"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
AMANECE

Desde mi más tierna infancia me ha atraído la sed de conocimiento. Para saciar dicha sed, he bebido en las fuentes intelectuales y espirituales más genuinas como Platón, Aristóteles, Descartes, Kant, Hegel y Wilber, entre muchos otros. Cada gran pensador, a su manera personal y contextual de la época que la he tocado vivir, ha expuesto sus pensamientos acordes a su propia comprensión respecto de las tres categorías platónicas, respectivamente la Verdad, la Belleza y la Bondad: el Universo (material-"ello"), la Conciencia personal ("yo" donde reside el ego que debe ser transcendido hacia la conciencia transpersonal ) y la Espiritualidad -"nosotros" (esa conciencia transpersonal que, ahora, aspira a la sabiduría divina). Ese recorrido desde el mundo de los sentidos hacia la cognición humana y la trascendencia espiritual es comúnmente conocida como “despertar de la conciencia”, tal como lo plasmó magistralmente Platón en su alegoría del Mito de la caverna.

En la historia del pensamiento, por lo tanto, existen bellos pensamientos como faros perennes para orientar la ignorancia hacia la sabiduría y el egoísmo hacia el amor. Ciertamente, sabiduría y amor, son los fundamentos epistemológicos para alcanzar la conciencia de unidad, propia del estado místico donde se percibe la “realidad” como unidad en cuerpo, mente y Espíritu, una manifestación trina de la divinidad llamada Conciencia.

Esos pensamientos intelectuales y espirituales de la historia, reconvertidos en la Historia del pensamiento como asignatura filosófica impartida en la educación, son dignos de un cierto reconocimiento. Sin embargo, la filosofía se ha vuelto, ciertamente, compleja de entender por sí misma, como postulo. Es por ello que, auxiliarse de esos bellos pensamientos, de una forma resumida y sincrética sería, de alguna forma, aprehender lo mejor de cada pensador para acrecentar exponencialmente nuestra evolución espiritual. Esa encomiable labor ha sido realizada por Marcos González Roldán en su obra Amanecer. Mil reflexiones para inspirar tu Despertar.

Invito a reflexionar sobre cada uno de los mil pensamientos de dicha obra pues, a buen seguro, pueden ser luminarias para dispersar las sombras que hay en nuestros corazones.