"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia conciencia

Artículo escrito el 2 de marzo de 2012.

Este artículo está reproducido en el capítulo 5 de la segunda parte de la obra CAPITALISMO Y CONCIENCIA

1 - Dos ideas revolucionarias: la racionalidad y la espiritualidad

Toda idea revolucionaria es sumamente perjudicial para la salud. Jesucristo fue crucificado por defender que era hijo de Dios. Copérnico, Kepler y Galileo se enfrentaron a la inquisición eclesiástica por defender el sistema heliocéntrico de los planetas. Martin Luther King fue asesinado por defender los derechos civiles para los afroamericanos y la discriminación racial. Nelson Mandela estuvo 27 años en la cárcel por defender una democracia multirracial en Sudáfrica. Cualquier persona que tenga una idea para cambiar la ideología dominante de su época, debe saber que se enfrenta a una tarea inconmensurable que, a veces, se paga con la propia vida.

Sin embargo, es gracias al sacrificio, a la firme creencia y defensa de las propias ideas como la humanidad ha ido avanzado en mayores derechos y libertades. Así es como se escribe la historia, con la lucha de personas por un ideal a favor del verdadero conocimiento, la verdad y el amor a la humanidad.

A mi parecer, la racionalidad y la espiritualidad son las dos mayores revoluciones que se han dado en la historia de la humanidad. El primer Renacimiento humanístico de los siglos XV y XVI abrió paso a la racionalidad y a la conciencia histórica individual. Con la apertura racional instalada en el hombre, se desarrollaron la filosofía tradicional y las ciencias hasta llegar al advenimiento de nuestro mundo tecnológico y científico actual.

Sin embargo, la espiritualidad es todavía una revolución pendiente de realizarse plenamente, entre las razones más importantes, porque hay tantos dogmas como religiones en el mundo. Por tanto, el disenso religioso, impide establecer una espiritualidad plenamente consensuada para dirigir los designios de la humanidad. La espiritualidad que la humanidad necesita debe, inexorablemente, surgir de la propia racionalidad, cuyo concepto resultante sería el "racionalismo espiritual". Este concepto, desde un punto de vista epistemológico, lo atribuyo a Ken Wilber por haber aunado la racionalidad propia de la filosofía tradicional con la espiritualidad presente en la filosofía perenne, sobre todo la relacionada con la espiritualidad oriental como el Budismo, por ejemplo. Ken Wilber tiene el gran mérito de haber establecido las bases para el cambio de paradigma desde la filosofía tradicionalmente académica a la filosofía transpersonal, contempladora esta última de la actividad espiritual presente en la conciencia de toda persona y como potencialidad susceptible de ser trascendida a niveles superiores.

2 - El racionalismo espiritual y la psicología evolutiva de la libertad

El concepto "racionalismo espiritual" pudiera parecer ambiguo al presentar aparentemente contradicciones internas: ¿Puede una persona ser racional y espiritual a la vez? Si. ¿Puede una persona ser racional y carecer de espiritualidad? Si. ¿Puede una persona tener un comportamiento irracional a la vez que no espiritual? Sí. ¿Puede una persona tener un comportamiento irracional a la vez que espiritual? Si. Todas estas opciones combinatorias son posibles por la inherente libertad que cada persona tiene respecto a su propia racionalidad y espiritualidad. La libertad ha sido tratada específicamente en mi ensayo Pensar en ser libre, concluyendo en una psicología evolutiva de la libertad. Sinópticamente, esta es la tesis:

- En el plano material, el dinero nos da la opción de ser esclavo del sistema (pobres en general) o libre del sistema (ricos en general). Son dos libertades correspondientes al mundo de los sentidos.

- En el plano intelectual, la razón nos da la opción de ser un filósofo pasivo (ignorantes en general) o un filósofo activo (buscador de saber en general). Son dos libertades correspondientes al mundo intelectual.

- En el plano espiritual, el amor en sus diferentes manifestaciones sociales nos da la opción de expresarlo a nivel personal (egoísta e individualista) o universalmente (altruista y solidario).Son dos libertades correspondientes al mundo espiritual.

La combinatoria ascendente de cada plano de libertad (2x2x2) tiene como resultado 8 niveles existenciales y de conciencia en las que cada sujeto cognoscente puede desarrollar sus libertades, orientadas a la búsqueda de su propia felicidad así como la de la humanidad. Estas libertades propician la asunción decisoria personal de las propias creencias respecto de la racionalidad y la espiritualidad, subjetivamente idealizadas, creando una codificación moral rectora de nuestro deambular vital. El fundamento ontológico del por qué cada persona piensa como piensa, actúa como actúa y vive como vive puede ser objeto de estudio desde las diferentes psicologías tradicionales (psicoanálisis, conductismo, cognitiva, humanista y la psicobiología).

Sin embargo, hay que dejar constancia que, desde los años 60, surge la psicología transpersonal como movimiento que estudia los potenciales más elevados de la humanidad y del reconocimiento, comprensión y actualización de los estadios espirituales y trascendentes. Psicólogos y psiquiatras como Stanislav Grof y Abraham Maslow, entre otros, consideraron que era necesario investigar y desarrollar una nueva rama de la psicología que estudiase un conjunto de experiencias y fenómenos de la conciencia que hasta la fecha consideraron que la psicología corriente no atendía suficientemente. En consecuencia, en 1969, Maslow propuso el término "transpersonal" para designar esta nueva psicología que sería la “cuarta fuerza”. La primera era el conductismo, la segunda el psicoanálisis y la tercera la psicología humanista. “La pirámide de Maslow” es científicamente asumida y conocida por hacer referencia a una jerarquía de las necesidades humanas que defiende que, conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide). Su pirámide de las necesidades humanas está estructurada en cinco niveles:

- Necesidades básicas
- Necesidades de seguridad y protección
- Necesidades de afiliación y afecto
- Necesidades de estima
- Autorrealización o auto-actualización

3 - Conciencia y libertad

¿Qué tiene que ver esta psicología evolutiva de las necesidades humanas con la libertad planteada más arriba? En mi sistema filosófico, mucho, pues la psicología evolutiva de la libertad desarrollada en mi obra Pensar en ser libre, es una tesis epistemológica que posiciona los cinco niveles jerárquicos de Maslow a través de los ocho niveles de libertades expuestos anteriormente. Por tanto, la realización personal de las personas, ciertamente busca el camino ascendente por la “Pirámide de Maslow”, pero se concreta existencialmente a través del ejercicio de las diferentes opciones de libertad respecto del mundo sensible, del mundo racional y del mundo espiritual. Y, el ejercicio existencial desde las diferentes libertades, tienen su propia correlación en la conciencia de cada sujeto cognoscente, pues es la atalaya desde donde se toman las decisiones. Aunque la conciencia de cada persona pueda ser identificada objetivamente como un “yo” personal, en realidad, conceptualmente, la Real Academia Española de la Lengua la define así:

- Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta (conciencia y evolución).
- Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo (conciencia sensible).
- Conocimiento reflexivo de las cosas (conciencia intelectual).
- Conocimiento interior del bien y del mal (conciencia moral).
- Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto (es ese “lugar” donde la conciencia personal unifica las tres conciencias anteriores: sensible, cognitiva y moral).

Toda persona participa existencialmente, mediante sus tres conciencias, en los tres posibles mundos: el mundo sensible, el mundo intelectual y el mundo espiritual. La fenomenología objetiva de la existencia de toda persona es un fiel reflejo de su conciencia personal. La diferenciación de conciencia entre las personas viene determinada por las opciones de libertad mediante cada cual se enfrenta a sus tres mundos: el dinero en el mundo sensible, la razón en el mundo intelectual y el amor (o solidaridad social) en el mundo espiritual. Cuando una persona orienta su conciencia personal hacía el desenfreno materialista, sin atisbo de racionalidad ni espiritualidad, vivirá en la alegórica caverna platónica. Cuando una persona orienta su conciencia personal hacia la racionalidad, vivirá en un mundo intelectual, es decir, habrá salido de dicha caverna para ver el mundo inteligiblemente. Y, por último, cuando una persona orienta su vida hacia el altruismo, la solidaridad, la libertad y la felicidad de la humanidad en actos y pensamientos, entonces vivirá en un mundo espiritual. Tres mundos accesibles a cualquier persona desde la correcta gestión, o no, de su libertad.

4 - Conciencia personal y conciencia transpersonal

Con las explicaciones anteriores, se puede concluir que el racionalismo espiritual puede ser psicológicamente detectado en las personas gracias a la psicología transpersonal, y ahora más con la psicología evolutiva de la libertad. La psicología transpersonal tiene como objetivo detectar el nivel de conciencia de una persona, desde el instinto inferior sensible, pasando por su percepción racional, de modo que se la pueda ayudar a trascender hacia el nivel espiritual. Sin embargo, para no desviarnos del tema objeto de este artículo: ¿Cuál es la relación entre el racionalismo espiritual y las ideas revolucionarias? Pues precisamente que cada persona vive, piensa y ama en función de su propia codificación moral respecto de los tres posibles mundos: el mundo sensible, el mundo intelectual y el mundo espiritual.

Es por ello que hay personas que viven inmersos en el pleno consumismo y materialismo con ausencia de racionalidad y espiritualidad (es un estado que le conviene al neoliberalismo: que no pensemos).

También personas que viven, piensan y aman desde la racionalidad pero exentas de una espiritualidad hacia la humanidad (es el estado de los apologetas del neoliberalismo).

Pero hay también personas que, desde la racionalidad, luchan por un mundo más justo, solidario e igualitario para toda la humanidad, es decir, una apertura espiritual hacia la humanidad (es el caso de los defensores del altermundismo).

Por tanto, es perfectamente distinguible entre la conciencia personal, correlativamente subyugada y al servicio del neoliberalismo, así como la conciencia transpersonal lo está al servicio del altermundismo. Dicho de otro modo, el egoísmo y la individualidad propugnado por el neoliberalismo se manifiesta en las conciencias de las personas con ausencia de prístina espiritualidad. Frente a esa ideología dominante fruto del capitalismo, están surgiendo voces críticas de los activistas altermundistas que creen en la posibilidad de que otro mundo es posible. Se trata de una racionalidad con apertura a la espiritualidad humana, en la idea de que la humanidad puede evolucionar hacia una convivencia más justa, más igualitaria, sin guerras provocadas, sin hambrunas, en definitiva, una espiritualidad humana que busca el bien y la felicidad común para la humanidad entera. ¿Una utopía? Posiblemente hoy, sí. Pero recordemos cómo empezábamos este capítulo:

Toda idea revolucionaria es sumamente perjudicial para la salud. Jesucristo fue crucificado por defender que era hijo de Dios (hoy en día, el Cristianismo es una religión mayoritaria). Copérnico, Kepler y Galileo se enfrentaron a la inquisición eclesiástica por defender el sistema heliocéntrico de los planetas (hoy en día, nadie duda de que la tierra gira alrededor del sol).Martin Luther King fue asesinado por defender los derechos civiles para los afroamericanos y la discriminación racial (en 1964 fue Premio Nobel de la Paz por la defensa de sus ideas). Nelson Mandela estuvo 27 años en la cárcel por defender una democracia multirracial en Sudáfrica (en 1993 fue Premio Nobel de la paz por la defensa de sus ideas). Cualquier persona que tenga una idea para cambiar la ideología dominante de su época, debe saber que se enfrenta a una tarea inconmensurable que, a veces, se paga con la propia vida. Sin embargo, es gracias al sacrificio, a la firme creencia y defensa de las propias ideas como la humanidad ha ido avanzado en mayores derechos y libertades. Así es como se escribe la historia, con la lucha de personas por un ideal a favor del verdadero conocimiento, la verdad y el amor a la humanidad.

5 - La racionalidad es al conocimiento como la espiritualidad al amor

Por tanto, en la conciencia de cada cual reside la opción de comprometerse, o no, con ideas revolucionarias hacia una mayor racionalidad y espiritualidad. Citaba anteriormente que las dos revoluciones más importantes en la historia de la humanidad son la racionalidad y la espiritualidad, lo que viene a ser lo mismo que decir, respectivamente:

- Amar al conocimiento
- Conocer el amor

El amor al conocimiento es propio de los filósofos y científicos que han dedicado su vida y su pensamiento a la evolución cognitiva de la humanidad sin pedir nada a cambio y, en muchos casos, a costa de su tiempo, esfuerzo y la propia vida. En mi sistema filosófico hago hincapié en diferenciar entre los filósofos activos respecto de los filósofos pasivos. Los primeros, los activos, son los auténticos buscadores de saber. Los segundos, los pasivos, están instalados en la racionalidad desde un punto de vista de la herencia cognitiva mediante la historia social, pero no tienen una actitud pro-activa hacia el conocimiento. Son meros “usuarios” de la racionalidad y, mediante la experiencia vital, algo van aprendiendo.

Conocer el amor: solamente pueden sentir ese profundo sentimiento aquellas personas que, en cuerpo y alma, se han dedicado a los demás, como por ejemplo, la Madre Teresa de Calcuta y Vicente Ferrer, entre muchos otros. El amor tiene diferentes gradaciones: amor a los ancestros, amor a los padres, amor a lo hijos, amor a sí mismo, amor a la familia, amor a su comunidad social, amor a su nación y, finalmente, amor a la humanidad. (El amor a Dios también existe, pero la espiritualidad, en este artículo, no guarda relación ni con la religión ni con el misticismo, pues es una asunción moral propia de cada cual desde la fe). Por tanto, cada persona tiene un compromiso con cada uno de esos potenciales recorridos espirituales, de menor a mayor importancia cualitativa y cuantitativa.

La unión de ambos axiomas es lo que denomino racionalismo espiritual en la conciencia de una persona. Por citar un ejemplo: el doctor Pedro Alonso, desde una actitud científica (racionalismo) lucha contra la malaria. Desde hace 12 años dedica todos sus esfuerzos en combatir esta enfermedad paradigma de la pobreza (espiritualidad). Alonso dirige junto a su esposa Clara Menéndez el Centro de Investigación en Salud de Manhica, en Mozambique, galardonado el año 2008 con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional junto a los de Kintampo (Ghana), Ifakara (Tanzania) y el Centro de Investigación y Formación sobre la Malaria de Mali, con los que mantiene una estrecha colaboración.

6 - La ciencia de la conciencia: la filosofía transpersonal

Tras una incursión por el mapa psicológico de la conciencia, es más fácil comprender de dónde y cómo surgen las ideas revolucionarias: se trata de un verdadero compromiso con las creencias y valores internos de la persona poseedora de tales ideas. Y, si tenemos en cuenta los diferentes niveles de conciencia desde los menos a los más espirituales (detectables mediante la psicología transpersonal), se hace evidente la posibilidad epistemológica de estudiar el nivel evolutivo de la conciencia de una persona, y su interrelación con la humanidad y el universo, como he pretendido en mi obra La educación cuántica. Sin embargo, a modo de principio diferenciador sustentado en los contrarios propuestos por el filósofo Heráclito, podemos diferenciar conceptualmente entre la conciencia personal y la conciencia transpersonal, para describir objetivamente todo acto emanado de la propia “conciencia” del sujeto cognoscente.

Desde el punto de vista del mapa sociológico, la racionalidad y la espiritualidad se hallan diferenciadas pero no integradas. Es obvio, como se ha explicado anteriormente, que la humanidad está explotando todo el potencial de la racionalidad, pero en beneficio de un capitalismo libertino que no busca el bien común para la humanidad. Y es obvio también que la espiritualidad brilla por su ausencia en este mundo, por muchas religiones que tengamos. Se puede hablar de racionalidad y de espiritualidad como conceptos totalmente diferenciados. Pero ambos conceptos no están integrados ni social ni culturalmente: si fuera así no existiría la crisis humanitaria y ecológica que padecemos en la actualidad. Sin embargo, desde un punto de vista epistemológico, el racionalismo espiritual es ya una reciente realidad a través de la filosofía transpersonal y la psicología transpersonal.

Como he expuesto, la conciencia personal es al neoliberalismo lo que la conciencia transpersonal es al altermundismo. Es decir, los activistas altermundistas que vivimos, pensamos y actuamos desde la racionalidad espiritual, lo hacemos desde una racionalidad con la mira puesta en la espiritualidad de la humanidad. Sin embargo, es una incipiente idea revolucionaria frente a la ideología dominante del pensamiento único neoliberal. Es por ello que hay que amarse de valor, paciencia, entereza y estrategia para poder derrocar a los plutócratas, quienes pretenden nuestro control mental. Es cuestión de ir trabajando en el afianzamiento de la conciencia transpersonal en las personas, en defensa de las tesis altermundistas. El racionalismo espiritual es un concepto novedoso y desconocido para la mayoría de personas, sin embargo, subyace esencialmente en el pensamiento altermundista. Es por ello que propugno que el altermundismo constituye una auténtica revolución espiritual como movimiento social. Los actores, de un modo histórico y social, son muy variados. Formalmente, el Foro Social Mundial del año 2001, marca un antes y un después. Sin embargo, pienso que es perentorio hacer un reconocimiento a los primeros activistas anti-sistema que se manifestaron entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre de 1999 en Seattle (EE.UU), contra la cumbre la Organización Mundial del Comercio (OMC). Estos miles de manifestantes (se estima que unos 40.000) están considerados como el inicio de una nueva etapa del movimiento antiglobalización en contra de las consecuencias negativas del libre comercio. Desde el año 2001, el Foro Social Mundial mantiene reuniones anuales en diferentes ciudades del mundo. En él se integran cada vez más intelectuales y movimientos sociales, todos ellos apoyados por diferentes medios alternativos de información, pues ya sabemos que los medios de comunicación tradicionales están al servicio de los poderes financieros, y todos ellos bajo la tutela del enemigo invisible de la humanidad.

7 - Conceptos clarificadores

Concluyendo este artículo, puede ser resumido del siguiente modo:

- Toda idea revolucionaria puede ser perjudicial para la salud, pero conviene luchar por aquello en lo cual se cree que es correcto.

- Las dos mayores revoluciones de la historia de la humanidad son la racionalidad y la espiritualidad.

- La racionalidad de la humanidad fue una importante revolución, pues dio origen a la conciencia histórica individual desde el Renacimiento de los siglos XV y XVI hasta el nivel tecnológico de la actualidad. Sin embargo, la racionalidad ha sido secuestrada social y mentalmente por el neoliberalismo.

- La espiritualidad es una revolución todavía pendiente de realizarse plenamente en la historia de la humanidad.

- El racionalismo espiritual es un paradigma emergente que enlaza holísticamente la racionalidad con la espiritualidad. Se inició formalmente con la filosofía transpersonal y la psicología transpersonal.

-El racionalismo espiritual está presente en las personas con conciencia transpersonal.

- La conciencia transpersonal (altruista y solidaria) está presente en los presupuestos altermundistas.

- El racionalismo espiritual, por tanto, es el revulsivo del altermundismo.

- La conciencia de las personas, además de ser objeto de estudio por la psicología tradicional, puede ser estudiada desde la psicología transpersonal, cuyo objetivo es detectar el nivel de conciencia para que pueda ser trascendida hacia la espiritualidad.

- El mapa psicológico mide el nivel de conciencia de una persona desde la racionalidad hacia la espiritualidad.

- El mapa sociológico mide el nivel de conciencia colectiva desde la racionalidad hacia la espiritualidad.

- El racionalismo espiritual, a través del altermundismo, está fomentando la integración simbiótica de las conciencias personales hacia una mayor conciencia colectiva que priorice el bien común. Cuando se logre la pertinente masa crítica, el neoliberalismo como ideología predominante será sustituido por el altermundismo. Este proceso de cambio de paradigma del neoliberalismo al altermundismo es lo que denomino el segundo Renacimiento humanístico.

El neoliberalismo ejerce un control social y mental sobre todos “nosotros” y, con tal de mantener su plutocracia, no dudará en imponer su Nuevo Orden Mundial. También tenemos conocimiento de que el altermundismo constituye una verdadera revolución espiritual. Y sabemos que las ideas revolucionarias juegan un papel muy importante en la sustitución de una ideología dominante. Todas las personas con conciencia transpersonal, y por tanto con racionalismo espiritual, juegan un factor determinante en la futura consolidación del segundo Renacimiento humanístico.