"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
PENSAMIENTO PENSAMIENTO PENSAMIENTO

Este artículo es una reproducción del capítulo 4-5 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

La resolución de los conflictos que plantea el sistema capitalista pasa por la creciente conciencia colectiva que debería alcanzar la suficiente masa crítica hasta la consolidación del paradigma conocido como altermundismo (otro mundo es posible), en contraposición al neoliberalismo como última metamorfosis del capitalismo. Y ello puede ser posible, precisamente, tomando consciencia de la tesis siguiente: el egoísmo subyacente a la lucha de clases debería ser superado paradigmáticamente por la compasión propugnada por la filosofía transpersonal. En suma, se trata de un cambio de paradigma en la psicología humana -una evolución holística desde la conciencia personal a la conciencia transpersonal- que, a su vez, requiere también de una renovada pedagogía histórica, filosófica y educativa, como pretende epistemológicamente La educación cuántica.

En mi constructo filosófico, la lucha de clases propugnadas por el pensamiento marxista ha devenido en la actualidad en la lucha de contrarios entre el neoliberalismo y el altermundismo, dos paradigmas holísticamente superiores a las tradicionales divergencias entre derechas e izquierdas, respectivamente. En mi obra Capitalismo y conciencia, he realizado una contextualización social, psicológica e histórica de todo ello a modo de reinterpretación de la historia del pensamiento en su actual estado evolutivo, en suma, intentar dar respuestas a las preguntas: ¿Qué significa humanidad? ¿Qué es ser humano? ¿Hacia dónde va esta civilización? Como no podía ser de otra manera, son las mismas preguntas que desde hace décadas intentan responder los pensadores “transpersonales” que postulan la trascendencia de la conciencia, en contraposición al materialismo científico.

La historia, hasta ahora, ha sido escrita desde la miopía del materialismo científico, pero, el genial Ken Wilber mediante los postulados de la filosofía transpersonal, ha sacado del mundo de las sombras a muchos esclavos, entre ellos yo mismo. La filosofía cuántica propugna un nuevo paradigma de conocimiento que interrelaciona a la conciencia con el campo cuántico, de ahí la amplia literatura sobre tal asunto. Sin embargo, las reglas por las cuales se rigen los pensamientos en ese nuevo horizonte cognitivo, son todavía desconocidas para la gran mayoría de neófitos en materia esotérica. Paradojas de la vida, es la propia física cuántica quien nos indica el camino a seguir: buscar la trascendencia pensativa y espiritual, un camino ya iniciado por el movimiento “transpersonal” , creo que mal interpretado como “misticismo cuántico” o “new age” como combato con ahínco, y me reprochan algunos (1) .

El “misticismo cuántico” debe ser reinterpretado como filosofía transpersonal pues sienta las bases epistemológicas de un nuevo paradigma de conocimiento al trascender la racionalidad pragmática del pensamiento occidental hacia la espiritualidad de la filosofía oriental, todo ello bajo los presupuestos de la filosofía perenne. La humanidad se halla ante nuevas reglas del pensamiento, desconocidas por los científicos materialistas, pero accesibles para los estudiosos del conocimiento esotérico mediante la filosofía perenne. Nos hallamos ante un momento crucial de la historia: el materialismo científico, mediante el agotamiento de su discurso en la física cuántica, está haciendo un paseíllo triunfal a la filosofía y psicología transpersonales, todo un giro copernicano en la comprensión de nuestro mundo, y que requiere de una renovada pedagogía histórica, filosófica, psicológica y cognitiva, tal como pretende La educación cuántica. La filosofía transpersonal se presenta como un fundamento epistemológico y permite aseverar que la humanidad se halla ante un nuevo paradigma de conocimiento, lo cual invita a investigar las reglas que rigen a la conciencia en su interrelación con el campo cuántico.

Consecuentemente, la humanidad se halla ante un cambio de paradigma en el modo de pensar donde, la razón surgida de la racional-modernidad, debe reconciliarse con el espíritu, del mismo modo que la filosofía tradicional con la filosofía perenne, y el hombre moderno con el sabio que lleva en su interior. Tantos cambios en las reglas del pensamiento suponen un desafío para una reconstrucción epistemológica. Vuelvo a repetir, ¿qué culpa tenemos los pensadores transpersonales si es la propia ciencia quien, mediante la mecánica cuántica, permite vislumbrar un nuevo paradigma de conocimiento que contemple la interrelación entre la conciencia y espiritualidad? Por tal motivo, es imperativa una reconstrucción epistemológica.


NOTA (1): Me refiero con ello a unos agrios debates mantenidos con escépticos materialistas mediante un intercambio de artículos en el diario digital La Columnata (ya desaparecido). Uno de dichos escépticos es Fernando Frías, socio fundador del Círculo Escéptico. En honor a la verdad, dicha contienda intelectual ha sido el revulsivo para la investigación científico-filosófica que, a la postre, ha culminado con La educación cuántica. Por tanto, más que sentirme contrariado por el debate de ideas mantenido con los escépticos, debo ser justo e imparcial al reconocer que ha sido de valiosa ayuda al poner a prueba mi afán de superación intelectual en busca de la verdad como pretendo en este ensayo, mi verdad, claro está, creo que no compartida por los escépticos defensores del materialismo científico.