Este artículo es una reproducción del capítulo 1-2 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA
En el año 2005, David W. Moore, investigador de la Universidad de Princeton, publicaba un estudio titulado Tres de cada cuatro americanos creen en lo paranormal (1), con las siguientes estadísticas: un 41% de personas creían en la percepción extrasensorial, un 37% estaban convencidos de que las casas pueden quedar encantadas con espíritus de personas fallecidas o un 31% de estadounidenses que creen en la telepatía. Anteriormente, en el año 2001, otro estudio similar arrojaba los siguientes datos: el 54% de los estadounidenses cree en la sanación de enfermedades mediante poderes mentales (2), el 33% está convencido de que los extraterrestres (3) nos han visitado en algún momento de nuestra historia o el 32% que cree que la mente humana puede ver el pasado y predecir el futuro mediante la clarividencia.
Está de más decir que dichos datos son todo un jarro de agua fría para todos aquellos sesudos artículos escritos desde el escepticismo. Con ánimo de evitar críticas desde dicho movimiento pensativo, insisto nuevamente: no se trata de abandonar el pensamiento crítico para volcarse en el pensamiento mágico, sino que es menester manejar dichos contrarios con equilibrio y mediante una mente abierta a nuevas realidades que los propios científicos están investigando.
La ciencia ignora o niega cuanto no puede explicar, pero eso no quiere decir que no exista. Renombrados científicos, como se verá a lo largo de este trabajo, están dando un paso al frente de las creencias hasta ahora consideradas como pseudociencias. Tal es el ejemplo del cardiólogo Pim van Lommel, quien investiga experiencias después de la muerte y la conciencia. Una síntesis de su investigación fue publicada en el 2001 en la revista médica The Lancet. En 2007 publicó su obra Consciencia más allá de la vida. La ciencia de la experiencia cercana a la muerte, donde ofrece pruebas científicas de que las experiencias cercanas a la muerte (ECM) no son un fenómeno atribuible a la imaginación, la psicosis o la falta de oxígeno.
Según Pim van Lommel, los hechos evidencian que la conciencia es algo mucho más vasta y compleja que el cerebro y que sigue existiendo pese a la ausencia de toda función cerebral. Pim van Lommel introduce estas experiencias en un amplio contexto cultural que va desde las diferentes visiones religiosas del pasado hasta los nuevos presupuestos de la física cuántica, en donde estos fenómenos tienen un lugar coherente dentro de sus modelos teóricos. Para este cardiólogo, “nuestra conciencia no es más que un retransmisor para esta dimensión de nuestro ser en varias. Es como una radio que, mientras vivimos aquí, sintoniza con este universo. Nuestra muerte solo es un cambio de conciencia, una transición. Solo morimos en una dimensión para pasar a otras”. Y según él, no se trata de una convicción religiosa sino una cuestión de física cuántica: la meditación y el misticismo son técnicas de paso entre esas dimensiones.
Si Pim van Lommel tiene razón, ¿se abre una contingencia a creer, una vez más, en la reencarnación, una creencia consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo? Todo un mundo de posibilidades cuánticas que abriría la puerta para la remisión de los pecados a través de la ley del karma… (4)
Pero el ejemplo viviente exento de toda suspicacia es el neurocirujano de la Universidad de Harvard, Alexander Eben, quien relata en primera persona su experiencia de la vida después de la muerte, tras estar sumido en un profundo coma durante una semana, en el que dice, viajó a otra dimensión del universo que nunca antes pudo llegar a soñar que existiese. Explica dicha experiencia en su obra La prueba del cielo: el viaje de un neurocirujano a la vida después de la muerte . No es de extrañar que dicho tema adquiera mayor notoriedad entre la comunidad científica después de que la prestigiosa fundación John Templeton donase cinco millones de dólares al profesor de filosofía de la Universidad John Martin Fischer para que estudiase en profundidad las experiencias cercanas a la muerte (ECM), lo que se ha dado en llamar “Proyecto inmortalidad”.
En España también tenemos un científico que ha publicado acerca de las experiencias cercanas a la muerte (ECM). Se trata del psiquiatra José Miguel Gaona Cartolano quien ha publicado un ensayo científico titulado: ¿Son las experiencias cercanas a la muerte (ECM) la base empírica que demuestra la existencia del alma? , también publicado en la revista Journal of Transpersonal Research. Asimismo, en su libro Al otro lado del túnel , esta eminencia científica nos viene a decir que los investigadores de todo el mundo comienzan a descubrir que las profundas experiencias espirituales de los moribundos resultan difíciles de explicar. En los últimos años ha trabajado en el campo de la neuroteología, ciencia que estudia los fenómenos místicos y espirituales desde una perspectiva neurológica. En esta línea, dirige el Proyecto Túnel, un sitio de encuentro para personas que han sufrido experiencias cercanas a la muerte (ECM) y que desean compartir dichas experiencias o abordarlas desde un punto de vista terapéutico. En la actualidad es uno de los directores de IANDS España (International Association of Near-Death Studies) y participa en trabajos en el campo de las ECM junto con el Dr. Bruce Greyson de la Unidad de Estudios Perceptuales de la Universidad de Virginia Occidental y la Dra. Holden de la North Texas University.
NOTAS:
(1) El debate entre capacidades extraordinarias, experiencias paranormales y actividades fraudulentas siempre ha estado abierto. No obstante, esto no se queda meramente en habladurías. Estos temas han sido investigados por importantes universidades de todo el mundo desde hace más de un siglo, y algunas, incluso, continúan realizando averiguaciones en la materia a día de hoy.
1-Universidad de Stanford: La psicoquinesia es la hipotética capacidad de la mente para ejercer una fuerza física sobre la materia sin que intervenga una causa mecánica aparente. La Universidad de Stanford, ya en 1911, fue la primera en iniciar experimentos sobre fenómenos paranormales a través de su Stanford Research Institute. Las investigaciones se centraron en las capacidades extraordinarias de Uri Geller, el famoso doblador de cucharas.
2-Universidad de Arizona: Comenzó hace pocos años con el proyecto VERITAS, que investigaba si la personalidad permanecía después de la muerte y sobre la veracidad de las capacidades de los médiums. Años más tarde ampliaron el estudio al proyecto SOPHIA, enfocado a fenómenos de comunicación tras la muerte o, comunión con entidades no carnales como ángeles, demonios o guías espirituales.
3-Universidad de California-Los Ángeles (UCLA): El Instituto Neuropsiquiátrico de esta institución investigaba sobre clarividencia, telepatía y casas encantadas, pero la atención mediática que atrajo y la tensión política que suscitaban sus descubrimientos hicieron que se cerrase el proyecto. A día de hoy, los altos responsables de la UCLA niegan que existieran esos proyectos en el pasado.
4-Universidad de Cornell: Esta institución norteamericana destacó por sus investigaciones en premonición, llegando a demostrar efectos positivos de la percepción extrasensorial de manera retroactiva, además de comprobar que reafirmaban con sus hallazgos la Física Cuántica.
5-Universidad de Virginia: A pesar de que comenzó en 1967, el proyecto de parapsicología conducido a través de la División de Estudios de la Percepción es el único que tiene su continuación en la actualidad en territorio norteamericano. La práctica consiste en el estudio de los fenómenos y las aptitudes mentales paranormales que no parecen tener una explicación científica ni se ajustan al marco de las leyes científicas actualmente en vigor. En este proyecto se han estudiado fenómenos como la reencarnación, experiencias y comunicaciones cercanas a la muerte, apariciones, o estados alterados de conciencia, entre otros.
6-Universidad de Edimburgo: En Escocia siguieron la misma línea de investigación de universidades como la de Virginia para estudiar la parapsicología, percepción extrasensorial y psicoquinesia; sin embargo, los científicos del centro utilizaron Twitter para poder llevar a cabo sus estudios, y abogan por continuar con la práctica en el futuro.
7-Universidad de Londres-Goldsmiths: Para los investigadores de Goldsmiths no existen las casualidades comunicativas. ¿Alguna vez has pensado en una persona y “casualmente” te ha llamado? Para ellos esto es una señal telepática y extraordinaria, y sus estudios se centran en descifrar sus instrucciones.
8-Universidad de Adelaida: En la Unidad de Investigación de Psicología Anómala de este centro australiano tienen la hipótesis de que las personas incapacitadas visualmente podrían tener habilidades superiores a las de los individuos con una visión normal y que las ocultan.
(Fuente: elmundo.es, 31-10-2015: Halloween: ocho universidades que han estudiado fenómenos paranormales)
Sin embargo, las capacidades paranormales no solo han sido objeto de estudio puramente científico, sino que han sido utilizadas con fines militares por potencia como los Estados Unidos y Rusia, convirtiéndose entonces como medios para una guerra psíquica. Esas dos grandes potencias han intentado dominar ciencias y artes tan esotéricas como la percepción extrasensorial, la telepatía y la psicoquinesis, en nombre de la defensa nacional.
Tres nuevos informes indican que el Pentágono se ha gastado millones de dólares en una serie de proyectos secretos para investigar los fenómenos extrasensoriales y comprobar si la pura fuerza de la mente humana puede controlarse para ejecutar diversos actos de espionaje y guerra, como, por ejemplo, leer archivos secretos a distancia, localizar submarinos o hacer estallar misiles en pleno vuelo. Uno de los informes añade, además, que la preocupación por la inferioridad en armamento psíquico ha llegado, en un caso, hasta la mismísima Casa Blanca. En 1977, según este informe, el presidente Carter ordenó a la CIA llevar a cabo un estudio a alto nivel sobre las investigaciones psíquicas al otro lado del telón de acero, en un intento de evaluar una posible amenaza soviética.
El Pentágono niega que esté gastando dinero en la investigación de los poderes psíquicos, pero afirmaciones en sentido contrario aparecen en tres nuevos libros, y en una serie de entrevistas en las que antiguos oficiales del Pentágono y científicos que han estudiado los fenómenos paranormales hablan sobre la búsqueda de los poderes psíquicos, que, según ellos, los militares están intentando desde hace décadas. De todo ello surge la imagen de las dos superpotencias intentando dominar ciencias o artes tan esotéricas como la percepción extrasensorial, la telepatía, la clarividencia y la psicoquinesis, todo esto en nombre de la defensa nacional.
Durante más de un siglo, los científicos han estado enfrentándose entre sí por lo que actualmente se denomina parapsicología. Unos la aclaman como un estudio legítimo y otros la rechazan como una pseudociencia. La afirmación de que el Pentágono, que tiene el sagrado deber de mantener la seguridad del país, es uno de los principales impulsores de las investigaciones psíquicas en Estados Unidos ha puesto la polémica al rojo vivo.
Defensores como el congresista Charlie Rose, miembro del Comité de Inteligencia, afirman que la posibilidad de la guerra psíquica es algo altamente probable, y podría exigir, un día, un programa rápido semejante al proyecto Manhattan, que sirvió para fabricar la primera bomba atómica. El Pentágono niega las investigaciones.
Pero los escépticos dicen que hay demasiada trampa en eso de los poderes psíquicos, y que ha sido imposible obtener verificación científica. “No se puede obtener en un laboratorio abierto”, dijo el doctor Paul Kurtz, filósofo de la Universidad del Estado de Nueva York, en Buffalo, presidente del Comité de Investigaciones Científicas de Fenómenos Paranormales. “¿Qué les hace pensar a los militares que van a conseguirlo a puerta cerrada?”.
Un portavoz del Pentágono llegó a negar que el Departamento de Defensa se “esté gastando un céntimo” actualmente en las investigaciones de fenómenos psíquicos, aunque también sugirió que no podía hablar de la existencia de proyectos altamente secretos.
El estudio más detallado de una serie completa de experimentos psíquicos es La carrera de la mente, del doctor Russell Trag y Keith Harary, que será publicado esta primavera por Villard Books, una compañía de Random House.
Targ, físico con conocimientos prácticos del uso del láser, la óptica y microondas, estuvo trabajando durante una década en el SRI International, en lo que denomina un programa de miles de millones de dólares de investigación de fenómenos psíquicos financiado por el Departamento de Defensa y agencias de inteligencia.
Los experimentos fundamentales eran sobre lo que Targ denomina “visión remota”: personas especialmente dotadas afirmaban poder describir instalaciones, acontecimientos y objetos lejanos. En 1976, por ejemplo, un vidente de California intentó captar sensaciones que Targ estaba sintiendo a miles de kilómetros de distancia, en Nueva York. El emplazamiento fue elegido unos minutos antes de la prueba.
En un ordenador conectado a la red de la agencia de proyectos de investigación de defensa avanzada, el vidente de California iba anotando sus impresiones. “La primera imagen que capté fue de una cavidad de cemento, como si fuera una fuente seca, con un poste de cemento en el centro o en su interior. Parecía que había palomas a la derecha volando sobre la cavidad”. Efectivamente, dice Targ, el emplazamiento de la prueba, la fuente central del parque de Washington Square, estaba seca, y tenía un poste en el centro que antes echaba agua, y estaba rodeada de palomas.
En La guerra de las mentes, Ronald M. McRae afirma que las investigaciones de los fenómenos psíquicos se emplearon para evaluar la fórmula del juego de las bombas de los misiles MX, un programa de emplazamiento que costó unos 40.000 millones de dólares, por el cual cada misil MX se desplazaría en secreto por un laberinto de bunkers de cemento, de tal manera que los soviéticos no pudieran saber nunca a qué emplazamiento deberían disparar. Citando como fuente a un antiguo asesor de la Casa Blanca, McRae afirma que el Pentágono preparó experimentos en los que individuos con poderes psíquicos adivinaban la situación de los blancos, y que los resultados fueron lo suficientemente favorables como para sugerir una gran vulnerabilidad de los MX. La antigua asesora Barbara Honegger, licenciada en Parapsicología, abandonó la Administración Reagan el otoño pasado. Ella confirmó en una conversación telefónica la realización de los experimentos. Pero dijo que no sabía si los descubrimientos realizados tuvieron algo que ver con la decisión tomada por el Gobierno de Reagan de paralizar la fórmula de movilidad de emplazamientos.
“Existen pruebas sugerentes”
Tales episodios, según McRae, forman parte de un “historial de 30 años de investigación de los fenómenos psíquicos por parte de la CIA, el ejército, la marina, las fuerzas aéreas, los marines, la NASA y la Agencia de Inteligencia de Defensa”. McRae, que trabajó con anterioridad como reportero para el famoso columnista Jack Anderson, dice que sus investigaciones demuestran que el Pentágono se ha gastado más de seis millones de dólares al año en investigación de fenómenos psíquicos en los últimos años, incluyendo estudios sobre la capacidad de la mente humana para emitir y captar ondas de radio de frecuencia extremadamente baja.
Daniel O. Graham, teniente general retirado del ejército de tierra, antiguo director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, dijo en una entrevista que la cifra de seis millones de dólares le parecía muy elevada, pero reconoció que los militares se habían gastado cantidades considerables en investigación de fenómenos psíquicos. “Existe a nuestro alrededor suficiente número de pruebas sugerentes como para querer estar con los ojos abiertos” dijo.
Cualquiera que haya sido la cantidad, McRae afirma que es difícil averiguarlo, por el secreto con que lleva todo el Gobierno. La CIA aporta algo de dinero para las investigaciones a través de instituciones privadas, según McRae, que cita un memorándum de la agencia, advirtiendo que los “fondos no deberían llevar identificación alguna ni dar lugar a ningún tipo de preguntas”. En los informes del Pentágono se evitan las palabras poderes psíquicos y se utilizan eufemismos como nuevos sistemas biológicos de transmisión de información, según MacRae.
Quienes afirman que los militares están llevando a cabo investigaciones sobre los poderes psíquicos resaltan que se debe principalmente al temor de que los hallazgos de los soviéticos en este campo podrían suponer para las fuerzas armadas norteamericanas su eliminación de una forma suave. Se dice que especialistas de la CIA han visitado hace poco a uno de los mejores parapsicólogos del país para obtener información sobre la posibilidad de interferir un ordenador por medio de poderes psíquicos.
La amenaza soviética
A Jimmy Carter le preocupaba la amenaza soviética en 1976, antes de llegar a la presidencia, según McRae, y mantuvo un encuentro privado con Uri Geller. El mentalista israelí le dijo que la Unión Soviética examinaba a todos los niños para ver si tenían poderes paranormales. En 1977, dice MacRae, Carter ordenó un estudio a alto nivel de las investigaciones de los soviéticos en fenómenos psíquicos. El informe secreto, acabado en 1978, no encontró ninguna prueba de un proyecto a gran escala de guerra psíquica, del que había advertido Uri Geller, pero sí descubrió un gran interés de los soviéticos por el tema. Funcionarios de la Casa Blanca durante la Administración de Carter dicen que, o bien no tuvieron conocimiento alguno de la preocupación del presidente por este tema, o bien que no pueden ni afirmar ni negar que existiera.
El lado ruso de la cuestión es resaltado en Guerra psíquica, de Martin Ebon, publicado el otoño pasado por McGraw-Hill. Ebon dice que la Unión Soviética se vio impulsada a actuar en 1960 por una serie de informes falsos de que la marina de Estados Unidos estaba efectuando experimentos de telepatía para intentar mantenerse en contacto con el Nautilus, el primer submarino del mundo impulsado por energía atómica, durante su travesía bajo los hielos del Ártico.
Estos informes dieron lugar a un gran número de proyectos soviéticos, según Ebon. Señala un análisis hecho por la Agencia de Inteligencia de la Defensa en 1972, que indica que “el principal impulso tras el deseo soviético de controlar las posibles capacidades de la comunicación telepática, la telequinesia y la biónica parece provenir de los militares soviéticos y del KGB”.
¿Se encuentran, efectivamente, las superpotencias al borde de una carrera de armas psíquicas? Investigadores de toda confianza se muestran dudosos. Además, algunos escépticos dicen que un Gobierno puede tener la tentación de falsificar los resultados de los experimentos para engañar a sus enemigos. “Hay algunos cínicos que piensan que la participación del Gobierno de Estados Unidos en la investigación de los fenómenos psíquicos no es más que un ejercicio de desinformación, propaganda para hacer que los soviéticos gasten recursos en proyectos semejantes”, dijo Truzzi, del Centro de Investigaciones de Anomalías Científicas.
Pero no todo el interés del Gobierno reside en la desinformación, si tomamos como indicación un reciente encuentro privado financiado por Kaman Tempo, una organización de investigación industrial de Alexandria, en el Estado de Virginia. El pasado mes de diciembre, la compañía invitó a decenas de funcionarios del Gobierno a una conferencia privada con el poco definido título de La aplicación de los fenómenos anómalos. Entre los 11 ponentes de la conferencia, que duró dos días, se encontraban algunos de los mejores investigadores de fenómenos psíquicos de Estados Unidos.
(Fuente: elpais.com, 15-01-1984: La guerra psíquica)
Y aunque la anterior referencia pudiera parecer obsoleta con el paso del tiempo, conviene insistir en que es posible que las docenas de diplomáticos estadounidenses que fueron tomados como rehenes por los estudiantes revolucionarios que ocuparon la Embajada de Estados Unidos en Irán en 1979 hayan tenido cierta compañía secreta durante los 15 meses de su cautiverio: las agencias de agencias de inteligencia de EEUU tenían un escuadrón de “psíquicos” con entrenamiento militar que estaban usando la percepción extrasensorial para observarlos, de acuerdo con documentos desclasificados en una base de datos de la CIA ahora disponible. (Fuente: elnuevoherald.com, 16-02-2017: EEUU empleó psíquicos para espiar a Irán, dice informe de la CIA)
Por último, cabe señalar que en la obra Espías psíquicos, Jim Marrs (2008) expone que ex militares revelan cómo usaron sus poderes paranormales en el servicio de inteligencia secreta más poderoso del mundo.
Como conclusión, está amplia nota tiene como objetivo dejar constancia que los poderes paranormales no son una creencia más como podrían aludir los escépticos materialistas científicos sino que, en el marco de este capítulo Más allá de la mente, hay realidades que, casi con toda seguridad, están más allá de nuestros actuales sentidos y que, es posible, que algunos seres desarrollados (de este u otro mundo) tengan acceso a esos potenciales poderes paranormales, tal como han sido objeto de estudio por diferentes universidades así como centro de atención por potencias miliares para fines bélicos.
(2) Ya sea que esté luchando contra una enfermedad potencialmente mortal, que tenga una condición de salud “crónica” que la medicina occidental no ha sido capaz de curar, o que esté luchando contra los síntomas molestos que disminuyen su calidad de vida, o simplemente esperando para optimizar su energía, vitalidad y longevidad, hay pruebas científicas de que puede curarse a sí mismo.
Las cargas de los datos demuestran que la mente puede creer en sí misma también. En los ensayos clínicos, lo llamamos “el efecto placebo”. Los pacientes tratados con placebos no solo se sienten mejor, sino que ellos realmente saben que están mejor. Verrugas que desaparecen, se dilatan los bronquios, desaparecen inflamaciones, el crecimiento del cabello en las cabezas de los hombres calvos, úlceras que sanan, y otros fenómenos fisiológicos medibles.
También sabemos que puede ocurrir todo lo contrario, y la mente puede pensar en sí mismo como un enfermo, lo que los investigadores laman “el efecto nocebo”. Cuando los pacientes reciben inyecciones con solución salina y les dijeron que era quimioterapia, vomitaban y perdían su cabello.
¿Cómo suceden tales cosas? En su libro Mind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, Lissa Rankin explica la ciencia que hay detrás de cómo un pensamiento o una emoción positiva o negativa en la mente se traducen en la reparación espontánea en el cuerpo.
Como resultado, el cuerpo se ha construido los mecanismos de auto-reparación que fijan proteínas dañadas, la reparación del ADN, los desequilibrios hormonales correctos, y engullen las células del cáncer, agentes infecciosos, y cuerpos extraños a los que nuestros cuerpos están expuestos a diario. Estos mecanismos explican las remisiones espontáneas que se reportan en la literatura médica de, aparentemente, enfermedades “incurables” como la etapa 4 del cáncer, el VIH, el hipotiroidismo, la diabetes, e incluso una herida de arma de fuego. Sin embargo, los pacientes a menudo se sienten impotentes para aprovechar estos mecanismos de auto-reparación naturales.
En ese libro, la Doctora Rankin enseña un proceso de seis pasos fundamentales científicamente que pueden seguir para optimizar la capacidad del cuerpo para dar la vuelta sus mecanismos de auto-reparación natural cuando el cuerpo se enferma. También enseña las herramientas para poner en práctica el poder de la mente, como la medicina preventiva, para aumentar la probabilidad de que un día morirá a “edad avanzada”, en lugar de morir demasiado joven como resultado de la desactivación de la capacidad del cuerpo para repararse a sí mismo.
¿Lo que desactiva los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo? Todos sabemos que el estrés es malo para el cuerpo. Pero, ¿entiendes cómo funciona eso? Los datos demuestran que el estrés se presenta en diferentes formas –el estrés de sentirse solo, el estrés laboral, estrés financiero, el estrés marital, estrés familiar, el estrés de sentimiento creativamente bloqueado o espiritualmente desconectado.
Independientemente de lo que desencadena qué tipo de estrés, esto desencadena una serie de pasos fisiológicos asociados con el hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y la respuesta de “lucha o huida” del sistema nervioso simpático. En otras palabras, si usted está estresado por el dinero, su matrimonio, o su trabajo, su cuerpo no puede saber la diferencia entre una amenaza percibida, tales como la quiebra inminente, y una quiebra real como ser perseguido por un león.
Pero aquí viene lo bueno. El cuerpo solo puede repararse a sí mismo cuando está en un estado de reposo fisiológico. Cada vez que el cuerpo piensa que es hora de “huir del león” (o cualquier amenaza percibida), se cierra la auto-reparación. Después de todo, ¿quién se preocupa por el mantenimiento a largo plazo como matar a las células cancerosas no deseadas si estás a punto de ser comido por un león?
EnMind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, la Doctora Rankin nos describe acciones, ejemplos, no solo la prueba científica de que se puede curarse a sí mismo, sino también consejos para usar el poder de la mente para optimizar los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo, para que la prevención de enfermedades y remisiones espontáneas no sean solo algo que ocurre al azar, sino algo que podríamos ser capaces de experimentar por nosotros mismos.
(Fuente: consejosdelconejo.com: La prueba científica de que podemos curarnos a nosotros mismos)
(3) Hasta ahora era una leyenda urbana, material con el que los guionistas de Hollywood llenaban infinidad de guiones, pero finalmente el Gobierno de Estados Unidos ha desclasificado informes sobre el avistamiento de ovnis desde 1940. Los documentos, recogidos en el “proyecto libro azul” proporcionan multitud de información de lo que ocurrió en el espacio aéreo del país. Hay 129.000 páginas en más de 12.000 tomos. De todos ellos, 701 no tienen explicación. A pesar de que se haya publicado la información, sigue sin responderse a la pregunta de si hay vida en otros planetas. (Fuente: lasexta.com: EEUU desclasifica sus documentos sobre ovnis desde 1940 )
En España, en 1991 se inició un proceso de desclasificación de documentos relativos a los Avistamientos de fenómenos extraños, también conocidos como Expedientes ovni, dado que el Ministerio de Defensa decidió analizarlos y, en su caso, rebajar su nivel de clasificación para ponerlos a disposición de un público que demandaba poder consultar estos documentos. Para hacer esto posible, en 1992 fue depositada una copia física en la Biblioteca Central del Ejército del Aire, en el Cuartel General de este ejército en Madrid. Gracias a su digitalización se pueden consultar a través de internet en la Biblioteca Virtual de Defensa.
Se trata de un total de 80 expedientes, 1.900 páginas de avistamientos de fenómenos extraños dentro del espacio aéreo español, en los que interviene, de algún modo u otro, personal o material del Ejército del Aire. Pese a su desclasificación, se omiten los datos de las personas declarantes y de los oficiales informadores.
Dichos documentos abarcan fenómenos ocurridos a lo largo de todo el espacio aéreo español desde el primero observado en 1962 en San Javier (Murcia) hasta el último fechado en 1995 en Morón (Sevilla). Algunos son avistamientos en un solo lugar, mientras que otros abarcan varios puntos de la geografía española, dado que son vistos desde un avión o coinciden en la fecha y descripción en distintas ubicaciones.
Cada expediente consta de unas páginas de resumen donde figura el lugar del avistamiento, la fecha, el resumen de los hechos, las consideraciones, las conclusiones y la propuesta de clasificación o desclasificación del expediente. A continuación, se encuentran los informes o entrevistas a los testigos, los partes de novedades en su caso, informes meteorológicos de la noche en cuestión... cada expediente es diferente y mientras algunos constan tan sólo de dos páginas otros pueden tener decenas de ellas. (Fuente: bibliotecavirtualdefensa.es)
El fenómeno OVNI ha sido catalogado históricamente como el gran enigma del siglo XX. ¿Por qué los medios de comunicación oficiales continúan sin darle importancia? ¿En qué medida alteraría la confirmación de vida en otros planetas la existencia humana? La desclasificación de archivos por parte de algunos países y la cantidad de sucesos ocurridos alrededor del mundo que corroboran la presencia de vida, materia y tecnología no terrestre reflejan la magnitud misma del fenómeno. A estas cuestiones intenta responder la obra Documento OVNI: la historia de una evolución de Jorge Sánchez (2015).
La Exopolítica es el estudio de la presencia de extraterrestres en la Tierra y las implicaciones sociológicas y políticas que tiene en la humanidad. La verdad sobre este fenómeno, conocido por el aparato político y militar, ya no puede ser silenciada. El libro Exopolítica (Harris, 2013) es una contribución a su divulgación. Con entrevistas, fotografías y escritos de los investigadores más importantes del mundo acerca de diversas conclusiones sobre el fenómeno ovni, este libro brinda al lector el conocimiento de las extraordinarias posibilidades que se abrirán a la humanidad si esta se ocupa a nivel colectivo de las incursiones en nuestro planeta de vida extraterrestre. El término objeto volador no identificado, más conocido como ovni, se refiere a la observación de un objeto volante, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación. El acrónimo fue creado para reemplazar al de “platillo volante” y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones aéreas.
(4) Para comprender de un modo psicológico y filosófico el concepto de “karma”, es conveniente aludir a la trascendencia de los dualismos, una cuestión subyacente reiterada en este ensayo, y que se convierte en un eje de responsabilidad a afrontar por cada persona a lo largo de su vida. En su obra El espectro de la conciencia, Ken Wilber diferencia explícitamente cuatro dualismos que, inexorablemente, debería trascender e integrar toda persona:
El dualismo cuaternario: persona contra sombra. El individuo se oculta a sí mismo (inconscientemente) aquellos rasgos de su personalidad con los que no se encuentra nada contento; traza una frontera entre lo que le gusta de sí mismo (persona) y lo que no le gusta (sombra). Hasta que el individuo no acepte su sombra estará incompleto y siempre en lucha consigo mismo (el enemigo está en el mismo). Si el individuo se acepta e integra su sombra alcanza el siguiente nivel.
El dualismo terciario: psique contra soma, o mente contra cuerpo. La frontera se traza entre el ego (persona + sombra) y su cuerpo. En este nivel el individuo es inconsciente de su cuerpo, piensa en sí mismo sin tener en cuenta su cuerpo o lo considera como un objeto. Si el individuo consigue eliminar esta frontera será más consciente de lo que él es en realidad y alcanzará el nivel del centauro (el centauro es un ser mitológico mitad humano mitad animal).
El dualismo segundario: la vida contra la muerte, el ser contra el no ser. La frontera se traza entre el centauro (ego + cuerpo) y el resto del universo, la frontera ahora es nuestra propia piel. El individuo es ahora más consciente que nunca de su finitud (en el espacio y en el tiempo). La lucha no acabará hasta que desaparezca la última frontera y se acceda al último nivel.
El dualismo primario: organismo contra medio ambiente, o yo contra otro. Se accede al Espíritu. La frontera ha desaparecido, se acabó la lucha inconsciente. El individuo ha vuelto al lugar de donde salió, o mejor, al lugar donde siempre estuvo. Es el concienciamiento de que sujeto y objeto son lo mismo, es la no-dualidad. La corriente externa e interna no son dos, sino una sola realidad que se reduce al misticismo contemplativo.
Según Wilber (cito textualmente de la página 428), con la curación del dualismo primario, aceptamos la responsabilidad de todo lo que nos ocurre, porque ahora lo que nos sucede es obra nuestra. Esto se debe a que mis actos son los actos del universo y viceversa, de modo que cuando yo y el universo hemos dejado de estar separados, lo que “ello” me hace a “mí” y lo que “yo” le hago a “ello” han pasado a ser un mismo acto. Si cae una piedra sobre mi cabeza, ha sido obra mía. Si alguien me dispara por la espalda, ha sido obra mía. De modo que en cada nivel parece que las cosas y los acontecimientos me suceden contra mi voluntad, cuando en realidad soy yo quien se lo hace a sí mismo, aunque pretendiendo con toda sinceridad que son “ajenos” a mí. Finalmente, en el nivel de la Mente, no hay nada ajeno a mí, de modo que la última palabra es que hay una sola voluntad: mía y de Dios. Este es el significado profundo del karma, que lo que te ocurre es tu propia obra, tu propio karma.
Ver más
En el año 2005, David W. Moore, investigador de la Universidad de Princeton, publicaba un estudio titulado Tres de cada cuatro americanos creen en lo paranormal (1), con las siguientes estadísticas: un 41% de personas creían en la percepción extrasensorial, un 37% estaban convencidos de que las casas pueden quedar encantadas con espíritus de personas fallecidas o un 31% de estadounidenses que creen en la telepatía. Anteriormente, en el año 2001, otro estudio similar arrojaba los siguientes datos: el 54% de los estadounidenses cree en la sanación de enfermedades mediante poderes mentales (2), el 33% está convencido de que los extraterrestres (3) nos han visitado en algún momento de nuestra historia o el 32% que cree que la mente humana puede ver el pasado y predecir el futuro mediante la clarividencia.
Está de más decir que dichos datos son todo un jarro de agua fría para todos aquellos sesudos artículos escritos desde el escepticismo. Con ánimo de evitar críticas desde dicho movimiento pensativo, insisto nuevamente: no se trata de abandonar el pensamiento crítico para volcarse en el pensamiento mágico, sino que es menester manejar dichos contrarios con equilibrio y mediante una mente abierta a nuevas realidades que los propios científicos están investigando.
La ciencia ignora o niega cuanto no puede explicar, pero eso no quiere decir que no exista. Renombrados científicos, como se verá a lo largo de este trabajo, están dando un paso al frente de las creencias hasta ahora consideradas como pseudociencias. Tal es el ejemplo del cardiólogo Pim van Lommel, quien investiga experiencias después de la muerte y la conciencia. Una síntesis de su investigación fue publicada en el 2001 en la revista médica The Lancet. En 2007 publicó su obra Consciencia más allá de la vida. La ciencia de la experiencia cercana a la muerte, donde ofrece pruebas científicas de que las experiencias cercanas a la muerte (ECM) no son un fenómeno atribuible a la imaginación, la psicosis o la falta de oxígeno.
Según Pim van Lommel, los hechos evidencian que la conciencia es algo mucho más vasta y compleja que el cerebro y que sigue existiendo pese a la ausencia de toda función cerebral. Pim van Lommel introduce estas experiencias en un amplio contexto cultural que va desde las diferentes visiones religiosas del pasado hasta los nuevos presupuestos de la física cuántica, en donde estos fenómenos tienen un lugar coherente dentro de sus modelos teóricos. Para este cardiólogo, “nuestra conciencia no es más que un retransmisor para esta dimensión de nuestro ser en varias. Es como una radio que, mientras vivimos aquí, sintoniza con este universo. Nuestra muerte solo es un cambio de conciencia, una transición. Solo morimos en una dimensión para pasar a otras”. Y según él, no se trata de una convicción religiosa sino una cuestión de física cuántica: la meditación y el misticismo son técnicas de paso entre esas dimensiones.
Si Pim van Lommel tiene razón, ¿se abre una contingencia a creer, una vez más, en la reencarnación, una creencia consistente en que la esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias según va muriendo? Todo un mundo de posibilidades cuánticas que abriría la puerta para la remisión de los pecados a través de la ley del karma… (4)
Pero el ejemplo viviente exento de toda suspicacia es el neurocirujano de la Universidad de Harvard, Alexander Eben, quien relata en primera persona su experiencia de la vida después de la muerte, tras estar sumido en un profundo coma durante una semana, en el que dice, viajó a otra dimensión del universo que nunca antes pudo llegar a soñar que existiese. Explica dicha experiencia en su obra La prueba del cielo: el viaje de un neurocirujano a la vida después de la muerte . No es de extrañar que dicho tema adquiera mayor notoriedad entre la comunidad científica después de que la prestigiosa fundación John Templeton donase cinco millones de dólares al profesor de filosofía de la Universidad John Martin Fischer para que estudiase en profundidad las experiencias cercanas a la muerte (ECM), lo que se ha dado en llamar “Proyecto inmortalidad”.
En España también tenemos un científico que ha publicado acerca de las experiencias cercanas a la muerte (ECM). Se trata del psiquiatra José Miguel Gaona Cartolano quien ha publicado un ensayo científico titulado: ¿Son las experiencias cercanas a la muerte (ECM) la base empírica que demuestra la existencia del alma? , también publicado en la revista Journal of Transpersonal Research. Asimismo, en su libro Al otro lado del túnel , esta eminencia científica nos viene a decir que los investigadores de todo el mundo comienzan a descubrir que las profundas experiencias espirituales de los moribundos resultan difíciles de explicar. En los últimos años ha trabajado en el campo de la neuroteología, ciencia que estudia los fenómenos místicos y espirituales desde una perspectiva neurológica. En esta línea, dirige el Proyecto Túnel, un sitio de encuentro para personas que han sufrido experiencias cercanas a la muerte (ECM) y que desean compartir dichas experiencias o abordarlas desde un punto de vista terapéutico. En la actualidad es uno de los directores de IANDS España (International Association of Near-Death Studies) y participa en trabajos en el campo de las ECM junto con el Dr. Bruce Greyson de la Unidad de Estudios Perceptuales de la Universidad de Virginia Occidental y la Dra. Holden de la North Texas University.
NOTAS:
(1) El debate entre capacidades extraordinarias, experiencias paranormales y actividades fraudulentas siempre ha estado abierto. No obstante, esto no se queda meramente en habladurías. Estos temas han sido investigados por importantes universidades de todo el mundo desde hace más de un siglo, y algunas, incluso, continúan realizando averiguaciones en la materia a día de hoy.
1-Universidad de Stanford: La psicoquinesia es la hipotética capacidad de la mente para ejercer una fuerza física sobre la materia sin que intervenga una causa mecánica aparente. La Universidad de Stanford, ya en 1911, fue la primera en iniciar experimentos sobre fenómenos paranormales a través de su Stanford Research Institute. Las investigaciones se centraron en las capacidades extraordinarias de Uri Geller, el famoso doblador de cucharas.
2-Universidad de Arizona: Comenzó hace pocos años con el proyecto VERITAS, que investigaba si la personalidad permanecía después de la muerte y sobre la veracidad de las capacidades de los médiums. Años más tarde ampliaron el estudio al proyecto SOPHIA, enfocado a fenómenos de comunicación tras la muerte o, comunión con entidades no carnales como ángeles, demonios o guías espirituales.
3-Universidad de California-Los Ángeles (UCLA): El Instituto Neuropsiquiátrico de esta institución investigaba sobre clarividencia, telepatía y casas encantadas, pero la atención mediática que atrajo y la tensión política que suscitaban sus descubrimientos hicieron que se cerrase el proyecto. A día de hoy, los altos responsables de la UCLA niegan que existieran esos proyectos en el pasado.
4-Universidad de Cornell: Esta institución norteamericana destacó por sus investigaciones en premonición, llegando a demostrar efectos positivos de la percepción extrasensorial de manera retroactiva, además de comprobar que reafirmaban con sus hallazgos la Física Cuántica.
5-Universidad de Virginia: A pesar de que comenzó en 1967, el proyecto de parapsicología conducido a través de la División de Estudios de la Percepción es el único que tiene su continuación en la actualidad en territorio norteamericano. La práctica consiste en el estudio de los fenómenos y las aptitudes mentales paranormales que no parecen tener una explicación científica ni se ajustan al marco de las leyes científicas actualmente en vigor. En este proyecto se han estudiado fenómenos como la reencarnación, experiencias y comunicaciones cercanas a la muerte, apariciones, o estados alterados de conciencia, entre otros.
6-Universidad de Edimburgo: En Escocia siguieron la misma línea de investigación de universidades como la de Virginia para estudiar la parapsicología, percepción extrasensorial y psicoquinesia; sin embargo, los científicos del centro utilizaron Twitter para poder llevar a cabo sus estudios, y abogan por continuar con la práctica en el futuro.
7-Universidad de Londres-Goldsmiths: Para los investigadores de Goldsmiths no existen las casualidades comunicativas. ¿Alguna vez has pensado en una persona y “casualmente” te ha llamado? Para ellos esto es una señal telepática y extraordinaria, y sus estudios se centran en descifrar sus instrucciones.
8-Universidad de Adelaida: En la Unidad de Investigación de Psicología Anómala de este centro australiano tienen la hipótesis de que las personas incapacitadas visualmente podrían tener habilidades superiores a las de los individuos con una visión normal y que las ocultan.
(Fuente: elmundo.es, 31-10-2015: Halloween: ocho universidades que han estudiado fenómenos paranormales)
Sin embargo, las capacidades paranormales no solo han sido objeto de estudio puramente científico, sino que han sido utilizadas con fines militares por potencia como los Estados Unidos y Rusia, convirtiéndose entonces como medios para una guerra psíquica. Esas dos grandes potencias han intentado dominar ciencias y artes tan esotéricas como la percepción extrasensorial, la telepatía y la psicoquinesis, en nombre de la defensa nacional.
Tres nuevos informes indican que el Pentágono se ha gastado millones de dólares en una serie de proyectos secretos para investigar los fenómenos extrasensoriales y comprobar si la pura fuerza de la mente humana puede controlarse para ejecutar diversos actos de espionaje y guerra, como, por ejemplo, leer archivos secretos a distancia, localizar submarinos o hacer estallar misiles en pleno vuelo. Uno de los informes añade, además, que la preocupación por la inferioridad en armamento psíquico ha llegado, en un caso, hasta la mismísima Casa Blanca. En 1977, según este informe, el presidente Carter ordenó a la CIA llevar a cabo un estudio a alto nivel sobre las investigaciones psíquicas al otro lado del telón de acero, en un intento de evaluar una posible amenaza soviética.
El Pentágono niega que esté gastando dinero en la investigación de los poderes psíquicos, pero afirmaciones en sentido contrario aparecen en tres nuevos libros, y en una serie de entrevistas en las que antiguos oficiales del Pentágono y científicos que han estudiado los fenómenos paranormales hablan sobre la búsqueda de los poderes psíquicos, que, según ellos, los militares están intentando desde hace décadas. De todo ello surge la imagen de las dos superpotencias intentando dominar ciencias o artes tan esotéricas como la percepción extrasensorial, la telepatía, la clarividencia y la psicoquinesis, todo esto en nombre de la defensa nacional.
Durante más de un siglo, los científicos han estado enfrentándose entre sí por lo que actualmente se denomina parapsicología. Unos la aclaman como un estudio legítimo y otros la rechazan como una pseudociencia. La afirmación de que el Pentágono, que tiene el sagrado deber de mantener la seguridad del país, es uno de los principales impulsores de las investigaciones psíquicas en Estados Unidos ha puesto la polémica al rojo vivo.
Defensores como el congresista Charlie Rose, miembro del Comité de Inteligencia, afirman que la posibilidad de la guerra psíquica es algo altamente probable, y podría exigir, un día, un programa rápido semejante al proyecto Manhattan, que sirvió para fabricar la primera bomba atómica. El Pentágono niega las investigaciones.
Pero los escépticos dicen que hay demasiada trampa en eso de los poderes psíquicos, y que ha sido imposible obtener verificación científica. “No se puede obtener en un laboratorio abierto”, dijo el doctor Paul Kurtz, filósofo de la Universidad del Estado de Nueva York, en Buffalo, presidente del Comité de Investigaciones Científicas de Fenómenos Paranormales. “¿Qué les hace pensar a los militares que van a conseguirlo a puerta cerrada?”.
Un portavoz del Pentágono llegó a negar que el Departamento de Defensa se “esté gastando un céntimo” actualmente en las investigaciones de fenómenos psíquicos, aunque también sugirió que no podía hablar de la existencia de proyectos altamente secretos.
El estudio más detallado de una serie completa de experimentos psíquicos es La carrera de la mente, del doctor Russell Trag y Keith Harary, que será publicado esta primavera por Villard Books, una compañía de Random House.
Targ, físico con conocimientos prácticos del uso del láser, la óptica y microondas, estuvo trabajando durante una década en el SRI International, en lo que denomina un programa de miles de millones de dólares de investigación de fenómenos psíquicos financiado por el Departamento de Defensa y agencias de inteligencia.
Los experimentos fundamentales eran sobre lo que Targ denomina “visión remota”: personas especialmente dotadas afirmaban poder describir instalaciones, acontecimientos y objetos lejanos. En 1976, por ejemplo, un vidente de California intentó captar sensaciones que Targ estaba sintiendo a miles de kilómetros de distancia, en Nueva York. El emplazamiento fue elegido unos minutos antes de la prueba.
En un ordenador conectado a la red de la agencia de proyectos de investigación de defensa avanzada, el vidente de California iba anotando sus impresiones. “La primera imagen que capté fue de una cavidad de cemento, como si fuera una fuente seca, con un poste de cemento en el centro o en su interior. Parecía que había palomas a la derecha volando sobre la cavidad”. Efectivamente, dice Targ, el emplazamiento de la prueba, la fuente central del parque de Washington Square, estaba seca, y tenía un poste en el centro que antes echaba agua, y estaba rodeada de palomas.
En La guerra de las mentes, Ronald M. McRae afirma que las investigaciones de los fenómenos psíquicos se emplearon para evaluar la fórmula del juego de las bombas de los misiles MX, un programa de emplazamiento que costó unos 40.000 millones de dólares, por el cual cada misil MX se desplazaría en secreto por un laberinto de bunkers de cemento, de tal manera que los soviéticos no pudieran saber nunca a qué emplazamiento deberían disparar. Citando como fuente a un antiguo asesor de la Casa Blanca, McRae afirma que el Pentágono preparó experimentos en los que individuos con poderes psíquicos adivinaban la situación de los blancos, y que los resultados fueron lo suficientemente favorables como para sugerir una gran vulnerabilidad de los MX. La antigua asesora Barbara Honegger, licenciada en Parapsicología, abandonó la Administración Reagan el otoño pasado. Ella confirmó en una conversación telefónica la realización de los experimentos. Pero dijo que no sabía si los descubrimientos realizados tuvieron algo que ver con la decisión tomada por el Gobierno de Reagan de paralizar la fórmula de movilidad de emplazamientos.
“Existen pruebas sugerentes”
Tales episodios, según McRae, forman parte de un “historial de 30 años de investigación de los fenómenos psíquicos por parte de la CIA, el ejército, la marina, las fuerzas aéreas, los marines, la NASA y la Agencia de Inteligencia de Defensa”. McRae, que trabajó con anterioridad como reportero para el famoso columnista Jack Anderson, dice que sus investigaciones demuestran que el Pentágono se ha gastado más de seis millones de dólares al año en investigación de fenómenos psíquicos en los últimos años, incluyendo estudios sobre la capacidad de la mente humana para emitir y captar ondas de radio de frecuencia extremadamente baja.
Daniel O. Graham, teniente general retirado del ejército de tierra, antiguo director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, dijo en una entrevista que la cifra de seis millones de dólares le parecía muy elevada, pero reconoció que los militares se habían gastado cantidades considerables en investigación de fenómenos psíquicos. “Existe a nuestro alrededor suficiente número de pruebas sugerentes como para querer estar con los ojos abiertos” dijo.
Cualquiera que haya sido la cantidad, McRae afirma que es difícil averiguarlo, por el secreto con que lleva todo el Gobierno. La CIA aporta algo de dinero para las investigaciones a través de instituciones privadas, según McRae, que cita un memorándum de la agencia, advirtiendo que los “fondos no deberían llevar identificación alguna ni dar lugar a ningún tipo de preguntas”. En los informes del Pentágono se evitan las palabras poderes psíquicos y se utilizan eufemismos como nuevos sistemas biológicos de transmisión de información, según MacRae.
Quienes afirman que los militares están llevando a cabo investigaciones sobre los poderes psíquicos resaltan que se debe principalmente al temor de que los hallazgos de los soviéticos en este campo podrían suponer para las fuerzas armadas norteamericanas su eliminación de una forma suave. Se dice que especialistas de la CIA han visitado hace poco a uno de los mejores parapsicólogos del país para obtener información sobre la posibilidad de interferir un ordenador por medio de poderes psíquicos.
La amenaza soviética
A Jimmy Carter le preocupaba la amenaza soviética en 1976, antes de llegar a la presidencia, según McRae, y mantuvo un encuentro privado con Uri Geller. El mentalista israelí le dijo que la Unión Soviética examinaba a todos los niños para ver si tenían poderes paranormales. En 1977, dice MacRae, Carter ordenó un estudio a alto nivel de las investigaciones de los soviéticos en fenómenos psíquicos. El informe secreto, acabado en 1978, no encontró ninguna prueba de un proyecto a gran escala de guerra psíquica, del que había advertido Uri Geller, pero sí descubrió un gran interés de los soviéticos por el tema. Funcionarios de la Casa Blanca durante la Administración de Carter dicen que, o bien no tuvieron conocimiento alguno de la preocupación del presidente por este tema, o bien que no pueden ni afirmar ni negar que existiera.
El lado ruso de la cuestión es resaltado en Guerra psíquica, de Martin Ebon, publicado el otoño pasado por McGraw-Hill. Ebon dice que la Unión Soviética se vio impulsada a actuar en 1960 por una serie de informes falsos de que la marina de Estados Unidos estaba efectuando experimentos de telepatía para intentar mantenerse en contacto con el Nautilus, el primer submarino del mundo impulsado por energía atómica, durante su travesía bajo los hielos del Ártico.
Estos informes dieron lugar a un gran número de proyectos soviéticos, según Ebon. Señala un análisis hecho por la Agencia de Inteligencia de la Defensa en 1972, que indica que “el principal impulso tras el deseo soviético de controlar las posibles capacidades de la comunicación telepática, la telequinesia y la biónica parece provenir de los militares soviéticos y del KGB”.
¿Se encuentran, efectivamente, las superpotencias al borde de una carrera de armas psíquicas? Investigadores de toda confianza se muestran dudosos. Además, algunos escépticos dicen que un Gobierno puede tener la tentación de falsificar los resultados de los experimentos para engañar a sus enemigos. “Hay algunos cínicos que piensan que la participación del Gobierno de Estados Unidos en la investigación de los fenómenos psíquicos no es más que un ejercicio de desinformación, propaganda para hacer que los soviéticos gasten recursos en proyectos semejantes”, dijo Truzzi, del Centro de Investigaciones de Anomalías Científicas.
Pero no todo el interés del Gobierno reside en la desinformación, si tomamos como indicación un reciente encuentro privado financiado por Kaman Tempo, una organización de investigación industrial de Alexandria, en el Estado de Virginia. El pasado mes de diciembre, la compañía invitó a decenas de funcionarios del Gobierno a una conferencia privada con el poco definido título de La aplicación de los fenómenos anómalos. Entre los 11 ponentes de la conferencia, que duró dos días, se encontraban algunos de los mejores investigadores de fenómenos psíquicos de Estados Unidos.
(Fuente: elpais.com, 15-01-1984: La guerra psíquica)
Y aunque la anterior referencia pudiera parecer obsoleta con el paso del tiempo, conviene insistir en que es posible que las docenas de diplomáticos estadounidenses que fueron tomados como rehenes por los estudiantes revolucionarios que ocuparon la Embajada de Estados Unidos en Irán en 1979 hayan tenido cierta compañía secreta durante los 15 meses de su cautiverio: las agencias de agencias de inteligencia de EEUU tenían un escuadrón de “psíquicos” con entrenamiento militar que estaban usando la percepción extrasensorial para observarlos, de acuerdo con documentos desclasificados en una base de datos de la CIA ahora disponible. (Fuente: elnuevoherald.com, 16-02-2017: EEUU empleó psíquicos para espiar a Irán, dice informe de la CIA)
Por último, cabe señalar que en la obra Espías psíquicos, Jim Marrs (2008) expone que ex militares revelan cómo usaron sus poderes paranormales en el servicio de inteligencia secreta más poderoso del mundo.
Como conclusión, está amplia nota tiene como objetivo dejar constancia que los poderes paranormales no son una creencia más como podrían aludir los escépticos materialistas científicos sino que, en el marco de este capítulo Más allá de la mente, hay realidades que, casi con toda seguridad, están más allá de nuestros actuales sentidos y que, es posible, que algunos seres desarrollados (de este u otro mundo) tengan acceso a esos potenciales poderes paranormales, tal como han sido objeto de estudio por diferentes universidades así como centro de atención por potencias miliares para fines bélicos.
(2) Ya sea que esté luchando contra una enfermedad potencialmente mortal, que tenga una condición de salud “crónica” que la medicina occidental no ha sido capaz de curar, o que esté luchando contra los síntomas molestos que disminuyen su calidad de vida, o simplemente esperando para optimizar su energía, vitalidad y longevidad, hay pruebas científicas de que puede curarse a sí mismo.
Las cargas de los datos demuestran que la mente puede creer en sí misma también. En los ensayos clínicos, lo llamamos “el efecto placebo”. Los pacientes tratados con placebos no solo se sienten mejor, sino que ellos realmente saben que están mejor. Verrugas que desaparecen, se dilatan los bronquios, desaparecen inflamaciones, el crecimiento del cabello en las cabezas de los hombres calvos, úlceras que sanan, y otros fenómenos fisiológicos medibles.
También sabemos que puede ocurrir todo lo contrario, y la mente puede pensar en sí mismo como un enfermo, lo que los investigadores laman “el efecto nocebo”. Cuando los pacientes reciben inyecciones con solución salina y les dijeron que era quimioterapia, vomitaban y perdían su cabello.
¿Cómo suceden tales cosas? En su libro Mind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, Lissa Rankin explica la ciencia que hay detrás de cómo un pensamiento o una emoción positiva o negativa en la mente se traducen en la reparación espontánea en el cuerpo.
Como resultado, el cuerpo se ha construido los mecanismos de auto-reparación que fijan proteínas dañadas, la reparación del ADN, los desequilibrios hormonales correctos, y engullen las células del cáncer, agentes infecciosos, y cuerpos extraños a los que nuestros cuerpos están expuestos a diario. Estos mecanismos explican las remisiones espontáneas que se reportan en la literatura médica de, aparentemente, enfermedades “incurables” como la etapa 4 del cáncer, el VIH, el hipotiroidismo, la diabetes, e incluso una herida de arma de fuego. Sin embargo, los pacientes a menudo se sienten impotentes para aprovechar estos mecanismos de auto-reparación naturales.
En ese libro, la Doctora Rankin enseña un proceso de seis pasos fundamentales científicamente que pueden seguir para optimizar la capacidad del cuerpo para dar la vuelta sus mecanismos de auto-reparación natural cuando el cuerpo se enferma. También enseña las herramientas para poner en práctica el poder de la mente, como la medicina preventiva, para aumentar la probabilidad de que un día morirá a “edad avanzada”, en lugar de morir demasiado joven como resultado de la desactivación de la capacidad del cuerpo para repararse a sí mismo.
¿Lo que desactiva los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo? Todos sabemos que el estrés es malo para el cuerpo. Pero, ¿entiendes cómo funciona eso? Los datos demuestran que el estrés se presenta en diferentes formas –el estrés de sentirse solo, el estrés laboral, estrés financiero, el estrés marital, estrés familiar, el estrés de sentimiento creativamente bloqueado o espiritualmente desconectado.
Independientemente de lo que desencadena qué tipo de estrés, esto desencadena una serie de pasos fisiológicos asociados con el hipotálamo-hipófisis-suprarrenal y la respuesta de “lucha o huida” del sistema nervioso simpático. En otras palabras, si usted está estresado por el dinero, su matrimonio, o su trabajo, su cuerpo no puede saber la diferencia entre una amenaza percibida, tales como la quiebra inminente, y una quiebra real como ser perseguido por un león.
Pero aquí viene lo bueno. El cuerpo solo puede repararse a sí mismo cuando está en un estado de reposo fisiológico. Cada vez que el cuerpo piensa que es hora de “huir del león” (o cualquier amenaza percibida), se cierra la auto-reparación. Después de todo, ¿quién se preocupa por el mantenimiento a largo plazo como matar a las células cancerosas no deseadas si estás a punto de ser comido por un león?
EnMind Over: La prueba científica. Usted puede curarse, la Doctora Rankin nos describe acciones, ejemplos, no solo la prueba científica de que se puede curarse a sí mismo, sino también consejos para usar el poder de la mente para optimizar los mecanismos de auto-reparación naturales del cuerpo, para que la prevención de enfermedades y remisiones espontáneas no sean solo algo que ocurre al azar, sino algo que podríamos ser capaces de experimentar por nosotros mismos.
(Fuente: consejosdelconejo.com: La prueba científica de que podemos curarnos a nosotros mismos)
(3) Hasta ahora era una leyenda urbana, material con el que los guionistas de Hollywood llenaban infinidad de guiones, pero finalmente el Gobierno de Estados Unidos ha desclasificado informes sobre el avistamiento de ovnis desde 1940. Los documentos, recogidos en el “proyecto libro azul” proporcionan multitud de información de lo que ocurrió en el espacio aéreo del país. Hay 129.000 páginas en más de 12.000 tomos. De todos ellos, 701 no tienen explicación. A pesar de que se haya publicado la información, sigue sin responderse a la pregunta de si hay vida en otros planetas. (Fuente: lasexta.com: EEUU desclasifica sus documentos sobre ovnis desde 1940 )
En España, en 1991 se inició un proceso de desclasificación de documentos relativos a los Avistamientos de fenómenos extraños, también conocidos como Expedientes ovni, dado que el Ministerio de Defensa decidió analizarlos y, en su caso, rebajar su nivel de clasificación para ponerlos a disposición de un público que demandaba poder consultar estos documentos. Para hacer esto posible, en 1992 fue depositada una copia física en la Biblioteca Central del Ejército del Aire, en el Cuartel General de este ejército en Madrid. Gracias a su digitalización se pueden consultar a través de internet en la Biblioteca Virtual de Defensa.
Se trata de un total de 80 expedientes, 1.900 páginas de avistamientos de fenómenos extraños dentro del espacio aéreo español, en los que interviene, de algún modo u otro, personal o material del Ejército del Aire. Pese a su desclasificación, se omiten los datos de las personas declarantes y de los oficiales informadores.
Dichos documentos abarcan fenómenos ocurridos a lo largo de todo el espacio aéreo español desde el primero observado en 1962 en San Javier (Murcia) hasta el último fechado en 1995 en Morón (Sevilla). Algunos son avistamientos en un solo lugar, mientras que otros abarcan varios puntos de la geografía española, dado que son vistos desde un avión o coinciden en la fecha y descripción en distintas ubicaciones.
Cada expediente consta de unas páginas de resumen donde figura el lugar del avistamiento, la fecha, el resumen de los hechos, las consideraciones, las conclusiones y la propuesta de clasificación o desclasificación del expediente. A continuación, se encuentran los informes o entrevistas a los testigos, los partes de novedades en su caso, informes meteorológicos de la noche en cuestión... cada expediente es diferente y mientras algunos constan tan sólo de dos páginas otros pueden tener decenas de ellas. (Fuente: bibliotecavirtualdefensa.es)
El fenómeno OVNI ha sido catalogado históricamente como el gran enigma del siglo XX. ¿Por qué los medios de comunicación oficiales continúan sin darle importancia? ¿En qué medida alteraría la confirmación de vida en otros planetas la existencia humana? La desclasificación de archivos por parte de algunos países y la cantidad de sucesos ocurridos alrededor del mundo que corroboran la presencia de vida, materia y tecnología no terrestre reflejan la magnitud misma del fenómeno. A estas cuestiones intenta responder la obra Documento OVNI: la historia de una evolución de Jorge Sánchez (2015).
La Exopolítica es el estudio de la presencia de extraterrestres en la Tierra y las implicaciones sociológicas y políticas que tiene en la humanidad. La verdad sobre este fenómeno, conocido por el aparato político y militar, ya no puede ser silenciada. El libro Exopolítica (Harris, 2013) es una contribución a su divulgación. Con entrevistas, fotografías y escritos de los investigadores más importantes del mundo acerca de diversas conclusiones sobre el fenómeno ovni, este libro brinda al lector el conocimiento de las extraordinarias posibilidades que se abrirán a la humanidad si esta se ocupa a nivel colectivo de las incursiones en nuestro planeta de vida extraterrestre. El término objeto volador no identificado, más conocido como ovni, se refiere a la observación de un objeto volante, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación. El acrónimo fue creado para reemplazar al de “platillo volante” y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones aéreas.
(4) Para comprender de un modo psicológico y filosófico el concepto de “karma”, es conveniente aludir a la trascendencia de los dualismos, una cuestión subyacente reiterada en este ensayo, y que se convierte en un eje de responsabilidad a afrontar por cada persona a lo largo de su vida. En su obra El espectro de la conciencia, Ken Wilber diferencia explícitamente cuatro dualismos que, inexorablemente, debería trascender e integrar toda persona:
El dualismo cuaternario: persona contra sombra. El individuo se oculta a sí mismo (inconscientemente) aquellos rasgos de su personalidad con los que no se encuentra nada contento; traza una frontera entre lo que le gusta de sí mismo (persona) y lo que no le gusta (sombra). Hasta que el individuo no acepte su sombra estará incompleto y siempre en lucha consigo mismo (el enemigo está en el mismo). Si el individuo se acepta e integra su sombra alcanza el siguiente nivel.
El dualismo terciario: psique contra soma, o mente contra cuerpo. La frontera se traza entre el ego (persona + sombra) y su cuerpo. En este nivel el individuo es inconsciente de su cuerpo, piensa en sí mismo sin tener en cuenta su cuerpo o lo considera como un objeto. Si el individuo consigue eliminar esta frontera será más consciente de lo que él es en realidad y alcanzará el nivel del centauro (el centauro es un ser mitológico mitad humano mitad animal).
El dualismo segundario: la vida contra la muerte, el ser contra el no ser. La frontera se traza entre el centauro (ego + cuerpo) y el resto del universo, la frontera ahora es nuestra propia piel. El individuo es ahora más consciente que nunca de su finitud (en el espacio y en el tiempo). La lucha no acabará hasta que desaparezca la última frontera y se acceda al último nivel.
El dualismo primario: organismo contra medio ambiente, o yo contra otro. Se accede al Espíritu. La frontera ha desaparecido, se acabó la lucha inconsciente. El individuo ha vuelto al lugar de donde salió, o mejor, al lugar donde siempre estuvo. Es el concienciamiento de que sujeto y objeto son lo mismo, es la no-dualidad. La corriente externa e interna no son dos, sino una sola realidad que se reduce al misticismo contemplativo.
Según Wilber (cito textualmente de la página 428), con la curación del dualismo primario, aceptamos la responsabilidad de todo lo que nos ocurre, porque ahora lo que nos sucede es obra nuestra. Esto se debe a que mis actos son los actos del universo y viceversa, de modo que cuando yo y el universo hemos dejado de estar separados, lo que “ello” me hace a “mí” y lo que “yo” le hago a “ello” han pasado a ser un mismo acto. Si cae una piedra sobre mi cabeza, ha sido obra mía. Si alguien me dispara por la espalda, ha sido obra mía. De modo que en cada nivel parece que las cosas y los acontecimientos me suceden contra mi voluntad, cuando en realidad soy yo quien se lo hace a sí mismo, aunque pretendiendo con toda sinceridad que son “ajenos” a mí. Finalmente, en el nivel de la Mente, no hay nada ajeno a mí, de modo que la última palabra es que hay una sola voluntad: mía y de Dios. Este es el significado profundo del karma, que lo que te ocurre es tu propia obra, tu propio karma.
1 - De la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal
La filosofía o amor por la sabiduría implica una actitud proactiva de la razón en busca de un conocimiento en constante desarrollo hacia nuevas explicaciones intelectuales, nuevos descubrimientos científicos y, también, renovadas formas de entender la espiritualidad. Así es como se forjan los nuevos paradigmas como bien lo argumentó Thomas Samuel Kuhn.
En esa constante búsqueda de la “verdad”, como ya he aseverado en anteriores ocasiones, la filosofía ha significado para mí la posibilidad de hacer terapia personal para no caer en la locura aperspectivista de ese mundo exterior donde todo es sufrimiento y dualidad. El concepto “dualidad” así como “no-dualidad” se presentan como imprescindibles para entender la filosofía transpersonal que llevo desarrollando hace ya algunos años de la mano del inconmensurable Ken Wilber.
2 - La conciencia en el ámbito educativo
El desarrollo y explicación de la filosofía transpersonal ha implicado nuevos neologismos que han sido plasmados en mis publicaciones, tales como la evolución de la conciencia , el despertar espiritual , la conciencia de unidad y, aunque parezca extraño, también el perenne amor.
Si ya de por sí la filosofía es difícil de entender para muchos, la enmarañada complejidad en cómo se imparte en las universidades y los centros escolares, la hace aún más difícil de asimilarla con un deseo de aprender, que es la predisposición natural de todo niño. Esa filosofía impartida educacionalmente está en plena crisis existencial, pues no sabe dar respuestas a la actual crisis planetaria, sus causas y señalar al enemigo invisible de la humanidad.
3 - Ingeniería social y mental
Es así, a modo de nuevo paradigma filosófico, como nace la filosofía transpersonal mediante los nuevos conceptos antes aludidos. En un alarde de no hacer más compleja aún la filosofía, es necesario explicitar hasta la saciedad esos nuevos conceptos porque, en realidad, no son solo aprehensiones intelectuales a modo de ideas, que también, sino sobre todo experiencias de sentimientos y emociones de bondad que el sistema intenta desintegrar mediante la imposición del miedo, la división social y familiar, la destrucción del amor mediante las más diversas ideologías hasta llegar a la fragmentación de la conciencia y su disociación colectiva, lo que podría llamarse sin lugar a dudas una ingeniería social y mental para el control de la población de unos pocos sobre los muchos, lo cual afecta inevitable y gravemente a nuestra autonomía como seres pensantes, es decir, a la libertad de la humanidad.
4 - Pedagogía transpersonal
Así pues, hasta el mismo concepto de “libertad” debe ser repensado a la luz no solo de los graves acontecimientos mundiales actuales sino, sobre todo, bajo la luminosidad de “nuevos conceptos” que arrojen comprensión a nuestro lugar en el mundo y al sentido de la vida: ese es el motivo que hace surgir científicamente el movimiento transpersonal. El propio concepto “transpersonal” no es de uso frecuente en el sistema académico, diría más, es desconocido salvo honrosas y escasas publicaciones transpersonales internacionales.
Por tanto, es pertinente una pedagogía transpersonal para enseñar bien todo lo anterior. Se hace necesario explicitar esos nuevos conceptos, y ese es el objetivo de este artículo. Consecuentemente, a continuación, una sinopsis para entender la esencia de la filosofía transpersonal con algunos conceptos, nuevos para muchos, pero que en realidad aluden a verdades eternas:
La conciencia es un problema epistemológico y hermenéutico aún no resuelto ni por la ciencia ni por la razón humana. Si fuera así, es decir, que comprendiéramos qué sea la “conciencia”, otro gallo nos cantaría. La conciencia es vida, y la vida se expresa a través de diferentes niveles de conciencia, por eso pueden elaborarse mapas evolutivos de la conciencia. Los diferentes niveles de conciencia también son conocidos como dimensiones. Es por ello que, cada persona, ve e interpreta la vida desde un perspectiva propia y diferente a los demás, una cuestión demostrada mediante la física cuántica. Sin embargo, todas las personas pueden iniciar ese camino ascendente hacia la sabiduría en su propia conciencia. Se trata de un empoderamiento de su propia conciencia, es decir, un despertar espiritual que se sumerge en una psicología compleja del ser humano. Y en dicho despertar espiritual, el mayor grado de conciencia a nuestro alcance es la conciencia de unidad donde, el amor, es el mayor bien al que podamos aspirar en términos platónicos.
5 - El retorno de las verdades eternas
Sin embargo, con las “astucias de la razón” y “la burla de la historia” en palabras de Hegel (1) , la historia está condenada a repetirse y nos recuerda siempre la misma lección: la filosofía perenne que subyace a todas las filosofías y movimientos espirituales genuinos, debe ser recuperada como condición sine qua non para un necesario y renovado proyecto filosófico y pedagógico: cambiarse a sí mismo para cambiar al mundo.
En este artículo y, sobre todo, en los dos párrafos de la sinopsis anterior, tienen los "nuevos conceptos" de la filosofía transpersonal para "verdades eternas" que deben ser redescubiertas por nuestra razón pero, por excelencia, por nuestro corazón: ese el fundamento epistemológico para una educación transracional.
Nota (1):
La filosofía de la historia de Hegel está marcada por los conceptos de las “astucias de la razón” y la “burla de la historia”: la historia conduce a los hombres que creen conducirse a sí mismos, como individuos y como sociedades, y castiga sus pretensiones de modo que la historia-mundo se burla de ellos produciendo resultados exactamente contrarios, paradójicos, a los pretendidos por sus autores, aunque finalmente la historia se reordena y, en un bucle fantástico, retrocede sobre sí misma y con su burla y paradoja sarcástica, convertida en mecanismo de cifrado, crea también ella misma, sin quererlo, realidades y símbolos ocultos al mundo y accesibles solo a los cognoscentes, es decir, a aquellos que quieren conocer.
Ver más
La filosofía o amor por la sabiduría implica una actitud proactiva de la razón en busca de un conocimiento en constante desarrollo hacia nuevas explicaciones intelectuales, nuevos descubrimientos científicos y, también, renovadas formas de entender la espiritualidad. Así es como se forjan los nuevos paradigmas como bien lo argumentó Thomas Samuel Kuhn.
En esa constante búsqueda de la “verdad”, como ya he aseverado en anteriores ocasiones, la filosofía ha significado para mí la posibilidad de hacer terapia personal para no caer en la locura aperspectivista de ese mundo exterior donde todo es sufrimiento y dualidad. El concepto “dualidad” así como “no-dualidad” se presentan como imprescindibles para entender la filosofía transpersonal que llevo desarrollando hace ya algunos años de la mano del inconmensurable Ken Wilber.
2 - La conciencia en el ámbito educativo
El desarrollo y explicación de la filosofía transpersonal ha implicado nuevos neologismos que han sido plasmados en mis publicaciones, tales como la evolución de la conciencia , el despertar espiritual , la conciencia de unidad y, aunque parezca extraño, también el perenne amor.
Si ya de por sí la filosofía es difícil de entender para muchos, la enmarañada complejidad en cómo se imparte en las universidades y los centros escolares, la hace aún más difícil de asimilarla con un deseo de aprender, que es la predisposición natural de todo niño. Esa filosofía impartida educacionalmente está en plena crisis existencial, pues no sabe dar respuestas a la actual crisis planetaria, sus causas y señalar al enemigo invisible de la humanidad.
3 - Ingeniería social y mental
Es así, a modo de nuevo paradigma filosófico, como nace la filosofía transpersonal mediante los nuevos conceptos antes aludidos. En un alarde de no hacer más compleja aún la filosofía, es necesario explicitar hasta la saciedad esos nuevos conceptos porque, en realidad, no son solo aprehensiones intelectuales a modo de ideas, que también, sino sobre todo experiencias de sentimientos y emociones de bondad que el sistema intenta desintegrar mediante la imposición del miedo, la división social y familiar, la destrucción del amor mediante las más diversas ideologías hasta llegar a la fragmentación de la conciencia y su disociación colectiva, lo que podría llamarse sin lugar a dudas una ingeniería social y mental para el control de la población de unos pocos sobre los muchos, lo cual afecta inevitable y gravemente a nuestra autonomía como seres pensantes, es decir, a la libertad de la humanidad.
4 - Pedagogía transpersonal
Así pues, hasta el mismo concepto de “libertad” debe ser repensado a la luz no solo de los graves acontecimientos mundiales actuales sino, sobre todo, bajo la luminosidad de “nuevos conceptos” que arrojen comprensión a nuestro lugar en el mundo y al sentido de la vida: ese es el motivo que hace surgir científicamente el movimiento transpersonal. El propio concepto “transpersonal” no es de uso frecuente en el sistema académico, diría más, es desconocido salvo honrosas y escasas publicaciones transpersonales internacionales.
Por tanto, es pertinente una pedagogía transpersonal para enseñar bien todo lo anterior. Se hace necesario explicitar esos nuevos conceptos, y ese es el objetivo de este artículo. Consecuentemente, a continuación, una sinopsis para entender la esencia de la filosofía transpersonal con algunos conceptos, nuevos para muchos, pero que en realidad aluden a verdades eternas:
La conciencia es un problema epistemológico y hermenéutico aún no resuelto ni por la ciencia ni por la razón humana. Si fuera así, es decir, que comprendiéramos qué sea la “conciencia”, otro gallo nos cantaría. La conciencia es vida, y la vida se expresa a través de diferentes niveles de conciencia, por eso pueden elaborarse mapas evolutivos de la conciencia. Los diferentes niveles de conciencia también son conocidos como dimensiones. Es por ello que, cada persona, ve e interpreta la vida desde un perspectiva propia y diferente a los demás, una cuestión demostrada mediante la física cuántica. Sin embargo, todas las personas pueden iniciar ese camino ascendente hacia la sabiduría en su propia conciencia. Se trata de un empoderamiento de su propia conciencia, es decir, un despertar espiritual que se sumerge en una psicología compleja del ser humano. Y en dicho despertar espiritual, el mayor grado de conciencia a nuestro alcance es la conciencia de unidad donde, el amor, es el mayor bien al que podamos aspirar en términos platónicos.
5 - El retorno de las verdades eternas
Sin embargo, con las “astucias de la razón” y “la burla de la historia” en palabras de Hegel (1) , la historia está condenada a repetirse y nos recuerda siempre la misma lección: la filosofía perenne que subyace a todas las filosofías y movimientos espirituales genuinos, debe ser recuperada como condición sine qua non para un necesario y renovado proyecto filosófico y pedagógico: cambiarse a sí mismo para cambiar al mundo.
En este artículo y, sobre todo, en los dos párrafos de la sinopsis anterior, tienen los "nuevos conceptos" de la filosofía transpersonal para "verdades eternas" que deben ser redescubiertas por nuestra razón pero, por excelencia, por nuestro corazón: ese el fundamento epistemológico para una educación transracional.
Nota (1):
La filosofía de la historia de Hegel está marcada por los conceptos de las “astucias de la razón” y la “burla de la historia”: la historia conduce a los hombres que creen conducirse a sí mismos, como individuos y como sociedades, y castiga sus pretensiones de modo que la historia-mundo se burla de ellos produciendo resultados exactamente contrarios, paradójicos, a los pretendidos por sus autores, aunque finalmente la historia se reordena y, en un bucle fantástico, retrocede sobre sí misma y con su burla y paradoja sarcástica, convertida en mecanismo de cifrado, crea también ella misma, sin quererlo, realidades y símbolos ocultos al mundo y accesibles solo a los cognoscentes, es decir, a aquellos que quieren conocer.
Este artículo es una reproducción del capítulo del mismo nombre de la página 313 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.
Quizá donde mejor se puede apreciar la anterior exposición es en las obras contrapuestas de Richard Dawkins y Rupert Sheldrake. El primero, con El espejismo de Dios (1) afirma que la creencia en un creador supernatural se puede calificar como un delirio: “Cuando una persona sufre delirio lo llamamos locura. Cuando mucha gente sufre el mismo delirio lo llamamos religión”. El segundo, con El espejismo de la ciencia (2) ,dice es la creencia en que la ciencia ya comprende la naturaleza de la realidad. Las preguntas fundamentales habrían sido ya respondidas y solo quedarían los detalles por completar. En este apasionante libro, el bioquímico británico Rupert Sheldrake, uno de los científicos más innovadores del mundo, muestra que la ciencia está oprimida por supuestos que se han consolidado como dogmas. La “perspectiva científica” se ha convertido en un sistema de creencias: toda realidad es material o física; el mundo es una máquina constituida por materia muerta; la naturaleza carece de propósito; la conciencia no es sino la actividad física del cerebro; el libre albedrío es una ilusión; Dios existe solo como una idea en las mentes humanas. Sheldrake examina científicamente estos dogmas y muestra, de forma tan amena como convincente, que la ciencia estaría mejor sin ellos: sería más libre, más interesante y más divertida. Este científico es conocido principalmente por su promoción de lo que llama “resonancia mórfica”, una variante de la antigua hipótesis de la memoria colectiva. También dedica parte de sus escritos a otros aspectos de la parapsicología, como la telepatía o la percepción extrasensorial. Sin embargo, sus ideas son ampliamente rechazadas por la comunidad científica, que considera sus ideas como pseudocientíficas.
Como se puede apreciar hay una brecha abierta entre los propios científicos: los materialistas científicos y los místicos cuánticos . El tiempo y la historia, como siempre, pondrá a cada cual en su sitio. Ante tal incertidumbre científica sobre la realidad total susceptible de ser conocida, las divergencias cognitivas se presentan aparentemente como insalvables, como siglos atrás lo fueron el racionalismo frente al empirismo. Así es como durante más de tres siglos, la humanidad se ha precipitado en la caverna empírica, excavando y buscando la piedra filosofal mediante el método científico (“ver para creer”). Pero en los inicios del siglo XX, la física cuántica desintegró la “rígida estructura” del conocimiento dualista a la vez que iluminó la mente de algunos díscolos científicos, quienes comenzaron a considerar aunar el conocimiento empírico con la filosofía perenne (“creer para ver”), es decir, fusionar la filosofía tradicional con la oriental como magistralmente ha efectuado Ken Wilber, entre otros muchos. Por ello, esos díscolos científicos fueron peyorativamente tachados de “místicos cuánticos” por la comunidad científica manipulada desde los poderes fácticos. Estos místicos cuánticos han sido tan osados como en su día lo fueron Copérnico, Bruno, Kepler o Galileo. Estos revolucionarios científicos, tuvieron que luchar contra el dogmatismo religioso, pero los actuales místicos cuánticos tienen el enemigo en su propia casa: los escépticos materialistas científicos. Este ensayo reivindica justicia histórica en el reordenamiento de la historia donde, el misticismo cuántico, debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal.
REFERENCIAS:
(1) Dawkins, Richard. El espejismo de dios. Barcelona: Espasa libros, 2007.
(2) Sheldrake, Rupert. El espejismo de la ciencia. Barcelona: Kairós, 2013.
Ver más
Quizá donde mejor se puede apreciar la anterior exposición es en las obras contrapuestas de Richard Dawkins y Rupert Sheldrake. El primero, con El espejismo de Dios (1) afirma que la creencia en un creador supernatural se puede calificar como un delirio: “Cuando una persona sufre delirio lo llamamos locura. Cuando mucha gente sufre el mismo delirio lo llamamos religión”. El segundo, con El espejismo de la ciencia (2) ,dice es la creencia en que la ciencia ya comprende la naturaleza de la realidad. Las preguntas fundamentales habrían sido ya respondidas y solo quedarían los detalles por completar. En este apasionante libro, el bioquímico británico Rupert Sheldrake, uno de los científicos más innovadores del mundo, muestra que la ciencia está oprimida por supuestos que se han consolidado como dogmas. La “perspectiva científica” se ha convertido en un sistema de creencias: toda realidad es material o física; el mundo es una máquina constituida por materia muerta; la naturaleza carece de propósito; la conciencia no es sino la actividad física del cerebro; el libre albedrío es una ilusión; Dios existe solo como una idea en las mentes humanas. Sheldrake examina científicamente estos dogmas y muestra, de forma tan amena como convincente, que la ciencia estaría mejor sin ellos: sería más libre, más interesante y más divertida. Este científico es conocido principalmente por su promoción de lo que llama “resonancia mórfica”, una variante de la antigua hipótesis de la memoria colectiva. También dedica parte de sus escritos a otros aspectos de la parapsicología, como la telepatía o la percepción extrasensorial. Sin embargo, sus ideas son ampliamente rechazadas por la comunidad científica, que considera sus ideas como pseudocientíficas.
Como se puede apreciar hay una brecha abierta entre los propios científicos: los materialistas científicos y los místicos cuánticos . El tiempo y la historia, como siempre, pondrá a cada cual en su sitio. Ante tal incertidumbre científica sobre la realidad total susceptible de ser conocida, las divergencias cognitivas se presentan aparentemente como insalvables, como siglos atrás lo fueron el racionalismo frente al empirismo. Así es como durante más de tres siglos, la humanidad se ha precipitado en la caverna empírica, excavando y buscando la piedra filosofal mediante el método científico (“ver para creer”). Pero en los inicios del siglo XX, la física cuántica desintegró la “rígida estructura” del conocimiento dualista a la vez que iluminó la mente de algunos díscolos científicos, quienes comenzaron a considerar aunar el conocimiento empírico con la filosofía perenne (“creer para ver”), es decir, fusionar la filosofía tradicional con la oriental como magistralmente ha efectuado Ken Wilber, entre otros muchos. Por ello, esos díscolos científicos fueron peyorativamente tachados de “místicos cuánticos” por la comunidad científica manipulada desde los poderes fácticos. Estos místicos cuánticos han sido tan osados como en su día lo fueron Copérnico, Bruno, Kepler o Galileo. Estos revolucionarios científicos, tuvieron que luchar contra el dogmatismo religioso, pero los actuales místicos cuánticos tienen el enemigo en su propia casa: los escépticos materialistas científicos. Este ensayo reivindica justicia histórica en el reordenamiento de la historia donde, el misticismo cuántico, debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal.
REFERENCIAS:
(1) Dawkins, Richard. El espejismo de dios. Barcelona: Espasa libros, 2007.
(2) Sheldrake, Rupert. El espejismo de la ciencia. Barcelona: Kairós, 2013.
Este artículo es una reproducción del capítulo del mismo nombre de la página 61 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.
1 - Crisis epistemológica
Cambiar el actual paradigma intelectual, más conocido como "pensamiento único neoliberal", será difícil pero no imposible. Socialmente, esa tarea de cambio ha sido emprendida por los movimientos antiglobalización, conocidos también como "altermundismo". Estos activistas sociales ven ahora cómo sus reivindicaciones son también asumidas por los "activistas cuánticos", tomando prestado dicha expresión del Dr. Amit Goswami, profesor de Ciencia Teórica de la Universidad de Oregón, quien lleva más de treinta años enseñando Física Cuántica y es uno de los pioneros de esta nueva y revolucionaria perspectiva. Desde luego, hay una revolución en marcha en la ciencia. Un genuino cambio de paradigma. Mientras que la ciencia tradicional se mantiene en su visión materialista, cada vez crece un mayor número de científicos que apoyan y desarrollan un "nuevo paradigma" basado en la supremacía de la conciencia. Estamos en los albores de dejar de ver a la mente humana como puramente biológica sino abierta a otras interpretaciones con connotaciones cuánticas (6) , es decir con conexión al universo entero, de ahí el concepto de "mente cuántica" (7) , en alusión a la conexión entre la racionalidad humana y el campo cuántico. Sin lugar a dudas, estamos ante nuevas reglas del pensamiento que la ciencia todavía no ha descubierto su funcionamiento, pero presentes en el conocimiento esotérico (1) de la filosofía perenne.
2 - La mente humana no es una tabula rasa
Pudiera pensarse que la mente humana es una tabula rasa a partir de la cual tiene lugar el constructivismo de la propia experiencia interna y subjetiva de la realidad en su interacción con el medio, véase en este sentido la epistemología genética del psicólogo y biólogo Jean Piaget (2) . Sin embargo, recientes investigaciones acreditan que un feto no nacido, no solo puede escuchar los sonidos del mundo exterior, sino es capaz de recordar palabras específicas en los días siguientes al nacimiento. Esta nueva investigación ha sido realizada por científicos finlandeses de la universidad de Helsinki y demuestran que los bebés dentro del vientre materno desarrollan una memoria de palabras que oyen con frecuencia. Afirman dichos científicos que un recién nacido no es un lienzo vacío, sino que el aprendizaje se inicia antes del nacimiento.
3 - La conexión subconsciente
Personalmente hice también un experimento en dicho sentido con un niño de unos cuatro o cinco años, si no recuerdo mal. Como ya sabía contar su edad, simplemente le fui preguntando por sus recuerdos restándole regresivamente año por año hasta llegar a su nacimiento. Cuando le pregunté por su estado antes del nacimiento, sorprendentemente, imitó la posición fetal durante el embarazo. Realicé dicha experiencia hace más de treinta años, confirmada ahora por la investigación finlandesa referida anteriormente. ¿Por qué es posible dicha regresión en el tiempo? Ello guarda relación con la gran variedad de frecuencias de ondas cerebrales en los humanos: delta, zeta, alfa, beta y gama, esta última solamente vista en estados elevados de conciencia. Cuando los niños crecen, experimentan una progresión de sus frecuencias desde delta (de cero a dos años), luego zeta (de dos a cinco años), después alfa (de cinco a ocho años) y, finalmente, beta (de ocho a doce años). ¿Por qué son posibles dichos experimentos?
En el caso del experimento finlandés, se realizó dentro del espectro de las ondas delta, un estado de sueño profundo que se da también en los adultos cuando duermen y que posibilita que los niños de cero a dos años funcionen fundamentalmente desde el subconsciente. Sin embargo, mi experimento se realizó en el espectro de las ondas zeta, y los niños de dos a cinco años viven dicha fase en un estado similar al trance y conectados sobre todo a su mundo interior, en el reino de lo abstracto con escasos matices de pensamiento racional. Ambos experimentos son posibles porque conectan directamente con el subconsciente mediante las ondas cerebrales lentas (3) .
4 - La cuestión metafísica
En virtud de dichos experimentos, ¿dónde comienza la memoria y la vida? ¿Antes o después del nacimiento? ¿No será la vida, más bien, una expresión cuántica percibida por la mente humana, incluso en estado subconsciente como acreditan los anteriores experimentos con niños? ¿No recuerda ello la teoría de la reminiscencia de Platón? Para Platón, adquirir conocimientos consiste en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el mundo inteligible de las ideas antes de caer en el mundo sensible y encerrado en el cuerpo. Cuerpo (material) y alma (inmaterial) son dos contrarios más sin consenso, respectivamente, en el ámbito científico y en el religioso: una eterna cuestión que Platón solucionó con la metempsicosis, popularmente conocido como reencarnación. Sin embargo, desde la investigación psiquiátrica mediante la terapia regresiva a vidas pasadas, Brian Weiss (4) aborda la reencarnación de un modo científico para demostrar la supervivencia del alma humana después de la muerte.
5 - El poder de la imaginación
Analicemos ahora otra investigación científica. En los años ochenta, se puso de moda el “entrenamiento mental”, practicada por algunos equipos olímpicos. Consiste en que el deportista se imagine realizando la tarea deportiva a desempeñar en orden a mejorar su rendimiento físico. Evidentemente, algunos científicos eran escépticos hasta que se empezaron a realizar experimentos. El escéptico psicólogo deportivo William Straub organizó un experimento para desacreditar la práctica del entrenamiento mental, pero el resultado fue precisamente lo contrario: funcionaba. ¿Qué sucede cuando uno imagina que está haciendo algo en lugar de hacerlo de verdad?
La solución es aportada desde los estudios con neuroimagen, que indican que las áreas de la corteza motora primaria se activan de manera parecida cuando imaginamos que movemos el cuerpo y cuando lo movemos de verdad. La única diferencia es que el cerebro no ha dado la orden de moverse a los músculos. En el libro El mándala del cuerpo, Matthew y Sandra Blakeslee, relatan cómo el pianista Vladimir Horowitz entrenaba con la imaginación porque no soportaba tocar otro piano que no fuera el suyo, y también un violinista que pasó siete años en la cárcel sin su instrumento pero que dio un concierto impecable al salir gracias a su entrenamiento mental. Este tipo de experimentos fueron confirmados en 1994 por el neurocientífico Álvaro Pascual-Leone de la Universidad de Harvard. El entrenamiento mental fue también demostrado en 2004 por la Fundación Clínica de Cleveland. ¿La mente modifica la realidad?
Pero el verdadero poder de la mente ha sido demostrado por científicos de la Universidad de Washington, quienes, por primera vez, han conseguido que los cerebros de dos personas se comunicaran a distancia. Lograron controlar a distancia el movimiento de las manos de un colega a través de señales enviadas por Internet, a partir de una señal remitida por el cerebro de otro colega que se encontraba en otra parte del campus universitario. Lo asombroso de dicho experimento es que es la primera vez que la comunicación a distancia se realiza entre dos seres humanos, tecnología mediante. ¿Puede ser ello un indicio de que la telepatía es posible y no solo restringida al ámbito de la pseudociencia?
6 - Un universo en vibración
Si una cosa indica las anteriores demostraciones, es que el mundo interno de las personas está conectado con el mundo externo, conformando un todo interdependiente, un universo en vibración que los antiguos maestros védicos enseñaban como Nada Brahma. El campo vibratorio es inherente a todas las investigaciones espirituales verdaderas, así como las investigaciones científicas. Es el mismo campo de energía observado por santos, budas, yoguis, místicos, chamanes, sacerdotes y videntes en su interior. Esta antigua sabiduría ha sido olvidada por nuestra sociedad moderna por haber incursionado con el pensamiento en el mundo exterior de la forma en vez de profundizar en el mundo interior mediante la meditación. “El camino intermedio” de Buda, el “Justo medio” de Aristóteles y el “Tao” de las filosofías orientales, todos ellos invitan a buscar el correcto equilibrio entre nuestro mundo externo e interno. En vez de ello, como se ha visto en el prólogo , la postmodernidad ha fragmentado el ego de las personas, disociándolas de la colectividad y provocando enfermedades sociales jamás vistas en la historia de la humanidad. ¿Hacia dónde se encamina nuestra civilización? ¿Han quedado obsoletas ciertas creencias? ¿Estamos experimentando una evolución (5) holística hacia una nueva realidad?
REFERENCIAS:
(1) Según apunta Ken Wilber (pp. 328-333) en su obra El espectro de la conciencia, el dualismo primario al que se enfrenta todo ser humano es, por un lado, el conocimiento exotérico, y por otro lado, el conocimiento esotérico. El primer modo de conocer, el exotérico, es simbólico y se refiere al nivel existencial, así como a las religiones. Mientras que el existencialismo trata del dualismo segundario de la vida enfrentándose a la muerte, la religión lo trata negándola. Por consiguiente, el nivel existencial es también el de la religión exotérica, del intento del hombre de establecer una relación “a través” del dualismo primario con el omnipotente, omnisapiente y ominipresente “gran otro” o Mente. Por tanto, lo exotérico se refiere la diversidad de las religiones culturales, sus idiosincrasias y paradigmas, es decir, a la diversidad de la gama biosocial. De ahí que el nivel existencial sea el de las diversas religiones exotéricas, mientras que el nivel de la Mente (no dualidad entre sujeto y objeto) es el de la “unidad trascendente” de la religión esotérica: las religiones divergen en el nivel existencial y convergen en el nivel de la Mente. Por tanto, la unidad de las religiones puede enfocarse epistemológicamente, ya que con la emergencia del dualismo primario (exotérico versus esotérico), el modo no dual de conocer (esoterismo: unidad de sujeto y objeto) se divide y fractura, provocando la generación del modo de conocimiento dualista entre sujeto y objeto (exotérico). Así, el modo esotérico no dual de conocer queda supeditado al modo simbólico exotérico y, como dice Huston Smith cuando comenta la obra de Schuon, “la cuestión de la unidad y diversidad en las religiones se convierte en un tema de tipos psicológicos: el esotérico y el exotérico”.
(2) Phillips, John L. Los origenes del intelecto según Piaget. Barcelona: Fontanella, 1977.
(3) Dispenza, Joe. Deja de ser tú. Barcelona: Urano, 2012.
(4) Brian Weiss es un médico psiquiatra estadounidense famoso por sus controvertidas creencias en la reencarnación, regresión de vidas pasadas, progresión en vidas futuras, y la supervivencia del alma humana después de la muerte.
Graduado en las universidades de Columbia y Yale, trabajó como profesor en la Universidad de Miami. Fue jefe del área de psiquiatría del Hospital Monte Sinai de Miami Beach. Célebre autor de varios trabajos relacionados con el amor y la creencia en la reencarnación, esta última abordada a través de experiencias psiquiátricas narradas por sus pacientes en estado hipnótico, asistiendo al nacimiento de la terapia regresiva a vidas pasadas. Sus tesis han generado polémica en la comunidad científica y pasó mucho tiempo antes de que el autor se armara de valor para publicar sus experiencias, pues temía ser juzgado, pero a cambio ha obtenido mucho apoyo e información de otros profesionales que le han ayudado a ampliar sus investigaciones.
Obras de Brian Weiss:
1988 - Muchas vidas, muchos maestros
1993 - A través del tiempo
1997 - Lazos de amor (solo el amor es real)
2001 - Los mensajes de los Sabios
2002 - Meditación: El logro de la paz interior y tranquilidad en su vida
2003 - Espejos del tiempo: la regresión de uso físico, emocional y curación espiritual
2004 - Eliminar el estrés, buscar la paz interior
2006 - Muchos cuerpos, una misma alma
2012 - Los milagros existen. El poder sanador de los recuerdos de vidas anteriores
(5) “Cuando escuchamos hablar de evolución, todos pensamos en fósiles, simios, Darwin y Dawkins. Pero la idea de evolución es mucho más profunda y amplia. En la actualidad, un movimiento de científicos, filósofos y pensadores espirituales visionarios -a los que Carter Phipps llama “evolucionarios”- está forjando una nueva visión de la evolución que reconoce la importancia de la ciencia, remodela la cultura y actualiza de forma radical la espiritualidad. Este extraordinario libro constituye la primera guía popular de introducción al pensamiento de “evolucionarios” como Teilhard de Chardin, Ken Wilber, Sri Aurobindo, Jean Gebser, Ray Kurzweil o Charles Darwin, unas mentes que iluminan los secretos de nuestro pasado y amplían el paisaje de nuestro futuro. Una obra magistral de ciencia y espiritualidad”. Tal es la sinopsis de presentación de la obra Evolucionarios. El potencial espiritual de la idea más importante de la ciencia, de Carter Phipps (2013). Una obra recomendable pues sus presupuestos dan cobijo intelectual a este ensayo y, también, como apunta Carter Phipps, debería inspirar a una nueva generación de “evolucionarios” donde, el término “evolución”, debe ser interpretado como un metaconcepto que trasciende categorías intelectuales e integra disciplinas separadas: no solo la evolución científica, sino también la evolución de la tecnología, la evolución de la cooperación, la evolución de la consciencia, la evolución de las visiones del mundo, la evolución de la información, la evolución de los valores, la evolución de la espiritualidad y la evolución de la religión.
(6) Lipton, Bruce. La biología de la creencia. Madrid: Palmyra, 2007.
(7) Torán, Félix. Mente cuántica. Málaga: Corona Borealis , 2011.
Ver más
1 - Crisis epistemológica
Cambiar el actual paradigma intelectual, más conocido como "pensamiento único neoliberal", será difícil pero no imposible. Socialmente, esa tarea de cambio ha sido emprendida por los movimientos antiglobalización, conocidos también como "altermundismo". Estos activistas sociales ven ahora cómo sus reivindicaciones son también asumidas por los "activistas cuánticos", tomando prestado dicha expresión del Dr. Amit Goswami, profesor de Ciencia Teórica de la Universidad de Oregón, quien lleva más de treinta años enseñando Física Cuántica y es uno de los pioneros de esta nueva y revolucionaria perspectiva. Desde luego, hay una revolución en marcha en la ciencia. Un genuino cambio de paradigma. Mientras que la ciencia tradicional se mantiene en su visión materialista, cada vez crece un mayor número de científicos que apoyan y desarrollan un "nuevo paradigma" basado en la supremacía de la conciencia. Estamos en los albores de dejar de ver a la mente humana como puramente biológica sino abierta a otras interpretaciones con connotaciones cuánticas (6) , es decir con conexión al universo entero, de ahí el concepto de "mente cuántica" (7) , en alusión a la conexión entre la racionalidad humana y el campo cuántico. Sin lugar a dudas, estamos ante nuevas reglas del pensamiento que la ciencia todavía no ha descubierto su funcionamiento, pero presentes en el conocimiento esotérico (1) de la filosofía perenne.
2 - La mente humana no es una tabula rasa
Pudiera pensarse que la mente humana es una tabula rasa a partir de la cual tiene lugar el constructivismo de la propia experiencia interna y subjetiva de la realidad en su interacción con el medio, véase en este sentido la epistemología genética del psicólogo y biólogo Jean Piaget (2) . Sin embargo, recientes investigaciones acreditan que un feto no nacido, no solo puede escuchar los sonidos del mundo exterior, sino es capaz de recordar palabras específicas en los días siguientes al nacimiento. Esta nueva investigación ha sido realizada por científicos finlandeses de la universidad de Helsinki y demuestran que los bebés dentro del vientre materno desarrollan una memoria de palabras que oyen con frecuencia. Afirman dichos científicos que un recién nacido no es un lienzo vacío, sino que el aprendizaje se inicia antes del nacimiento.
3 - La conexión subconsciente
Personalmente hice también un experimento en dicho sentido con un niño de unos cuatro o cinco años, si no recuerdo mal. Como ya sabía contar su edad, simplemente le fui preguntando por sus recuerdos restándole regresivamente año por año hasta llegar a su nacimiento. Cuando le pregunté por su estado antes del nacimiento, sorprendentemente, imitó la posición fetal durante el embarazo. Realicé dicha experiencia hace más de treinta años, confirmada ahora por la investigación finlandesa referida anteriormente. ¿Por qué es posible dicha regresión en el tiempo? Ello guarda relación con la gran variedad de frecuencias de ondas cerebrales en los humanos: delta, zeta, alfa, beta y gama, esta última solamente vista en estados elevados de conciencia. Cuando los niños crecen, experimentan una progresión de sus frecuencias desde delta (de cero a dos años), luego zeta (de dos a cinco años), después alfa (de cinco a ocho años) y, finalmente, beta (de ocho a doce años). ¿Por qué son posibles dichos experimentos?
En el caso del experimento finlandés, se realizó dentro del espectro de las ondas delta, un estado de sueño profundo que se da también en los adultos cuando duermen y que posibilita que los niños de cero a dos años funcionen fundamentalmente desde el subconsciente. Sin embargo, mi experimento se realizó en el espectro de las ondas zeta, y los niños de dos a cinco años viven dicha fase en un estado similar al trance y conectados sobre todo a su mundo interior, en el reino de lo abstracto con escasos matices de pensamiento racional. Ambos experimentos son posibles porque conectan directamente con el subconsciente mediante las ondas cerebrales lentas (3) .
4 - La cuestión metafísica
En virtud de dichos experimentos, ¿dónde comienza la memoria y la vida? ¿Antes o después del nacimiento? ¿No será la vida, más bien, una expresión cuántica percibida por la mente humana, incluso en estado subconsciente como acreditan los anteriores experimentos con niños? ¿No recuerda ello la teoría de la reminiscencia de Platón? Para Platón, adquirir conocimientos consiste en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el mundo inteligible de las ideas antes de caer en el mundo sensible y encerrado en el cuerpo. Cuerpo (material) y alma (inmaterial) son dos contrarios más sin consenso, respectivamente, en el ámbito científico y en el religioso: una eterna cuestión que Platón solucionó con la metempsicosis, popularmente conocido como reencarnación. Sin embargo, desde la investigación psiquiátrica mediante la terapia regresiva a vidas pasadas, Brian Weiss (4) aborda la reencarnación de un modo científico para demostrar la supervivencia del alma humana después de la muerte.
5 - El poder de la imaginación
Analicemos ahora otra investigación científica. En los años ochenta, se puso de moda el “entrenamiento mental”, practicada por algunos equipos olímpicos. Consiste en que el deportista se imagine realizando la tarea deportiva a desempeñar en orden a mejorar su rendimiento físico. Evidentemente, algunos científicos eran escépticos hasta que se empezaron a realizar experimentos. El escéptico psicólogo deportivo William Straub organizó un experimento para desacreditar la práctica del entrenamiento mental, pero el resultado fue precisamente lo contrario: funcionaba. ¿Qué sucede cuando uno imagina que está haciendo algo en lugar de hacerlo de verdad?
La solución es aportada desde los estudios con neuroimagen, que indican que las áreas de la corteza motora primaria se activan de manera parecida cuando imaginamos que movemos el cuerpo y cuando lo movemos de verdad. La única diferencia es que el cerebro no ha dado la orden de moverse a los músculos. En el libro El mándala del cuerpo, Matthew y Sandra Blakeslee, relatan cómo el pianista Vladimir Horowitz entrenaba con la imaginación porque no soportaba tocar otro piano que no fuera el suyo, y también un violinista que pasó siete años en la cárcel sin su instrumento pero que dio un concierto impecable al salir gracias a su entrenamiento mental. Este tipo de experimentos fueron confirmados en 1994 por el neurocientífico Álvaro Pascual-Leone de la Universidad de Harvard. El entrenamiento mental fue también demostrado en 2004 por la Fundación Clínica de Cleveland. ¿La mente modifica la realidad?
Pero el verdadero poder de la mente ha sido demostrado por científicos de la Universidad de Washington, quienes, por primera vez, han conseguido que los cerebros de dos personas se comunicaran a distancia. Lograron controlar a distancia el movimiento de las manos de un colega a través de señales enviadas por Internet, a partir de una señal remitida por el cerebro de otro colega que se encontraba en otra parte del campus universitario. Lo asombroso de dicho experimento es que es la primera vez que la comunicación a distancia se realiza entre dos seres humanos, tecnología mediante. ¿Puede ser ello un indicio de que la telepatía es posible y no solo restringida al ámbito de la pseudociencia?
6 - Un universo en vibración
Si una cosa indica las anteriores demostraciones, es que el mundo interno de las personas está conectado con el mundo externo, conformando un todo interdependiente, un universo en vibración que los antiguos maestros védicos enseñaban como Nada Brahma. El campo vibratorio es inherente a todas las investigaciones espirituales verdaderas, así como las investigaciones científicas. Es el mismo campo de energía observado por santos, budas, yoguis, místicos, chamanes, sacerdotes y videntes en su interior. Esta antigua sabiduría ha sido olvidada por nuestra sociedad moderna por haber incursionado con el pensamiento en el mundo exterior de la forma en vez de profundizar en el mundo interior mediante la meditación. “El camino intermedio” de Buda, el “Justo medio” de Aristóteles y el “Tao” de las filosofías orientales, todos ellos invitan a buscar el correcto equilibrio entre nuestro mundo externo e interno. En vez de ello, como se ha visto en el prólogo , la postmodernidad ha fragmentado el ego de las personas, disociándolas de la colectividad y provocando enfermedades sociales jamás vistas en la historia de la humanidad. ¿Hacia dónde se encamina nuestra civilización? ¿Han quedado obsoletas ciertas creencias? ¿Estamos experimentando una evolución (5) holística hacia una nueva realidad?
REFERENCIAS:
(1) Según apunta Ken Wilber (pp. 328-333) en su obra El espectro de la conciencia, el dualismo primario al que se enfrenta todo ser humano es, por un lado, el conocimiento exotérico, y por otro lado, el conocimiento esotérico. El primer modo de conocer, el exotérico, es simbólico y se refiere al nivel existencial, así como a las religiones. Mientras que el existencialismo trata del dualismo segundario de la vida enfrentándose a la muerte, la religión lo trata negándola. Por consiguiente, el nivel existencial es también el de la religión exotérica, del intento del hombre de establecer una relación “a través” del dualismo primario con el omnipotente, omnisapiente y ominipresente “gran otro” o Mente. Por tanto, lo exotérico se refiere la diversidad de las religiones culturales, sus idiosincrasias y paradigmas, es decir, a la diversidad de la gama biosocial. De ahí que el nivel existencial sea el de las diversas religiones exotéricas, mientras que el nivel de la Mente (no dualidad entre sujeto y objeto) es el de la “unidad trascendente” de la religión esotérica: las religiones divergen en el nivel existencial y convergen en el nivel de la Mente. Por tanto, la unidad de las religiones puede enfocarse epistemológicamente, ya que con la emergencia del dualismo primario (exotérico versus esotérico), el modo no dual de conocer (esoterismo: unidad de sujeto y objeto) se divide y fractura, provocando la generación del modo de conocimiento dualista entre sujeto y objeto (exotérico). Así, el modo esotérico no dual de conocer queda supeditado al modo simbólico exotérico y, como dice Huston Smith cuando comenta la obra de Schuon, “la cuestión de la unidad y diversidad en las religiones se convierte en un tema de tipos psicológicos: el esotérico y el exotérico”.
(2) Phillips, John L. Los origenes del intelecto según Piaget. Barcelona: Fontanella, 1977.
(3) Dispenza, Joe. Deja de ser tú. Barcelona: Urano, 2012.
(4) Brian Weiss es un médico psiquiatra estadounidense famoso por sus controvertidas creencias en la reencarnación, regresión de vidas pasadas, progresión en vidas futuras, y la supervivencia del alma humana después de la muerte.
Graduado en las universidades de Columbia y Yale, trabajó como profesor en la Universidad de Miami. Fue jefe del área de psiquiatría del Hospital Monte Sinai de Miami Beach. Célebre autor de varios trabajos relacionados con el amor y la creencia en la reencarnación, esta última abordada a través de experiencias psiquiátricas narradas por sus pacientes en estado hipnótico, asistiendo al nacimiento de la terapia regresiva a vidas pasadas. Sus tesis han generado polémica en la comunidad científica y pasó mucho tiempo antes de que el autor se armara de valor para publicar sus experiencias, pues temía ser juzgado, pero a cambio ha obtenido mucho apoyo e información de otros profesionales que le han ayudado a ampliar sus investigaciones.
Obras de Brian Weiss:
1988 - Muchas vidas, muchos maestros
1993 - A través del tiempo
1997 - Lazos de amor (solo el amor es real)
2001 - Los mensajes de los Sabios
2002 - Meditación: El logro de la paz interior y tranquilidad en su vida
2003 - Espejos del tiempo: la regresión de uso físico, emocional y curación espiritual
2004 - Eliminar el estrés, buscar la paz interior
2006 - Muchos cuerpos, una misma alma
2012 - Los milagros existen. El poder sanador de los recuerdos de vidas anteriores
(5) “Cuando escuchamos hablar de evolución, todos pensamos en fósiles, simios, Darwin y Dawkins. Pero la idea de evolución es mucho más profunda y amplia. En la actualidad, un movimiento de científicos, filósofos y pensadores espirituales visionarios -a los que Carter Phipps llama “evolucionarios”- está forjando una nueva visión de la evolución que reconoce la importancia de la ciencia, remodela la cultura y actualiza de forma radical la espiritualidad. Este extraordinario libro constituye la primera guía popular de introducción al pensamiento de “evolucionarios” como Teilhard de Chardin, Ken Wilber, Sri Aurobindo, Jean Gebser, Ray Kurzweil o Charles Darwin, unas mentes que iluminan los secretos de nuestro pasado y amplían el paisaje de nuestro futuro. Una obra magistral de ciencia y espiritualidad”. Tal es la sinopsis de presentación de la obra Evolucionarios. El potencial espiritual de la idea más importante de la ciencia, de Carter Phipps (2013). Una obra recomendable pues sus presupuestos dan cobijo intelectual a este ensayo y, también, como apunta Carter Phipps, debería inspirar a una nueva generación de “evolucionarios” donde, el término “evolución”, debe ser interpretado como un metaconcepto que trasciende categorías intelectuales e integra disciplinas separadas: no solo la evolución científica, sino también la evolución de la tecnología, la evolución de la cooperación, la evolución de la consciencia, la evolución de las visiones del mundo, la evolución de la información, la evolución de los valores, la evolución de la espiritualidad y la evolución de la religión.
(6) Lipton, Bruce. La biología de la creencia. Madrid: Palmyra, 2007.
(7) Torán, Félix. Mente cuántica. Málaga: Corona Borealis , 2011.
Este artículo es una reproducción del capítulo del mismo nombre de la página 285 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.
Es conveniente hacer un revisionismo histórico para entronar a la filosofía perenne como se merece. Tanto la filosofía perenne como la física cuántica, así como la psicología transpersonal, han contribuido al problema del conocimiento. Así, el conocimiento no procede solamente de la ciencia (“ello” kantiano), sino también de la profundidad intelectual y psicológica (“yo” kantiano) y, también, del lado de la moralidad (“nosotros” kantiano). El racionalismo pragmático sustentado por el materialismo científico ha tocado fondo en su explicación de la realidad. Gracias a la física cuántica, la mirada se redirige hacia el propio sujeto, surge holísticamente un racionalismo espiritual, cuya esencia cognitiva está presente en la filosofía perenne. Analicemos, pues, los aportes de la filosofía perenne, la física cuántica y la psicología transpersonal al problema del conocimiento.
1 - La filosofía perenne y el conocimiento
En primer lugar, como se ha visto en el capítulo anterior, vivimos bajo un estigma científico que provoca confusión en el ámbito del conocimiento de la realidad de ahí fuera, pero también de la realidad de ahí dentro. La humanidad se halla en una especie de catarsis cognitiva que va afectar a todos los estamentos, sociales, económicos, políticos, científicos, intelectuales, psicológicos y espirituales. En suma, un segundo renacimiento humanístico donde el “nosotros” vaya adquiriendo mayor preponderancia respecto al “yo”, un cambio de paradigma desde el racionalismo pragmático al racionalismo espiritual. Este nuevo constructo epistemológico de La educación cuántica pretende, precisamente, disipar toda confusión cognitiva y, para ello, es imprescindible, como se ha visto, la filosofía perenne.
Al cabo de tres siglos, los científicos nos dicen -aunque sin admitirlo plenamente- que han fallado en su tarea. Nos manifiestan que la realidad no existe tal como nosotros creemos, que es tan solo una proyección mental, una creación nuestra. Repiten, aunque sin querer afrontarlo, una significación del más pleno misticismo tanto oriental como occidental, ejemplificado en las sabias palabras de Buda cuando expresó: “Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos hacemos el mundo”. Por tanto, hay que comprender que nuestros pensamientos son los responsables de nuestro devenir, como postula el físico Garnier con el “otro yo” en su teoría del desdoblamiento del tiempo. Ante tal grado de disociación cognitiva, La educación cuántica propugna una pedagógica función para revertir la locura esquizofrénica del pensamiento occidental, cuya enfermedad es fundamentalmente de carácter epistemológico.
2 - La física cuántica y el conocimiento
El paradigma “occidental” de los últimos tres siglos ha sido el paradigma newtoniano-cartesiano que ha concebido al Universo como de naturaleza material, contemplándolo de una manera atomística y reduccionista, buscando la naturaleza fundamental y última de la materia a través de la descomposición en sus partes componentes y dando por sentado que dichas partes existen en tanto entidades separadas y aisladas, una cuestión que la física cuántica ha refutado al remitir al sujeto cognoscente como parte de la realidad. Dicho paradigma occidental ha obviado inadvertidamente el otro modo de saber, el propugnado por la filosofía perenne. Una de las premisas subyacentes en la filosofía perenne es que la naturaleza de la realidad puede ser directamente aprehendida por las personas que son puras de corazón, que viven en el amor. Para este otro modo de conocimiento, el místico, la racionalidad importa poco, aunque puede ayudar mucho, sobre todo para defender postulados epistemológicos como pretende La educación cuántica.
Las experiencias místicas consisten en una profunda simbiosis de la razón con el espíritu, una especie de trance como el que experimento al escribir este libro. Como dijera Werner Heisenberg: “Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación”, una cuestión, por antonomasia, perteneciente a la madre filosofía. Las implicaciones de la teoría cuántica para la construcción de un nuevo paradigma que nos ayude a comprender la realidad, emergen claramente de las palabras del físico danés Niels Bohr: “La gran tensión de nuestra experiencia en los últimos años ha traído a la luz la insuficiencia de nuestras simples concepciones mecánicas y, como consecuencia, ha hecho tambalearse el cimiento en el que la acostumbrada interpretación de la observación estaba basada”. Dicho de un modo diáfano, el materialismo científico ha quedado sepultado bajo el dualismo sujeto-objeto, dejando vía libre para el otro modo de saber, el no dual entre sujeto y objeto, el genuino misticismo contemplativo postulado en la sabiduría de la filosofía perenne.
Consecuentemente, recordemos nuevamente las sabias palabras de Buda: “Con nuestros pensamientos hacemos el mundo”. Esta apertura cuántica del pensamiento, propuesta por una retahíla de científicos, remite al Mundo de las Ideas de Platón. Aunque parezca ello poco científico, habrá que creer a Whitehead al afirmar que la filosofía occidental es una esmerada nota a pie de página en la obra de Platón, como evidencia Garnier y Wilber, por ejemplo. Se vuelve así a postulados cognitivos tan ciertos como el Mito de la caverna de Platón, entre otras enseñanzas perennes.
3 - La psicología transpersonal y el conocimiento
El sentido de la revista académica Journal of Transpersonal Research es el de promover, reunir y difundir el estudio de la investigación en psicología y psicoterapia transpersonal, así como cualquier campo de estudio relacionado con este. Esta iniciativa surge desde el ámbito de la psicología académica, para conseguir una serie de objetivos en el estudio de lo transpersonal, como son:
-Continuar el objetivo de estudio serio y científico, con que nació esta disciplina.
-Generar y aumentar la investigación experimental y empírica (tanto cualitativa como cuantitativa), en psicología y psicoterapia transpersonal.
-Dar a conocer más la psicología transpersonal en la psicología académica, a través de la inclusión de esta revista en las bases de datos y directorios académicos nacionales e internacionales.
-Publicar las investigaciones más relevantes que se están llevando a cabo en lengua castellana.
El interés principal de esta revista es la publicación de investigaciones experimentales y empíricas (cuantitativas/cualitativas), para contribuir a la integración de lo transpersonal en la psicología académica.
Todos los artículos publicados en esta revista versan sobre la ciencia e investigación transpersonal, concretamente en la disciplina de psicología, aunque también tienen lugar los trabajos de otras disciplinas del conocimiento que se relacionen con la psicología y/o la psicoterapia a través de su dimensión transpersonal.
El objetivo de esta revista es la difusión, presentación y discusión de la nueva investigación generada, tanto a nivel teórico como experimental (especialmente este último), en materia de psicología transpersonal, así como cualquier saber relacionado con el dominio transpersonal de la persona.
El público al que está dirigida esta revista, es todo aquel interesado en la investigación de la dimensión espiritual del ser humano, como parte constituyente del mismo, junto con la biológica, psicológica y social.
Journal of Transpersonal Research está avalado por el Departamento de Filosofía, Universidad Autónoma de Barcelona (España), el East West Psychology Department, CIIS, San Francisco, California (U.S.A.) y por el Departamento de Didáctica y Teoría de la Educación, Universidad Autónoma de Madrid (España).
Además, cabe mencionar a EUROTAS como la única Asociación Transpersonal de ámbito Europea, y cuyo origen se remonta al año 1984. Se funda durante la Primera Conferencia Europea Transpersonal celebrada en Bruselas, organizada por la Asociación Transpersonal de Bélgica, y liderada por un grupo variado de profesionales, tanto del ámbito de la salud, como de la ciencia y la espiritualidad. Con el objetivo de difundir, debatir e investigar el fenómeno Transpersonal en todas sus facetas, EUROTAS incluye entre sus miembros a las diferentes asociaciones transpersonales europeas, y también a personas a título individual. Como garantía de rigor profesional, se ha creado una Certificación Europea de Psicoterapia Transpersonal, así como una certificación de formación homologada para centros e institutos. Hoy en día, cuenta con miembros de 25 países diferentes, funcionando como una red profesional de comunicación e investigación. Anualmente se organiza una conferencia a nivel internacional en uno de estos países, coordinada por la Asociación Transpersonal representante del mismo. El año 2008 l’ Associació Catalana Transpersonal tuvo el honor de coordinar la X Conferencia Europea Transpersonal que tuvo lugar en Barcelona. EUROTAS combina el rigor científico y espiritual con las oportunidades de cooperación, beneficio mutuo, intercambio y amistad.
Por último, es imprescindible citar la Tesis Doctoral de Iker Puente, titulada Complejidad y psicología transpersonal: Caos, autoorganización y experiencia cumbre en psicoterapia (Universidad Autónoma de Barcelona).
Ver más
Es conveniente hacer un revisionismo histórico para entronar a la filosofía perenne como se merece. Tanto la filosofía perenne como la física cuántica, así como la psicología transpersonal, han contribuido al problema del conocimiento. Así, el conocimiento no procede solamente de la ciencia (“ello” kantiano), sino también de la profundidad intelectual y psicológica (“yo” kantiano) y, también, del lado de la moralidad (“nosotros” kantiano). El racionalismo pragmático sustentado por el materialismo científico ha tocado fondo en su explicación de la realidad. Gracias a la física cuántica, la mirada se redirige hacia el propio sujeto, surge holísticamente un racionalismo espiritual, cuya esencia cognitiva está presente en la filosofía perenne. Analicemos, pues, los aportes de la filosofía perenne, la física cuántica y la psicología transpersonal al problema del conocimiento.
1 - La filosofía perenne y el conocimiento
En primer lugar, como se ha visto en el capítulo anterior, vivimos bajo un estigma científico que provoca confusión en el ámbito del conocimiento de la realidad de ahí fuera, pero también de la realidad de ahí dentro. La humanidad se halla en una especie de catarsis cognitiva que va afectar a todos los estamentos, sociales, económicos, políticos, científicos, intelectuales, psicológicos y espirituales. En suma, un segundo renacimiento humanístico donde el “nosotros” vaya adquiriendo mayor preponderancia respecto al “yo”, un cambio de paradigma desde el racionalismo pragmático al racionalismo espiritual. Este nuevo constructo epistemológico de La educación cuántica pretende, precisamente, disipar toda confusión cognitiva y, para ello, es imprescindible, como se ha visto, la filosofía perenne.
Al cabo de tres siglos, los científicos nos dicen -aunque sin admitirlo plenamente- que han fallado en su tarea. Nos manifiestan que la realidad no existe tal como nosotros creemos, que es tan solo una proyección mental, una creación nuestra. Repiten, aunque sin querer afrontarlo, una significación del más pleno misticismo tanto oriental como occidental, ejemplificado en las sabias palabras de Buda cuando expresó: “Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos hacemos el mundo”. Por tanto, hay que comprender que nuestros pensamientos son los responsables de nuestro devenir, como postula el físico Garnier con el “otro yo” en su teoría del desdoblamiento del tiempo. Ante tal grado de disociación cognitiva, La educación cuántica propugna una pedagógica función para revertir la locura esquizofrénica del pensamiento occidental, cuya enfermedad es fundamentalmente de carácter epistemológico.
2 - La física cuántica y el conocimiento
El paradigma “occidental” de los últimos tres siglos ha sido el paradigma newtoniano-cartesiano que ha concebido al Universo como de naturaleza material, contemplándolo de una manera atomística y reduccionista, buscando la naturaleza fundamental y última de la materia a través de la descomposición en sus partes componentes y dando por sentado que dichas partes existen en tanto entidades separadas y aisladas, una cuestión que la física cuántica ha refutado al remitir al sujeto cognoscente como parte de la realidad. Dicho paradigma occidental ha obviado inadvertidamente el otro modo de saber, el propugnado por la filosofía perenne. Una de las premisas subyacentes en la filosofía perenne es que la naturaleza de la realidad puede ser directamente aprehendida por las personas que son puras de corazón, que viven en el amor. Para este otro modo de conocimiento, el místico, la racionalidad importa poco, aunque puede ayudar mucho, sobre todo para defender postulados epistemológicos como pretende La educación cuántica.
Las experiencias místicas consisten en una profunda simbiosis de la razón con el espíritu, una especie de trance como el que experimento al escribir este libro. Como dijera Werner Heisenberg: “Lo que observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación”, una cuestión, por antonomasia, perteneciente a la madre filosofía. Las implicaciones de la teoría cuántica para la construcción de un nuevo paradigma que nos ayude a comprender la realidad, emergen claramente de las palabras del físico danés Niels Bohr: “La gran tensión de nuestra experiencia en los últimos años ha traído a la luz la insuficiencia de nuestras simples concepciones mecánicas y, como consecuencia, ha hecho tambalearse el cimiento en el que la acostumbrada interpretación de la observación estaba basada”. Dicho de un modo diáfano, el materialismo científico ha quedado sepultado bajo el dualismo sujeto-objeto, dejando vía libre para el otro modo de saber, el no dual entre sujeto y objeto, el genuino misticismo contemplativo postulado en la sabiduría de la filosofía perenne.
Consecuentemente, recordemos nuevamente las sabias palabras de Buda: “Con nuestros pensamientos hacemos el mundo”. Esta apertura cuántica del pensamiento, propuesta por una retahíla de científicos, remite al Mundo de las Ideas de Platón. Aunque parezca ello poco científico, habrá que creer a Whitehead al afirmar que la filosofía occidental es una esmerada nota a pie de página en la obra de Platón, como evidencia Garnier y Wilber, por ejemplo. Se vuelve así a postulados cognitivos tan ciertos como el Mito de la caverna de Platón, entre otras enseñanzas perennes.
3 - La psicología transpersonal y el conocimiento
El sentido de la revista académica Journal of Transpersonal Research es el de promover, reunir y difundir el estudio de la investigación en psicología y psicoterapia transpersonal, así como cualquier campo de estudio relacionado con este. Esta iniciativa surge desde el ámbito de la psicología académica, para conseguir una serie de objetivos en el estudio de lo transpersonal, como son:
-Continuar el objetivo de estudio serio y científico, con que nació esta disciplina.
-Generar y aumentar la investigación experimental y empírica (tanto cualitativa como cuantitativa), en psicología y psicoterapia transpersonal.
-Dar a conocer más la psicología transpersonal en la psicología académica, a través de la inclusión de esta revista en las bases de datos y directorios académicos nacionales e internacionales.
-Publicar las investigaciones más relevantes que se están llevando a cabo en lengua castellana.
El interés principal de esta revista es la publicación de investigaciones experimentales y empíricas (cuantitativas/cualitativas), para contribuir a la integración de lo transpersonal en la psicología académica.
Todos los artículos publicados en esta revista versan sobre la ciencia e investigación transpersonal, concretamente en la disciplina de psicología, aunque también tienen lugar los trabajos de otras disciplinas del conocimiento que se relacionen con la psicología y/o la psicoterapia a través de su dimensión transpersonal.
El objetivo de esta revista es la difusión, presentación y discusión de la nueva investigación generada, tanto a nivel teórico como experimental (especialmente este último), en materia de psicología transpersonal, así como cualquier saber relacionado con el dominio transpersonal de la persona.
El público al que está dirigida esta revista, es todo aquel interesado en la investigación de la dimensión espiritual del ser humano, como parte constituyente del mismo, junto con la biológica, psicológica y social.
Journal of Transpersonal Research está avalado por el Departamento de Filosofía, Universidad Autónoma de Barcelona (España), el East West Psychology Department, CIIS, San Francisco, California (U.S.A.) y por el Departamento de Didáctica y Teoría de la Educación, Universidad Autónoma de Madrid (España).
Además, cabe mencionar a EUROTAS como la única Asociación Transpersonal de ámbito Europea, y cuyo origen se remonta al año 1984. Se funda durante la Primera Conferencia Europea Transpersonal celebrada en Bruselas, organizada por la Asociación Transpersonal de Bélgica, y liderada por un grupo variado de profesionales, tanto del ámbito de la salud, como de la ciencia y la espiritualidad. Con el objetivo de difundir, debatir e investigar el fenómeno Transpersonal en todas sus facetas, EUROTAS incluye entre sus miembros a las diferentes asociaciones transpersonales europeas, y también a personas a título individual. Como garantía de rigor profesional, se ha creado una Certificación Europea de Psicoterapia Transpersonal, así como una certificación de formación homologada para centros e institutos. Hoy en día, cuenta con miembros de 25 países diferentes, funcionando como una red profesional de comunicación e investigación. Anualmente se organiza una conferencia a nivel internacional en uno de estos países, coordinada por la Asociación Transpersonal representante del mismo. El año 2008 l’ Associació Catalana Transpersonal tuvo el honor de coordinar la X Conferencia Europea Transpersonal que tuvo lugar en Barcelona. EUROTAS combina el rigor científico y espiritual con las oportunidades de cooperación, beneficio mutuo, intercambio y amistad.
Por último, es imprescindible citar la Tesis Doctoral de Iker Puente, titulada Complejidad y psicología transpersonal: Caos, autoorganización y experiencia cumbre en psicoterapia (Universidad Autónoma de Barcelona).
Este artículo es una reproducción de las notsa 112 Y 113 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 309:
Desde el cambio de paradigma de la física clásica a la cuántica, han corrido ríos de tinta contra los “místicos cuánticos” por parte de los científicos ortodoxos, fieles al pensamiento académico tradicional. Se abrió así una brecha epistemológica que aún perdura a día de hoy y que deja al Criterio de demarcación científico más dividido que nunca entre los materialistas científicos y los místicos cuánticos. El Criterio de demarcación o problema de la demarcación se refiere, dentro de la Filosofía de la ciencia, a cómo definir los límites que configuran el concepto “ciencia”. Las fronteras se suelen intentar establecer entre lo que es conocimiento científico y no científico, entre ciencia y pseudociencia, y entre ciencia y religión(1) . Una forma de este problema, conocido como “el problema generalizado de la demarcación” abarca estos tres casos. El problema generalizado intenta encontrar criterios para poder decidir, entre dos teorías dadas, cuál de ellas es más científica. Tras más de un siglo de diálogo entre filósofos de la ciencia y científicos en diversos campos, y a pesar de un amplio consenso acerca de las bases del método científico, los límites que demarcan lo que es ciencia, y lo que no lo es, continúan siendo profundamente debatidos. Dicha dicotomía cognitiva es un tema apasionante y puede ser consultada más en profundidad en El paradigma holográfico, una obra editada por Ken Wilber (1987) donde eminentes pensadores de diversas tendencias afrontan el gran tema de la relación entre Cerebro y Mente, Materia y Espíritu (2) .
NOTAS:
(1) El conflicto entre ciencia y religión, a decir de Sir Arthur Eddington, no desaparecerá hasta que ambas partes se confinen a sí misma cada una dentro de su propio campo (como los Dos modos de saber, diferentes pero complementarios, propuestos por Ken Wilber); todo cuanto pueda facilitarnos una mejor comprensión de sus fronteras contribuiría a consolidar el estado de paz entre los eventuales contendientes. Según reporta Ken Wilber a modo de nota, lo central para Eddington, es que la física -tanto la clásica como la cuántica- no puede en medio alguno ofrecer un apoyo positivo, ni siquiera fomentar, la concepción místico-religiosa del mundo. Lo que ocurre sencillamente es que, mientras que la física clásica era teóricamente hostil frente a la religión, la física moderna es simplemente indiferente con respecto a ella, deja tantos huecos teóricos en el universo, que cada cual puede (o no) llenarlos de elementos religiosos, pero si lo hace, debe ser fundado en motivos filosóficos (como pretende este ensayo) o religiosos. La física no puede ayudar en esto lo más mínimo, pero al menos no opone ya obstáculo alguno a esos esfuerzos. La física no ofrece apoyo a la mística, pero ha dejado de rechazarla, y este hecho-es lo que Eddington sentía- ha abierto una puerta filosófica al Espíritu.
Dicha opinión de Eddington, suscrita enteramente por Wilber - esto es, la desaparición de todo obstáculo importante, por parte de la teoría física, frente a las realidades espirituales-, sería en sí realmente una espléndida novedad, de no ser por esas promesas de la luna que vienen haciendo los escritores de la nueva era, con las pretendidas “pruebas” a favor de la mística aportadas por la física moderna. Mucha gente se siente desilusionada o decepcionada por la debilidad o la molestia aparentes de la afirmación de Eddington, cuando la realidad es que esta opinión -sustentada por prácticamente todos los físicos teóricos que aparecen en este volumen- es probablemente la conclusión más resonante y revolucionaria que haya pronunciado “oficialmente” hasta ahora la ciencia teórica acerca de la religión. Constituye un giro monumental, de los que hacen época, en la posición de la ciencia respecto a la religión; es sumamente improbable una vuelta atrás en este punto, ya que se trata de una conclusión de naturaleza lógica, y no empírica (a priori, no a posteriori); supone, por tanto, según toda probabilidad, el cierre final del aspecto más incordiante del debate secular entre las ciencias físicas y la religión (o ciencias del espíritu, geist-sciences). ¿Qué más podríamos pedir? (Cuestiones cuánticas, capítulo dedicado a Sir Arthur Eddington, una obra editada por Ken Wilber (2013) donde se recogen los escritos místicos de los físicos más famoso del mundo).
(2) Wilber (1987: 7-11) en la introducción de la obra El paradigma holográfico:
El diálogo histórico, general, entre ciencia y religión se remonta al menos a Platón, Aristóteles y Plotino (aunque el término “ciencia” no significaba exactamente lo mismo que ahora). Sin embargo, las discusiones se solían centrar antes en torno a las diferencias entre ciencia y religión, sus conflictos, sus pretensiones encontradas y aparentemente irreconciliables de verdad. Pero he aquí que, de repente, en la década de los setenta, surgieron algunos investigadores y científicos muy respetados, sobrios y cualificados -físicos, biólogos, fisiólogos, neurocirujanos- y que no hablaban con la religión, sino que hablaban de religión, y, lo que aún era más extraordinario, lo hacían en un intento por explicar los datos firmes de la propia ciencia. Los hechos mismos de la ciencia, decían, los verdaderos datos (desde la física a la fisiología) solo parecían tener sentido si se asume cierto tipo de fundamento implícito, unificador, o trascendental por debajo de los datos explícitos. (…) Estos investigadores y teóricos de las “ciencias exactas” decían que sin la suposición de este fundamento trascendental, a-espacial y a-temporal, los propios datos, los propios resultados de sus experimentos de laboratorio, no admitían ninguna explicación sólida. Más aún, y aquí estaba lo sorprendente, este fundamento trascendental, cuya existencia misma parecían exigir los datos científicos-experimentales, parecía ser idéntico, al menos en su descripción, al fundamento a-temporal y a-espacial del ser (o “divinidad”), tan universalmente descrito por los místicos y sabios, ya sean hindúes, budistas, cristianos o taoístas.
La investigación pionera del neurocirujano de Stanford Karl Pribram con su libro Languages of the Brain se ha reconocido ya como un clásico moderno. Los estudios de Pribram sobre la memoria y el funcionamiento del cerebro le condujeron a la conclusión de que, en muchos aspectos, el cerebro opera como un holograma. En otras palabras (…), la parte está en el todo y el todo está en la parte, una especie de unidad-en-la-diversidad y diversidad-en-la-unidad. El punto crucial es sencillamente que la parte tiene acceso al todo. (…) Y según Pribram, este campo podría ser muy bien el dominio de la unidad-en-la-diversidad trascendental descrito (y experimentado) por los grandes místicos y sabios del mundo.
Fue aproximadamente por entonces cuando Pribram conoció las obras del físico inglés David Bohm. El trabajo de Bohm en la física subatómica y en el “potencial cuántico” lo llevó a la conclusión de que las entidades físicas que parecían separadas y discretas en el espacio y en el tiempo estaban realmente vinculadas o unificadas de una manera implícita o subyacente. En términos de Bohm, bajo la esfera explicada de cosas y acontecimientos separados se halla una esfera implicada de totalidad indivisa, y este todo implicado está simultáneamente disponible para cada parte explicada. Dicho en otras palabras, el universo físico parecía ser un holograma gigantesco, estando cada parte en el todo y el todo en cada parte.
Aquí es donde nació el “paradigma holográfico”: el cerebro es un holograma que percibe y participa en un universo holográfico. En la esfera explícita o manifiesta del espacio y del tiempo, las cosas y los acontecimientos son verdaderamente separados y discretos. Pero bajo la superficie, digamos, en la esfera implícita o de frecuencia, todas las cosas y acontecimientos son a-espaciales, atemporales, intrínsecamente unos e indivisos. Y, según Bohm y Pribram, la verdadera experiencia religiosa, la experiencia de la unidad mística y la “identidad suprema”, podría ser muy bien una experiencia genuina y legítima de este fundamento implícito y universal.
En cierto modo, este paradigma parecía marcar la culminación de una tendencia histórica discernible: desde la “revolución cuántica” de hace cincuenta años, varios físicos han descubierto intrigantes paralelismo entre sus resultados y los de ciertas religiones místico-trascendentales. Heisenberg, Bohr, Schrödinger, Eddigton, Jeans, y hasta el propio Einstein, tuvieron una visión místico-espiritual del mundo. Con la gran afluencia de las religiones orientales a Occidente (iniciadas principalmente con los Essays in Zen Buddhism de D.T. Suzuki), estas analogías resultaban cada vez más claras y enérgicas. A nivel popular, Alan Watts empezó a utilizar la física moderna y la teoría de sistemas para explicar el budismo y el taoísmo. El libro The Medium, the Mystic, and the , de Lawrence LeShan, era una aproximación más académica. Pero tal vez no hubo libro que ocupase más el interés de eruditos y laicos por igual que el de Fritjof Capra (2000), El Tao de la Física, que tuvo un éxito enorme.
Otras voces se sumaron a las suyas: Stanley Krippner en parapsicología, Keneth Pelletier en neurofisiología, Sam Keen en la “conexión cósmica”, John Welwood en psicología, Willis Harman en la nueva ciencia, John Battista en teoría de la información y psiquiatría, y muchos más. Mención especial merecen, sin embargo, las aportaciones de Marilyn Ferguson y Renée Weber. Marilyn Ferguson (1998), cuyo libro más reciente La conspiración de acuario, supone una aportación importante a todo este tema, contribuyó materialmente (a través del Brain/mind Bulletin) a iniciar el propio diálogo general. Y Renée Weber, además de contribuir con numerosos artículos e ideas, efectuó hábiles entrevistas a Bohm y Capra que ayudaron mucho a clarificar las cuestiones fundamentales.
Uno puede estar de acuerdo o no con el nuevo paradigma, y tanto los argumentos a favor como en contra están bien representados en este libro. Y “el” propio paradigma es susceptible de toda clase de interpretaciones. Algunos investigadores han creído necesario introducir dimensiones jerárquicas y evolutivas en el paradigma. Otros no han visto una identidad estricta entre ciencia y misticismo, sino únicamente algunas analogías importantes. Otros, en fin, han cuestionado si un nuevo mapa mental o paradigma, con independencia de su aparente unidad, puede llevar realmente a la trascendencia de la mente misma (que es el verdadero objetivo del misticismo genuino). Todos estos temas se debatieron en ReVision, y todos ellos quedan recogidos en las páginas siguientes.
Mi punto de vista es este: se esté o no de acuerdo con el (los) nuevo(s) paradigma(s), hay una conclusión clara: como mucho, la nueva ciencia requiere espíritu; como poco, deja un amplio espacio para el espíritu. En cualquier caso, la ciencia moderna ya no niega el espíritu. Y eso es lo que hace época. Como ha observado Hans Küng, la respuesta normal a la pregunta de “¿Cree usted en el espíritu?” solía ser “Claro que no, soy científico”. Pero muy pronto podría ser esta: “Claro que creo en el espíritu. Soy científico”.
Este libro, como la misma ReVision, constituye uno de los primeros pasos que prepara el terreno para esa segunda, y más iluminadora respuesta.
BIBLIOGRAFÍA:
Capra, Fritjof. El tao de la física. Malaga: Sirio, 2000.
Ferguson, Marilyn. La conspiración de acuario. Barcelona: Kairós, 1998.
Wilber, Ken. El paradigma holográfico. Barcelona: Kairós, 2011.
Ver más
Extracto de la página 309:
Desde el cambio de paradigma de la física clásica a la cuántica, han corrido ríos de tinta contra los “místicos cuánticos” por parte de los científicos ortodoxos, fieles al pensamiento académico tradicional. Se abrió así una brecha epistemológica que aún perdura a día de hoy y que deja al Criterio de demarcación científico más dividido que nunca entre los materialistas científicos y los místicos cuánticos. El Criterio de demarcación o problema de la demarcación se refiere, dentro de la Filosofía de la ciencia, a cómo definir los límites que configuran el concepto “ciencia”. Las fronteras se suelen intentar establecer entre lo que es conocimiento científico y no científico, entre ciencia y pseudociencia, y entre ciencia y religión(1) . Una forma de este problema, conocido como “el problema generalizado de la demarcación” abarca estos tres casos. El problema generalizado intenta encontrar criterios para poder decidir, entre dos teorías dadas, cuál de ellas es más científica. Tras más de un siglo de diálogo entre filósofos de la ciencia y científicos en diversos campos, y a pesar de un amplio consenso acerca de las bases del método científico, los límites que demarcan lo que es ciencia, y lo que no lo es, continúan siendo profundamente debatidos. Dicha dicotomía cognitiva es un tema apasionante y puede ser consultada más en profundidad en El paradigma holográfico, una obra editada por Ken Wilber (1987) donde eminentes pensadores de diversas tendencias afrontan el gran tema de la relación entre Cerebro y Mente, Materia y Espíritu (2) .
NOTAS:
(1) El conflicto entre ciencia y religión, a decir de Sir Arthur Eddington, no desaparecerá hasta que ambas partes se confinen a sí misma cada una dentro de su propio campo (como los Dos modos de saber, diferentes pero complementarios, propuestos por Ken Wilber); todo cuanto pueda facilitarnos una mejor comprensión de sus fronteras contribuiría a consolidar el estado de paz entre los eventuales contendientes. Según reporta Ken Wilber a modo de nota, lo central para Eddington, es que la física -tanto la clásica como la cuántica- no puede en medio alguno ofrecer un apoyo positivo, ni siquiera fomentar, la concepción místico-religiosa del mundo. Lo que ocurre sencillamente es que, mientras que la física clásica era teóricamente hostil frente a la religión, la física moderna es simplemente indiferente con respecto a ella, deja tantos huecos teóricos en el universo, que cada cual puede (o no) llenarlos de elementos religiosos, pero si lo hace, debe ser fundado en motivos filosóficos (como pretende este ensayo) o religiosos. La física no puede ayudar en esto lo más mínimo, pero al menos no opone ya obstáculo alguno a esos esfuerzos. La física no ofrece apoyo a la mística, pero ha dejado de rechazarla, y este hecho-es lo que Eddington sentía- ha abierto una puerta filosófica al Espíritu.
Dicha opinión de Eddington, suscrita enteramente por Wilber - esto es, la desaparición de todo obstáculo importante, por parte de la teoría física, frente a las realidades espirituales-, sería en sí realmente una espléndida novedad, de no ser por esas promesas de la luna que vienen haciendo los escritores de la nueva era, con las pretendidas “pruebas” a favor de la mística aportadas por la física moderna. Mucha gente se siente desilusionada o decepcionada por la debilidad o la molestia aparentes de la afirmación de Eddington, cuando la realidad es que esta opinión -sustentada por prácticamente todos los físicos teóricos que aparecen en este volumen- es probablemente la conclusión más resonante y revolucionaria que haya pronunciado “oficialmente” hasta ahora la ciencia teórica acerca de la religión. Constituye un giro monumental, de los que hacen época, en la posición de la ciencia respecto a la religión; es sumamente improbable una vuelta atrás en este punto, ya que se trata de una conclusión de naturaleza lógica, y no empírica (a priori, no a posteriori); supone, por tanto, según toda probabilidad, el cierre final del aspecto más incordiante del debate secular entre las ciencias físicas y la religión (o ciencias del espíritu, geist-sciences). ¿Qué más podríamos pedir? (Cuestiones cuánticas, capítulo dedicado a Sir Arthur Eddington, una obra editada por Ken Wilber (2013) donde se recogen los escritos místicos de los físicos más famoso del mundo).
(2) Wilber (1987: 7-11) en la introducción de la obra El paradigma holográfico:
El diálogo histórico, general, entre ciencia y religión se remonta al menos a Platón, Aristóteles y Plotino (aunque el término “ciencia” no significaba exactamente lo mismo que ahora). Sin embargo, las discusiones se solían centrar antes en torno a las diferencias entre ciencia y religión, sus conflictos, sus pretensiones encontradas y aparentemente irreconciliables de verdad. Pero he aquí que, de repente, en la década de los setenta, surgieron algunos investigadores y científicos muy respetados, sobrios y cualificados -físicos, biólogos, fisiólogos, neurocirujanos- y que no hablaban con la religión, sino que hablaban de religión, y, lo que aún era más extraordinario, lo hacían en un intento por explicar los datos firmes de la propia ciencia. Los hechos mismos de la ciencia, decían, los verdaderos datos (desde la física a la fisiología) solo parecían tener sentido si se asume cierto tipo de fundamento implícito, unificador, o trascendental por debajo de los datos explícitos. (…) Estos investigadores y teóricos de las “ciencias exactas” decían que sin la suposición de este fundamento trascendental, a-espacial y a-temporal, los propios datos, los propios resultados de sus experimentos de laboratorio, no admitían ninguna explicación sólida. Más aún, y aquí estaba lo sorprendente, este fundamento trascendental, cuya existencia misma parecían exigir los datos científicos-experimentales, parecía ser idéntico, al menos en su descripción, al fundamento a-temporal y a-espacial del ser (o “divinidad”), tan universalmente descrito por los místicos y sabios, ya sean hindúes, budistas, cristianos o taoístas.
La investigación pionera del neurocirujano de Stanford Karl Pribram con su libro Languages of the Brain se ha reconocido ya como un clásico moderno. Los estudios de Pribram sobre la memoria y el funcionamiento del cerebro le condujeron a la conclusión de que, en muchos aspectos, el cerebro opera como un holograma. En otras palabras (…), la parte está en el todo y el todo está en la parte, una especie de unidad-en-la-diversidad y diversidad-en-la-unidad. El punto crucial es sencillamente que la parte tiene acceso al todo. (…) Y según Pribram, este campo podría ser muy bien el dominio de la unidad-en-la-diversidad trascendental descrito (y experimentado) por los grandes místicos y sabios del mundo.
Fue aproximadamente por entonces cuando Pribram conoció las obras del físico inglés David Bohm. El trabajo de Bohm en la física subatómica y en el “potencial cuántico” lo llevó a la conclusión de que las entidades físicas que parecían separadas y discretas en el espacio y en el tiempo estaban realmente vinculadas o unificadas de una manera implícita o subyacente. En términos de Bohm, bajo la esfera explicada de cosas y acontecimientos separados se halla una esfera implicada de totalidad indivisa, y este todo implicado está simultáneamente disponible para cada parte explicada. Dicho en otras palabras, el universo físico parecía ser un holograma gigantesco, estando cada parte en el todo y el todo en cada parte.
Aquí es donde nació el “paradigma holográfico”: el cerebro es un holograma que percibe y participa en un universo holográfico. En la esfera explícita o manifiesta del espacio y del tiempo, las cosas y los acontecimientos son verdaderamente separados y discretos. Pero bajo la superficie, digamos, en la esfera implícita o de frecuencia, todas las cosas y acontecimientos son a-espaciales, atemporales, intrínsecamente unos e indivisos. Y, según Bohm y Pribram, la verdadera experiencia religiosa, la experiencia de la unidad mística y la “identidad suprema”, podría ser muy bien una experiencia genuina y legítima de este fundamento implícito y universal.
En cierto modo, este paradigma parecía marcar la culminación de una tendencia histórica discernible: desde la “revolución cuántica” de hace cincuenta años, varios físicos han descubierto intrigantes paralelismo entre sus resultados y los de ciertas religiones místico-trascendentales. Heisenberg, Bohr, Schrödinger, Eddigton, Jeans, y hasta el propio Einstein, tuvieron una visión místico-espiritual del mundo. Con la gran afluencia de las religiones orientales a Occidente (iniciadas principalmente con los Essays in Zen Buddhism de D.T. Suzuki), estas analogías resultaban cada vez más claras y enérgicas. A nivel popular, Alan Watts empezó a utilizar la física moderna y la teoría de sistemas para explicar el budismo y el taoísmo. El libro The Medium, the Mystic, and the , de Lawrence LeShan, era una aproximación más académica. Pero tal vez no hubo libro que ocupase más el interés de eruditos y laicos por igual que el de Fritjof Capra (2000), El Tao de la Física, que tuvo un éxito enorme.
Otras voces se sumaron a las suyas: Stanley Krippner en parapsicología, Keneth Pelletier en neurofisiología, Sam Keen en la “conexión cósmica”, John Welwood en psicología, Willis Harman en la nueva ciencia, John Battista en teoría de la información y psiquiatría, y muchos más. Mención especial merecen, sin embargo, las aportaciones de Marilyn Ferguson y Renée Weber. Marilyn Ferguson (1998), cuyo libro más reciente La conspiración de acuario, supone una aportación importante a todo este tema, contribuyó materialmente (a través del Brain/mind Bulletin) a iniciar el propio diálogo general. Y Renée Weber, además de contribuir con numerosos artículos e ideas, efectuó hábiles entrevistas a Bohm y Capra que ayudaron mucho a clarificar las cuestiones fundamentales.
Uno puede estar de acuerdo o no con el nuevo paradigma, y tanto los argumentos a favor como en contra están bien representados en este libro. Y “el” propio paradigma es susceptible de toda clase de interpretaciones. Algunos investigadores han creído necesario introducir dimensiones jerárquicas y evolutivas en el paradigma. Otros no han visto una identidad estricta entre ciencia y misticismo, sino únicamente algunas analogías importantes. Otros, en fin, han cuestionado si un nuevo mapa mental o paradigma, con independencia de su aparente unidad, puede llevar realmente a la trascendencia de la mente misma (que es el verdadero objetivo del misticismo genuino). Todos estos temas se debatieron en ReVision, y todos ellos quedan recogidos en las páginas siguientes.
Mi punto de vista es este: se esté o no de acuerdo con el (los) nuevo(s) paradigma(s), hay una conclusión clara: como mucho, la nueva ciencia requiere espíritu; como poco, deja un amplio espacio para el espíritu. En cualquier caso, la ciencia moderna ya no niega el espíritu. Y eso es lo que hace época. Como ha observado Hans Küng, la respuesta normal a la pregunta de “¿Cree usted en el espíritu?” solía ser “Claro que no, soy científico”. Pero muy pronto podría ser esta: “Claro que creo en el espíritu. Soy científico”.
Este libro, como la misma ReVision, constituye uno de los primeros pasos que prepara el terreno para esa segunda, y más iluminadora respuesta.
BIBLIOGRAFÍA:
Capra, Fritjof. El tao de la física. Malaga: Sirio, 2000.
Ferguson, Marilyn. La conspiración de acuario. Barcelona: Kairós, 1998.
Wilber, Ken. El paradigma holográfico. Barcelona: Kairós, 2011.
Este artículo es una reproducción de las notas 108 y 109 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 277:
De nuevo, una ciencia está a punto de abrirnos los ojos a realidades que nada tienen que ver con las que hemos vivido durante siglos: estas han sido producto de nuestro cerebro y las realidades que las sustituyan también lo serán. Pero ahora, soñar con una realidad independiente del cerebro humano será posible pero no real, nos dice Rubia (¿no está apuntando hacia la hipótesis de la simulación? (1)). Hemos descubierto neuronas que son la base de la empatía, probablemente también del lenguaje y de la moralidad, como las neuronas espejo, pero los temas que he mencionado en relación con la revolución subjetiva van más allá porque van a cambiar la imagen que tenemos del mundo y de nosotros mismos. Las humanidades, junto con la neurociencia, tendrán que colaborar para diseñar una nueva imagen del ser humano que, sin duda, será distinta a la que hoy conocemos. La brecha epistemológica entre ciencia y religión lo es también entre la ciencia y las humanidades (2).
NOTAS:
(1) La hipótesis de simulación propone que la realidad es una simulación de la cual los afectados por el simulante no están conscientes. La hipótesis desarrolla la característica del Dios maligno de René Descartes, pero la lleva más allá por analogía en una realidad simulada futura. La misma tecnología ficticia aparece, en parte o totalmente, en películas de ciencia ficción como Star Trek, Dark City,The Thirteenth Floor, Matrix, Abre los ojos, Vanilla Sky, Total Recall, Inception y Source Code.
(2) Según el filósofo francés Edgar Morin (1994), la humanidad se halla ante un “pensamiento complejo”, de difícil acceso para los inducidos ignorantes (Mayos et al., 2011) desde la atalaya del economicismo neoliberal (Navarro, 2012). Dicha ignorancia es extensiva también a nuestra actual cosmovisión del mundo bajo el influjo de la racionalidad positivista que predomina en El espejismo de la ciencia (Sheldrake, 2013) como adalid de la suprema “verdad”, marginando así a las humanidades como medio para una interpretación crítica de la realidad actual, como revitalización de la cultura, como reflexión sobre las grandes cuestiones personales y sociales, y como catalizadores de la creatividad (Alvira y Spang, 2006). Sin embargo, la evolución del Kosmos no se detendrá pues se vislumbra la trascendencia hacia una episteme transracional (Márquez y Díaz, 2011):
"Es necesario que esta riquísima cosmovisión que nos revela el aura de una nueva racionalidad para pensar y rehacer el mundo, se convierta en un programa transdisciplinar de investigaciones que logren desplazar nuestra experiencia deconstructiva de los fenómenos de la realidad en todos los órdenes del conocimiento hacia éticas epistémicas. La infinitud de formas posibles a las que apuntan las redes complejas de conocimiento, no es más que la posibilidad humana y natural de entender los ciclos y procesos de la vida en sentido generativo, nunca progresivo ni lineal."
En esa línea de pensamiento transracional, María Alejandra Rodríguez (2017), Docente universitario en el departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Carabobo (Venezuela), aborda el papel de La filosofía educativa en el ámbito universitario, un punto de vista que bien puede ser extrapolable a cualquier universidad del mundo por sus inherentes principios universales:
"La educación superior en Venezuela, como fundamento formativo para el desarrollo educativo, cultural, filosófico y social puede ser un punto de referencia crucial en función de la construcción de una sociedad humana, justa y libre. Se trata de educar más allá del bienestar individual y colectivo propuesto por una sociedad del éxito personal y del consumo, trabajar en función del porvenir de la civilización y la supervivencia de la raza humana y del planeta; ya que una persona consciente de su compromiso existencial puede alcanzar grandes logros e impactar en el bienestar de los demás gracias a un humanismo trascendental y verdadero. Por eso la educación universitaria debe considerarse como el modo formativo humanista para emprender cualquier objetivo elevado, verdaderamente humano, comunitario y social, sea a través del currículo de carácter ético-espiritual de todas las profesiones, o de una formación filosófica en torno a las dimensiones antropológicas existenciales del sentido de la vida desde el compromiso social."
Dicha cosmovisión de una nueva racionalidad para pensar y rehacer el mundo mediante una educación transracional (Martos, 2017) inquiere, como objetivo de esta investigación, que el educando aprehenda la síntesis de saberes mediante una genuina intuición espiritual: la integración de la conciencia (yo), la ciencia (ello) y la moral (nosotros) -las tres esferas del saber diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas- como una intuición moral básica (Wilber, 2005) para orientar éticamente sus actos, pensamientos y sentimientos. Una ética epistémica en toda regla bajo una epísteme transracional.
BIBLIOGRAFÍA:
Alvira, R. y Spang, K. Humanidades para el siglo XXI. Navarra: Ediciones Universidad de Navarra, 2006.
Márquez Fernández, Álvaro B.; Díaz Montiel, Zulay C. “La complejidad: hacia una epísteme transracional”. Telos, vol. 13, núm. 1, enero-abril, 2011, pp. 11-29. Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín Maracaibo, Venezuela.
Martos, Amador. Filosofía transpersonal y educación transracional. España: Amazon, 2017.
Mayos, Gonçal et al. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Península, 2011.
Morin, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa, 1994.
Navarro, Vinçens. Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona: Espasa libros, 2012.
Rodríguez, María Alejandra. La filosofía educativa en el ámbito universitario. Departamento de filosofía, Universidad de Carabobo, Venezuela, 2017.
Sheldrake, Rupert. El espejismo de la ciencia. Barcelona: Kairós, 2013.
Wilber, Ken. Breve historia de todas las cosas. Barcelona: Kairós, 2005.
Ver más
Extracto de la página 277:
De nuevo, una ciencia está a punto de abrirnos los ojos a realidades que nada tienen que ver con las que hemos vivido durante siglos: estas han sido producto de nuestro cerebro y las realidades que las sustituyan también lo serán. Pero ahora, soñar con una realidad independiente del cerebro humano será posible pero no real, nos dice Rubia (¿no está apuntando hacia la hipótesis de la simulación? (1)). Hemos descubierto neuronas que son la base de la empatía, probablemente también del lenguaje y de la moralidad, como las neuronas espejo, pero los temas que he mencionado en relación con la revolución subjetiva van más allá porque van a cambiar la imagen que tenemos del mundo y de nosotros mismos. Las humanidades, junto con la neurociencia, tendrán que colaborar para diseñar una nueva imagen del ser humano que, sin duda, será distinta a la que hoy conocemos. La brecha epistemológica entre ciencia y religión lo es también entre la ciencia y las humanidades (2).
NOTAS:
(1) La hipótesis de simulación propone que la realidad es una simulación de la cual los afectados por el simulante no están conscientes. La hipótesis desarrolla la característica del Dios maligno de René Descartes, pero la lleva más allá por analogía en una realidad simulada futura. La misma tecnología ficticia aparece, en parte o totalmente, en películas de ciencia ficción como Star Trek, Dark City,The Thirteenth Floor, Matrix, Abre los ojos, Vanilla Sky, Total Recall, Inception y Source Code.
(2) Según el filósofo francés Edgar Morin (1994), la humanidad se halla ante un “pensamiento complejo”, de difícil acceso para los inducidos ignorantes (Mayos et al., 2011) desde la atalaya del economicismo neoliberal (Navarro, 2012). Dicha ignorancia es extensiva también a nuestra actual cosmovisión del mundo bajo el influjo de la racionalidad positivista que predomina en El espejismo de la ciencia (Sheldrake, 2013) como adalid de la suprema “verdad”, marginando así a las humanidades como medio para una interpretación crítica de la realidad actual, como revitalización de la cultura, como reflexión sobre las grandes cuestiones personales y sociales, y como catalizadores de la creatividad (Alvira y Spang, 2006). Sin embargo, la evolución del Kosmos no se detendrá pues se vislumbra la trascendencia hacia una episteme transracional (Márquez y Díaz, 2011):
"Es necesario que esta riquísima cosmovisión que nos revela el aura de una nueva racionalidad para pensar y rehacer el mundo, se convierta en un programa transdisciplinar de investigaciones que logren desplazar nuestra experiencia deconstructiva de los fenómenos de la realidad en todos los órdenes del conocimiento hacia éticas epistémicas. La infinitud de formas posibles a las que apuntan las redes complejas de conocimiento, no es más que la posibilidad humana y natural de entender los ciclos y procesos de la vida en sentido generativo, nunca progresivo ni lineal."
En esa línea de pensamiento transracional, María Alejandra Rodríguez (2017), Docente universitario en el departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Carabobo (Venezuela), aborda el papel de La filosofía educativa en el ámbito universitario, un punto de vista que bien puede ser extrapolable a cualquier universidad del mundo por sus inherentes principios universales:
"La educación superior en Venezuela, como fundamento formativo para el desarrollo educativo, cultural, filosófico y social puede ser un punto de referencia crucial en función de la construcción de una sociedad humana, justa y libre. Se trata de educar más allá del bienestar individual y colectivo propuesto por una sociedad del éxito personal y del consumo, trabajar en función del porvenir de la civilización y la supervivencia de la raza humana y del planeta; ya que una persona consciente de su compromiso existencial puede alcanzar grandes logros e impactar en el bienestar de los demás gracias a un humanismo trascendental y verdadero. Por eso la educación universitaria debe considerarse como el modo formativo humanista para emprender cualquier objetivo elevado, verdaderamente humano, comunitario y social, sea a través del currículo de carácter ético-espiritual de todas las profesiones, o de una formación filosófica en torno a las dimensiones antropológicas existenciales del sentido de la vida desde el compromiso social."
Dicha cosmovisión de una nueva racionalidad para pensar y rehacer el mundo mediante una educación transracional (Martos, 2017) inquiere, como objetivo de esta investigación, que el educando aprehenda la síntesis de saberes mediante una genuina intuición espiritual: la integración de la conciencia (yo), la ciencia (ello) y la moral (nosotros) -las tres esferas del saber diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas- como una intuición moral básica (Wilber, 2005) para orientar éticamente sus actos, pensamientos y sentimientos. Una ética epistémica en toda regla bajo una epísteme transracional.
BIBLIOGRAFÍA:
Alvira, R. y Spang, K. Humanidades para el siglo XXI. Navarra: Ediciones Universidad de Navarra, 2006.
Márquez Fernández, Álvaro B.; Díaz Montiel, Zulay C. “La complejidad: hacia una epísteme transracional”. Telos, vol. 13, núm. 1, enero-abril, 2011, pp. 11-29. Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín Maracaibo, Venezuela.
Martos, Amador. Filosofía transpersonal y educación transracional. España: Amazon, 2017.
Mayos, Gonçal et al. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Península, 2011.
Morin, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa, 1994.
Navarro, Vinçens. Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona: Espasa libros, 2012.
Rodríguez, María Alejandra. La filosofía educativa en el ámbito universitario. Departamento de filosofía, Universidad de Carabobo, Venezuela, 2017.
Sheldrake, Rupert. El espejismo de la ciencia. Barcelona: Kairós, 2013.
Wilber, Ken. Breve historia de todas las cosas. Barcelona: Kairós, 2005.
Este artículo es una reproducción de la nota 100 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 249:
Desde el surgimiento de la física cuántica, tal es el debate entre los materialistas científicos (método científico) y los mal llamados “místicos cuánticos” (método trascendental). Dicha dicotomía cognitiva, en realidad, es una réplica epistemológica entre la ciencia como medio de conocimiento objetivo y el misticismo como conocimiento revelado que plantean las diversas religiones. Por tanto, el debate que se plantea desde el surgimiento de la física cuántica es el encontronazo entre la racionalidad y la espiritualidad (Laszlo, 2007) (1) , una cuestión de hondo calado abordada pedagógicamente como La educación cuántica y que propugna ese nuevo paradigma de conocimiento donde el “misticismo cuántico” debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal.
Sin embargo, dicha cuestión también puede ser consultada en Cuestiones cuánticas, una obra de Ken Wilber (2013) que recopila los escritos místicos de los físicos más famosos del mundo. Son unos escritos místicos de los científicos más eminentes de nuestra era, los padres fundadores de la relatividad y de la física cuántica. Todos ellos, con un lenguaje asequible y ajeno a la terminología técnica, expresan su convicción de que la física y la mística, de alguna manera, son complementarias. Sin lugar a dudas, son cada vez más los científicos que escapan de la exclusiva mirada del materialismo científico y abrazan a la espiritualidad.
NOTA (1): Ervin Laszlo (2007) en su obra El universo informado, resumen:
En esta visionaria y atrevida obra el eminente filósofo, científico y fundador del Club de Budapest, Ervin Laszlo plantea un campo de información como la sustancia clave del cosmos. El Dr Laszlo toma del sánscrito la palabra “akasha” (que significa “espacio”) y llama a este campo “el campo A”. En la obra Lazslo plantea que el vacío cósmico es la energía fundamental del universo y el campo de transmisión de información que “informa” al universo. Laszlo plantea que la existencia de ese campo es necesaria para explicar las múltiples incógnitas de la ciencia en la actualidad, y permite entender la sorprendente fecundidad y orden de la evolución del universo.
En este libro el autor hace un apasionante repaso de los enigmas sin resolver con los que se enfrenta la ciencia contemporánea (en la física cuántica, cosmología, en las ciencias biológicas y en el nuevo campo de la investigación de la conciencia), y como conclusión plantea el papel del “campo A” como elemento central de una nueva teoría del todo que permite resolver problemas y paradojas de la física cuántica, especialmente el fenómeno de no-localidad y del enmarañamiento quántico. También plantea su teoría del todo como la solución a las perennes disputas entre ciencia y religión.
BIBLIOGRAFÍA:
Laszlo, Ervin. El universo informado. Madrid: Editorial Nowtilus, 2007.
Wilber, Ken. Cuestiones cuánticas. Barcelona: Kairós, 2013.
Ver más
Extracto de la página 249:
Desde el surgimiento de la física cuántica, tal es el debate entre los materialistas científicos (método científico) y los mal llamados “místicos cuánticos” (método trascendental). Dicha dicotomía cognitiva, en realidad, es una réplica epistemológica entre la ciencia como medio de conocimiento objetivo y el misticismo como conocimiento revelado que plantean las diversas religiones. Por tanto, el debate que se plantea desde el surgimiento de la física cuántica es el encontronazo entre la racionalidad y la espiritualidad (Laszlo, 2007) (1) , una cuestión de hondo calado abordada pedagógicamente como La educación cuántica y que propugna ese nuevo paradigma de conocimiento donde el “misticismo cuántico” debe ser reconsiderado como filosofía transpersonal.
Sin embargo, dicha cuestión también puede ser consultada en Cuestiones cuánticas, una obra de Ken Wilber (2013) que recopila los escritos místicos de los físicos más famosos del mundo. Son unos escritos místicos de los científicos más eminentes de nuestra era, los padres fundadores de la relatividad y de la física cuántica. Todos ellos, con un lenguaje asequible y ajeno a la terminología técnica, expresan su convicción de que la física y la mística, de alguna manera, son complementarias. Sin lugar a dudas, son cada vez más los científicos que escapan de la exclusiva mirada del materialismo científico y abrazan a la espiritualidad.
NOTA (1): Ervin Laszlo (2007) en su obra El universo informado, resumen:
En esta visionaria y atrevida obra el eminente filósofo, científico y fundador del Club de Budapest, Ervin Laszlo plantea un campo de información como la sustancia clave del cosmos. El Dr Laszlo toma del sánscrito la palabra “akasha” (que significa “espacio”) y llama a este campo “el campo A”. En la obra Lazslo plantea que el vacío cósmico es la energía fundamental del universo y el campo de transmisión de información que “informa” al universo. Laszlo plantea que la existencia de ese campo es necesaria para explicar las múltiples incógnitas de la ciencia en la actualidad, y permite entender la sorprendente fecundidad y orden de la evolución del universo.
En este libro el autor hace un apasionante repaso de los enigmas sin resolver con los que se enfrenta la ciencia contemporánea (en la física cuántica, cosmología, en las ciencias biológicas y en el nuevo campo de la investigación de la conciencia), y como conclusión plantea el papel del “campo A” como elemento central de una nueva teoría del todo que permite resolver problemas y paradojas de la física cuántica, especialmente el fenómeno de no-localidad y del enmarañamiento quántico. También plantea su teoría del todo como la solución a las perennes disputas entre ciencia y religión.
BIBLIOGRAFÍA:
Laszlo, Ervin. El universo informado. Madrid: Editorial Nowtilus, 2007.
Wilber, Ken. Cuestiones cuánticas. Barcelona: Kairós, 2013.
Este artículo es una reproducción de la nota 88 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 169:
El reduccionismo psicológico, en sentido positivista, no es capaz de dar razones sobre ese verdadero sentido de la vida, pues deja de lado la visión espiritual inherente al ser humano, una cuestión que pertenece propiamente a la metafísica (1). En filosofía, la metafísica estudia los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. Según Kant, una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (“cuando emite un juicio sintético sobre un asunto”) que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado sensiblemente por el ser humano. Algunos filósofos han sostenido que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de “necesidad inevitable”. Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como “animal metafísico”. ¿No es la metafísica el modo de saber trascendental?
NOTA (1):
Con la constatación heideggeriana de que “todo comprender es comprenderse”, cabe destacar el papel positivo de la subjetividad en la hermenéutica, lo cual implica distinguir la subjetividad metafísica de lo que sería el ser humano individual, al que no se opone la hermenéutica (González y Trías, 2003:26-27). La metafísica, aunque problemática, es inevitable: el ser “humano” (cualquier ser con determinado grado de consciencia) es un ser metafísico, y la desaparición de la metafísica solo es posible con la desaparición del humano (o vivos semejantes de otros planetas). Una de las características del siglo XX ha sido la crítica sin contemplaciones a este tipo de filosofía eterna y sistemática que asociamos al término metafísica. Y, sin embargo, nada más actual que las cuestiones metafísicas. No hay manera de evitar que una y otra vez vuelva ese tipo de preguntas primeras sobre Dios, el hombre o el mundo, que quieren saber qué es lo que podemos conocer, qué es lo que debemos hacer o qué es lo que nos cabe esperar (Negrete, 2015).
BIBLIOGRAFÍA:
González, J. y Trías, E. Cuestiones metafísicas . Madrid: Editorial Trotta, 2003.
Negrete, Juan Antonio. De la Filosofía como Dialéctica y Analogía. Madrid: Apeiron Ediciones, 2015.
Ver más
Extracto de la página 169:
El reduccionismo psicológico, en sentido positivista, no es capaz de dar razones sobre ese verdadero sentido de la vida, pues deja de lado la visión espiritual inherente al ser humano, una cuestión que pertenece propiamente a la metafísica (1). En filosofía, la metafísica estudia los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. Según Kant, una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (“cuando emite un juicio sintético sobre un asunto”) que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado sensiblemente por el ser humano. Algunos filósofos han sostenido que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de “necesidad inevitable”. Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como “animal metafísico”. ¿No es la metafísica el modo de saber trascendental?
NOTA (1):
Con la constatación heideggeriana de que “todo comprender es comprenderse”, cabe destacar el papel positivo de la subjetividad en la hermenéutica, lo cual implica distinguir la subjetividad metafísica de lo que sería el ser humano individual, al que no se opone la hermenéutica (González y Trías, 2003:26-27). La metafísica, aunque problemática, es inevitable: el ser “humano” (cualquier ser con determinado grado de consciencia) es un ser metafísico, y la desaparición de la metafísica solo es posible con la desaparición del humano (o vivos semejantes de otros planetas). Una de las características del siglo XX ha sido la crítica sin contemplaciones a este tipo de filosofía eterna y sistemática que asociamos al término metafísica. Y, sin embargo, nada más actual que las cuestiones metafísicas. No hay manera de evitar que una y otra vez vuelva ese tipo de preguntas primeras sobre Dios, el hombre o el mundo, que quieren saber qué es lo que podemos conocer, qué es lo que debemos hacer o qué es lo que nos cabe esperar (Negrete, 2015).
BIBLIOGRAFÍA:
González, J. y Trías, E. Cuestiones metafísicas . Madrid: Editorial Trotta, 2003.
Negrete, Juan Antonio. De la Filosofía como Dialéctica y Analogía. Madrid: Apeiron Ediciones, 2015.
Este artículo es una reproducción de las notas 21, 22 Y 23 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).
Extracto de la página 31:
Sin embargo, ¿dónde está ese pensamiento regenerador, al modo como lo hiciera Descartes en su día? Con dicho objetivo está escrita La educación cuántica., porque al decir del insigne Kant: “La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que la naturaleza es capaz”. ¿Pero quién provee la educación cognitiva imparcial y justa? Siguiendo la premisa del escritor escocés Walter Scott, “la parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da”. Fue así como Descartes se auto instruyó para producir un pensamiento racional autónomo, libre de los dogmas religiosos, es decir, despertó su mente racional, solito, frente a la Santa Inquisición. Descartes (1999) tuvo que estructurar unas reglas del pensamiento en su Discurso del método (1) para salir de las garras de la Iglesia. Y yo debo hacerlo contra los poderes fácticos económicos, burgueses, monárquicos (2) y religiosos, aprovechando que ellos también están heridos de muerte. Para ello, he tenido que estudiar la historia del pensamiento, o sea filosofía, pues, como dijera el filósofo chino Confucio, “estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro”. El saber sigue siendo mi humilde rescoldo para ser libre de pensamiento, de ahí mis diversas publicaciones a modo de librepensador.
NOTAS:
(1) El Discurso del método, cuyo título completo es Discurso del método para conducir bien la propia razón y buscar la verdad en las ciencias, es la principal obra escrita por René Descartes (1596-1650) y una obra fundamental de la filosofía occidental con implicaciones para el desarrollo de la filosofía y de la ciencia. Descartes tituló esta obra Discurso del método con una finalidad precisa. En una carta que dirige a Marin Mersenne le explica que la ha titulado Discurso y no Tratado para poner de manifiesto que no tenía intención de enseñar, sino solo de hablar. Con esto Descartes trata de alejarse de cualquier problema que pudiese surgir con sus contemporáneos por las ideas vertidas en esta obra y además escapa así de una posible condena eclesiástica como había ocurrido poco tiempo antes con Galileo y cuyas ideas Descartes no consideraba desacertadas.
La locución latina “cogito ergo sum”, que en castellano se traduce frecuentemente como “pienso, luego existo”, es un planteamiento filosófico de René Descartes (1596-1650), el cual se convirtió en el elemento fundamental del racionalismo occidental. “Cogito ergo sum” es una traducción del planteamiento original de Descartes en francés: “Je pense, donc je suis”, encontrado en su famoso Discurso del método (Descartes, 1999). La frase de Descartes expresa uno de los principios filosóficos fundamentales de la filosofía moderna: que mi pensamiento, y por lo tanto mi propia existencia, es indudable, algo absolutamente cierto y a partir de lo cual puedo establecer nuevas certezas.
(2) Un artículo de Juan Felipe Arcila, Ingeniero civil, publicado en la revista deslinde.co con fecha 12-12-2014: La decadencia de la monarquía española sale a la luz pública.
La abdicación de Juan Carlos de Borbón como rey de España y el ascenso de su hijo Felipe VI al trono, no es sino un desesperado intento por lavarle la cara a una monarquía profundamente desprestigiada por los escándalos del rey Juan Carlos y su familia, vinculados a delitos ambientales, lavado de dinero y corrupción. Los últimos hechos de corrupción de la Monarquía española reflejan su decadencia como institución y en consecuencia la pérdida de apoyo de las capas populares españolas.
Uno de los últimos escándalos del Rey Juan Carlos, la cacería de elefantes en Botswana al Sur de África, suscitó las críticas de diversas organizaciones ecologistas y especialmente de la WWF (World Wild life Fund for Nature por sus siglas en inglés), que cuenta con programas de protección de la fauna salvaje y de la cual el monarca fue presidente honorífico desde 1968 hasta que fue eliminado del cargo a causa del escándalo. La sociedad española desde siempre ha conocido esta afición del monarca pero en esta ocasión el escándalo se hizo mayor por la suma de acontecimientos delictivos y corruptos de la Casa Real que han salido a la luz pública en los últimos meses. La pérdida de popularidad del Rey Juan Carlos y de toda la institución monárquica va más allá de sus reprochables hobbies, escándalos personales o de los conflictos en el seno de la familia real que han sido registrados por la prensa rosa de amplia difusión en España.
Su descrédito ha tomado fuerza con la imputación a miembros de su familia por casos de corrupción, blanqueo de capitales y fraude fiscal que ha suscitado el descontento de las clases populares españolas que sufren la crisis económica en medio del desempleo, la congelación de salarios y recortes al gasto público. La trama de corrupción conocida como el caso Nóos que involucra a la infanta Cristina y a su esposo Iñaki Urdangarin con el desvío de millones de euros de dinero público a empresas privadas de su propiedad, evasión de impuestos, tráfico de influencias y abusos de poder en relación a empresas privadas y administraciones públicas (1).
Las prebendas, favores, negocios y relaciones de la monarquía con sociedades y entidades privadas no es nada nuevo, la fortuna del Rey Juan Carlos está relacionada con oscuros negocios en el petróleo, la especulación financiera y los negocios inmobiliarios y sus amistades con una élite económica… que terminó enjuiciada por corrupción y en algunos casos entre rejas (2). Incluso algunos miembros de confianza de la Casa Real están relacionados con las grandes empresas, como el caso de Fernando Almansa consejero privado del Rey que es miembro del Consejo de Administración de Telefónica.
Pero la presión de la Casa Real sobre los medios de comunicación ha ocultado las andanzas de la monarquía, tal como lo expresa el periodista Pascual Serrano de Le Monde Diplomatique: “A diferencia de otras monarquías como la británica, la española ha estado blindada frente a la crítica de los medios de comunicación. Se trata de un caso evidente de censura apoyado por los directivos de la prensa y la mayoría de los periodistas, incluso los no españoles”. Son contados los libros publicados de crítica y denuncia, y solo hasta ahora se han registrado en la prensa un conjunto de hechos imposibles de ocultar.
Uno de los principales críticos de la Monarquía española, el senador vasco Iñaki Anasagasti, resume en tres renglones la imagen que la actual sociedad española tiene respecto al Rey Juan Carlos: “su vida privada no es nada ejemplar, sus gastos y sus relaciones con amigos comisionistas son impropios, y su falta de responsabilidad ante el delito es algo único en una Europa democrática” (3), en referencia al blindaje que le da la Constitución española de 1978 que le destina presupuesto del Estado para su sostenimiento y lo exime de toda responsabilidad (Artículo 65-1). El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma (Artículo 56-3). La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
La abdicación del Rey Juan Carlos y el traspaso de la corona a Felipe VI pretende restaurar su imagen y reputación, pero los sectores republicanos reclaman el fin de la Monarquía y el camino hacia una república presidencialista.
Notas:
1-Carlos Jiménez Villarejo: La Monarquía española, atenazada por la corrupción, El periódico, 5 de Abril 2013.
2-Pascual Serrano: Críticas contra la monarquía española de los escándalos sexuales al caso Urdangarin. Le Monde Diplomatique en Español Nº194, Diciembre 2011.
3-Iñaki Anasagasti, libro: Una monarquía protegida por la censura, Foca: 2009.
Bibliografía:
Descartes, René. Discurso del método. Madrid: Ediciones escolares, 1999.
Ver más
Extracto de la página 31:
Sin embargo, ¿dónde está ese pensamiento regenerador, al modo como lo hiciera Descartes en su día? Con dicho objetivo está escrita La educación cuántica., porque al decir del insigne Kant: “La educación es el desarrollo en el hombre de toda la perfección de que la naturaleza es capaz”. ¿Pero quién provee la educación cognitiva imparcial y justa? Siguiendo la premisa del escritor escocés Walter Scott, “la parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da”. Fue así como Descartes se auto instruyó para producir un pensamiento racional autónomo, libre de los dogmas religiosos, es decir, despertó su mente racional, solito, frente a la Santa Inquisición. Descartes (1999) tuvo que estructurar unas reglas del pensamiento en su Discurso del método (1) para salir de las garras de la Iglesia. Y yo debo hacerlo contra los poderes fácticos económicos, burgueses, monárquicos (2) y religiosos, aprovechando que ellos también están heridos de muerte. Para ello, he tenido que estudiar la historia del pensamiento, o sea filosofía, pues, como dijera el filósofo chino Confucio, “estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro”. El saber sigue siendo mi humilde rescoldo para ser libre de pensamiento, de ahí mis diversas publicaciones a modo de librepensador.
NOTAS:
(1) El Discurso del método, cuyo título completo es Discurso del método para conducir bien la propia razón y buscar la verdad en las ciencias, es la principal obra escrita por René Descartes (1596-1650) y una obra fundamental de la filosofía occidental con implicaciones para el desarrollo de la filosofía y de la ciencia. Descartes tituló esta obra Discurso del método con una finalidad precisa. En una carta que dirige a Marin Mersenne le explica que la ha titulado Discurso y no Tratado para poner de manifiesto que no tenía intención de enseñar, sino solo de hablar. Con esto Descartes trata de alejarse de cualquier problema que pudiese surgir con sus contemporáneos por las ideas vertidas en esta obra y además escapa así de una posible condena eclesiástica como había ocurrido poco tiempo antes con Galileo y cuyas ideas Descartes no consideraba desacertadas.
La locución latina “cogito ergo sum”, que en castellano se traduce frecuentemente como “pienso, luego existo”, es un planteamiento filosófico de René Descartes (1596-1650), el cual se convirtió en el elemento fundamental del racionalismo occidental. “Cogito ergo sum” es una traducción del planteamiento original de Descartes en francés: “Je pense, donc je suis”, encontrado en su famoso Discurso del método (Descartes, 1999). La frase de Descartes expresa uno de los principios filosóficos fundamentales de la filosofía moderna: que mi pensamiento, y por lo tanto mi propia existencia, es indudable, algo absolutamente cierto y a partir de lo cual puedo establecer nuevas certezas.
(2) Un artículo de Juan Felipe Arcila, Ingeniero civil, publicado en la revista deslinde.co con fecha 12-12-2014: La decadencia de la monarquía española sale a la luz pública.
La abdicación de Juan Carlos de Borbón como rey de España y el ascenso de su hijo Felipe VI al trono, no es sino un desesperado intento por lavarle la cara a una monarquía profundamente desprestigiada por los escándalos del rey Juan Carlos y su familia, vinculados a delitos ambientales, lavado de dinero y corrupción. Los últimos hechos de corrupción de la Monarquía española reflejan su decadencia como institución y en consecuencia la pérdida de apoyo de las capas populares españolas.
Uno de los últimos escándalos del Rey Juan Carlos, la cacería de elefantes en Botswana al Sur de África, suscitó las críticas de diversas organizaciones ecologistas y especialmente de la WWF (World Wild life Fund for Nature por sus siglas en inglés), que cuenta con programas de protección de la fauna salvaje y de la cual el monarca fue presidente honorífico desde 1968 hasta que fue eliminado del cargo a causa del escándalo. La sociedad española desde siempre ha conocido esta afición del monarca pero en esta ocasión el escándalo se hizo mayor por la suma de acontecimientos delictivos y corruptos de la Casa Real que han salido a la luz pública en los últimos meses. La pérdida de popularidad del Rey Juan Carlos y de toda la institución monárquica va más allá de sus reprochables hobbies, escándalos personales o de los conflictos en el seno de la familia real que han sido registrados por la prensa rosa de amplia difusión en España.
Su descrédito ha tomado fuerza con la imputación a miembros de su familia por casos de corrupción, blanqueo de capitales y fraude fiscal que ha suscitado el descontento de las clases populares españolas que sufren la crisis económica en medio del desempleo, la congelación de salarios y recortes al gasto público. La trama de corrupción conocida como el caso Nóos que involucra a la infanta Cristina y a su esposo Iñaki Urdangarin con el desvío de millones de euros de dinero público a empresas privadas de su propiedad, evasión de impuestos, tráfico de influencias y abusos de poder en relación a empresas privadas y administraciones públicas (1).
Las prebendas, favores, negocios y relaciones de la monarquía con sociedades y entidades privadas no es nada nuevo, la fortuna del Rey Juan Carlos está relacionada con oscuros negocios en el petróleo, la especulación financiera y los negocios inmobiliarios y sus amistades con una élite económica… que terminó enjuiciada por corrupción y en algunos casos entre rejas (2). Incluso algunos miembros de confianza de la Casa Real están relacionados con las grandes empresas, como el caso de Fernando Almansa consejero privado del Rey que es miembro del Consejo de Administración de Telefónica.
Pero la presión de la Casa Real sobre los medios de comunicación ha ocultado las andanzas de la monarquía, tal como lo expresa el periodista Pascual Serrano de Le Monde Diplomatique: “A diferencia de otras monarquías como la británica, la española ha estado blindada frente a la crítica de los medios de comunicación. Se trata de un caso evidente de censura apoyado por los directivos de la prensa y la mayoría de los periodistas, incluso los no españoles”. Son contados los libros publicados de crítica y denuncia, y solo hasta ahora se han registrado en la prensa un conjunto de hechos imposibles de ocultar.
Uno de los principales críticos de la Monarquía española, el senador vasco Iñaki Anasagasti, resume en tres renglones la imagen que la actual sociedad española tiene respecto al Rey Juan Carlos: “su vida privada no es nada ejemplar, sus gastos y sus relaciones con amigos comisionistas son impropios, y su falta de responsabilidad ante el delito es algo único en una Europa democrática” (3), en referencia al blindaje que le da la Constitución española de 1978 que le destina presupuesto del Estado para su sostenimiento y lo exime de toda responsabilidad (Artículo 65-1). El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma (Artículo 56-3). La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.
La abdicación del Rey Juan Carlos y el traspaso de la corona a Felipe VI pretende restaurar su imagen y reputación, pero los sectores republicanos reclaman el fin de la Monarquía y el camino hacia una república presidencialista.
Notas:
1-Carlos Jiménez Villarejo: La Monarquía española, atenazada por la corrupción, El periódico, 5 de Abril 2013.
2-Pascual Serrano: Críticas contra la monarquía española de los escándalos sexuales al caso Urdangarin. Le Monde Diplomatique en Español Nº194, Diciembre 2011.
3-Iñaki Anasagasti, libro: Una monarquía protegida por la censura, Foca: 2009.
Bibliografía:
Descartes, René. Discurso del método. Madrid: Ediciones escolares, 1999.