"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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DUALIDAD Y NO-DUALIDAD: ¿DÓNDE ESTÁ EL MISTERIO?

Este artículo está reproducido en la segunda parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Este artículo es una SINOPSIS EPISTEMOLÓGICA de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA y está incluido en el PREÁMBULO METODOLÓGICO de la 4ª edición revisada y ampliada de dicha obra.

Este artículo es una reflexión filosófica, y nadie está obligado a creerse lo que escribo a continuación. Este artículo es un resumen de años de investigación y cuyas argumentaciones pueden ser consultadas en mis publicaciones. Sin embargo, voy a tratar de explicar de una forma sencilla la esencia de mis pensamientos acerca de los conceptos “dualidad” y “no-dualidad” para todo aquel que no quiera perderse en lecturas complejas desde un punto de vista argumental.

En la página 38 del prólogo de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA , se halla el esquema epistemológico, el cual ha requerido 710 páginas de profusa argumentación. No obstante, voy a tratar de sintetizar dicha investigación en un lenguaje lo más explícito y sencillo posible. Vamos allá.

1 - Dualidad entre razón y metafísica

Nadie puede poner en duda que el ser humano está dotado de razón y espíritu, excepto los escépticos materialistas científicos quienes niegan a la metafísica misma. La metafísica, aunque problemática, es inevitable: el ser “humano” (cualquier ser con determinado grado de consciencia) es un ser metafísico, y la desaparición de la metafísica solo es posible con la desaparición del humano (o vivos semejantes de otros planetas). Una de las características del siglo XX ha sido la crítica sin contemplaciones a este tipo de filosofía eterna y sistemática que asociamos al término metafísica. Y, sin embargo, nada más actual que las cuestiones metafísicas. No hay manera de evitar que una y otra vez vuelva ese tipo de preguntas primeras sobre Dios, el hombre o el mundo, que quieren saber qué es lo que podemos conocer, qué es lo que debemos hacer o qué es lo que nos cabe esperar (Negrete, 2015).

Tradicionalmente, la razón ha sido la herramienta por antonomasia que nos ha permitido conocer el mundo mediante la filosofía y la ciencia. En la razón interviene un sujeto que piensa (yo) en algo pensado (objeto). Es decir, cada vez que surge un pensamiento, se produce un dualismo entre el sujeto que piensa y el objeto pensado. Dicho de otra manera, la razón quiere conocer a la naturaleza (fisiosfera), a la naturaleza biológica (biosfera) así como a la naturaleza humana (noosfera), por no hablar de la teosfera (divinidad). Toda la filosofía occidental está sustentada en el dualismo que divide al ser humano entre ese mundo interior que pregunta y ese otro mundo exterior por conocer.

Por otro lado, tenemos al espíritu. Según las posturas religiosas tanto exotéricas como esotérica, el espíritu (o Dios) es inmanente a la naturaleza, es decir, está presente en toda manifestación física (nuestro planeta, galaxias y el universo en general); también Dios es omnipresente, es decir, está presente entre todos nosotros, pero también ha sido presente en el pasado y, cómo no, lo estará en el futuro. El espíritu es también omnisciente, es decir, está presente en toda inteligencia manifestada y, particularmente, en la humana mediante la razón.

Consecuentemente, el ser humano está dotado por un lado de una razón que divide al mundo en su intento de conocerlo (recuerde: un sujeto que piensa al mundo como objeto), lo cual crea un dualismo. Y por otro lado, todo ser humano tiene acceso al espíritu que mora en el interior de todos nosotros.

2 - El problema epistemológico

El problema desde un punto de vista de la cronología histórica, es que la ciencia se ha adueñado de la razón humana como único método de conocimiento humano buscando hallar la “verdad” en la naturaleza. Y por otro lado, las religiones se han apoderado del espíritu, convirtiendo a Dios en un dogma de fe. Con dicha dicotomía entre razón y espíritu, el ser humano sufre una división ontológica entre lo que piensa (razón) y lo que cree (espíritu divino). Y ahí está el gran problema epistemológico de la filosofía occidental. Analicemos pues esa dicotomía que fragmenta al ser humano.

Cuando alguien piensa en Dios (o espíritu), ¿qué operación está haciendo el pensamiento? El sujeto que piensa en Dios (ya sea creyente o ateo), por el acto mismo de pensar, está convirtiendo a Dios en un objeto pensado, es decir, el pensamiento está haciendo un reduccionismo del espíritu inmanente. Dicho de otro modo, Dios que es inmanente, omnipresente y omnisciente es reconvertido en un objeto de pensamiento y, por tanto, su unicidad subyacente en todos los seres vivos del universo es fragmentada.

¿Cómo es posible pensar a Dios si, el pensamiento, es la manifestación inteligible de Dios mismo? Pensar a Dios implica crear un dualismo mediante el pensamiento, pues Dios es intrínsecamente indivisible ya que todo lo integra, hasta nuestros pensamientos. Incluso la física cuántica apunta a la posibilidad de que todos somos uno y remite, por tanto, a esa unidad divina. Consecuentemente, la ciencia cuántica evidencia el fracaso de la razón humana en su intento de crear un dualismo entre el sujeto que piensa y el espíritu como objeto pensado. En última instancia, la grandeza de la mecánica cuántica es hacer patente la presencia de la conciencia como un observador que “ve” y que no puede manipular al objeto, pues sujeto y objeto son una y la misma cosa: Dios ve a través de nuestra conciencia, Dios y tú sois uno; tú y yo somos uno; todos somos uno.

3 - El misterio de la no-dualidad

Dicha unidad intrínseca donde Dios y el sujeto pensante se reconocen como unidad es conocida como misticismo contemplativo en la filosofía perenne, y cuya máxima devoción es expresada mediante el amor: se trata de una conciencia de unidad desde un estado de no-dualidad. Dicho de otro modo, yo como sujeto pensante ya no divido al espíritu entre un sujeto que piensa y Dios como objeto pensado. Cuando hacemos esa división, estamos creando un dualismo que genera un estado de ilusión al creer erróneamente que nuestra personalidad (lo que pensamos que somos: nuestro ego) puede apoderarse del mundo, y de ahí surge el sufrimiento propugnado por la razón porque nos apartamos de la unidad divina.

El ego, en su ilusión de estar separado del espíritu, vive como en un sueño y se lanza a la conquista del mundo mediante el poder, el dinero, la fama, las posesiones, etcétera y, así, se genera un sufrimiento mediante el apego a los sentidos físicos, lo cual nos aparta del camino de la conciencia de unidad y del amor a nuestros semejantes. Ahí reside todo el misterio de la vida. Un misterio que los materialistas científicos niegan pues niegan la existencia misma del espíritu. Un misterio que los dirigentes de las religiones ocultan a sus fieles ya sea conscientemente con el objetivo de manipularlos, ya sea inconscientemente por ignorancia de las tesis aquí defendidas.

4 - La experiencia mística

Ahora que el misterio ha sido desvelado, ¿cómo debemos enfrentarnos a esa nueva realidad? Lo difícil y más conveniente es dejar de pensar dualmente, es decir, no pensar en el espíritu (o Dios) como algo alejado o ajeno a uno mismo, sino como conciencia de unidad (donde el espíritu y nosotros somos uno). Dicho de otro modo, la experiencia mística (es decir: no-dual) sería la actitud correcta. ¿Y qué compromiso implica ello?

Muchas respuestas acerca de la no-dualidad pueden ser halladas aquí en esta página de la mano de muchos sabios, quienes han experimentado de un modo similar dicho tránsito desde la dualidad a la no-dualidad. No obstante, explicado de un modo sencillo, la no-dualidad implica aceptar a los demás como son, con sus virtudes y sus defectos, implica aceptar que todo lo que ocurre en nuestra vida es una oportunidad para aprender una lección, implica que no debemos forzar las cosas mediante nuestro ego, sino pedir respuestas a nuestras más profundas preguntas y, ello, en una atmósfera sagrada inherentemente asociada a una actitud ética.

5 - La meditación

Cuando aprendamos a vivir en la no-dualidad, entonces, estaremos preparados para vivir en el “no esfuerzo”, es decir, que nos llegarán señales o respuestas a nuestras peticiones, lo que Carl Jung acuño como “sincronicidades” (1), siempre y cuando sintamos al espíritu (o Dios) como algo interno y no como un objeto de nuestro pensamiento. Entonces viene la gran pregunta: ¿qué hacer para vivir acorde al desvelamiento de dicho misterio? La meditación y el silencio interior son el camino.

La meditación es un retiro de la vida exterior hacia el mundo interior, es aislarnos por unos momentos del ajetreo diario para adentrarnos en la contemplación del Ser. Y la práctica de la meditación es un camino espiritual consciente de nuestra unión con el espíritu (o Dios). No se trata de una “reflexión” con Dios, ni un pensamiento sobre Dios, sino sentirse uno con Dios mientras meditamos, es decir, vemos el “rostro” de Dios mediante arquetipos o señales que nos son desvelados mediante la meditación. Platón ya lo expresó certeramente: “La filosofía es un silencioso diálogo del alma entorno al ser”.

6 - El camino ascendente hacia la sabiduría

Probablemente lo explicado hasta aquí sea algo difícil de comprender mediante la “razón”, pero si cree que lo explicado hasta aquí es posible, entonces le invito a la posibilidad de iniciar un camino de sabiduría en la experiencia del Dios interior mediante la meditación. No se trata de un Dios “pensado” o basado en la “fe”, sino experimentado las 24 horas del día cuando el camino espiritual se convierte en un propósito de vida. En ese camino espiritual se hallarán a personas que sentirán sus mismas experiencias y que pueden ser compartidas.

Cuando se abandona a la dualidad como camino existencial basado en un mundo de ilusión, creencias o simple fe, y se reconvierte a uno mismo a la no-dualidad, entonces, se estará en presencia de la divinidad y cada cual será el creador de su propia realidad para alcanzar la libertad y felicidad: el objetivo por antonomasia perseguido por todo ser humano.

7 - El camino descendente: la compasión

Una libertad y una felicidad que solo pueden hallarse cuando coincidan con la libertad y a felicidad de los demás seres humanos a través del amor. Por eso mismo dijo Jesucristo: “Ama a los demás como a ti mismo”. Aquí está el secreto de toda enseñanza referida al misterio de la vida. El espíritu vive en nosotros, se expresa a través de nosotros, y nosotros somos la expresión de su amor divino como unidad. Y ese camino espiritual no se puede alcanzar simplemente con la razón (dualidad entre un sujeto pensante y un Dios pensado), sino con la experiencia de la no-dualidad donde todos somos una expresión del espíritu divino. Se trata de un genuino misticismo vivido conscientemente mediante el amor y desde el silencio, un camino de sabiduría que nos adentra en el misterio de la vida.

8 - La sanación trascendental del ser humano

Aquí acaba esta reflexión. Puede aceptar o rechazar todo lo dicho hasta aquí. Puede incluso investigar, como lo he realizado yo a través de mis diversas publicaciones. Haga lo que haga, será su propio camino hacia Dios o el espíritu. Pero, decida lo que decida, el hecho mismo que lea este artículo ya es de por sí una situación de no-dualidad donde, sencillamente, lo que tenía que ocurrir ha ocurrido, aunque nuestra razón no alcance a escrudiñar la verdad más allá de nuestros sentidos físicos. Y, aunque “los caminos del Señor son inescrutables”, el actual estadio evolutivo de la humanidad permite vislumbrar la integración de la epistemología de lo conmensurable (ciencia) con la hermenéutica de lo inconmensurable (espíritu) mediante una intuición espiritual desde la no-dualidad.

Y dicha síntesis de saberes mediante la intuición espiritual es una apertura, entonces, a la sanación trascendental del ser humano como posibilidad para una educación transracional que implemente la razón con el corazón pues, el saber sin amor, es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo.


BIBLIOGRAFÍA:

Negrete, Juan Antonio. De la Filosofía como Dialéctica y Analogía. Madrid: Apeiron Ediciones, 2015.


NOTA:

(1) Mediante el Principio de sincronicidad, Carl Gustav Jung (1875-1961) intenta dar cuenta de una forma de conexión entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal, es decir, que no presentan una ligazón causal, lineal, que responda a la tradicional lógica causa-efecto. Un típico ejemplo de sincronicidad se da cuando una persona constata que una imagen mental suya, netamente subjetiva, es reflejada, sin explicación causal, por un evento material exterior a él. En términos de Jung, sería la concordancia, en el nivel del significado, de una imagen mental con un fenómeno material que se dan simultáneamente. Por lo tanto, Jung considera que las sincronicidades son “concordancias significativas acausales”.Para él, la sincronicidad es “la coincidencia de dos o más acontecimientos, no relacionados entre sí causalmente, cuyo contenido significativo es idéntico o semejante”. Una experiencia sincrónica suele venir a nuestras vidas cuando menos nos lo esperamos, pero en el momento exacto, cambiando en ocasiones la dirección de nuestras vidas e influyendo en nuestros pensamientos. Pero para ello, tenemos que estar receptivos y atentos al mundo que nos rodea, creando la apertura a esa posibilidad de sincronicidad.
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La educación cuántica

FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Este artículo es una reproducción del capítulo 2 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

1 - El despertar de la conciencia

Como se ha visto anteriormente, la mente cuántica evidencia que la humanidad se halla ante nuevas reglas del pensamiento que la ciencia todavía no ha descubierto su funcionamiento pero que, posiblemente, están presentes en el conocimiento esotérico de la filosofía perenne, como se tratará de evidenciar en este ensayo. Por otro lado, hay cada vez más personas con una visión holística de la naturaleza, que sienten una profunda simbiosis con todo lo existente en este y en otros mundos, que dirigen su mirada hacia el interior y que propugnan una recuperación de los Derechos Humanos violados por un corrupto sistema capitalista donde siempre pierden los de abajo. En suma, son personas cuyo ego es trascendido mediante un racionalismo espiritual, expandiendo así su conciencia personal hacia la conciencia transpersonal y colaborando en la evolución holística de la noosfera.

La aprehensión de lo anterior no se da exclusivamente en la comprensión cognitiva, sino que viene acompañada de una experiencia espiritual conocida como despertar de la conciencia, un sendero que el inconmensurable Platón nos dio a conocer a través del Mito de la caverna. El camino ascendente de la conciencia hacia la sabiduría se postula en la cuarta parte de este ensayo como un corolario que posibilite vislumbrar la salida del mundo de las sombras. Como el esclavo liberado que ha visto la luz, hay que retornar al mundo de las sombras para contagiar de la buena nueva a los demás ignorantes esclavizados a un caduco sistema de creencias, todo un reto para los actuales “activistas cuánticos” que tienen que luchar contra una poderosa masa crítica artificiosamente manipulada e inducida hacia La sociedad de la ignorancia.

¿Cómo llevar a cabo tal tarea de alumbramiento cognitivo y espiritual? Ni más ni menos, con una actitud pedagógica como pretende La educación cuántica. Esta actitud pedagógica, bien entendida, puede considerarse como un Asesoramiento Filosófico, un movimiento en expansión principalmente popularizado por el filósofo Lou Marinoff con obras como El poder del Tao, en la que indica que la sabiduría taoísta puede restablecer el equilibrio en las relaciones humanas precarias, promover la calma ante la enfermedad y la muerte, y capacitarnos para ser mejores ciudadanos y líderes más sensatos. Armonizando la naturaleza y el sustrato humano, el Tao nos enseña a alcanzar nuestro verdadero potencial y a evitar la envidia, la avaricia y la ira. Más allá de la transformación de la vida de los individuos, el Tao contiene la promesa de una nueva era dorada de prosperidad, paz y fomento de la cultura. Nuevamente, se aúnan enseñanzas perennes con nuestro modo de vida occidental. Pero desde el asesoramiento filosófico también se recurre a filósofos tradicionales como Platón, así, Marinoff en su obra Más Platón y menos Prozac, nos invita a combatir los problemas y dificultades cotidianos mediante la filosofía como una forma de vida más que como una disciplina, y nos propone recurrir a ella para alcanzar un mayor equilibrio interior. En dicha obra, este pensador recurre a los más importantes filósofos de la historia -Platón, Sócrates o Kant, entre otros- para encarar las principales cuestiones de la vida, como el amor, la ética, los otros, la muerte y los cambios. Un libro que demuestra que la filosofía puede ser una buena opción para entender el mundo, comprendernos a nosotros mismos y lograr una vida más satisfactoria.

2 - Más filosofía, por favor

Así, la filosofía, a través de diversos pensadores entre los que me incluyo, está reivindicando su razón de ser, la cual ha sido denostada por los poderes fácticos y reducida a su mínima expresión por el materialismo científico que, en su miopía, ha despreciado a la reflexión filosófica, por antonomasia, la genuina buscadora del saber. Ahora, dicho materialismo científico está siendo puesto en duda, no solo por pensadores de la talla de Ken Wilber, sino por una retahíla de “activistas cuánticos” que asumen que la conciencia no procede de la materia, sino que esta es el soporte para la expresión y expansión de aquella. Desde el surgimiento de la física cuántica, la conciencia ha sido objeto de atención desde diferentes disciplinas científicas y, cómo no, también desde el ámbito de la filosofía.

La evolución holística en la naturaleza también afecta al paradigma científico: se ha realizado la transición desde la “física clásica” a la “física cuántica” (dos opuestos más, como postula Heráclito), pero sin que el racionalismo pragmático, sobre todo alentado por el movimiento escéptico al servicio de los poderes fácticos, se avenga a admitir de la existencia de su contrario el racionalismo espiritual. El racionalismo pragmático alentado en esta artificiosa crisis globalizada, está agonizando ante un emergente racionalismo espiritual : lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer. El racionalismo espiritual es un nuevo paradigma de conocimiento que integra la racionalidad y la espiritualidad, una manifestación que se da en la conciencia y que, por tanto, requiere específicamente de una ciencia de la conciencia más allá del reduccionismo materialista, hacia la profundidad hermenéutica. ¿Qué culpa tenemos los pensadores espirituales si es la propia ciencia quien ha puesto, como se diría popularmente “a huevo”, ese nuevo paradigma de conocimiento desde el surgimiento de la mecánica cuántica?

El “sesgo moral” está creciendo exponencialmente en aras de un empoderamiento de la conciencia colectiva, pues el conocimiento sin moralidad es la causa del derrumbamiento de la actual civilización. Si damos alas al “sesgo científico” sin un control moral por parte de los ciudadanos, estaremos a un paso de la implantación subcutánea de un microchip como paso previo al transhumanismo y, ello, para un mayor y mejor control por parte de los poderes fácticos. El “sesgo científico” ya está siendo utilizado para el control de Internet, es decir, de nuestras comunicaciones y pensamientos como lo demuestra el reciente espionaje mundial realizado para la NSA estadounidense. Así, la información se ha convertido en un tráfico de influencia para los intereses plutocráticos. Definitivamente, el “sesgo científico” (saber) y el “sesgo moral” (libertad) son indisociables, como dos caras de la misma moneda.

Toda persona que defienda, auspicie, propugne, aliente y viva por la difusión gratuita del conocimiento, así como la libertad para toda la humanidad, está estableciendo una conexión cuántica con la más alta energía vibratoria que mueve a nuestro mundo y, probablemente, al universo entero: el Amor, con mayúscula. Cuando dicho amor por el conocimiento y por la libertad se plasma en la educación, se puede, entonces, hablar de “educación cuántica”, una actitud pedagógica que busca el empoderamiento consciente de los alumnos, una tarea magníficamente emprendida por el físico y profesor Carlos González. Este profesor de física está estableciendo las bases de La educación cuántica, actualmente una Educación prohibida, como magníficamente expone dicha película-documental. En este respecto, la educación académica tradicional, está quedando obsoleta y requiere de una nueva mirada pedagógica acorde a los nuevos tiempos cuánticos. Si a ese campo cuántico se le añade la necesaria renovación moral y espiritual, tenemos así el fundamento epistemológico para poder hablar de La educación cuántica.

Acaba de nacer un nuevo paradigma: La educación cuántica, en contraposición a la educación tradicional (nuevamente los contrarios de Heráclito). ¿Por qué es factible, a día de hoy, hablar de La educación cuántica? Responder a ello requiere una mirada retrospectiva en la historia reciente a través de una filosofía crítica, es decir, como pensamiento divergente y alternativo al pensamiento único neoliberal que ha dominado la reciente historia de Occidente.
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La educación cuántica

LIBRO LA EDUCACIÓN CUÁNTICA CON TEXTOS ENLAZADOS

Al igual que hice con mi obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD, voy a proceder del mismo modo con LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (Gratis en PDF): cada capítulo del libro tendrá un enlace a modo de artículo el cual, a su vez, contiene diversos enlaces en aras de una mayor comprensión de los conceptos filosóficos.

Es una incipiente tarea que tiene mucho trabajo y, por tanto, iré incorporando poco a poco los correspondientes enlaces. De momento, buena parte de esos enlaces ya están disponibles en este SUMARIO:

-----PREÁMBULO METODOLÓGICO:

1-PRÓLOGO

1-1 Librepensamiento
1-2 Trascendiendo a la modernidad
1-3 Hacia una nueva cosmovisión
1-4 Un nuevo paradigma de pensamiento
1-5 Vivir, pensar, amar
1-6 No hay verdad sin libertad
1-7 Crisis moral
1-8 Hacia una nueva conciencia
1-9 Trascendiendo el ego
1-10 La razón al servicio del amor

2-SINOPSIS EPISTEMOLÓGICA:
Dualidad y no dualidad: ¿dónde está el misterio?


2-1 Dualidad entre razón y metafísica
2-2 El problema epistemológico
2-3 El misterio de la no-dualidad
2-4 La experiencia mística
2-5 La meditación
2-6 El camino ascendente hacia la sabiduría
2-7 El camino descendente: la compasión
2-8 La sanación trascendental del ser humano

3-OBJETIVOS DE La educación cuántica

3-1 Un revisionismo histórico
3-2 Un revisionismo filosófico
3-3 Un revisionismo epistemológico
3-4 Un revisionismo pedagógico
3-5 Un revisionismo psicológico
3-6 Un revisionismo educativo
3-7 Un revisionismo humano

-----Primera parte:
LA EDUCACIÓN CUÁNTICA


1-Introducción

1-1 La mente como problema
1-2 Más allá de la mente
1-3 La mente y el campo cuántico

2-Fundamentos

2-1 El despertar de la conciencia
2-2 Más filosofía, por favor

3-Historicismo

3-1 “Misticismo cuántico”
3-2 Hacia lo transpersonal
3-3 Cambio de paradigma educativo
3-4 Hacia un revisionismo humano
3-5 La crisis de conciencia
3-6 Una visión hermenéutica

4-Filosofía transpersonal

4-1 Psicoterapia espiritual
4-2 Anacronismo filosófico
4-3 Libertad y saber
4-4 La moderna esclavitud
4-5 Nuevas reglas del pensamiento

5-Epistemología

5-1 La realidad es una ilusión
5-2 El sujeto trascendente
5-3 La sociedad de la ignorancia
5-4 La sabiduría perenne
5-5 Distopía histórica
5-6 La brecha epistemológica
5-7 Modernidad y postmodernidad
5-8 Movimiento transpersonal
5-9 Una nueva ciencia para una nueva era

6-Nuevo paradigma de conocimiento

6-1 El estudio de la conciencia
6-2 Exoterismo versus esoterismo
6-3 La cuestión epistemológica
6-4 La cuestión educativa
6-5 El mundo de las ideas
6-6 Hermenéutica de lo inconmensurable

7-Pedagogía filosófica

7-1 La mayéutica
7-2 El nacimiento de una nueva conciencia
7-3 Del materialismo al idealismo
7-4 Del viejo al nuevo mundo
7-5 Las tres críticas de Kant
7-6 Tiempos convulsos

8-Pedagogía psicológica

8-1 Capitalismo y conciencia
8-2 El espectro de la conciencia
8-3 Dinámica espiral
8-4 La sanación del egocentrismo
8-5 Una nueva realidad pensativa
8-6 Hacia la maestría interior

9-Dinámica espiral

9-1 Una renovada filosofía de la mente…
9-2 …para filosofar en más profundidad
9-3 Trascendencia paradigmática
9-4 El despliegue del Logos
9-5 Una reconstrucción epistemológica
9-6 La historia del pensamiento en un folio

10-El Mito de la Caverna

10-1 Sombras y luces
10-2 Las sombras del ego
10-3 Razonar a contracorriente

11-Pedagogía histórica

11-1 Razón secuestrada y metafísica
11-2 Estructura de la realidad
11-3 Finalidad última de todo ser
11-4 Filosofía y espiritualidad
11-5 ¿Otro mundo es posible?
11-6 Empoderamiento
11-7 Sentido de la historia
11-8 Pensamiento complejo

12-Pensamiento crítico

12-1 Información versus conocimiento
12-2 Empoderamiento consciente
12-3 Conciencia crítica de especie

13-Revisionismo educacional

13-1 La educación como instrumento de poder
13-2 Un nuevo paradigma educativo
13-3 Empoderamiento educativo

14-Revisionismo humano

14-1 Nuevo paradigma cognitivo
14-2 Anacronismo histórico
14-3 “ego” versus “nosotros”
14-4 El giro cognitivo
14-5 Escucha tu subconsciente

-----Segunda parte:
UN NUEVO PARADIGMA DE CONOCIMIENTO


1-El viejo mundo

1-1 Filosofar en un mundo globalizado
1-2 Crisis de la filosofía
1-3 Filosofía esotérica
1-4 Una proposición hermenéutica
1-5 La decadencia de Occidente
1-6 Hacia un nuevo mundo

2-El nuevo mundo

2-1 Verdades eternas
2-2 Saber o no saber, esa es la cuestión
2-3 ¿Tiene sentido la vida?
2-4 Un poco de orden, por favor
2-5 La naturaleza es sabia
2-6 Filosofía del lenguaje
2-7 Dualidad holística
2-8 Evolución paradigmática
2-9 Visión-lógica
2-10 Un mapa cognitivo
2-11 Una visión integradora

3-Pensamos, luego existimos

3-1 Rehabilitación histórica
3-2 Mucha ciencia pero poco espíritu

4-La ciencia de la conciencia

4-1 No dualidad
4-2 Tres niveles de conciencia: ego, existencial y mental
4-3 La filosofía perenne
4-4 Dos modos de saber
4-5 La conciencia transpersonal

5-El pensamiento cuántico

5-1 El doble
5-2 Conciencia y ser
5-3 El pensamiento metafísico
5-4 La imaginación
5-5 Conciencia de sí
5-6 La felicidad

6-El estigma de nuestros días

6-1 Neurociencias versus humanidades
6-2 El cerebro y yo
6-3 “Cada día sabemos más pero entendemos menos”
6-4 La revolución neurocientífica
6-5 El mundo mental
6-6 Humillaciones históricas
6-7 ¿Qué es la realidad?
6-8 El yo como cualidad emergente
6-9 La libertad es una ilusión
6-10 Cerebro y espiritualidad
6-11 Segundo renacimiento
6-12 Cambio de paradigma
6-13 Nuevamente, dos modos de saber
6-14 Antropología filosófica

7-La pura conciencia de ser

7-1 El misticismo contemplativo
7-2 El problema del conocimiento
7-3 La piscología transpersonal
7-4 Una revisión hermenéutica

-----Tercera parte:
LAS POSIBILIDADES CUÁNTICAS


1-Mente cuántica

1-1 El viaje de la transformación interior
1-2 El desdoblamiento consciente
1-3 Intuiciones y premoniciones
1-4 Hyperincursión
1-5 El maestro interior
1-6 Una nueva cosmovisión
1-7 El pensamiento transpersonal

2-El activismo cuántico

2-1 El criterio de demarcación
2-2 La revolución interior
2-3 Ciencia y religión
2-4 El misterio de la vida

3-La naturaleza cuántica

3-1 Dios juega a los dados con el universo
3-2 La naturaleza es mental
3-3 Ciencia y espiritualidad

4-La medicina cuántica

4-1 Racionalismo pragmático
4-2 Racionalismo espiritual
4-3 Una razón moral
4-4 La sanación espiritual
4-5 La sabiduría que sana todo sufrimiento
4-6 El camino ascendente hacia la sabiduría
4-7 Ciencia y espíritu
4-8 La sanación trascendental

-----Cuarta parte:
EL CAMINO ASCENDENTE HACIA LA SABIDURÍA


1 No hay caos en el universo
2 En todo caos hay un orden
3 El caos es ignorancia
4 Busca tu propio orden
5 El orden es sabiduría
6 La sabiduría es amor

-----REFLEXIONES FINALES DE UN MÍSTICO MODERNO:

1 El sentido de la vida
2 Cambio de paradigma
3 La revolución espiritual
4 La filosofía
5 Saber o no saber, esa es la cuestión
6 El maestro interior
7 Ciencia, religión, filosofía
8 La sabiduría
9 Saber, libertad, espiritualidad
10 Entre el bien y el mal
11 La conexión cuántica

-----EPÍLOGO:

El Amor es la ley suprema

-----ANEXO 1:
Resumen y aportaciones a:
La educación cuántica. Un nuevo paradigma de conocimiento.


1 Un momento para no educar de este modo
2 Filosofía, ciencia y pensamiento transpersonal
3 La conciencia mística: ser uno con el universo
4 Un momento para educar de otro modo

-----ANEXO 2:

La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico-transpersonal

-----ANEXO 3 :

El mandala epistemológico y los nuevos paradigmas de la humanidad
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amor

EL AMOR ES LA LEY SUPREMA

Este artículo es una reproducción del epílogo de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

1 - Racionalismo espiritual

Mi interés al leer todo libro no es tanto el contenido del cual pueda aprehender algún conocimiento, que también, sino conectar con la esencia del pensamiento del que escribe ello. Y para tal labor de sumergimiento en las entrañas de todo pensador, hay que fijarse sobre todo qué escribe en los agradecimientos y las dedicatorias. Porque un escritor, cuando culmina su obra, si le honra la verdad en la búsqueda del conocimiento, suele acordarse de las personas que han contribuido a su éxito porque, a la postre, en la vida nada puede hacerse individualmente, sino que somos todos interdependientes. Entonces, próximo a culminar la obra donde expone la esencia de sus pensamientos, el pensador, todo escritor de bien, también se propone recuperar pensativamente a las personas queridas que le han acompañado en las vicisitudes de la vida, como si un designo del destino se tratara, o como de un reconocimiento kármico, o como una sincronicidad por descubrir.

En cualquier caso, conscientes que somos todos nosotros de la inevitabilidad de la muerte tras la vida, podemos convenir de que lo único que puede subsistir son los pensamientos que cada cual puede tener sobre los difuntos pensadores, ya sean hombres de bien o servidores del mal, ya sean sabios u ignorantes, ya sean tiranos o esclavos. Después de la muerte, solo queda la vida misma que nos trasciende temporalmente a todos nosotros. Tras la muerte de todos nosotros, siempre vendrán otros que harán evolucionar el ciclo de la vida hacia la plenitud donde, ciencia y fe, según mi humilde propuesta, convergerán en una completa comunión hacia un racionalismo espiritual.

2 - El germen del Amor

Desde el futuro nos observarán como una civilización que ha tocado el zénit del egoísmo y de la individualidad. No obstante, la partida no está perdida, pues en todo ser humano hay un germen de amor, aunque la mayoría no haya apercibido aún que hay que regar esa simiente para replantar el mundo con las flores del conocimiento y de la libertad. Porque solo con el conocimiento y en libertad se puede expresar el amor. Y eso precisamente es lo que hace todo escritor, al dedicar en plenitud de conciencia sus pensamientos a una persona querida o amada. No puede haber más amor que dedicar los pensamientos expresados en un libro a todas las personas que, de alguna u otra manera, han contribuido al presumible éxito del escritor.

Consecuentemente, el pensador que se sabe mortal, al dedicar y agradecer un libro, en realidad, lo que está haciendo inconscientemente es establecer las conexiones cuánticas (reconocimiento y amor) con las personas que han encajado en su vida como si de un puzle se tratara, pero, sobre todo, de un modo sincrónico en los términos de Jung. Vista la cosa así, desde la perspectiva de un elevado pensamiento, nuestra miserable vida no es más que una ínfima parte en el juego cósmico de la Naturaleza, como si de un holograma se tratara, donde vemos desfilar un pasado, un presente y un futuro, en los mejores de los casos según una esperanza de vida de setenta u ochenta años. ¿Qué representa dicho tiempo en la inmensidad del infinito Cosmos?

3 - Sin Amor no se puede vivir

El espíritu de trascendencia no solo se refleja en la vida biológica mediante el ADN, sino también en el plano intelectual pues la cultura es precisamente eso: transmisión de conocimientos. Y ello es lo que humildemente reivindica todo genuino pensador, todo inquisitivo científico, a saber, trascender con su saber la herencia del conocimiento recibido, siempre incompleto, también manipulado y, por ende, falsamente democrático: todo un engaño histórico para las actuales generaciones de jóvenes. Por ello, mi último pensamiento es para todos aquellos imberbes pensadores que no aciertan a comprender este complejo mundo que les ha tocado vivir. Si les sirve de consolación, llevo toda una vida buscando también el sentido a la vida, y lo único que he averiguado después de tantos años de investigación, es que el conocimiento hace libre al hombre y que sin amor no se puede vivir.

Es por ello que todo escritor, desde su consciente libertad, tiene en sus pensamientos a sus seres queridos al finalizar una obra. Porque nadie es nada sin los otros. Cuando se toma consciencia de ello, se experimenta una inefabilidad en lo más profundo de uno mismo. Se adquiere consciencia de nuestra finita vida y que, en herencia, solo quedarán nuestros pensamientos en la memoria de nuestros seres queridos, o a través de la historia si adquieren relevancia cultural. Cuando tomas conciencia de tu finitud, solamente resta inmortalizarte a través de los pensamientos. De nosotros, en la memoria de los demás, solo quedarán nuestros pensamientos y el amor prodigado durante nuestra vida. Entonces es cuando nos damos cuenta de nuestra insignificancia humana, de que, para sobrevivir, hay que hacerlo con las ideas y que la idea suprema es el Amor. Porque son las ideas las que dirigen el mundo, y el Amor su correa de transmisión. Sin saber y sin amor, somos como muertos vivientes. Es por ello que la vida debe ser ante todo libertad con conocimiento de causa donde, saber y amor, deben ser los fundamentos de toda civilización que se precie de dicho apelativo.

4 - Conciencia: razón y espíritu

Con lo aseverado anteriormente, se puede concluir que, para escribir un libro, no solo hay que tener la correspondiente claridad de ideas, sino que, además, hay que contar con las circunstancias favorables, así como la ayuda de muchas personas. Por tanto, el mérito de este libro no hay que atribuirlo falsamente al ego del que escribe esto sino al providencial destino que me ha conectado con los ilustres pensadores del pasado y del presente en los que he saciado mi sed de conocimientos, para proyectar hacia el futuro los pensamientos aquí defendidos como La educación cuántica.

Si una cosa hay cierta en la vida es que nacemos para aprender y moriremos con alguna lección aprendida. En este sentido, el saber y el amor, sin lugar a dudas, son los perennes faros que deberían alumbrar la vida de toda persona. Ciertamente, cuando era niño, recuerdo con precisión que me prometí a mí mismo buscar el amor de mi vida, así como saber la verdad que se ocultaba tras el fulgor de las estrellas. Parece increíble que dos ingenuos deseos infantiles, casi medio siglo después, se hayan concretado en una amorosa relación con mi esposa, así como la presente educación cuántica que reivindica el estudio de la conciencia donde, precisamente, se asienta la razón y el espíritu. Con estos dos fundamentos del ser humano, ¿cómo es posible que esta civilización viva pertinazmente en la caverna materialista? La crisis del capitalismo no es solamente una crisis económica y social sino, eminentemente, una crisis ecológica, intelectual y espiritual.

5 - Cambio de paradigma filosófico

Con este ensayo, espero haber demostrado que, el cambio de paradigma que sufre actualmente la humanidad, es el de la propia conciencia humana que evoluciona sinérgicamente hacia la conciencia colectiva, es decir, hacia la consolidación de una masa crítica de personas que vislumbran cada vez más el racionalismo espiritual como modo complementario y holísticamente superior al materialismo científico, una metamorfosis cual si se tratara de la Era de Acuario o el Calendario Maya. En cualquier caso, el milagro que ha obrado la física cuántica ha sido el de re-direccionar la razón hacia el espíritu, ahora percibidos ambos desde el modo no-dual, es decir, desde un genuino misticismo sustentado en el saber y el amor, y como guía unitiva para este decrépito mundo.

Aunque la fe sea lo último que hay que perder, tampoco hay que perder de vista que pensar, pero pensar bien, debe ser por antonomasia el objetivo de toda persona y sociedad para tratar de dar un sentido coherente y digno a la vida. Y en cuestiones del pensar, más que nunca se necesita de la filosofía, la madre de todos los saberes, y por añadidura sus representantes los filósofos, una especie aparentemente en vía de extinción y que he intentado recuperar en este ensayo.

6 - El camino ascendente hacia la sabiduría

Todo lector que, como propongo en este ensayo, aprenda a pensar bien y ser compasivo, está en el camino ascendente de la sabiduría hacia la iluminación cognitiva donde, razón (saber) y espíritu (amor), se unen en la inefabilidad, en una experiencia cumbre como diría Maslow, o mística como la aquí propuesta. Porque en el universo solo hay información que viaja a través de una energía conocida como amor, ¿o acaso no es ello lo que pretende todo padre o madre con sus hijos: educar con amor?; dicha información es susceptible de ser transfigurada en conocimiento que trasciende el pasado, el presente y el futuro, conformándose así en un Mundo de las Ideas solamente accesible para los perseverantes buscadores de la verdad. Pero como casi siempre en la historia, el reconocimiento llega en el ocaso de la vida, cuándo no a título póstumo, o nunca. En eso precisamente consiste la evolución cultural, intentar progresar gracias al amor por la sabiduría, un ideal en desuso que hay que recuperar inexorablemente porque, esta civilización, está viviendo, respectivamente, en el desamor y en la incultura, es decir, en la ausencia de una genuina espiritualidad en conjugación con la excelsa de los saberes: la filosofía.

7 - La sanación del ego

Mi humilde propuesta filosófica ha consistido en la reestructuración de la historia del pensamiento a modo de dinámica espiral en La educación cuántica aquí propuesta. Dicho sintagma es una invitación a colaborar en el segundo renacimiento que se está gestando en la historia del pensamiento: El “yo” racional surgido de la mente cartesiana, luego de pasar por la criba del criticismo kantiano, se ha fragmentado y disociado de la colectividad con el paso de los siglos, perdiéndose entonces el pensamiento crítico como único baluarte para no ser un esclavo de un perverso sistema de pensamiento “único” y “neoliberal”. Para recuperar la libertad, como he tratado de evidenciar en este trabajo, más que nunca debemos aprender a sanar nuestro ego poniéndolo al servicio de todos nosotros, pues no puede haber una libertad individual sin una libertad colectiva. Al hacer ello, estaremos contribuyendo al segundo renacimiento de la humanidad .

8 - El segundo renacimiento de la humanidad

El primer renacimiento de la humanidad supuso la salida de la razón de las garras de la dogmática fe religiosa. Sin embargo, dicho racionalismo ha caído preso del ego plutocrático sin apenas perturbar a la doctrina espiritual de las religiones. Esa dicotomía entre razón y espíritu ha persistido durante varios siglos en el pensamiento occidental, hasta que la física cuántica evidenció que la dualidad sujeto-objeto era epistemológicamente incompleta, pues el modo no-dual de conocimiento, el misticismo, se presenta como el genuino camino hacia la sabiduría exenta del sectarismo espiritual de las religiones. Así, el segundo renacimiento de la humanidad está consistiendo en la salida de la razón de las garras del neoliberalismo para entrelazarse cuánticamente con el espíritu, porque solo en una percepción de la no dualidad entre razón y espíritu, podrá darse una salida a este convulso mundo donde la ciencia (razón) y las religiones (espíritu), en manos ambas de unos peligrosos psicópatas desde hace más de dos mil años, hacen de todos nosotros unos esclavos productores de bienes de consumo, unos pésimos pensadores al carecer de una educación filosófica, y unos lobos salvajes como dijeran Plauto y Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre”.

Esa característica depredadora es el egoísmo como esencia humana mediante la cual hombre termina siendo su propio verdugo. La desigual distribución de la riqueza en este mundo parece dar la razón a esta idea. Desde siempre, la naturaleza ha sido más sabia y, así como las incontables especies animales viven en simbiosis, el ser humano es el único con capacidad para acabar con la biosfera y la noosfera. Es en ese rescoldo de lucha entre la razón y el espíritu, respectivamente una pugna entre el “yo” contra el “nosotros”, donde se está fraguando el segundo renacimiento de la humanidad.

9 - Ciencia y espiritualidad

En dicho proceso de autopoiesis desde la razón hacia el espíritu colectivo, cada cual debe reconocer qué papel juega en esa lucha histórica entre la ciencia y la espiritualidad. La Conciencia Universal de la cual participamos, ya sea mediante el Logos de Heráclito (1) o el “doble” de Garnier, me ha susurrado los pensamientos aquí expresados y el camino a seguir, a saber, evolucionar conscientemente por el sendero ascendente hacia la sabiduría como un ideal que garantiza, sino la plena felicidad, sin embargo, sí una inefable experiencia al fusionar razón (saber) y espíritu (amor) en el modo no dual de conocimiento, lo que en palabras de Platón viene a ser “un silencioso diálogo del alma consigo misma, entorno al Ser”.

Tales son los pensamientos que fluyen de estas teclas hacia los genuinos pensadores del futuro; porque el presente de este pensador se convierte en un pasado para todo aquel que lee estás líneas desde el futuro. Y si tengo el beneplácito del lector en los argumentos defendidos en este ensayo, quedará demostrado que, desde mi presente, que es un pasado para dicho lector, he podido viajar al futuro para evidenciar qué es eso del “pensamiento cuántico”.

10 - La filosofía perenne

Con ello, pienso, quedará evidenciado cómo funciona en realidad el entrelazamiento cuántico, que no es otra cosa que información que, como si de un holograma se tratara, está en perpetua evolución a modo de dinámica espiral a través de la vida misma. Una vida donde debería prevalecer el amor como defienden los santos, yoguis, maestros espirituales o avatares que ha dado la historia. Por tanto, en esencia, en la vida de cada cual, más que nunca es necesaria una educación cuántica para aprehender que, el saber y el amor, son los fundamentos de la mayor prueba empírica, pero no en el mundo de los sentidos sino, eminentemente, en el Mundo de las Ideas, como si de una causa-efecto se tratara entre el que trasmite un conocimiento al futuro a través de los libros y el que aprehende ese saber del pasado. Así es como pasado, presente y futuro están interconectados por el amor al conocimiento. Ello sí que es un entrelazamiento cuántico en el Mundo de las Ideas, por puro amor al saber entre el que escribe y el que lee.

Decididamente, nuestra vida es un interludio consciente para evolucionar mediante la sabiduría hacia nuestra naturaleza divina, oculta en la profundidad de nuestro ser, y que no es otra que el Amor. La vida es percibida como un caos por todo neófito en filosofía perenne. Sin embargo, en la vida subyace un orden divino cuyas leyes pueden ser aprehendidas mediante la búsqueda inquisitiva de la sabiduría. Y en ese devenir entre el caos y el orden, siempre los eternos contrarios, el Amor es la ley suprema que posibilita dar el más sublime de los sentidos a la vida.


Nota (1):

Heráclito de Éfeso fue un filósofo griego. Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C. Era natural de Éfeso, ciudad de la Jonia, en la costa occidental del Asia Menor (actual Turquía). Como los demás filósofos anteriores a Platón, no quedan más que fragmentos de sus obras, y en gran parte se conocen sus aportes gracias a testimonios posteriores. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa: se refiere al movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios. La contradicción está en el origen de todas las cosas. Todo este fluir está regido por una ley que él denomina Logos. Este Logos no solo rige el devenir del mundo, sino que le habla al hombre, aunque la mayoría de las personas “no sabe escuchar ni hablar”. El orden real coincide con el orden de la razón, una “armonía invisible, mejor que la visible”, aunque Heráclito se lamenta de que la mayoría de las personas viva relegada a su propio mundo, incapaces de ver el real. Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia. Era conocido como “el Oscuro”, por su expresión lapidaria y enigmática. Ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir y del pensamiento dialéctico. Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: todo fluye. Los dos pilares de la filosofía de Heráclito son: el devenir perpetuo y la lucha de opuestos. Ahora bien, el devenir no es irracional, ya que el Logos, la razón universal, lo rige: “Todo surge conforme a medida y conforme a medida se extingue”. El hombre puede descubrir este Logos en su propio interior, pues el Logos es común e inmanente al hombre y a las cosas.
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OBJETIVOS

OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Este artículo está reproducido en la tercera parte de la obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD

Este artículo está incluido en el PREÁMBULO METODOLÓGICO de la 4ª edición revisada y ampliada de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA .

Desde 1948, el artículo veintiséis de los Derechos Humanos referente al derecho de la educación, como en otras facetas sociales, económicas y políticas, ha sido ninguneado por Los amos del mundo (Navarro, 2012). Sin embargo, novedosas iniciativas de hacer pedagogía están llegando al estamento educacional. Son tiempos de un revisionismo educacional como se verá, pero también de un revisionismo humano en el modo como percibimos nuestro mundo y el universo. En efecto, es pertinente una mirada retrospectiva en la historia del pensamiento a través de una filosofía crítica, es decir, como pensamiento divergente y alternativo al pensamiento único neoliberal (Dumenil, 2014) que ha dominado la reciente historia de Occidente: ese es el propósito de este trabajo de investigación al proponer una integración de la racionalidad y la espiritualidad como nuevo paradigma de conocimiento fundamentado en la filosofía transpersonal y argumentado pedagógicamente como La educación cuántica , una obra que propugna los siguientes revisionismos:


1 - Un revisionismo histórico

El “misticismo cuántico” debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal, por simple justicia histórica y epistemológica.

El “misticismo cuántico” es un término peyorativo utilizado por los ortodoxos materialistas científicos para calificar de pseudociencia la creencia de que las leyes de la mecánica cuántica incorporan ideas místicas. Sin embargo, desde un punto de vista epistemológico, Wilber (2005b) ha demostrado que el conocimiento simbólico (dualidad entre sujeto y objeto) y el misticismo contemplativo (no dualidad entre sujeto y objeto) son dos modos de saber, diferentes pero complementarios. Así, la no dualidad entre sujeto y objeto se presenta como una alternativa epistemológica al tradicional materialismo científico (dualidad entre sujeto y objeto), aunque los escépticos la descalifiquen despectivamente como “misticismo cuántico” .

La experiencia mística o filosofía del misticismo es una filosofía de la espiritualidad como sustrato epistemológico de la filosofía perenne. Según los partidarios de la filosofía perenne, hay una realidad última que puede ser aprehendida por el intelecto en determinadas condiciones especiales (Ferrer, 2003). En dicho sentido, la meditación es una puerta de acceso a dicha realidad superior y puede provocar considerables cambios en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés. Es decir, que algo considerado espiritual, nos transforma físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y nuestra salud (Lazar, 2011). Dicha dimensión espiritual y trascendente de la naturaleza humana y de la existencia, en el ámbito de la psicología, tiene su correlato con el surgimiento de la psicología transpersonal como “cuarta fuerza” tras el conductismo, el psicoanálisis y la psicología humanista. Dichos planteamientos trascendentales han sido plasmados en la Tesis Doctoral de Iker Puente, titulada Complejidad y Psicología Transpersonal: Caos, autoorganización y experiencias cumbre en psicoterapia (Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Barcelona, 2014).

Por tanto, en función de los anteriores apuntes, desde un punto de vista estrictamente epistemológico y científico, el “misticismo cuántico” es un anacronismo histórico que perdura en el establischment académico oficial, razón por la cual en esta obra se realiza la pertinente argumentación para que el “misticismo cuántico” sea reconsiderado como filosofía transpersonal. Así, por justicia histórica y epistemológica, La educación cuántica tiene como fundamental propósito el reconocimiento de la filosofía transpersonal como paradigmática trascendencia a la crisis que padece la filosofía occidental al sustentarse exclusivamente en un materialismo científico que ha colapsado al Kosmos en un mundo chato (1). Consecuentemente, el misticismo y la meditación se constituyen en una puerta de acceso para la sanación trascendental del ser humano en el mismo sentido que ya lo apuntara Platón: “La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma entorno al Ser”; una cuestión tratada más específica y exhaustivamente como un camino ascendente hacia la sabiduría.

Desde la dogmática comunidad científica sustentada en el materialismo, el misticismo cuántico es considerado como una creencia pseudocientífica, en la cual las leyes de la mecánica cuántica incorporan ideas místicas similares a aquellas encontradas en ciertas tradiciones religiosas. El término “charlatán cuántico” ha sido usado peyorativamente por dichos escépticos materialistas para descartar la creencia de que la teoría cuántica aprueba creencias místicas. Sin embargo, el misticismo cuántico, entendido como una descripción neutral de las ideas que combinan los conceptos del misticismo oriental y la física cuántica, plantea un problema epistemológico de hondo calado científico y cultural así como de incalculables consecuencias metafísicas y filosóficas. La esencia de este ensayo es demostrar los fundamentos racionales del misticismo cuántico, y que debe ser reinterpretado convenientemente como filosofía transpersonal desde que el filósofo Ken Wilber (2005a) dilucidó científica y filosóficamente los dos modos de saber -el método científico (dualidad entre sujeto y objeto) y el místico (no dualidad entre sujeto y objeto)- en su obra El espectro de la conciencia. Como se argumentará en este ensayo, la física cuántica, correctamente interpretada, posibilita una epistemología que contemple esos dos modos de saber avalados por brillantes mentes científicas (Wilber, 2013) y, a su vez, posibilita también un giro copernicano en el modo de aprehender el conocimiento y ser transmitido generacionalmente mediante una educación cuántica, objetivo de este trabajo, en oposición a la visión mecanicista, industrial y positivista de la escolarización tradicional.

La filosofía transpersonal es una disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia y se constituye en Una filosofía alternativa al capitalismo y en un fundamento epistemológico para una educación transracional que implemente la razón con el corazón pues, el saber sin amor, es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo.

2 - Un revisionismo filosófico

La filosofía tradicional impartida en el sistema educativo occidental debe integrar a la espiritualidad y, consecuentemente, requiere de una trascendencia paradigmática hacia la filosofía transpersonal. Ello inquiere no solo una reconstrucción epistemológica en los términos argumentados en este trabajo de investigación, sino también que sea impartida como una asignatura educativa de modo que, los educandos, tengan a su alcance cognitivo una visión integral de la ciencia y el espíritu bajo una visión hermenéutica.

Por filosofía tradicional se entiende, en este ensayo, el cuerpo de conocimientos que se iniciaron con la filosofía moderna hasta llegar a la posmodernidad y concluyeron en la filosofía contemporánea como contraposición historicista a la reciente filosofía transpersonal iniciada por Ken Wilber. Esta filosofía tradicional ha desembocado en el pensamiento único neoliberal que ha secuestrado a la racionalidad colectiva expresada en las democracias occidentales, sometiendo a estas a una plutocracia. Del mismo modo que la filosofía escolástica supeditó la razón a la fe, el economicismo neoliberal ha sometido la razón al servicio de la fe ciega en los mercados. Al reincorporar la espiritualidad en la razón humana, la filosofía transpersonal es una renovada visión y una superación paradigmática de la filosofía tradicional.

3 - Un revisionismo epistemológico

La humanidad se halla ante un cambio de paradigma en el modo de pensar donde, la razón surgida de la racional-modernidad, debe reconciliarse con el espíritu, del mismo modo que la filosofía materialista debe hacerlo con la filosofía perenne (Huxley, 2010), y el hombre moderno con el sabio que lleva en su interior (Droit, 2011). Y ello debe realizarse imperativamente mediante una visión hermenéutica de lo inconmensurable que trascienda e incluya a la epistemología de lo conmensurable, constituyéndose así en un nuevo paradigma de conocimiento.

Existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento, siendo la consideración de su función y fundamento un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia. La rama de la ciencia que estudia el conocimiento es la epistemología o teoría del conocimiento. La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el sujeto y el objeto. Se trata, por lo tanto, del estudio de la función del entendimiento propio de la persona, un objetivo subyacente al constructo filosófico desplegado en este ensayo que, como se argumentará debida y oportunamente, propugna dos modos de saber: el dual entre sujeto y objeto (método científico), y el no dual entre sujeto y objeto (trascendental).

Desde la teoría del conocimiento, he pretendido ocuparme de problemas tales como las circunstancias históricas, científicas, psicológicas y filosóficas que llevan a la obtención de la sabiduría, una eterna dialéctica a resolver por la humanidad pues, la racionalidad (método científico) y la espiritualidad (conocimiento revelado), han seguido caminos divergentes en la historia del pensamiento (véase ciencia versus religión), hasta que la física cuántica remitió inexorablemente hacia esos dos modos de saber (Wilber, 2005b): el materialismo científico (dualidad entre sujeto-objeto) y el misticismo contemplativo (no dual entre sujeto-objeto, trascendental), diferentes entre sí pero complementarios. Así, gracias a la física cuántica, esa dicotomía cognitiva ya no se presenta como una antinomia insuperable sino, ahora sí, como una paradigmática evolución holística desde el materialismo científico hacia el racionalismo espiritual.

Sin embargo, al margen de la anterior consideración estrictamente científica y filosófica, también intentaré demostrar en este ensayo que las circunstancias históricas y sociológicas han sido objeto de una ingeniería social y mental por parte de los poderes fácticos, una conspiración en toda regla para recluir a la humanidad en la caverna platónica. Para romper esas cadenas de la esclavitud y de la ignorancia inducida, es preciso un nuevo paradigma de conocimiento como tesis de este ensayo, de modo que toda persona con pensamiento crítico y divergente al pensamiento único neoliberal tenga los necesarios argumentos para actuar en libertad y con conocimiento de causa para, así, rendir homenaje a este aforismo bíblico: “la verdad os hará libres”.

Porque la libertad es también importante en ética, en filosofía social y política, en la filosofía de la mente, en metafísica, en la teoría del conocimiento, en la filosofía de las leyes, en la filosofía de la ciencia y en la filosofía de la religión: no puede haber “verdad” sin una genuina libertad desde el empoderamiento consciente de nuestro propio destino como personas y como humanidad. En definitiva, el empoderamiento consciente es una vía de sanación y fuente de inspiración para dirigir cada cual su vida en el mejor de los sentidos. Porque, a la postre, como dijera Carl Jung, las personas sufren porque no saben darle un sentido a su vida.

Mis investigaciones en los citados campos de estudio han alumbrado otra necesaria revisión a realizar, a saber, la de la tradicional educación, de ahí esta propuesta como “educación cuántica”. La educación cuántica postula una metodología pedagógica al efectuar los necesarios revisionismos antes citados, en aras de educar a las venideras generaciones en libertad y con conocimiento de causa desde el empoderamiento consciente. Porque “la verdad os hará libre”, lo cual conlleva inherentemente un replanteamiento cognitivo sobre la comprensión del mundo y de la persona. Dicho giro cognitivo del “ver para creer” (método científico) al “creer para ver” (método trascendental) invita a salir de la ignorancia en la que está sumido el ego. Esa salida de la caverna platónica es popularmente conocida como el “despertar de la conciencia” y debería llevarse a cabo conjuntamente entre la ciencia y la reflexión filosófica.

Como se argumentará en este ensayo, la mecánica cuántica es el sustrato cognitivo que posibilita un giro epistemológico (teoría del conocimiento) que afecta a nuestra comprensión y renovada interpretación de la filosofía y la psicología, al desplomarse la “rígida estructura” dualista del método científico, quien pretende explicarnos la realidad de ahí fuera y que, como demuestran las neurociencias, es una pura ilusión. Así, pues, la verdadera realidad está en el interior de cada uno de nosotros, de ahí el nuevo paradigma de conocimiento argumentado desde la filosofía perenne.

4 - Un revisionismo pedagógico

Tales revisionismos histórico, filosófico y epistemológico inquieren, consecuentemente, un revisionismo pedagógico para impartir un nuevo paradigma de conocimiento mediante la educación. Efectivamente, solamente desde una renovada perspectiva pedagógica será posible curar esta marchita civilización, quien adora el tótem del dinero en vez de descubrir el tesoro más preciado oculto en la profundidad de todo ser humano en los mismos términos planteados por el inconmensurable Platón: “La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma entorno al Ser”; un sendero de sabiduría que puede potenciarse mediante la meditación tal como están ya practicando en muchos centros escolares.

La meditación, aplicada prácticamente en los centros escolares, tiene espectaculares resultados: estimula la creatividad de los niños, ayuda en el desarrollo de la inteligencia emocional, reduce la violencia conocida como bullying, mejora los procesos de aprendizaje, aminora la sobre estimulación propia de la era de Internet y mejora la convivencia escolar. La meditación se convierte así en un medio para la sanación trascendental del ser humano desde la infancia. Como aseverara el matemático griego Pitágoras: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

El nuevo paradigma educativo no es una entelequia. Los expertos señalan 2017 como el año de la revolución pedagógica: metodologías como el trabajo por proyectos, el aprendizaje colaborativo, la educación por competencias o el aprendizaje basado en la resolución de problemas serán una realidad en las aulas.

Sin lugar a dudas que la educación está en un proceso de transformación en todo el mundo gracias a la asimilación del conocimiento mediante innovadoras técnicas pedagógicas. Pero queda por dar un paso más: hacer de los estudiantes buenas personas para, poco a poco, hacer de este mundo más habitable sin violencia y cuyo objetivo debe ser alcanzar la paz. Para tal fin y parafraseando a Kant, la paz interior se presenta como un imperativo categórico. Ciertamente, como ya dijo el inconmensurable Sócrates: “Aquel que quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a sí mismo”. En dicho sentido, la meditación se presenta como una herramienta que está siendo introducida en cada vez más colegios.

Consecuentemente, la humanidad se halla no solamente ante un nuevo paradigma de conocimiento sino también ante un cambio de paradigma psicológico y, la meditación, se presenta como una herramienta pedagógica aún por descubrir en el sistema educativo occidental.

5 - Un revisionismo psicológico

Un nuevo paradigma de conocimiento, a su vez, incide en la psicología humana para aprehender la compleja realidad del mundo bajo una visión hermenéutica, la cual debe contemplar la evolución de la conciencia personal (egoica) hacia la conciencia transpersonal (Almendro, 1999) como vía de trascendencia del “yo” hacia el “nosotros” kantiano. Así, dicho revisionismo psicológico, al incorporar la espiritualidad en la psicología humana, inexorablemente conduce a un revisionismo educativo. Pero a su vez, un revisionismo educativo que contemple dicho revisionismo psicológico sustentado en la espiritualidad, se presenta como la única alternativa para revertir el actual reduccionismo psicológico positivista.

La psicología positivista o psicología tradicional es una forma de acercarse a lo psíquico a través de la introspección y el autoanálisis no excluyendo, por cierto, la observación objetiva de comportamientos. En este último sentido, la observación objetiva de los comportamientos entendidos como psicología científica, delimita el dominio de su competencia, prescindiendo de todo aquello que no se someta a la medición y a la sistematización experimental. Nociones como “yo”, “alma”, “vivencia”, “voluntad”, “conciencia”, son eliminadas cuando no modificadas por la psicología científica.

El problema de la psicología tradicional es su incapacidad para conseguir el consenso en la interpretación y explicación de los fenómenos psíquicos, debido al germen subjetivo implícito en la introspección y su dependencia del lenguaje verbal. Pero la psicología científica va más allá pues, mediante su reduccionismo, amputa y ejerce violencia sobre los fenómenos de la vida anímica.

Es evidente que la actividad psíquica no se agota en sus manifestaciones sensibles, concretas o fisiológicas. Asimismo, no se puede negar la estrecha vinculación de lo psíquico y la actividad neurofisiológica y endocrina. Sin embargo, dichas manifestaciones alcanzan matices difíciles de reducir a un patrón mecanicista. Estas últimas interpretaciones han mostrado el fracaso teórico del conductismo, aunque sus resultados sean de gran utilidad en áreas como la rehabilitación laboral y las terapias conductuales. Del mismo modo, la introspección y el psicoanálisis han mostrado sus debilidades, pero nadie puede objetar su utilidad para la vida diaria y como instrumento de autoconocimiento. Sin embargo, desde una perspectiva de la historia, frente a la psicología tradicional se yergue la psicología transpersonal como “cuarta fuerza” tras el conductismo, el psicoanálisis y la psicología humanista.

La psicología transpersonal nació a finales de los años sesenta en los EE.UU. a raíz del interés de un grupo de psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas (entre los que se encontraba Anthony Sutich y Abraham Maslow, fundadores de la psicología humanista, y el psiquiatra Stanislav Grof) en expandir el marco de la psicología humanista más allá de su centro de atención sobre el yo individual, interesándose por el estudio de la dimensión espiritual y trascendente de la naturaleza humana y de la existencia. Sus fundadores pretendían realizar una integración de las tradiciones místicas occidentales y orientales con la psicología humanista (Vaugham, 1982). La orientación transpersonal surge, pues, del encuentro entre la psicología occidental (en particular de las escuelas psicoanalíticas junguiana, humanista y existencial) y las tradiciones contemplativas de Oriente (en especial el budismo zen, el taoísmo y el hinduismo) (Ferrer, 2003). (Cita extraída del siguiente ensayo: Filosofía oriental y ciencias cognitivas: una introducción. Iker Puente. Universidad Autónoma de Barcelona, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Enrahonar. Quaderns de Filosofia, 2011, Vol.47 Pág.15 a 37).

6 - Un revisionismo educativo

El sistema educativo tradicional está metamorfoseándose gracias a personas y colectivos que trabajan en pos del empoderamiento humano, en aras de trabajar la potencial profundidad inherente a todo ser humano mediante un revisionismo psicológico que incorpore la espiritualidad. Por tanto, La educación espiritual de los niños (Monserrat, 2014) es un imperativo para instaurar en el futuro una Vida espiritual en una sociedad digital (Torralba, 2012). Consecuentemente, Espiritualidad y educación social (Benavent, 2013) es un binomio inseparable para trascender La sociedad de la ignorancia (Mayos et al., 2011).Pero, además, la educación espiritual no debería estar desvinculada de la educación ambiental, pues la “hiperconectividad” -el tiempo que pasamos frente a una pantalla- ha originado el llamado déficit por naturaleza, un concepto acuñado por el periodista estadounidense Richard Louv que habla de afecciones físicas y emocionales causadas por la carencia de interacción con la fauna y la flora. Es vital, pues, integrar los espacios naturales en el modelo educativo, ahondar en la mutua y sana dependencia de los niños con la naturaleza, tal como reivindica Heike Freire (2011) en su libro Educar en verde: ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza. Por tanto, la escuela también debe ser creadora de conciencia para revertir la actual relación de nuestros hijos -y de sus progenitores- con la Madre Tierra.

7 - Un revisionismo humano

Solamente mediante una concatenación de los anteriores revisionismos planteados será posible, entonces, El nacimiento de una nueva conciencia (Carbonell, 2007) como plantea Eudald Carbonell en el prólogo de la obra La sociedad de la ignorancia (Mayos et al., 2011):

La tecnología y su socialización generan tensiones y divisiones en nuestras estructuras ecológicas y culturales. No se ha producido, pues, una socialización efectiva del conocimiento, y ello impide que caminemos hacia la sociedad del pensamiento, tal como deberíamos hacer. Debemos trabajar en la perspectiva de generar una nueva conciencia crítica de especie. Solamente con una evolución responsable, construida a través del proceso consciente, podremos convertir el conocimiento en pensamiento, y alejarnos así de la sociedad de la ignorancia.


NOTA

(1)
Wilber hace hincapié de que el cerebro forma parte de la naturaleza, pero la mente no forma parte del cerebro, pues la conciencia es una dimensión interna cuyo correlato externo es el cerebro objetivo. La mente es un “yo” y el cerebro es un “ello”. Solo es posible acceder a la mente a través de la introspección, la comunicación y la interpretación. Aunque la conciencia, los valores y los significados sean inherentes a las profundidades del Kosmos, no pueden ser encontrados en el cosmos, es decir, son inherentes a las profundidades de la Mano Izquierda, no a las superficies de la Mano Derecha. Así fue como el Espíritu se suicidó y terminó convirtiéndose en un fantasma. Ese fue el motivo por el que teóricos como Foucault han atacado con tanta dureza las “ciencias del hombre” que aparecieron en el siglo XVIII, pues los seres humanos eran estudiados en sus dimensiones objetivas y empíricas y, en consecuencia, fueron reducidos a meros “ellos” (Martos, 2016).


BIBLIOGRAFÍA:

Almendro, Manuel. La conciencia transpersonal. Barcelona: Kairós, 1999.

Benavent, Enric. Espiritualidad y educación social. Barcelona: Universitat Oberta de Catalunya, 2013.

Carbonell, Eudald. El nacimiento de una nueva conciencia. Barcelona: Ara Llibres, 2007.

Droit, Roger-Pol. El ideal de la sabiduría . Barcelona: Kairós, 2011.

Dumenil, Gerard. La gran bifurcación. Acabar con el neoliberalismo. Madrid: La catarata, 2014.

Ferrer, Jorge. Espiritualidad creativa: una visión participativa de lo transpersonal. Barcelona: Kairós, 2003.

Freire, Heike. Educar en verde: ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza. Barcelona: Grao, 2011

Huxley, Aldous. La filosofía perenne. Barcelona: Edhasa, 2010.

Lazar, S. (2011). “Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density”. En: Psychiatry Research: Neuroimaging, Nº 191(1), 36 a 43.Hospital General de Massachusetts, Harvard Medical School, Boston, EE.UU.

Monserrat, Laia. Espiritualidad natural: La educación espiritual de los niños. Ideas para padres y maestros. Barcelona: Kairós, 2014.

Mayos, Gonçal et al. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Península, 2011.

Navarro, Vinçens. Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona: Espasa libros, 2012.

Torralba, Francesc. Vida espiritual en una sociedad digital. Lleida: Milenio, 2012.

Wilber, Ken. El espectro de la conciencia. Barcelona: Kairós, 2005a.

Wilber, Ken. (2005b). “Dos modos de saber”. En: Wilber, El espectro de la conciencia (pp.35-59). Barcelona: Kairós.

Wilber, Ken. Cuestiones cuánticas. Barcelona: Kairós, 2013.
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Cogito

PRÓLOGO: 1 - LIBREPENSAMIENTO

Parte 1 del prólogo de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA


El título de esta obra bien puede pasar por una película de Stanley Kubrick. Este director de cine tenía un control total sobre sus películas para lograr una coherencia artística, y del mismo modo lo intento con mis pensamientos. Kubrick innovó en el empleo de bandas sonoras que dirigió. Como él, soy yo quién toca la melodía de mis pensamientos en un alarde de ser un librepensador. Las películas de Kubrick incorporaban sus propios intereses culturales. Mi sistema filosófico, por supuesto, incorpora también los míos como la economía, la política, la sociología, la psicología, la filosofía y la espiritualidad, todos ellos sustratos intelectuales para comprender este complejo mundo que nos ha tocado vivir. Como Kubrick, reflexiono sobre el hombre y su lucha constante con su entorno, ya sea físico, social, psicológico o metafísico. En definitiva, tanto Kubrick como yo buscamos un perfeccionismo casi imposible.

Es así como, después de varias obras publicadas, me asomo a La educación cuántica en este ensayo. Para estar de acuerdo con los presupuestos planteados en este libro, es requisito casi imprescindible haber asimilado mi sistema filosófico, disponible en la obra Capitalismo y conciencia (Martos, 2012). De lo contrario, lo más fácil, por ignorancia cognitiva sobre mis pensamientos, se podría banalizar no solo con el título, sino también con el contenido sin prestarse mínimamente a profundizar sobre su constructo intelectual.

Soy consciente que filosofar se ha convertido en un pensamiento complejo (Morin, 1994) en orden a tener una comprensión del mundo como sistema entrelazado. Esa complejidad, la expresa certeramente el filósofo francés Edgar Morin al decir que “se trata de enfrentar la dificultad de pensar y vivir en la búsqueda de soluciones a los problemas contemporáneos y la construcción del futuro”. En dicho objetivo está escrita La educación cuántica, como revulsivo cognitivo desde la filosofía transpersonal para aportar algo de luz en esta sombría caverna platónica donde se halla la humanidad. Habiendo realizado las advertencias previas sobre mis intenciones teoréticas emulando a mi admirado Descartes, es pertinente entrar en los contenidos que justifiquen al concepto de “educación cuántica” como título de esta obra.


René Descartes (1596-1650): “Para alcanzar la verdad, es necesario, una vez en la vida, desprenderse de todas las ideas recibidas, y reconstruir de nuevo y desde los cimientos todo nuestro sistema de conocimientos”


BIBLIOGRAFÍA:

Martos, Amador. Capitalismo y conciencia. Madrid: Bubok Publishing, 2012.

Morin, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa, 1994.
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Transcendiendo a la modernidad

PRÓLOGO: 2 - TRANSCENDIENDO A LA MODERNIDAD

Parte 2 del prólogo de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

La racionalidad humana, nacida en la era moderna a partir del primer renacimiento humanístico, está tocando fondo en su especulación científica: la física cuántica no puede ir más allá en su investigación sin tener en cuenta a la conciencia del observador; del mismo modo, la teoría de cuerdas postula otras dimensiones inaccesibles a nuestros sentidos pero que rayan con planteamientos filosóficos y espirituales. La conciencia y su expansión a otras dimensiones, parecen ser las consignas epistemológicas que brotan desde la ciencia, todo un acercamiento de la racionalidad pragmática (objeto) a la racionalidad espiritual (sujeto). Por otro lado, esa racionalidad humana ha caído presa del pragmatismo utilitarista fomentado por el sistema capitalista de producción, causando ello el actual colapso civilizatorio tanto en la biosfera como en la noosfera; del mismo modo, la espiritualidad de la humanidad secuestrada por las religiones, se está degradando inexorablemente por el anacronismo de sus dogmas, amén de los escándalos económicos y sexuales de la Iglesia Católica. Por todo ello, por la carencia de completitud del materialismo científico, por la fragmentación del ego durante la postmodernidad, y por la inutilidad de las religiones como causa explicativa del más allá, el mundo se halla ante un colapso social, mental y espiritual, y requiere urgentemente de un revisionismo epistemológico tal como pretende La educación cuántica.

Así, el concepto “educación cuántica” hay que situarlo dentro de ese complejo contexto socio-espiritual y obedece a una nueva mirada de la erudición que ya no centra su atención en el objeto, sino en la conciencia humana como lo acreditan diversas áreas de la ciencia que, inapelablemente, remiten a la rehabilitación de la filosofía perenne . Las categorías científicas están convergiendo en la ciencia por excelencia, a saber, la ciencia de la conciencia. Y en ese campo, la filosofía transpersonal desarrollada por el filósofo Ken Wilber (2005) y la psicología transpersonal como la “cuarta fuerza” de la psicología, están ganando enteros para su reconocimiento académico. Es en este ámbito de investigación donde mis publicaciones Pensar en ser libre (Martos, 2010) y Capitalismo y conciencia (Martos, 2012b) tienen razón de ser, lo cual me permite entrar en materia científica para demostrar cómo, desde la investigación empírica (1), se están dando más que razones para poder afirmar que la mente humana está conectada cuánticamente con el universo (Garnier, 2012), con quién interactúa al modo que ya dijo Platón: “La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma entorno al Ser”. Sin pretender ser petulante, recomiendo como punto de arranque en la investigación de la conciencia mi publicación en el Journal of Transpersonal Research La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico-transpersonal (Martos, 2012a) también insertada a modo de corolario en la citada obra Capitalismo y conciencia .


BIBLIOGRAFÍA:

Garnier, Jean-Pierre. Cambia tu futuro por las aperturas temporales. España: Reconocerse, 2012.

Martos, Amador (2012a). La evolución de la conciencia desde un análisis político, social y filosófico transpersonal . Pág.47 a 68, Madrid: Journal of Transpersonal Research, Vol. 4 (1). ISSN: 1989-6077.

Martos, Amador. Capitalismo y conciencia. Madrid: Bubok Publishing, 2012b.

Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005.


NOTA:

(1) El sentido de Journal of Transpersonal Research es el de promover, reunir y difundir el estudio de la investigación en psicología y psicoterapia transpersonal, así como cualquier campo de estudio relacionado con éste. Esta iniciativa surge desde el ámbito de la psicología académica, para conseguir una serie de objetivos en el estudio de lo transpersonal, como son:

-Continuar el objetivo de estudio serio y científico, con que nació esta disciplina.

-Generar y aumentar la investigación experimental y empírica (tanto cualitativa como cuantitativa), en psicología y psicoterapia transpersonal.

-Ampliar la investigación transpersonal a disciplinas afines y relacionadas con ella, sin ser propiamente llamadas “transpersonales”.

-Dar a conocer más la psicología transpersonal en la psicología académica, a través de la inclusión de esta revista en las bases de datos y directorios académicos nacionales e internacionales.

-Publicar las investigaciones más relevantes que se están llevando a cabo en lengua castellana.

El interés principal de esta revista es la publicación de investigaciones experimentales y empíricas (cuantitativas/cualitativas), para contribuir a la integración de lo transpersonal en la psicología académica.

Todos los artículos publicados en esta revista versan sobre la ciencia e investigación transpersonal, concretamente en la disciplina de psicología, aunque también tienen lugar los trabajos de otras disciplinas del conocimiento que se relacionen con la psicología y/o la psicoterapia a través de su dimensión transpersonal.

El objetivo de esta revista es la difusión, presentación y discusión de la nueva investigación generada, tanto a nivel teórico como experimental (especialmente éste último), en materia de psicología transpersonal, así como cualquier saber relacionado con el dominio transpersonal de la persona.

El público al que está dirigida esta revista, es todo aquel interesado en la investigación de la dimensión espiritual del ser humano, como parte constituyente del mismo, junto con la biológica, psicológica y social.

Journal of Transpersonal Research está avalado por el Departamento de Filosofía, Universidad Autónoma de Barcelona (España), el East West Psychology Department, CIIS, San Francisco, California (U.S.A.) y por el Departamento de Didáctica y Teoría de la Educación, Universidad Autónoma de Madrid (España).
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Hacia una nueva cosmovisión

PRÓLOGO: 3 - HACIA UNA NUEVA COSMOVISIÓN

Parte 3 del prólogo de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Dicha erudición filosófica, ahora, tiene que ser corroborada mediante una renovada visión de la ciencia y la espiritualidad, y a ello vamos a dedicar la presente obra. La filosofía y luego las ciencias, han trabajado arduamente para despejar bastantes incógnitas sobre el conocimiento del sentido de la vida, sin embargo, dicha cuestión para nada está resuelta como acredita el actual declive civilizatorio. La humanidad necesita repensarse a sí mismo: hay una crisis de valores morales por encima de la crisis económica y política. Socialmente, ese repensar colectivo es un incipiente paradigma que se está abriendo paso gracias al movimiento altermundista representado por el Foro Social Mundial, para hacer de contrario, en términos de Heráclito, al pensamiento único neoliberal. Pero filosófica y psicológicamente, es el movimiento “transpersonal”, un paradigma surgido como “cuarta fuerza” de la psicología, quien aporta las bases epistemológicas para hacer frente al caduco pensamiento occidental. La racionalidad pragmática inserta en este depredador capitalismo es un cáncer para las relaciones humanas. El infinito crecimiento económico y la competencia desleal, ambos incentivados por el imperialismo de unos pocos estados mediante las guerras, esclaviza al resto de la humanidad en la más absoluta miseria, pobreza e ignorancia, impidiendo con ello dar un sentido coherente a la vida. Es imperativa una reprogramación de la intelectualidad humana, tesitura que están intentando diversos científicos y pensadores, entre los que me incluyo.

Mi propuesta es que el “sesgo moral” es más importante que el “sesgo científico”, secuestrado este por los poderes fácticos, y haciendo cierto con ello el aforismo anticipado por Aristóteles: “El saber es poder”. Así, las eufemísticas democracias, en realidad, se hallan bajo una plutocracia donde Los amos del mundo ejercen un terrorismo financiero (Navarro, 2012). Hay un racionalismo pragmático desde los poderes fácticos que se sustenta en el secuestro del saber y la democracia (Rubiales, 2005) así como los medios de información (Chomsky, 2002), al servicio ello de un depredador capitalismo. La irremediable consecuencia es que la moralidad ha sido ajada, deviniendo entonces en una “modernidad líquida” al decir del sociólogo Bauman (2007) para definir el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. Lo que antes eran nexos potentes, ahora se han convertido en lazos provisionales y frágiles. En palabras de Marx, sería la perdida de la conciencia de clase.


BIBLIOGRAFÍA:

Bauman, Zigmunt. Tiempos líquidos. Barcelona: Tusquets, 2007.

Chomsky, Noam. Cómo nos venden la moto.Información, poder y concentración de los medios. Barcelona: Icaria editorial, 2002.

Navarro, Vinçens. Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona: Espasa libros, 2012.

Rubiales, Francisco. Democracia secuestrada. Córdoba: Almuzara, 2005.
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Un nuevo paradigma de pensamiento

PRÓLOGO: 4 - UN NUEVO PARADIGMA DE PENSAMIENTO

Parte 4 del prólogo de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Sin embargo, el dominio de la racionalidad pragmática está puesta seriamente en duda por la racionalidad espiritual (obsérvese nuevamente los contrarios propuestos por Heráclito), presente en los despectivamente llamados “místicos cuánticos”, todo un cambio de paradigma en el modo de pensar pero que los materialistas científicos reniegan de su reconocimiento, por el puro ego de creer estar en la verdad, un error epistemológico de hondo calado filosófico.

La educación cuántica, en dicha significación, es una cruzada intelectual en toda regla que solo busca sanar un ego desorientado: las conciencias individuales han sido fragmentadas en su ego por el sistema capitalista, a la vez que han sido disociadas de la colectividad, viviendo así en una “hiperrealidad”, un concepto para describir la forma en que la conciencia define lo que es verdaderamente “real” en un mundo donde los medios de comunicación pueden modelar y filtrar de manera radical la manera en que percibimos un evento o experiencia. Con el desarrollo de Internet y las nuevas tecnologías se pueden crear, casi literalmente, nuevos mundos de los que, en cierto sentido, se puede decir que no necesitan de la materia prima del mundo real para existir e interactuar. Según Baudrillard (2005), uno de los expertos más famosos en hiperrealidad, los bienes de consumo adquieren un valor de signo, es decir, que indican algo sobre su poseedor en el contexto de un sistema social. Este consumismo, por su dependencia del valor de signo, es un factor que contribuye en la creación de la citada hiperrealidad. La conciencia es engañada, desprendiéndose de cualquier compromiso emocional verdadero al optar por una simulación artificial. La satisfacción y la felicidad se hallan, entonces, a través de la simulación e imitación de lo real más que a través de la realidad misma. Ese “yo”, fragmentado en miles de imágenes como reflejo del ser interno, es recogido por la psicología postmoderna en el intento de reconstrucción del “yo” egoísta e individualista mediante medicamentos psiquiátricos y técnicas de relajación. Pero, en esencia, se ha obviado que ese “yo” ha sido disociado del “nosotros”, siendo esta disociación la causa de los males de nuestra civilización actual. Consecuentemente, se necesita imperativamente un bálsamo de sabiduría perenne para recuperar el auténtico sentido de la vida, que no es otro que la compasión y el amor.

BIBLIOGRAFÍA:

Baudrillard, Jean. Cultura y simulacro. Barcelona: Kairós, 2005.
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Vivir, pensar, amar.

PRÓLOGO: 5 - VIVIR, PENSAR, AMAR

Parte 5 del prólogo de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Así, las personas han perdido de vista que el verdadero sentido de la vida está en el amor que profesamos a nuestra familia, amigos, sociedad o comunidad, todo ellos amenazados por la fiebre del dinero. Todo vale con hacer dinero, destruir este finito planeta, comerciar con los recursos naturales, causar guerras por motivos económicos, hasta llegar a la más ignominia moralidad. La noosfera no solo está destruyendo la biosfera, sino a ella misma, un contra sentido holístico de la naturaleza. De ahí las causas de la presente crisis civilizatoria como jamás habido en la historia occidental y el presumible fin de una era (Jalife-Rahme, 2008).

La humanidad se halla ante un paradigmático cambio de pensamiento, solo comparable al cogito cartesiano. Descartes rescato la razón de las garras de la fe. Ahora se trata de rescatar la razón del ego plutocrático, un enfermo depredador de la biosfera y la noosfera. Más que nunca son tiempos de volver a decir aquello de que “pienso, luego existo” , un contra sentido ontológico para todas las personas que sufren la depredación por los poderes fácticos que controlan el planeta. La esclavitud económica es el signo de identidad del sistema capitalista, tantas veces muerto y luego resucitado.

Desde que Kant diferenció mediante sus Tres críticas a la ciencia, la profundidad intelectual y la moralidad, se han producidos los temores que manifestó en su ensayo ¿Qué es la ilustración? (Kant, 2007), unos temores que no ha resuelto ni la postmodernidad ni la actual plutocracia. Esa diferenciación kantiana del mundo material, mental y espiritual ha desembocado en la actual enfermedad social, intelectual y moral, respectivamente, Dios libre de culpa al inconmensurable Kant. Es una enfermedad muy grave, pues requiere reconstruir pensativamente nuestro mundo, ya que no solo lo estamos destruyendo, sino que nos estamos destruyendo a nosotros mismos. Es una enfermedad terminal que necesita de un milagro pues el cáncer se está extendiendo de la biosfera a la noosfera; una enfermedad que afecta a nuestro modo de vivir, pensar y amar, actualmente en manos de los poderes fácticos que, a su vez, hacen acopio del saber científico para eternizar el eufemístico pensamiento único neoliberal. Así es como se ha llegado a La sociedad de la ignorancia (Mayos et al., 2011) .

Consecuentemente, por el bien de nuestra propia libertad a decidir nuestro modo de vivir, pensar y amar, no se puede consentir el incumplimiento descarado de los Derechos Humanos (Pau, 2011), porque la miseria humana afecta ya a la totalidad de la humanidad. En tiempos de los imperialismos históricos, había mucho mundo todavía por explotar. Pero el imperialismo económico ha llegado al límite permitido, pues roza con la enfermedad más grave de todos los tiempos: un ego fragmentado y disociado de la colectividad, que está herido de muerte y no puede sobrevivir sino con la contemplación de una unión con el “nosotros” kantiano . Es la propia noosfera que, en una putrefacta disociación entre la razón y el espíritu, aboga por una aniquilación de la actual civilización. Y ello, la naturaleza no lo va consentir, pues al decir del filósofo griego Aristóteles: “La naturaleza nunca hace nada sin motivo” (1).


BIBLIOGRAFÍA

Jalife-Rahme, Alfredo. El fin de una era: turbulencias en la globalización. México: Libros del Zorzal, 2008.

Kant, Inmanuel. ¿Qué es la ilustración? Madrid: Alianza, 2007.

Mayos, Gonçal et al. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Península, 2011.

Pau, E.d. Alerta 2011.Informe sobre conflictos, derechos humanos y construcción de paz. Barcelona: Icaria, 2011.


NOTA:

(1) A finales de la década de 1990, la escritora estadounidense de ciencias naturales Janine Benyus acuñó el término “biomímica” para referirse a las innovaciones inspiradas en la flora y la fauna. Los orígenes modernos de la Biomímica, también conocida como Biomimética o Biónica, suelen atribuirse al ingeniero Richard Buckminster Fuller, aunque previamente también se han dado casos de desarrolladores que intuitivamente se basaron en la naturaleza para alcanzar algún hallazgo. La biomímica postula que, con 3.800 millones de años de evolución de la vida en la Tierra, la naturaleza ya ha encontrado soluciones para muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos los seres humanos en la actualidad. Ejemplos de dichas soluciones halladas por los hombres emulando la naturaleza son:

-la Torre Eiffel que imita al fémur humano;

-los puentes en suspensión que se inspiraron en los tendones;

-el velcro como consecuencia de la fascinación del ingeniero suizo George de Mestral con los pequeños cardos de puntas ganchudas de las bardanas que se habían enganchado en su perro y en su ropa después de un paseo;

-el plástico antirreflectante: los ojos de las polillas no reflejan la luz gracias a unas diminutas protuberancias, y por ello pasan más desapercibidas para los depredadores;

-la tela inteligente: imitando las escamas de las piñas, que se abren y cierran en función del calor o del frío;

-el tren bala: los ingenieros rediseñaron la nariz del tren bala inspirándose del pico del Martín pescador, y así redujeron el ruido y el consumo de energía eléctrica;

-la superficie de las lanchas: una nueva cubierta exterior imita a la piel de tiburón en las lanchas, con pequeños rectángulos y púas, para así impedir que se adhieran algas y percebes;

-el ahorro energético: las mariposas Morpho se distinguen por sus alas de color azul iridiscente. El tono tornasolado es una ilusión óptica llamada “color estructural”, una interferencia entre haces de luz a causa de la cual solamente se reflejan algunos colores. El estudio de esta propiedad ha derivado en aplicaciones para monitores de ordenador, agendas electrónicas, teléfonos inteligentes y vestimenta hecha con fibras de poliéster y nailon que “reflejan” toda la gama del arco iris sin necesidad de colorantes;

-las alas transformables, basándose en ciertas especies de aves que utilizan este sistema para realizar vuelos más eficientes;

-el superpegamento: a partir de la clonación de cinco proteínas de mejillón para desarrollar un adhesivo natural resistente al agua.

Como se puede apreciar, la naturaleza es sabia y nos lleva ventaja en la búsqueda de soluciones. Como aseverara Aristóteles: “Dios y la naturaleza no hacen nada inútilmente”.
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