"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
nuevo mundo nuevo paradigma

Este artículo es una reproducción del capítulo 7-4 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Un punto de inflexión en dicha historia del pensamiento fue el “pienso, luego existo” cartesiano que insufló la conciencia histórica individual, luego devenida en la racional-modernidad hasta llegar al actual pensamiento único neoliberal: el ego plutocrático es quién manipula y dirige el mundo. Las consecuencias de ese primer renacimiento humanístico, no pueden ser más desastrosas, como demuestra esta artificiosa crisis sostenida sobre la mentira del dinero-deuda. Pero, lo más grave, es que el ego de las personas ha sido fragmentado y disociado de la colectividad, perdiendo de vista el verdadero sentido de la vida. No solo hay una crisis económica, social, política, intelectual y espiritual sino, eminentemente, una profunda crisis psicológica, en la que el ego está herido de muerte. El actual estadio de la noosfera (capitalismo) está destruyendo a la biosfera, una actuación contra natura. Así, la noosfera, en un proceso de autopoiesis (1) del “yo” (individualismo) al “nosotros” (comunitarismo), cambia de rumbo en el devenir de la historia: el “pienso, luego existo” como corolario racional del primero renacimiento humanístico, ahora, tiene su paradigmática evolución holística hacia el espíritu colectivo o “nosotros” kantiano como segundo renacimiento humanístico. Saber ello forma parte de un nuevo paradigma de pensamiento, pues implica la consciencia de haber aprehendido que no hay que vivir y pensar en el viejo mundo (ego), para hacerlo en el nuevo mundo (espíritu colectivo) .

Cambiar un paradigma de pensamiento no es tarea fácil, que se lo digan a Descartes, Kant, o el mismo Wilber. Se necesita años de investigación para hacer una aportación intelectual en orden a cambiar el pensamiento dominante: Descartes camufló sus reglas del pensamiento en el Discurso del método por recelo a la Santa Inquisición; Kant se enclaustró durante diez años para concluir su Crítica de la razón pura, y seis años más para obtener el correspondiente reconocimiento intelectual; Wilber se encerró durante otros tres años para escribir su Sexo, Ecología, Espiritualidad. Yo soy más lento, llevo toda mi vida. Pero es que, este sistema, se las trae, pues han escondido las reglas del juego mediante el secuestro de las leyes, el dinero, la ciencia, la educación y el sistema productivo, todo bajo una oligarquía globalizada al servicio de un eufemístico pensamiento único neoliberal; para el resto de la humanidad, pobreza y esclavitud. Hay días que dan ganas de llorar y tirar la toalla. Pero la vida sigue, y cada cual tiene que hacer aquello para lo cual se ha preparado, en mi caso, filosofar sobre la complejidad de nuestro mundo contemporáneo. A tal efecto, estoy totalmente de acuerdo con el filósofo francés Edgar Morin en que la humanidad se halla ante un pensamiento complejo y de difícil acceso para los inducidos ignorantes. Para colmar esa laguna cognitiva, La educación cuántica propugna un necesario revisionismo de la historia, la filosofía, la psicología y la educación, en suma, un repensar humano para salir del actual atasco civilizatorio desde que Kant diferenció la ciencia, el ego y la moralidad.


NOTA (1): La autopoiesis es un término de origen griego para aludir a la creación de sí mismo. Es un neologismo donde un sistema es capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo. Fue propuesto en 1972 por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, para definir la química de auto-mantenimiento de las células vivas. Una descripción breve sería decir que la autopoiesis es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos. Desde entonces el concepto ha sido también aplicado en los campos de la teoría de sistemas y la sociología, y ahora aquí como principio epistemológico aplicable al mundo de las ideas. Porque son las ideas las que dominan el mundo, y en ese sentido, la historia del pensamiento está dando un salto cualitativo como jamás visto en la historia. Que la razón deje de mirar la materia para dirigirse hacia el espíritu es un cuadro histórico que ya Platón nos iluminó con su alegoría del Mito de la caverna. Consecuentemente, la humanidad está replanteándose salir de la caverna para dirigirse hacia la luz, pero en ese camino será necesario una renovada pedagogía como pretende La educación cuántica.