"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
enki enki enki enki enki enki

1 – Lo que dice la mitología

Enki o Enkil era un dios de la mitología sumeria, posteriormente conocido como “Ea” y así conocido en las mitologías acadia y babilónica. Significa El señor de la tierra, era hermanastro del dios Enlil, e hijo de Anu. Su misión era la de crear a los hombres e impulsar a que otras divinidades los creasen. Dota a los humanos con las artes, oficios y medios técnicos para la agricultura.

Dice el mito que Enlil intenta destruir a la humanidad en tres oportunidades, molesto por sus hábitos ruidosos. En el último de estos intentos, arrasa la Tierra con un Diluvio. La humanidad consigue salvarse gracias a la intervención de su medio hermano, Enki, que ordenará a Atrahasis, la construcción de un enorme barco en el que deberá cargar semillas y animales. Luego Enlil inunda la Tierra abriendo las compuertas del cielo. Los demás dioses reprenden a Enlil ya que necesitan los sacrificios que realizan los humanos para alimentarse (¿humanos sacrificados?). Cuando las aguas se retiran, Ziusudra ofrece un sacrificio a los dioses, que lo reciben hambrientos. Finalmente, Enki solicita a la diosa madre la creación de nuevos seres humanos.

Quizá el autor emblemático que más ha estudiado la mitología sobre el origen de la humanidad sea David Parcerisa. En su obra Anunnaki, los creadores de la humanidad, realiza un estudio en profundidad sobre los orígenes del ser humano en manos de una civilización extraterrestre, tal y como es narrado en los textos más antiguos que se conocen: las tablillas de arcilla sumerias que tradujo el ruso Sitchin. En su otra obra Enki, padre de la humanidad, expone todas las evidencias registradas de cómo los Dioses Sumerios son el origen de un plan de manipulación genética, y cómo el ser humano fue creado y diseñado por estos seres. En esencia, los llamados Anunnaki, eran una raza extraterrestre que nos creó para esclavizarnos, pero tan solo uno de ellos, se opuso a sus perversos planes. Aquél, a quién encargaron la tarea de crear al humano, se rebeló contra sus amos. Este ser, conocido como Enki, llegó a identificarse tanto con sus criaturas que se puso de su lado, otorgándole conocimientos, privilegios y derechos. En ese libro relata la pugna entre Enki y su rival Enlil y sigue la estela de sus hazañas a lo largo de su paso por distintas culturas del mundo. Enlil es un canciller militar que odia a la humanidad y sólo piensa en destruirla. Enki es un científico y genetista que arriesgará su vida para defender a los hombres. En esta obra analiza los textos sumerios más antiguos, y extrae las claves más importantes para entender quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos como seres inteligentes y espirituales. El mensaje de esa obra es que nunca hemos estado solos, y aunque existen unas entidades oscuras que nos han esclavizado, siempre hemos contado con un aliado: Enki.

2 – Lo que dice la ciencia

Se ha encontrado que existen tres tipos de cerebros, los cuales son los siguientes: el cerebro reptiliano, el cerebro emocional o cerebro límbico y por último el cerebro racional o neocórtex. En este artículo de Psicología-Online, puede estudiar qué es el cerebro reptiliano, sus partes y funciones.

El “complejo-R”, también conocido como el "cerebro reptiliano", incluye el tronco del encéfalo y el cerebelo. La frase "cerebro reptiliano" deriva del hecho que el cerebro de un reptil es dominado por el tronco encefálico y el cerebelo, que controla el comportamiento y el pensamiento instintivo para sobrevivir. Este cerebro controla los músculos, equilibrio y las funciones autonómicas (p. ej., respiración y latido del corazón). Por consiguiente, es principalmente reactivo a estímulos directos.

Sin embargo, no hay un pleno consenso científico acerca del origen del “cerebro reptiliano” e, incluso el neurobiólogo José.R Alonso, considera que el cerebro reptiliano es un mito.

Obviamente, no espero que los científicos ortodoxos se avengan a los presupuestos planteados en este artículo. Desde un punto de vista científico, basta comprender que el concepto “cerebro reptiliano” existe, aunque algunos lo consideren un mito, pero, como veremos a continuación, ya sabemos que desde el mito y la ciencia solo hay un paso para que la antropología histórica aporte veracidad al origen de nuestro cerebro reptiliano.

3 – Lo que dice las investigaciones antropológica e histórica

Hemos visto anteriormente que, tanto la mitología como la ciencia, nos hablan del origen reptil de la humanidad, pero, ¿qué nos dicen las investigaciones antropológica e histórica? En esta cuestión remito al lector a autores que han estudiado exhaustivamente dicha cuestión.

Así, en primer lugar, tenemos a La historia secreta de los reptilianos de Scott Roberts. El tema de la existencia de caciques reptilianos que supervisan el destino de la humanidad tiene una presencia destacada en la literatura moderna sobre conspiraciones. En la Biblia, la fuente de todos los males se ha identificado comúnmente con un ser reptiliano, una serpiente. A medida que el cristianismo cobró fuerza y ganó popularidad, trató de personalizar el mal en forma de Lucifer y el diablo, que pasó a identificarse con esa serpiente parlante del Jardín del Edén. Sitchin e Icke no son sino dos de una larga lista de investigadores que han varado en las aguas turbias del arquetipo reptiliano. Scott Roberts se dirige con audacia adonde pocos hombres han logrado salir a la superficie, y proporciona un enfoque del tema equilibrado, innovador y perspicaz.

En segundo Lugar, la obra de David Icke, Hijos de Matrix, es sumamente esclarecedora sobre el tema:

“Este libro se ha escrito con el objetivo de reunir las pruebas y antecedentes del control extraterrestre, intraterrestre e interdimensional que ha dominado el planeta Tierra durante miles de años hasta el día de hoy, intentando presentar la imagen más clara posible de las fuerzas que diariamente manipulan y dirigen las vidas del género humano. Los linajes que hoy controlan el mundo y nuestras vidas son los mismos que dominaron Lemuria, la Atlántida, Sumeria, Egipto, Babilonia, el Imperio romano, el británico y los demás imperios europeos. Ellos son los presidentes de Estados Unidos, los primeros ministros, las familias que controlan bancos y empresas, los propietarios de los medios de comunicación y aquellos que controlan el ejército. Hemos sido dominados por la misma tribu entrecruzada de híbridos extraterrestres o intraterrestres, los nefilim, durante miles de años y ahora estamos enfrentándonos a un momento crucial de su vasto plan.”

Así pues, lo que dice el mito y la ciencia son, de alguna manera, avalados por las citadas investigaciones antropológicas e históricas.

4 – Lo que dice la hipnosis clínica regresiva

Si la mitología, la ciencia y la antropología histórica, todas ellas, coinciden en que hay un posible origen reptil del ser humano, ¿cómo puede ser comprobado ello? Afortunadamente, de la mano del médico venezolano William Criado es posible adentrarse en los confines del subconsciente humano y, para sorpresa de muchos, en ese lugar se produce una distopia temporal que permite acceder a memorias ancestrales para descubrir que Enki no es sólo un mito, sino el creador del ser humano. Pero, además, podemos descubrir cómo la humanidad es dominada y manipulada por un enemigo invisible que genera la mayor parte del sufrimiento humano como se puede constatar en estas investigaciones.

A partir de las citadas investigaciones científicas, la filosofía transpersonal da un paso de gigante desde la teoría a la práctica gracias a la hipnosis clínica regresiva, incluso, se puede identificar y localizar a ese “genio maligno” en la cuarta dimensión. Algún día, quizá, el sistema educativo deberá contemplar estas investigaciones transpersonales para conocer realmente el origen de la humanidad, tal es el propósito de la filosofía transpersonal que propugno.

5 – Lo que yo pienso

Probablemente no sea muy importante lo que yo piense, pues hay muchas autoridades por encima de mí en la cúspide del conocimiento académico. Pero si tenemos en cuenta que muchas de esas autoridades académicas no tienen ni idea de quien es Ken Wilber, un inconmensurable pensador contemporáneo considerado como el “Einstein de la conciencia”, y que tampoco se dignan dichos académicos a analizar con criterio científico lo que está pasando en el mundo, es evidente, entonces, que vivimos bajo una manipulación económica, social y política que también afecta a las instituciones científicas y educativas, una obra de ingeniería social y mental en toda regla.

A partir de dicho presupuesto, no es extraño que 2020 sea el año apocalíptico por antonomasia y que, coincidiendo con la entrada en la era de Acuario a partir del 21 de diciembre, los hasta ahora considerados como “conspiranóicos” o “negacionistas” seamos los abanderados para recuperar la libertad de pensamiento sin dejar de lado la investigación metodológica propia del método científico, tal ha sido hasta ahora los presupuestos que me han orientado en mis investigaciones plasmadas en mis publicaciones.

Y lo que estoy denunciando implícitamente aquí es que, el materialismo científico, tiene sus días contados, pues ya no se puede hacer ciencia desligada de la conexión espiritual. En efecto, desde el surgimiento de la física cuántica, los paradigmas de pensamiento han evolucionado hasta el punto de que se puede hacer filosofía cuántica, hablar de psicología transracional y dar un enfoque actualizado al estudio de la evolución de la conciencia. Y si una cosa nos evidencia dichas investigaciones es que la humanidad se halla en el tránsito de un viejo mundo a un nuevo mundo donde la ascensión espiritual planetaria no es una entelequia, sino un requisito previo para trascender paradigmas caducos insertos en la psicología, la filosofía, la sociología, la ciencia, la educación y la espiritualidad.

Dicho de otro modo, el sistema piramidal del “ojo que todo lo ve” es la auténtica conspiración contra la humanidad, y es cuestión de tiempo de que caigan de su pedestal todos esos académicos que, sin saberlo ellos, están abducidos mentalmente por esos reptilianos que controlan a la humanidad a través de todas las instancias sociales: la economía, la política, la justicia, la educación y, consecuentemente, impiden que el despertar espiritual eclosione de un modo apoteósico.

Sin embargo, poco a nada podrán hacer esos depositarios del conocimiento académico de tantas universidades, pues son gigantes de barro y verán caer sus estructuras académicas, pues el nuevo conocimiento que está llegando es una renovada comprensión de la verdadera historia de la humanidad, tal como he intentado dejar un apunte en este artículo.