespa, merecía ser conservado.

Me han dicho que ha asesorado al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en cuestiones de ética.

No directamente. Formé parte del comité de expertos que creó Pedro Sánchez para hacer el programa electoral de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre y yo formaba parte del grupo. Me escogió porque creyó que la cuestión de la ética es importante y quería ver si se podía introducir de alguna manera en su agenda de propuestas.

A tener del alud de casos de corrupción, ética y política son dos conceptos a los que les cuesta ir de la mano.

Si cogemos la Constitución, los primeros artículos están llenos de valores éticos: la justicia, la libertad, el pluralismo... La política está orientada por una ética e intenta desarrollar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que tiene tres grandes principios: la dignidad, la libertad y la igualdad.

Principios que no siempre se respetan...

Sí que lo hacen en cierta manera, porque tenemos una democracia y un estado social. En España hay derechos sociales fundamentales como la educación, que es un derecho universal y aquí lo es. T también la protección de la salud y la Seguridad Social. Todo esto está recogido en la Constitución. Otra cosa es que sea imperfecto, que lo es.

Las políticas de vivienda aplicadas en los últimos años de burbuja, por ejemplo, puede considerarse que atentaron contra la dignidad de las personas.

Sí, hay muchas contradicciones reales que ponen en cuestión que los Derechos Humanos se estén respetando. Pero justamente los Derechos Humanos nos sirven para poder criticar estas realidades. La política debe intentar que se materialicen más los valores. Tenemos unos principios e ideales que no se compaginan con la realidad económica, con este capitalismo salvaje, especulativo, que cada vez crea más desigualdades e incentiva unos comportamientos que no se enseñan ni en las escuelas ni en las facultades.

En varias entrevistas ha dicho que en las escuelas se debería enseñar a pensar. ¿Cómo se hace?

No es más que enseñar a dudar de todo lo preconcebido y que se da como bueno. Es enseñar a cuestionar las cosas que vienen dadas por el mundo del consumo y también es enseñar a priorizar, distinguir cuáles son los principios más importantes. Y esto se puede hacer en la escuela con la asignatura de ‘Educación para la ciudadanía’, que es una manera de introducir el significado del civismo, qué significa ser civilizado, ser un buen ciudadano...Pero la ética, sobre todo, se enseña practicándola.

¿La ética invade otros campos como la psicología?

Lo diría al revés: otros campos invaden la ética. Por ejemplo, la filosofía ha sido invadida por la autoayuda, que no es pensar. Si vas a una librería, lo que antes era la sección de Filosofía ahora es Autoayuda, que son libros que intentan dar respuestas a todos los problemas cotidianos, la mayoría psicológicos, y pretenden resolverlos con fórmulas concretas. Sin embargo, la filosofía ayuda mucho más a superar estos problemas, porque enseña a tomar distancia para saber qué hacer y plantea preguntas, que son el cultivo del pensamiento.

Entonces se puede decir que la cuna de la filosofía griega, fue también la de los psicólogos.

En cierto modo. Ellos se planteaban todo aquello que no entendían e intentaban hacerlo desde la teoría, sin buscarlo fuera. Que no es otra cosa que contemplar el mundo e intentar resolver sus enigmas desde el lenguaje, el pensamiento, el razonamiento. No iban a buscar a los adivinos y que les dieran la fórmula. Bueno... ¡a veces sí lo hacían!

¿Empujaría a su hijos/as o nietos/as a estudiar Filosofía y Letras, hoy día?

Hay la percepción que las Humanidades en general están degradadas, se las deteriora, no se les da importancia y son conocimientos inútiles para ganarse la vida. Pero la utilidad del conocimiento no tiene esta finalidad, al menos no debería tenerla. Hay un libro que siempre recomiendo de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, que enfatiza ese conocimiento que parece inservible, pero que socialmente no lo es. La filosofía se debe mantener a dos niveles. Uno, como reproducción de la propia filosofía, es decir, los filósofos estudiamos a los filósofos. Lo que dijeron Kant, Aristóteles y Eugeni d’Ors se debe conservar y se necesitan personas para ello. La otra manera es que todo el bagaje de la filosofía ayuda a pensar y esto es bueno para cualquier profesión. Creo que sería muy buena como una carrera complementaria a otra.

Si con Pedro Sánchez formó parte de un “comité de expertos”, con el expresidente Zapatero participó en otro llamado de “sabios” para reformar la televisión pública. ¿Un filósofo es un sabio?

No, porque un filósofo no es un sabio, es un amante de la sabiduría. Es muy diferente.

Mi madre siempre me dice que “el tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio”, para sostener que la vida es justa. ¿Es así?

Sí, finalmente cuando tenemos más perspectiva, los que acaban siendo parte de la historia y tienen un reconocimiento duradero son los que se lo merecían. Aunque es verdad que hay mucha gente que no lo ha tenido y en este sentido las mujeres tenemos mucho que decir, porque hemos sido muy invisibles durante muchos siglos.
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INICIATIVA PARA CREAR UNA RED IBEROAMERICANA DE FILOSOFÍA

Con motivo del XVIII Congreso Internacional de Filosofía organizado por la Asociación Filosófica de México y celebrado en San Cristóbal de Las Casas (Chiapas, México), del 24 al 28 de octubre de 2016, y ante los recortes de diverso tipo que vienen sufriendo los estudios de Filosofía en los sistemas educativos de varios países iberoamericanos, los presidentes del Observatorio Filosófico de México (OFM), de la Asociación Filosófica de México (AFM), de la Asociación Nacional del Posgrado en Filosofía de Brasil (ANPOF) y de la Red española de Filosofía (REF), junto con la directora del Instituto de Filosofía del CSIC y secretaria de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, que hasta ahora ha sido la entidad que ha venido organizando los Congresos Iberoamericanos de Filosofía, acordamos invitar a los demás presidentes de las sociedades de filosofía del resto de países de Iberoamérica para poner en marcha una red iberoamericana de filosofía.

Finalmente, el encuentro se celebrará los días 19 y 20 de abril en Salvador (Brasil), concretamente en la Universidade Federal da Bahia (UFBA), gracias al apoyo y a la generosa acogida de João Carlos Salles, rector de la citada universidad y presidente de la Sociedad Interamericana de Filosofía (SIF). Asistiremos los representantes de las sociedades de filosofía de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

En este encuentro constituyente nos proponemos abordar cuatro ambiciosos objetivos: crear una red o federación iberoamericana de sociedades de filosofía (aunque la denominación oficial aún no se ha decidido), defender a escala internacional la presencia de los estudios de filosofía en el sistema educativo (en coordinación con la FISP), cooperar en la organización de los congresos iberoamericanos de filosofía y promover en todo el mundo la creación y difusión del pensamiento en español y en portugués.

Desde el pasado mes de octubre, los promotores del encuentro hemos venido trabajando en la preparación del mismo. A iniciativa de Gabriel Vargas Lozano, presidente del Observatorio Filosófico de México y de la Comisión de Enseñanza de la Filosofía de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía (FISP), hemos realizado una pequeña encuesta de cuatro preguntas sobre la situación de los estudios de Filosofía en la enseñanza secundaria (o media superior) de todos los países iberoamericanos. Estas eran las cuatro preguntas:

1. ¿Existen disciplinas filosóficas incorporadas como obligatorias en la Educación Media Superior o Bachillerato en los sistemas gubernamentales?

2. ¿Se han eliminado en el pasado o recientemente las disciplinas filosóficas? Y si es así ¿cuáles han sido las razones aducidas?

3. ¿Existen medios de difusión de la filosofía permanentes y cuál es su efecto?

4. Un comentario extra.

En la página web de la Comisión de Enseñanza de la Filosofía de la Federación Internacional de Sociedades de Filosofía (FISP), se han publicado las respuestas a este breve cuestionario, tal y como han sido remitidas por los representantes de las asociaciones filosóficas de la mayor parte de los países iberoamericanos. Este es el enlace de la web: http://teachingphilosophy-fisp.org/index.php/fisp-filos-in-world-m

Aparte de este pequeña encuesta, a todas las sociedades de filosofía que participarán en el encuentro les hemos pedido también un informe más detallado, con datos más precisos sobre la situación de los estudios de Filosofía en todos los niveles educativos, incluidos los estudios universitarios y la investigación. Para ello, hemos confeccionado una plantilla que nos permita reunir y comparar los datos de los distintos países, a pesar de las muchas diferencias que existen entre nuestros sistemas educativos y universitarios. Os envío en archivo adjunto el breve informe que hemos confeccionado en la Junta directiva de la REF sobre la situación en España.

Acceso al informe: Informe sobre Estudios de Filosofía – España

Os mantendremos informados.

Un cordial saludo.

Antonio Campillo
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RICK DOLPHIJN: "LA FILOSOFÍA Y EL ARTE SON TERRIBLEMENTE INCOMPRENDIDOS EN TODAS LAS ETAPAS EDUCATIVAS"

Rick Dolphijn es filósofo, artista y profesor de la Universidad de Utrecht en Holanda. Participó en el congreso internacional Art and Speculative Futures, coorganizado por la UOC en Barcelona. En su conferencia The Cracks of Contemporary analizó el poder político y ético del arte contemporáneo y la importancia de la relación entre la filosofía y el acto creativo.

¿Cuál es el rol del arte actualmente?

El arte, especialmente después de la década de los setenta, se volvió mucho más político y ético, y cada vez más ha buscado formas de intervenir en la realidad social, económica y política de hoy. Los historiadores del arte están ciegos ante esto; ellos no ven como el arte trabaja como un poder político y ético. La visión dominante de la historia del arte todavía habla de estética, de lo que es bello y de lo que no lo es. No hables de estética a alguien como Ai Weiwei y otros artistas contemporáneos. No están interesados en ella.

¿Te imaginas cómo será el futuro?

Estos artistas que menciono hacen una especie de crítica que tiene mucho que ver con la crítica que nos ofrecen sobre el capitalismo, las grandes crisis que afrontamos, las crisis económica, financiera y social. Debemos encontrar nuevas armas para contraatacar en este tipo de lío en el que nos han metido.

¿Cuál es la importancia del arte en la educación?

El arte y la filosofía llevan a cabo unas tareas similares con respecto a la educación. Tienen el poder de perturbar. No se trata de aprender cómo pensaba un hombre del siglo viii sobre la verdad o cualquier otro concepto. Esto no es la filosofía, sino que se trata de hacerse preguntas muy básicas; pero estas preguntas deben tener algún tipo de importancia para nuestra realidad. Por lo menos, deben tener, como mínimo, la capacidad de destapar cosas.

¿Como cuáles?

Como la crisis en la que estamos inmersos actualmente. Si nos hacemos estas preguntas, si nos preguntamos qué le estamos haciendo al mundo hoy, nos tenemos que plantear la relación entre la humanidad y el mundo, entre la humanidad y el mundo animal. Lo que la filosofía necesita hacer es enfrentarse siempre a esta historia, enfrentarse a todas las estructuras que nos han llevado a esta crisis. El arte, especialmente después de los años setenta, se ha centrado en cosas semejantes. El papel de los artistas, no solo del arte visual, de la poesía, de la arquitectura, es destapar, abrir camino, y por eso nos piden que pensemos de una forma diferente. Arte y filosofía tienen un impulso similar, que es crucial para el desarrollo de todos, grandes y pequeños. Yo os invito a todos a apreciar el arte y la filosofía, porque es vital para nuestro desarrollo, para que aprendamos a pensar y actuar por nosotros mismos.

¿Se potencia lo suficiente el arte en el colegio?

Ni lo más mínimo. Tanto la filosofía como el arte son terriblemente incomprendidos en todas las etapas educativas. Si no enseñamos a los alumnos filosofía y arte, entonces acaba ocurriendo lo que está sucediendo, que acabamos en una crisis como la que tenemos, que acabamos en los niveles de capitalismo en los que vivimos. Muchos alumnos llegan a la universidad y no saben en qué consiste la filosofía.

¿El mundo iría de una forma diferente si desde pequeños aprendiéramos filosofía y arte en el colegio?

El mundo sería mucho mejor si desde pequeños aprendiéramos a apreciar el poder del arte y la filosofía, cosa que es muy importante. Yo tengo niños pequeños y soy muy consciente de que en el colegio, actualmente, les enseñan cosas extremadamente aburridas. Traté de elegir el mejor colegio para ellos, pero incluso así, cuando me explican los deberes que hacen, me deprimo mucho. Podría ser mucho mejor. Si deben entender la lengua, el poder de la lengua, ¿por qué no la trabajan mediante la poesía, por ejemplo? El mismo razonamiento sirve para la música. Si quieres que sepan en qué consiste el cálculo, ¿por qué no lo estudian por medio de la música, por qué no aprenden lo que la música puede hacer? De esta forma, les gustará y verán que es importante, que importa a la sociedad.

Así, si se introdujeran mucho más la filosofía y el arte en el colegio, ¿los niños ya no se aburrirían?

A los niños les gustaría mucho más, y a nosotros, como padres, también. Todo el mundo sabe que el aprendizaje no funciona de forma, profundizando un curso tras otro. Si eres estudiante, pero estás aburrido, no aprenderás nada. A menos que tengas un examen y vomites en el examen lo que el profesor desea oír. Pero esto no tiene nada que ver con el hecho de aprender. Aprender consiste en preocuparse por las cosas, en apreciar cosas. Y esto tiene que ver con cosas elementales: los colores, los números primos. Si los aprendizajes estuvieran basados mucho más en lo que la filosofía y el arte pueden hacer, estoy seguro de que aprender le importaría a todos, no habría diferencias entre géneros ni edades.

Estamos hablando de la educación por medio del arte, no de la educación del arte, ¿verdad?

No me interesa enseñar a nadie cuándo vivió Picasso o cualquier otro pintor, que es lo que se estudia en muchas universidades actualmente. Se debería enseñar por qué Rembrandt, Van Gogh o cualquier artista contemporáneo hacen lo que hacen. Ellos no estaban interesados en la historia del arte en este sentido, sino en lo que el arte puede hacer, en el hecho de experimentar. Esto es lo que los llevó a pintar. Era una vocación. Lo mismo ocurre con los buenos filósofos. No hay que aprender lo que un filósofo como Kant definía como el sujeto o el objeto. Es lo que yo explico en las clases de filosofía, después de una introducción. Es ridículo que las clases de filosofía se dediquen a repasar la historia del pensamiento mediante los conceptos expresados por diferentes autores. La categorización que se hacía de los cubistas, los dadaístas, etc., tuvo un problema a partir de los años setenta, porque dejó de funcionar. Pero es que, incluso hasta entonces, tampoco funcionaba, porque Picasso tampoco pensaba así. Él estaba interesado en lo que el arte puede hacer.

¿Cuál es el lugar del arte?

Afortunadamente, el arte ya no está confinado en los museos ni los teatros. La función del arte, cada vez más, es ser capaz de hacer lo que quiere hacer, es decir, perturbar, y eso ya no pasa entre las paredes de un museo. Es verdad que, dentro de un museo, pasan cosas bonitas y perturbadoras; especialmente en algunas exposiciones, que también pueden ser muy poderosas. Pero, al final, se trata de perturbar, y esto puede suceder, y debe suceder, en cualquier lugar y en cualquier momento. Debería ser una sorpresa, y en este sentido, el museo está muerto, porque ya no sorprende. El arte y la filosofía deben tener lugar en el espacio público.

¿Cómo es la filosofía en el espacio público?

No es fácil, pero en los Países Bajos, por ejemplo, está pasando. La filosofía y el arte son una combinación muy poderosa.

¿Cuál es el impacto de la creatividad en la educación?

La creatividad es el poder impulsor en la educación, tanto si la gente quiere como si no. Aunque ha habido mucha gente que ha intentado organizar las cosas para que la creatividad desapareciera de la educación, pienso que cuando tienes un buen profesor que es capaz de inspirarte, de alguna manera esto te toca y hace que aquello te importe y desees aprender más. La creatividad es lo que ocurre entre el profesor y el alumno; debe haber un detonante. La materia, en realidad, no importa. No tenemos que aprender quién sigue a quién y en qué momento, sino que debemos entender el poder de las cosas. Todos tenemos un profesor que nos ha marcado de este modo. La creatividad no está en el profesor ni en el estudiante; yo pienso que está en cómo se combinan los elementos. Si no quieres aprender, por muy inspirador que sea el profesor, no aprenderás. En el colegio, no se estimula la creatividad, porque la forma de enseñar, que es gradual, la mata.

Por lo tanto, ¿hay que cambiar el sistema educativo?

Por supuesto, y esto solo se puede hacer mediante el arte y la filosofía. Parece que al menos en Finlandia han entendido más cómo se puede estimular a los niños, pero estoy convencido de que incluso allí no se utiliza ni el 10 % de lo que somos capaces de hacer. Tenemos mucho trabajo por hacer. Soy muy positivo, pero se necesita tiempo y tenemos que combatir un enemigo muy poderoso.
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¿PARA QUÉ SIRVE LA FILOSOFÍA (SI ES QUE TIENE QUE SERVIR PARA ALGO)?

Un articulo de Jaime Rubio Hancock.

¿La filosofía es inútil? ¿Es poco más que un pasatiempo sin aplicaciones prácticas? Parece que los legisladores españoles creen que sí: la asignatura ha perdido horas de clase en el instituto y solo será obligatoria en 1º de Bachillerato. Los estudios universitarios en esta materia tampoco pasan por su mejor momento: la tasa de paro se acerca al 30%, en un momento en el que estudiar cualquier carrera universitaria se ve casi en exclusiva como un paso hacia la incorporación en el mundo laboral.


En este contexto, ¿merece la pena estudiar filosofía o es mejor dedicar más horas a otras asignaturas?

Algo más que una salida profesional

"No podemos supeditar nuestra relación con el conocimiento a nuestra salida laboral", afirma a Verne la filósofa Marina Garcés, autora de Fuera de clase . En su opinión, las preguntas "cómo queremos formarnos" y "en qué queremos trabajar" no tienen por qué tener una misma respuesta. Es más, que no coincidan la formación y el empleo que finalmente desempeñamos no es algo que les ocurra solo a los filósofos.

“La universidad no es una expendeduría de títulos para el mercado laboral -nos explica Adela Cortina, filósofa y catedrática de la Universidad de Valencia-. No es el mercado el que ha de decidir qué carreras se implantan y cuáles no. El criterio debe ser el de las necesidades de la sociedad para construir un futuro más humano. Formar personas y ciudadanos con conocimientos y capacidad de innovación es la clave”.

Además de eso, la filosofía es un conocimiento importante incluso aunque nos decidamos por otras carreras o profesiones, ya que nos ayuda “a discernir qué metas queremos perseguir con los conocimientos técnicos -apunta Cortina-. Sin ese saber fecundo las técnicas pueden emplearse para sanar o para matar, para destrozar países y personas o para erradicar la pobreza y reducir las desigualdades”. Es decir, nos invita a una “reflexión profunda sobre las metas, las actitudes y las convicciones que necesita una sociedad flexible”.

Como recuerda Garcés, la filosofía no tiene un objeto de estudio propio, por lo que puede "abrir distancia entre lo que sabemos y lo que no sabemos". Los filósofos se cuestionan lo que damos por hecho, buscando inconsistencias. Por este motivo, esta autora opina que la filosofía es una asignatura fundamental en intitutos e incluso en educación básica, ya que es "un lenguaje fundamental" para aprender a pensar de forma crítica. No se puede hablar de una formación completa sin contar con esta herramienta básica. "La filosofía no es útil o inútil -concluye Garcés-. Es necesaria".

Un manual de instrucciones para la vida

Una de las críticas habituales que se hace a la filosofía es que no hay progreso: llevamos más de dos mil años haciéndonos las mismas preguntas sin llegar a ninguna conclusión. ¿Por qué necesitamos seguir insistiendo con ellas? ¿Alguna vez sabremos lo que es la justicia, por qué hay algo en lugar de no haber nada o si somos de verdad libres?

Pero en realidad, y como recuerda Marina Garcés en Filosofía inacabada, no estamos dándole vueltas a los mismos temas: el discurso filosófico se ocupa de “problemas para los que siempre necesitamos forjar nuevos conceptos. No porque no tengan solución, sino porque cambian de situación existencial y de contexto histórico, social, cultural y político”.

En ética, por ejemplo, hay que mencionar los esfuerzos de Peter Singer por los derechos animales, años antes de que se popularizaran movimientos sociales en este sentido, además de su trabajo para aumentar las donaciones a países del tercer mundo. Todo eso tras estudiar estos problemas desde un punto de vista filosófico y haciéndose las mismas preguntas éticas que nos hemos hecho a lo largo de la historia.

Y si hablamos de política y economía, gran parte del debate de las últimas décadas ha venido marcado por las ideas sobre la justicia distributiva de John Rawls y la respuesta, desde el liberalismo, de Robert Nozick, ambos filósofos.

Además de todo esto, a menudo también es necesario reflexionar sobre problemas completamente nuevos, como hacen, por ejemplo, Nick Bostrom con la inteligencia artificial y Byung-Chul Han al preguntarse cómo la tecnología influye en la sociedad contemporánea.

Es decir, la filosofía no se encarga de preguntas sin respuesta, sino que, como nos dice Cortina, se ocupa de “las preguntas que nos constituyen como seres humanos. Si dejáramos de planteárnoslas, perderíamos nuestra humanidad”. Cortina además apunta que sí hay progreso y que ha dado "una gran cantidad de respuestas que conviene conocer porque sirven realmente para vivir mejor”. Como recuerda Garcés, "pensar es repensar, pero no de cero". Hay un diálogo constante con la tradición.

Una herramienta para la democracia

La filosofía no es solo una guía más o menos práctica para vivir mejor. La filósofa Martha C. Nussbaum afirma que las humanidades son fundamentales para la democracia. La filosofía proporciona herramientas de pensamiento crítico que nos ayudan a cuestionar la tradición y la autoridad. Es decir, lo mismo que hacía Sócrates, demostrando que a menudo no sabemos qué significan realmente los conceptos que manejamos.

Además de la labor de la filosofía, Nussbaum recuerda la importancia de los estudios de historia nos permiten identificar nuestro lugar en el mundo en relación con otras culturas, y el papel del arte y la literatura, que estimulan nuestra imaginación al ofrecernos puntos de vista diferentes.

Estos tres campos están interrelacionados y nos ayudan, por ejemplo, a participar en los debates políticos sin quedarnos solo en un intercambio de réplicas destinado a “ganar puntos” para lo que consideramos “nuestro bando”. Por ejemplo, podemos ver si estas posiciones enfrentadas tienen más aspectos en común de lo que parece o si alguna de estas propuestas ya ha intentado llevarse a cabo con anterioridad.

En ¿Para qué servimos los filósofos?, Carlos Fernández Liria nos recuerda algo similar. La democracia obliga a los ciudadanos a “tomar distancia respecto a su inmediata voluntad”, dándose a sí mismos “una oportunidad para razonar”. Y añade: “Este es, en realidad, el sentido profundo del famoso modelo político platónico: el del Rey Filósofo”. La razón nos permite cuestionar las decisiones políticas que van en contra de la libertad.

Eso sí, hay que recordar que la filosofía no es algo exclusivo de las universidades. Como escribe Garcés, se trata de la necesaria tensión entre la Academia de Platón y la tinaja (o el tonel) de Diógenes. El pensamiento filosófico necesita orden y método, pero también una buena dosis de caos.

“Los filósofos no existen -añade Adela Cortina-. Existen filósofos que se encierran en sus despachos y en las aulas, y cierran puertas y ventanas. Pero hay otros que saben que la filosofía nace de la sociedad para la sociedad y trabajan en los dos campos: en el aula y en la arena social. Estos últimos son los verdaderos filósofos”.
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ESTANISLAO ZULETA: HACIA UNA EDUCACIÓN FILOSÓFICA (Video)

Hacia una educación filosófica. Ensayo del maestro Estanislao Zuleta. En: Educación y democrácia, un campo de combate.

"La educación, tal como ella existe en la actualidad, reprime el pensamiento, trasmite datos, conocimientos, saberes y resultados de procesos que otros pensaron, pero no enseña ni permite pensar."

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POR QUÉ LOS NIÑOS DEBEN APRENDER FILOSOFÍA

No es necesariamente sobre la mayéutica y el daemonion de Sócrates, o sobre la teoría de las ideas de Platón, tampoco sobre el concepto de aition o sobre las multicausalidad de Aristóteles de lo que se habla en las sesiones de P4C (Philosophy for Children) dentro de las aulas de las escuelas primaria. Más bien, con la ayuda de un maestro entrenado, se usan las dimensiones filosóficas de las experiencias de los niños, para que estos puedan formular preguntas tales como: ¿existe la suerte? ¿cuándo algo es real? ¿por qué se inventó la música? ¿qué es ser valiente? ¿cuán exactas son las matemáticas? ¿por qué la vida se parece a un viaje o un juego?

Esta preguntas idealmente son generadas de forma colaborativa por los propios estudiante luego de haberles presentado un estímulo cuidadosamente elegido, el cual se expone en forma de una narrativa, como lo propuso el autor del currículo original, Matthew Lipman; o por medio de videos u otras variaciones. Estas preguntas y sus respuestas se dan a través de un diálogo en un ambiente democrático enmarcado por cuatro principios fundamentales: colaboración, cuidado por los otro, crítica constructiva y creatividad.

El ejercicio frecuente de esto es el diálogo crítico, cooperativo y creativo, el cual es generalmente realizado una vez por semanas en las aulas, como parte del currículo en las escuela en donde se implementa Philosophy for Children; resulta significativamente beneficioso actitudinal, intelectual y emocionalmente.

Han sido muchos los estudios realizados sobre el impacto de Philosophy for Children en los estudiantes que reciben estas sesiones de forma frecuente. Sabemos sobre las precauciones que debemos tener al respecto, como con cualquier otro estudio que reporta conclusiones sobre las maravillas de una u otra innovación educativa. Siempre deben revisarse las condiciones del estudio, los métodos de investigaciones y los materiales precisos. Sin embargo, en el año 2006, dos psicólogos británicos hicieron una revisión sistemática de las investigaciones realizadas sobre el impacto de Philosophy for Children (S. Trickey & K. J. Topping, 2004), incluyendo en esta revisión sólo los estudios que llenaran estrictos criterios. Uno de estos investigadores fue Steve Williams, codirector de P4C.com. Todos los estudios seleccionados mostraron resultados positivos en el desarrollo de: a) las habilidades cognitivas, b) el desarrollo de las habilidades de razonamiento crítico y en las habilidades para el diálogo en el salón de clases y c) en el desarrollo emocional y social.

PROVEE EVIDENCIAS DE MEJORAS EN LAS HABILIDADES DE COMUNICACIÓN, CONFIANZA Y CONCENTRACIÓN DE LOS ESTUDIANTES

Los investigadores condujeron entonces sus propios estudios en Clackmannanshire, Escocia, para confirmar si los hallazgos positivos reportados previamente podrían ser replicados en clases numerosas de 30 estudiantes, con todas las limitaciones usuales de fondos y de tiempo suficiente para el desarrollo profesional de los maestros (S Trickey, 2007). Sus conclusiones se pueden resumir como sigue:

Desarrollo de las habilidades cognitivas

Los resultados sugieren que, aun usando una hora cada semana, la metodología de la enseñanza basada en inquirir (preguntar, examinar, investigar o cuestionar), puede ejercer un impacto significativo en la habilidad de razonamiento en los niños. Se recopilaron evidencias anecdóticas tanto de parte de los maestros como de los niños sobre el hecho de que el uso de los métodos basado en inquirir se extiende más allá de la hora de la clase de P4C. Además, los niños que participaron en este programa mejoraron sus puntajes en la escala de concepto de sí mismos como aprendices durante el periodo de la investigación. No hubo diferencias significativas entre los resultados de antes y después en el grupo control. Estos resultados sugieren que las intervenciones educativas basadas en inquirir tienden a promover mejor autoestima durante las situaciones de aprendizaje.

Desarrollo de habilidades en el razonamiento crítico y en el diálogo en el salón de clases

El número de estudiantes sustentando con razones sus puntos de vista fue el doble en el grupo experimental en un periodo de seis meses. Los maestros doblaron el número de veces que hacía preguntas abiertas en respuesta a los comentarios de los pupilos -el porcentaje de tiempo que los estudiantes hablaban (en comparación al porcentaje de tiempo que el maestro hablaba) aumentó de 41% a 66%. La duración de los comentarios o participaciones de los estudiantes en el grupo experimental aumentó en un 58%. No hubo cambios significativos en las discusiones de las clases control.

Desarrollo emocional y social

El estudio provee evidencias de mejoras en las habilidades de comunicación, confianza y concentración de los estudiantes. También sugiere que el proceso de comunidad investigativa ayudó a los estudiantes a manejar de forma más apropiada sus sentimientos y la impulsividad.

Sostenibilidad en los logros cognitivos

Los investigadores hicieron un estudio posterior con los niños que, durante la escuela primaria, habían recibido sesiones de P4C. Este se realizó cuando los niños estaban en el segundo año de secundaria. Al compararse con un grupo control que nunca recibió sesiones de P4C, se llegó a la siguientes conclusiones: se observó la sostenibilidad de las ganancias cognitivas logradas durante las sesiones de P4C en la escuela primaria, a pesar de que ya habían pasado dos años sin recibir estas sesiones de Filosofía para niños. Similarmente, el grupo control que no había demostrado logros cognitivos en la escuela primaria tampoco demostró logros en la escuela secundaria.

En otro reciente estudio, dirigido por el profesor Stephen Gorard de la Escuela de Educación de la Universidad de Durham, más de 3000 niños de entre 9 y 10 años de edad que asistían a escuelas en el Reino Unido, participaron en sesiones semanales de una hora dirigidas a elevar sus habilidades de cuestionar, razonar y elaborar argumentos. Este estudio realizado para el Education Endowment Foundation (EEF) encontró un aumentó en el puntaje equivalente a dos meses, en las habilidades de lectura y matemáticas de los pupilos que recibían las sesiones semanales de filosofía.

En este estudio los maestros también reportaron un impacto beneficioso en la autoconfianza, paciencia y la autoestima.

Como dijimos al principio, aunque el nombre de este método pedagógico es Philosophy For Children, los temas que se tratan en estas sesiones no son necesariamente aquellos que encontraríamos en un curso de filosofía a nivel de la secundaria o de la universidad, si existe una fuerte conexión entre los propósitos y métodos de la filosofía como disciplina del conocimiento. Es por esto que P4C es clasificado como de los programas de Thinking Skills (Habilidades del pensamiento) de validez reconocida. Aquí surge una pregunta forzosa: ¿qué relación hay entre thinking skills y la filosofía?

Filosofía es pensar

Probablemente no haya otra disciplina más relacionada con el pensar que la filosofía, ya que estan inextricablemente entretejidas. La filosofía es por definición el inquirir basado en el razonamiento lógico y el amor y la búsqueda de la sabiduría. A diferencia de las otras disciplinas que aplican el pensar en contextos o problemas específicos, en la filosofía el pensar es el objeto de estudio y el método a la vez; el pensar que genera toda las aserciones, las premisas y principios.

Al filosofar se estudia, se aplica y se evalúan las reglas y los estándares del pensamiento. Al enfocarse así en los estándares del buen pensar nos conduce a una concepcion mas sofistifcada sobre el pensar.

LOS MAESTROS TAMBIÉN REPORTARON UN IMPACTO BENEFICIOSO EN LA AUTOCONFIANZA, PACIENCIA Y LA AUTOESTIMA

Segun Barry Beyer (1988), lejos de sobresimplificar esta disciplina, en el proceso de ayudar a los estudiantes en sus habilidades de pensamiento, deben desarrollarse seis conceptos fundamentales de la filosofía:

1 - razonamiento.
2 - juicio crítico.
3 - criterio.
4 - puntos de vista.
5 - diálogo
6 - disposiciones.

Dichos conceptos pueden aplicarse a cualquier contenido curricular, desde las artes del lenguaje hasta la geometría y la geografía.

Esto implicaría entonces que las clases de filosofía para niños requieren una formación técnica especial del docente, más allá de solo poseer una actitud que promueva la libre expresión de los estudiantes durante las sesiones. Más bien, el método “Filosofía para Niños“ es un proceso complejo cuando se implementa de acuerdo a los fundamentos que lo sustentan.

Ya dijimos que P4C es considerado como un programa de Thinking Skills para estudiantes de escuela primaria. La necesidad de estimular el desarrollo de las habilidades de pensamiento en los niveles de educación secundaria ya ha sido propiamente identificada en algunos sistemas educativos.

NO SIEMPRE EL ALUMNO AL QUE LE VA BIEN EN EL RESTO DE LAS MATERIAS ES EL MEJOR PENSADOR Y ARGUMENTADOR

Como profesor por más de 9 años del curso de Thinking Skills (asignatura del nivel de secundaria dentro del currículo del Cambridge International Examination) he sido testigo de la avidez con la que los estudiantes responden a este tipo de estimulación.

Ante la situacion de presentarles esta materia, cuyo nombre de por sí causa cierta intriga, se observan varias reacciones en los estudiantes. La primera reacción es de sorpresa al conocer que Thinking Skills es una asignatura dentro del currículo de la secundaria, ya que como asignatura no tiene una referencia o similitud cercana en los sistemas de educación secundaria más conocidos.

Es por esto que las primeras lecciones tienen como objetivo que los estudiante entiendan de qué se trata la materia y por qué se justifican dos horas semanales para ella. Luego de la sensación de sorpresa surge en los estudiantes lo que parece una insinuación de reto a sus capacidades intelectuales. Tampoco falta en algunos esa sensación de asombro y cierta desilusión cuando se dan cuenta que, a pesar de ser excelentes estudiantes, con altas calificaciones en las asignaturas tradicionales, esto no les asegura siempre un desempeño excepcional o aun satisfactorio en esta materia. Al mismo tiempo ya no nos sorprende que los estudiantes con calificaciones promedio muchas veces tengan un desempeño sobresaliente en esta clase.

Sin embargo, a nivel de las escuelas primarias existe todavía un gran vacío en la estimulación de las habilidades de pensamiento. En la mayoría de los sistemas educativos de muchos países y de varias latitudes, aunque se utilicen los ejes transversales como medio para estimular el pensamiento complejo y crítico, no siempre se evidencian resultados significativos en el mejoramiento de las habilidades de pensamiento de los estudiantes. De ahí la iniciativa de implementar otros programas con contenido propio dirigido conscientemente e intencionalmente al desarrollo de estas habilidades de estilo de pensamiento sofisticado .

PHILOSOPHY FOR CHILDREN ES UNA ALTERNATIVA FACTIBLE TANTO PARA EL DOCENTE COMO PARA LOS SISTEMAS EDUCATIVOS, EN LO RELACIONADO A LA ESTIMULACIÓN DEL PENSAMIENTO COMPLEJO

Algunos sistemas educativos han integrado a su currículo asignaturas o modulos que, de alguna manera cubran el vacío creado por el énfasis excesivo que se le ha dado a las habilidades de expresión escrita. Es evidente en la mayoría de las escuela este desbalance que existe entre la estimulación y el entrenamiento en habilidades de expresión escrita y las oportunidades para la expresión verbal, la cual requiere la activación de procesos lingüísticos (neurológicos y fisiológicos) distintos.

Este vacío aún es más evidente en las aulas de las escuelas primaria. En mi experiencia como facilitador de P4C con grupos de estudiantes de 4to y 5to grado de la escuela primaria, he presenciado la fascinación con que los niños acogen esta actividad. Se observa una gran avidez y prontitud en participar, compartir sus ideas (y utilizando sus repertorios verbales que quizás no hubiesen usado en otras asignaturas) sobre temas que quizás nunca hubiesen sido tratados dentro de las otras asignaturas ni tenido el acceso a participar en un ambiente democrático y de libre expresión (en una comunidad inquisitiva).

Durante las sesiones de P4C pueden observarse algunas sorpresas sobre las habilidades o competencias de los estudiantes. Los posibles paradigmas que existen sobre estudiantes con la mejor reputación de excelencia se van por tierra en muchos casos, pues no siempre el alumno al que le va bien en el resto de las materias es el mejor pensador y argumentador. Muchas veces los estudiantes “regulares“ o con calificaciones deficientes y hasta alguno que otro conocido por no quedarse quieto o por su mala conducta, son los que parecieran poseer excelentes habilidades de razonamiento y expresión de habilidades de pensamiento.

Cuando los escuchas no puedes evitar cuestionar las ideas piagetianas sobre el desarrollo del pensamiento. Sencillamente los chicos te hacen dudar de ellas cuando hablan.

Como docente, entonces te das cuenta que una oportunidad como esta no solo debe ser una innovación en los currículos tradicionales, debe también ser una oportunidad a la que todo niño pueda acceder, al menos una vez a la semana.

Philosophy for children es una alternativa factible tanto para el docente como para los sistemas educativos, en lo relacionado a la estimulación del pensamiento complejo. Los principios pedagógicos, filosóficos y psicológicos que sustentan esta metodología pueden ser traducidos en objetivos educativos sujetos a ser implementados por los maestros, quienes previamente reciben una formación en este método. La misma es de naturaleza epistemológica considerablemente accesible y, aunque requiere ciertos recursos didácticos para su implementación, el mayor y más valioso recurso necesario es el de un docente que le guste cultivar sus propias habilidades de pensamiento, que tenga cierta pasión por llegar al fondo de las cosas, que se dedique a buscar la verdad en vez del auto engrandecimiento, inclinada/o a hacer preguntas sujetas a ser discutidas, sobre el porqué se cree que algo es como se afirma, que sea persistente en usar el pensamiento lógico ante situaciones perplejas y que adversen el pensamiento poco prolijo y ambiguo (Paul, 1987, citado en Costa, 2001).

Puedes escribirle a David Arturo López (david@thinking-skills.org) para obtener más información sobre los programas de Thinking Skills y Philosophy for children.

Referencias:

1-Beyer, Barry K. Developing a thinking skills program. Allyn & Bacon, 1988.

2-Costa, A. (2001), Developing Minds, 3era edición.Association for Supervision & Curriculum Deve, United States.

3-Trickey & K. J. Topping (2004)‘Philosophy for Children’: A Systematic review. Research Papers in Education 19, 3, 363-378.

4-S Trickey (2007) Promoting social and cognitive development in schools: An evaluation of Thinking through Philosophy in The 13th International Conference on Thinking Norrkoping, Sweden June 17-21, 2007. Linkopings University Electronic Conference Proceedings.
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pensar en ser libre

“SÓLO ES EL PRINCIPIO”, LA PELÍCULA DOCUMENTAL QUE DEMUESTRA EL VALOR DE LA FILOSOFÍA ENTRE LOS MÁS PEQUEÑOS

La mayoría de sistemas educativos piensan que la filosofía o los temas “transcendentales” de la vida no es cosa de niños. Pero “Sólo es el principio” (Ce n’est qu’un début) es una película documental que ha conseguido captar la calidez y sensibilidad de un proyecto educativo de filosofía para los más pequeños. Promueve a la reflexión sobre nuestra capacidad ética, social y humana pero sobre todo, sobre la importancia de una buena educación desde la infancia. Sentados en un círculo alrededor de una vela encendida, aprenden a expresarse, a escucharse mutuamente y a conocerse mejor.

Algunas de las reflexiones de la película-documental (hemos dejado en cursiva las intervenciones de la profesora):


• INTELIGENTE

- ¿Por qué es inteligente tu mamá?
- Porque nunca guarda la Nutella en la nevera.

- ¿Os parece que los adultos son más inteligentes que los niños?
- Más bien no, porque siempre dicen: ‘No sabes nada, no sabes nada’. Pero sí sabemos cosas.

• RIQUEZA

- Profesora, quiero saber algo. Los pobres, ¿cómo hacen para ser pobres?

• AMOR

- ¿Cómo se quiere cuando se está enamorado?
- Hace como cosquillas en la tripa. Te pones colorado.

- ¿Por qué te pones colorado?
- Porque tiene un corazón en la tripa.

• DIFERENCIAS

-Los animales son hombres como nosotros.

- En mi familia hay tres negros y una mestiza.
- Mestiza, la palabra mestiza, ¿qué significa?
- Es negro mezclado con blanco, ¡y sale color café!

• MUERTE

- A mí no me hace mucha gracia cuando la gente se muere.
- ¿Por qué no te hace gracia?
- Porque no quiero que mi mamá se muera, no quiero que mi papá se muera y que mi otro abuelo se muera y que mi abuela se muera y que mi otra abuela se muera y que mi primo se muera y que mi prima…
- ¿Por qué no quieres nada de eso?
- Porque no quiero quedarme sola porque me voy a perder.

- ¿Qué es el alma?
- Un chisme invisible de color azul.

• LIBERTAD

- Yo digo que la libertad es cuando se puede estar un poco solo, respirar un poco y ser bueno.
- Pues para mí, la libertad es cuando se sale de la cárcel.
- Ya, pero no soy libre cuando quito el polvo de los muebles.

Los expresivos y vitales protagonistas tienen entre 3 y 4 años cuando, juntos, exponen libremente, con sus emociones y contradicciones, sus ideas sobre el amor, la libertad, el liderazgo, la inteligencia, la muerte…

Entre todos hacen filosofía, reflexionan sobre temas importantes, a menudo olvidados en nuestra sociedad. No hay estudiantes buenos ni malos: lo fundamental es pensar por sí mismos. Los niños hablan con sus propias palabras, llenas de espontaneidad, humor, lógica y poesía; cargadas en muchas ocasiones de un increíble y envidiable sentido tolerante y cívico. Ellos son nuestro futuro.

Todo comenzó en abril de 2007, cuando Cilvy Aupin escucha la radio en su coche y oye al filósofo Michel Onfray afirmar lo siguiente:

“Todos los niños son filósofos, pero solo unos pocos continúan siéndolo”.

La futura productora de “Sólo es el principio” (Ce n’est qu’un début) se hace una pregunta: “Efectivamente, los niños reflexionan, pero ¿cómo se puede profundizar en estas reflexiones? Y, sobre todo, ¿qué puede ser la filosofía para niños?”

Cilvy indagó en Internet y no tardó en averiguar que había más personas interesadas en el tema. Descubrió la colección “Les Petits albums de philosophie” (Los pequeños álbumes de filosofía), publicados por Autrement, con los que el joven lector puede reflexionar, ayudado por el personaje Ninon, acerca de nociones delicadas como la felicidad o la verdad.

Después, encontró que el grupo Bayard ofrece herramientas y una sección llamada “Los pequeños filósofos” para la puesta en marcha de talleres de filosofía en la educación infantil, y concretamente en una escuela a unos 60 km al este de París. Cilvy Aupin sintió el imperioso deseo de instalar dos cámaras en el aula de Pascaline Dogliani y se pone en contacto con Isabelle Duflocq, la directora de la escuela.

La película se ha realizado con un elenco muy peculiar: los niños de la guardería Jacques Prévert de Le Mée-sur-Seine, la directora del centro Isabelle Duflocq y la maestra Pascaline Dogliani.


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LA POLICÍA DETIENE A UN GRUPO DE ADOLESCENTES QUE ESTUDIABAN FILOSOFÍA AL SALIR DEL INSTITUTO

La web de noticias falsas elmundotoday.com nos deleita con esta “noticia” en clave de humor pero también como una ironía ácida hacia un sistema que denigra al género humano al excluir la filosofía de los planes de estudio. Cuando la imaginación sirve de denuncia social, hay intentos de que, en el futuro, se declare la guerra a las webs de noticias falsas . Al margen de la polémica del control sobre internet, les dejamos con esta “noticia” que, a buen seguro, hará saltar lágrimas de emoción a los verdaderos amantes de la filosofía.

CADA VEZ MÁS JÓVENES SE REBELAN CONTRA EL SISTEMA EDUCATIVO FILOSOFANDO EN LA CLANDESTINIDAD


Tras las denuncias de varios profesores, la Policía Nacional ha arrestado esta mañana a ocho adolescentes de Badalona que se reunían para estudiar Filosofía a la salida del instituto. Los jóvenes desafiaban así la política educativa del Gobierno, que ha desterrado esta materia de los planes de estudios.

“Leer libros de pensadores y filósofos es la forma que tienen hoy en día de ser malotes y llevarle la contraria al ‘establishment’. Están en la edad”, admitía esta tarde el director del instituto, que ha recordado que “los esfuerzos del Gobierno y del personal docente no bastan si las familias no se implican para evitar estas cosas”.

Las autoridades han requisado tres ejemplares de la “Crítica de la Razón Pura” de Immanuel Kant, varias fotocopias del “Discurso del Método” de René Descartes y un estudio comparativo de Paul Ricoeur sobre la llamada escuela de la sospecha (Marx, Nietzsche y Freud). Escondidas dentro de los bocadillos, los agentes han encontrado además varias citas de Bacon.

“Me han quitado las lecciones de estética de Hegel cuando ni siquiera forman parte del corpus del filósofo porque no las escribió él directamente, son apuntes que tomó su discípulo Gustav Hotho”, se quejaba uno de los detenidos, que ha tenido que ser atendido tras sufrir un cuadro de existencialismo.

Los padres de los adolescentes aseguran que no sabían nada, aunque sí notaron alteraciones en el comportamiento de los jóvenes. “Ahora entiendo que se pasara el día empanado, como ido. Estaba consumiendo razón pura”, declara uno de los progenitores.

Un examen psicológico determinará el alcance de la exposición de los adolescentes a la Filosofía. “Iban camino de tirar su vida por la borda”, reconoce uno de los agentes. “Aún pueden centrarse y dedicarse a algo de provecho, pero es importante que padres y profesores los eduquen sobre los peligros del pensamiento filosófico”, añade.
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ACTIVIDADES SENCILLAS PARA TRABAJAR CONCEPTOS FILOSÓFICOS EN PRIMARIA

Un artículo de Rocío López Valdepeñas, maestra especialista en innovación educativa y emprendimiento.

La filosofía nos acerca, más que ninguna otra ciencia, a nuestra condición humana: Nos invita a pensar sobre la libertad, el amor, la amistad, los sentimientos, ¡la vida! Nos propone reflexionar sobre aquello que, en apariencia, puede parecer no tener una finalidad práctica y, sin embargo, da sentido a nuestra biografía. ¿Por qué meditar sobre el amor, sino para amar más y mejor? ¿Por qué razonar respecto a la belleza, sino para aprender a apreciarla más todavía?


Por eso, docentes, os invitamos a filosofar y a que vuestros alumnos de ciclo medio o superior también lo hagan con estas sencillas actividades que os mostramos a continuación.

Es muy importante que tengáis en cuenta que vuestros estudiantes se encuentran en el camino del dominio del pensamiento abstracto y que, por eso, esta materia es difícil para ellos. Sin embargo, ¡se puede trabajar con niños y se debe hacer! Partiendo de situaciones concretas es posible hacer que nuestros alumnos abran sus corazones y mentes a conceptos tan bonitos como la amistad. ¿Estáis preparados?

Actividad 1. El muro de la alegría

Colocaremos a nuestros alumnos por grupos y les pediremos que naveguen por la web recopilando imágenes que les transmitan alegría. Después, dentro de una misma cuenta de Pinterest, las subiremos todas y compararemos los distintos muros que han creado nuestros alumnos.

A continuación, les pediremos que nos expliquen qué les ha llevado a seleccionar esas fotografías. Les daremos también un momento para que compartan con sus compañeros de grupo al menos una situación en la que sintieron mucha alegría, y traten de encontrar las similitudes y diferencias entre todas estas experiencias.

Pondremos en común, a nivel de grupo-clase, las conclusiones extraídas e iremos orientando la conversación con preguntas. Si, por ejemplo, uno de nuestros niños se sintió muy feliz por el nacimiento de su hermanito y otro porque ganó su equipo de fútbol un partido importante; les haremos reflexionar con cuestiones como estas: “¿Creéis que existen niveles de alegría, es decir, que hay momentos en los que estamos más alegres que otros?”, “¿de qué depende que nos sintamos así?”, “¿sería lo mismo si no hubiesen estado ahí los papás de Max?”, “¿cómo notamos que estamos contentos?”, etcétera.

Finalmente, les volveremos a pedir que revisen los muros creados en la red social y que hagan los cambios que consideren necesarios, si quieren añadir alguna fotografía más o quitarla. Esta actividad puede adaptarse a cualquier concepto filosófico que queramos tratar con nuestros estudiantes.

Actividad 2. Islas de belleza

Organizaremos a nuestros alumnos en grupos y los situaremos alrededor de una presentación de Prezi o de una cartulina, si preferís hacerlo en físico. En la parte central de la presentación escribiremos bien grande el concepto que queremos trabajar.

Os recomiendo que empecéis con aquellos conceptos filosóficos con los que vuestros alumnos puedan tener más conexiones significativas, porque los hayan experimentado más a menudo en primera persona. Algunos adecuados para los estudiantes durante la Etapa Primaria son la amistad, la belleza, la felicidad, la rabia o la paz. Dependiendo de la edad nuestros alumnos podrán llegan a un menor o mayor grado de reflexión.

Seguidamente, colocad 4 grandes apartados alrededor del concepto escogido. Los llamaremos islas y harán referencia a ámbitos cercanos a los estudiantes: experiencia, persona, comida, música, cine, color, palabra, etc. Escogeremos aquellas que consideremos más adecuadas y, seguidamente, pediremos a nuestros alumnos que piensen en una o varias personas, comidas o músicas que les recuerden al concepto que trabajamos. Por ejemplo, podría ser que nuestros alumnos consideren que, para representar la belleza, es bueno el color azul o amarillo.

Es interesante que todos los grupos en los que estén colocados nuestros estudiantes trabajen sobre un mismo concepto, de este modo podremos compartir sinergias e iniciar un debate sobre la adecuación de lo anotado en cada una de las islas.
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ESCUELA DE FILÓSOFOS: QUÉ ES EL AMOR, LA IGUALDAD Y LA MUERTE PARA LOS NIÑOS

Un colegio proporciona a los más pequeños "herramientas de pensamiento crítico".

Esta clase especial tiene lugar en la biblioteca del colegio. Rodeados de libros, tumbados en el suelo y lápices de colores en mano, una decena de niños de seis años dibujan cómo ven a sus compañeros del sexo contrario.

Sobre el papel, un puñado de tópicos que los estudiantes plasman con su todavía pobre escritura: "Las niñas son guapas, hacen ballet o cuidan de los bebés"; "los niños son graciosos, visten pantalón y juegan al judo".

Sobre la mesa, preguntas del profesor que despistan por completo a los más alumnos: ¿Por qué los niños no pueden llevar vestido o por qué las niñas no pueden practicar judo?".

Los colegios Brains están llevando a cabo una iniciativa llamada la Escuela de Filósofos con la que los más pequeños de los centros educativos comienzan a tener una primera toma de contacto con la Filosofía, “algo mucho más que una asignatura”, con el objetivo de proporcionar desde una edad muy temprana “herramientas de “pensamiento crítico”.

La idea nació desde la biblioteca de uno de sus colegios. Desde ella, el bibliotecario Sergio Díez propuso a la dirección dar respuesta a la “crisis de valores” de la sociedad actual. “Lo primero que realizamos fue una programación para la materia y buscar la manera de incorporarla al currículo educativo. Teníamos claro que no podía ser una actividad extraescolar porque perdería continuidad en la metodología del curso”, describe el artífice del proyecto.

Desde 3º de Infantil hasta 6º de Primaria, todas las líneas de estos cursos reciben una sesión de unos 45 minutos cada diez días en la biblioteca del colegio. Entre esas paredes, los niños conversan sobre la libertad, la justicia, la muerte, el amor, las relaciones familiares: “Todo lo que se nos ocurra que tiene que ser cuestionado”.

- ¿Cómo se le explica a un niño de seis años qué es la Filosofía?

- Yo procuro no explicárselo porque no tiene mucha importancia: no necesitan saber qué es la Filosofía. Lo que necesito es que comprendan el vivir filosófico, que es distinto.

- ¿Y qué significa esto?

- Vivir de otra manera. Tener los ojos abiertos, no conformarse con respuestas programadas, no caer en los tópicos y en los clichés, cuestionarse el mundo y a sí mismo y respetar a los demás aunque piensen de una forma distinta. Esto es la filosofía y lo que quiero que comprendan.

LOS ROLES DE GÉNERO

En esa línea, la sesión que los estudiantes de 1º de Primaria han tenido durante esta semana ha versado sobre las diferencias de género y los roles tradicionalmente asignados a hombres y a mujeres. Al inicio de la clase, el profesor ha dividido a los alumnos en dos grupos; por un lado las niñas; al otro los niños. Debían dibujar sobre una gran cartulina la silueta de un compañero del sexo contrario. A partir de ahí colocar post-it con palabras que definan al otro grupo. El resultado, según el docente, es revelador. Comienzan, sentados en círculo, a leer las descripciones que contienen los papeles. “Graciosos”.

- “Graciosos. ¿Todos los niños son graciosos?”.

- Sí... (suena casi toda la clase al unísono).

- No, porque mi papá es un chico y no es gracioso.

- ”Con trenzas”. ¿Todos las niñas tienen trenzas?

- No… aquí sólo tres.

La clave, tal y como reconoce Díez, está en debatir qué hay “de verdad” en lo que han escrito los niños porque a esas edades sus palabras “están llenas de generalidades”. “Si generalizamos, nos alejamos de la verdad”. En su opinión, lo más significantes de todos los tópicos que manejan sus alumnos es que “son los mismos que utilizan los adultos”: “Es el primer shock que me encontré”.

Recuerda el día en el que uno de los estudiantes más pequeños le soltó que “la culpa de todo la tiene Zapatero”. “Parece que hemos integrado esa verdad y no hace falta dar más explicaciones, pues si esa falta de argumentos la perciben los niños, adoptan esa conducta”. Otro tipo de clichés que salen a la luz durante la clase sobre diferencia de género es los escuchados a varios de los alumnos: “Un niño no se puede poner vestido” o “las niñas no pueden hacer judo”.

¿CÓMO SE EVALÚA?

Cuestionado el profesor sobre cómo se evalúa una asignatura tan transversal como esta -y no sólo a los alumnos, sino la materia en general-, Díez explica que “una buena sesión es aquella en la que los alumnos han sido muy sinceros, se han equivocado mucho y han sabido escuchar ideas muy distintas a las suyas”.

Es decir, para este docente, una clase diez es aquella en la que los alumnos en vez de conclusiones se llevan en su mochila de vuelta a casa preguntas distintas a las que habitualmente se hacen. “Cuando más satisfecho me siento es cuando los veo más confundidos, creo que ese es el mejor punto de partida”, reconoce.

No obstante, esta manera de dar clase podría chocar con otras rutinas más tradicionales ligadas a las materias elementales como Matemáticas o Lengua. “Para ellos es raro”, desvela el maestro, quien analiza que los estudiantes pasan de atender al rol del profesor convencional a una forma de clase en la que se tiene total libertad. “A veces no saben qué hacer y repiten automatismos que hacen en otras clases. El shock no es tanto para el sistema, como sí para los niños al encontrarse ese espacio de libertad que no tienen a veces ni en la escuela ni en la familia”.

“Estamos asistiendo a un cambio muy violento dentro de la sociedad: de pasar de una estructurada con respecto a un paradigma pasamos a otra que se vertebrará en función de otro. Pero como no estamos aún en esa nueva, vivimos un momento de confusión muy grande”, responde Díez al ser preguntado por las razones que deben imperar para que la Filosofía vuelve a tener el espacio que se le ha arrebatado dentro de las aulas.

A su juicio, y uno de los motivos principales que le llevaron a iniciar este camino, la Filosofía “lo que nos proporciona es una guía de comportamiento dentro del mundo”. Esta es “imprescindible” para ser autónomos y contestatarios. “Hay que enseñar a los pequeños a poner en duda todo lo que nos ofrece la sociedad y no aceptarlo simplemente porque sí”, sentencia.
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DECLARACIÓN DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO DE MÉXICO EN EL DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA

Estimadas y estimados colegas:
José Alfredo Torres y Gabriel Vargas Lozano, del OFM, han redactado un texto en donde exponemos las causas del ataque en contra de la enseñanza de la filosofía en diversos países.

DECLARACIÓN DEL OBSERVATORIO FILOSÓFICO DE MÉXICO EN EL DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA
17 de noviembre de 2016


La importancia de una disciplina como la filosofía adquiere dimensión extraordinaria en un mundo dominado por un sistema cuyo leitmotiv es el economicismo y el utilitarismo. En este sistema, la educación privilegia la racionalidad empresarial; el mercado, la competitividad extrema; el individualismo posesivo; la esfera en la que se realizan las negociaciones políticas y una ingeniería social basada en la ganancia y la ventaja. Ninguna capa de la topografía social ha escapado a la influencia del neoliberalismo en la época contemporánea.

El principio de la disponibilidad infinita de recursos para el mercado en beneficio de un grupo dominante en la esfera mundial y nacional, pretende que el planeta debería estar a merced de los negocios. Sus efectos están a la vista: el deterioro del medio ambiente (que solo será un asunto atendible, siempre y cuando no afecte a las industrias que la producen o a la rentabilidad); la desaparición de culturas autóctonas (que lo merecían por “su atraso”); la eliminación de la educación humanista (porque no contribuye al consumo); la cancelación de muchas oportunidades de vida para las generaciones jóvenes (porque se les declara “incapaces”) y a pesar de todo esto, se sigue sosteniendo que la ganancia es prioritaria para la obtención del éxito. Mientras tanto, la inequidad, la polarización entre riqueza y pobreza, la violencia de género, la xenofobia, el racismo, la emigración forzada y la discriminación de “las minorías” son fenómenos ominosos que se manifiestan en el planeta y para los cuales la estructura socioeconómica neoliberal carece de solución. Por el contrario, se busca exacerbarlas.

Todo esto se ha volcado en contra de las humanidades y en particular en contra de la educación filosófica. Los argumentos aducidos, explícitos o implícitos, son elementales y fácilmente rebatibles. Se dice que la filosofía no es práctica pero se entiende esta en el sentido estrecho ya que la filosofía es fundamental en la educación de los ciudadanos y en la orientación de las sociedades.

Simplemente sin Locke o John Stuart Mill no existiría el liberalismo e inclusive sin Friedrich Von Hayek el neo-liberalismo pero sin la ilustración, los héroes de la independencia latinoamericana, no habrían tenido armas teóricas para sostenerla. En todas las épocas, frente a situaciones de opresión, la filosofía ha abierto a los ciudadanos horizontes de justicia.

La filosofía ha sido animada por un espíritu crítico que se ha traducido en acciones y en formas de argumentación relacionadas con la política, la religión, la moral, la economía, la educación y la pobreza (para mencionar solo algunos rubros vitales). Estilos filosóficos sobre lo justo, lo honesto y las posibilidades del ser humano para construir han sido creados a través de la historia.

Se reconoce la evolución y la revolución del mundo provocadas por Sócrates, Nietzsche, los ilustrados franceses, Kant, Hegel, Marx, Russell, Sartre, Marcuse o Chomsky. En nuestro país, Bartolomé de las Casas, Alonso de la Veracruz, Ignacio Ramírez, Gabino Barreda, Justo Sierra, José Vasconcelos en su mejor época o Ezequiel A. Chávez han sido ejemplos, entre muchos otros, de filósofos que han incidido en el rumbo de nuestro destino histórico. La razón del ataque en contra de la filosofía radica en que no está subordinada al interés del mercado; tampoco está sujeta a las estrategias políticas de dominio, aunque en algún momento hubieran sido utilizadas eliminando su carácter liberador pero también se opone a todo dogmatismo. En el espíritu de su independencia, sin dejar de reflexionar sobre cuestiones técnicas y abstractas, también ha sabido proyectar soluciones a los conflictos de la convivencia humana. Es por ello que es combatido ya que es un tipo de pensamiento absolutamente necesario en los tiempos de crisis por los que atravesamos.

Permítanos insistir: en México y en el mundo la filosofía está siendo acosada por el sistema dominante en razón de su quehacer crítico. Se intenta suprimirla en las escuelas, en la formación ciudadana, en los medios de comunicación. Pero la filosofía persiste y persistirá porque es factor de esperanza. En su desenvolvimiento están en germen respuestas a dificultades que tienen al mundo pendiendo de un hilo. Tenemos que defenderla, difundirla sin generar confusiones sobre su auténtico significado; investigarla teniendo presente los problemas que afectan al conjunto de la sociedad y aplicando sus aportaciones para bien de la justicia, el diálogo y el logro de una sociedad mejor.

OBSERVATORIO FILOSÓFICO DE MÉXICO
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