"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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conciencia

MAESTROS DE AMÉRICA LATINA, UNA SERIE QUE TIENES QUE VER

Desde la historia de Sarmiento en Argentina hasta el mismo Freire en Brasil, pasando por Vasconcelos en México, Mariátegui en Perú , Martí en Cuba y Gabriela Mistral en Chile; es lo que podrás ver en la serie “Maestros de América Latina”.

La serie “Maestros de América Latina” narra la vida y obra de ocho pedagogos trascendentales para la historia de la educación latinoamericana. El repertorio está compuesto por Simón Rodríguez, Domingo F. Sarmiento, José Martí, José Vasconcelos, José Carlos Mariátegui, Gabriela Mistral, Jesualdo Sosa y Paulo Freire.

El programa intenta acercar a los docentes, pero también al público en general, las propuestas de estos pedagogos latinoamericanos de una manera amena y atractiva. El ciclo busca renovar el debate sobre las pedagogías latinoamericanas desde un abordaje profundamente humano, y sin renunciar a la complejidad y contradicciones propias de personalidades que, desde diferentes perspectivas, se comprometieron activamente con la educación de niños y niñas.

La serie, publicada el año 2016, fue producida por el Laboratorio de Medios Audiovisuales de la Universidad Pedagógica, para la Organización de Estados Iberoamericanos para la Cultura y la Educación (OEI), la UNIPE y Canal Encuentro.

¿Quieres ver esta serie? Aquí te dejamos los 8 capítulos.

Gabriela Mistral:



Paulo Freire:



José Carlos Mariátegri:



Domingo Faustino Sarmiento:



Jesualdo Sosa:



Simón Rodríguez:



José Vasconcelos:



José Martí:

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conciencia

MAESTRO NO ESTÁS SOLO: EDUCAR ES COSA DE TODOS

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

Ya es hora de revertir la afirmación de Recalcati que encabeza este post: hay que acabar con la soledad del maestro. Pero esta es una tarea tan necesaria como complicada.


Decía César Bona (@cccesssarrr) en una entrevista que "es un error pensar que en casa se educa y en la escuela se enseña". No puedo estar más de acuerdo con él, hace tiempo que esa afirmación es errónea. En el mundo actual la transmisión de conocimiento está directamente vinculada con la transmisión de valores, emociones...

Creo que es importante no perder de vista que si el papel del maestro se limita exclusivamente a la transmisión del conocimiento propio de las distintas asignaturas, la docencia será una de las muchas profesiones en las que los robots sustituyan a las personas. Y eso sucederá en un futuro inmediato.

Necesitamos que familia y escuela remen en la misma dirección. De nada sirve que en el hogar se digan y se hagan unas cosas, se transmitan unos valores, y en el aula se digan y hagan cosas distintas. Educar es una tarea colectiva, una labor social. El maestro que pretenda enseñar en la soledad de su aula, no podrá cumplir con su función. Se acabaron las puertas cerradas en las aulas.

En una sociedad donde el conocimiento está siempre disponible, donde Google se ha convertido en el depositario del saber y lo ha convertido en algo fácilmente accesible, la propensión a intentar adquirirlo sin esfuerzo es muy fuerte, genera lo que Massimo Recalcati llama "anorexia mental". La labor del maestro debe ser luchar contra ella. El conocimiento solo puede adquirirse con esfuerzo (no confundir con sacrificio y angustia).

Ya no podemos permitirnos educar en soledad, la soledad en educación es cosa del pasado. El saber compartido se amplifica, la experiencia educativa compartida, también. Por tanto, el acto de educar debe ser horizontal (todos debemos participar con responsabilidad) y no vertical (traspasar el conocimiento del maestro al aprendiz).

En conclusión, educar en el mundo actual tiene estas características:

1. Perder el miedo a compartir. De hecho, hay que compartir siempre.

2. No existe un único espacio donde educar, se educa en todo tiempo y lugar.

3. No hay transmisión de conocimiento sin valores, no hay valores sin conocimiento.

4. Hay que preparar para el presente, dotar de las herramientas que permitan vivir el ahora, para poder afrontar el futuro con garantías de éxito.
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meditación

LOS PROFESORES SOMOS LOS PRINCIPALES IMPULSORES DEL CAMBIO

Un artículo de la Asociación Educación Abierta.

Para el equipo pedagógico Sa – Fa * la Innovación es un camino a recorrer, innovar es vivir, no conformarte con lo que haces habitualmente sino estar en movimiento continuo y pensar como mejorar tu práctica diaria y disfrutar con lo que haces. Se han adherido al movimiento Slow Education para que el cambio de modelo pedagógico de sus 7 centros se haga despacio y sea una realidad posible.


El objetivo de este modelo pedagógico que han elaborado, para transformar sus centros educativos, es crear en los 7 colegios una cultura de la innovación y una cultura del aprendizaje para cambiar todos juntos.

¿CUÁLES HAN SIDO LAS NECESIDADES QUE HAN SURGIDO EN VUESTROS CENTROS QUE OS HAN LLEVADO A TRABAJAR EN UN PROCESO DE CAMBIO Y TRANSFORMACIÓN?

Vemos que la innovación no es una opción, en la sociedad en la que vivimos se convierte en una necesidad que nos empuja a replantearnos el modelo educativo que estamos ofreciendo.

Queremos formar alumnos capaces de desenvolverse con éxito en la sociedad del siglo XXI y los profesores hemos de tomar consciencia de que los conocimientos, habilidades y competencias que les proporcionamos, les ayuden a afrontar con éxito los retos a los que se van a tener que enfrentar.

¿CÓMO HABÉIS IMPULSADO EL PROCESO DE CAMBIO? ¿QUIÉN HA INTERVENIDO? ¿QUÉ ROLES HAN SIDO FUNDAMENTALES?

En un principio se creó un Grupo de Trabajo que fue visitando los 7 colegios. Este grupo recogió información de los Equipos Directivos, de la Comunidad de Hermanos, de los Claustros de profesores, de los Departamentos de Pastoral… A partir de estas visitas se elaboró un análisis DAFO donde quedaron reflejadas las debilidades y fortalezas de cada uno de los centros. Este análisis sirvió para configurar el Plan Estratégico del futuro Equipo de Titularidad.

A continuación el Hno. Provincial, máximo representante de la Institución en España creó y nombró el Equipo de Titularidad (EdT Sa-Fa) formado por tres personas que coordinan los tres ámbitos en los que se organizan nuestros centros educativos: Pastoral; Gestión y Recursos Humanos; Institucional, Pedagógico y Organizativo.

Cada uno de estos tres ámbitos tiene un equipo que colabora con el EdT; en nuestro caso somos el Equipo Pedagógico del EdT Sa-Fa formado por cinco miembros incluyendo al coordinador.

La finalidad del EdT y de cada de uno de los equipos que colaboran con él, es conseguir que los siete colegios tengan una línea pastoral, de trabajo y de gestión común, formar una verdadera red de centros, colegios de la Familia Sa-Fa en España.

En el desarrollo e implementación del Plan Estratégico, un primer trabajo y objetivo del Equipo Pedagógico del EdT, es el diseño del Modelo Educativo Sa-Fa. Para ello realizamos un DAFO, donde a partir de las debilidades y fortalezas de cada centro el Equipo Pedagógico extrajo los 7 puntos claves del heptálogo, en los que queríamos basar el Modelo Educativo Sa-Fa.

Desde los inicios se ha trabajado para que fuera un modelo consensuado y que participara toda la comunidad educativa, para ello se elaboraron encuestas, que nos permitieran confirmar, que las necesidades que nosotros habíamos intuido eran las mismas que percibía la comunidad educativa. De estas encuestas se extrajo el Perfil Competencial del Alumno Sa-Fa y posteriormente los profesores de nuestros centros nos ayudaron a elaborar el Perfil Competencial del Profesor Sa-Fa en una sesión de trabajo. Estos tres aspectos son los pilares de nuestro modelo.

El proyecto fue bautizado como Pasarela Innovación. El hecho de ser 7 colegios nos impulsaba a crear puentes entre nosotros, desde el principio queríamos hacer un trabajo firme y seguro, y nos inclinamos por denominarlo de esta manera, una pasarela donde poco a poco iríamos avanzando desde nuestro heptálogo, con el objetivo del perfil del alumno Sa-Fa y con la ilusión de descubrir en nosotros como educadores, un perfil vocacional y cercano al ideario de la Familia Sa-Fa.

¿CUÁLES SON LAS DIFICULTADES CON LAS QUE OS HABÉIS ENCONTRADO EN EL PROCESO?

- La principal dificultad es encontrar el camino para hacer realidad la teoría que se ha establecido en el Modelo y convertirla en la práctica de nuestros centros. Somos conscientes de que este proceso necesariamente tendrá que ser paulatino y orgánico, añadiendo la dificultad de no perder la visión de que sea un proceso paralelo en los 7 centros educativos.

- Debido a que los centros de la Familia Sa-Fa están localizados en 5 comunidades autónomas diferentes, los miembros que formamos el Equipo Pedagógico de la EdT hemos tenido que aprender a trabajar mediante videoconferencia y herramientas de trabajo colaborativo en línea.

- Buscar el equilibrio en el diseño del plan de formación para un claustro de más de 460 profesores de centros que se encuentran en distintos momentos educativos y comprendiendo los diferentes ritmos y singularidades de cada uno de ellos.

- La dificultad que conlleva “mover” a la comunidad educativa de su zona de confort a una nueva cultura cambiante basada en la innovación.

Y ¿LAS OPORTUNIDADES?

Al ser 7 colegios surgió la idea de elaborar un boletín para fomentar una cultura de innovación en los centros y para compartir aquellas buenas prácticas que ya se están llevando a cabo.

- El Modelo Educativo nos permitirá elaborar una línea educativa de la institución que a la vez sea fiel a su carácter y estilo propio.

- La formación hacia el cambio educativo nos permite aumentar nuestras competencias como docentes.

- Crear verdaderas comunidades de aprendizaje en las que seamos capaces de trabajar de manera colaborativa con nuestros compañeros, familias…

- Fomentar un trabajo en red y una cultura de compartir y colaborar, nos permite conocer el trabajo de los otros colegios Sa-Fa, de otras etapas y de otras materias a través de la formación compartida, el boletín de innovación, el Proyecto Activa tu Metodología y los encuentros entre centros que tendremos en los próximos cursos.

- Cambiar nuestra forma de trabajar nos ayuda a adaptarnos mejor al currículum basado en competencias, las metodologías activas nos permiten cambiar nuestro rol como docentes y lograr que nuestros alumnos sean los verdaderos protagonistas de su aprendizaje.

- La aplicación de metodologías activas nos permite mejorar la atención a la diversidad.

¿CUÁLES SON LOS EJES PRINCIPALES DE VUESTRO PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DE LOS CENTROS EDUCATIVOS SA – FA?

Los ejes claves del proceso de transformación están recogidos en el heptálogo, los objetivos finales de este cambio se han recogido en el perfil competencial del alumno, el cambio de perfil del profesorado será un camino para lograr este fin.

Para lograr estos objetivos y trabajar entorno a estos ejes transversales, hemos diseñado un plan de formación docente a seis años que dé respuesta a estos tres pilares. Hemos apostado por una formación para todos los educadores y para los 7 colegios al mismo tiempo. Un reto, sin duda.

Esta formación se acompaña de una específica para los Equipos Directivos que tienen que ser los impulsores del cambio. Este plan de formación lo iremos enriqueciendo con nuevos posibles encuentros: tutores, profesores de etapa, equipos de orientación, etc. para atender las necesidades, las preocupaciones y las inquietudes que van surgiendo al “creer” en el Proyecto y al “confiar” en las personas.

Una de las claves de nuestro Modelo es lograr que el alumno sea el protagonista de su propio aprendizaje, lo que nos lleva una “real” atención a la diversidad. Queremos ofrecerle una formación integral, esto quiere decir que no solo se centra en la formación académica sino también en la formación de valores que se enraíza en la Educación Emocional.

La Identidad Sa-Fa está detrás de cada acción y propuesta en la vida los colegios, el ámbito espiritual no es algo aislado sino que forma parte de la educación en valores, de la enseñanza de la religión, de las tutorías… expresándose por ejemplo en el aprendizaje-servicio…

Hemos planteado la implementación de nuestro modelo con un enfoque de movimiento slow y centrado en las personas, nuestra idea es dotar a nuestros claustros de herramientas y metodologías para que se puedan aplicar cada una en el momento más idóneo sin centrarnos en una en concreto y que las TIC sean una herramienta que apoye el Modelo y que iremos implantando según las necesidades.

Una idea que nos parece clave es lograr un cambio en la cultura educativa. Nos gustaría conseguir “un ambiente” en nuestros 7 centros en el que la innovación sea ya una constante de nuestra práctica educativa y un elemento diferenciador.

¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE EL PROYECTO DE CAMBIO Y EL PROYECTO EDUCATIVO DEL CENTRO?

Los 7 colegios tienen un Proyecto Educativo común elaborado por la Institución y además ahora un Modelo Educativo que trata de ser la expresión en el siglo XXI de las intuiciones del Fundador, el Vble. Hermano Gabriel Taborin.

El Modelo respeta las peculiaridades, la historia y las tradiciones de cada centro. Poco a poco el cambio metodológico nos irá impulsando y dando respuestas; la vida es cambio, es crecer, madurar, aprender.

¿CÓMO PENSÁIS LLEVARLA A CABO? ¿PUEDES CONTARNOS ALGO SOBRE EL PLAN TRAZADO PARA IMPLEMENTAR EL CAMBIO?

Para poner en marcha el Modelo Educativo es indispensable la formación del profesorado, por tanto la implantación de las metodologías descritas en el Modelo Educativo se irá haciendo a medida que recibamos la formación necesaria. Ésta va a ir acompañada de unas charlas de seguimiento que tienen como finalidad garantizar la correcta implementación de estas metodologías, ayudando al profesorado en este cambio.

Para cada colegio se ha creado la figura del Coordinador Pedagógico y de los Equipos pedagógicos de centro que, junto a los Equipos Directivos, son los impulsores del cambio. Se ha creado un plan anual común con objetivos comunes a todos los centros que nos sirven de guía para empezar el camino del cambio.

Cada semana el Equipo Pedagógico del EdT se reúne para hacer el seguimiento y elaborar nuevas líneas de acción.

¿CUÁL HA SIDO EL ROL DE LOS PROFESORES? ¿QUÉ PAPEL JUEGA LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO?

Los profesores somos los principales impulsores del cambio, ya que desde el principio se nos pidió opinión por medio de las encuestas, somos los que llevamos a cabo la formación y la ponemos en práctica en las aulas. Así mismo evaluamos el proceso de formación comunicando nuestras impresiones a los miembros del Equipo Pedagógico.

Por otro lado, se han seguido llevando a cabo durante este curso acciones en las que todo el profesorado seguimos colaborando y participando en el desarrollo del Modelo.

Desde inicio de curso hemos basado el seguimiento del cambio en las aulas en la creación de un portfolio docente, que nos va permitir analizar la implementación del Modelo y a la vez fomentar la reflexión sobre la práctica como herramienta para la mejora continua.

¿CUÁL HA SIDO EL ROL DE LOS ALUMNOS?

Preguntamos a los alumnos cómo sería el cole de sus sueños. Con sus aportaciones creamos un vídeo motivacional para las reuniones iniciales con los claustros. Sus intereses fueron recogidos en el heptálogo y en el desarrollo del modelo.

¿Y EL DE LAS FAMILIAS?

Algunas familias colaboraron explicando cómo sería el colegio ideal para sus hijos, seguimos el mismo proceso y añadimos sus aportaciones al Modelo.

¿QUÉ PAPEL JUEGA LA TECNOLOGÍA, LA CONSIDERÁIS NECESARIA E IMPRESCINDIBLE?

La instalación de nuevos recursos TIC no es un objetivo en primer plano en nuestro proyecto, aunque sí está entre nuestros objetivos. Consideramos que es más importante empezar por optimizar el uso de aquellos recursos con los que ya contamos mediante la mejora metodológica que dé sentido a nuevos usos. Consideramos que la tecnología tiene que ser una herramienta indispensable, pero que tiene que llegar acompañada de cambios en la cultura educativa que la haga imprescindible.

Por eso, hemos decidido empezar por fomentar el cambio metodológico, de forma que la ampliación de recursos TIC llegue de la mano de una serie de necesidades nacidas en el aula. Consideramos que la tecnología tiene que ser una herramienta indispensable, de presencia constante, aunque invisible, que fomente la creatividad de los alumnos, ayude a nuevas formas de diseñar las situaciones didácticas por parte de los profesores y que acompañe el cambio educativo. Pero sabemos que dotar de recursos TIC a los centros no produce el cambio por sí solo, y que es necesario un proceso paralelo de cambio metodológico que le dé sentido.

PARA TERMINAR, ¿NOS HACES ALGUNA RECOMENDACIÓN PARA INICIAR EL PROCESO EN OTROS CENTROS?

Para iniciar un proceso de cambio hay que creer en él y estar ilusionado, todo ello luego se acompañará de formación, recursos, hojas de ruta, etc. Hay que ser conscientes de que a lo largo del proceso probablemente se realizarán muchas modificaciones que forman parte de la misma evolución/evaluación del cambio en la implantación.

Es importante que, en la medida que sea posible, sea un proceso participativo y consensuado. Apoyando mucho a los profesores que inician pequeños cambios en su aula e intentar dedicar la energía para implicar a todo el claustro, los más resistentes irán entrando poco a poco en las nuevas dinámicas. Queremos contar con todos, porque el proyecto es de todos.

No es un proceso fácil pero sí muy ilusionante y cuando ves los pequeños cambios es gratificante. Para no perder la ilusión en el proyecto es necesario que las personas que están al frente tengan conocimiento sobre gestión del cambio, que las dificultades que surgen forman parte de ese proceso y no perder la visión a largo plazo ante las dudas del día a día.

Creemos que son claves de nuestro modelo el avanzar despacio, asegurando los pasos y creando una buena base; así como el seguimiento, la evaluación continua, la escucha activa de todos los agentes implicados y la reflexión educativa.

El Proyecto quiere ante todo mejorar nuestra “oferta y servicio” a la sociedad, quiere hacerlo desde nuestro estilo de “familia”, quiere ilusionar, ayudar y construir una red y una “familia”; la Familia Sa-Fa.

* Equipo Pedagogico Sa-Fa: Mercedes Martínez, Mª Luz Guerrero, Fanny Serra, Ana Municio y H. Gabriel Sanz.
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LA SOLEDAD DEL MAESTRO

Un artículo de Antonio Abril.

La de maestro, es, sin duda una de las profesiones más hermosas y peor pagadas que existen, a pesar de tener que trabajar con las mujeres y hombres que conformarán el mañana. Históricamente ha sido respetada, considerada; un referente para la gran mayoría de nosotros. Del aquel maestro o maestra, recibimos las primeras lecciones de vida; de su sabiduría, los primeros conocimientos de nuestra realidad; de su bondad los primeros mensajes de tolerancia; de su ejemplaridad, nos llegaron valores como el respeto, la solidaridad, la responsabilidad o el esfuerzo frente a las dificultades. De aquella silueta que se proyectaba, casi a diario, ante nosotros, con el fondo negro de una pizarra, surgían nuestros sueños e ilusiones de futuro, un deseo de libertad a pesar del ambiente gris, opaco en el que vivíamos.


Hoy, la vieja y respetada profesión de maestro, pasa por uno de sus peores momentos, como mínimo de ingratitud. Escrutados los docentes con desconfianza por su entorno, se encuentran en el centro de la diana, a los que se les disparan frustraciones y fracasos sociales y administrativos. Cada día se les exige más y mejores respuestas al sistema, sin ni siquiera enterarnos de la terrible soledad con la que conviven. Soledad frente a un alumnado, cuando cada mañana se enfrentan a la difícil tarea de educar, la de formar a personas, a niños y niñas que llegan de casa con una actitud imprevisible o negativa hacia él o hacia ella. Soledad que perciben los maestros de los padres que lejos de unirse a él, se alían con el hijo de forma crítica y hostil, cuando no salvaje. Y así, como afirmaba el jesuita José María R. Olaizola en una ponencia sobre la vocación de educar bajo el título de Samaritanos, Maestros y Testigos, el educador ha de afrontar, en silencio y sin grandes titulares, la batalla diaria con alumnos cada vez más diferentes; afrontar una necesidad de innovación que requeriría un tiempo que, a veces no se tiene; pelea con la burocratización asociada a reformas educativas con más directrices que horizonte; y ha de lidiar con el propio cansancio que en ocasiones sobreviene.

La sociedad actual, rota, no valora el trabajo del maestro, desconoce su función, la gran responsabilidad que tiene de educar hombres y mujeres competentes, ignora que ese educador recibió una formación de ayer para unos jóvenes de hoy que desarrollarán su vida en el mañana, lo que le implica, como se decía en ese encuentro, una gran generosidad por su parte para 'desaprender para aprender' y, sobre la marcha, adquirir nuevas herramientas y adaptarse a los nuevos tiempos y a unos cambios de vértigo. Y eso sólo se hace con vocación porque los profesionales de la enseñanza, a pesar de las incertidumbres que puede deparar el futuro, trabajan, de una forma impagable, como siempre, para un mundo mejor. Ellos son los que programan, enseñan, organizan el trabajo, evalúan, prevén ayudas individuales para quienes lo necesiten, mantienen la disciplina, están en contacto con los padres o apoyan al alumnado en sus momentos delicados, son, incluso, sus confidentes o el consuelo que se les niega.

Pues bien, esta sociedad nuestra, de chiste fácil, no es inteligente cuando maltrata a sus maestros y maestras con tópicos y frases despectivas («tienes más vacaciones que un maestro de escuela» o «trabajas menos que un maestro de escuela») o cuando se irrumpe en un centro con gritos e insultos hacia quienes tienen que generar valores en los más jóvenes, porque lo único que se consigue es inculcarles miedo, desengaño, estrés, depresiones y les apartan de su difícil, pero imprescindible, función de educar a nuestros jóvenes a la par que los padres, actores éstos imprescindibles para que sus hijos sean parte de una nueva sociedad que, como mínimo, será diferente.

Decía Mario Benedetti: «Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas».

Así es la labor del maestro o de la maestra, del profesor o de la profesora, sometidos a un proceso de cambio continuo que no da tiempo a asimilar.
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PROFESORAS CONTRA LA PEDAGOGÍA TÓXICA

Un artículo de Ana Torres Menárguez.

Dos docentes de universidades públicas crean una nueva metodología para activar el deseo de aprender.


En 2006, el pedagogo británico y gurú de la educación Ken Robinson hizo temblar las bases del sistema educativo con su charla TED Las escuelas matan la creatividad, con más de 43 millones de visitas. Robinson criticaba que los colegios son el primer freno con el que se encuentran los niños y alertaba sobre el desacierto de los programas educativos al primar materias como las matemáticas y arrinconar las más artísticas como la música o el dibujo bajo el pretexto de que no son útiles a la hora de encontrar un empleo. El diagnóstico estaba claro, pero nadie sabía muy bien la fórmula para conseguir que la escuela no mate la creatividad. Las profesoras universitarias María Acaso, de 46 años, y Clara Megías, de 32, parecen haberlo conseguido. Han desarrollado una nueva metodología para darle la vuelta a la forma de dar clase.

“Hay que acabar con la pedagogía tóxica y aplicar nuevas fórmulas para despertar el deseo de los estudiantes por aprender”, explica María Acaso, experta en innovación educativa y profesora de la Universidad Complutense. Su método, al que han llamado Art Thinking, tiene como base los descubrimientos de la neuroeducación, que estudia cómo aprende el cerebro, y cuyo principal hallazgo es que para que se produzca el aprendizaje es necesario encender una emoción, despertar la curiosidad del estudiante. Para ello, su metodología se inspira en los procesos de creación de arte.

La investigación de las docentes, que comenzó en el año 2011 y cuyos resultados se publicarán en el libro Art Thinking. Transformar la educación a través de las artes (Paidós), señala que en la pedagogía tradicional el esfuerzo está asociado al dolor, al malestar, y a la idea de que adquirir conocimiento tiene que ver con la ansiedad, el miedo o la evaluación. Su propuesta es incorporar el arte en la educación para generar placer y de esa forma conseguir que el esfuerzo y la constancia aparezcan de forma automática. Los profesores pueden emplear esta metodología para impartir cualquier asignatura.

En uno de los capítulos de su libro señalan que de las células madre del cerebro nacen a diario entre 4.000 y 5.000 neuronas, a través de un proceso llamado neurogénesis. Las actividades que se realizan desde pequeño crean circuitos neuronales; algunos se mantienen y otros desaparecen. ¿En función de qué? Cuando esas actividades no son significativas para nuestra vida diaria, se diluyen. “En el caso de un examen de un tema que no me interesa y con el que no he logrado establecer una conexión personal, los circuitos construidos me permitirán aprobar, pero no aprender. La información desaparecerá de forma automática nada más acabar la prueba”, explica Acaso. La clave para que el aprendizaje sea significativo, sostiene la docente, es que tanto la información como el proceso de enseñanza sean relevantes para el estudiante y se repitan.

Las investigaciones sobre neuroeducación demuestran que para activar el deseo de pensar es necesario encender previamente una emoción, y para ello es fundamental despertar la curiosidad. “Hay que comenzar la clase con un elemento provocador, puede ser una frase, un dibujo o un pensamiento; algo que resulte chocante”, indica Francisco Mora, profesor de la Facultad de Medicina de la Complutense y autor del libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama.

“Desde que somos mamíferos hace más de 200 millones de años, la emoción es lo que nos mueve. Aquello que nos extraña, que no nos resulta monótono. Ahí se abre la ventana de la atención, imprescindible para aprender”, explica Mora.

Eso es lo que hizo María Acaso con sus alumnos de Bellas Artes en la Complutense. Un día apareció en clase con una sandía y frente al asombro de los estudiantes, la cortó y creó un cuadrado. Su intención era generar extrañamiento entre los estudiantes. “El ser humano está diseñado para prestar atención a lo que no es habitual. Una situación nueva que no sabes cómo resolver te atrae. Atención, emoción y aprendizaje. Ese es el orden según la neuroeducación”, remarca Acaso. En el aula se creó un clima muy diferente al habitual, en el que el silencio propio de la clase magistral, en la que el profesor habla y el estudiante escucha, dio paso a un debate sobre el significado de esa sandía. Una vez captada la atención de los alumnos, las dinámicas de aprendizaje cambian.

Acaso les explicó que esa sandía con forma cuadrada era una pieza del artista cubano Wilfredo Prieto llamada Políticamente correcto, y su intención era precisamente cuestionar los estándares de la educación, plantear por qué el mobiliario, los programas académicos y la forma de enseñar no han evolucionado. “Llevar una sandía a clase es un acto de subversión, hace que el aula explote”, explica.

En 2009, Acaso publicó el libro La educación artística no son manualidades, en el que criticaba que las disciplinas relacionadas con las artes han sido consideradas como un conocimiento de segunda categoría, prescindible, frente a los “conocimientos altos” como las matemáticas o las ciencias. En su opinión, el nuevo escenario laboral, en el que el número de robots no deja de aumentar, requerirá perfiles muy creativos, una cualidad que las máquinas no dominarán. “Precisamente al Art Thinking no le interesa demostrar hechos, no es una metodología cerrada basada en certezas, sino encender la curiosidad para activar procesos de investigación”.

En su libro, las dos profesoras desarrollan los cuatro puntos clave de esa nueva metodología: pensamiento divergente, incorporación del placer, alumnos y profesores como productores de contenidos y trabajo colaborativo y por proyectos. El próximo mes de julio organizan en Madrid un curso junto al colectivo Pedagogías Invisibles para 100 profesores de todos los niveles educativos en el que enseñarán cómo poner en práctica el Art Thinking.

"En la escuela se aprende a través de la memorización, sin pensar. La gente llega a la edad adulta y no sabe pensar por sí misma, se han dedicado a reproducir lo que dicen otros. Es cierto que necesitamos información en nuestra memoria, pero hay que cambiar el proceso por el que nos llega", explica Clara Megías, profesora de la Facultad de Educación en la Universidad de Alcalá. Investigar y analizar por uno mismo. Cuestionar lo que se da como cierto. Eso es lo que hace el arte.

LOS CUATRO ELEMENTOS DEL ART THINKING

La metodología desarrollada por las profesoras María Acaso y Clara Megías se basa en cuatro elementos clave: un tipo de pensamiento diferente al pensamiento lógico al que han llamado pensamiento divergente; una experiencia estética basada en el placer; una refinición de la pedagogía para empezar a entenderla como una herramienta de producción tanto para profesores como para alumnos y una forma de aprendizaje basada en los proyectos y el trabajo colaborativo.

"El arte puede ser entendido como una metodología desde donde transformar la educación porque incorpora cuatro elementos clave", señala Acaso. Son los siguientes:

Pensamiento divergente: fomenta un tipo de pensamiento crítico y no lineal "absolutamente necesario" para el desarrollo de conocimiento en la actualidad.

Placer: es el sentimiento que va unido a la emoción positiva, por lo que que hay que recuperarlo en educación. Sin el placer, no hay motivación y sin motivación no hay aprendizaje.

La educación como producción cultural: "defendemos la realidad de que un profesor y sus alumnos producen conocimiento al mismo nivel que otros profesionales, como los filósofos o escritores".

Trabajo colaborativo: "olvidemos las asignaturas estancas: hay que trabajar por proyectos y en comunidad, tal como hacen muchos de los artistas contemporáneos".
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DOCENTES: EDUCAMOS EN EL SIGLO XXI, PERO ACCEDEMOS COMO EN EL SIGLO XVII

Un artículo de Ángel L. Hernández, profesor de matemáticas e informática.

“Lo que denominamos el mal es la inestabilidad inherente a la humanidad entera que lleva al hombre fuera de sí, más allá de sí, hacia un algo insondable, exactamente igual que si la Naturaleza hubiese infundido en nuestra alma una irremediable porción de inestabilidad, procedente de sus restos de antiguo caos…”

Así lo entendía Stefan Zweig. Pues bien, si la inestabilidad es “el mal” en muchos ámbitos de la vida, si hablamos de la educación, puede considerarse una de las mayores lacras que arrastra el sistema educativo, con efectos muy nocivos sobre todo el sistema y sobre sus profesionales.

La situación de las plantillas educativas en España, en los centros públicos, es más que alarmante, con una tasa de interinidad que supera el 22% y llega a un 30% en algunas comunidades. Esto no sólo implica la inestabilidad laboral de los docentes, supone una enorme inestabilidad en los centros, pues en el mejor de los casos, la rotación de los docentes es de un 30%. ¿Alguien concibe que se pueda llevar a cabo un proyecto educativo a largo plazo rotando un 30% de la plantilla cada año?

Pues sí, nuestros políticos así lo consideran o, al menos, poco les importa. Mucho me temo que lo entienden por motivos económicos, por motivos políticos, o por sencilla y llana ignorancia. Sí, en Educación suele ser usual que los más torpes de un ejecutivo sean los encargados de gestionar la administración educativa. Tenemos muchos ejemplos; demasiados. Esa incompetencia explica los problemas de nuestro sistema educativo y, sabedores de su propia falta de aptitud, se empeñan en despejar balones fuera, señalando siempre a los docentes como causa de los males, precisamente. El docente es blanco fácil en una sociedad donde todo el mundo sabe lo que hay que hacer con la Educación sin haber pisado un aula. Vivimos tiempos de gurús y de cuñadismo pedagógico.

Y mientras nos enfrascamos en debates superficiales, dejamos de lado los problemas importantes, la complejidad y también lo evidente. Ese caldo de cultivo es nefasto e impide progresar adecuadamente para alcanzar una verdadera educación de calidad. Y entre las políticas que persiguen la liberalización del sector público educativo, para hacer negocio, y la propia inconsciencia e incompetencia de los dirigentes, no logramos avanzar, pues desgraciadamente, y en multitud de casos, los máximos dirigentes de educación poco o nada saben de lo que ocurre en un aula y de la importancia de tener un proyecto educativo a largo plazo.

Mucho, o muy y mucho, como diría nuestro presidente Rajoy, se está hablando estos días del pacto educativo, de mejorar la enseñanza, de PISA…pero muy poco se debate para encontrar solución a este grave problema. Lo que más llama la atención es lo poco que se busca la opinión de los docentes. Si se sigue esa senda, dará igual el pacto educativo, las nuevas leyes que se promulguen y las intenciones de los partidos políticos. Se volverá a fracasar. Y la culpa será, nuevamente, de los mismos, de los que no escuchan.

Una de las piedras angulares del sistema son, precisamente, los maestros y maestras, profesoras y profesores, pero ¿de verdad nadie se da cuenta de que piden que eduquemos en el siglo XXI con un sistema de acceso a la función docente del siglo XVII? ¿De verdad nadie tiene en cuenta, tampoco, los años y años que algunos llevamos dedicándonos a la docencia y presentándonos a unas oposiciones que nada tienen que ver con el ejercicio real de la misma? ¿De verdad alguien cree que se puede ofrecer una educación de calidad con plantillas sumergidas en la inestabilidad y la precariedad?

Ya no es solo que el sistema de concurso oposición actual esté desfasado, en el que los aspirantes deben enfrentarse a unos temarios desfasados, mal diseñados e inconexos con la realidad y con su formación universitaria, sino que las condiciones de trabajo de los docentes son cada vez más precarias, especialmente para los docentes interinos.

El problema de la estabilidad de los docentes interinos e interinas se viene arrastrando desde hace años, pero pocas soluciones serias y estructuradas hay sobre la mesa. Quizás porque pocos se han preocupado en saber de primera mano (para eso hay que escuchar y dialogar, cosa que no es muy practicada por las administraciones educativas) cuáles son las verdaderas condiciones y problemas de una parte muy importante de las plantillas de los centros educativos que, además, llevan años sosteniendo la educación pública.

Nuestro problema laboral va unido unívocamente a un problema educativo. La reivindicación legítima y lógica de estabilidad laboral va unida a la reivindicación de unas mejores condiciones laborales, de mejor equipación para los centros educativos y mejores condiciones para nuestros alumnos y alumnas. Y eso lo hacemos desde la experiencia de recorrer multitud de centros y conocer su realidad, dejando proyectos inacabados, compañeros y alumnos para volver a empezar, en el mejor de los casos si vuelves a trabajar.

Hace poco leía un gran artículo de un amigo, Raúl Alguacil Titos, en el que hablaba de “oposición a las oposiciones” y del que recomiendo su lectura. Él ha sido interino durante casi diez años y recientemente ha obtenido plaza; es funcionario y se preguntaba ¿en qué beneficia este cruel sistema de oposiciones a los aspirantes y al propio sistema educativo después de 10 años de docencia, formación y preparación? La respuesta es esclarecedora: NADA. Un absurdo “juegos del hambre”, que no llevan más que a competir entre iguales por una plaza, aun habiendo aprobado oposiciones antes varias veces, pero que no disciernen entre el buen y el mal docente; trabajando, incluso, igual que los funcionarios de carrera pero con menos derechos y sufriendo el maltrato de la administración. Entonces, ¿a qué jugamos?, ¿por qué no se ponen ya partidos, sindicatos y asociaciones a repensar el actual sistema y a dotar de estabilidad a este colectivo y por tanto a las plantillas de los centros?

Si estuviéramos hablando de sanidad nadie cuestionaría que es una aberración que rote el 30% de las plantillas de los hospitales, que se cambien médicos con experiencia por otros que no la tienen debido a absurdos y arbitrarios procesos de rebaremación de listas. Seamos justos; en educación esto tampoco debería pasar porque no tiene sentido y en nada beneficia al sistema. Nadie sale beneficiado. Ni docentes, ni centros, ni familias, ni alumnos…nadie. Es imprescindible, por tanto, que se modifique ya el modelo de acceso a la función pública docente. Pero aún es más necesario dotar de estabilidad a los docentes interinos, a ese 22% de profesionales, que durante años llevan realizando un duro trabajo para el cual están cualificados por formación y experiencia en las aulas.

Para mejorar el sistema educativo debe ser prioritario un sistema de consolidación que proporcione estabilidad a estos miles de docentes, que han demostrado su capacidad, y a los centros educativos. Son docentes que durante años han sacado las castañas del fuego a la administración, siendo los que han lidiado con los grupos y entornos más difíciles, demostrado sobradamente su capacidad ejerciendo en las peores condiciones.

La educación pública no puede permitirse prescindir de docentes experimentados y que durante años han pagado y sufrido más que nadie los desmanes y recortes de los políticos de turno. Si de verdad queremos mejorar la educación empecemos por la base, abandonemos la conversación facilona de barra de bar, consolidemos el profesorado que tenemos, mejoremos sus condiciones, proporcionémosles herramientas y recursos, y busquemos un sistema de acceso propio del siglo XXI.
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EL PROFESOR, EN EL EJE DE CUALQUIER REFORMA EDUCATIVA

Aunque sea un triste consuelo, los males que aquejan al sistema educativo no son exclusivamente españoles. Traspasan las fronteras y repiten defectos en distintos países. Así se refleja en la entrevista que publicamos hoy con el profesor y ensayista italiano Massimo Recalcati, experto en el análisis de los cambios que la hipermodernidad imprime en los ciudadanos. En su última obra estudia el papel de la educación en una sociedad que cuestiona hasta el propio concepto de autoridad.

El diagnóstico es revelador e incide en el problema más apremiante que debe solucionar el mundo educativo en la actualidad: el papel del profesor en las aulas, aunque parezca un sinsentido tener que plantearlo así. "Es un cambio inaudito: los padres, en lugar de apoyar el trabajo de los profesores se han convertido en sindicalistas de sus propios hijos", dice Recalcati. En España acabamos de vivir la triste experiencia de la convocatoria de una huelga de deberes, por la que los padres agrupados en Ceapa, una de las grandes asociaciones de padres, animaban a sus hijos a no obedecer a los maestros que les ponían tareas para casa. La protesta no fue más allá, pero ha dejado bien clara la indefensión de los profesores ante las familias y, por tanto, la pérdida de respeto que sufren por parte de los alumnos: "El maestro está cada vez más solo y humillado", afirma el profesor italiano.

Con un profesorado despreciado, mal remunerado y desprestigiado por los propios padres de los alumnos es imposible que funcione cualquier modelo de enseñanza. Ahora que parece que los partidos políticos se plantean poner en marcha ese ansiado Pacto por la Educación -veremos de todas formas hasta dónde llegan estas intenciones iniciales- es imprescindible una redefinición del papel del maestro en la enseñanza obligatoria, tal y como piden también los principales expertos españoles en la materia.

En primer lugar, es imprescindible reevaluar el acceso a la profesión. En este sentido, nos parecen acertadas las propuestas presentadas por el filósofo y catedrático de instituto José Antonio Marina en el libro blanco solicitado por el Ministerio de Educación. Marina sugiere, por ejemplo, la implantación de un examen nacional tras finalizar los estudios universitarios, similar al MIR de los médicos, que una vez superado dé acceso a los centros específicos de formación del profesorado. También propone un sistema de evaluación periódica de los profesores que debe contar con la opinión de los alumnos y que la retribución se realice en función de los resultados de esa evaluación. El libro blanco recoge otro aspecto fundamental, que es la necesidad de otorgar a los centros de una autonomía curricular y organizativa, de forma que, por una parte, los directores puedan escoger a su equipo de formadores y, por otra, se establezca una competencia entre colegios.

Pero todo ello no valdrá de nada si no se consigue una implicación real de las familias en el proceso educativo de sus hijos. En este sentido, habrá que dotar a los profesores de una cierta autoridad legal ante los padres y los propios alumnos, tal y como hizo hace unos años la Comunidad de Madrid. Porque no puede ser que, como se queja Recalcati, cuando un profesor suspenda a un esdiante o inicie un procedimiento disciplinario "las familias lo miren con sospecha". Claro que esto no se consigue con un mero cambio legislativo, por muy consensuado que esté por todo el espectro político. Es necesario todo un proceso de concienciación de la sociedad que queremos en el futuro. "Un país que no piensa a largo plazo no invierte en sus profesores", sentencia con toda la razón el ensayista italiano.
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4º ENCUENTRO DE PROFESORES POR UNA EDUCACIÓN ÉTICA POR LA PAZ: REGENERACIÓN DE LA VIDA PÚBLICA

Estimados amigos:

Remitimos esta invitación a nuestro 4º Encuentro sobre REGENERACIÓN DE LA VIDA PÚBLICA, que se celebrará el viernes 27 de enero a las 18.00h. en el Espacio Ronda de Madrid.

Podéis venir acompañado por familiares, amigos, compañeros o alumnos.

Por motivos organizativos, os rogamos que confirméis vuestra asistencia antes del Encuentro a este email (miguelangelcanojimenez@gmail.com). Y si tenéis preguntas o queréis recibir más información, podéis solicitarla por email a este mismo correo.

También podéis informaros visitando el blog de los Encuentros de Profesores, donde podéis ver o descargar presentaciones y libros, y las páginas web de las asociaciones que lo organizan.




PROGRAMA:

BLOG DE LOS ENCUENTROS DE PROFESORES
FUNDACIÓN EDUCATIVA PARA LA PAZ
UNIVERSAL PEACE FEDERATION
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Ciencia, filosofía, espiritualidad

LA CHARLA DE UN PROFESOR DE UNIVERSIDAD QUE PUSO EN PIE A TODO UN AUDITORIO

No es fácil que una charla de 10 minutos consiga emocionar al interlocutor y a los espectadores y logre levantar del asiento a todo un auditorio. Alfredo Corell, profesor de Inmunología de la Universidad de Valladolid (UVa), ha sido capaz. Y el vídeo de su discurso en un evento TEDx está corriendo rápidamente y cosechando unas críticas estupendas en buena parte de la comunidad educativa. ¿Su secreto? Dar muy brevemente las claves para que los docentes puedan innovar en la Universidad, un entorno que él califica de hostil para esa tarea.

La conclusión de su charla es clara: se puede innovar a contracorriente. Para eso, subraya Corell, los profesores deben tener muy en cuenta a los “cómplices imprescindibles” del proceso: los alumnos. Todo para desterrar ese modelo antiguo pero que sigue muy vigente en muchas aulas y que se caracteriza por un docente que tiene unos apuntes desde hace 20 años, que pasa por completo de los alumnos y que se limita a leer dispositivas.

“Algunos van cambiando, van entrando en vereda, aunque no tan deprisa como deberían”, explica Corell a El Huffington Post mientras relata una anécdota que le ocurrió durante un descanso de su charla. Dice que se le acercó un profesor que trabaja en un hospital gratamente sorprendido por sus planteamientos. “Le contesté: pero si estáis en el hospital. Pues resulta que allí meten a los alumnos en un aula, les sueltan la chapa y se acabó. Todo eso en vez de utilizar el hospital y los casos que se pueden ver allí como herramienta de enseñanza. Estamos atrasados”, lamenta.

"LA GENTE ES MUY CREÍDA"

Corell, que también es director del Área de Formación Permanente e Innovación Docente de la UVa, cree que el principal obstáculo para innovar en la universidad es la soberbia de muchos profesores. “En general, tienden a pensar que por ser licenciados o ingenieros ya lo tienen todo. Pero puedes saber mucha Medicina y no saber explicarla. La gente es muy creída en ese sentido. Dicen: ‘Yo soy un gran investigador o un gran arquitecto y no me tiene que enseñar nadie nada”, explica.

Subraya que buena prueba de ello es que a los cursos de formación suele ir sólo la gente más joven, mientras que los veteranos, “con más categoría”, son los más reticentes. “He llegado a escuchar a gente decir: ‘Por favor, que no nos vengan más pedagogos a dar clases”. Y dice que esa es la causa del “espíritu rancio” que inunda muchas partes de las universidades.

En contraposición a ese modelo, Corell propone en su discurso dar mucha más importancia a los alumnos. Un buen ejemplo de ello es él mismo. Cuando le propusieron dar la charla en TEDx, envió una encuesta a sus estudiantes para que le dijeran qué veían en su tarea que fuera importante contar. Las respuestas que recibió le emocionaron. “Me dijeron que ningún profesor les preguntaba ni contaba con ellos. Y que les parecía un orgullo el hecho de que para dar una charla les preguntase su opinión. Eso hace que el eje de la idea se vertebre en torno a los estudiantes, que son cómplices obligados pero que mucha gente ni los tiene en cuenta”, explica.

"¡GRACIAS, PROFESOR!"

Estas son algunas de las respuestas que recibió: “Vives lo que transmites y eso es fundamental”; “Haces de tu método algo dinámico. Te distingue tu exquisito trato al alumno. Quieres que reciba lo mejor. No darías nada que no quisiera para ti. Y, sobre todo, escuchas. De hecho, ahora mismo nos estás pidiendo opinión”.

Por eso, no es extraño que Corell se emocionase hasta las lágrimas cuando, durante su charla, dio las gracias a sus alumnos. El auditorio se puso en pie en ese momento y ovacionó al profesor, al que le costó retomar la palabra. Los comentarios de los alumnos al vídeo tampoco tienen desperdicio:

“Es acojonantemente bonito verte tan emocionado. Grande, Alfredo”; “¡Gracias Alfredo por no darte por vencido y seguir adelante con locuras como estas!”; “¡Gracias profesor y enhorabuena! ¡Eres muy grande!”; “Muchas gracias por dejar atrás la figura del profesor apático y lector de diapositivas. Demuestras que querer es poder”.

Corell dice que el secreto para innovar es simplemente tener en cuenta a los alumnos. Por ejemplo, él utiliza Twitter para generar un periódico. Si sus alumnos ven una noticia que es relevante sobre algo relacionado con su asignatura, la tuitean con un hashtag. Él captura esas etiquetas y genera a diario un periódico de inmunología en el que participan estudiantes de Madrid, Valladolid, Alicante y, en breve, de Portugal y Francia. Además, sus alumnos hacen apuntes colaborativos: los elaboran unos y otros, se los corrigen mutuamente y luego los revisa él y les da el visto bueno como apuntes del curso. Pero su idea más exitosa es lo que él llama “inmunopíldoras”, vídeos cortos de cinco o diez minutos que acumulan más de 1.200.000 de reproducciones.

En el ámbito divulgativo, anima a sus alumnos a que salgan a la calle a explicar lo que saben. “El ejemplo que les pongo es: explícale a tu abuela para qué vale ponerse una vacuna. Y entonces tienen que hacer un ejercicio muy fuerte para llevarlo a un lenguaje divulgativo. Eso lo ponemos en escena el día internacional de la inmunología. Vamos a un pub y exponemos los vídeos, la gente pregunta dudas, hacemos algún juego...”, explica.

Son los trucos de un profesor que es capaz de enamorar a sus alumnos.

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FERNANDO J. LÓPEZ: “LOS PROFESORES NOS SENTIMOS MUY POCO VALORADOS, PERO LOS ALUMNOS SE SIENTEN INVISIBLES”

Profesor de Literatura en Secundaria, escritor de novelas y dramaturgo, Fernando J. López (Barcelona, 1977) se ha convertido en una referencia del mundo adolescente. El éxito editorial le ha llevado a tomarse una excedencia, pero asegura que volverá al aula. En realidad no se ha desconectado del todo: acude a institutos a dar charlas dos o tres veces por semana, en las que habla entre otras cosas de violencia, homofobia o suicidio adolescente, algunas de las temáticas que recorren sus libros. Entre unas y otras escribe sus novelas y pelea -a través de sus obras- porque el mundo adolescente, que los adultos vemos con “condescendencia”, dice, gane en visibilidad y participación social.

Es profesor, escritor, dramaturgo. ¿Cómo se define?


La verdad es que no lo sé. Me siento muy bien en los tres campos, no puedo prescindir de ninguno. Para mí la enseñanza es mi vida. Y cuando escribo teatro o novela, como en la clase, puedo contar lo que me preocupa. Si tuviera que elegir una palabra sería comunicador. Las tres cosas aúnan eso. Yo comunico, en clase, en una novela o en una obra de teatro. Comunicador y agitador, porque siempre planteo temas polémicos en mis novelas. Los Nombres de Fuego habla del machismo en el s. XXI y la adolescencia; La Edad de la Ira de la adolescencia y homofobia; Malditos 16, del suicidio adolescente. No son temas complacientes, pero me parece que la adolescencia como receptor es el momento para plantearlo. Si queremos una sociedad que no sea machista, homófoba, etc. hay que trabajarlo ahí, no esperar a que tengan 20 años y todos sus prejuicios montados.

Habla de violencia en las aulas, homofobia, machismo… ¿Cree que esto ha ido a peor en los últimos años o solo estamos más informados?

Creo que los medios no ayudan porque destacan sobre todo cuando hay sangre. Hay iniciativas que no había antes, como los alumnos ayudantes, muy interesantes. En muchos centros son los propios alumnos los que resuelven conflictos o ayudan a resolverlos. Creo que hay un problema social. Las aulas son un reflejo de la sociedad y culpamos a los adolescentes de lo que no funciona fuera. Es cierto que ahora hay un repunte de machismo, homofobia y racismo, pero como reflejo. Hay un elemento que para mí es clave: estos contenidos son siempre transversales. No se tratan, al menos en Secundaria y Bachillerato, de una manera vehicular, protagonista. Y siempre es a costa del tiempo de tu materia, que el profesor de Matemáticas o la de Biología saque tiempo para hablar de interculturalidad, igualdad, diversidad. Pero el profesor puede elegir no hacerlo, y yo quiero que eso se tenga que tratar sí o sí en las aulas. Las tutorías son anecdóticas, en la ESO no da tiempo a nada. No se trabaja y es básico en la educación.

También hay confusión con la labor de los profesores. Se oye mucho este discurso de ‘los profesores deben enseñar, no educar’. Los profesores deben educar. No todas las familias tienen la misma suerte ni el mismo entorno y los valores de igualdad, respeto y diversidad hay que darlos no solo en la familia, también en el aula.

¿Escribe sobre adolescentes porque lo ha buscado ex profeso o ha salido así?

Las dos cosas. Hay un interés porque soy un novelista juvenil, y eso también me llevó a preguntarme por qué no hay un teatro juvenil. Existen novelas juveniles, pero no un teatro que hable de los adolescentes, por lo menos en España. Quiero hacer un teatro que atraiga a los adolescentes por un lado y, por el otro, que a los adultos les haga pensar sobre el mundo adolescente. Creo que les miramos con condescendencia y minimizamos sus problemas.

¿Deberíamos escuchar más a los adolescentes?

Tienen mucho que decir, y tienen que decirlo desde su realidad. Me enfurece cuando oigo decirle a alguien a un adolescente ‘tranquilo, ya se te pasará, ya lo verás diferente con el tiempo’. Es que precisamente su tiempo es ahora, es lo que ocurre con el suicidio adolescente. Malditos 16 viene de ahí, de adolescentes que han hecho una llamada de atención, no han tenido respuesta y han acabado ahí. La adolescencia es una edad en la que no existe el término medio, todo es absoluto y no se valora la consecuencia. Si no les atiendes no sabes dónde puede llevar su acción. A mí me escriben muchos adolescentes, me han mandado correos interesantísimos, mucho más que los de muchos adultos. Les decimos: ‘Queremos que habléis’, pero no les damos el hueco. Pasa en clase también, queremos clases participativas pero luego las llenamos de lecciones magistrales en las que no tienen nada que decir.

¿Los estamos perdiendo por ahí a nivel educativo?

Yo creo que sí. Los estamos perdiendo en parte porque el sistema está muy alejado de su realidad y muchos profesores hacemos malabares para no perderlos. Hay una generación de profesores que se esfuerza mucho en comunicarse, haciendo esfuerzos por sacar tiempo donde el currículo no les deja. Hay muchas pruebas externas, selectividad sí o no, la reválida… están muy condicionados y las aulas no se han adaptado -desde el sistema- a la realidad del siglo XXI. Hemos puesto pizarras digitales pero no hemos dado ni contenidos ni métodos contemporáneos.

¿Tienen los profesores herramientas para afrontar esto? Un profesor de Secundaria hace su grado, luego el máster, pero no sé si se le explica mucho cómo lidiar con un chaval de 15 años.

Eso te lo da la experiencia. Hay una parte psicológica en el máster, pero creo que deberían ampliarla. A los profesores nos exigen cursos de formación, pero la mayor parte de los cursos no tienen ningún interés en el aula. No tiene sentido que para sumar créditos hagamos cursos de introducción a Word como a veces te ofrecen. Queremos cursos sobre cómo tratar a adolescentes, cómo educas a un chico que es Asperger, cómo lo integras. Cómo tratas a alguien con alguna discapacidad. Deberíamos tener más herramientas concretas. Esa formación falta. Sí hay muchos profesores formándose, pero de manera voluntaria y fuera de su tiempo.

Decía que en las aulas no se fomenta esta participación de los alumnos. ¿Acomete la LOMCE este problema?

Al revés. Creo que la LOMCE es la mayor involución educativa que hemos vivido. Es muy peligrosa y va a crear muchos problemas en el futuro. Es una ley que arruina cualquier foco de creatividad y de aporte por parte del alumno, encorseta al profesorado, lo mide todo desde presupuestos mecanicistas y orientado a las pruebas externas. Es una ley que va a hacer que muchos chicos y chicas abandonen el sistema, y sobre todo los más desfavorecidos, los que tengan menos apoyo fuera. Es una ley injusta en muchos aspectos, que relega las humanidades, convierte la Filosofía en algo accesorio, la Plástica y la Música en meras anécdotas… vamos hacia una educación fragmentaria, mecanicista y paupérrima.

Sin entrar al detalle o aspectos puntuales, ¿qué le falla al sistema educativo?

Básicamente que no se escucha a los que estamos en las aulas, profesores y alumnos. No se atiende a las necesidades de ninguno de los dos. Los profesores nos sentimos muy poco valorados, a veces vapuleados, y los alumnos se sienten invisibles. Esa no escucha es un grave problema en las aulas. No hay una mirada real. ¿Cómo son los adolescentes del s. XXI? Creemos que estamos en los 80 y no es así. Es otra sociedad y la educación no se hace 2.0 porque pongas pizarras digitales, será 2.0 porque se integre esa realidad en el aula y ahora no está.

Igual es una pregunta muy grande pero, ¿cómo se hace esto?

Una de las cosas que habría que hacer es revisar los currículos. ¿Qué se está enseñando en cada materia? ¿Qué criterios se siguen? En mi especialidad, que es Literatura, ¿por qué mantenemos el criterio cronológico? Hay otras maneras de conseguir adolescentes lectores. Vamos a revisar qué estamos exigiendo, qué tipo de pruebas pedimos, qué tipos de destrezas trabajamos en las aulas, por qué no se fomenta la expresión oral, la creatividad, el trabajo cooperativo, por proyectos. Y una vez hagamos eso, veamos las condiciones que tenemos. No podemos trabajar con 40 alumnos en clase. También veamos qué tipo de profesionales necesitamos en un centro educativo. Yo escribí hace años que necesitamos no más profesores sino más psicólogos. Cada vez estoy más convencido, no solo que atiendan a los chavales sino también a los profesores. Eso está fallando. Está fallando el número de personas que trabajan en los centros, el número de alumnos que tenemos por aula y los contenidos que tenemos que impartirles y el tipo de prueba. Les evaluamos con pruebas que siguen modelos muy parecidos a los que yo tuve cuando hice Selectividad hace 20 años. No creo que eso sea pertinente. Cuando revisas un libro de texto actual -y yo soy autor de libros de texto también- te sorprendes de que los contenidos que exigen por ley son prácticamente los mismos que cuando yo hacía COU.

Le he leído criticar que los currículos no incluyan por ejemplo libros editados después del año 2000.

Apenas. En 4º de la ESO hay algo, pero es tarde y ya les hemos perdido por el camino. La LOMCE propone estudiar literatura medieval en 2º de la ESO, hablamos de chicos de 13 años. Es muy difícil hacer lectores así. Tenemos un problema muy gordo en ese sentido frente a muchos países, como Francia o Inglaterra, donde se apoya mucho la literatura juvenil. Aquí se ve como una literatura de segunda. Eso no favorece crear nuevos lectores, es a esa edad -a los 8, 10, 12 años- cuando se hace. Y no lo van a hacer con La Celestina, por mucho que a mí me parezca una obra maravillosa. Antes hay que pasar por Michael Ende, por Roal Dahl. Y aquí no se valora lo juvenil y los autores contemporáneos de juvenil aún menos. Una de las frases que más me repiten en mis charlas es: ‘No sabía que esto era literatura también’. Y les preguntas: ‘¿Por qué no lo sabías?’ ‘Porque habla de mí y yo creía que literatura es un soneto de Garcilaso’. Y Garcilaso es maravilloso, pero quizá con 12 años no es la mejor manera de entrar en la literatura, igual es una canción de Marwan, por decir algo. Luego ya les llevaremos a Garcilaso y Byron, pero creo que hay muchas formas de hacerles amar la ciencia o la literatura que no estamos encontrando.

¿Es un tópico que los jóvenes no tienen interés por leer?

Es un tópico terrible, sobre todo en un país donde se lee tan poco en general. Decimos que los jóvenes no leen y, sin embargo, los fenómenos editoriales en España son mucho más adolescentes que adultos. El problema es llegar a ellos, conseguir que les interese lo que les vas a contar. Pero que hay muchos lectores adolescentes es cierto. Booktubers, por ejemplo. La mayor parte de ellos están entre los 15 y los 20 años. Y de repente comentar libros, compartir libros, se está poniendo de moda. Presumen de leer libros. Comparten fotos de sus libros.

¿Recomendaría a su hijo ser profesor?

Sin duda, y es duro lo que se va a encontrar en muchos niveles. Pero es lo mejor que me ha pasado en la vida, casi todo lo que escribo viene de ahí. Volveré, tengo mono de tiza, pizarra y mis alumnos. Es un trabajo en el que tienes clara la función social que haces, aunque la ves muchos años después. El afecto de los adolescentes es tan sincero y da tanto… la sensación de poder hacer algo es maravillosa.
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LOLA URBANO: “HOY DÍA TODO EL MUNDO SABE DE EDUCACIÓN Y LE DICE AL PROFESOR CÓMO HACER SU TRABAJO”

Lola Urbano (Posadas, Córdoba. 1959) es directora del CEIP Tomás de Ybarra, de Tomares, desde hace dos años. Apenas lleva un curso estrenando su proyecto educativo. Está al frente de 40 maestros y 790 alumnos, al frente y en la retaguardia y a los lados, porque no para. Empezó en el 84 en un colegio de Cádiz y lleva 32 años de maestra, ha pasado por ocho centros escolares, casi todos de la provincia de Sevilla. “Yo sin la escuela no respiro, me encanta”, dice cada vez que se le calienta la boca criticando el sistema.

He leído cosas suyas. Parece que tiene una visión muy descorazonada de la escuela de hoy. ¿Qué es lo que no le gusta? ¿Cómo puede cambiarlo usted o qué necesita para cambiarlo?

La escuela en sí misma me gusta, me encanta, llevo toda la vida en una escuela u otra y siempre encuentro la manera de sentirla como un lugar seguro, a pesar de que cada día es en ella una inmensa aventura, no siempre agradable. Lo que no me gusta y que afecta a la escuela es lo que la rodea y le impide el crecimiento: un absoluto despiste acerca de quién es el verdadero protagonista en una institución como esta. No me gusta que la escuela dependa de las ideas políticas de turno, aunque ella misma es política. Quizá debería decir partidos en vez de política. No me gusta la brecha de oportunidades y falta de autonomía de las escuelas públicas con respecto a las privadas.

Una directora de escuela pública apenas puede mover ficha para financiar proyectos emprendedores y buscar su financiación mientras en otras escuelas se permite casi todo, sean concertadas o privadas. ¿Cómo es posible que los colegios concertados puedan comprar iPads y los públicos no? Este ejemplo puede ser algo burdo, pero es muy claro y se puede hacer extensivo a otras cosas. En la pública estamos maniatados hasta las trancas, nos inventamos cosas a diario, pero algunas necesitan financiación y nosotros no podemos financiar nada. Los fondos que reciben nuestros centros son ridículos, y de este sólo el 10% lo podemos invertir en material inventariable. No puedo fichar a especialistas ni invertir en recursos asociados a proyectos propios.

¿Todos los defectos de la educación son responsabilidad de la escuela?

No. No me gusta, por supuesto, la mercantilización de la educación. Para muchas familias, la educación de sus hijos forma parte del status social, por eso se acaba mercantilizando todo, porque creen que la educación es mejor si tienen más ordenadores, más especialistas, más idiomas, mejores instalaciones… El uso de niños y niñas en televisión en programas estúpidos pretenciosamente familiares y educativos. El mercado de libros de texto. La lluvia de maquinaria TIC de poca calidad y sin saber quién se hace cargo de ella. El bilingüismo sin recursos y sin planificación pensada. Todas las inversiones en programas estrella se han hecho pensando en eso, en el estrellato, y no en el alumnado.

Comprar ordenadores que (casi) nadie sabe usar en la escuela (que no es nivel usuario) o pretender ilustrar en Historia de España en un idioma que nadie controla (mientras sigue bajando el nivel de dominio de la lengua materna) me parece una ordinariez, por decirlo suavemente. Me sorprende que las familias piquen en cosas tan elementales y crean que eso es una educación de calidad.

¿TIC? Por supuesto, y TAC y TEP. Pero ahora tenemos que ser TIC sin TIC, porque lo que nos queda después de los recortes son cuatro pizarras digitales y un puñado de tablets obsoletas, las obsotablets. ¡Yo he llegado a usar mi Iphone de router para el colegio! Y aún así estamos obligados a poner un cartel en la puerta diciendo que nuestro centro es TIC. ¿Inglés? Sure! Pero no de cualquier manera y a cualquier precio. El problema es que sobre papel, en la normativa, todo está claro y es bonito y hasta bueno. Pero la realidad es la que manda y la que de verdad forma o no al alumnado, y esa poca gente quiere verla. No se piensa en niños y niñas. Se piensa en votos, por eso no mejoramos.

¿Qué hay del papel de las familias? ¿Hasta dónde llega su responsabilidad?

No me gustan las familias que hacen dejación de funciones, en un extremo, y las que quieren hacer el trabajo de los profesionales, en el otro. Hoy día, todo el mundo sabe qué hay que hacer en educación y, algunas personas quieren obligar a maestros y maestras a hacerlo según ellas lo entienden ignorando al profesional que se supone que debemos ser. Afortunadamente son las menos. No me gusta el tratamiento que se le da en los medios de comunicación a problemas tan graves como el acoso, cayendo repetidamente en el amarillismo y generalizando sobre malas prácticas en vez de ilustrar con las buenas, que las hay y son cada vez más y mejores.

En una sola frase, diría que el problema de la escuela es que las comunidades educativas tienen mal colocadas las piezas por orden de importancia. En la parte de estímulo a niños y niñas, no ayuda que casi todo el mundo esté todo el día acariciando una pantalla con el dedo. Es sorprendente como esta frase hace reír al alumnado de 6º una vez que les demuestras con dos preguntas que son nativos y analfabetos digitales.

Desde dentro, ¿cómo valora la formación del profesorado?

Yo he conocido muchos más maestros buenos que malos, es más, diría que no hay maestros malos de por sí. Hay compañeros que se han quemado más rápido que otros y, obviamente, estamos en una profesión blindada en el funcionariado que te permite un día cruzarte de brazos y decir: yo voy a hacer lo justo. Yo misma he estado a punto de dejarlo varias veces, pero luego llega algo nuevo, un cambio, y eso me vuelve a despertar la curiosidad, las ganas, el entusiasmo.Los cambios, la necesidad de probar cosas nuevas es lo que te ata a la escuela. Quizá si las leyes nos durasen más de tres meses, no habría tanto profesor escéptico.

No me gusta la formación inicial del profesorado o que la continua sea voluntaria y todavía creamos que algo de la escuela nos pertenece. No me gusta que no rindamos cuentas a casi nadie ni que sea una profesión mal mirada en España. Ni me gustan los proyectos colaborativos con Baden-Baden mientras no miras al maestro de la clase de al lado. Creo que hay cierta confusión en las redes (de las que soy adepta) acerca de lo que es innovación educativa y, en algunos casos, se vuelve a olvidar al protagonista de la cosa, que es el alumnado y no el maestro o la maestra. Estoy desarrollando alergia a los premios educativos.

Le he oído criticar el calendario escolar y los espacios dentro de la escuela. ¿El problema empieza en el tiempo y el espacio educativos?

El tiempo es muy cerrado y los espacios también. ¿Puede encerrarse el aprendizaje en una cajita de pocos metros con 27 niños y niñas y hablar de una cosa distinta cada 45 minutos? Hay poca, muy poca autonomía en los centros para paliar el déficit que supone el estricto horario que impone la normativa. Cuando un tema va creciendo y vas ganando el interés sincero de los 27, suena el timbre y tienes que irte a emocionar a otros 27 del mismo modo. Eso no es natural y aprender sí lo es. O que maestros y maestras que son artistas en un tema no puedan regalarlo al alumnado porque no son especialistas. Es terrible.

Y las aulas, ¿cree que limitan las posibilidades para enseñar?

Sobre los espacios, cada vez es más difícil ampliar el horizonte de aprendizaje del alumnado salvo por la inmensa ventana que supone el uso de Internet. Pero el exceso de celo constriñe el movimiento. Por ejemplo, una vez me echaron de un parque donde un lunes a las 10:30 de la mañana estaba con 26 niños y niñas leyendo El Quijote en un tono y una concentración dignos de admiración a sus diez años. Tuvimos que irnos porque no era legal, porque el parque podría necesitarse para otras cosas, porque no me había acompañado Protección Civil en los 300 metros que separaban el parque del colegio… porque los mayores tienen un miedo terrible a todo lo que no pueden controlar (no sabrán que nada es controlable). Hemos perdido frescura y es una pena, además de un error técnico gravísimo.

Usted defiende que los colegios mezclen a alumnos de distintas edades dentro de una misma aula. Explíquemelo…

Cuando se mezclan niños y niñas de distintas edades en trabajos puntuales o fijos a lo largo del curso mejora la convivencia, como mínimo. También la mentorización es muy positiva. En nuestro colegio el Plan de acompañamiento del alumnado de tercer ciclo al alumnado de Infantil en su adaptación, traslados a actividades, lectura, etc., es muy positivo y se nota especialmente en alumnado que en otras circunstancias no se implica tanto en la clase. Cuidar y ser cuidado es siempre un plus de bienestar y se aprende mejor desde el bienestar que desde la incomodidad o la tristeza.

Hay centros que han apartado los libros de texto y trabajan sobre proyectos. ¿Ese sería un camino?

Ese es el camino, pero no es fácil ni real en un 100%. Al no ser generalizado ni tenerlo clarísimo el grueso de las comunidades educativas, yo votaría por un sistema mixto que prepare al alumnado casi para cualquier cosa. Hoy van de un centro educativo a otro y, aunque el proyecto educativo indica el camino, los profesionales son diversos y su nivel de formación no es el mismo, por tanto creo que la mejor opción es dar al alumnado todas las herramientas posibles que incluyen pintar un cuadro porque me da la gana a la hora del recreo y exámenes tipo test también. Cuanto más conoces, mejor te desenvuelves. Evidentemente, el libro de texto como apoyo mínimo es a lo máximo que soy capaz de llegar.

Todos los oficios tienen un referente, ¿Cuál es el suyo? ¿A quién quiere parecerse como maestra? ¿Qué colegio o qué sistema escolar le gusta y por qué?

Como maestra no he pensado nunca en a quién me quiero parecer. Siempre he pensado en cómo hacerlo para no dañar a ningún niño o niña y después, para no aburrirles mientras aprenden una pila de cosas aunque no sean de la asignatura que toca. Aprendo de mucha gente, sean conocidos o no, me fijo en sus maneras, en cómo tratan a los niños y en la cantidad de ego que emanan. Si es gente serena, les sigo en silencio y copio sus ideas. Así he cambiado muchísimo como persona, creo que a mejor, aunque me queda mucho camino. Colegios y sistemas escolares perfectos no existen. Me gustaría un sistema educativo inclusivo y público de verdad que rayara la excelencia humana y de paso, la cultural y académica.

¿Qué ha cambiado más en los últimos 30 años: el perfil del alumno o el del maestro?

Obviamente, el de las familias que, a su vez, fueron alumnos y alumnas. El perfil del maestro o la maestra es muy resistente. Si la formación inicial fuera mejor, si el acceso al trabajo estuviera mejor diseñado y no fuera para siempre, si socialmente no fuera un trabajo para mujeres sin aspiraciones (el porcentaje es altísimo, en principio, y me lo cuentan alumnas de Grado), si no creyéramos que no pasa nada, sería más flexible. Creo que se acerca el momento de que esto pase, pero aún queda. Las administraciones son muy cobardes con algunos temas y este es uno de ellos (la religión en la escuela, el pacto educativo, son otros).

¿Cree que la escuela educa en igualdad, cree que reconoce y ataja los comportamientos sexistas?

No, no lo hace. Una vez más la escuela es fiel reflejo de la sociedad en la que vive, no es un ente abstracto. Se llena cada mañana de niños y niñas que viven en familias que tienen unas creencias y una ideología muy claras, y eso choca a veces con un proyecto educativo inclusivo, igualitario, coeducativo. A algunas familias les pasa lo contrario. Todavía hay personas que creen que las mujeres no necesitamos ser nombradas, que ayudar en casa es compartir tareas, que ir al colegio con falda de tablas es lo mismo que hacerlo con ropa cómoda, etc. Eso, en lo superficial. En lo profundo, no es tema para esta entrevista.
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"LA MOTIVACIÓN DEL DOCENTE ES MÁS IMPORTANTE QUE LA DEL ALUMNO"

El catedrático Pedro Sáenz-López Buñuel apuesta por herramientas de desarrollo emocional en la formación de los profesores.

Es más imprescindible la motivación del docente que la del alumno. Porque el docente es un generador de emociones y dinámicas. Un docente motivado es una pieza fundamental en las reglas de la enseñanza. Así lo creen los expertos que estos días se reúnen en La Rábida dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía. Los neurólogos acaban de descubrir la neurona espejo, que camaleonizan al ser humano con el entorno.

Pedro Sáenz-López Buñuel es catedrático de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva y director del curso 'Motivar en las aulas', y se pregunta qué significado tiene todo esto en el campo de la educación. Su respuesta es sencilla: «Un docente sonriente puede crear alumnos sonrientes. Un docente apasionado tiene más probabilidad de crear alumnos apasionados. Y todo lo contrario: Imaginemos a un docente aburrido o que no le guste lo que hace. Dudo mucho que despierte algo útil en sus tutelados», asegura.

Cómo se motiva al docente es el reto que estos días se han marcado los expertos reunidos en el campus onubense. «Nos falta en la formación del profesorado herramientas de desarrollo emocional», cree el catedrático. «En la sociedad actual -asegura- tendemos a echar las culpas de los fracasos siempre a otros, pero jamás a nosotros mismos. Yo tengo éxito gracias a mí, pero mi desgracias son siempre responsabilidad de otros. Pero eso no es así. La motivación depende de uno mismo». Y añade: «No es culpa de mi sueldo, del director, de mis compañeros, del ministro, de la ley o de la sociedad. La culpa de un aula desmotivada es mía. Y salir de esa contaminación ambiental negativa es difícil. Queremos que este curso sirva para despertar, ya sea en un novato recién comenzado su trabajo o en un veterano con sus vicios demasiado asentados después de treinta años de docencia, la conciencia de que es él el último responsable de la motivación de su aula».

A Pedro Sáenz-López se le ocurren algunos modos de motivar a sus colegas. «Hay que hacerles ver la necesidad de aplicar herramientas de automotivación, de convencerlos de la labor tan importante que tienen, sea cual sea la fase educativa en la que estén implicados. Su trabajo va a hacer que su vida sea mejor y va a hacer mejor la vida de las personas que están bajo su tutela. No hay otro truco que la automotivación», asegura.

Un aula feliz

Un profesor motivado aumenta la probabilidades de un aula feliz. Ahora pongamos el ejemplo contrario: Un profesor sin motivación convertirá su aula en un espacio poco feliz. «La excusa típica que ponemos los docentes es el sueldo, los directivos, las mejores condiciones... Y eso no es así: Debemos de convencernos de que tenemos una profesión maravillosa y pocas profesiones tienen un impacto social como la nuestra», asegura el catedrático de la Universidad de Huelva.

Pero en un país como España donde cada legislatura política trae aparejada un cambio de ley es un motivo de desmotivación para los docentes. «Sí. Eso es cierto -reconoce Sáenz-López-. Eso acaba por quemar al profesorado. Correcto. Pero como estamos tan poco preparados para aceptar las cosas que no nos gustan caemos en el victimismo. Y yo sostengo que al final la educación de los alumnos depende de sus profesores». «El mensaje es: hagamos la revolución desde las aulas. No esperemos a que nuestro profesor preferido sea ministro de Educación. No esperemos al director de centro perfecto. No esperemos a eso. Yo cierro la puerta de mi clase y durante esa hora debo crear un ambiente de motivación que ayude a mis alumnos a ser mejores personas frente al futuro», manifiesta.

¿Y a un alumno cómo se le motiva? "Es más fácil motivar a un alumno que a un profesor", sostiene Pedro Sáenz-López. Es verdad, valora, que no es lo mismo motivar a un niño de seis años, al que tan solo hay que orientarlo, que a un adolescente de secundaria. La neuroeducación, que es la aplicación de la neurociencia en el ámbito de las aulas, dice que el gran cambio está en las emociones. "Si el maestro se emociona podemos emocionar a nuestros alumnos a través de la curiosidad. Es imposible enseñar si un alumno no quiere aprender. La transformación consiste, por tanto, en saber cómo quiere aprender el alumno. Ser docente no es llegar a un aula y soltar lo mucho que sé sobre determinada materia. Ser docente es conseguir que mis alumnos quieran aprender", concluye.
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LA CARTA DEL PROFESOR URUGUAYO QUE CONMUEVE AL MUNDO DE LA EDUCACIÓN

Se trata del periodista y académico Leonardo Haberkorn, quien renunció a seguir dando clases en la universidad ORT de Montevideo. “Me cansé de pelearle a los celulares, el Whatsapp y el Facebook” (texto publicado en su blog, El Informante).

CON MI MÚSICA Y LA FALLACI A OTRA PARTE


Después de muchos, muchos años, hoy di clase en la universidad por última vez. No dictaré clases allí el semestre que viene y no sé si volveré algún día a dictar clases en una licenciatura en comunicación. Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla. Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono que no cesa de recibir selfies. Claro, es cierto, no todos son así. Pero cada vez son más.

Hasta hace tres o cuatro años la exhortación a dejar el teléfono de lado durante 90 minutos -aunque más no fuera para no ser maleducados- todavía tenía algún efecto. Ya no. Puede ser que sea yo, que me haya desgastado demasiado en el combate. O que esté haciendo algo mal. Pero hay algo cierto: muchos de estos chicos no tienen conciencia de lo ofensivo e hiriente que es lo que hacen. Además, cada vez es más difícil explicar cómo funciona el periodismo ante gente que no lo consume ni le ve sentido a estar informado.

Esta semana en clase salió el tema Venezuela. Solo una estudiante en 20 pudo decir lo básico del conflicto. Lo muy básico. El resto no tenía ni la más mínima idea. Les pregunté si sabían qué uruguayo estaba en medio de esa tormenta. Obviamente, ninguno sabía. Les pregunté si conocían quién es Almagro. Silencio. A las cansadas, desde el fondo del salón, una única chica balbuceó: ¿no era el canciller?

Así con todo.

¿Qué es lo que pasa en Siria? Silencio.

¿De qué partido tradicionalmente es aliado el PIT-CNT? Silencio.

¿Qué partido es más liberal, o está más a la "izquierda" en Estados Unidos, los demócratas o los republicanos? Silencio.

¿Saben quién es Vargas Llosa? ¡Sí! ¿Alguno leyó alguno de sus libros? No, ninguno.

Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta donde no existen los vegetales. En un ejercicio en el que debían salir a buscar una noticia a la calle, una estudiante regresó con esta noticia: todavía existen kioscos que venden diarios y revistas. En la Naranja Mecánica, al protagonista le mantenían los ojos abiertos con unas pinzas, para que viera una sucesión interminable de imágenes, veloces, rápidas, violentas. Con la nueva generación no se necesitan las pinzas. Una sucesión interminable de imágenes de amigos sonrientes les bombardea el cerebro. El tiempo se les va en eso.

Una clase se dispersaba por un video que uno le iba mostrando a otro. Pregunté de qué se trataba, con la esperanza de que sirviera como aporte o disparador de algo. Era un video en Facebook de un cachorrito de león que jugaba. El resultado de producir así, al menos en los trabajos que yo recibo, es muy pobre. La atención tiene que estar muy dispersa para que escriban mal hasta su propio nombre, como pasa. Llega un momento en que ser periodista te juega en contra. Porque uno está entrenado en ponerse en los zapatos del otro, cultiva la empatía como herramienta básica de trabajo. Y entonces ve que a estos muchachos -que siguen teniendo la inteligencia, la simpatía y la calidez de siempre- los estafaron, que la culpa no es solo de ellos. Que la incultura, el desinterés y la ajenidad no les nacieron solos. Que les fueron matando la curiosidad y que, con cada maestra que dejó de corregirles las faltas de ortografía, les enseñaron que todo da más o menos lo mismo.

Entonces, cuando uno comprende que ellos también son víctimas, casi sin darse cuenta va bajando la guardia. Y lo malo termina siendo aprobado como mediocre; lo mediocre pasa por bueno; y lo bueno, las pocas veces que llega, se celebra como si fuera brillante. No quiero ser parte de ese círculo perverso. Nunca fui así y no lo seré. Lo que hago, siempre me gustó hacerlo bien. Lo mejor posible.

Justamente, porque creo en la excelencia, todos los años llevo a clase grandes ejemplos del periodismo, esos que le encienden el alma incluso a un témpano. Este año, proyectando la película El Informante, sobre dos héroes del periodismo y de la vida, vi a gente dormirse en el salón y a otros chateando en WhatsApp o Facebook. ¡Yo la vi más de 200 veces y todavía hay escenas donde tengo que aguantarme las lágrimas!

También les llevé la entrevista de Oriana Fallaci a Galtieri. Toda la vida resultó. Ahora se te va una clase entera en preparar el ambiente: primero tenés que contarles quién era Galtieri, qué fue la guerra de las Malvinas, en qué momento histórico la corajuda periodista italiana se sentó frente al dictador. Les expliqué todo. Les pasé el video de la Plaza de Mayo repleta de una multitud enloquecida vivando a Galtieri, cuando dijo: "¡Si quieren venir, que vengan! ¡Les presentaremos batalla!". Normalmente, a esta altura, todos los años ya había conseguido que la mayor parte de la clase siguiera el asunto con fascinación. Este año no. Caras absortas. Desinterés. Un pibe despatarrado mirando su Facebook. Todo el año estuvo igual. Llegamos a la entrevista. Leímos los fragmentos más duros e inolvidables.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

Ellos querían que terminara la clase.

Yo también.
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DESCARGAR ESTE ARTÍCULO EN PDF William Criado

CADA VEZ MÁS PROFESORES BUSCAN CONSTRUIR LA ESCUELA DEL SIGLO XXI

Dos profesores explican sus métodos y su visión para recuperar la conexión con los alumnos. El nuevo curso arranca con proyectos educativos que pretenden eliminar horarios, mezclar asignaturas y desarrollar nuevas habilidades.

Más de un millón y medio de alumnos vuelven a clase a partir del lunes en Catalunya. Y lo harán, en muchos casos, en escuelas en plena transformación. Cada vez más profesores admiten que la enseñanza tradicional ya no sirve. Buscan nuevos métodos para construir la escuela del siglo XXI, porque, aseguran, aún estamos anclados en la del XIX. Desaparecen los horarios, las asignaturas o los exámenes. Llegan proyectos globales, materias mezcladas y nuevas habilidades -trabajo en grupo, iniciativa, creatividad...-. El movimiento coge fuerza y se extiende. Será, con toda probabilidad, uno de los grandes cambios educativos de los próximos años, y nace de los propios docentes, de la base. Dos de estos profesores pioneros explican aquí cómo dan la vuelta a la clase.

Minerva Porcel es maestra de primaria en el colegio concertado Claver de Lleida, de Jesuïtes Educació. Esta red de centros educativos ha puesto en marcha un ambicioso proceso transformador. Su iniciativa ha servido además para avivar el debate sobre la nueva educación en todo el país. Porcel se ha especializado en uno de los pilares de la metamorfosis de estas escuelas: la agrupación de 5.º y 6.º de primaria y 1.º y 2.º de ESO en una sola etapa educativa. Los niños de tres o cuatro años van a la escuela felices. Te explican lo que hacen, están entusiasmados. Se sienten queridos. Y luego, a medida que pasan los cursos, cuentan las horas para salir por fin del colegio, para que llegue el fin de semana y ser libres.

¿Qué ha pasado en medio?

Eso es. ¿Qué pasa? Pues que llegan a una escuela donde suena el timbre, hacen matemáticas, suena el timbre, cambian a lengua, suena el timbre, salen al patio, suena el timbre, clase de sociales... Dictados, exámenes. Y así un año, y otro y otro y otro. ¡Durante quince años! Normal que muchos acaben hartos.

¿Y qué hay que hacer entonces?

Poner al alumno en el centro. ¡Ilusionarlo! Luchar contra el absentismo emocional.

¿Absentismo emocional?

Este es un grave problema de la escuela actual. Niños que van a clase porque no les queda más remedio, que están pero es como si no estuvieran, y no porque se porten mal. En cambio, fíjese qué contentos van a las extra escolares. ¿Por qué? Pues porque las eligen ellos, porque, en general, hacen lo que realmente les gusta. Los maestros hemos tenido que reaccionar ante esto.

¿Por eso este movimiento de escuelas innovadoras?

Exacto. A los docentes nos ha costado verlo, pero es así. Durante mucho tiempo las escuelas han funcionado como fábricas, formando a niños en serie cuando cada persona es diferente y tiene unos talentos determinados. Y los profesores nos dábamos cuenta, pero no nos parábamos a buscar una solución. Ahora, en cambio, se ha visto que la renovación de la escuela es una gran necesidad. Los maestros se remueven y se han creado muchísimos foros de reflexión y análisis. Es uno de los grandes debates educativos del momento.

¿Sólo debate?

De momento sí. Estamos en una fase en la que hay mucha reflexión y menos acción. Pero esto cambiará. Ahora, para transformar la educación de verdad el cambio debe ser sistémico, o se cambia todo a la vez, o nos quedaremos a medias, no resolveremos el problema y nos frustraremos.

¿Qué hay que cambiar?

Todo. Los requisitos de entrada a las facultades de Educación, seleccionar mejor a los futuros docentes. Luego, la formación de los profesores en la universidad, la selección de estos en las escuelas, la organización interna de los centros, la relación con los alumnos, la forma de enseñar...

Un ejemplo.

Le diré lo que hemos hecho nosotros. No tenemos jefe de estudios ni profesores divididos por departamentos, sino un equipo de profesores encargado de cada curso. No dividimos la enseñanza por asignaturas, sino que introducimos los contenidos a través de proyectos interdisciplinares; hemos agrupado a los alumnos en clases de 60 con tres profesores.

¿Y cómo es un proyecto?

Los alumnos pueden plantear una pregunta o tema que les interese. ¿Por qué la Tierra es redonda? La historia del tiempo, los dinosaurios, lo que sea. Y a partir de ahí introducimos los contenidos.

Y para realizar el proyecto, leen, escriben, aprenden las matemáticas, la historia, o la lengua inglesa.

Sí. Para el profesor, trabajar así requiere un mayor esfuerzo y preparación. Lo que se hace en la escuela tradicional es mucho más fácil para nosotros.

¿Qué tiene que aprender un alumno de primaria?

Ya vamos otra vez a los contenidos. Los contenidos son necesarios, pero esto es lo menos complicado de enseñar. Ya viene en el currículo. Lo que un niño necesita es entender el mundo en el que vive. Y tener herramientas para construir el mundo en el que vivirá en el futuro. La sociedad cambia a ritmo acelerado. Entonces, además de matemáticas o lengua o historia, una persona necesita tener recursos propios, ser creativa, autónoma y también poder trabajar en equipo. Ser capaz de aprender constantemente y renovarse. También estar comprometida con el bien común y crear un itinerario de vida. Contextualizar al alumno en sus necesidades es lo más difícil, y eso se consigue con un equipo de maestros que estudien su caso y lo apoyen.

Las escuelas de primaria son más atrevidas, y en cambio, la secundaria suele ser más tradicional, cuesta que se atrevan a probar métodos nuevos.

Los profesores de secundaria tienen muchas ganas de transformar la educación. En la primaria cuesta menos, porque los maestros están 25 horas a la semana con los alumnos. Los conocen más y la enseñanza está más globalizada. En la ESO, cada profesor pasa unas tres horas a la semana con cada grupo de alumnos. Están muy condicionados por los horarios y la estructura organizativa.


Boris Mir trabaja como profesor de historia y música en el instituto-escuela público Les Vinyes, en Castellbisbal, un centro de referencia en innovación educativa. Ellos han dado la vuelta a las clases y la organización de los profesores.

¿Ahora todo el mundo habla de innovación educativa? ¿Es una moda o una necesidad real?

Está de moda la innovación. Pero transformar el sistema educativo es una necesidad real y la innovación es una herramienta para conseguirlo. A pesar de que, bajo este paraguas, se esconden muchas ideas clásicas con nuevas presentaciones. En realidad hay muy poca innovación en educación, simplemente hay una "actualización" de la escuela, fruto de las nuevas demandas de la sociedad, a menudo actualizando ideas pedagógicas clásicas.

Cada profesor defiende su método. ¿En qué se basan? ¿Hay evidencia que una cosa funcione y otra no en educación?

Tenemos muchas evidencias de cómo funciona el aprendizaje. Nos lo dice la psicología, la neurobiología, la didáctica...

Entonces, ¿por qué no se aplican? Si hay consenso científico sobre aquello que funciona, ¿por qué no hay consenso político?

Porque la educación está incrustada en un sistema de valores y de opciones políticas y éticas. Esta mezcla hace que los debates sean muy superficiales. Los debates de fondo sobre el modelo de persona que queremos formar y el tipo de sociedad en la que queremos vivir se mezclan con las evidencias que tenemos sobre el aprendizaje. Son cosas diferentes y las mezclamos. Una cosa es la didáctica y otra el propósito de la educación o las finalidades de la escuela. Fíjese en Finlandia y Corea del Sur. Tienen resultados muy buenos con métodos y objetivos muy diferentes. Los primeros creen en la cooperación, los segundos en la competitividad. La manera de enseñar vehicula siempre valores, y esto es crucial.

Por proyectos, sin asignaturas, sin libros, sin horarios, sin notas... ¿Hay que repensar todo esto?

Debajo el paraguas del "trabajo por proyectos" se esconden muchas cosas bien diferentes. Y se contrapone a "contenidos". Hay demasiado nominalismo en todo eso, siempre tendemos a sobreactuar en los debates pedagógicos. Se habla mucho y se hace poco. En realidad está todo bastante "repensado": actualizar la escuela a partir de las evidencias que tenemos no es un tema de modelo.

¿Nada de lo que se hacía antes vale? ¿Debemos rechazar la memorización y la clase magistral?

La memorización y la exposición magistral se tienen que reubicar, simplemente. La memorización es imprescindible, pero tiene que ser significativa. Rechazar la memoria sería rechazar la experiencia pasada, cosa que nos imposibilitaría hacer operaciones mentales. Otra cosa es defender la memoria inerte, como un repositorio de palabras y hechos. El tema de la clase magistral es diferente: no es un gesto mental, es una herramienta didáctica. Y como tal se tiene que utilizar en función de los objetivos de aprendizaje, de la situación.

Hace tiempo que las escuelas públicas innovan, pero hasta que una red grande de concertadas no lo ha hecho, el tema no ha llegado a la opinión pública.

Las escuelas públicas no se ocupan de tener o no tener alumnos. No necesitan "vender" su servicio. La escuela concertada, en cambio, sí. Eso los inclina a salir en los medios o presentarse a premios. De hecho, en la escuela pública, si tienes más demanda que oferta, tienes un problema, porque parece que compitas con los centros de tu zona. Cosa que es totalmente falsa. En un buen sistema educativo, los padres no tendrían que sufrir por escoger escuela: todas serían de primer nivel.

¿Falta apoyo del Departament a los centros públicos innovadores?

No hay ningún apoyo real a los centros públicos innovadores. La innovación está tolerada, pero no está apoyada. La concepción centralizada y burocrática de la enseñanza hace realmente difícil la existencia de modelos diferenciados. Trabajas resistiéndote a ser asimilado por el sistema.

¿Qué necesita un centro público para sacar adelante un proyecto diferente?

Otras reglas de juego para funcionar, como disponer de recursos propios, de profesionales capacitados y comprometidos con el proyecto del centro. Y de auténtica autonomía de centro.

¿Los profesores jóvenes que empiezan están bien formados?

No, pero tampoco pueden estarlo. Simplemente los tendríamos que formar in situ, acogiéndolos y tutorizándolos. Tendríamos que hacer como hacen los hospitales universitarios: jóvenes maestros que trabajan al lado de profesionales de referencia. Las tutorías de prácticas en el centro ni siquiera son remuneradas. Para mí tendrían que sustituir las oposiciones.

¿Qué le parece el nuevo currículum de la ESO, que ponga el acento en las competencias?

Es una continuidad del anterior. En algunos aspectos es una simplificación, en otros, una insistencia en las competencias. Pero en general, el impacto real, a corto plazo, está sobrevalorado. Cambiar las prácticas y la cultura de los centros no se hace con un decreto...

¿Qué tiene que saber un alumno al acabar el ESO?

Los objetivos básicos que marca la ley: alcanzar las competencias básicas y convertirse en personas capacitadas para vivir libremente y dignamente en nuestra sociedad. ¡Casi nada!
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William Criado

¿PODREMOS PRESCINDIR DE LOS MAESTROS?

Un artículo de Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill.

Los nuevos robots digitales ofrecerán millones de buenos vídeos, pero difícilmente evaluarán un proyecto o harán una tutoría.


Bienvenidos al reino de una nueva cultura. En pocos años el mundo se ha convertido en audiovisual, extenso, inmediato y conectado. El consumo de televisión entre los jóvenes cae en favor de las píldoras de vídeo a la carta. En medio de toneladas de banalidad encuentran los vídeos de un apasionado profesor de Stanford explicando física cuántica. A un solo clic, los ingenieros de la NASA ensamblan en directo la sonda que mañana sale hacia Marte. La Khan Academy ofrece gratuitamente buenas lecciones de matemáticas y los clásicos de la literatura adoptan formatos transmedia.

Ningún maestro puede obviar que los nuevos alumnos llegan al aula con mucha información previa, no necesariamente bien articulada. Y cuando salen del aula pueden seguir profundizando sin límites en función de sus intereses y potencialidades. La autoridad del maestro ya nunca más será la de un intermediario que suministra sus conocimientos dosificados.

CULTIVAR LA CURIOSIDAD INTELECTUAL

¿Estamos a las puertas del paraíso o del infierno educativo? El primer deber de un maestro será cultivar la curiosidad intelectual. Pero incluso si el alumno aprende a discriminar la calidad y fiabilidad de un vídeo, disfrutar de accesibilidad ilimitada a buenos contenidos no es lo mismo que aprender. Los niños deben saber convertir la información en conocimiento relevante, y este en competencias de pensamiento crítico y creativo. A las plataformas de vídeo no les preocupa que nuestros niños crezcan como persona o ciudadano, solo multiplicar los clics y la viralidad. Al buen maestro, sí.

No todo son oportunidades: algunos expertos avisan de que hiperestimular el cerebro de nuestros hijos con el consumo de contenidos solo refuerza mecanismos neurológicos de recompensa rápida, disminuyendo la capacidad de concentración. Y el efecto motivador que tienen los formatos educativos digitales está comprobado que decae en poco tiempo.

Visionar contenidos motivadores puede ser un buen recurso, pero no es el camino: se aprende con actividades analíticas, interactivas, reflexivas y expresivas. No podemos sustituir el obsoleto modelo transmisivo de los libros de texto y las lecciones dictadas por la idea romántica de que cada niño conoce por sí mismo su mejor manera de aprender.

TAREAS DE ALTO VALOR AÑADIDO

El gran reto de los próximos años será un aprendizaje más personalizado, en el que la tecnología es solo un posibilitador. No hagan ustedes caso a los que dicen que la alternativa es la individualización automatizada de la educación, pese a que veremos avances espectaculares. Los nuevos softwares de analítica de aprendizaje basados ​​en big data se integrarán con las plataformas de vídeo y mejorarán su capacidad de predicción para recomendar actividades a la medida de la evolución de las dificultades e intereses de cada alumno. ¿Esto hace prescindibles los docentes? Al contrario. Veamos de ejemplo el modelo de clase invertida: el maestro diseña unos itinerarios de aprendizaje con vídeos de calidad y los alumnos trabajan estos contenidos autónomamente o en casa. El tiempo de clase sirve para que los alumnos realicen actividades, problemas y proyectos forjando estos conocimientos con el maestro. Los maestros pueden reducir las tareas de bajo valor añadido (transmitir contenidos) y centrarse en las de alto valor añadido (asesoramiento didáctico personalizado y diseño de actividades). Los nuevos robots digitales ofrecerán millones de buenos vídeos y aprenderán a corregir los exámenes memorísticos, pero difícilmente evaluarán un proyecto o harán una tutoría. En la llamada nueva ecología del aprendizaje necesitamos más maestros con esta experiencia.
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LOS MAESTROS CAMBIARÁN LA ESCUELA

El fenómeno avanza cual mancha de aceite. Y lo hace a pasos agigantados, a una velocidad que poco se podía sospechar hace solo dos años. Si hay algo que indiscutiblemente va a marcar el próximo curso escolar 2016-2017 en Catalunya es -más allá de la LOMCE y de las reválidas, por encima de las ratios, los barracones y quizás también de los recortes- la búsqueda de un nuevo modelo de sistema educativo.

El movimiento de la escuela innovadora o avanzada, la que ha decidido incorporar nuevas maneras de enseñar, más basadas en el alumno que en el docente, se expande tanto en la pública como en la concertada. Las escuelas han empezado a derribar tabiques para dar más espacio a las aulas, han retirado libros de texto y transformado la forma de evaluar a sus estudiantes. Las familias ya comienzan a creer en ello, como se demostró el pasado marzo, cuando muchos de estos centros quedaron desboradados ante el alud de peticiones de preinscripción recibidas. Ahora es el turno de los maestros, de los que tienen la llave de esta transformación.

Cada vez más convencidos de que algo hay que hacer, este diario ha hablado con tres profesores que este agosto han dedicado parte de sus vacaciones a formarse en nuevas metodologías pedagógicas. Son tres de los más de cien participantes en el programa Betacamp, una iniciativa autogestionada, promovida desde la base, por un equipo de maestros que llevan tiempo aplicando estos modos de enseñar, pero que creen que hay que seguir evolucionando. Ha sido su manera de reaccionar, además, a la muy reducida oferta formativa por parte de la Administración que todavía hay en este ámbito, en el que queda mucho por aprender.

ROSA CLAR: " LOS LIBROS DE TEXTO SON UN CORSÉ PARA LOS MAESTROS"

Si algo desborda Rosa Clar es entusiasmo. Se le nota apasionada por lo que hace y que es mujer de ideas claras. Directora del instituto público de Tordera, un centro inaugurado el pasado curso 2015-2016 “con 60 alumnos y seis profesores”, Clar no tuvo ninguna duda, desde el momento en que le encargaron la responsabilidad, de que allí se iba a “trabajar por proyectos”. Los docentes que formaron parte del núcleo fundador la secundaron. “Cada uno de nosotros tenía cierta experiencia previa, bien porque habíamos trabajado en colegios donde ya se han introducido estas nuevas metodologías, bien porque lo habíamos aplicado de forma individual en nuestras aulas”, explica.

Así que a ninguno de los profesores iniciales se le hizo extraño eso de no tener que seguir los dictados de un libro de texto, lo de introducir los móviles en el aula como herramienta de trabajo o lo de “hacer que los alumnos aprendan a partir de lo que les rodea, de su propio entorno”, cuenta. “En el instituto de Tordera trabajamos por retos… ¿Qué quiero decir con eso? Pues que al principio de cada periodo los estudiantes y el profesor se plantean qué les preocupa, qué quieren descubrir y luego ese tema, ese reto, se ajusta al currículo. Nunca al revés”, cuenta.

Que quede claro, insiste la docente, que “el problema no es el currículo, que permite trabajar de maneras muy distintas, el verdadero problema son los libros de texto. ¡Esos sí que encorsetan la acción docente!”, afirma. Su participación en el programa Betacamp, subraya, ha servido para sentar mejor las bases de sus metodologías.

El proceso en el instituto de Tordera no ha sido fácil, entre otras razones, “porque los alumnos no estaban, al principio, habituados a trabajar de este modo”. Los profesores han tenido que enseñarles a confiar en sí mismos, en su propia autonomía y en su propio criterio. Y lo mismo con los padres. “Fueron necesarias varias reuniones informativas para que vieran qué estábamos haciendo”. Prueba de que sus explicaciones han cuajado es la alta matriculación que el centro ha tenido para este nuevo curso. “Hemos abierto una línea adicional en primero de ESO”, comenta Clar.

“Sabemos que no podremosa cambiar el sistema de un día para el otro, porque esto no es algo que se gire como un calcetín, pero estamos convencidos -y habla en plural porque habla de ella y de todo su equipo- de que mientras nosotros los profesores no nos cansemos de aprender, tampoco lo harán los estudiantes”.

ABRAHAM DE LA FUENTE: "LOS PROFESORES DEBEMOS ENSEÑAR A APRENDER"

Licenciado en Matemáticas por la Universitat de Barcelona (UB) y docente por vocación, Abraham de la Fuente se dio cuenta de que su asignatura necesitaba un nuevo planteamiento en el que el estudiante se convirtiera en el protagonista y la función del profesor fuera enseñar a aprender y no a memorizar.

“Hay un mal enfoque en la enseñanza y eso hace que las clases se vuelvan aburridas para los estudiantes. Los profesores tenemos que darle la vuelta a lo que significa ir al colegio e innovar”, explica. “Prescindir del manual y los libros de texto abre todo un mundo nuevo de posibilidades en la manera de enfocar una clase”, asegura el matemático. Este fue, de hecho, el primer método innovador que incorporó.

Las clases magistrales y teóricas han desaparecido casi por completo en la asignatura que imparte y han sido sustituidas por debates colectivos para resolver problemas que involucran a todos sus alumnos. Además, no duda en hacer uso de recursos digitales para añadir un mayor dinamismo. “Con internet, tienes un rápido acceso a la información. No necesitamos retener tantos datos, por lo que podemos trabajar más a fondo otros aspectos, como las competencias de los alumnos”.

Para De la Fuente, ni los deberes ni los exámenes son la mejor ni la única manera de evaluar los progresos de los estudiantes. “En la vida real no tenemos que enfrentarnos a exámenes constantemente para demostrar cómo nos desenvolvemos ante diferentes situaciones”, dice el docente.

Por ello, propone un trato más cercano e individualizado con el alumnado que permita atender a sus particularidades en el aprendizaje. Otro aspecto, según De la Fuente, es despertar el interés individual de los alumnos para lograr una mayor implicación de estos.

Finalmente, el método que utiliza este profesor consiste en que el propio alumno evalúe sus conocimientos y competencias, que sea crítico con él mismo y su trabajo. “Los resultados siguen siendo buenos o incluso mejores”.

No obstante, su programa de docencia sigue ligado a estos métodos de estandarización, desfasados según su criterio, y no entiende por qué los alumnos no pueden usar apuntes para examinarse: “Esto solo promueve que memoricen sin más, solo para aprobar, y no es el verdadero objetivo”, lamenta. Según el matemático, exámenes predeterminados como los de competencias básicas de la Generalitat o los de Selectividad ponen límites al programa educativo. Aunque este, opina, no es tanto el problema, sino “cómo deben enseñarse”.

IMMA FORNELLS: "TAMBIÉN A LOS COLES TRADICIONALES ESTÁ LLEGANDO LA INNOVACIÓN"

Sin duda a Imma Fornells le habría resultado muy fácil quedarse como estaba. Con 32 años, lleva casi una década trabajando como maestra de primaria en el colegio de Almacelles, el Antònia Simó i Arnó, y así podía seguir tranquilamente el resto de su vida, como tantos otros docentes con plaza en propiedad, en una escuela de un pueblo tranquilo, donde no hay grandes conflictos entre los alumnos porque en Almacelles casi todas las familias se conocen de toda la vida. Pero no. Fornells no se quedó quieta, sino que empezó a investigar, por su propia cuenta, cómo mejorar en su trabajo.

“Yo sé que no voy a poder hacer la revolución educativa que muchos propugnan, entre otras cosas, porque trabajo en una colegio tradicional, con un claustro donde hay muchas sensibilidades distintas, donde todavía hay un peso muy importante de lo memorístico... pero lo voy intentando, voy tratando de que los métodos innovadores se extiendan poco a poco, como una mancha de aceite", explica la docente, que además de Magisterio estudió Comunicación Audiovisual en la Universitat de Lleida (UdL) y ahora es alumna de Psicología por la UOC.

Pero como tampoco es mujer que se dé por vencida, Fornells ha conseguido ciertas complicidades entre sus compañeros de claustro y el apoyo de la dirección. “Todos ellos son conscientes de que hay que trabajar como se hace en la sociedad, de que las clases magistrales no son ya la única fórmula y muchos de ellos introducen también nuevas formas de enseñar”, afirma. El de Almacelles es un colegio que lleva ya años impartiendo clases de Ciencias en inglés, donde los alumnos construyen robots con fichas de Lego y donde cada año se crean parejas de lectura compuestas por niños de primero y de sexto de primaria. También tiene una emisora de radio escolar, cuyos contenidos elaboran los propios estudiantes, “y el próximo curso no habrá libros de texto para las lenguas castellana y catalana en el ciclo inicial”, proclama la maestra, como un auténtico logro.

“Es difícil acabar con hábitos adquiridos desde hace años y los maestros, cuando salimos de la facultad, seguimos reproduciendo los modelos que hemos visto toda nuestra vida”, reflexiona. “Casi todos nosotros hemos leído sobre las nuevas pedagogías, las sabemos de memoria y por eso -subraya- ha sido tan importante el participar en el Betacamp, porque allí vemos que todo eso se puede llevar a la práctica”. ¿Y no tendría que ser esa la misión de la Administración? “Pues si le digo la verdad es que allí a la Generalitat ni se la menciona”, replica con franqueza.
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EL PLACER DE APRENDER: REFLEXIONES DE UN DOCENTE ESPAÑOL EN FINLANDIA

El pasado 8 de agosto arrancaba la I Edición de cursos de verano organizados por la UEF (University of Eastern Finland), una de las mejores universidades de Finlandia incluida en el ránking de las 300 mejores del mundo.

Por puro azar me enteré de la iniciativa promovida por la Universidad y reservé mi plaza en tres de los cursos ofertados: The Schools of Tomorrow, The Future of Global Media y Comparative Perspectives of Pre-School Education. La organización de los cursos estaba dispuesta de tal forma que cualquier alumno podía realizar tantos cursos como quisiera de una misma área de conocimiento sin que se le solaparan los horarios y sin tener que pagar tasas adicionales -una de las muchas ventajas que ofrecen las instituciones educativas en Finlandia.


Gracias a este sistema tan flexible pude estudiar los secretos del éxito del sistema educativo finlandés desde diferentes perspectivas y puntos de vista. Muchas de las sesiones se basaban en debates que tenían su punto de partida en la lectura de artículos de investigación realizados por los propios profesores, aunque muchas otras tenían lugar en centros educativos donde se nos ofrecía la posibilidad de charlar con el equipo directivo y observar a otros docentes impartiendo sus clases habituales.

Algunos de los aspectos tratados durante las dos semanas de curso fue el sistema de selección y formación de profesorado, la metacognición y la gamificación como elementos fundamentales del nuevo Currículum Nacional de 2016, el impacto negativo de la tecnología en el desarrollo cognitivo y académico en el alumnado o la influencia del entorno físico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, entre otros. Sin duda, este último aspecto fue uno de los que más me invitó a la reflexión e hizo que indagara más al respecto para ver cómo podía facilitarle la tarea a mis alumnos a partir de pequeños cambios en el mobiliario y el diseño, tanto dentro como fuera del aula.

“…Aprender ha de ser una experiencia para los sentidos y asegurar el bienestar físico de nuestros alumnos es una obligación del gobierno y del profesorado a partes iguales”. Estas afirmaciones, realizadas por Sari Havu-Nuutinen, doctora en educación y profesora titular de la UEF, ponen de manifiesto el grado de compromiso de los docentes y agentes políticos en materia educativa, así como una de las principales líneas de investigación que se está llevando a cabo desde los propios centros educativos con el fin de generar un corpus científico que respalde estas hipótesis. De hecho, el nuevo Currículum Nacional que entró en vigor el pasado 16 de agosto y que ha sido elaborado a partir de los resultados derivados de estos estudios científicos, resalta la importancia de crear espacios físicos que incluyan materiales, herramientas y recursos que tengan en consideración el desarrollo físico, motriz y cognitivo en las diferentes edades y etapas del desarrollo.

Durante las visitas a los diferentes centros educativos pude fotografiar algunos de estos espacios y percatarme de la existencia de amplias zonas donde, tanto niños como profesores, pueden relajarse, reflexionar, jugar, trepar o aparcar sus bicis de manera segura.

Como puede observarse en la fotografía más abajo, en todos los centros educativos, independientemente del nivel, existen amplios aparcabicis para promover la actividad física entre el profesorado y el alumnado. Sorprendentemente y pese a los treinta grados bajo cero que se registran en los meses de invierno en la ciudad de Joensuu, la mayoría de los padres prefieren que sus hijos caminen o vayan en bicicleta al colegio ya que, como apuntan muchos de los estudios realizados por docentes investigadores de la UEF, aquellos alumnos que caminan u optan por el uso de la bicicleta suelen obtener mejores resultados académicos que los que se trasladan en coche.

En este enlace puede leerse más sobre el propósito del diseño y los materiales empleados en la construcción del centro de enseñanza Joensuu Primary School, obra de LAHDELMA & MAHLAMÄKI ARCHITECTS.

Sin embargo, la atención al diseño y la creación de espacios de aprendizaje inspiradores pensados para estimular al alumno no es la única razón por la que expertos en educación de todo el mundo toma a Finlandia como un referente. La importancia que se le concede al juego y a las artes, el sistema de selección y formación del profesorado, la investigación costante en materia educativa por parte de los propios docentes, la confianza ciega de la sociedad en la figura del docente o la igualdad de oportunidades gracias a la existencia de un sistema público y gratuito en todas las etapas educativas son aspectos que deben tenerse igual de presentes a la hora de comprender el éxito del sistema finés.

Para todos aquellos a los que os haya picado la curiosidad por descubrir más sobre los secretos del éxito del sistema educativo finés, encontraréis toda la información sobre la oferta de cursos que pueden realizarse en la University of Eastern Finland (UEF). En la web también puede accederse al listado de cursos que se han impartido por primera vez en la universidad de verano y a las actividades correspondientes al programa sociocultural -muy recomendable, por cierto.
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PENSAMIENTO

5 ESTRATEGIAS DOCENTES QUE FUNCIONAN EN EL SALÓN DE CLASE

¿Eres profesor y quieres innovar en tu forma de dar clase? Conoce a continuación 5 estrategias efectivas que podrás aplicar en el aula para mantener a tu grupo de alumnos motivados.

La docencia es una de las profesiones más cambiantes. Esto se debe a que las herramientas educativas evolucionan con la tecnología, y cada generación de alumnos es distinta a la otra. Por ello los profesores tienen que adaptarse e innovar continuamente y buscar nuevas vías para que los estudiantes logren asimilar el conocimiento. Conoce 5 estrategias útiles a aplicar en tu salón de clase.


Un experto en investigación sobre educación de Nueva Zelanda, llamado John Hattie, realizó un ensayo sobre cómo aumentar el impacto del aprendizaje. Su objetivo era que los profesores pudieran comprender mejor el proceso de aprendizaje a través de los ojos de sus estudiantes.

Sus conclusiones fueron resultado de 15 años de investigación. Destacó que la manera en que los alumnos aprendían, dependía en parte a la manera de proceder de los profesores en el salón de clase. Es decir, el éxito del aprendizaje de los estudiantes estaba ligado a qué tan buenas eran las estrategias que aplicaban los docentes. Estas son 5 estrategias eficientes que mencionó:

1. EXPLICAR LAS COSAS CON CLARIDAD

Para un alumno no existe nada peor que sentirse perdido en clase. No tener idea del tema que están dando, ni saber qué es lo próximo que van a dar, los desanima enormemente. Por ello el profesor tiene la tarea de presentar desde el primer día el plan de estudio, las unidades que van a dar, y comprometerse a hacer el mismo mecanismo cada vez que va a comenzar un tema nuevo. De esta manera los estudiantes saben qué se espera de ellos y qué deben hacer para tener éxito en esa clase.

2. PERMITE EL INTERCAMBIO DE IDEAS

Asistir a clase para ser un agente pasivo ya no es una posibilidad. Los estudiantes están acostumbrados a las redes sociales donde constantemente pueden dar su opinión y comentar sobre todo. Por ello esta dinámica debe aprovecharse en el área educativa. Los profesores tienen que dar un paso atrás de tanto en tanto para permitir que se generen intercambios de idea ente los alumnos. El ida y vuelta permite que aprendan del otro y es una buena oportunidad para que el docente observe si realmente comprendieron los conceptos y contenidos que está dando.

3. HAZ DEVOLUCIONES SIEMPRE QUE PUEDAS

Claro que es más sencillo llevarte a tu casa las tareas, corregirlas y devolverlas al otro día con la calificación, pero no es la opción más efectiva. Para que los estudiantes sepan si realmente están avanzando y mejorando, eres tú el encargado de darles una devolución sobre lo que hicieron. Una manera es hablando con el grupo entero y proceder a señalarles las debilidades que aún tienen y cómo pueden mejorarlas.

4. REALIZA EVALUACIONES SOBRE EL PROCESO DE FORMACIÓN

Además de los clásicos exámenes y pruebas para evaluar lo aprendido, deberás realizar evaluaciones para analizar el proceso de formación de tus estudiantes. Compara el desempeño que están teniendo con las metas que deberían ir cumpliendo según los objetivos plantados desde el principio. Al hacerlo con frecuencia podrás adaptar los materiales y la velocidad con la que avanzas. Incluso puedes pedirles a ellos que evalúen tu forma de actuar.

5. FOMENTA LA AUTOSUFICIENCIA DE TUS ESTUDIANTES

Debes brindarles oportunidades a tus estudiantes para que aprendan a organizarse, a crear su propio plan de acción y a evaluar su propio trabajo. Al ser conscientes de su forma de pensar y de actuar a nivel académico, consiguen modificar conductas y conseguir mayores logros que si tu les estas encima y los obligas a hacerlo.
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conciencia

INTERINOS e INTERINAS

Un articulo de Miguel Rosa Castejón, docente.

En este blog no he hablado nunca del profesorado interino. Esta entrada es un reconocimiento al trabajo realizado por los mismos, una puesta en valor al esfuerzo que desarrollan año tras año al estar a disposición de la administración.

La mayoría de ellos y de ellas han pasado por una oposición que en muchos casos han aprobado sin plaza, han sufrido la preparación de las mismas y para ello han dedicado parte de su vida a formarse para entrar en la carrera docente.


Una gran parte de los interinos e interinas tienen en su curriculum un bagaje de kilómetros y de centros donde han desempeñado su trabajo que difícilmente puede compararse con cualquier otra profesión. En mi caso , en nuestro centro, es de admirar la buena disposición al llegar al colegio nuevo, la capacidad para adaptarse, aunque sea para pocos días, una actitud que les honra y les da valor como personas y como profesionales.

Me parece una injusticia absoluta y un error, que a largo plazo pagará muy caro el sistema educativo, el prescindir de una gran parte de este colectivo. Año tras año los recortes en las plantillas han ido disminuyendo la contratación de este personal y la calidad de la Educación ha ido decayendo paulatinamente.

La gota que colma el vaso ha sido la implantación de la segunda lengua extranjera en primaria, el francés, donde se ha tenido la genial idea de prescindir de un profesor de primaria y “colocar” a un “especialista” de francés, sin tener en cuenta bolsa de interinidades y la antiguedad del profesorado en los colegios. Esto ha supuesto menos plazas de interinidades para el curso que viene y la supresión de puestos de profesores que llevaban años en sus centros por otro profesorado de “francés”que no tendrán mas remedio que ser tutores, con mucha menos experiencia y mucha menos preparación.

Además los centros a consecuencia de ello nos vemos obligados a modificar toda la organización de las tutorías al contar con menos profesorado, lo que nos lleva a que en cualquier curso de primaria puedan entrar de media 7 profesores diferentes, lo que tira por tierra el concepto de tutoría de primaria, elimina los refuerzos y apoyos y , pos supuesto, haciendo imposible cualquier tipo de sustitución por accidente o enfermedad de un compañero.

Un desatino absoluto por muchos motivos: Primero la implantación de una segunda lengua extranjera sin consolidar el proyecto bilingue, que por cierto tambien se recorta; Segundo la implantación de una segunda lengua extranjera sin contar con el profesorado necesario, haciendo lo que vulgarmente se dice “desvisitiendo a un santo para vestir a otro”; Tercero el desprecio más absoluto a cientos de docentes que ven suprimidos sus puestos; Cuarto el caos organizativo que obliga a los centros a reorganizarse sin medios ni recursos; Quinto por el desprecio más absoluto a la Educación.

Amigos y amigas interinas, solo os pido que no perdáis la ilusión, sé que es difícil mantenerse en la situación a la que nos llevan las actuales circunstancias y la mala o nula planificación de nuestro sistema educativo, pero sé que sois profesionales y saldréis adelante, !!!Ánimo compañeros y compañeras!!
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conciencia

GRACIAS, QUERIDO MAESTRO

Cuántos de nosotros no recordamos con emoción a aquella maestra o aquel maestro que en nuestra infancia nos llevó de la mano por parajes desconocidos de ensueño y fantasía, abriéndonos la mente y el corazón; que nos transportó a un mundo de aventuras haciéndonos soñar y despertar la imaginación. Aunque desafortunadamente, también podremos recordar a esa maestra o maestro desacertados que dejaron cicatrices de incomprensión o humillación en nuestra memoria y en nuestros sentimientos.

Es innegable la relevancia y la trascendencia de la labor del docente, por ello, hay que señalar las condiciones y cualidades que debe poseer para el ejercicio de su diaria labor. A continuación, y con el propósito de aportar a la reflexión, hemos elegido plantearles sólo algunos de los tantos aspectos que deben ser tenidos en cuenta en el desempeño de su trabajo, especialmente los educadores de la infancia y la juventud.

* Vocación: El maestro es una persona que nació para la amistad, no para el dominio, es alguien que siente que el amor debe gobernar. Debe dejar de lado la pretensión de ser el protagonista del aprendizaje para ser el guía y compañero. Su materia de trabajo es lo más sensible del mundo: los niños, merecedores de todo el esfuerzo necesario. Si un maestro tiene vocación, su profesión le entusiasmará y se entregará al máximo, de ese modo no tendrá que hacer grandes esfuerzos para ser paciente, porque estará cumpliendo una función que le llena.

* Ejemplo: Los niños se desarrollan según la forma en que son tratados, la manera en que les hablamos y, especialmente, según los ejemplos que les damos. Por lo tanto, el educador debe ser un modelo de actuación para los niños; debe ser coherente entre lo que dice y hace dentro y fuera del ámbito escolar. Es un modelo a seguir para cada uno de los niños mediante su actitud hacia ellos, pues cada palabra, cada acción, cada gesto y movimiento están siendo observados en forma constante por sus alumnos. El maestro tiene que entender que todos los días y de muchas maneras (verbal y no verbal) sus valores y actitudes se transmiten al niño. La forma en que el maestro les habla, lo que les dice y cómo se comporta, afecta a sus alumnos. Estos lo admiran y por ese motivo tratarán de imitar su manera de ser, es su referente. La función de los educadores es proporcionar a la generación más joven un ejemplo del próximo escalón al que ellos deben aspirar, paso a paso.

* Formación humana: los maestros no hacen un trabajo rutinario que puedan desarrollar fríamente, sin humanidad y sin pasión; ni siquiera basta con que ellos sientan entusiasmo por dentro, porque es algo que tienen que transmitir. Así, los alumnos se dan cuenta en todo momento de que se les está tomando en serio. Cuando cada maestro desarrolla su programa y establece relaciones con los niños, ocurre una integración consciente e inconsciente de todo cuanto conoce y sabe, desarrollándose así un estilo personal de enseñanza. Los niños necesitan sentirse seguros, necesitan saber que el maestro es alguien que se preocupa por ellos, que los escucha, los apoya y alienta; debe tener una visión muy amplia, de largo alcance y con cimientos muy fuertes. Debe saber hacia dónde conducir al alumno y definir qué tipo de estudiante desea ver al final del proceso después de muchos años de trabajar con ellos.

Un maestro no es una persona que aterroriza, intimida o infunde temor, lo cual haría que los niños se sintieran impotentes. Por el contrario, debe ser alguien a quien los niños respetan y al mismo tiempo desean acercarse.

El maestro es el que enseña cómo vivir, cómo sobrevivir, cómo entender la imagen del mundo, es el que esculpe al ser humano.

* Ambiente de aprendizaje: los maestros deben crear en el aula una atmósfera amigable, ya que los niños y ellos tienen que pasar muchas horas juntos allí. Eso hará de éste lugar un espacio de interacción donde el aprender sea posible para todos, les invite a investigar, a conocer, a construir su aprendizaje, y no sólo a seguir lo que el profesor hace o dice. La imagen que los alumnos deben ver en el maestro es la de un amigo adulto.

Debe estimular y aceptar la autonomía y la iniciativa de los estudiantes, tiene que ser flexible en el diseño de la clase, de esta manera permite que los intereses y las respuestas de los alumnos orienten el rumbo de las sesiones.

Si el maestro les da las respuestas a sus alumnos, ellos ya no las buscarán y se perderán de ir construyendo su propio conocimiento, si se los damos ya hecho, les estamos poniendo en el último escalón de un proceso de pensamiento que sólo ellos deben ascender.

El docente debe estimular el diálogo entre los estudiantes, que es la base del aprendizaje colaborativo.

El maestro debe buscar alternativas que respondan a las necesidades generales del grupo y de cada niño en particular, es muy importante respetar el ritmo de cada alumno, debe darles tiempo suficiente a todos para que se interesen en lo que hacen, es decir, no apresurarlos, ni presionarlos. Hay alumnos que no pueden responder de manera inmediata, y si no los esperamos, pasarán a ser sólo observadores puesto que no se les dará el tiempo de buscar la solución. El maestro debe ponerse en su nivel y saber lo que les sucede a ellos en su interior; nunca debe dar nada por perdido.

Si en cada clase tuya tratas de renovarte,

si sabes utilizar un método sin convertirlo en esclavo,

si tus castigos son fruto de amor y no de venganza,

si sabes estudiar lo que creías saber,

si sabes enseñar y aún más: aprender,

si sabes enseñar y aún más: educar,

si tus alumnos anhelan parecerse a ti……

Entonces tú eres maestro.


GRABIELA MISTRAL (CHILE).
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