"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

+1200 NOTÍCIAS SOBRE EDUCACIÓN

Filtrar por categorías:
Que contenga las palabras:
Mostrar resultados ordenados por:
Fecha de publicación     Número de visitas
9

¿POR QUÉ HEMOS DESTERRADO LA IMAGINACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA?

"La creatividad necesita la inspiración de la imaginación, es su sustrato básico, es el alimento que lleva a materializar los sueños." Marta Ligoiz

Hablar de la importancia que le otorgamos a la imaginación en la educación actual es como intentar escribir un cuento con un bolígrafo sin tinta, es decir, una tarea inútil porque no quedará nada escrito en el papel. La imaginación no tiene valor alguno en la práctica educativa de nuestros centros de enseñanza.

La imaginación es progresivamente desterrada y denostada en las escuelas. Durante los primeros años de escolarización se potencia en los niños pero, conforme pasan los cursos, la imaginación va desapareciendo de las aulas, hasta el punto de estar muy mal vista por la mayoría de los docentes de enseñanza media y superior. Ser imaginativo suele ser considerado como un defecto y no como una virtud.

Pero, en educación, la imaginación ha de servir para comprender mejor la realidad, no para evadirse de ella. La imaginación es necesaria para romper las limitaciones de la sensatez y la cordura, para romper las limitaciones de lo previsible y lo establecido. Por ello, es tan necesaria y aplicable en la solución de un teorema matemático como en la creación de un poema, como en un debate en el aula, etc.

No se trata de vivir permanentemente entre ogros, duendes y seres fantásticos... se trata de tener la facultad, la habilidad de enfrentarse a los problemas sin estar limitado por el corsé de lo presumible. En este sentido, Gianni Rodari dijo que: "Si queremos enseñar a pensar, debemos antes enseñar a inventar". En la escuela se enseña a imitar, a obedecer, a memorizar el saber establecido; cuando debería enseñarse a crear, a reflexionar, a preguntar, a cuestionar el saber establecido para mejorar el mundo en el que vivimos.

Las personas imaginativas son más curiosas, son más observadoras, escuchan más atentamente y miran más profundamente las cosas que les rodean. Y esas son virtudes y habilidades fundamentales para las personas.

Potenciar la imaginación en nuestra práctica educativa es dar alas al conocimiento, pero a un conocimiento creativo, crítico, significativo. En verdad, la racionalidad no está reñida con la imaginación, más bien al contrario, se complementan. Sin imaginación, la educación solo puede ser reproductiva... y eso no es lo que pretendemos cuando educamos a las personas del siglo XXI.
Ver más
Ciencia, filosofía, espiritualidad

UN IMPRESIONANTE CORTO NOS MUESTRA CÓMO LES ARREBATAMOS LA CREATIVIDAD A LOS NIÑOS

La creatividad es una de las cualidades que más valora la sociedad pero también es una de las más escasas. Y no es raro ya que la escuela se encarga de arrebatárselas a los niños desde una edad muy temprana.

De hecho, la creatividad no es simplemente la capacidad para enlazar diferentes elementos que den lugar a una idea original y novedosa, la creatividad también es:

- Atreverse a ser diferente

- Arriesgar e ir más allá de los límites establecidos

- Confiar en el instinto

- Ser auténticos

- Desarrollar una visión diferente de la vida

Desgraciadamente, muchas de las escuelas están estructuradas de forma tal que se limitan a transmitir conceptos y teorías ya existentes, sin promover la reflexión. Los niños deben copiar y memorizar, no hay espacio para la creación.

En casa la situación no es muy diferente ya que los padres les exigen a sus hijos que obtengan buenas calificaciones en el colegio, lo cual significa seguir las reglas de una educación escolástica que no tiene en cuenta la individualidad.

De esta forma, en cierto momento se produce un fenómeno que podríamos denominar "amputación del yo". El niño se va adaptando poco a poco al entorno en el que le ha tocado vivir, abandona sus sueños y comienza a acatar las normas que impone la sociedad porque comprende que de esta forma será aceptado y amado. Así se reduce considerablemente su "yo".

Frases como “esa no es la respuesta correcta”, “jugar es una pérdida de tiempo” o “eso no es lógico” implican que la creatividad no encaja en el esquema general del mundo. Así los niños también terminan perdiendo la fantasía, la imaginación y la alegría, por lo que no es extraño que se conviertan en adultos grises que se sienten atrapados en un trabajo que no les gusta.

Deberíamos ir a escuela de adultos, no de niños

Cada niño es único y especial. No se puede juzgar a un pez por su habilidad para trepar a un árbol porque este vivirá toda su vida pensando que es estúpido.

La relación con los niños no debe ser de imposición sino de descubrimiento. No se trata de imponerles lo que deben ser sino de ayudarles a descubrir lo que son y lo que quieren ser. Los padres y los maestros deberían ser orientadores, compañeros de exploración y aventuras, más que figuras encargadas de establecer estándares imposible.

Este precioso cortometraje nos muestra cómo les arrebatamos la creatividad a los niños y nos hace reflexionar. Se trata de una producción animada codirigida por Rafa Cano Méndez y dirigida por Daniel Martínez Lara que se llevó el Premio Goya al Mejor Cortometraje de Animación. Echadle un vistazo porque cada minuto vale la pena.



Alike short film from psl on Vimeo.

Ver más
DESCARGAR ESTE ARTÍCULO EN PDF

ANGÉLICA SÁTIRO: “SI EL APRENDIZAJE NO ES ATREVIDO, NO PODRÁ SER CREATIVO”

Angélica Sátiro, Directora del proyecto Noria y especialista en pedagogía del pensamiento creativo.


¿Cree que se puede enseñar a pensar? ¿Como?

Yo pienso que enseñar a pensar no es posible, lo que sí es posible es crear las condiciones para que los niños, jóvenes o adultos interesados puedan desarrollar su capacidad de pensar mejor. Pensar pensamos todos. No se puede enseñar algo que ya sabemos hacer, pero el hecho de que todo ser humano piense no significa que lo sepamos hacer bien. Aquí entra el método, el proceso.

¿Pero qué significa “pensar bien”?

En primer lugar, tenemos que pensar mejor por nosotros mismos, es decir, aprender a pensar de forma autónoma, a tener criterio propio, a tomar decisiones y, en definitiva, a hacer un conjunto de actos mentales pero desde la perspectiva de la autonomía intelectual. Cada niño, niña o adolescente debe ser capaz de pensar mejor de forma autónoma. Esto, en la línea que yo trabajo, ocurre simultáneamente en tres situaciones.

¿En cuáles?

Se trata de pensar mejor por uno mismo de forma crítica, de forma creativa y de forma ética, y todo esto se debe dar a la vez. El hecho de estar vivo conlleva el hecho de pensar. El pensar no es una cosa apartada de la vida misma, y los diversos actos mentales que conlleva pensar tampoco están separados.

¿Qué implica pensar mejor críticamente?

Implica desde estructurar y organizar el pensamiento, a aprender a razonar, aprender a tener criterios para evaluar, aprender a emitir juicios y no solo opiniones, aprender a elaborar opiniones, matizarlas…

¿Y creativamente?

Significa aprender a generar nuevas ideas, a imaginar, buscar ideas alternativas, razonar de forma analógica o hipotética.

Y por último, ¿qué es pensar éticamente?

Pensar y tener en cuenta la perspectiva del otro, tratando de ver las consecuencias de cada causa, relacionar las partes y los todos. Para ser un pensador que piensa mejor éticamente hay que llevar a cabo un conjunto bastante extenso de actos mentales. Es muy importante que se entienda que nuestra perspectiva de trabajo entiende el pensar de una forma muy amplia. Desde la perspectiva que trabajamos, pensar no es una acción apartada del sentir y del actuar, al contrario. El pensamiento ético es el que va conectado con la acción y el pensamiento creativo va de la mano de la emoción, de la experimentación.

¿A partir de qué edad se puede empezar a trabajar en este sentido?

Yo dirijo un proyecto que se llama Noria que trabaja en el desarrollo del pensamiento crítico del niño y está planteado para edades comprendidas entre los 2 a los 11 años, se puede aplicar a partir del momento en que el uso del lenguaje oral empieza a estructurarse de una forma diferenciada. Nuestro método tiene que ver con utilizar juegos de arte, narrativa, cuentos, leyendas, etc.

¿Y con qué objetivo utilizáis todas estas historias?

Desde pequeñitos a lo niños y niñas les encanta los cuentos. A partir de ellos podemos entrar en todo el proceso de estimulación de pensamiento. Hay actos mentales que, si son estimulados correctamente, consiguen desarrollar esa capacidad de pensamiento crítico y creativo. Por ejemplo, los juegos los utilizamos como recurso porque sabemos que se trata de una manera directa de implicar todo el cuerpo.

¿Por qué es importante implicar el cuerpo en un proceso como éste?

Al no manejar una idea acotada de pensamiento, debemos poner en práctica todo lo que se implica en la acción: quien piensa, piensa desde un cuerpo que está en el mundo interactuando con su entorno, ambiental y social. Los juegos los utilizamos para involucrar el pensamiento con todo el movimiento corporal y su experiencia sensorial. Así conseguimos un pensamiento más holístico.

¿Qué papel puede jugar lo artístico?

El arte, la pintura y la escultura, la música… son manifestaciones que utilizamos porque, entre otras cosas, tocan directamente a la fibra, a la emoción, a la percepción. Todo esto va conectado al sentir y al actuar.

¿Y antes de que los niños y niñas tengan dos años?

He dedicado mucho tiempo a estudiar niños y niñas preverbales, pero todavía no he aprendido a proponer un desarrollo de esa línea de trabajo para ellos. Sin embargo, estoy convencida de que piensan, de que hay esquemas mentales en ellos. Pero nosotros manejamos una metodología reflexiva, no una parte mecánica, sino más bien la otra dimensión, que es la que permite aprender a aprender y aprender a convivir. Al no ser algo mecánico, no me atrevo a proponer. Yo estoy segura que desde la vida intrauterina hay procesos mentales, pero claro, una cosa es que existan y otra que tú plantees una pedagogía para ellos coherente con lo que estas diciendo que haces.

Cuando en clase se trabaja el pensamiento crítico, ¿el aprendizaje es bidireccional? Es decir, ¿los profesores también aprenden?

Nosotros manejamos una metodología basada en el diálogo: el docente debe aprender un conjunto de estrategias para dinamizar el pensamiento social, la inteligencia colectiva. Uno aprende a pensar mejor de forma autónoma en compañía de los demás. Cada individuo aprende a pensar mejor por sí mismo cuando no está solo. El profesor tiene que dominar la metodología para hacer esto bien. Así que sí, siempre aprendemos, y esto es lo que a mí me tiene personalmente enganchada.

¿Por qué?

Sabemos cómo son las estrategias o cómo conducir el pensamiento colectivo, pero nunca sabemos qué es lo que cada niño va a decir, siempre hay sorpresas. Es una dimensión que a mí me sigue provocando asombro. Empecé a trabajar en esto en los años 80 y aún hoy me asombran los pensamientos humanos desde tan pequeños. Son tan originales y frescos, no solo lo que dicen, sino cómo lo dicen. Además en el proceso de formación lo que descubrimos como maestros es que nosotros también aprendemos a pensar mejor. El pensamiento se desarrolla siempre cuando el paradigma es el aprendizaje.

Pero, ¿cómo se encuadra la creatividad en un sistema educativo que se basa en la memorización de datos?

Yo viajo mucho y hay problemas comunes en muchas partes del mundo. Todavía funciona en el sistema educativo a nivel global el paradigma en el que la enseñanza es repetitiva, memorística. Con un profesor que explica, que repite, que quiere que los alumnos repitan, y los alumnos reproducen todo esto en exámenes. Un sistema educativo así no tiene apertura ninguna para el desarrollo creativo. El estímulo del pensamiento creativo no existe.

Es un contexto complicado entonces…

Pero que predomine esta línea no significa que no haya alternativas o iniciativas que se alejen de esto. Lo que sí veo cada vez más es que, por demanda social, por la complejidad del siglo XXI, la sociedad elige personas más creativas, más capaces de dar respuesta a la complejidad. A estas necesidades solo se les puede dar respuesta con pensamiento creativo crítico y ético. En función de esto lo que veo cada vez más es que hay una masa importante de centros de individuos que vienen tratando de desarrollar su capacidad de pensar creativamente y de estimular esto en el aula. Pero creo que falta a nivel masivo bastante trabajo.

¿Qué tres consejos daría a docentes que quieran poner en práctica el pensamiento creativo en el aula?

Lo primero, es que creo que es fundamental atreverse, no tener miedo del error. Tenemos auténtico pánico a la equivocación. Nuestro sistema educativo está montado de forma cuadrada y el error está muy mal visto,porque no hay margen de maniobra. Lo que les propongo a los maestros es que pierdan el miedo, que no sufran por equivocarse, al contrario, que lo celebren y lo superen.

¿Y en segundo lugar?

Sin duda, abordaría el tema del ridículo en el aula. El ridículo es una forma de dar la bienvenida al atrevimiento. No hay que evitarlo, ni tenerle miedo tampoco. Si el aprendizaje no es atrevido no hay manera de que sea creativo.

¿Y por último?

Algo muy importante, y es que los maestros tienen que atreverse con la propia creatividad: hace falta trabajarse a uno mismo. La persona debe atreverse, aunque el producto no sea el esperado. En la escuela nos preocupamos demasiado por el producto final y muy poco por el proceso, pero el aprendizaje tiene más que ver con el proceso que con el producto final.
Ver más
PENSAMIENTO

CONFERENCIA DE SIR KEN ROBINSON SOBRE CREATIVIDAD: PARA PENSAR UN POCO.

Pensando en la creatividad, se nos ocurre la conferencia que Ken Robinson dio para TED hace en torno a diez años y que tiene como título Do schools kill creativity?

No sé si las cosas han cambiado, tiempo hemos tenido, pero en todo caso, no en todos los centros. El tema nos interesa y mucho, porque no sabemos qué pasará de aquí a 3 años, como para acertar con nuestros estudiantes en su preparación para un futuro tan cambiante. Por eso esta insistencia en dejar las puertas abiertas a la creatividad.


Sir Ken Robinson centra la idea de la incertidumbre con respecto al futuro como algo que debe guiar la forma en que trabajamos con nuestros alumnos, para empezar porque la impredecibilidad es extraordinaria lo mismo que la capacidad de innovación de nuestros alumnos es extraordinaria. Todos los niños tienen talento y nuestro deber es encontrarlo y darles la posibilidad de desarrollarlo. La creatividad es en educación tan importante como la alfabetización, es decir, es tan importante fomentarla como lo es aprender a leer. En la mayoría de las situaciones en las que los adultos no hemos interferido, un niño no tiene miedo a equivocarse, el ensayo y error es parte de su aprendizaje (aquí me estoy acordando del método científico, ¿tu no?) y le da una muy valiosa información sin que le suponga un problema. El error es parte del aprendizaje. Si uno no está abierto al error, no puede ser creativo.

Para cuando llegan a adultos, la mayoría de los estudiantes han perdido esta capacidad, tienen miedo a equivocarse. Como el sistema educativo no tolera el error, matamos esa competencia con la que todas las personas nacemos. Todos nosotros somos artistas al nacer, el problema es conseguir seguir siéndolo cuando nos hacemos mayores, crecemos fuera de la creatividad, en lugar de hacerlo hacia ella.

En todos los sistemas educativos públicos, la jerarquía de las materias es muy parecida, matemáticas y lenguaje en los puestos más altos, artes en último lugar, como si hubiera que preparar a todos los alumnos para ser profesores universitarios… como si sólo fuera la cabeza lo que importa, el cuerpo sería sólo algo que sirve para transportarla; lo académico es lo único que importa, de forma que la gente extraordinaria, con talento para otras cosas que no sean ser académico, se pierde.

El origen de esta situación tiene un sentido que en su momento era válido e interesante; el autor habla de la revolución industrial y la necesidad de la alfabetización. Ahora parece que el objetivo ese ha cumplido y en nuestra sociedad prácticamente todo el que quiere puede tener una carrera universitaria (que antes significaba trabajo seguro pero ahora ya no). Ahora no tiene sentido matar esos talentos. Es divertido cómo el conferenciante nombra lo que llama la inflación académica (ahora te hace falta un doctorado y un master para ser alguien…). Hasta este momento, personas que destacaban en algún área artística eran, en muchos casos, fracasados escolares o, como mínimo, no valorados si no estigmatizados como consecuencia de esta jerarquización de las materias de las que se ha hablado más arriba.

Especialmente interesante es la forma en que Sir Ken Robinson explica cómo las personas pensamos de distintas formas, visual, auditiva o kinestésicamente, porque es como experimentamos y, por tanto, aprendemos mejor y desarrollamos más talento de distintas formas, de forma activa, en movimiento. La inteligencia, además, es dinámica, interactiva, no dividida en departamentos estancos. Además es única.

Un caso muy claro que hoy a lo mejor llamaríamos, dice él, TDAH (con mucha gracia se pregunta si en los años 30 ya se había inventado el TDAH), el de la bailarina y coreógrafa Gillian Lyne, que se movía sin parar en clase, entregaba trabajos tarde, tenía a su familia preocupada y la llevan al psicólogo. El especialista le deja sola en una habitación con música y concluye que la niña no está enferma sino que es bailarina. Llevan a la niña a una escuela de danza y ella la encuentra maravillosa porque allí está con gente que es como ella, gente que necesita moverse para pensar. Una de las personas más famosas e influyentes en la disciplina que hubiera sido una persona medicada a la que se le habría pedido que se calmara.

Finaliza hablando de la ecología humana, debemos reconstruir el concepto de imaginación y creatividad para ser capaces de afrontar el futuro.

Sir Ken Robinson es autor de algunas publicaciones en las que desarrolla con más profundidad esta defensa de la escuela como lugar de desarrollo del talento de las personas, así como la búsqueda de la faceta que más apasione a las personas.
Ver más
La educación cuántica

ABURRIRSE ES ESENCIAL PARA INCENTIVAR LA CREATIVIDAD

Olivia tiene ocho años y acude a un colegio de jornada partida. Por la mañana al acabar sus clases, va a música dos veces por semana, y a judo otras tres. Al finalizar la tarde la recoge su padre para acercarla a la academia de inglés, donde además practica robótica los lunes y miércoles. Martes y jueves practica baloncesto, por lo que habitualmente no llega a casa hasta las 19:30, momento en el cual se pone a hacer los deberes, porque a pesar de estar todavía en tercero de primaria, ya hay una cierta carga, y como autoexigente que es, todos los días le dedica una hora u hora y media a sus tareas escolares. Baños, cena, a dormir. Y vuelta a empezar…

Olivia no se aburre, ¡no tiene tiempo! ¡Qué suerte¡ ¿no? En absoluto. Aburrirse es esencial para incentivar la creatividad. Olivia es una alumna aventajada, pero lo único que hace es asumir reglas, llevar a cabo órdenes, y cumplir tareas. En realidad, ni siquiera se da mucha cuenta de lo que está aprendiendo, ya que no lo interioriza. Simplemente memoriza, y como buena ejecutora que es, refleja esa memorización de una manera muy elocuente en unas evaluaciones sin sentido alguno. De hecho, lo que Olivia necesita, y probablemente añore internamente es… aburrirse.

Cuando nos aburrimos surgen multitud de ideas para evitar la monotonía, creamos nuevos mundos, proyectos, universos paralelos, aparece la curiosidad, la imaginación… Y no hay persona más creativa que un niño o una niña aburriéndose.

La escuela es clave en este proceso, pero también hay muchos detalles con los que podemos contribuir desde el entorno familiar:

* Las comidas:

-En casa: ¿y si de vez en cuando les dejamos escoger menú? Al llegar a cierta edad podríamos incluso ir dejándoles participar. Deberán investigar, preguntar, comprar, hacer…

-Fuera de casa: olvidémonos del menú infantil, normal que no quieran comer si solo tienen espaguetis, pizza o nuggets como opciones.

* El cuento para dormir:

Un día a la semana podríamos pedirles que cambiaran la historia: que introdujesen algún personaje nuevo, que pusiesen otro final, incluso que creasen una historia nueva a partir de tres o cuatro palabras que les demos al azar.

* El rincón de los proyectos:

En cualquier hogar existen cosas por hacer y mejorar. Una idea fantástica es conseguir algún espacio en el mismo, para buscar soluciones a esos pequeños detalles. Por ejemplo, si alguien se da cuenta de que todos los días tropezamos con el felpudo de la entrada, ese será el reto.

A continuación todos los miembros de la familia, en diferentes momentos y días, irán poniendo posibles soluciones a través de post-its. Los más pequeños tienen una capacidad asombrosa de ver luz donde nosotros no podemos, nos sorprenderán.

* La paga:

Dar una cantidad de dinero asignada cada semana no fomenta ni la creatividad, ni la cultura del esfuerzo; ganárselo sí. Pequeños trabajillos que encuentren para hacer por casa les proporcionará una paga realmente “merecida” y valorada.

* Tarde en familia:

Que de vez en cuando organicen el plan del domingo. Un niño de 7 años tendrá que escoger sitio, horario, y actividad. Una chica de 13 podrá buscar en internet, marcar una ruta, reservar en un restaurante, planear una actividad…

Estos son solo algunos ejemplos de cómo sí podemos participar fomentando esa creatividad desde la familia. No responsabilices solamente a la escuela o al entorno, y pregúntate primero si has puesto de tu parte en esa labor tan importante. Una infancia creativa es una infancia feliz, porque buscará las herramientas necesarias para conseguir aquello que desee.
Ver más
PENSADOR

KEN ROBINSON: "PAGAMOS UN ALTO PRECIO POR SACAR LOS SENTIMIENTOS DE LA ESCUELA"

Brillante orador y escritor superventas, asesora a Gobiernos e instituciones para promover un sistema educativo que no encorsete el talento y se tome en serio la creatividad.

Ha sido asesor del ex primer ministro británico Tony Blair y de más de una decena de Gobiernos. Millones de personas siguen sus conferencias, gestionadas por la misma agencia que supervisa las apariciones del político George W. Bush o el Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Sir Ken Robinson –la reina Isabel II lo nombró caballero en 2003 por el fomento de las artes– es uno de los pensadores educativos más solicitados de las últimas dos décadas. Y predica un mensaje devastador para la escuela tradicional: los niños nacen con cualidades que, a menudo, el sistema entierra. Su colegio, al que llegó por casualidad, le cambió la vida.

Era un crío de rizos pelirrojos que perseguía un balón en el barrio de Walton, en Liverpool, cuando su padre sentenció: “Este niño jugará al fútbol en el Everton”. Pero la polio se cruzó en su camino. A Ken Robinson (Liverpool, 1950) lo enviaron a un centro de educación especial para los descartados del sistema, niños con problemas físicos o retrasos en el aprendizaje. En aquella clase, que él define como “un montón de individuos diferentes que recordaba a la cantina de La guerra de las galaxias”, sus profesores, Mr. Strafford y Mrs. York, fomentaron las aptitudes que lo han convertido en uno de los grandes referentes de la enseñanza y en un prolífico escritor de best sellers.

Ken Robinson llega sonriente a la cita en una oficina compartida a escasos metros del campus de la Universidad de California, en Los Ángeles. “Llevo muchos años aquí. Ya soy angelino”, comenta, aunque su piel pálida y su acento lo desmientan. El inglés se apoya en un bastón –tiene la pierna derecha más corta que la izquierda–, tiende una mirada brillante y enarbola un discurso rotundo: “Pagamos un precio muy alto por sacar los sentimientos de la escuela”.

Hace 15 años que vive en la megalópolis californiana. Tras dar clases en la Universidad de Warwick (Coventry, Inglaterra), recaló allí con su mujer, Terry, también de Liverpool y escritora, y con sus dos hijos, James y Kate.

El Elemento. Descubrir tu pasión lo cambia todo (Grijalbo, 2009), que se ha traducido a 21 idiomas, es su libro más conocido. Contiene las historias de éxito que desgrana en sus charlas. Habla, por ejemplo, de cómo Matt Groening, el creador de Los Simpson, encontró su camino cuando se enteró de que “había otras personas que no sabían dibujar pero vivían de ello”. O del economista Paul Samuelson, que siempre consideró los números “pura diversión”.

El éxito de Robinson está estrechamente ligado al crecimiento de las redes sociales. En febrero de 2006 protagonizó una charla TED –organización pionera en proponer un formato de conferencias breves que se difunden por Internet–, que desde entonces suma una media de 10.000 visionados diarios y roza ya los 40 millones. En aquella ponencia de 19 minutos y 24 segundos, que tituló ¿Matan las escuelas la creatividad?, cuenta la anécdota de una niña retraída que siempre pintaba en clase. “¿Qué dibujas?”, le preguntó la maestra. “Estoy pintando a Dios”, respondió. Cuando su profesora le hace entender que nadie lo ha visto nunca, ella replica: “Mejor, en cinco minutos podrán saber cómo es”.

En sus charlas defiende que bailar es tan importante como sumar.

Creo que la gente que piensa que bailar no es importante, probablemente ni baila ni nunca lo ha intentado. Y lo digo en serio. Los humanos tenemos un cuerpo, no somos programas, y nuestra relación con él es fundamental para nuestro bienestar. Muchos problemas del mundo civilizado tienen que ver con la obesidad, la diabetes o la depresión. En Estados Unidos hay una generación de jóvenes que, por primera vez, puede que vivan menos que sus padres debido a enfermedades cardiacas y otras dolencias vinculadas a una dieta pobre y poco ejercicio. El sistema educativo trata la vida humana como si solo importase lo que existe entre las dos orejas. La danza está relacionada con el resto de las artes y ciencias, y yo defiendo una concepción holística de la inteligencia. Además, resulta que hay un montón de matemáticas en la danza, pregunte a cualquiera que baile profesionalmente.

En 1997, el Gobierno británico le pidió formar una comisión nacional para asesorarle sobre cómo potenciar la creatividad en la escuela de los 5 a los 18 años. ¿Ha cambiado el sistema educativo desde su informe?

El Gobierno actual avanza en sentido contrario, como ocurre en Estados Unidos. Pero el de entonces, con Tony Blair de primer ministro, llevaba tiempo planteando que hacían falta cambios. El mundo evoluciona rápida y profundamente, y los sistemas educativos que funcionaban en el siglo XIX no sirven para los retos actuales. Cuando Blair llegó al poder lideró una serie de reformas que tuvieron justo el efecto contrario: más estandarización, más pruebas, un currículo menos flexible. Así que unos cuantos le dijimos que, ya que lo pregonaba, debía tomarse en serio la creatividad. Si defiendes la alfabetización y te importa que la gente aprenda a leer y a escribir, no te limitas a dejar libros a su alrededor a ver si muestran interés. Si vas en serio con la creatividad, necesitas una estrategia para impulsarla, por eso reuní a 50 personas y creamos una comisión gubernamental para diseñarla.

Robinson forma parte de una corriente de pensadores que busca transformar el sistema con innovaciones, y que se enfrenta a otra, también muy relevante, que reclama reforzar la disciplina y evaluar de forma sistemática el modelo. Rechaza la proliferación de exámenes estandarizados que se da en Estados Unidos –donde los alumnos se enfrentan a hasta un centenar de evaluaciones externas a lo largo de su vida escolar– y que está empezando a implantarse en España. Su modelo pasa por una escuela que promueva disciplinas como la danza o el teatro, y que experimente con técnicas novedosas como el aprendizaje basado en proyectos, consistente en enseñar a los alumnos a través de casos reales. Por ejemplo, montar una empresa de jabones para aprender química y economía.

Lo cierto es que han transcurrido casi dos décadas y sus ideas no han calado. Al menos no de forma mayoritaria.

Bueno, es difícil saberlo. Pero llevo hablando de esto mucho más de 20 años. Empecé en 1972, cuando conseguí mi primer trabajo en educación. Y hay otros que comenzaron mucho antes: Maria Montessori, John Dewey y muchos más. Siempre ha habido expertos que han reclamado una aproximación más humana y personalizada y no un sistema que se asemeje a una cadena de producción industrial. La gente piensa que es una excentricidad decir que la escuela funciona como una fábrica, pero es cierto. Se divide en compartimentos separados, a los que la gente acude durante unas horas fijas; los días se distribuyen en bloques de tiempo y los alumnos son evaluados de forma periódica para saber si son aptos para seguir ahí. A los que no se adaptan se les responsabiliza de su fracaso, pese a que es el sistema el que les ha fallado. La gente entiende esto y cada vez hay más colegios que quieren aplicar otras teorías.

De ellos habla en su último libro, Escuelas creativas (Grijalbo).

La educación es un sistema dinámico y complejo. Hablo con mucha gente y a menudo veo que han recibido una influencia positiva porque sienten que, de alguna forma, les estoy dando permiso para innovar. Trato de justificar por qué la creatividad no es un conjunto extravagante de actos expresivos, sino la forma más elevada de expresión intelectual. Así funcionan los grandes académicos. La ciencia se ha cimentado sobre un pensamiento rico, original y creativo unido al entendimiento crítico. Estas charlas han logrado abrir ese debate. Hay países enteros cambiando, como Finlandia, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y otras zonas de China, que ya empiezan a planteárselo.

¿Y Estados Unidos?

Aún no. Al menos no a nivel nacional. Lo debaten, como hizo Inglaterra, pero luego hacen algo diferente. Afortunadamente, la educación va más allá de los discursos de los políticos. Yo trato de ayudar a la gente para que sean ellos los que modifiquen el sistema.

Usted proclama que los títulos universitarios ya no valen nada.

No es que no valgan nada, es que valen menos. Cuando yo empecé en esto, si tenías un doctorado, formabas parte del 0,01% de la población mundial que lo había cursado, y ya no es así. Funciona como la inflación. Antes, una carrera era todo lo que necesitabas para conseguir un buen trabajo; ahora hace falta también un máster. ¿Dónde acaba? Supongo que dentro de unos años tendrás que ganar un Nobel para trabajar. “Ah, tienes un Nobel, qué bien. Pero ¿qué tal dominas el Excel?”. Las promesas de una buena educación superior comienzan a tambalearse. Algunos empiezan a pensar que tal vez no sea imprescindible ir a la universidad. Aunque, de momento, la pelota está en el campo de los titulados porque sus rentas son mayores que el promedio. Yo solo digo que eso está cambiando.

¿A quién perjudica el sistema actual?

Cuando ves a niños a los que la escuela les da un mal servicio, que abandonan las aulas pensando que son estúpidos y acaban en las calles como pandilleros, en la cárcel, en trabajos precarios o que hunden su vida en antidepresivos y alcohol… No digo que la educación sea la respuesta a todo esto, pero creo que un mejor comienzo vital les brindaría la oportunidad de descubrir sus auténticas cualidades y elegir su camino. Esto ocurre a menudo en los buenos colegios. Hay profesores estupendos que son capaces de rescatar niños al borde del abismo y encauzarlos. Cuando digo que es una cuestión de derechos humanos no es una exageración: la gente tiene derecho a dirigir su propia vida.

En lo que Ken Robinson sí parece un auténtico angelino es en su aura de estrella. Sus charlas las gestiona la Washington Speakers Bureau, que pide un caché de entre 6.700 a 36.000 euros por conferencia. Además de figuras políticas estadounidenses, entre los representados de la agencia se encuentra el cocinero José Andrés o el expresidente José María Aznar. En 2015 le contrató Meridianos –que invitó a El País Semanal a Los Ángeles para entrevistar a Robinson–, la fundación española que busca opciones para menores marginados y que participa en la primera red europea de empleo para jóvenes exinfractores y en riesgo de exclusión social.

¿Cuál es el papel de los padres?

Ahora trabajo en un libro dirigido a ellos, porque me preguntan mucho, y a veces las familias son parte del problema. Muchas de las presiones que llegan a los colegios provienen de padres angustiados por la educación de sus hijos. Otros muchos consideran que el sistema vigente está bien y piden más deberes y programas de refuerzo. Creo que les puedo ayudar porque solo conocen el modelo que vivieron ellos, y hay algunos mitos que me gustaría desterrar porque así presionarán para lograr un cambio. En Estados Unidos, los Estados están aprobando progresivamente el matrimonio homosexual, y eso hace 20 años era impensable. No estaba en la agenda, pero la gente transmitió que no tenía sentido y los gobernantes tuvieron que hacerles caso. El cambio llegó de abajo arriba, como ocurre siempre con los derechos civiles, y así es como debe transformarse el sistema.

¿Cómo educó usted a sus hijos?

Me lo preguntan mucho y siempre respondo que cada niño es único. Mis chicos –el mayor, James, tiene ahora 31 años, y Kate ha cumplido 26– compartieron colegio en Inglaterra durante un tiempo. Para él era bueno, pero para ella no tanto. A James le interesa más la teoría, y a Kate, el diseño y la danza, y esa escuela era muy académica, así que decidimos cambiarla. Nos mudamos a Los Ángeles cuando ya eran adolescentes y la situación se repitió. Al final, sacamos a Kate del centro a los 16 años y la educamos en casa. Mi mujer se encargó de casi todo. Le diseñamos un programa y luego fue al colegio universitario [con titulaciones de dos años]. Lo curioso es que ahora le fascina la educación. No la hemos convencido nosotros, pero seguramente nuestra trayectoria le ha influido: dirige un proyecto del Gobierno finlandés, The HundrED, concebido para identificar los cien programas de enseñanza más innovadores del mundo.
Ver más
PENSADOR

¿QUÉ NOS HACE SER CREATIVOS?

CREATIVIDAD Y EDUCACIÓN PARA EL SIGLO XXI

En la charla TED más vista de la historia, Ken Robinson denuncia que “la escuela mata la creatividad”. En su investigación muestra cómo el 90% de los niños de preescolar presentan altos niveles de pensamiento creativo, y cómo, en el transcurso de sus años de escuela, de esos mismos niños ya con 12 años, apenas un 20% logra mantener esos niveles de pensamiento divergente.


Sin embargo la creatividad es, cada vez más, una cualidad requerida en la sociedad del siglo XXI. No se trata de ser alarmista, sino de conocer para prepararnos y adaptarnos. La digitalización y robotización de los procesos de producción y administrativos, la capacidad para gestionar de forma remota cientos de funciones, la hiper-conectividad en la que vivimos, nos están dando las claves de hacía donde se dirige nuestra sociedad. En el 2030 el 40% de los trabajos que conocemos habrán desaparecido y sus funciones serán desarrolladas por robots, por máquinas digitales. En este entorno, el desarrollo profesional –necesario para el desarrollo personal y la auto-estima- vendrá de la mano de tres habilidades básicas:

* Creatividad

* Conectividad

* Cooperación.

De una forma más inmediata y que nos atañe de un modo más directo si cabe, creatividad y alta capacidad se asocian en algunas administraciones o programas de enriquecimiento, exigiendo “alta creatividad” para ser considerado alumno de alta capacidad o para poder acceder a un programa de enriquecimiento, fuera o dentro del aula. (Programas de enriquecimiento que, paradójicamente, ni promueven ni valoran la creatividad, pues también en ellos nos encontramos con que todos los alumnos de un curso hacen lo mismo, al mismo tiempo, y de una forma programada y perfectamente planificada por sus tutores).

Pero, ¿son creatividad y alta capacidad dos conceptos que siempre van de la mano? ¿Es lícito asumir que un niño es de alta capacidad sólo si además de una elevada capacidad de razonamiento muestra un alto nivel de creatividad? Y si es así, ¿estamos midiendo bien la creatividad o la confundimos con la producción artística? ¿Estamos dejando que esta creatividad se desarrolle y manifieste o la “matamos” para más tarde exigir su presencia?

CREATIVIDAD. APRENDIENDO A DISTINGUIRLA.

La creatividad se diferencia de la inteligencia en que hace referencia a la producción de un idea nueva, original y útil (Sternberg & Lubart, 1995).

Mientras la inteligencia se refiere a la aplicación de una solución familiar o habitual (p.e. resolución de problemas rutinarios, aplicación de conocimientos y experiencias anteriores, etc.) a situaciones o tareas nuevas o conocidas (Kaufman, 2004), la creatividad se refiere a la aplicación de una solución nueva, exigiendo al individuo ir más allá de la lógica, usar la imaginación y un proceso creativo específico, con independencia de la novedad de la situación o tarea.

Así se espera que el pensamiento creativo sea divergente respecto del conocimiento académico o formal. Divergente y poco valorado, de hecho en muchas ocasiones reprimido. La escuela, por su estructura de aprendizaje lineal, por que se enfoca en evaluar el aprendizaje de sus alumnos únicamente en base a su capacidad para repetir y exponer los datos aprendidos, tal y como se los ha explicado el maestro o el libro de texto y no propone actividades donde este pensamiento divergente pueda florecer, inhibe el desarrollo de una personalizad e identidad creativa.

Sin embargo, diversos estudios demuestran que en el desarrollo de la creatividad es, precisamente el entorno y la oportunidad para mostrarse creativo, los aspectos que más pueden ayudarnos a potenciar esta cualidad, imprescindible para nuestros niños en una sociedad digital en la que ya estamos inmersos:

Extracto y conclusiones del capítulo 6 del libro “Social and Emocional Development of Gifted Children”, publicado por la NAGC.

CÓMO LAS EMOCIONES SE RELACIONAN CON LA CREATIVIDAD Y EL PROCESO ARTÍSTICO.

Muchos estudios han demostrado que las características emocionales del individuo tienen un impacto específico en su capacidad creativa y artística. Muchos son los procesos psicológicos que influyen en la manifestación de esta capacidad, entre ellos, la tendencia a mantener estados de ánimo positivos. Los estados de ánimo positivos:

* Permiten a los individuos producir más ideas (aunque no necesariamente más originales).

* Aumentan la flexibilidad de pensamiento, dejando que las ideas fluyan con más facilidad.

* Están relacionados con la liberación de dopamina que facilita el desarrollo flexible de la atención y la capacidad para desarrollar más perspectivas cognitivas.

* Facilitan el acceso al material almacenado en la memoria.

* Sugiere a los individuos que están en una situación satisfactoria, por lo que serán más productivos, pues cada nueva idea generada tendrá más probabilidad de ser considerada satisfactoria.

No obstante algunos estudios han demostrado también que los estados emocionales negativos pueden a su vez impulsar la creatividad. Sin embargo, el impacto de este impulso creativo -que surge de estados de ánimo negativos, tales como la tristeza, rabia, melancolía, desengaño.. – suele estar más relacionado con contextos muy determinado (p.e con un tipo de tarea, el tipo de producción creativa, etc..). Las personas “tristes” producen más ideas sólo cuando la tarea creativa es considerada interesante, de forma que el individuo en un estado de ánimo negativo encuentra en el proceso creativo un “remedio” para volver a un estado emocional neutro o positivo.

Así, Russ (2014) destacó la importancia de favorecer los estados de ánimo positivos en los niños. Mediante el juego, los niños aprenden a expresar y controlar las emociones y de este modo disfrutar del mismo. Russ observó que los niños que estan menos inhibidos para mostar sus emociones durante el juego, tienen producciones más creativas relacionadas con el arte, que el resto de sus compañeros.

A pesar de que las emociones están relacionadas con la creatividad en general, lo están en un modo que depende mucho del tipo de dominio o tarea, y fuertemente relacionadas con los procesos de creación artística, en un modo que no necesariamente puede aplicarse a otros escenarios. Algunos investigadores (Botella, Zenasni, Lubart, 2011) entienden que los estados de ánimo positivos afectan a las fases de percepción y a la fase final del proceso creativo artístico, mientras los negativos afectarían a las primeras fases de preparación, incubación e ideación.

Creatividad y talento artístico deben ser diferenciados porque las personas pueden implicarse en un proceso artístico sin ser creativos, mientras la creatividad puede ser expresada en diferentes dominios como cualquier expresión artística, pero también en la ciencia, la arquitectura, la empresa, la comunicación, etc..

¿PERSONALIDAD EMOTIVA = PERSONALIDAD CREATIVA?

Feist (1998) identificó los rasgos de la personalidad que se pueden relacionar con la creatividad artística y científica. Concluyó que las personas creativas tienden a estar más abiertas a nuevas experiencias, son más seguras de sí mismas, tienen una personalidad dominante y son menos convencionales y meticulosos que el resto de individuos.

Así, rasgos como la asunción de riesgos, la perseverancia, la personalidad dominante, autoconfianza, impulsividad, apertura a nuevas experiencias y tolerancia con la ambigüedad y la incertidumbre, están asociados con la alta creatividad en general. Además, aquellos que destacan por su creatividad artística tienden a ser más intensos y variables emocionalmente, mientras las personas creativas en el ámbito científico tienden a ser más meticulosas y concienzudas.

En los últimos 20 años el estudio de personalidades altamente creativas ha podido demostrar que los rasgos de la personalidad relacionados con las emociones que se asocian a la regulación del estado de ánimo, tienen una influencia positiva en la creatividad. George y Zhou (2002) mostraron que la transparencia en las emociones esta positivamente correlacionado con la producción creativa. Algunos estudios han revelado también que aquellos con una mayor capacidad para procesar las emociones tienen una mayor producción creativa.

De acuerdo al Modelo de Resonancia Emocional (Lubart y Getz, 1997), los conceptos cognitivos remotos (como la representación de objetos, personas o situaciones) pueden ser activadas simultáneamente en la memoria y ser asociadas porque comparten experiencias emocionales similares asociadas a ellas. Es decir, las emociones asociadas a un recuerdo nos ayudan más tarde a recuperar dicho recuerdo o, dicho de otro modo, recordamos mejor aquello que nos ha provocado una emoción. Lo que, aplicado a la educación, redunda en la importancia de hacer el aprendizaje significativo, provocando la curiosidad e interés del alumno.

Así, la intensidad afectiva (definida como la tendencia a sentir y experimentar reacciones emocionales más fuertes o extremas para una determinada situación emocional), es un potenciador de la creatividad (Larsen y Diener, 1987). De este modo, las personas emocionalmente más intensas serían, en principio, también más creativas. Todos podemos recordar personajes especialmente destacados por su elevada creatividad (Picasso, Jobs, Einstein, Mercury, Lennon, Dalí…) y su imagen sin duda nos trae la imagen de personas muy apasionadas con su trabajo y que viven de forma intensa cada episodio de su vida. Pero, ¿somos tolerantes con los niños que muestran esta pasión e intensidad en todo lo que hacen y experimentan? ¿Les animamos en esta faceta de su personalidad o, por el contrario, tratamos de modificar su conducta, mandándoles continuos mensajes de lo reprochable que es su actitud? Controlar las emociones no es lo mismo que reprimirlas e inhibirlas.

Botella, Zenasni, y Lubart observaron en sus investigaciones que los estudiantes de carreras artísticas presentaban altos niveles de intensidad afectiva, y mostraban tener más experiencias emocionales negativas intensas que el resto de la población. Esto podría ser explicado por el concepto de “Sobre-excitabilidad emocional” acuñado por Dabroswki y Piechowsky (1977), que es usualmente identificada como una de las características de los niños de alta capacidad y que parece estar asociada con la producción artística tanto en niños y jóvenes como adultos.

Esta sobre-excitabilidad emocional se define como la tendencia a experimentar emociones intensas y respuestas emocionales a acontecimientos y experiencias. Los individuos con una alta sobre-excitabilidad emocional también muestran una gran capacidad para recordar emociones vividas. Piechowski y Cunningham (1985), compararon las 5 áreas de sobreexcitabilidad (psicomotora, sensual, intelectual, imaginativa y emocional) en un grupo de artistas en distintas facetas, un grupo de adultos de alta capacidad, y un grupo de graduados en diferentes disciplinas. El resultado de esta investigación mostró una sobre-excitabilidad emocional significativamente más alta dentro del grupo de artistas que en los otros dos grupos. El mismo patrón se ha observado en posteriores investigaciones en distintos países. Es decir, por el momento, no existe constancia en la investigación de que los niños de alta capacidad intelectual sean más creativos ni más intensos emocionalmente. De lo que si existen datos es de que las personas que destacan en dominios artísticos (que es también una expresión de la alta capacidad), muestran una mayor sobre-excitabilidad emocional y mayores niveles de creatividad artística.

AUTOCONCEPTO CREATIVO E IDENTIDAD CREATIVA.

El auto-concepto y, en particular el auto-concepto creativo es un aspecto muy importante del potencial creativo pues facilita o inhibe el desarrollo del propio potencial (Karwowski y Balbot). Dentro de la psicología humanísta existe amplia literatura sobre creatividad y el desarrollo del “yo”. La creatividad se califica como un complemento natural del yo y como un mecanismo para alcanzar el desarrollo del propio potencial.

Los rasgos generales de la creatividad que pueden contribuir a este mayor desarrollo del yo, incluyen aspectos como la aceptación de uno mismo y la auto-estima (Coopersmith 1967). Y recíprocamente, estos aspectos (auto-estima, auto-confianza y el concepto de valía global que el individuo tiene de sí mismo), contribuyen a su vez al desarrollo del potencial creativo como han demostrado diversos estudios.

De hecho, existe un amplio consenso sobre la multi-dimensionalidad y la naturaleza jerárquica del auto-concepto que sugiere que una persona tiene tantos auto-conceptos como dominios en los que es llevada a desarrollar una representación de sí misma, incluyendo los dominios artísticos y creativos. Es decir, que una misma persona puede tener un alto concepto de sí misma en el plano social, por ejemplo, y un bajo valor en los planos intelectual o creativo, o viceversa.

El “auto-concepto creativo” se refiere a las convicciones que cada individuo tiene sobre su propio potencial creativo, sus logros creativos, y su identidad creativa, así como la propia percepción de lo que es la creatividad. Si ésta es considerada, como común y erróneamente se viene valorando, como la capacidad de realizar una producción artística satisfactoria, evaluada en base a los cánones estéticos del momento, y el niño no tiene esta destreza, crecerá pensando que no es un individuo creativo, a pesar de que pueda, por ejemplo, tener una alta capacidad de plantear soluciones creativas y originales a problemas o situaciones a las que se enfrenta a lo largo de su vida. Por ello es tan importante que la escuela permita y promueva en sus alumnos la expresión libre de su pensamiento divergente, potenciando, trabajando y valorando expresamente la creatividad en todas sus manifestaciones. Para ser creativos, debemos “sabernos” creativos, y para ello, debemos haber puesto nuestra creatividad en práctica.

Estas distintas pero relacionadas facetas del auto-concepto creativo, incluyen la auto-eficacia (grado en que una persona auto-evalúa la probabilidad de éxito actual y futura de sus esfuerzos creativos), la autopercepción de la creatividad (creencias sobre la medida del propio potencial creativo como una capacidad y un conjunto de características asociadas con la creatividad) y la metacognición creativa, indicando que estos auto-conceptos creativos interactúan con la resolución de problemas para facilitar la acción creativa. Por ejemplo, podrían fortalecer el interés y el compromiso, llevando a una mayor actividad, esfuerzo y, en consecuencia, un mayor logro creativo.

El auto-concepto creativo y otras dimensiones del “yo” creativo se enmarcan en la “identidad creativa” referida a la importancia atribuida por el individuo a la creatividad en el conjunto global de su “yo” personal y en el cumplimiento de un rol social como una persona creativa. La identidad creativa se construye sobre las experiencias pasadas sobre logros creativos y oportunidades para expresar la propia creatividad. Aquellos individuos para los que la creatividad es una parte importante de su propia personalidad buscan oportunidades para ser creativos con objeto de mantener y reafirmar este aspecto fundamental de ellos mismos.

En consecuencia, Freeman (1993) sugirió que la identidad creativa impulsa la capacidad de llevar a cabo trabajos creativos en áreas artísticas. Esto ha sido también ilustrado a través de ejemplos eminentes e históricos a menudo caracterizados por altos niveles de auto-confianza para el trabajo creativo (Feist, 2014). Esta auto-confianza en relación a la calidad de los resultados creativos puede ayudar a las personas a impulsar sus esfuerzos creativos , incluso cuando los apoyos sociales no acompañan.

Así, la identidad creativa esta asociada con el aumento de la productividad y, en consecuencia, mayores opciones para lograr éxitos creativos (Helson & Pals, 2000). La investigación centrada en la identidad creativa y el auto-concepto creativo ha destacado el papel de estos aspectos en el desarrollo del “yo” por ser fuentes de información y motivación que impulsan a su vez el compromiso y la perseverancia en un determinado medio creativo.

Es decir, construimos nuestra identidad creativa a través de nuestras experiencias poniendo en práctica y retando a nuestra creatividad. Una identidad creativa elevada contribuye a una mayor auto-estima y auto-concepto del individuo. A su vez, esta mayor auto-estima contribuye a una mayor producción creativa, mayor motivación e implicación por la tarea, y, en consecuencia, una mayor cantidad y calidad de nuestras producciones creativas, sean éstas aplicadas en las áreas artísticas, científicas, empresariales, de comunicación o cualquier otro campo. En este contexto, la atención a las emociones, favorecer su expresión y canalizar su intensidad y aprender a controlarlas, que no a inhibirlas, conlleva a su vez un aumento del potencial creativo. Trabajar la creatividad en el aula, se convierte así en una herramienta clave para el desarrollo equilibrado del individuo y hoy, más que nunca, en un clave escencial para el desarrollo profesional posterior.

RETOS PARA LA INVESTIGACIÓN.


Hasta la fecha hay escasez de investigación que combine el estudio de las altas capacidades, las emociones, el arte y la creatividad. Sin embargo, estos estudios serían cruciales para entender mejor las altas capacidades e intervenir con precisión entre los niños de alta capacidad que a menudo muestran rasgos de intensidad emocional.

Sería indispensable desenredar los factores emocionales que contribuyen al desarrollo académico, de aquellos que promueven el desarrollo artístico o creativo en los niños. Muchos de estos estudios se han realizado con jóvenes y adultos, y son necesarios más estudios con niños.

También es necesario destacar que se han realizado muy pocos estudios que muestren las diferencias culturales, aún cuando, como ocurre con la creatividad, las emociones tienen diferentes representaciones, expresiones y funciones en las distintas culturas y etnias. Estos estudios podrían centrarnos en cómo la creatividad y/o la expresión artística podría ayudar a canalizar la sobre-excitabilidad intelectual que muestran los niños de alta capacidad y ayudarles a desarrollar su personalidad y talento de un modo equilibrado.

RECURSOS SOBRE CREATIVIDAD

Ken Robinsón : Charla Ted, “Las escuelas matan la creatividad”. Disruptivo y divergente, Robinson nos lleva a reflexionar sobre el papel de la educación, y el modelo de sistema educativo que venimos arrastrando desde el siglo XIX, basado en la estandarización de los alumnos, sus competencias, su aprendizaje y los métodos de enseñanza y evaluación. La sociedad ha cambiado tanto que esta educación ya no sirve. No sirve sobre todo al alumno que ve mermadas sus oportunidades para el desarrollo de su potencial, su personalidad y su auto-estima. Pero tampoco a los maestros, pués también a ellos, les desmotiva.



¿Qué es la creatividad? Artículo de Rosabel Rodriguez, Profesora de la UIB. Experta en Creatividad. Interesante reflexión sobre qué aspectos definen un comportamiento, idea, propuesta o respuesta creativa, más allá del plano artístico.

Cómo desarrollar el Pensamiento creativo en la escuela. Rosabel Rodriguez, Profesora de la UIB. Experta en Creatividad. Indispensable lectura para maestros y padres, herramientas sobre qué ejercicios podemos proponer para estimular y ayudar a desarrollar nuestro potencial e identidad creativa.

Escuelas creativas: La revolución que está transformando la educación. Sir Ken Robinson.

Robinson desarrolla en Escuelas creativas las ideas de su famosa charla TED «Cómo la escuela mata la creatividad» y ofrece soluciones innovadoras y revolucionarias para uno de los problemas más relevantes de nuestra sociedad: cómo transformar un sistema educativo que no funciona.

En una época en la que los procesos de evaluación se estandarizan, las escuelas pasan por momentos difíciles y tanto estudiantes como educadores sufren una presión enorme, Robinson nos ofrece soluciones prácticas para terminar con el caduco sistema educativo actual heredado de la Revolución Industrial. Para lograrlo, propone darle a la educación un enfoque personalizado. Sugiere aprovechar el potencial de los recursos tecnológicos y profesionales disponibles y fomentar así la participación de los estudiantes para que pierdan el miedo a equivocarse, desarrollen su pasión por aprender y su creatividad, y estén preparados para afrontar los retos que les depare el futuro.

Repleto de anécdotas, casos, investigaciones y consejos de profesionales pioneros en el tema, Escuelas creativas apasionará a cualquier interesado en la educación, porque le hará replantearse muchas ideas preconcebidas y le ayudará a reflexionar sobre cuál es realmente el verdadero sentido de la educación en el siglo XXI.
Ver más
La educación cuántica

¿CÓMO DESPERTAR LA CREATIVIDAD DE LOS NIÑOS?

El psicólogo educacional Juan Luis Cordero, parte del área de Experiencia Docente de Elige Educar, escribió esta columna sobre la creatividad, ¿cómo la promueven ustedes?

En reiteradas ocasiones, el especialista en educación Ken Robinson ha afirmado que las escuelas -y el sistema educativo en general- hoy matan la creatividad en vez de promoverla. Si bien puede sonar demasiado drástico, no deja de ser un hecho cierto y empíricamente observable en la dinámica pedagógica de muchos establecimientos.


Según algunos estudios longitudinales, a medida que los niños avanzan en años de escolarización, disminuyen drásticamente su pensamiento divergente, que es la habilidad que sustenta la creatividad. El pensamiento divergente “es la habilidad de idear muchas respuestas diferentes frente a una pregunta así como de interpretar de múltiples maneras distintas una pregunta”. Su contraparte es el pensamiento convergente, que es justamente la capacidad de encontrar una sola respuesta correcta.

Frente a preguntas tales como qué se podría hacer con un clip a niños de 3 años, una gran mayoría es capaz de imaginar cerca de 200 respuestas diferentes; luego de 5 años de escolaridad, el porcentaje de niños disminuye a la mitad; y cuando alcanzan los 13 años de edad, el porcentaje es mínimo y una gran mayoría sólo da una respuesta correcta.

La explicación de esto es que hemos aprendido que sólo existe una respuesta correcta: en la medida en que nos hemos “educado”, nos hemos vuelto sorprendentemente menos creativos e imaginativos, reduciendo a su mínima expresión esa capacidad innata que todos tenemos en un comienzo.

Lo dramático de esto no es tanto la pérdida de una determinada habilidad en las personas, sino que es la pérdida de tal vez la habilidad más importante de cara a los desafíos del siglo XXI y del tercer milenio. En un mundo en constante cambio, cada vez se requiere de más y mejores ideas, de una alta capacidad de innovación no sólo para resolver problemas sino que para comprender el entorno que nos rodea. Si hoy es un recurso clave, en 20 años será probablemente el más valorado de todos y el que diferenciará más las competencias entre una persona y otra.

Ahora, la pregunta del millón que todos debemos hacernos es ¿cómo fomento la creatividad en los niños y jóvenes, dada las necesidades que enfrentarán a futuro?

Si bien no existe una única respuesta frente a esta interrogante (sería muy poco creativo decir que sí), para desarrollar la creatividad se requiere de una serie de elementos que faciliten su surgimiento:

a) Tiempo: las grandes ideas no provienen de una inspiración repentina sino que son fruto de un lento proceso de maduración, de “darle vueltas” a un asunto durante meses e incluso años, por lo que es necesario darles un espacio importante de tiempo a los alumnos para que “echen a volar la imaginación”.

b) Colaboración: se debe fomentar el intercambio de distintas ideas y la construcción en conjunto de la solución a un problema o la visualización de un desafío a futuro. En ese sentido, el trabajo en equipo es una dinámica básica dentro del proceso creativo.

c) Autonomía: es recomendable que puedan administrar libremente el tiempo y los recursos necesarios para crear, es decir, planificar, dirigir y ejecutar con libertad el trabajo propio.

d) Objetivos: es preciso que el docente establezca ciertos límites o propósitos finales a los cuales apuntar. Es difícil ser creativo sin tener ninguna restricción tanto como lo es estar sujeto a cumplir órdenes y no contar con un mínimo de autonomía.

e) Error: es fundamental que los niños y jóvenes cuenten con la posibilidad de equivocarse y volver a intentarlo, ya que de esa manera van forjando el camino hasta llegar a una solución creativa.

f) Ambiente socioemocional positivo: el ambiente debiese procurar que los niños y jóvenes no tengan temor a equivocarse y a intentarlo todas las veces que sea necesario para dar con aquello que buscan.

LUEGO, LA PREGUNTA ES ¿CÓMO SE PUEDE LLEVAR ESTO A LA PRÁCTICA?

1. Plantear preguntas abiertas por sobre preguntas cerradas

Más allá de las sugerencias esas sugerencias generales, una primera forma -y tal vez la más simple y directa- de comenzar a potenciar la creatividad en los niños y jóvenes tiene que ver con el tipo de preguntas que se les plantean, si estas son abiertas o cerradas. Esto no dice relación tanto con la cantidad de personas a las que va dirigida (si es grupal o individual) sino que con la cantidad de respuestas que es posible imaginar: una pregunta cerrada por lo general admite una sola respuesta y una abierta multiplicidad de ellas (al menos dos o más alternativas). Así, tenemos por ejemplo que frente a la pregunta quién descubrió la penicilina, la única respuesta es Alexander Fleming, mientras que si se pregunta qué hubiera pasado con el desarrollo de la medicina si es que Fleming no hubiese descubierto la penicilina, vemos que espontáneamente surgen muchas y muy diversas respuestas. Lo mismo frente a cuánto es 2 + 2 versus de cuántas maneras distintas se podría descomponer esta operación para llegar al mismo resultado. Una dificultad que se observa hoy tiene que ver con que la mayoría de las preguntas que se realizan son cerradas: el verdadero problema no es el exceso de preguntas, sino el exceso de preguntas cerradas. En diversas clases, es prácticamente el único tipo de preguntas que se realizan, tanto por parte del docente como de los alumnos. La principal dificultad es que no involucran ningún proceso de razonamiento complejo y la información que proporcionan es muy poco significativa.

2. Proponer actividades grupales lúdicas

Una segunda manera -y tal vez la más compleja y difícil de lograr- de promover la creatividad guarda directa relación con el tipo de actividad que se propone. Es fundamental propiciar un rol activo en los niños y jóvenes a través de tareas que requieran necesariamente de su colaboración; que sean lo suficientemente desafiante como para que les tome tiempo y esfuerzo llevarla a cabo; y que, en definitiva, estimulen un intercambio constructivo de ideas, opiniones y percepciones. Esto implica otorgar un mayor protagonismo a los estudiantes y un cambio en el rol del adulto, quien actuaría más bien como un facilitador de las dinámicas de participación. La mejor herramienta para apuntar a esto consiste en los juegos y dinámicas lúdicas, ya que no sólo motivan la participación de los niños y jóvenes y hacen más grata la experiencia sobre su aprendizaje, sino que también promueven el ingenio y creatividad en la medida en que requieren de la colaboración grupal y del trabajo en equipo para alcanzar las metas. Además, los juegos proveen una estructura lo suficientemente clara y precisa para regular las interacciones de los estudiantes, así como ofrecen los incentivos necesarios que motivan su involucramiento.

3. Evitar actividades mecánicas

Si la esencia de la actividad consiste en escuchar la explicación y tomar apuntes; copiar mecánicamente en el cuaderno lo que se dicta; o resolver automáticamente ejercicios sobre un mismo contenido, es bastante difícil que con eso se potencie la creatividad de los estudiantes, independiente del nivel en que se encuentren. Entonces, es necesario reducir al mínimo este tipo de actividades o sólo aplicarlas si es estrictamente necesario, para dar un mayor espacio a otras dinámicas que requieren de habilidades más complejas.
Ver más
DESCARGAR ESTE ARTÍCULO EN PDF

MIRA LO QUE DESCUBRIÓ ESTA PROFESORA QUE SE VIO FORZADA A SER MUY CREATIVA

En la sociedad actual el llamado a ser creativos es para todos. Sin embargo, pocas profesiones incorporan tanto este elemento a su trabajo diario como los profesores.

En esta ocasión te invitamos a leer las interesantes conclusiones que la profesora Karine Veldhoen (fundadora de Learn Forward ) sacó respecto a una experiencia donde se vio forzada a ser creativa. En un taller de artes al que se inscribió junto a un grupo de amigos, el profesor guía les pidió sorpresivamente pintar rostros de manera abstracta. Para Karine -que, según cuenta en su artículo Creatividad: Una elección, un don, y una misión, no posee ninguna habilidad plástica- esa experiencia fue muy inspiradora, y así lo relata: “el flujo de crear me permitió distraerme, desconectarme. Fue una experiencia compartida con mis nuevos y viejos amigos, y me recordó la alegría de experimentar ser joven de espíritu y ponerme en la mente del aprendiz. Enfocó mi atención en una manera refrescante y determinada”.

A partir de su experiencia, esta profesora plantea que “cuando definimos y aceptamos nuestra propia creatividad, crecemos. Y cuando los profesores crecen, sus estudiantes aprenderán a crecer también. Podemos hacernos responsables del nuestro desarrollo dándonos el poderoso regalo de ser creativos”.

¿Por qué ser creativo es un regalo importante que se dan los educadores?; ¿cómo aceptarse como personas creativas cultiva su vida profesional transformándola en algo dinámico y vibrante? Te compartimos las tres lecciones que esta profesora sacó a partir de su experiencia, y que debiéramos considerar todos para incorporar a nuestras vidas, ¿no crees? Toma nota:

1.- CREAR TE PERMITE LA EXPERIENCIA DE “ESCAPAR”

Mientras creamos -ya sea en estudio de arte, jardín, o el garage- juntamos emocionantes experiencias a través del proceso. Aprendemos cómo nuestros cuerpos se sienten en momentos de frustración, cómo salir de ellos, y cómo continuar buscando descubrir algo nuevo. Nos damos cuenta del poder del fluir y reconocemos la virtud de ese tiempo muerto que experimentamos en la experiencia de concentrarnos. Nos convertimos en creadores, y haciendo esto, encontramos maneras de enseñar a nuestros estudiantes a convertirse en creadores también. En su libro “Big Magic” (Gran Magia), Elizabeth Gillbert lo describe de esta manera:

“Todos necesitamos algo que nos ayude a olvidarnos de nosotros mismos por un rato; a momentáneamente olvidarnos de nuestra edad, nuestro género, nuestra situación socioeconómica, nuestros deberes, nuestras fallas, y todo aquello que hemos perdido o arruinado. Necesitamos algo que nos lleve tan lejos de nosotros mismos que olvidemos comer, ir al baño, cortar el pasto; que olvidemos cómo odiar a nuestros enemigos, que olvidemos darle vuelta a nuestras inseguridades… Una vida creativa puede lograrlo”.

2.- SER CREATIVO CONSTRUYE COMUNIDAD

Ya sea porque tienen reportajes sobre arte en el velador o porque tocan el segundo violín en la orquesta local, la gente creativa siempre se encuentra y construye comunidad. Hay que considerar que las comunidades -sean virtuales o en tu barrio- han sido todas construidas bajo esfuerzos creativos. Las relaciones generadas por intereses en común o procesos en común constituyen poderosas y refrescantes fuerzas de atracción. Construir una comunidad en torno a la creatividad es alentador, y ofrece un sentido de pertenencia a algo más grande que nosotros mismos. Ese es un gran regalo para un profesor que pasa todo el día en la sala de clases con niños y niñas.

El sentido de comunidad, de pertenencia y la experiencia de “todos estamos en esto juntos”, son completamente transferibles a nuestra sala de clases. El patrón para construir una comunidad es el mismo en todos lados. Nosotros creamos seguridad, a eso sumamos apoyo, ánimo; envolvemos todo eso con un interés en común, y tenemos nuestra comunidad.

3.- SER CREATIVO ES VIGORIZANTE

Gillbert de nuevo da palabras sabias a este principio:

“Deja que la inspiración te guíe donde quiera guiarte. Ten en mente que en la mayoría de la historia, la gente solamente inventaba cosas… Hacemos cosas porque nos gusta hacerlas… porque los seres humanos son poseídos por algo especial, algo extra, algo innecesariamente rico, algo que la novelista Marilynne Robinson llama ‘una sobreabundancia que es mágica’ ”

Cuando creamos, tocamos parte de nosotros que nos hace crecer. Llámalo espiritual, divino o mágico. Cualquier palabra que ocupes, es un gran regalo para comprometer nuestra creatividad fuera de la sala de clases.

4.- ÉXITO CREATIVO

Cuando te sientas agotado o mediocre, por favor considera darte el regalo de ser creativo. Tomará algo de tiempo intencionarlo, pero valdrá la pena.
Ver más
Invitación

25 IDEAS PARA POTENCIAR EL PENSAMIENTO CREATIVO DE LOS ALUMNOS

En un ocasión Ernest Hemingway fue retado a escribir una historia de tan solo seis palabras. Él escribió: "For sale: baby shoes, never worn" (En venta: zapatos de bebé, nunca usados). Se dice que después de presentarla Hemingway afirmó que ésta era su mejor obra. Posteriormente, la revista Smith Magazine utilizó esta idea para retar a sus lectores a escribir historias de seis palabras. La respuesta fue tan masiva como creativa hasta el punto que la revista publicó varios libros de historias de seis palabras. Lo curioso del hecho es que hasta el momento a nadie se le había ocurrido escribir una historia de seis palabras. Y es justamente ahí donde radica la esencia del pensamieto creativo, en hacer las cosas de una manera distinta de como se habían hecho hasta el momento.

El pensamiento creativo implica la creación de algo nuevo u original. De generar nuevas ideas dentro o a través de dominios del conocimiento, basándose en romper con las reglas y procedimientos simbólicos establecidos (definición adaptada de Dewey; Paul and Lind Elder; Csikszentmihalyi; Rosenman and Gero).

En el contexto educativo, ayudar a los alumnos a desarrollar el pensamiento creativo les permite adquirir competencias, habilidades y estrategias a partir de:

* Relacionar ideas existentes y aplicarlas a nuevos contextos.
* Desarrollar nuevas posibilidades o propiedades de algo que ya existe.
* Descubrir o imaginar algo totalmente nuevo.

El desarrollo del pensamiento creativo puede llevarse a cabo en muchas actividades curriculares, de la misma manera que tradicionalmente se viene realizando con el pensamiento crítico . De hecho sería ideal que los alumnos pudieran adquirir estrategias de estas dos formas de pensamiento para aplicarlas indistintamente según las necesidades de cada situación. En este sentido, el siguiente listado expone 25 ideas para potenciar el pensamiento crítico de los estudiantes:

1 - Fomentar la interacción con contenidos o materiales sin objetivos concretos. Experimentar.

2 - Motivarles para que se conozcan a sí mismos. Sus habilidades. Sus pasiones.

3 - Mostrar su progreso personal y el de sus proyectos.

4 - Extrapolar conocimientos a situaciones nuevas.

5 - Permitir el desarrollo de hipótesis hasta su comprobación final.

6 - Valorar distintas formas de pensamiento.

7 - Utilizar nuevas estrategias para solucionar viejos problemas.

8 - Crear contextos para la toma de decisiones significativas.

9 - Preguntarles sobre sus objetivos e intereses.

10 - Trabajar desde las dos perspectivas holísticas de las situaciones.

11 - Producir textos sobre ellos mismos, sus emociones, sus miedos o sus proyectos.

12 - Utilizar procesos divergentes para la resolución de problemas.

13 - Enseñarles a no tener miedo de los errores. Forman parte del camino al éxito.

14 - Ayudarles a explorar aquello que les resulta desconocido pero interesante.

15 - Habilitar espacios de coevaluación constructiva.

16 - Enseñarles a fijarse objetivos personales concretos.

17 - Analizar y valorar ideas disruptivas como posibles soluciones creativas.

18 - Motivarles para que no tengan un autoconcepto limitado o sesgado.

19 - Fomentar mucha práctica con un buen feedback.

20 - Analizar y encontrar patrones.

21 - Ayudarles a usar la divergencia como una estrategia más.

22 - Facilitar el acceso a múltiples fuentes de información y de puntos de vista.

23 - Realizar brainstorming, como punto de partida de un problema o situación.

24 - Enseñarles a comunicar adecuadamente sus propias ideas.

25 - Asegurarse que se sienten queridos por sus mentores.
Ver más
mandala

UN NIÑO ITALIANO DE TERCER GRADO INVENTA UNA PALABRA QUE CAUTIVA A TODO EL MUNDO

Un niño italiano inventó una palabra que se hizo viral en Internet, empezó a usarse por grandes marcas y hasta podría ser incluida en los diccionarios.

En Italia se ha hecho muy popular una palabra nueva, inventada por un niño de tercer grado llamado Matteo, publica 'Corriere della Serra'. Cuando su maestra pidió describir una flor con un adjetivo lo hizo con su propio neologismo "petaloso", que se puede traducir como "algo tiene una gran cantidad de pétalos". Los resultados de este "bonito error" son verdaderamente impresionantes. La palabra ya se usa en la publicidad de decenas de marcas, mientras que la institución lingüística Accademia della Crusca podría incluir la palabra en el diccionario. Le contamos cómo se hizo tan popular la nueva palabra.

Cuando Matteo, de la ciudad de Copparo, escribió en su cuaderno que una flor es "petaloso" (en italiano la palabra es de género masculino "un fiore"), su maestra lo corrigió con una nota "un error hermoso". Le gustó tanto la palabra que le propuso a Matteo escribir una carta a la Academia della Crusca, fundada en el siglo XVI, una de las instituciones de mayor prestigio en el campo de la lingüística y filología de la lengua italiana.

En su carta a los científicos el alumno de tercer grado explicó que a su maestra le había gustado la palabra y preguntó si era posible incluirla en el diccionario. Pasadas tres semanas desde la Academia llegó una respuesta que fue publicada en su sitio web oficial.

La empleada de la institución Maria Cristina Torchia escribió a Matteo diciéndole que había usado la palabra de manera correcta, de la misma manera como se forman las palabras, por ejemplo, "peloso" de "pelo" (lleno de pelos, peludo), "coraggioso" de "coraggio" (lleno de coraje, corajudo).

Al mismo tiempo, escribió Torchia, "las palabras no entran en el diccionario cuando se le ocurre a alguien, incluso si son hermosas y útiles". La científica explicó que "para que una nueva palabra entre en el diccionario es necesario que muchas personas comiencen a utilizarla y comprenderla".

Al día siguiente, los medios más grandes de comunicación italianos ya compartían esta historia. Los usuarios de las redes sociales empezaron a utilizar la etiqueta #petaloso. Incluso, uno de los que compartieron un artículo sobre el niño fue el primer ministro italiano Matteo Renzi.

Las marcas también comenzaron a utilizar activamente el neologismo. Samsung, Nikon, Fiat, Opel, Nivea, Disney Junior, Kinder son solo algunas de estas marcas. Ahora Maria Cristina Torchia no descarta la posibilidad de que la palabra de pueda realmente ser incluida en el diccionario.
Ver más
4 c

«SI HUBIERA SEGUIDO ESTUDIANDO MI VIDA SERÍA BASTANTE MEDIOCRE. PUEDE QUE HASTA ESTUVIERA EN PARO»

Luis Iván Cuende, uno de los jóvenes más influyentes del mundo para la revista Forbes, nunca le cogió el gusto a los estudios. Al menos, no al sistema educativo implantado en España y que, en su opinión, es del todo «ineficaz». Fiel a sus principios y a su forma de entender la educación, este «hacker» español decidió abandonar una formación que, a su parecer, poco podía aportar a los conocimientos que ya había adquirido desde el salón de su casa.

Cuende, que incluso llegó a plasmar en un libro su crítica al sistema («Tengo 18 años y ni estudio ni trabajo: ¡Monto empresas y vivo haciendo lo que me gusta!»), parece no arrepentirse de una elección cuestionable y arriesgada. Hoy Luis Iván se encuentra inmerso en su último y exitoso proyecto, «Stampery» , un sistema online para validar documentos y que pretende, en palabras de su creador, «mandar de vacaciones a los notarios».

Forbes te seleccionó en enero como uno de los jóvenes más influyentes en el ámbito tecnológico. ¿Cómo recibiste la noticia?

La verdad, no lo vi venir. Forbes tiene una gran repercusión y credibilidad, así que me siento bastante afortunado por ello.

No hace mucho tiempo escribiste un libro en el que criticabas con dureza el sistema educativo español. ¿Mantienes a día de hoy lo que escribiste en aquel momento?

Mi opinión no ha cambiado en absoluto. La vida, de hecho, sigue probando lo que un día predicaba en el desierto. Ahora mucha gente está de acuerdo con que el sistema educativo español no sirve.

¿Qué elementos crees que son necesarios para propiciar el cambio en este modelo que tanto cuestionas?

Muchos. Echar a los educadores que no saben educar. Contratar a los que sí. Quemar los libros de texto. Tirar por la ventana los iPad y las pizarras digitales que perpetúan el anterior sistema con una nueva apariencia. Incorporar métodos para hacer pensar y crear y eliminar los que hacen obedecer y memorizar.

¿Cómo crees que habría sido tu vida de haber continuado estudiando?

Creo que mi vida sería bastante mediocre y que, sin duda, no estaría donde estoy hoy. Puede que hasta estuviese en el paro. Quién sabe.

¿Cómo es el día a día en el seno de «Stampery»?

Manejo a mi equipo, respondo emails, programo, hablo con clientes, con inversores… y pienso. Entro pronto a trabajar, salgo tarde... Trabajo mucho, ¡pero me lo paso muy bien!

Aunque vives fuera tendrás un ojo puesto en España. ¿Qué aplicaciones o negocios ideados en nuestro país consideras más prometedores?

Me quedo con «Wallapop», «CartoDB», «Cabify», «Jobandtalent»...entre otros

En cuanto a aplicaciones, ¿cuáles utilizas en tu día a día?

Utilizo mucho Cabify y soy también usuario de Fintonic, un buen sistema que creo que todos los bancos deberían tener. También he utilizado «Typeform» alguna vez.

Hay quien dice que el Bitcoin no está en su mejor momento. Como experto en la materia, ¿compartes esta opinión?

Para nada, el Bitcoin se encuentra en su máximo punto y jamás ha tenido problemas graves. Hay billones de euros invertidos en Bitcoin, motivo por el que no puede haber problemas. Mucha gente se juega mucho.

¿Cómo funciona «Stampery» y qué podemos conseguir a través de este sistema?

La red detrás de Bitcoin es la primera base de datos inmutable del mundo. Lo que se inserta en ella no se puede modificar. Lo que hacemos es usarla para certificar datos, de forma que puedes tener una prueba de que has enviado un email, o de que has recibido un documento, o de que una transacción se ha ejecutado.

Pregunta rápida: ¿Android o Apple?

Utilizo Android desde que salió, hace unos ocho años. El iPhone fue por delante un tiempo, pero actualmente el software de Apple tiene un montón de errores además de ser un ecosistema cerrado y muy controlado. Android, por el contrario, es algo más abierto.

¿Sabemos en España lo que hacemos cuando compramos tecnología? ¿No crees que a veces nos dejamos llevar por el marketing?

No se puede generalizar pero si me tuviera que decantar por algo diría que, en general, todo el mundo se deja llevar por la publicidad. Muchas veces la gente se sorprende por lo lento que soy comprando pero creo que hay muchas cosas que revisar: las características técnicas del producto, muchos reviews… A mí el marketing me da igual. Muchas veces el marketing amenaza al mercado libre y quien vende es el que más dinero tiene, no el que ha creado el mejor producto.

¿Cómo está España en materia tecnológica?

Muy mal por el lado de emprendimiento, genial por el lado de talento. Emprender aquí es complicado ya que muchos inversores no arriesgan, por eso ahora vivo en Silicon Valley. El talento, sin embargo, es bestial en España.

¿Te queda tiempo libre para las aficiones?

¡Sí! Aunque cierto es que mucho menos. Mis aficiones son la música electrónica y el baloncesto. Últimamente les puedo dedicar una hora a la semana, poco más. Y mi mayor afición es mi chica, supongo. A ella si que le dedico todo el tiempo que puedo.

¿Alguna receta para ser más productivo?

No procrastinar. Fuera Facebook. Fuera YouTube. Fuera Instagram. Cuando se trabaja, se trabaja. Veo a mucha gente perder el tiempo laboral de sus vidas en cosas que no son relevantes.

Con una carrera tan prometedora, ¿dónde te ves en un par de años?

Sin duda, ¡viendo Stampery crecer y crecer! Esa es mi única obsesión
Ver más
4c

NO TODAS LAS ESCUELAS MATAN LA CREATIVIDAD DE LOS ALUMNOS, ESO LO HACE EL SISTEMA.

Un artículo de Mel Elices Agudo, Educadora Infantil y futura pedagoga.

La mayoría de los que trabajamos en Educación, conocemos a Ken Robinson, un innovador investigador educativo que fue nombrado caballero de la orden inglesa en junio del 2003. Afirma, que el Sistema Educativo elimina toda fuente de creatividad que puedan tener los alumnos. Y estoy de acuerdo en eso. Expertos del tema, afirman que la educación española es arcaica, obsoleta y que necesita un lavado de cara con urgencia. Pero eso no quiere decir (a mi parecer), que las escuelas, e instituciones educativas sean el centro del problema. Sí que es cierto, que hay centros educativos que siguen al pie de la letra el programa y que su máximo interés es cumplir los objetivos que en él hay escritos, pero, ¿qué me hay de los que trabajan a contracorriente? Me refiero, a esas escuelas que sí dan importancia a la creatividad, a la imaginación, a la diversión, al juego, al descubrimiento, a la experimentación, a la sorpresa...

Hay que saber diferenciar las instituciones educativas del propio Sistema Educativo. Éste último, diseña programas "adaptados" para cada etapa. Hay centros que deciden seguir los programas a rajatabla, no salirse nunca de lo escrito, impartir las clases de forma tradicional y creer que los estudiantes son un rebaño sumiso que nunca va a pensar por sí mismo ni va a tener nada que decir. En cambio, hay otros que apuestan por hacer lo contrario, que forman a los alumnos más allá de las asignaturas, de los exámenes, de los trabajos. Que dan importancia al aprendizaje cooperativo y no a la competitividad, que dan oportunidades a los estudiantes para aprender a ser sensibles, personas con empatía y comprometidas. Centros que luchan cada día por una educación mejor, por unas aulas renovadas e innovadoras, por la aplicación de nuevas metodologías.

Y dentro de estos últimos centros (los que están a favor del cambio), están profesionales de la educación que ni mucho menos "matan la creatividad" de los estudiantes. Más bien todo lo contrario. Estos profesionales proporcionan a los alumnos un espacio para favorecer sus ideas, sus pensamientos y llevarlos a cabo. Todos ellos, piensan y crean actividades que fomente el pensamiento crítico de los estudiantes y la toma de decisiones y sobre todo, luchan cada día para que en sus clases, los alumnos puedan ser ellos mismos, con naturalidad. Por lo tanto, el problema es el Sistema Educativo.

Mucha gente generaliza. Mucha gente, echa la culpa a los maestros y a los docentes, cuando de primera mano, hay padres de estudiantes que se niegan a sumarse al cambio. Hay padres que si leen un día en la agenda de su hijo: "hoy hemos ayudado a su hijo a favorecer su creatividad e imaginación, (en el caso de que sean pequeños), les da algo grave en ese momento y exigen a ese educador que se centre en las programaciones. Si un maestro de Primaria, decide no utilizar los libros de texto durante una semana y fomentar la autonomía, el pensamiento crítico y el aprendizaje colaborativo en sus clases, estoy segura de que algunos progenitores se les echarían encima. Así que en algunos casos, son los padres los que eliminan la creatividad. Estoy algo cansada de que siempre sean los mismos los que se lleven la peor parte. Y con la peor parte, me refiero a humillaciones, críticas sin fundamento, comentarios ofensivos e hirientes. Estas generalizaciones tan odiosas, lo único que consiguen es que maestros y centros que de verdad quieren que la Educación sea algo diferente, no se les preste ni la más mínima atención.

Ver más
8 LIBROS GRATIS EN PDF

¿PENSAMIENTO CRÍTICO? DESCUBRE CÓMO LAS ESCUELAS MATAN LA CREATIVIDAD

Un artículo de Lluis Torrent, Licenciado en Ciencias Ambientales, Máster en Intervención Ambiental, Máster en Relaciones Internacionales y Especialista en Ciencia Política.

¿Por qué no logramos sacar lo mejor de la gente? Ken Robinson, experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza y la innovación, argumenta que es porque hemos sido educados para ser buenos trabajadores, en vez de pensadores creativos. Los estudiantes con mentes y cuerpos inquietos -lejos de ser cultivados para explotar su energía y curiosidad- son ignorados o incluso estigmatizados, lo que conlleva terribles consecuencias. “Estamos educando a la gente fuera de su capacidad para la creatividad”, dice Robinson. Se trata de un mensaje con profunda resonancia.


El vídeo superior, aunque algo antiguo (del año 2006), ha sido la TED Talk más vista de la historia, con más de 30 millones de visualizaciones. Tal fue su éxito que Robinson se ha convertido en el único conferenciante que ha llegado a dar hasta tres charlas en la conocida TED, algo que nadie más ha realizado jamás. ¿Acaso será porque la educación es algo que todos consideramos primordial?

¿DE DÓNDE PROVIENE EL SISTEMA EDUCATIVO ACTUAL?

En la primera parte de la película La educación prohibida se explica los orígenes del sistema educativo público actual, que se remonta a finales del Siglo XVIII en Prusia. El sistema se configura de tal manera que todo el mundo aprenda las mismas cosas y de la misma manera, con el objetivo de capacitarnos a todos para hacer lo mismo de igual manera. ¿Por qué? Básicamente porque es lo que demanda el sistema productivo actual derivado de la Segunda Revolución Industrial hasta nuestros días.

Así pues, dos son los factores que han influido de forma clave en la educación actual: el primero es la economía industrial, que provocó una cultura organizativa de la educación extremadamente lineal, centrada en los estándares y la conformidad. El otro gran factor de influencia, en nuestra opinión, fue la cultura intelectual de la Ilustración, que desembocó en la cultura académica de la educación.



Una de las características de la enseñanza actual es la presencia de una jerarquía de asignaturas en las escuelas. En prácticamente todos los sistemas educativos (tal y como expone Ken Robinson en su charla) existe en la parte superior en importancia, lengua, matemáticas y ciencias; en segundo lugar humanidades (como geografía, estudios sociales, o filosofía). En la parte inferior se encuentran las disciplinas artísticas. ¿Por qué esto es así? Porque es lo que demanda nuestro actual sistema productivo, cuya orientación a la innovación fomenta que materias cómo matemáticas, ciencia y tecnología tengan mayor consideración e importancia respecto a otras -como música, danza o historia del arte- pues se considera que su aportación no es tan clave para el modelo económico actual.

¿Existe algún sistema educativo que le de la misma importancia y que enseñe danza con el mismo rigor y sofisticación con el que se enseñan matemáticas? De hecho, existen algunos métodos educativos alternativos que varían sustancialmente del enfoque tradicional. Métodos educativos como el de Montessori, centrado en observar al niño y desarrollar su máximo potencial basándose en los propios intereses del niño, o el creado por el psicólogo Howard Gardner, basado en la teoría que él mismo desarrolló de las inteligencias múltiples (y que fue una de las primeras referencias a la inteligencia emocional), por ejemplo. Existen, por supuesto, muchos otros además de los mencionados: Educación Popular, Waldorf, Cossettini, Educación Libertaria, etc. Evidentemente muchos de estos modelos buscan la potenciación de las habilidades y aptitudes personales pero hace falta destacar también la necesidad de una educación inclusiva, que fomente el respeto a la diferencia y a la diversidad, la buena ética y la socialización.

El sistema educativo deja de lado las capacidades y habilidades individuales de cada uno y en muchos casos incluso sometiéndolas en pro del beneficio del sistema. Es un sistema que para más atención a entrenar a personas en beneficio del sistema que a formarlas y potenciar sus capacidades únicas. Se crean trabajadores competitivos pero no se desarrollan en ellos un espíritu crítico y de cuestionamiento y la capacidad de adaptación a nuevos contextos, a la innovación o el emprendimiento y basan sus niveles de competencia en las capacidades de aceptación de lo establecido y memorización de lo que se les dice.

Tal y como decía Jean Piaget, famoso por sus aportes al estudio de la infancia y por su teoría constructivista del desarrollo de la inteligencia:

“El objetivo principal de la educación es crear hombres que sean capaces de hacer cosas nuevas no simplemente de repetir lo que otras generaciones han hecho; hombres que sean creativos, inventores y descubridores. El segundo objetivo de la educación es la de formar mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo que se les ofrece“.

“Los profesores del colegio no deben transmiten información, deben enseñan a pensar”. Ésta es la máxima del que es considerado uno de los mejores sistemas educativos del mundo, el finlandés.

Creer en la educación no significa necesariamente creer en la escuela. Varios países (entre ellos Estados Unidos ) permiten que los niños estudien en casa si así se desea. Muchos han sido los casos en la historia de figuras de referencia mundial que abandonaron la escuela (o universidad) entre otras razones, por aburrimiento y falta de interés en lo que se les enseñaba: Albert Einstein, Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Thomas Alva Edison, Stephen William Hawking, Agatha Christie, los hermanos Wright, Pierre Curie, entre otros. Existen varias maneras de educar a una persona, y no en todas ellas la escuela se contempla como algo imprescindible.

De hecho no todas las familias desean que sus niños vayan a la escuela. Es lo que se conoce como «homeschooling» (educación en el hogar), un movimiento que va cobrando fuerza en varios países. Los buenos resultados académicos que obtienen estos chicos es el principal argumento que esgrimen las familias para defender una práctica que no está regulada en España, pero sí lo está en países como Portugal, Francia, Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos. Aunque no todos son favorables a este sistema universidades como Harvard le dan mucho valor a los alumnos que han estudiado en casa. Esta es la experiencia de un niño americano de 13 años que abandonó la escuela para estudiar en casa.



El sistema educativo actual está anclado en la era industrial. No es efectivo para el mundo de hoy, donde se necesitan empleados creativos y capaces de pensar por ellos mismos. El sistema educativo [español], donde solo se enseña y se controla, no tiene sentido. Richard Gerver es considerado uno de los líderes educativos más innovadores e inspiradores de nuestro tiempo.

EL SISTEMA EDUCATIVO DE FINLANDIA

Finlandia tiene uno de los mejores sistemas educativos del mundo, aunque en los últimos años ha ido cayendo en la clasificación del informe PISA. La metodología ha abandonado las memorizaciones típicas del sistema educativo de la Ilustración y hace énfasis en el desarrollo de la curiosidad, la creatividad y la experimentación. No es una cuestión de transmitir información, sino que es más importante aprender a pensar.

La tipología de clases, lejos de convertirse en una clase magistral fundamentalmente unidireccional, se convierte en un debate abierto donde los profesores fomentan mucho la participación. Los profesores finlandeses trabajan mucho en grupo con sus alumnos, buscando retroalimentación de los mismos y realizando clases participativas, donde el ambiente es relajado y tolerante.



Además, el profesor está forzado a ir renovando sus clases y métodos de enseñanza para atraer la atención de los alumnos, actualizando y vinculando aquéllo que enseña en el aula con sucesos reales y formas que motiven a los estudiantes. Por ello en las clases se proyectan vídeos de YouTube, se preparan temas investigando en Wikipedia o Facebook, utilizan cómics y escuchan música. No existe una vida dentro del aula diferente a la vida detrás de sus puertas, y la tecnología, igual que ocurre en sus casas, se utiliza a menudo en clase.

El profesor, además, recibe evaluaciones y feedback por parte de otros profesores más experimentados en el modo en que imparten sus clases para que éstos puedan mejorar su método educativo.

Ésta es una explicación sin ánimo de lucro.
Ver más
Volver