"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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LAS FAMILIAS NEGRAS DECEPCIONADAS CON EL SISTEMA EN EEUU, OPTAN POR LA EDUCACIÓN EN CASA

Zion Utsey levanta los ojos de su ordenador para hacer una pausa en sus lecturas para el examen de ingreso a la universidad, y repiquetea los dedos rítmicamente sobre la mesa de madera del comedor.

"Mire, es el tipo de cosas con las que uno se gana un problema en la escuela", afirma su madre y docente, Monica Utsey. "Pero sé que cuando está contrariado o reflexionando, se detiene y tamborilea sobre la mesa durante cinco minutos".

Aunque esté en su casa, este joven de 17 años está indiscutiblemente en la escuela: forma parte, con su hermano de 10 años, Ayinde, de los cerca de 1,8 millones de jóvenes estadounidenses que reciben educación en sus domicilios.

También forman parte de un creciente subgrupo de jóvenes negros cuyas familias, descontentas con la enseñanza tradicional, decidieron tomar las cosas en sus propias manos.

Existen pocos datos, y menos aun en materia de origen étnico, pero según las estimaciones del Centro Nacional de Estadísticas de la Educación, alrededor de 5% de los alumnos escolarizados en sus casas son negros.

Y, según algunos estudios, ese porcentaje aumenta. Según la universitaria Ama Mazama, especializada en educación entre los negros en la Universidad Temple, al menos 200.000 familias afroestadounidenses optaron por la educación en sus hogares, contra 90.000 en 1999.

Educación menos formateada

Numerosos padres prefieren darles una educación menos formateada y más experimental. Otros alegan motivos religiosos o morales. El temor a que sus hijos crezcan sin el reconocimiento de su herencia africana fue el que llevó a Monica Utsey a optar por la educación en el hogar. Al igual que numerosos padres negros, también hace referencia al racismo.

Las minorías parecen estar relativamente más afectadas por las reglamentaciones disciplinarias: de los alumnos que sufrieron alguna suspensión, el 40% son negros, según la organización de derechos civiles ACLU. Sin embargo, no representan más que el 16% de los alumnos de las escuelas públicas.

"No querría que un día tengan que pasar por un detector de metales en la escuela", afirma Utsey.

Según Ama Mazama, la mayoría de las familias negras mencionan "una insatisfacción con el sistema de educación público y una desilusión con la integración".

"Los afroestadounidenses lucharon muy duramente para poder ir a la escuela pública", indicó a la AFP. "Pero hoy se dan cuenta de que, cincuenta años más tarde, las promesas no se cumplieron".

"Me gusta ser negro"

"Los niños negros se han hecho invisibles, privados de sus derechos", agregó.

Al principio, Monica Utsey pensó en que algún día enviaría a Zion a la escuela. "Me dije que cuando volviera a la escuela, sería bombardeado con (el tema de) la esclavitud; por tanto nos concentramos en lo que ocurrió antes", con cursos de civilización e historia africanas, cuenta.

Pero cuando Zion cumplió diez años, decidió seguir hasta que sus hijos estuvieran a las puertas de la universidad.

Las paredes de su apartamento en Washington están llenas de estantes con libros, mapas de África y el pequeño comedor repleto de material de artes plásticas y juegos de matemáticas.

Zion y Ayinde estudian instrumentos de percusión africanos y practican deportes. El primogénito sigue también un programa de ciencias, tecnología y matemáticas preparado para alumnos que estudian en casa.

En 2004 su madre creó la Sankofa Homeschool Community -Comunidad de Educación Domiciliaria de Sankofa- para ayudar a las familias negras de Washington. Viuda desde 2013, se ocupa de la educación de sus hijos y trabaja a tiempo parcial en un centro para jóvenes.

Las finanzas son escasas y le gustaría que el gobierno entregue fondos para la educación en los hogares. Algunas organizaciones caritativas otorgan ayudas excepcionales a algunas familias en dificultades.

Pero cree que vale la pena educar a sus hijos en casa, y admite que se acuerda con frecuencia de algo que dijo Zion cuando era pequeño: "Mamá, me gusta ser negro, me gusta el color de mi piel".

"Muchos niños -en particular niños afroestadounidenses- no crecen pensando eso de sí mismos", dice.
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VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL HOMESCHOOLING

La reciente crisis y su repercusión en los recortes de recursos en educación, el aumento progresivo de fenómenos sociales como el bullying o la importancia de la educación individualizada; son algunos de los motivos que guían a los padres de hoy en día, para escoger el homeschooling como método educativo para sus hijos.

Aunque no seas un lince en el dominio de la lengua inglesa, podrás haber adivinado con facilidad en qué consiste esta modalidad educativa. El homeschooling es un movimiento por lo pronto minoritario en España, pero en crecimiento considerable, y como su propio nombre indica, consiste en la educación en el hogar por parte de los progenitores en el mayor de los casos (aunque este no sea el único, existiendo ya centros educativos de homeschooling, con docentes que se diferencian de los profesores de las instituciones en su enfoque didáctico).

Por homeschooling podemos entender el prototipo educativo que está más allá del modelo institucional, aunque esto no quiere decir que siempre se realice en una casa, que lo impartan padres o madres, que esté focalizado en una única familia, etc. La educación en el hogar es una modalidad amplia, diversa y poco conocida que tiene como característica principal, el estar alejada del modelo educativo, tanto público como privado del estado.

Sin embargo, y a pesar de que pueda parecer un prototipo educativo novedoso o incluso de actualidad, éste es un modelo que surge de los inicios de la educación y su difusión. Con el surgimiento de una educación obligatoria que pretendiera aunar de manera institucionalizada a toda nuestra futura sociedad, ya se empleaba la educación en casa. De este modo, los progenitores que así podían ejercerla, se servían de manuales curriculares para impartirla a sus hijos y vecinos. Se trataba de casos de difícil acceso a la educación garantizada por el estado.

Sin embargo, en la era moderna del modelo educativo, y más concretamente en la década de los 70, esta modalidad resurge como medio para alejarse de la educación tradicionalista del momento.

En la actualidad, esta perspectiva se ve reforzada como comento en la introducción de esta entrada por el abatimiento de la escuela pública, por el desencanto de una materia curricular que está desfasada con respecto a las demandas de nuestra sociedad, por una situación, en resumen, desoladora en el mundo educativo. De hecho, el resurgimiento de este modelo, es en mi opinión, uno de tantos síntomas de la actual crisis educativa que pide a gritos un cambio sistémico.

Así que, si te estás planteando el homeschooling con tus hijos, si consideras que no quieres formar parte de un sistema que relativiza la importancia de la educación en tu país; te muestro 6 ventajas y 6 inconvenientes de esta modalidad de aprendizaje con esta infografía.

VENTAJAS

Como principal ventaja, decir que el homeschooling es evidentemente una experiencia única que acerca a las familias a una conexión especial. El fenómeno educativo es ya de por sí enriquecedor. La transmisión de conocimientos supone de un vínculo muy especial entre docente y discente, pero si esta relación es además familiar, proporciona las bases de un espíritu de crecimiento en familia. La unión en el aprendizaje y descubrir un mundo nuevo juntos, sería la síntesis de lo que supone la educación en el hogar para las familias.

Y en relación a esto, otra de sus ventajas es, igualmente obvia, el favorecimiento de la conciliación. En la actualidad la preocupación por vías que aumenten la conciliación familiar en nuestra sociedad es creciente, por suerte. Esto significa que nos importa mucho la educación de los nuestros y que después de un largo período en el que los medios de comunicación y la presión social, han centrado la figura del trabajo como prioritaria en nuestras vidas, un nuevo horizonte centrado en la conexión familiar se vislumbra. El homeschooling tiene mucho que ver con esta nueva corriente conciliadora en la familia, por eso es cada vez más demandado y menos estigmatizado como una opción antisistema o simplemente relegada a frikis.

Por otro lado, si tu opción es la educación en el hogar, una de las ventajas para mí más tentadoras es la selección de contenidos. Y no sólo esto, sino la importancia en su tratamiento y la metodología a emplear. En general, la libertad a la hora de priorizar unos contenidos u otros, es una de las ventajas más positivas del homeschooling.

Igualmente, la flexibilidad horaria, es otra ventaja que resulta evidentemente favorecedora. Proseguir con una clase en función de lo interesado que se muestre un alumno, o pasar a otra temática si este se encuentra sobrepasado, optar por un descanso, proponer actividades de gamificación para reforzar conceptos, etc. La flexibilidad nos da una llave para, una vez más, obrar con libertad en la enseñanza.

Sin embargo, para mí, la mayor de sus ventajas y probablemente el caso en el cual yo aconsejaría principalmente la educación en el hogar, es la atención individualizada. Está claro que en el modelo institucional, esta práctica está en peligro de extinción. Los sucesivos recortes en personal fomentan que la educación sea más global, y las ratios rematan una situación que es irrecuperable en este momento. Por este motivo, al tratarse de alumnado con necesidades educativa especiales, este puede ser un modelo único para una atención de calidad.

Y en resumen, las ventajas principales del homeschooling están resumidas en el espíritu de libertad, a la hora de elegir lo que es importante en la educación de los nuestros, a la hora de mostrar caminos e itinerarios, de atender con exclusividad, de centrar el aprendizaje en lo que consideramos lo mejor para nuestros hijos.

INCONVENIENTES

Pero como toda moneda tiene dos caras, te propongo también unos contras, para que conozcas toda la verdad sobre la educación en el hogar.

El primer inconveniente en el que seguro estarás pensando es el aislamiento que produce la educación en casa. Si bien es cierto que la socialización en la infancia se puede dar en otros contextos como el parque, las actividades extraescolares o la comunidad de vecinos, barrio, calle, etc.; la socialización en las instituciones tanto públicas como privadas es evidentemente mayor. Los espacios de recreo son conectores sociales que evaden al niño de sus responsabilidades para centrarse en la relación con el otro. Los colegios crean lazos que los parques no pueden procurar. Además, el homeschooling puede llegar a crear un situación de saturación familiar, pues la convivencia es excesiva. Los niños necesitan su espacio para crecer, para conformar su personalidad, para encontrarse consigo mismos.

Por otro lado, otro inconveniente que puede provenir del homeschooling, es la capacidad económica para gestionar la educación en el hogar. Si bien es cierto que se puede prescindir de mucho material, especialmente libros de texto o uniformes, uno de los progenitores deberá dejar su puesto de trabajo. Por lo cual, el gasto económico es necesario tenerlo en cuenta como un inconveniente.

En contraposición a la selección de contenidos, tenemos un grave inconveniente y es la falta de especialización. Existen determinadas materias para las que es necesaria una formación específica. Puede que los contenidos de Educación Infantil o de Educación Primaria te resulten muy asequibles, pero es necesaria una formación pedagógica para saber impartirlos. Determinadas especialidades no son del dominio de todos, especialmente las lenguas extranjeras, la música o la pedagogía terapéutica. Además, aunque poseas este tipo de formación, los años de experiencia impartiendo clases son una ventaja que no vas a tener si decides ser el profesor de tus hijos.

E igualmente en contraposición a la flexibilidad, pero también a tener en cuenta, estaría la necesidad de adaptar la familia a una serie de horarios y organización que romperían con la rutina actual del hogar. Algo que a priori parece sencillo pero no lo es en realidad, pues los niños tardan en adaptarse a rutinas, que dentro del ambiente familiar suelen ganar en flexibilidad. Encontrar el equilibrio es realmente complicado.

Toda esta serie de inconvenientes pueden provocar una inseguridad en los resultados, pues los avances de los niños no se ven de inmediato sino que sus aprendizajes se observan consensuados con el tiempo a largo plazo. Es normal que se produzcan momentos de decaimiento y frustración, pues la tarea docente no es, ni mucho menos, lo que nos cuentan en las películas.

Por último, no dejar de destacar la situación actual del homeschooling en cuanto a su legalidad. Existe un vacío legal actualmente en España, entre la obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16 años de edad y el contexto o lugar en donde se imparta clase. Por este motivo, esta escolarización en el hogar puede suponer un interés por parte de Asuntos Sociales en cuanto a términos establecidos de "descolarización" o supuesto absentismo escolar.

Y una vez establecidas ventajas e inconvenientes dentro del homeschooling, decir que desde mi propia perspectiva dentro de la educación institucionalizada, he procurado realizar una entrada lo más objetiva que he podido; y que como amante del fenómeno educativo, creo que la libertad de elección debería ser lo principal en este caso (aunque tire piedras contra mi propio tejado). En lo personal, optaría por una educación no formal supervisada por un especialista, y un refuerzo en las materias que fuera necesario por falta de preparación. Pero sobre todo, mucha socialización con niños y adultos fuera del ámbito familiar. Por último, decir que la educación de los hijos no sólo entra dentro del dominio curricular. Educar es amar, es ayudar a crecer, es dar herramientas para progresar en sociedad; por este motivo el homeschooling estará presente en todos los hogares que vivan el día a día con sus hijos. Educar en el hogar no es exclusivo de aquellos que no estén de acuerdo con el modelo institucional. Educar, es un precepto social, y todos somos responsables.

Enseñar no es una función vital, porque no tienen el fin en sí misma; la función vital es aprender. (Aristóteles)
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HARVARD SE RIFA A LOS NIÑOS EDUCADOS EN CASA

Hay chicos que no logran adaptarse al colegio y sus padres les educan en el hogar: es el «homeschooling»

Ni es para una élite, ni para antisistemas, ni una extravagancia que se pone de moda, ni para padres que son muy «proges» o muy religiosos o que pasan de todo... Mientras miles de niños comienzan durante estos días el curso escolar en las aulas de los colegios, otros, los menos, lo hacen en casa. Es lo que se conoce como «homeschooling» (educación en el hogar), un movimiento minoritario en España que va cobrando fuerza. Los buenos resultados académicos que obtienen estos chicos es el principal argumento que esgrimen las familias para defender una práctica que no está regulada en nuestro país, como sí lo ha hecho Portugal, Francia, Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos.

«En la Universidad de Harvard se rifan a los chicos que han sido educados en casa», afirma Irene Briones —catedrática de Derecho Eclesiástico e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid—, que organizó el último congreso sobre «homeschooling» celebrado en España el pasado año. «No se pide tanto una nota media elevada —explica—. Es más importante que el alumno posea destrezas y habilidades. Y los "homeschoolers" tienen agilidad mental, gran capacidad de trato, son personas más independientes y autónomas, tienen menos miedo a la vida...». Cada año muchas universidades americanas reservan plazas para los niños educados en el hogar. Quieren jóvenes más maduros y responsables.

Entre 2.000 y 3.000

De forma oficial, no se conoce en España el número de familias que educan a sus hijos en casa. Se calcula que son «entre 2.000 y 3.000», estima Juan Carlos Vila, uno de los pioneros del movimiento «homeschooling», que fundó y dirigió la Asociación para la Libre Educación (ALE) y hoy día gestiona Clonlara School España, una escuela americana a distancia de apoyo a estas familias. Uno de tantos recursos con los que cuenta la educación en el hogar, además de asociaciones y páginas y herramientas online. «También hay padres que contratan profesores de apoyo para algunas materias», dice Vila.

Decidir que los hijos se eduquen en el hogar no es un camino de rosas. «No sirve para todos los niños ni para todos los padres. Algunas familias lo intentan pero tienen que volver a escolarizar a los chicos en el colegio», asegura la profesora Briones. Supone «un profundo cambio de vida —como cuenta Juan Carlos Vila—. Hay padres que abandonan su profesión y dejan de trabajar para encargarse de la educación de sus hijos» con las consiguientes consecuencias, por ejemplo, en la economía familiar.

No existe un perfil

En España, las familias que han dedicido llevar a cabo este tipo de educación no poseen un perfil definido, son muy heterogéneas. Muy pocas lo hacen por motivos religiosos. Pesan más las convicciones ideológicas, la creencia de que la escuela, según está concebida, no es el sistema más idóneo para enseñar, entre otros motivos, porque no atiende a la individualidad del alumno, no motiva, ni despierta en ellos la curiosidad por el saber.

Pero si el «homeschooling» crece en nuestro país es, sobre todo, porque hay niños que no se adaptan al colegio. «La escuela no sirve para algunos chicos porque les condena al fracaso escolar —explica Vila—. Pueden sufrir problemas de adaptación,curriculares, dilexias, trastornos en el aprendizaje, o poseen altas capacidades, o están sufriendo acoso escolar... Antes de que fracasen y sigan sufriendo, los padres deciden educarlos en casa».

Otras veces, existen condicionantes diferentes. Juan Carlos Vila ha detectado que, hace unos años, en su escuela a distancia se matriculaban muchos niños en Primaria y después preferían hacer Secundaria en un instituto. «Ahora la gente tiene pánico al instituto —asegura—, van al cole en Primaria y empiezan la educación en casa durante la Secundaria».

La escuela sociabiliza

Sin embargo, gran parte de la comunidad educativa mira con recelo este movimiento. Si bien es cierto que estos niños reciben una atención personalizada en casa, muchos expertos consideran que resulta imprescindible que se sociabilicen en la escuela. «Los niños están en el colegio de lunes a viernes, durante cinco horas cada día. Esa convivencia, el hecho de aprender de los demás, la supervivencia del día a día de un niño que tiene que apañárselas sin la intermediación de un adulto... Todo eso no se puede suplir. La sociabilización es esa otra formación que se adquiere fuera del currículo escolar y que solo se puede alcanzar con más niños y niñas», defiende Jesús Sánchez, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa).

Juan Carlos Vidal, que ha educado a sus dos hijos en el hogar, reconoce que estas familias tienen que hacer un esfuerzo adicional para sociabilizar a los niños, lo que intentan participando en otras muchas actividades. «Hay que ofrecer a estos chicos alternativas de sociabilización», como propone el pedagogo Jorge Casesmeiro, asesor del Colegio Profesional de la Educación y director de psicopaidos.com. «Es decir, inscribirles en actividades lúdicas, deportivas, culturales, grupales... La familia es el entorno primario de socialización. Pero la escuela ofrece un contexto más amplio: es un espacio transitorio entre la familia y la sociedad; expone al niño a una diversidad de modelos adultos que incrementan su repertorio de aprendizaje psicosocial y le permiten contrastar los valores y carencias familiares, y permite al niño establecer vínculos entre sus iguales».

No está prohibido

Pero los «homerschoolers» sienten que no cuentan con la aceptación social que les gustaría. «Hay familias que no salen de casa durante el horario escolar», afirma Vila. A veces son denunciados por sus propios familiares y vecinos por no educar a sus hijos en un colegio oficial. Otras veces son los servicios sociales. Cerca del uno por ciento de las familias llega a juicio. Vila defiende que no es «una práctica ilegal, porque no está prohibida, tampoco regulada como en otros países. Nos ilegaliza la forma de entender la escolarización, que solo se reconoce a través de un centro homologado y no en casa. Afortunadamente, la mayoría de los jueces y fiscales no lo entienden así y cuando analizan los casos ven que los niños están tan atendidos, o más, que los que van al colegio». No lo entendió así el Tribunal Constitucional en un fallo de 2010 que negó el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos si es ajena al sistema oficial.

«Para el sistema son niños desescolarizados. Para sus padres, escolarizados en casa —dice el pedagogo Casesmeiro—. Ambas partes tienen su parte de razón. De lo que se trata es de buscar una vía media donde encontrarnos», aconseja.

Legalizar su situación es el deseo del 92% de estas familias, que defienden la libertad para educar a sus hijos, como demuestra uno de los pocos estudios que existen en España sobre el «homeschooling», realizado por Carlos Cabo, doctor en Pedagogía y profesor de la Universidad de Oviedo. Sin embargo, son muchos menos los que estarían dispuestos a que esa educación tuviera una serie de controles por parte del Estado (27%).

La obtención de títulos académicos es otro de los escollos que deben salvar los «homerschoolers». En España, solo pueden obtener el título de ESO (educación obligatoria) a los 18 años y el de Bachillerato a los 21. Es decir, dos años más tarde que el resto de alumnos. Por eso, muchas familias optan por matricular a sus hijos en escuelas homologadas extranjeras que ofrecen una educación a distancia. Después convalidan en España el título que obtienen. Por ejemplo, el director de la escuela americana Clonlara España explica que, en su caso, «los chicos estudian asignaturas obligatorias en nuestro país y en Estados Unidos, como las 180 horas de voluntariado social; obtienen el título de "homeschool" a los 17 años y después se homologa aquí al Bachillerato español».

«No se hace por capricho o moda, sino porque es lo mejor para los hijos»

M. J. P-B. MADRID
Hasta la Policía se ha presentado en casa de Ketty para que declarase por un delito de abandono de familiar. A este matrimonio, con cuatro hijos, el «homeschooling» le ha costado muchas noches sin dormir. Hoy ya es una causa archivada. «Yo no estoy en contra de la escuela. Esto no se hace por capricho o moda, sino por convicción —dice Ketty—, porque crees que es lo mejor para tus hijos y familia. Creí que era incapaz pero cuando ves que tu vida es un caos, que los hijos crecen y no disfrutas de ellos...».

A Ketty y su marido, Michael Branson, no les quedaba otro remedio. Era imposible conciliar. «Mis hijos de 12 y 6 años iban al mismo colegio y los de 8 y 10 años a un centro distinto. Nos volvíamos locos con los horarios. Estuve hablando con los responsables de Educación para reunir a mis cuatro hijos en el mismo colegio. Tras dos años de espera me seguían dando la misma respuesta: "No hay plaza en el colegio que solicita"». Además, pesaban otras circunstancias: Ketty y su marido trabajaban por la tarde «y no veíamos casi a los niños», recuerda.

Su marido es estadounidense y ella ha vivido siete años en ese país. Por eso, el «homeschooling» no era una práctica desconocida. Hartos del caos de sus vidas, la pareja decidió sacar del colegio a dos de sus hijos en enero de 2007. La experiencia fue tan positiva que en junio hicieron lo mismo con los otros dos hermanos. Este año, Esther, la mayor de la prole, comienza la carrera de maestra.

Ketty es licenciada en Lengua e Historia y profesora de inglés. Ella y Michael trabajan y se turnan para enseñar a los niños. «El primer año es muy duro —confiesa—. Y cuando más hay que enseñar es en Primaria, después se convierten en autodidactas. En tres horas se quitan la parte académica. Luego, hay un rato de esparcimiento: pintamos, vemos videos, vamos al parque... Por la tarde, practican con sus instrumentos musicales (forman parte de orquestas y bandas); estudian francés, alemán o euskera; hacen deporte...» Hay mucha flexibilidad. «Cuando nieva, vamos a la nieve y no damos clase. Y cuando vienen los abuelos de Estados Unidos, estamos con ellos».

¿Y son sociables sus chicos? «Mi hija de 18 años ha invitado a más de veinte amigos este verano para su cumpleaños».

Ketty ha sido de las que nunca se han escondido. «Los niños han ido a hacer la compra conmigo por la mañana. Vencí el miedo a ser denunciada. Pero muchas familias que no salen de casa en horario escolar por eso», denuncia.

En la universidad se sorprendió de la formación de sus compañeros. «Salvo excepciones, muchos cometían faltas de ortografía», recuerda Jezabel Martínez. Esta joven zaragozana de 24 años estudió la carrera de Dirección Cinematográfica y Realización de televisión. Hoy es directora de cortometrajes, profesora de violín y compositora. Como compositora y directora ha recibido premios internacionales como el Gold RemiAward en el festival de Houston (EE.UU.). Con 15 años decidió educarse en casa, por su cuenta. «Estaba muy agobiada en el instituto, sentía que perdía el tiempo. Yo también quería estudiar danza y violín y no me daba tiempo». Además no encontró en el centro el ambiente más idóneo para aprender todos juntos. «En el instituto había profesores muy buenos, pero alumnos que no querían aprender», confiesa. Junto a sus padres buscó alternativas, hasta que un reportaje en televisión le convenció de que podía ser una buena experiencia estudiar en casa. «Así me daba tiempo a todo, a estudiar todo lo que quería».
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FÍSICO, ACTIVISTA Y ABANDERADO EN LA UNIVERSIDAD, PERO NUNCA FUE A LA ESCUELA.

Una historia de vida ejemplar.

Buscando que los legisladores se interesen por la educación no formal y las alternativas a la escuela, Tane de Souza, un joven de 23 años, contó su historia de educación en casa y un gran nivel educativo en la universidad.


Tane (guardián de bosques) nunca fue a la escuela. Sus padres, decidieron que su educación sea en casa, acompañado por docentes y rindiendo las materias libres cada fin de año. Hoy, el joven está a un paso de recibirse de licenciado en física y es abanderado en la Universidad de Salta.

“Solo me gustaría hacer visible que la educación tiene que ser una decisión reflexionada para el bien de la comunidad y las próximas generaciones, que no hay un solo tipo de educación, y que son cientos los campesino o hermanos originarios que eligen otros sistemas que cumplen con las mismas exigencias” afirmó Tane.


“En ningún momento de mi vida me sentí aislado por no asistir a una escuela, siempre tuve amigos y mis padres me acompañaron a comprender su propuesta con mucho afecto”. “Haría exactamente lo mismo con mis hijos, ya que mi vocación de físico, fue muy fácil de descubrir con este sistema ‘informal’ y mis métodos de estudio fueron coherentes con los que propone el estudio universitario”, agregó.

Tane trabaja en finca “La Huella”, espacio que junto a su familia, es centro de crecimiento comunitario y conciencia ecológica en Vaqueros, ahora, se encuentra buscando en los legisladores salteños una respuesta a este sistema educativo no formal que según su propia experiencia, es un camino muy interesante de transitar en Argentina y cada vez son más los que lo eligen.
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