"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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CONÉCTATE CON EL PLAN DIVINO

Artículo dedicado a todas las Semillas Estelares

Hablar de un plan divino en medio de tanto caos exterior parece una incongruencia, sin embargo, en todo caos existe un orden, y cada cual debe saber poner orden en sus ideas para comprender realmente cuál es el sentido de la vida.

La vida, en sí misma, es un misterio por resolver, y a ello se han dedicado tradicionalmente la ciencia y la filosofía, a saber, dar respuestas a las preguntas metafísicas por excelencia: ¿Quién soy yo?, ¿De dónde vengo? y ¿Hacia dónde voy? Pero nadie puede responder esas preguntas por cada uno de nosotros, pues el camino hacia la “verdad” debe ser recorrido individualmente: se trata de un camino ascendente hacia la sabiduría. De hecho, la ciencia (epistemología de lo conmensurable) y la genuina filosofía (hermenéutica de lo inconmensurable) deberían ser fusionadas en una sabiduría como ciencia para la sanación espiritual.

Así pues, el fracaso epistemológico de Occidente ha sido la creación de dualismos que dividen al ser humano, y el mayor de esos dualismos es la separación entre la ciencia y el Espíritu. Recordemos que la razón es a la dualidad como el amor es a la unidad; y que solo se puede trascender la dualidad trascendiendo nuestro propio ego mental que todo lo divide: por países, por culturas, por familias, a sí mismo, y hasta alejarse casi definitivamente de la divinidad que mora en nuestro interior.

En consecuencia, el reto más importante para cada de uno de nosotros es el de la transformación interior hasta lograr la sabiduría, porque solamente desde la sabiduría se puede vivir en y para el amor. Recordemos una vez más que el saber sin amor es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este viejo mundo abocado al colapso. Y es mediante la sabiduría y el amor como, entre todos, seremos capaces de establecer los presupuestos filosóficos para la transición humana del viejo mundo al nuevo mundo. ¿Pero cuáles son las diferenciaciones entre el viejo mundo y el nuevo mundo? En esencia, se trata de un estado vibratorio de nuestra propia conciencia, pues todo es vibración en el universo.

En un lenguaje más popular, el viejo mundo corresponde a la Matrix (3D), y el nuevo mundo por descubrir es la Conciencia Crística (5D), o el estado del Buda. Sin embargo, la transición de la 3D a la 5D no es un camino baladí, pues hay que transitar por la cuarta dimensión (4D), ese mundo de las ideas como decía Platón, donde habita el enemigo invisible de la humanidad y desde donde controla al ser humano a través del subconsciente. Saber ello implica una ascensión espiritual individual desde la 3D a la 5D mediante el empoderamiento, el despertar espiritual, la trascendencia del ego y la conciencia de unidad.

Alcanzar la conciencia de unidad y, por tanto, reconocer que todos somos UNO, implica trascender la fragmentación de nuestra conciencia desde que ocurriera la gran inversión desde lo inconmensurable (Dios) a lo conmensurable (ciencia). Esa fragmentación dualista entre la ciencia y el Espíritu es lo que ha propugnado la disociación de la colectividad mediante la ingeniería social y mental alentada por los poderes fácticos a través de la ingente manipulación económica, social y política. Una vez sabido cómo nuestra historia ha sido manipulada, y cómo la educación también ha sido un instrumento de poder para mantenernos colectiva y culturalmente en la ignorancia inducida, es oportuno considerar las repercusiones epistemológicas para dar respuestas a las preguntas planteadas al inicio de este artículo: ¿Quién soy yo?, ¿De dónde vengo? y ¿Hacia dónde voy?

Y como se ha argumentado anteriormente, el despertar espiritual y la evolución del amor son la única tabla de salvación para salir de esta falsa pandemia creada por las fuerzas obscuras de la cuarta dimensión, pues está en juego la salvación de nuestra alma al impedir reconocernos que somos pura esencia de amor, y que el amor es la ley suprema. El amor es el plan divino, conéctate con el plan divino, conéctate con el amor.
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Ciencia, filosofía, espiritualidad

PENSAMIENTO, CONOCIMIENTO E ILUMINACIÓN

1 - ¿Cómo sabemos si lo que sabemos es cierto?

Algunas personas me han consultado acerca de qué pensadores seguir o qué libros leer para adentrarse en la investigación de la “verdad”. En verdad, sería una actitud de soberbia por mi parte creer que podría orientar a esas personas en el complejo laberinto del pensamiento hacia la pretendida “verdad”. La actividad pensativa no es una prerrogativa de los así llamados “filósofos”, pues todos y cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, tenemos la capacidad de pensamiento, así como la posibilidad de alcanzar algún que otro conocimiento. Otra cuestión es, como argumenté en mi obra Pensar en ser rico, la actitud de cada persona respecto del querer aprender y saber cada vez más, o no. Y esa actitud es, precisamente, el diferencial entre los que denomino “filósofos pasivos” y “filósofos activos”.

Sería un “filosofo activo” toda aquella persona que busca siempre mejorar su modo de entender y pensar la vida. Es filósofo activo toda persona que se pregunta, que quiere saber más, que no se conforma con lo aprendido, sino que lo aprendido es el punto de partida de lo que queda por aprender. Sin embargo, sería un “filósofo pasivo” toda aquella persona justamente lo contrario: no se preocupa por el saber ni del conocer, pues va pasando por la vida sin la más mínima actitud activa respecto del conocimiento mismo. Dicha actitud no puede ser criticada pues cada cual es libre de sus acciones y, la actitud activa hacia el saber y conocer más, no es obligatoria.

Ahora bien, realizada esa salvedad clarificadora, me dirijo a aquellas personas que sí desean saber y aprender más, para decirles que el pensamiento no solo sirve para ayudarnos a tomar decisiones con lo que sabemos, sino, también, para adquirir conocimientos nuevos que refuercen el propio pensamiento, pues solamente con dicha riqueza del pensamiento estaremos preparados para ser mejores padres, mejores amigos, mejores trabajadores, mejores empresarios, mejores científicos, mejores políticos, en definitiva, mejores personas. En consecuencia, la proactividad del pensamiento es una cuestión de actitud personal respecto del conocer.

En la medida que cada cual se atreva a adentrarse en el complejo laberinto del pensamiento, irá conformando su propia cosmovisión de la vida. Y, según una interpretación de la física cuántica, hay tantas perspectivas de la vida como personas que piensan, pues a decir de Descartes “El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo, puesto que cada uno piensa estar tan bien provisto de él que, incluso aquellos que son más difíciles de contentar en otra cosa cualquiera, no acostumbran a desear más de lo que tienen”.

2 - Iluminación cognitiva

Por tanto, para responder a los consultantes que han motivado este artículo, voy a citar a los pensadores y sus libros que, a mí personalmente, han marcado mi pensamiento. No necesariamente deben ser de misma utilidad para ellos, sin embargo, creo que mis respuestas pueden servir de orientación generalizadora y que voy a justificar en la conclusión final. La búsqueda de la “verdad” lleva, antes o después, hacia una “iluminación cognitiva”, y hay tantas iluminaciones cognitivas como investigadores del pensamiento, pues cada uno de los científicos y pensadores de la historia conforma un pequeño eslabón en el vasto laberinto del pensamiento. Por tanto, en aras de no caer en la soberbia, es siempre más recomendable estudiar a los pensadores que nos han precedido en la historia del pensamiento (o la así llamada “filosofía"), para luego entresacar y hacer nuestras las “iluminaciones cognitivas” de otros que, antes que nosotros, se han preocupado de la investigación de la “verdad”.

Así fue como me propuse estudiar filosofía durante cinco años y, en honor a la verdad como ya he expresado en varias ocasiones, no salí de la universidad con las ideas muy claras, entre otras razones, porque no hay una sistematización del conocimiento para que el alumno pueda conocer el pasado y así, acto seguido, poder actuar con conocimiento de causa en su presente para orientar más certeramente su futuro vital. En efecto, en ausencia de una “verdad” académica que se yuxtaponga a las “mentiras” del propio sistema económico político y educativo y de ingeniería social y mental, es prácticamente muy difícil, por no decir premeditadamente manipulado, el alcanzar sin obstáculos el conocimiento de la “verdad”.

Por tanto, en honor a la verdad, la “verdad” misma es tergiversada por un depredador sistema cuya manipulación económica, social y política nos ha conducido a la actual plandemia, hasta el punto que nadie sabe qué está pasando en el mundo actualmente. Bueno, en realidad, no saben nada los esclavos de la caverna platónica, pero los poderes fácticos que han manipulado la historia, sí saben lo que quieren: un Nuevo orden Mundial que esclavice totalmente a la humanidad mediante técnicas de transhumanismo. Saber todo ello forma parte del proceso de la iluminación cognitiva, pues la “verdad nos hará libres”. No pretendo, para nada, hacer proselitismo de tales ideas, sino invitar a todo aquél con pensamiento crítico en búsqueda de la “verdad” a que alcance su propia “iluminación cognitiva” lo que, dicho de otro modo, sería una invitación a su propio despertar espiritual.

3 - Iluminación espiritual

Llegado a este punto, conviene diferenciar claramente entre la “iluminación cognitiva” y la “iluminación espiritual”. La primera sería un estado de la propia razón que se espiritualiza, que se trasciende a sí misma con más conocimientos y que, en su máxima expresión platónica, equivaldría a decir que la Bondad es la Verdad que confiere Belleza al sentido de la vida. La iluminación cognitiva sería, entonces, algo así como encajar varias piezas de un puzle hasta vislumbrar la posible conformación de un mapa evolutivo de nuestra conciencia y que, en su apogeo de plenitud, puede experimentar una “experiencia cumbre” en palabras de Maslow o una experiencia mística donde el Amor es la ley suprema. Dicho así, parece muy fácil de alcanzar, pero, en realidad, no es tan fácil pues requiere una trascendencia del ego para vislumbrar al mundo y los otros desde una visión transpersonal, un trabajo en profundidad para desmontar nuestros falsos sistemas de creencias impuestos por el propio sistema para impedir la expresión natural de nuestra divinidad.

Respecto de lo anterior, la pregunta pertinente sería: ¿es condición indispensable pasar por la “iluminación cognitiva” para alcanzar la “iluminación espiritual”? No necesariamente, como he apuntado anteriormente, la iluminación cognitiva es propia de la razón que se espiritualiza mediante las experiencias adquiridas en un mundo de dualidad. Sin embargo, la “iluminación espiritual” es una súbita experiencia que se puede alcanzar mediante técnicas o prácticas de meditación o introspección sin el uso de la razón, y lograr así una conciencia de unidad en un estado de no-dualidad. No en vano, la diferencia de las sociedades orientales respecto de las occidentales, se ha caracterizado las primeras por ir más allá de la razón con creencias como la reencarnación, por ejemplo, mientras que el pensamiento occidental ha sido preeminentemente racional alejado de toda espiritualidad auténtica que no fuera controlada por el propio sistema, como las religiones, por ejemplo. De ahí el polémico criterio de demarcación entre ciencia y religión. Más grave aún, existe un fracaso epistemológico de Occidente pues vivimos en una pesadilla de odio entre razón y espíritu a la vista de nuestro mundo actual. Por tanto, el reto más inmediato del sistema académico es establecer una nueva cosmovisión entre la ciencia y el espíritu, tal es la tarea que defiendo a través de mis publicaciones.

4 - Pensadores para una iluminación cognitiva y espiritual

En virtud de todo lo anteriormente expuesto, y en aras de dar respuesta a la consulta al inicio planteada, voy a relatar a continuación aquellos pensamientos, y sus autores, que han supuesto un marcado punto de inflexión en mi propia investigación de la “verdad” a lo largo de tantos años de investigación. Vuelvo a repetir, no pretendo que sea una lista unívoca, bien al contrario, voy a dejar de lado conscientemente a autores como Kant, Rupert Sheldrake, Bruce Lipton, Jean-Pierre Garnier, Amit Goswami, entre muchos otros. Pero todos ellos pueden ser estudiados a través de mis publicaciones. Y no los descarto por el desmerecimiento de sus aportaciones científicas o intelectuales, sino porque en la lista que a continuación relato, trato de “trazar” un esqueleto cognitivo con algunos libros que, pienso, son claves tanto para la “iluminación cognitiva” como la “iluminación espiritual”.

La idea pretendida sería que, toda persona que no necesariamente esté versada en cuestiones profundamente filosóficas, pueda adentrarse en el laberinto del pensamiento en busca de la “verdad” mediante autores que considero claves. Y al hilo de la exposición de cada uno de ellos, argumentaré qué representa su pensamiento en la historia del pensamiento y qué conocimientos podemos extraer de sus obras.

La primera obra recomendada es, obviamente, La república de Platón (427-347 a C.). Esta obra trata de un diálogo entre Sócrates y otros personajes, como los discípulos o parientes del propio Sócrates. La obra está compuesta por diez libros. En esta obra se puede leer reflexiones que tienen que ver con candentes temas de actualidad como la estructura de ciudad-estado, el régimen democrático, la tiranía, la oligarquía, las teorías políticas, la teoría de las ideas, la idea del Bien, la idea de Justicia. Es una obra que contiene la doctrina platónica conocida como el Mito de la Caverna. Conocer el pensamiento de Platón es la antesala para entender posteriormente a Kant. Para una inmersión en la comprensión de la obra de Platón a la luz del posterior desarrollo filosófico a través de la historia, remito al lector a mi artículo Platón: el camino ascendente es el camino descendente.

La segunda obra recomendada es El discurso del método de René Descartes (1596-1650), cuyo título completo es: Discurso del método para conducir bien la propia razón y buscar la verdad en las ciencias. Es una obra fundamental de la filosofía occidental con implicaciones en el posterior desarrollo de la filosofía y las ciencias. Debo admitir que, cuando la estudié, me impactó profundamente pues es la expresión del puro racionalismo para no perderse en la investigación de la “verdad”, una guía en toda regla, una obra magistral que, a buen seguro, hará las delicias de todo inquisitivo pensador.

La tercera obra es Breve historia de todas las cosas de Ken Wilber (1949-actualidad). Hago una advertencia previa al lector: como podrá observar, solamente he expuesto a Platón y Descartes como autores recomendados de la filosofía tradicional impartida académicamente y, ello, tiene una razón de peso pues la obra de Ken Wilber (sus más de veinte libros), incluyen y trascienden a toda la filosofía tradicional impartida en los sistemas educativos. Todos los autores y corrientes como el Renacimiento, la Ilustración, la Edad de la Razón desde Kant hasta el surgimiento de la posmodernidad, todos ellos son admirablemente tratados por Ken Wilber, y argumentados en mi libro Una filosofía alternativa al capitalismo. El lector no se perderá nada, al contrario, será enriquecido por la sabiduría de Ken Wilber. Para la cuestión que nos ocupa aquí, Breve historia de todas las cosas, es una obra que ofrece una fascinante versión panorámica, popular y accesible del pensamiento de Wilber, a modo de resumen de su otra obra Sexo, Ecología, Espiritualidad; esta obra de Wilber es recomendable para los auténticos investigadores que no se quieran perder detalle de la evolución de todo lo existente, desde la materia a la vida, a la mente y Dios.

La cuarta obra recomendada es Evolucionarios de Carter Phipps (actualidad). Cuando escuchamos hablar de evolución, todos pensamos en fósiles, simios, Darwin y Dawkins. Pero la idea de evolución es mucho más profunda y amplia. En la actualidad, un movimiento de científicos, filósofos y pensadores espirituales visionarios a los que Carter Phipps llama “evolucionarios” está forjando una nueva visión de la evolución que reconoce la importancia de la ciencia, remodela la cultura y actualiza de forma radical la espiritualidad. Este extraordinario libro constituye la primera guía popular a estas estimulantes mentes que iluminan los secretos de nuestro pasado y amplían el paisaje de nuestro futuro.

La quinta obra recomendada es El universo holográfico de Michael Talbot (1953-1992). Esta obra nos desvela curiosos fenómenos que no tienen explicación para la ciencia moderna, pero que sí pueden interpretarse mediante la física cuántica o modelos teóricos como el paradigma holográfico. El universo es un gigantesco holograma, una proyección tridimensional que nuestra mente se encarga de recrear, y la realidad tangible de nuestras vidas cotidianas es realmente una ilusión, igual que una imagen holográfica. De esta manera, el tiempo y el espacio no son más que productos de nuestra manera de percibir, pero estamos tan “programados” para aceptar estos conceptos como categorías absolutas que nos cuesta incluso imaginarlo. El paradigma holográfico no sólo sirve para explicar fenómenos de la física y la neurología que la ciencia clásica es incapaz de interpretar, sino que pone de manifiesto que la ciencia no está libre de prejuicios ni es tan objetiva como nos quieren hacer creer los científicos, ya que el universo abarca bastante más de lo que nos permite percibir nuestra cosmovisión actual: temas como las capacidades paranormales de la mente, las últimas fronteras de la física y los enigmas no resueltos del cerebro y del cuerpo.

La sexta y última obra recomendada es Hijos de Matrix de David Icke (1952-actualidad). En esta obra se expone las pruebas y antecedentes del control extraterrestre, intraterrestre e interdimensional que ha dominado el planeta Tierra durante miles de años hasta el día de hoy, intentando presentar la imagen más clara posible de las fuerzas que diariamente manipulan y dirigen las vidas del género humano. Los linajes que hoy controlan el mundo y nuestras vidas son los mismos que dominaron Lemuria, la Atlántida, Sumeria, Egipto, Babilonia, el Imperio romano, el británico y los demás imperios europeos. Ellos son los presidentes de Estados Unidos, los primeros ministros, las familias que controlan bancos y empresas, los propietarios de los medios de comunicación y aquellos que controlan el ejército. Hemos sido dominados por la misma tribu entrecruzada de híbridos extraterrestres o intraterrestres, los nefilim, durante miles de años y ahora estamos enfrentándonos a un momento crucial de su vasto plan.

5 - Conclusiones finales: Ciencia, Filosofía, Espiritualidad

Para finalizar, deseo explicar la genealogía del “esqueleto cognitivo” a través de las seis obras expuestas. Iniciamos la andadura desde la filosofía griega, la pretendida cuna de la civilización occidental, de la mano de Platón. Desde ahí se inicia el camino ascendente de las religiones, principalmente la católica y que ha dado lugar a la famosa época de obscurantismo hasta el surgimiento del Renacimiento. En ese preciso instante, se inicia el camino descendente principalmente de la mano de Descartes, pues el pensamiento occidental adquiere una renovada visión racionalista que daría lugar al surgimiento de las posteriores corrientes filosóficas, así como la ciencia y el advenimiento del pensamiento positivista divorciado de toda espiritualidad. Sin embargo, no es hasta la llegada del pensamiento de Ken Wilber, como es posible tener una cosmovisión muy completa de la historia de la filosofía, así como una certera interpretación de la epistemología de lo conmensurable y la hermenéutica de lo inconmensurable. Wilber, como otros muchos pensadores recogidos por Carter Phipps, es un “evolucionario” que se suma a un movimiento de científicos, filósofos y pensadores espirituales visionarios que, curiosamente, surgieron posteriormente a la física cuántica. Este nuevo paradigma científico ha trastocado al dogmatismo del materialismo científico, pudiendo hoy en día hacerse filosofía cuántica. En dicho sentido, la obra de Michael Talbot nos introduce en la cosmovisión de un universo holográfico a partir de las diferentes interpretaciones de la física cuántica, por ejemplo, de la mano de David Joseph Bohm y Karl H. Pribram. Los límites de la física cuántica son, así, los propios límites de la espiritualidad, la cual contempla otras dimensiones y que, de la mano de David Icke, nos permite conocer quién y cómo esclaviza a la humanidad, una paradoja a resolver desde el surgimiento de la falsa pandemia. La ciencia materialista, manifiestamente manipulada, se queda corta para darnos soluciones a los problemas planteados, salvo que se haga una divulgación en toda regla. La filosofía tradicional académica, así como la educación, también están anquilosadas, sin reacción ante los graves acontecimientos mundiales en curso entre el Nuevo Orden Mundial y los países patriotas. Consecuentemente, la espiritualidad es la única vía posible de salvación y posibilidad también de sanación trascendental para la humanidad, una cuestión ampliamente argumentada en mi obra Ciencia, Filosofía, Espiritualidad.
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PENSADOR

REFLEXIONES DE UN MÍSTICO MODERNO

Este artículo es una reproducción de las reflexiones finales a partir de la página 375 del libro LA EDUCACIÓN CUÁNTICA


1 - El sentido de la vida

El ritmo vertiginoso en que el sistema capitalista nos deshumaniza está llegando a cotas verdaderamente alarmantes. Desde la antigüedad, a los filósofos les ha preocupado especialmente la problemática del sentido de la vida. Las respuestas pueden ser de todo tipo: religiosas, morales o políticas, pero también hay quien puede considerar a la vida como un contrasentido ya que, inevitablemente, desemboca en la muerte. En el mundo antiguo clásico surgió el eudemonismo, una doctrina que considera que el sentido de la vida es la felicidad. Parece ser que la verdadera felicidad, en nuestra sociedad contemporánea, ha sido relegada al olvido pues estamos inmersos en un consumismo desenfrenado propugnado por el capitalismo, el cual es generador de nuevas enfermedades sociales que nos hacen perder el sentido de la vida. Cuando la vida se transforma en un sinsentido para un creciente sector de la sociedad que opta por suicidarse, es síntoma que algo no funciona bien ni en las personas ni en la sociedad, pudiendo hablarse, entonces, de una crisis de conciencia en la humanidad que, inexorablemente, apunta hacia un cambio de paradigma en el modo de vivir, pensar y amar.

2 - Cambio de paradigma

Todo cambio de paradigma en la civilización está precedido de una revolución en la cosmología, es decir, hay una nueva percepción del universo o de la vida. La revolución copernicana generó una enorme crisis en las mentes y la Iglesia, pero, lenta y progresivamente, se fue imponiendo la nueva cosmología, perdurando hoy en día en nuestras escuelas y en nuestra percepción de la realidad. Sin embargo, la paradoja de nuestro tiempo es que el ser humano sigue creyéndose el centro del universo y que el mundo está a su servicio para el disfrute material, cuando la realidad nos evidencia día a día que los recursos son cada vez más limitados. Esta revolución todavía no ha penetrado suficientemente en las mentes de la mayor parte de la humanidad, mucho menos en las de los empresarios y los gobernantes. Pero está presente en el pensamiento ecológico, sistémico, holístico y en muchos intelectuales. Se está gestando el paradigma de la nueva era: la emergencia de la conciencia colectiva de que otro mundo es posible. Y ese nuevo mundo lo estamos creando cada uno de nosotros con los pensamientos y los actos que emanan de nuestra propia conciencia. Una revolución espiritual está en marcha.

3 - La revolución espiritual

En la historia de la humanidad ha habido diferentes tipos de revoluciones: la revolución agrícola, la revolución industrial, la revolución burguesa, la revolución liberal, el imperialismo capitalista, la abolición de la esclavitud, la emancipación de la mujer, la revolución científica y la actual globalización, entre las más destacables. Sin embargo, a mi parecer, las dos revoluciones genéricamente más importantes son la racionalidad y la espiritualidad. La primera, la racionalidad, está explotando todo su potencial hasta límites todavía insospechados y, la segunda, la espiritualidad, se está gestando lenta pero seguramente. La racional-modernidad ha desembocado en el actual sistema capitalista que ha usurpado los valores morales y los Derechos Humanos. Estamos inmersos en una crisis humanitaria y ecológica a escala global, creada por unos poderes fácticos que detentan las estructuras económicas, financieras, mediáticas, políticas y militares. Sin embargo, los pueblos están despertando. También las personas. Hay una clara conciencia de que no se puede dejar el designio de la humanidad en manos de una minoría de plutócratas, pues la racionalidad colectiva ha sido secuestrada para su exclusivo beneficio. La revolución espiritual ya ha comenzado: se trata de un racionalismo espiritual que está brotando en la mente y los corazones de cada vez más personas. Es en el amor, o solidaridad social, donde radica el cambio de paradigma psicológico: estamos tomando conciencia de que no se puede vivir de un modo egocéntrico y desligado de la colectividad.

Como se ha visto, la sociedad no está ofreciendo un sentido de la vida objetivo y esperanzador a las personas. Esa esperanza vital debemos hallarla cada uno de nosotros, no solo en la razón, sino en el amor o solidaridad social. La unión del raciocinio con la espiritualidad humana es el paradigma que está gestándose en esta profunda crisis: es una revolución espiritual que invita a la integración de todos nosotros en una conciencia colectiva que priorice La economía del bien común, como postula el economista austríaco Cristian Felber. Se necesitan razones para sentirnos vivos. Pero el amor a nuestros semejantes es la suprema razón por la cual vivir, una enseñanza presente en la filosofía perenne.

4 - La filosofía

Nunca como en estos tiempos la humanidad está tan necesitada de reflexión y pensamiento, y nunca como ahora la filosofía ha sido tan denostada. La filosofía consiste en el estudio de los problemas fundamentales acerca de la existencia, el conocimiento, la verdad y la moral, las más importantes cuestiones entre otras muchas. Por ende, su campo de investigación es tan vasto como complejo. Pero quizá convendría recordar que filosofía es amor por la sabiduría. El amor por el saber, el amor por ese conocimiento, debería ser nuestra tabla de salvación, cada cual la suya pues, de momento, no hay un saber homogéneo de aplicación universal a todos los seres. De hecho, hay tantas filosofías como filósofos. Por tanto, la cuestión que se plantea aquí es, desde esta humilde reflexión, invitar al lector a iniciar su propio camino de sabiduría, su propio discernimiento interior. Es en la estructuración intelectual de cada persona donde se conforma la interpretación del mundo exterior con el que nos relacionamos, pero también la comprensión de sí mismo. “Conócete a ti mismo” es una famosa frase inscrita en el templo de Apolo en Delfos, y se refiere al ideal de comprender la conducta humana, la moral y el pensamiento, porque comprenderse uno mismo es comprender a los demás y viceversa, sabiendo que somos todos pertenecientes a la misma naturaleza. Por eso, aprender el verdadero significado de la frase “Conócete a ti mismo” conlleva inevitablemente a verse uno mismo como ser humano ante la verdad y descubrir nuestras miserias, en cómo nos engañamos y mentimos para alimentar nuestro sufrimiento interno. Solo el saber puede liberarnos de tanto sufrimiento.

5 - Saber o no saber, esa es la cuestión

El conocimiento es el fundamento sobre el que descansa toda evolución cultural y científica. Y gracias a ello, disponemos de la maravillosa tecnología conocida como Internet. Tenemos al alcance de un teclado más información que nunca en la historia, tanta que cuesta digerirla para obtener una correcta estructuración y visión de la realidad. Hay que realizar un verdadero esfuerzo para no ser un preso virtual de esa pantalla que nos conecta sinápticamente con otras mentes. El acopio de excesiva información no implica que sea procesada correctamente por el pensamiento de cada cual. Según el filósofo Innerarity, estamos saturados de información y más necesitados de interpretación. El saber no es solo un revulsivo de poder sino también de libertad e, implícitamente, la ignorancia como proclive a la esclavitud. La globalización del conocimiento a través de Internet está acelerando y retroalimentando la conciencia social que descansa sobre el saber. En cada uno de nosotros reside la libertad para iniciar ese camino del saber, ese camino ascendente hacia la sabiduría, derribando los muros de la ignorancia, conquistando las nubes del conocimiento. La ignorancia esclaviza, solo el saber da el poder para conquistar la libertad. Saber o no saber, esa es la cuestión. Como dijera el insigne Aristóteles: “El género humano tiene, para saber conducirse, el arte y el razonamiento”. La anterior reflexión nos conduce a que cada persona es corresponsable mediante su libertad, no solo de su destino, sino de los demás seres, sea en al ámbito local, nacional, continental o mundial. El saber globalizado es la gran esperanza para que la humanidad progrese por la conciencia colectiva para gestionar con justicia la riqueza, el bienestar, la libertad y la felicidad de todos, y no solo para una minoría plutocrática. Pero, el saber, primordialmente, es el camino para despertar el maestro interior, quien nos dará el tan necesario sentido a la vida.

6 - El maestro interior

De mayor quisiera ser maestro. Pero dudo que pueda ser maestro de nadie. Cada cual debe adquirir su propia maestría, su propio saber, lo suficientemente intrépido para derribar los muros de la ignorancia, pero lo suficientemente humilde para decir conmigo “solo sé que no sé nada”, pues hay tanto todavía por saber. De mayor quisiera ser maestro para enseñar que el conocimiento y la educación son unos activos a transmitir libremente al servicio de la humanidad, y no solo para el beneficio egoísta de una minoría plutocrática. De mayor quisiera ser maestro, pero, de momento, tan solo soy un humilde buscador de sabiduría desmarañando los postulados de la ciencia, así como los dogmas impuestos por la religión, quienes han usurpado la primacía de la filosofía.

7 - Ciencia, religión, filosofía

Las ciencias se han erigido en un Everest del conocimiento, obviando a los pensadores por excelencia. Sin embargo, como se ha visto, todas las disciplinas científicas, sobre todo la física cuántica, lidian con el eterno problema de la vida: ¿cómo conectan la materia y la conciencia? Una materia filosófica tratada por todos los pensadores de la historia. ¡El filósofo sigue siendo más necesario que nunca! Pero también, las religiones están quedado obsoletas de contenidos y argumentos. Por un lado, a medida que la noosfera evoluciona holísticamente, los problemas científicos están lidiando con problemas espirituales. Por otro lado, las nuevas generaciones están cada vez menos dispuestas a creer las verdades dogmáticas, y en su lugar pensar por sí mismo, una mirada filosófica por excelencia. Es por ello que la filosofía adquiere necesariamente mayor importancia, como queda acreditado por el auge del asesoramiento filosófico desde hace una década. La filosofía está recuperando el lugar propio que le ha sido usurpado por la psicología. ¡La filosofía está más viva que nunca!

No en vano, uno de los grandes problemas de la ciencia en la actualidad, es que lidia con retos de hondo calado filosófico y espiritual, de ahí el acercamiento de muchos científicos a la visión espiritual. Es un camino solitario y angosto para el sincero buscador de verdad, pues hay que romper anacronismos sociales, económicos, políticos, psicológicos y espirituales. Así, el genuino pensador debe estar vacunado intelectualmente, pues sabe que está investigando ideas por venir, difícilmente compartidas y comprendidas, según la complejidad teorética, por sus coetáneos. De hecho, cuando escribo, en varias ocasiones tengo la sensación que no solo escribo para los actuales lectores sino para futuros pensadores que tengan a bien leer y comprender desde el futuro, del mismo modo que estudiamos nuestro pasado para comprender nuestro presente. Filosofar sigue siendo el camino para alcanzar la sabiduría.

8 - La sabiduría

Pero, ¿qué se persigue en la búsqueda del conocimiento?, ¿qué valor adquiere el saber?, ¿dónde va a parar ese cúmulo de sapiencia elaborada a través de algunos milenios? El saber emerge del pasado, cohabita con el presente, pero también interactúa con el futuro. “El pasado me ha revelado la estructura del futuro” aseveraba el paleontólogo y filósofo francés Chardin. “No perdemos nada del pasado, solo con el pasado se forma el porvenir”, también decía el escritor francés Anatole France. “Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro” insistía el filósofo chino Confucio hace más de dos mil años. Todos los insignes pensadores insisten en lo mismo: pasado y futuro están interconectado por nuestro presente, en una especie de entrelazamiento cuántico que intenta ser conceptuado mediante las diferentes interpretaciones de la Dinámica espiral por algunos intelectuales y por la física cuántica por otros tantos científicos. Solo pasan a la historia del pensamiento escasos pensadores o científicos. Todas las demás personas transitamos sin pena ni gloria y, como mucho, seremos recordados por algunos de nuestros descendientes, pero, después, pasaremos inexorablemente al olvido. Entonces, ¿para qué sirve lo que sabemos?, ¿vivimos en la sapiencia o en la ignorancia?, ¿y qué hacemos cada cual con lo que sabe? Cada persona debería responder a esas preguntas mediante el camino ascendente de su conciencia hacia la sabiduría. Porque solo el saber nos puede conducir a la libertad. Y solo en libertad se puede ingresar en la espiritualidad, el nuevo mundo que, entre todos, deberíamos construir.

9 - Saber, libertad, espiritualidad

El saber es el sustrato de la libertad. Un ser humano no puede ser libre sino con el saber. Solo el saber nos hace acreedores de nuestra libertad. “La verdad os hará libres”: esta frase evangélica establece una estrecha relación entre la verdad y la libertad. El hombre es un ser inexorablemente moral por el carácter libre de su persona. Pero estar en la verdad es un requisito imprescindible para que la actuación humana sea verdaderamente libre. Y ese doble salto mental a través del saber y la libertad, solamente se aprehende práctica, cognitiva y moralmente mediante el camino ascendente de la conciencia hacia la sabiduría.

El saber y la libertad son dos fundamentos ontológicos actualmente en discordia en nuestra era. El saber es la antesala de la libertad. El saber y la libertad son los dos pilares sobre los que cada cual dirige su vida. “Solo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día” nos dejó dicho el novelista y poeta alemán Goethe. Añado que solo se consigue la libertad con el saber. Todo sincero pensador en busca del saber se puede considerar un filósofo, aun sin la correspondiente acreditación universitaria, pues es pensador aquel que piensa, pero es genuino pensador aquel que profundiza en los recovecos de la historia, la sociología, la economía, la política, la ciencia, la psicología y, por supuesto, sin dejar de lado las propias creencias espirituales. ¿Quién no tiene creencias? Irremediablemente, el saber científico está coqueteando con la espiritualidad. Y en medio de ambas se halla la actividad filosófica. El universo del saber es un mundo maravilloso solo accesible a los perseverantes pensadores, pero pensar a la espiritualidad es una tarea mucho más compleja, hasta ahora en manos de las religiones y convertidas en uno de los poderes fácticos. Repensar a la espiritualidad es el sino de los tiempos convulsos que vivimos. Es imperativo para todo genuino pensador reivindicar el saber como única tabla de salvación para la humanidad. El saber es el camino. Como certeramente dijo el filósofo francés Descartes: “Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás”. Y cuando se vive en la ignorancia, hay una ausencia de luz para distinguir entre el bien y el mal.

10 - Entre el bien y el mal

Así está dividido el mundo, entre personas que hacen el mal y otras el bien, entre las que piensan con el ego y las que piensan desde la trascendencia espiritual del ego, entre las que defienden el pensamiento único neoliberal y las que piensan desde la creencia de que otro mundo es posible. Es indudable, en este mundo hay personas buenas y malas, pero no dicho así tan drásticamente pues nadie es plenamente malo, ni nadie es un santo, sino que la bondad y la maldad, como dos opuestos contrarios más, están insertos indeleblemente en la conciencia de cada persona, quien decide libremente de las acciones buenas o malas a ejercer para dar un sentido a su vida, obviando muchas lo dicho por Einstein: “Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida”. El bien y el mal no están ahí fuera, sino en nuestro discernimiento interior, en cada decisión que tomamos supuestamente desde el libre albedrío. Cada cual es dueño de su propio destino, y el saber es la única tabla de salvación. Sin lugar a dudas, entre el bien y el mal, se interpone el cúmulo de saber que cada cual almacena en su conciencia, y que le permite actuar desde una natural libertad.

Entre el bien y el mal solo se interpone el saber para actuar con conocimiento de causa desde la libertad moral. Y ese campo cognitivo es propio del camino ascendente de la conciencia hacia la sabiduría, un sendero nada fácil, solitario, angosto, pero maravilloso cuando en el devenir se hallan personas con pensamientos similares, una profundidad psicológica que pocos alcanzan a entender, como una “experiencia cumbre" en palabras de Abraham Maslow.

Cada persona, por derecho natural, es libre de pensar por sí mismo, o no. Es libre de aspirar a la sabiduría o vegetar en la ignorancia, es libre de hacer el bien o el mal. Sin embargo, en palabras del escritor y político Edmundo Burke, “lo único que necesita el mal para triunfar en el mundo es que los buenos no hagan nada”. Solo las personas de bien sienten la imperiosa necesidad de establecer una conexión cuántica con sus semejantes y con el universo entero mediante el saber y el amor.

11 - La conexión cuántica

Ya sabemos que la física cuántica ha desmitificado a las visiones materialistas de la ciencia, pues ha puesto en el centro de todo el universo al observador mediante la conciencia que se manifiesta a través de la mente humana y que participa del campo cuántico. ¿Y cómo se accede conscientemente a ese Mundo de las Ideas? Pensando, pero pensado bien, meditando mucho. Para ello es imperativo iniciar el camino ascendente hacia la sabiduría como un propósito inexcusable para todo sujeto cognoscente: la mente humana debe conectar cuánticamente con la mente universal, o Dios, o como cada cual quiera llamar a esa energía omnipotente y omnipresente que todo lo abarca, desde las más simples manifestaciones biológicas hasta los más elevados pensamientos científicos y espirituales. Se trata de una conexión cuántica de la mente con el pasado y el futuro, con nuestro planeta y el universo, con la biosfera y la noosfera, con lo más simple y lo más complejo, con la vida y la muerte, con el bien y el mal, en definitiva, un viaje holístico a través de cada pareja de contrarios. Nuestro mundo es como un puzle: no se puede obtener una correcta interpretación de él si no se van añadiendo cada vez más piezas para que avizore paulatinamente el sendero de la iluminación cognitiva. Quién medite sobre tal cuestión, tiene más probabilidades de resolver el puzle para vivir en la verdad porque, conviene recordar una vez más, “la verdad os hará libres”.
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libro

CRONOLOGÍA DEL PENSAMIENTO DE AMADOR MARTOS A TRAVÉS DE SUS LIBROS

Son muchos los lectores que me han solicitado información sobre qué libro leer en primer lugar o cuál es el orden de mis pensamientos por descubrir a través de mis publicaciones. La verdad es que es una cuestión difícil de explicar, pues cada persona tiene una experiencia única en su relación con la búsqueda de la “verdad”, y en la expresión de esa “verdad”. No obstante, voy a tratar en este artículo establecer una correlación cronológica de mis pensamientos a través de mis libros.

Lo primero que quisiera expresar es que cada persona debe convertirse en el buscador de su propia “verdad”, del conocimiento de sí mismo, de averiguar cómo funciona el mundo, de saber cuál es su lugar en ese mundo, y de ser consciente de que cada uno de nosotros es un ser que participa de la Unidad Divina, y que somos cada uno de nosotros la expresión de la Fuente divina. Por tanto, no busquen en mis publicaciones la panacea del conocimiento que les abra el camino hacia la iluminación cognitiva, ese es un camino particular de cada cual. Pero, sin embargo, sí pueden localizar en mis libros una generalización orientadora para poner un poco de orden en la historia de la humanidad, sus cambios de paradigmas, sus contradicciones sociológicas y psicológicas que han abocado al actual colapso social, espiritual y como especie humana.

Por tanto, el esfuerzo que ha supuesto mi vida en la busca de la “verdad”, al igual que lo pueden hacer cada uno de ustedes amigos lectores, se resume sencillamente en descubrir en cómo la historia, la educación, las democracias, la economía y las políticas nacionalistas o geopolíticas, todas ellas, han sido objeto de una manifiesta manipulación por obscuros poderos ocultos que han pretendido anular nuestro potencial poder creativo como almas divinas.

Habiendo realizado esta primordial aclaración conceptual, me complace detallar, a continuación, la cronología de mis investigaciones en la búsqueda de la “verdad”. La búsqueda de la “verdad” es siempre una disconformidad del alma que ha caído presa de la dualidad del mundo material donde, la razón y el espíritu, pudieran parecer dos polos aparentemente irreconciliables. Y la búsqueda de esa reconciliación entre razón y espíritu es la fuente y origen de toda investigación genuina. Tal ha sido mi inquietud a través de mis investigaciones.

Así pues, cuando era tan sólo un adolescente, me han preocupado todos los temas metafísicos como la reencarnación, nuestro origen divino, la astrología, los fenómenos paranormales, la meditación y todas aquellas ciencias esotéricas que el sistema materialista, de un modo oficial desde la educación, se empeñaba en anular en mi mente de adolescente. Consecuentemente, era de obligado cumplimiento comenzar desde cero todas mis investigaciones, para lo cual estudié durante cinco años en la Facultad de Filosofía de la Universidad Central de Barcelona. Y, aun así, como he expresado en varias de mis publicaciones, salí con la sensación de que algo nos escondía el sistema político, el sistema educativo y los poderes ocultos tras las pretendidas democracias. Mi intuición me decía que había algo más, y en esa búsqueda de “algo más” comenzaron mis investigaciones, para poner orden en mis ideas, como terapia personal para saber cuál es mi lugar en este mundo. Así pues, vayamos con la cronología de mis pensamientos a través de mis libros.

El primer libro PENSAR EN SER RICO, es un intento de conocerme a mí mismo, es una actitud de trascendencia psicológica desde la tradicional a la transpersonal. Es un despertar espiritual genuino que me lleva al reconocimiento que la espiritualidad es el único camino verdadero a través de amor.

Seguidamente, en segundo lugar, dicho despertar espiritual me inició en el camino místico a través de la obra de Ken Wilber, lo cual me llevó a la publicación de mi segundo libro PENSAR EN SER LIBRE, en el cual la razón no puede alcanzar una verdadera libertad sino en el interior de cada cual a través de la experiencia mística.

En tercer lugar, los presupuestos anteriores, a saber, el amor y la experiencia mística, de algún modo, debían ser los revulsivos para trascender sociológicamente a la economía capitalista, para la cual era necesaria argumentar una filosofía transpersonal en mi obra CAPITALISMO Y CONCIENCIA.

Consciente de la dificultad de la implementación práctica de dicha incipiente filosofía transpersonal, se hacía necesario la justificación epistemológica de dicha filosofía transpersonal, tal sería el objetivo de mi obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

Al mismo tiempo que escribía dicha obra, estaba militando en el movimiento político PODEMOS, en la creencia que aquella era la renovada consciencia originada desde abajo hacia arriba. Pero no, era una manipulación más del sistema tal como demuestro en mi siguiente obra PODEMOS, CRÓNICA DE UN RENACIMIENTO.

Si una cosa aprendí en el deambular de las anteriores publicaciones, es que Ken Wilber es el pensador contemporáneo por excelencia, a partir del cual argumenté los NUEVOS PARADIGMAS DE LA HUMANIDAD.

Una vez argumentada la filosofía transpersonal de Ken Wilber como eje central de mi propia filosofía, surgió la intuición y la necesidad imperativa de que, dicha filosofía transpersonal, tuviera una aplicación teórica en la educación, y así nació la obra FILOSOFÍA TRANSPERSONAL Y EDUCACIÓN TRANSRACIONAL.

No obstante las anteriores publicaciones, el capitalismo imperante como fragmentador de la conciencia humana y disociador del espíritu colectivo, me impulsó a escribir una obra que intentara el revisionismo de la filosofía tradicional mediante una filosofía holística, y así surgió mi obra UNA FILOSOFÍA ALTERNATIVA AL CAPITALISMO.

El corolario a todas las anteriores publicaciones fue mi obra CIENCIA, FILOSOFÍA, ESPIRITUALIDAD, donde justifico de un modo científico la trascendencia metafísica mediante la meditación, lo cual posibilita la sanación trascendental del ser humano desde la infancia a través de la educación transracional como misión espiritual.

En la anterior obra, ya era consciente del necesario "despertar colectivo masivo". Lo que no sabía es que un sueño profético sería el indicador de los tiempos bíblicos que actualmente estamos experimentando a través de una falsa pandemia que llevaría al colapso social y psicológico hasta el punto de que nadie parece saber lo que está pasando en el mundo.

Afortunadamente, dicha locura aperpectivista ha quedado trascendida gracias a la terapia personal realizada a través de mis libros. Deseo que los lectores de mis obras logren también esa coherencia interna, pues no hay mayor locura que estar cuerdo en un mundo de locos.

Deseo que estas aclaraciones conceptuales de mis obras, sirvan de hilo orientador para toda aquella persona con deseos de incursionar en mis pensamientos y que, de paso, sean de utilidad para dar un sentido a su propia vida.

Mi efusivo agradecimiento a todos los lectores de mis publicaciones.
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wilber

PENSAMIENTOS ÍNTIMOS DE UN FILÓSOFO TRANSPERSONAL

Este artículo es una reproducción del prólogo de mi libro UNA FILOSOFÍA ALTERNATIVA AL CAPITALISMO.

Cuando hube publicado mi obra Filosofía transpersonal y educación transracional, mi sobrino Vicente tuvo la ocasión de tenerla en sus manos y su comentario fue el siguiente: “Al ser un libro de filosofía, debe ser difícil de entender, ¿no?”. Ciertamente -le contesté resignado y compungido-, la filosofía tiene algo de complejidad en la terminología utilizada. Y ahí quedó el asunto, en una especie de limbo en el que, el filósofo profesional (si es que se me puede considerar así, aunque no viva de ello) y el neófito, no conectan debido a lo compleja que se ha vuelta la propia filosofía.

La complejidad de la filosofía es de tal magnitud que, ni en las universidades ni en los estudios segundarios, hay una metodología para abordar el estudio de la historia del pensamiento de modo que el educando pueda entresacar un esquema básico para aprehender un pasado que le permita comprender su presente y, consecuentemente, decidir sobre su futuro con conocimiento de causa. Yo mismo, cuando me hube licenciado en filosofía en el año 1989, salí decepcionado de cómo enseñan la filosofía: muchos autores, muchos pensamientos, muchos movimientos filosóficos, pero ningún hilo conductor para que el estudiante no repudie a la filosofía por su propia complejidad.

Así fue como, cuando el sistema capitalista me hubo convertido en un “radical anti-sistema” tras desahuciar a mi familia de nuestra vivienda, emprendí un camino de comprensión para conocer las causas de tanto sufrimiento en este mundo. El estudio, la lectura y la escritura se convirtieron en los acompañantes de mi soledad pensativa. Mis diversas publicaciones no han sido fruto de una erudición intelectual propia del filósofo académico tradicional, sino consecuencia del sufrimiento que el sistema capitalista inflige a las personas y los pueblos del mundo. Así pues, debía de reelaborar mi propio sistema de pensamiento al margen de la oficialidad de la filosofía académica tradicional. Y en esa labor de inquisitiva búsqueda de la “verdad”, hallé la salvación, por no decir la iluminación cognitiva, mediante el estudio de la filosofía transpersonal, desarrollada por el inconmensurable Ken Wilber.

Tras diez años de psicoterapia mediante la escritura y siete libros publicados, creía haber hallado ese hilo conductor que me permitiera comprender el por qué de tanto sufrimiento en este mundo. Y fue mediante la ayuda de Ken Wilber como pude comprender que el problema de Occidente reside en la disociación entre la racionalidad y la espiritualidad. Dicho de otro modo, la filosofía occidental es la historia de un egoísmo que surgió con la razón autónoma en la Edad de la Razón. Y esa razón egoíca es el fundamento mismo del sistema capitalista, el cual impulsa por doquier el individualismo y la competencia desmedida hasta alcanzar cotas de un crecimiento infinito en un mundo finito y, ello, a costa de la pauperización de la otra mitad del mundo mediante guerras artificiosas por los recursos naturales para beneficio de los países susodichamente ricos. Y digo susodichamente ricos, pues si bien Occidente es rico en el aspecto puramente material, su bajeza moral es de tal calibre que se ha perdido de vista el cumplimiento del imperativo categórico kantiano, una cuestión moral que Bauman acuñó como sociedad líquida.

En ese deambular por los vericuetos del pensamiento occidental, como he dicho anteriormente, creía haber hallado ese hilo conductor que me permitiera comprender el por qué de tanto sufrimiento en este mundo. Sin embargo, a pesar de plasmar mis investigaciones en la citada obra Filosofía transpersonal y educación transracional, de nada me servía ese periplo por la historia del pensamiento, si no fuese capaz de explicar de un modo sencillo a mi sobrino Vicente la propia historia de Occidente que ha desembocado en este salvaje y depredador capitalismo. La pertinente y, probablemente, inocente pregunta de mi sobrino Vicente removió mis entrañas. Y así fue como me planteé la cuestión de que la historia del pensamiento -o filosofía- pudiera ser abordada mediante gráficos a todo color (1) pues, como dice el refrán popular, “una imagen vale más que mil palabras”.

He ahí, pues, la motivación de la presente obra: intentar erradicar la complejidad de la filosofía. Quien lea esta obra me podría acusar de que la misma complejidad filosófica que crítico, la vuelvo a plasmar en este ensayo y, consecuentemente, me veo así envuelto en mi propia contradicción. Sin embargo, para quien así piense, le insto a reconsiderar dicha crítica invitándole a conocer la metodología aquí expuesta: se trata de una guía para entresacar el esqueleto cognitivo del embrollo filosófico que ha predominado en la historia de la filosofía occidental. En dicho sentido, los esquemas a todo color (1) han sido estructurados de modo que la historia del pensamiento occidental sea aprehendida a simple vista. Ciertamente, aquél que quiere conocer, debe tener una actitud proactiva hacia el conocimiento, pero dicha encomiable actitud no puede perderse por los oscuros laberintos del pensamiento tal como se enseñan en las universidades y en las escuelas. La cronología histórica es una cosa y la comprensión hermenéutica de la historia es otra cosa muy distinta, tal como la enseña el maestro Wilber.

Para comprender la historia del pensamiento Occidental, se alude en muchos ámbitos educativos a la necesidad de conocer las obras de Platón y Kant. Ciertamente, la Verdad, la Belleza y la Bondad, son las Tres categorías platónicas que sustentan el pensamiento kantiano reflejado en sus Tres críticas. Pero esa sencilla ecuación filosófica no me fue enseñada en los cinco años que estudié en la universidad, sino fue Ken Wilber mediante su obra Sexo, Ecología, Espiritualidad y, más resumidamente, en su otra obra Breve historia de todas las cosas, como se me desveló esquemáticamente esa parte de la historia occidental. Ciertamente, salí de la universidad desolado porque nadie me señaló la relación entre la racionalidad y la espiritualidad, no al menos en cómo me la ha enseñado Ken Wilber.

Ken Wilber es el autor no académico de Estados Unidos más traducido a multitud de idiomas, sin embargo, no me consta que este pensador contemporáneo -considerado como el “Einstein de la conciencia”-, sea objeto de estudio en el establishment académico oficial. La filosofía transpersonal de Ken Wilber no es objeto de estudio porque defiende una espiritualidad que el sistema capitalista repudia. Efectivamente, la historia de Occidente es la historia de los dualismos, y la historia de los dualismos arranca con la filosofía griega. Los dualismos por antonomasia son los ascendentes que aspiran a un cielo que no es de este mundo (religiones) y los descendentes que orientan la razón hacia el mundo de los sentidos (materialismo científico). Esa fractura dualista entre los ascendentes y los descendentes está en el origen de la falta de integración entre la conciencia (yo), la naturaleza (ello) y la moral (nosotros) desde que estas tres esferas fueron diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas. Por tanto, es la falta de espiritualidad y la incapacidad académica para establecerla de un modo curricular, la causa del actual estancamiento cognitivo, una actitud reduccionista del ser humano que es impulsada por los apologistas del pensamiento único neoliberal al promover la erradicación de la filosofía de los planes de estudio.

Estoy escribiendo estas líneas en víspera del II Congreso Internacional de la Red Española de Filosofía “Las fronteras de la humanidad” , en el que voy a tener el honor de presentar mi obra Ken Wilber y los nuevos paradigmas de la humanidad. Mañana día 13 de septiembre del 2017, ante una desconocida audiencia, intentaré exponer y reproducir los argumentos de este prólogo. Sin embargo, pienso que mi voz será como un grito en el desierto. Ojalá me equivoque. En cualquier caso, no es mi intención intentar convencer a sus “señorías” académicas de los presupuestos aquí defendidos, pues es una ingente tarea que, creo, no ha conseguido ni el propio Wilber. Me conformo con la humilde labor de que mi sobrino Vicente aborde el estudio de la filosofía despojada de su complejidad académica. Y, para tal fin, la historia del pensamiento occidental y las causas del sufrimiento que azotan a esta decadente civilización deben ser aprehendidas del modo más sencillo posible, de ahí los esquemas a todo color (1) que ilustran este ensayo.

Los más avispados lectores podrán deducir que los colores (1) empleados en los esquemas siguen un patrón creciente, en la medida de lo posible, de la Dinámica Espiral para visualizar mejor los diferentes niveles de conciencia. Dinámica Espiral es un modelo trans-disciplinario (bio-psico-socio-cultural) diseñado para la transformación cultural y la gestión integral basada en valores, que aborda desde las llamadas “teorías” de la complejidad el desarrollo de la humanidad. Este modelo analiza las diferentes formas de pensar de las personas considerando su amplia diversidad de ideas y modos de existir, identificando patrones comunes en un modelo multi-estratificado de niveles que recorre el proceso histórico de la humanidad, desde sus inicios a la actualidad. Así, la Dinámica Espiral describe cómo estas “visiones del mundo” emergen y fluyen a través de individuos y grupos, describiendo los distintos sistemas bio-psico-socio-cultural desplegados como un proceso continuo en forma de espiral expansiva. El reconocido filósofo Ken Wilber, fundador del Integral Institute, se ha convertido en uno de los más importantes difusores de Dinámica Espiral.

Tal es, pues, la génesis que ha motivado esta obra. Pero, además, esta obra está disponible gratuitamente en PDF, pues considero que el conocimiento debe ser de libre acceso y gratuito para todo ser humano. Algunas de mis anteriores obras ya están disponibles también gratuitamente en PDF y, quién sabe si en el futuro, todas ellas sigan por el mismo sendero.

Filosofar se ha convertido en un pensamiento complejo en orden a tener una comprensión del mundo como sistema entrelazado. El estudio de lo complejo ha impactado también en el ámbito más directo de las interacciones de los seres humanos: la educación, la interpretación de la sociedad, la política, y la comprensión del momento actual que vive la humanidad. Esa complejidad, la expresa certeramente el filósofo francés Edgar Morin: “Se trata de enfrentar la dificultad de pensar y vivir en la búsqueda de soluciones a los problemas contemporáneos y la construcción del futuro”. Para tal fin, Edgar Morin, nos indica el camino a seguir:

"Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad."

Efectivamente, porque el saber sin amor es puro egoísmo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo. Gracias por su atención estimado lector, y gracias a ti Vicente por la oportuna pregunta que ha dado origen a esta obra.


Nota (1) sobre los colores: En este libro hay un total de 11 esquemas a color, es decir, 11 páginas también. Imprimir este libro a todo color por solo 11 páginas hubiera quintuplicado el precio. Por tal motivo, el autor ha preferido realizar la impresión en blanco y negro como cualquier otro libro; sin embargo, dichos esquemas a todo color están disponibles para visualizarlos, descargarlos e imprimirlos en la web del autor: www.pensarenserrico.es

Una vez estamos en dicha web, ir a la pestaña “Libros” y ahí está el libro Una filosofía alternativa al capitalismo donde se pueden visualizar los esquemas a todo color, descargarlos en formato jpg e imprimirlos a color para quien así lo desee.

Esta opción resulta menos gravosa económicamente para quien desee adquirir el libro en papel ya que, como prácticamente todo el mundo tiene una conexión a Internet, podrá visualizar los esquemas en pantalla, descargarlos o imprimirlos según su preferencia. Incluso disponer del esquema junto al libro -sea en pantalla o impreso- ayuda a una mejor comprensión lectora.

Esta decisión ha sido tomada en el exclusivo beneficio de los lectores para no incrementar innecesariamente el coste del ejemplar en papel cuando dichos esquemas pueden estar disponibles paralelamente a través de la web del autor. Gracias por su comprensión, estimado lector.
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confesiones de un lunático

ELUCUBRACIONES DE UN LUNÁTICO

Matrix total, o caverna platónica, o 1984, o Un mundo feliz, da igual el nombre que se dé a la ignorancia manipulada desde la historia por los poderes fácticos a modo de ingeniería social y mental impuesta de manera subrepticia por el Estado profundo o el enemigo invisible de la humanidad. La cuestión es que es preciso un cambio de conciencia hacia lo global, para ascender a la 5ª dimensión donde solo reina el amor. En el amor solo puede vivir quien trascienda conscientemente su ego mediante la sabiduría, y ello es un trabajo psicológico y espiritual que pocas personas están dispuestas a emprender, pues hay que volver a los principios griegos del "conócete a tí mismo y conocerás a los Dioses", y más concretamente al aforismo de Sócrates: Aquel que quiera cambiar el mundo, deberá comenzar por cambiarse a sí mismo.

Es mucho más fácil imponer cada cual su razón para decir a los demás lo que tienen que hacer y, así, desde la razón-egóica se proyecta una cosmovisión dualista del sujeto egoísta respecto el resto de la humanidad, lo cual es una separación de la fuente divina, despreciando así la conciencia de unidad como una integración del “yo” (Belleza), el “nosotros” (Bondad) y el “ello” (Verdad), las tres esferas platónicas diferenciadas posteriormente como las Tres críticas de Kant. Fue así como la razón surgida de la Modernidad se despeño por el camino descendente, prescindiendo del camino ascendente hacia Dios, como afanosamente gritara Nietzsche: “Dios ha muerto”.

La escisión entre los ascendentes (espiritualidad) y los descendentes (materialismo científico), devino a través de la historia en una victoria temporal de la razón pragmática sustentada en el ego plutocrático donde la única razón de vivir se sustenta en el dinero-deuda: haber endeudado a las personas, los pueblos, los estados y la humanidad hasta un imposible crecimiento infinito en un planeta finito, hasta quemar el pulmón amazónico. Una naturaleza que está implosionando de dolor, y que afecta a la psicología humana pues como dijeran Plauto y Hobbes: “el hombre es un lobo para el hombre”. Y de ahí solo se sale mediante la trascendencia psicolológica de cada cuál hasta conectar con la conciencia colectiva, es decir, alcanzar la conciencia de unidad como propone Ken Wilber.

Pero esa labor de trascendencia hacia la espiritualidad resulta difícil, pues la educación tradicional está también secuestrada por los mismos que dirigen nuestras vidas. ¿Qué hacer pues? Es evidente que la humanidad se halla ante nuevos paradigmas apenas imperceptibles para muchos de mis coetáneos. Mi humilde labor en dicho sentido, es haber intentado comprender cómo funciona el mundo para tener así un “mapa sociológico”, pero también “un mapa psicológico”. El mundo exterior y el mundo interior no pueden ser abordados desde esa dualidad, pues cuando nos separamos de los otros y de la naturaleza, es como una bomba nuclear, es la descomposición de una cultura y de una civilización que no ha sabido conjugar el conocimiento tecnológico con la sabiduría perenne, sino que ha impuesto un salvaje capitalismo, mejor conocido como pensamiento único neoliberal.

El aborregamiento psicológico inculcado a través de la historia, la educación, la política y el dinero, nos ha abocado a la globalización pretendidamente impuesta como Nuevo Orden Mundial, a una Matrix total, o caverna platónica, o 1984, o Un mundo feliz, tal como comenzaba este artículo.

Afortunadamente, una revolución espiritual está en marcha, y aquellos que han logrado el suficiente crecimiento interior ya se dan cuenta que el sistema se cae a pedazos, y que la ciencia manipulada ya no puede prescindir de áreas cognitivas como las ciencias noéticas, realidades como la reencarnación, las experiencias cercanas la muerte, las sincronicidades y la divulgación cósmica en ciernes. La razón se está quedando inerte antes las nuevas experiencias psíquicas que las personas experimentan, pues todo es vibración. Los materialistas científicos se quedan sin palabras ante el mundo espiritual emergente, pues los mal llamados “místicos cuánticos”, ahora rebautizados como filósofos transpersonales por simple justicia histórica y epistemológica , no tenemos miedo a reivindicar una ciencia de la conciencia que el sistema académico actual obvia en su plan de estudios.

Tal es el vacío psicológico, científico, académico, social y cultural que nos lleva a una depredadora incomprensión del sentido de la vida. Y como defiendo en mis postulaciones, es más que necesaria la sanación trascendental del ser humano: ese es sobre todo el objetivo epistemológico de La educación cuántica. Y dicha cuestión epistemológica se consituye en un giro copernicano para una filosofía transpersonal así como una educación transracional . Pero, quizá, todo ello no sea más que elucubraciones de un lunático..., no obstante, hay que cuidarse de no caer en la locura aperspectivista , pues no hay mayor locura que estar cuerdo en un mundo de locos.
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PENSADOR

RAZONAR A CONTRACORRIENTE

Este artículo es una reproducción del capítulo del mismo título en la página 162 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

El método científico es válido para averiguar qué hay de verdad en el objeto. Pero cuando dicho objeto de conocimiento es el propio sujeto, se da la circunstancia que es la propia conciencia que se piensa a sí misma. ¿Cómo va el método científico sonsacar “verdades” de ese campo pensativo? ¿Con un potente telescopio? ¿Con un profundo microscopio? No hay lugar a dudas: con la filosofía transpersonal, con la interacción de la razón con el espíritu, aunando los dos modos de saber, el método científico y el trascendental. Este nuevo paradigma pensativo permite progresar no solo por el sendero psicológico, sino también por el pedagógico porque, a la postre, comprender el mundo es aprehenderlo mediante conceptos o neologismos, como se ha visto en la “dinámica espiral” del anterior capítulo. Y a ese constructo pensativo se le llama filosofía transpersonal, un derecho a filosofar que no me arrebatarán ni la Iglesia, ni los plutócratas, y mucho menos los escépticos.

Aunque el movimiento escéptico arremeta una y otra vez, contra viento y marea a contracorriente de los místicos cuánticos, mi pensamiento filosófico debe ser respetado, como si del Discurso del método (Descartes, 1999)se tratara, pues La educación cuántica postula el sintagma pensativo dinámica espiral a modo de reinterpretación de la historia del pensamiento, con el objetivo de que la filosofía sea rescatada de su complejidad cognitiva y hacer fácil el entendimiento de la vida, el mundo y las personas. Lo mismo que pretendía Descartes frente a la Iglesia, pero ahora, además, contra el pensamiento único neoliberal.

Los ideólogos del capitalismo han enmarañado intencionadamente el Mundo de las Ideas con la finalidad de apropiarse de todas las estructuras de dominación en el planeta (productivas, alimenticias, económicas, políticas, institucionales, etcétera), para mayor dominio sobre la humanidad con el subsiguiente sufrimiento causado a las personas, los Estados y los continentes (Martos, 2017). Con ello se ha impuesto un pensamiento “único” y “neoliberal” (libertad de los mercados por encima de las personas). No sé si he sufrido más luchando casi toda una vida por seguir el rastro del dinero como me imponía el capitalismo, o en los escasos años que llevo elaborando mi propio sistema filosófico como librepensador frente al movimiento de escépticos. Tanto para hacer dinero como para defender las propias ideas, se requiere de esfuerzo y tiempo pero, para hacerse un hueco en el Mundo de las Ideas, no solo basta saber que se vive en la verdad (modo no dual de conocimiento, trascendental), sino que demostrar dicha verdad a modo de La educación cuántica es una ardua labor, pues se tiene enfrente a una multitud de escépticos anclados todavía al primer modo de saber, el dual entre sujeto y objeto, cuyo método científico se ha atascado con la física cuántica.

Al perseguir la errática felicidad dineraria, como muchos, he sufrido las inclemencias de la sombría cueva platónica, una metáfora en alusión a este perverso y depredador sistema capitalista de producción que fragmenta a la razón y disocia el espíritu colectivo, enfrentando así al ego contra el mundo. Fue Ken Wilber quien iluminó mi atascado raciocinio mediante la emergente espiritualidad presente en la filosofía transpersonal. “Es de bien nacidos ser agradecidos”, y por ello mi recurrente reconocimiento a Ken Wilber pues ha significado intelectualmente el eslabón perdido en la paradigmática evolución de la historia del pensamiento, aunque él y su legión de seguidores seamos peyorativamente acusados de “místicos cuánticos”. “Ladran, luego cabalgamos”. Lo mismo que le pasó a Descartes, Copérnico y Bruno, por citar solo algunos de los muchos pensadores que se atrevieron razonar a contracorriente del pensamiento dogmático dominante. Sin embargo, es mediante dicho inquisitivo pensamiento como se hace historia, de ahí que la filosofía sea aludida con propiedad como la historia del pensamiento, presa ahora de un caduco materialismo científico. Pero, muy a pesar de los escépticos, la física cuántica remite al sujeto cognoscente como objeto de conocimiento, es decir, a la conciencia que debe conocerse a sí misma, al famoso aforismo griego “Conócete a ti mismo”, y para tal labor, mi dinámica espiral es una renovada visión de la historia del pensamiento.

Mediante un sintagma en un solo folio y gracias a la analogía del ADN, en mi sistema pensativo, la historia de la filosofía es intuida sin apenas esfuerzo intelectual. Con un simple vistazo se aprehende la evolución paradigmática de la historia de la humanidad, toda una reproducción mimética de la naturaleza en el Mundo de las Ideas que hace cierto el aforismo de que “como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”. Esta frase esotérica hace referencia a la segunda ley de la Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto. La frase puede ser considerada como una referencia a la relación entre el hombre y el universo.

Esta revolucionaria pedagogía filosófica permite, mediante un sintagma, ver cómo ha evolucionado la humanidad hasta llegar a los paradigmas de la física clásica y la física cuántica, como iniciadores de nuestra era contemporánea. Hasta dicho cambio de paradigma científico, en apariencia, todo es claro. Sin embargo, la física cuántica ha posibilitado un nuevo paradigma de conocimiento, cuya dificultad cognitiva está en la interpretación de los paradigmas intelectuales, sociales, psicológicos y espirituales actualmente en discordia si no se dispone de un “mapa” a modo de dinámica espiral como interpretación de la historia del pensamiento. Ante ello, el nuevo paradigma de conocimiento posibilitado por la física cuántica, es el racionalismo espiritual presente en la filosofía perenne, donde sujeto y objeto son una y la misma cosa, y cuya percepción se realiza mediante una renovada conciencia como acreditan no solo los “místicos cuánticos”, sino también una multitud de movimientos sociales que claman contra el imperialismo económico desplegado por los egoístas plutócratas.

Bueno es recordar a costa de correr el riesgo de pasar por un pedante intelectual que, el cambio de conciencia que salió efervescentemente del 15M en 2011, ya fue intelectualmente anticipado en mi primera obra Pensar en ser rico, a partir de la cual propugno un segundo renacimiento de la humanidad donde, el “pienso, luego existo”, debe paradigmáticamente ser sustituido por el espíritu colectivo reflejado en el imperativo categórico de Kant. Pero en honor a la verdad, hay otros pensadores antes que yo que apuntaban en esa dirección. En dicho sentido, sin lugar a dudas, la filosofía de Wilber es el constructo magno de un pensamiento que permite a muchos sinceros buscadores de verdad sintetizar unitariamente la racionalidad occidental con la espiritualidad oriental. Tal ha sido mi caso. Durante mi salida del mundo de las sombras, entiéndase el sistema capitalista, he escrito varias obras que han culminado con Capitalismo y conciencia. Y La educación cuántica es la aplicación pedagógica de dicha obra.

El materialismo científico puede seguir, con toda razón, con el método científico. Pero ese modo unidireccional de medir la realidad se ha volatizado con el surgimiento de la física cuántica y su apertura hacia la fenomenología. Entonces, hubo una reconversión pensativa mal llamada “misticismo cuántico” pero, como creo haber demostrado, hay que hablar propiamente de filosofía transpersonal. Conviene recordar que, a la postre, la “cuarta fuerza” de la psicología, lo “transpersonal”, ha estado incubándose durante varias décadas hasta su alumbramiento de un modo científico y filosófico por Ken Wilber (2005). Tarde o temprano, el movimiento de escépticos a este nuevo paradigma de conocimiento, será deslumbrado por la verdad porque, como dijo Gandhi, “la verdad es la verdad, aunque solo la mantenga una minoría... aunque esa minoría sea uno solo”. ¿No fue así como inició Descartes el racionalismo moderno? ¿Y qué decir del criticismo kantiano? ¿Por qué no dar un voto de confianza a la filosofía transpersonal magníficamente elaborada por Ken Wilber mediante sus cuatro cuadrantes.

Confieso haber bebido en las turbulentas aguas de una filosofía de difícil acceso para todo escéptico. Reconozco que voy a contracorriente, que mi pequeña bandera filosófica es como un simple flotador en la inmensidad de un mar de ideas. Pero, ¿no es acaso el sino de los que se atreven a pensar más allá del pensamiento dominante? ¿No es ello una condena para todo pensador que ose expresar unas ideas extraídas desde su “otro yo”, como propone el físico francés ? A ese camino solitario y angosto lo llamo la “soledad del pensador” que, en un automatismo de defensa, es expresada mediante la escritura, más que nada para dar rienda suelta a tanta convulsión de pensamientos y no caer en la locura. Porque, aunque el mundo no esté cuerdo del todo, hay que cuidarse mucho de no caer en la paranoia también. He tenido suficiente con el acoso del capitalismo que me ha llevado a ser un declarado anti sistema, no vaya a ser que, también, me quieran linchar por defender la filosofía transpersonal como ciencia de la conciencia, mal entendida esta por los escépticos como “misticismo cuántico”.

Para que un sujeto cognoscente pueda integrarse plenamente en la sociedad debe, antes que nada, ser una persona libre para disponer en consciencia de su capacidad racional, una cuestión que el capitalismo no puede garantizar al ser el actual sistema educativo un instrumento de manipulación por secuaces políticos al servicio de los poderes fácticos (Laval, 2004). Con ello, vuelvo a insistir, el pensamiento, la ciencia y la educación no están libres de ataduras dogmáticas a un perverso sistema de dominación que socava los más elementales Derechos Humanos. Y para revertir dicha tendencia, La educación cuántica es una renovada propuesta pedagógica en materia filosófica, psicológica, social, educacional e histórica. Porque, como aseverara el paleontólogo y filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin, “el pasado me ha revelado la estructura del futuro”. Y en esa cuestión temporal, no me cabe duda de que la humanidad vive todavía en una caverna platónica, con mucha tecnología, pero con un ego herido de muerte que solo puede ser sanado con la democratización del saber y la solidaridad social como expresión del amor universal.

Pierre Teilhard de Chardin aportó una muy personal y original visión de la evolución. Suyos son los conceptos “noosfera” (conjunto de los seres inteligentes con el medio en que viven) y “Punto Omega” para describir el punto más alto de la evolución de la conciencia, considerándolo como el fin último de la misma. Según Pierre Teilhard de Chardin, el planeta se encuentra en un proceso transformador, evolucionando desde la biosfera a la noosfera. Más concretamente, propugno que la noosfera ha involucionado desde el “cogito” cartesiano hasta plasmarse en un ego fragmentado y disociado de la colectividad, dando lugar a una sociedad líquida a decir del sociólogo polaco Zygmunt Bauman (2007), o en un pensamiento débil según el filósofo italiano Gianni Vattimo (2006). Respectivamente, con la colectividad disociada y el ego fragmentado, ¿cómo reconstruir este viejo mundo moribundo cuando colapse? ¿Hacia dónde va la historia del pensamiento? ¿Cómo salir de esta oscura caverna platónica? La educación cuántica es una humilde propuesta a dichas cuestiones.

Recordemos estas preguntas: ¿qué ha ocurrido en la historia reciente de la humanidad?, ¿cómo ha sido factible que la ciencia del Ser, la filosofía, haya devenido en un psicologismo en sentido positivista, e incapaz de salir de las garras de la historia? El ascenso cognitivo, psicológico y filosófico postulado por La educación cuántica constituye una huida pensativa del actual sistema capitalista y de su historia manifiestamente manipulada desde el ego plutocrático. Es una huida en busca de luz, en busca de unas renovadas ideas para la transformación de las personas: hay un nuevo mundo por descubrir en el interior de cada uno de nosotros.

BIBLIOGRAFÍA:

Bauman, Zigmunt. Tiempos líquidos. Barcelona: Tusquets, 2007.

Descartes, René. Discurso del método. Madrid: Ediciones escolares, 1999.

Garnier, Jean-Pierre. Cambia tu futuro por las aperturas temporales. España: Reconocerse, 2012.

Laval, Christian. La escuela no es una empresa: el ataque neoliberal a la enseñanza pública. Barcelona: Paidós Ibérica, 2004.

Martos, Amador. Capitalismo y conciencia. España: Amazon, 2017.

Vattimo, Gianni. El pensamiento débil. Madrid: Cátedra, 2006.

Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005.
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MATERIALISMO

CIENCIAS ALTERNATIVAS

Este artículo es una reproducción de la nota 110 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 278:

El viejo mundo está moribundo, y su filosofía, y su psicología, y su ciencia. Ahora son tiempos cuánticos, de la filosofía transpersonal, de la psicología transpersonal, de la conciencia transpersonal, de los idealistas, de los humanistas, de las ciencias alternativas (1) , del racionalismo espiritual, de pensar en el nosotros y no en el yo, cambios que requieren, inherentemente, de un cambio en el paradigma educativo, como propone de un modo pedagógico La educación cuántica.

NOTA (1): Tras más de una década de intensa actividad en torno a la investigación, estudio y divulgación a través del blog La ciencia perdida, Artur Sala da paso al proyecto Magna Ciencia, una obra en varios volúmenes donde plasmará los frutos de una fascinante búsqueda que, lejos de detenerse, continua como un proceso vivo, abierto y creativo.

En este primer volumen (Sala, 2018), nos ofrece primero un recorrido por la historia de la física moderna y la cadena de eventos que llevaron a, entre otras cosas, desestimar por completo la existencia del campo etérico (noción fundamental expresada de una u otra forma por todas las tradiciones y culturas ancestrales) o a la consolidación del actual modelo nuclear. Pero sobretodo nos aporta las experiencias de gran cantidad de investigadores que quedan “fuera del relato” convencional de la historia de la ciencia y que son los que, finalmente, nos darán los cimientos para lo que en primicia presenta el autor de esta obra: nada menos que un nuevo modelo nuclear que arroja luz y coherencia a multitud de fenómenos y propiedades de la materia y la vida, sobre los que la ciencia moderna hasta ahora ha pasado de puntillas o de forma poco consistente.

Como colofón, Sala nos regala en el capítulo final una panorámica de algunos de los parámetros fundamentales de las grandes Ciencias Tradicionales de oriente y occidente, ninguneadas y denostadas en la medida en que vamos profundizando en los misterios de la naturaleza, invitándonos a un espacio de entendimiento, sensibilidad y aprendizaje del que durante demasiado tiempo hemos estado huérfanos. Esta es la auténtica Magna Ciencia. Un viaje por el conocimiento proscrito.

Aquí, el enlace a la página-web de Artur Sala.

BIBLIOGRAFÍA:

Sala, Artur. Magna Ciencia. Un viaje por el conocimiento proscrito. Murcia: Editorial Cauac, 2018.
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PENSADOR

LOS MÁRTIRES DE LA CIENCIA

Este artículo es una reproducción de la nota 64 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 100:

La ciencia es usada servil y criminalmente por los poderes fácticos (1) ; el ego está sodomizado por el sistema capitalista; y la moralidad social está supeditada a los dogmas religiosos y a la oligarquía plutocrática. Kant (2007) fue consciente de los riesgos de la diferenciación entre la ciencia, el ego y la moralidad, y así lo expresó en su ensayo ¿Qué es la ilustración? La integración de esos tres mundos -ciencia, ego y moralidad-, sin lugar a dudas, se vislumbra como posible gracias al movimiento “transpersonal” surgido como “cuarta fuerza” de la psicología: tiene como objetivo integrar la racionalidad con la espiritualidad. Este racionalismo espiritual ha sido conceptuado en un magistral sistema de pensamiento por Ken Wilber (2005b) mediante su obra cumbre Sexo, Ecología, Espiritualidad, erguido así este pensador como el representante más emblemático de la filosofía transpersonal y psicología transpersonal.


NOTA (1):

En la historia de la humanidad, hay una lista de mártires de la ciencia que han sufrido exilio, exclusión social e incluso la muerte por pensar diferentemente al pensamiento dominante de su época. Los asesinatos y ejecuciones de esos mártires de la ciencia lo fueron por motivos religiosos o políticos. Estos son algunos de esos mártires de la ciencia: Hipatia de Alejandría (355/370-415/416), Pietro d'Abano (1250-1318), Garcia de Orta (1500-1568), Miguel Servet (1509-1553),Giordano Bruno (1548-1600), Galileo Galilei (1564-1642), Lucilio Vanini (1585-1619), Daniel McFarlan Moore (1869-1936), Ernest Gibbins (1900-1942), Dian Fossey (1932-1985).

Si los poderes fácticos -económicos, políticos y religiosos- han actuado así a través de la historia, ¿cabe suponer que no hay en la actualidad mártires de la ciencia a manos de los mismos que manipulan la historia y la humanidad? Dicho de otro modo, y como trato de demostrar en este ensayo, hay una “inquisición oculta” que quiere preservar su poder hegemónico a través de la historia y a costa de la humanidad. Esa “inquisición oculta” está, presumiblemente, detrás de los grandes intereses de las empresas petroleras, farmacéuticas, agro-alimentarias y bancarias. Quizá el mártir de la ciencia más conocido en la historia reciente sea Nicolás Tesla (1856-1943), cuyo gran sueño fue la transmisión de energía sin necesidad de usar alambres, de modo que pudiera enviar energía gratuita a todo el mundo, lo cual evidentemente iba en contra del entramado de intereses de los plutócratas: murió denigrado en la miseria y la gran mayoría de sus patentes sobre energía libre han desaparecido.

Y en la actualidad, en el inicio de este siglo XXI, ¿existen tales persecuciones por motivos económicos y de poder? Parece ser que sí, aunque ello no sea noticia en los medios tradicionales a manos de los poderes fácticos. En el sitio web cazadebunkers.wordpress.com, y con fecha 30 de mayo 2013, se detalla con nombres, apellidos y circunstancia extrañas de la desaparición de más de 110 científicos entre los años 1994 y 2011.

Pero quizá los científicos más expuestos contra esa “inquisición oculta” son los científicos que, como Tesla, hacen tambalear el poder sustentado en la energía tradicional (electricidad y petróleo), mediante inventos ligados a la energía barata y asequible para toda la humanidad. Estos son algunos de esos casos:

-Daniel Dingel, filipino, hizo funcionar sus coches con agua: sentenciado en 2008 a los 82 años de edad a 20 años de cárcel.

-Stanley Meyer, norteamericano, hizo funcionar su coche con agua: murió gritando me han envenenado, su hermano denunció el posterior robo del coche.

-Arturo Estévez Varela, español, hizo funcionar su moto con agua ante notario en Sevilla, donó sus patentes al estado español: sus patentes están desaparecidas de la oficina de patentes, nunca se supo más de Arturo.

-Paul Pantone, norteamericano, inventor del motor Pantone funcionando con un 80% de agua: condenado judicialmente y encerrado en un psiquiátrico.

-John Kanzius, norteamericano, descubrió como convertir el agua salada del mar en combustible: murió 6 meses después.

Probablemente esta lista se quede corta. Valga esta nota como una vindicación de la verdad científica que es ninguneada, acallada y sus inventores reducidos al silencio por intereses de los poderes fácticos. Este es un ensayo epistemológico, es decir, como teoría del conocimiento. Pero a la vista de cómo ha sido la historia citada de esos mártires de la ciencia, este pensador presume que la mentira y la manipulación por una “inquisición oculta” impide que la ciencia sea libre y al servicio de la humanidad y, por tanto, una vez más, es preciso recordar el aforismo bíblico de que “la verdad os hará libres”. Lo contrario, la ignorancia, esclaviza a la humanidad; una ignorancia que “inquisidores ocultos” tratan de perpetuar para impedir que el ser humano sea libre con conocimiento de causa.

Bibliografía:

Wilber, Ken. Sexo, Ecología, Espiritualidad. Madrid: Gaia Ediciones, 2005b.
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REENCARNACION

LA REENCARNACIÓN

Este artículo es una reproducción de la nota 38 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 63:

En virtud de dichos experimentos, ¿dónde comienza la memoria y la vida? ¿Antes o después del nacimiento? ¿No será la vida, más bien, una expresión cuántica percibida por la mente humana, incluso en estado subconsciente como acredita los anteriores experimentos con niños? ¿No recuerda ello la teoría de la reminiscencia de Platón? Para Platón, adquirir conocimientos consiste en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el mundo inteligible de las ideas antes de caer en el mundo sensible y encerrado en el cuerpo. Cuerpo (material) y alma (inmaterial) son dos contrarios más sin consenso, respectivamente, en el ámbito científico y en el religioso: una eterna cuestión que Platón solucionó con la metempsicosis, popularmente conocido como reencarnación. Sin embargo, desde la investigación psiquiátrica mediante la terapia regresiva a vidas pasadas, Brian Weiss (2014) aborda la reencarnación de un modo científico para demostrar la supervivencia del alma humana después de la muerte (1) .



Nota:

(1) Brian Weiss es un médico psiquiatra estadounidense famoso por sus controvertidas creencias en la reencarnación, regresión de vidas pasadas, progresión en vidas futuras, y la supervivencia del alma humana después de la muerte.

Graduado en las universidades de Columbia y Yale, trabajó como profesor en la Universidad de Miami. Fue jefe del área de psiquiatría del Hospital Monte Sinai de Miami Beach. Célebre autor de varios trabajos relacionados con el amor y la creencia en la reencarnación, esta última abordada a través de experiencias psiquiátricas narradas por sus pacientes en estado hipnótico, asistiendo al nacimiento de la terapia regresiva a vidas pasadas. Sus tesis han generado polémica en la comunidad científica y pasó mucho tiempo antes de que el autor se armara de valor para publicar sus experiencias, pues temía ser juzgado, pero a cambio ha obtenido mucho apoyo e información de otros profesionales que le han ayudado a ampliar sus investigaciones.

Obras de Brian Weiss:

1988 - Muchas vidas, muchos maestros
1993 - A través del tiempo
1997 - Lazos de amor (solo el amor es real)
2001 - Los mensajes de los Sabios
2002 - Meditación: El logro de la paz interior y tranquilidad en su vida
2003 - Espejos del tiempo: la regresión de uso físico, emocional y curación espiritual
2004 - Eliminar el estrés, buscar la paz interior
2006 - Muchos cuerpos, una misma alma
2012 - Los milagros existen. El poder sanador de los recuerdos de vidas anteriores
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