"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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UN ESTUDIO CONFIRMA QUE EL ARTE HACE A LOS NIÑOS MEJORES PERSONAS Y MEJORES ESTUDIANTES

Algunos están de acuerdo en que el arte es una parte importante de la educación básica. Debido a que la tendencia en los planes de educación de varios países se inclina hacia las ciencias exactas y la lengua, científicos sociales de la Universidad de Arkansas hicieron un experimento para comprobar los beneficios de impartir arte en las escuelas.

En un estudio publicado en Education Next y Educational Researcher, se afirmó que los alumnos expuestos a las instituciones culturales como museos y centros de artes escénicas, no sólo tienen niveles altos de compromiso con las artes sino este acercamiento genera más tolerancia, empatía histórica, mejor memoria educativa y pensamiento crítico.

“Los cambios fueron significativos” dijo Jay P. Greene, profesor de la reforma educativa e investigador del estudio. En particular un solo tour a museo tiene una impresión definitiva en los estudiantes. De acuerdo con Greene, los estudiantes de este tour recordaron lo que habían aprendido “incluso sin una razón externa para hacerlo, como un grado o un examen.

Cuando el Crystal Bridges Museum of American Art abrió en Betonville, Arkansas, hace dos años, el museo ofreció a 11 mil estudiantes paseos. Cada grupo visitante (escogido por sorteo) vio 5 pinturas en una hora. Los paseos estaban dirigidos especialmente a los estudiantes, esto significa que los curadores no les dieron cátedra, sino que se les proporcionó la información mínima acerca de cada pintura y pasaron la mayor parte del tiempo facilitando discusión.

Tres semanas después, los estudiantes llenaron un cuestionario acerca de su experiencia en el museo. Aparte de recordar información sobre las pinturas que vieron, se les pidió responder preguntas sobre tolerancia hacia los otros y sobre empatía. Al final se les pidió escribir un ensayo corto acerca de una nueva pintura: The Box de Bo Bartlet, la cual no estuvo expuesta en el museo. Los estudiantes que ganaron el sorteo pero que no fueron en paseos de grupo, fueron el grupo de control. Los estudiantes también tuvieron que escribir sobre The Box relacionando la empatía y la tolerancia con dicha obra. Varios jueces revisaron los ensayos.

El equipo de Greene se sorprendió por lo académico que resultó la información y por lo mucho que aprendieron los alumnos, pues fueron capaces de recordar que la pintura hacía referencia a los apoyos de los precios durante la Gran Crisis de 1929 y también que otra pintura hacía referencia los abolicionistas que boicotearon la compra de azúcar.

“Estos detalles históricos no estaban incluidos en la introducción del curador” explica Green. Esto significa que el formato basado en la discusión alentó a los estudiantes a hacer preguntas importantes acerca de las pinturas. Pero algo acerca de la experiencia del museo también permitió a los pupilos recordar la información de la pintura un mes después. Eso es destacable considerando que los chicos olvidan rápidamente lo que han aprendido para los exámenes.

Cuando se les pidió a los estudiantes analizar una pintura no conocida “hubo un gran incremento en qué tan observadores eran los estudiantes si iban al museo de arte. Fueron mucho mejores notando detalles en la nueva pintura que aquellos que no fueron.” Los alumnos también fueron capaces de empatizar con las personas y los casos referidos de una forma en la que el grupo de control no pudo hacerlo.

“Antes del estudio, muchas personas nos dijeron que los chicos sólo mirarían hacia fuera de las ventanas.” dijo Greene, “Pues no, no lo hicieron. Prestaron atención y absorbieron información.” En parte esto se debe al formato de experiencia que no es cátedra. Pero Green sospecha que la razón también está vinculada a quitar a los estudiantes de su ambiente usual de escuela y ponerlos en uno cultural.”

“Puedes darle a los estudiantes una reproducción de gran calidad de una pintura pero no es lo mismo” dice Greene “ es como ver a un televangelista en lugar de ir a la iglesia. Tanto las iglesias como los museos invierten en arquitectura. El acto de ir pone la mente de las personas en otra experiencia receptiva”.
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7 CONTENIDOS O HABILIDADES QUE HAY QUE TRABAJAR EN LA ESCUELA

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

Entender qué es y para qué sirve la escuela es fundamental para que los docentes hagan propuestas didácticas que posibiliten que los alumnos aprendan, y para que estos estén motivados y predispuestos para ese aprendizaje.


Durante mucho tiempo se ha considerado que la escuela es una institución destinada a proporcionar los conocimientos básicos para alfabetizar a la población para que tenga acceso a la sociedad y a la cultura. Leer, escribir, calcular y unos rudimentos de ciencias naturales y sociales eran los contenidos mínimos que debía tener una persona para no ser considerada analfabeta. Pero, por mucho que unos pocos se esfuercen en negar lo que es evidente, los tiempos han cambiado.

Para desenvolverse en el mundo actual es necesario otro tipo "alfabetización", son necesarios otros saberes, otras habilidades, otras destrezas que permitan a las personas vivir en un mundo que es cambiante. Por supuesto que es necesario tener un excelente nivel de comprensión lectora, poseer una gran capacidad de expresión y comunicación tanto oral como escrita y manejar unos altos conocimientos de los que conocemos como asignaturas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). ¡No es posible sobrevivir en el mundo actual sin estos conocimientos!

También hay otros saberes que son igualmente importantes: el arte, la literatura, la filosofía..., aunque últimamente estén siendo desprestigiados y relegados de los currículos escolares. Sin estos saberes no se puede tener una comprensión completa de nuestro mundo.

Ahora bien, hay otros contenidos que también deben entrar en nuestros centros educativos para que nuestro mundo sea más justo, más equitativo... un mundo mejor. No se trata de proponer nuevas asignaturas o materias sino de darles un tratamiento global y transversal. Se trata de siete conocimientos o habilidades que debe poseer cualquier persona para no ser analfabeta funcional en la era de la información y la incertidumbre:

1. Aprender a aprender. Inexcusablemente la escuela debe proporcionar las herramientas necesarias para que las personas puedan aprender de manera autónoma a lo largo de toda su vida. La educación es un proceso que no tiene fin y las personas debemos adaptarnos a situaciones nuevas a nuevos retos constantemente.

2. Creatividad. Tanto si eres ingeniero, médico, peluquero o camarero, en el mundo actual necesitas de la creatividad para plantear nuevas soluciones más eficaces a problemas ya existentes o para dar respuesta a situaciones nuevas.

3. Valores humanos. La crisis más preocupante del mundo actual no es la económica, sino la de valores. Una escuela sin valores está condenada a la desaparición, pues la simple transmisión de contenidos ha encontrado diferentes canales que llevan a cabo ese cometido con gran efectividad.

4. Igualdad de género. La escuela es un lugar privilegiado para aprender que todas las personas tenemos los mismos derechos y debemos disponer de las mismas oportunidades sea cual sea nuestro sexo. Hombres y mujeres deben participar en igualdad de condiciones de la sociedad... y esto debe empezar en nuestros centros educativos.

5. Ciudadanía. La participación activa, crítica y responsable de todas las personas en la sociedad en la que viven es un deber y una necesidad. Tomar conciencia del valor de lo colectivo ayudará a acabar con algunos de los grandes problemas de nuestro mundo como la corrupción política.

6. Ecología/sostenibilidad. La escuela tiene el deber y la obligación de educar a las personas para cuidar el mundo en el que vivimos. Por mucho que trabajemos valores y contenidos de nada serviría si acabamos destruyendo nuestro planeta.

7. Salud/nutrición. Aprender a tener hábitos saludables de higiene y salud es muy importante para alcanzar la plenitud y el bienestar. Las personas deben cuidar tanto cuerpo como alma.

Sé que algunos seguirán pensando que todos estos estos saberes y habilidades no son responsabilidad de la escuela... y parte de razón tienen, porque no son de su exclusividad. Para lograrlos deben trabajar juntos la escuela, la familia y la "tribu" entera. Pero si la escuela no sirve para preparar para la vida ni para hacer un mundo mejor, ¿para qué sirve?
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CERTIFICADO DE COMUNICACIÓN

LEER BENEFICIA GRAVEMENTE LA SALUD

Un artículo de Fernando Trujillo, Profesor de la Universidad de Granada. Especialista en educación y enseñanza de idiomas.

Leer es bueno. En muchos sentidos, la lectura es beneficiosa para el ser humano pues estimula la mente, reduce el estrés, aumenta nuestro conocimiento y comprensión del mundo y mejora nuestras capacidades cognitivas (memoria, concentración, destrezas analíticas, etc.).


Por esta razón leer es una actividad a la cual nunca llegamos temprano, para la cual nunca es demasiado tarde y que debe estar presente en cualquier lugar y situación vital. Muchos urbanitas abren las puertas de la imaginación dentro del metro gracias a la lectura; para muchas personas leer en la playa es sinónimo de bienestar como para mí lo es leer en el barco mientras cruza de Ceuta a Algeciras viendo el sol salir o ponerse en el Estrecho.

Y si leer es beneficioso, e incluso sano, ¿por qué no hay bibliotecas en los hospitales? Esa podría ser la pregunta que ha motivado a un grupo de profesionales del Hospital Punta de Europa de Algeciras (Cádiz) para promover una campaña de recogida de libros para la creación de una “pequeña biblioteca en cada unidad o servicio del hospital para uso de pacientes y familiares”. Francamente, a mí me parece una pregunta legítima y creo que esta “pequeña biblioteca” es una buena idea.

Hacer del hospital un espacio acogedor y habitable debería ser una aspiración de una sociedad avanzada. En este sentido, una biblioteca hospitalaria podría formar parte de los planes de mejora de nuestros hospitales – como debería serlo de muchas otras instituciones. Sin embargo, estoy convencido de que si algún profesional sanitario lee esta entrada pensará que seguro que es buena idea pero que en nuestros hospitales públicos hoy, en pleno ataque al Estado del Bienestar, hacen falta muchas otras cosas (incluso camas, mantas, toallas y, por supuesto, más personal) antes que una biblioteca.

No obstante, ante la llamada de los profesionales del Hospital Punta de Europa no podemos quedar impasibles quienes amamos la lectura y confiamos en sus beneficios. Por ello, si te apetece colaborar para que el hospital cuente con esa biblioteca, me permito decirte que puedes enviar tu libro a través de dos vías:

* El Centro Asociado de la UNED en el Campo de Gibraltar está recogiendo los libros para entregarlos al hospital junto con su propia aportación: por ello, puedes mandar tu libro a la atención de Charo Arias de Molina, Centro Asociado de la UNED, Avda. Príncipe de España, s/n, Centro Cívico La Reconquista, 11202, Algeciras (Cádiz). Esta opción es preferible porque el Centro de la UNED en el Campo de Gibraltar cuenta con un estupendo servicio de biblioteca que puede recibir, catalogar y preparar los libros para después mandarlo al hospital sin saturar ningún servicio hospitalario con esta campaña.

* Si deseas mandar el libro directamente al hospital, puedes hacerlo a la atención de Paco Raffo, supervisor de Pediatría, y el envío debes hacerlo a la siguiente dirección: Hospital Punta de Europa, Carretera de Getares, s/n, 11207, Algeciras (Cádiz).

En concreto en esta campaña piden libros fundamentalmente dirigidos a un lector adulto, aunque imagino que también vendrán bien que mandemos literatura infantil y juvenil. Personalmente me permito añadir que creo que los libros que donemos tienen que estar en buen estado: el mejor criterio para saber qué libro podemos mandar es, sin lugar a dudas, pensar si nosotros mismos nos alegraríamos de leer ese libro en el caso de que estuviéramos hospitalizados, una situación por la cual todos hemos pasado o pasaremos tarde o temprano. Así pues, desde este momento puedes hacer algo por la salud (y la educación) pública: contribuye a crear la biblioteca hospitalaria del Hospital Punta de Europa de Algeciras. Todos te lo agradeceremos.
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RESUMEN DEL ARTÍCULO

DE UNA EDUCACIÓN ABURRIDA A UNA EDUCACIÓN EMOCIONANTE

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

Todos conocemos a algún niño o niña que tiene problemas de aprendizaje y/o adaptación en la escuela: suspende, no participa en las tareas de clase, presenta falta de atención y concentración e, incluso, puede que muestre algún problema de disciplina. Pero ese mismo niño o niña es capaz de reconocer, por ejemplo, la marca y el modelo de cualquier coche que ve por la calle explicando las características de su motor y su precio en el mercado o de cantar todas las canciones de sus grupos musicales favoritos sin dejarse ni una sola palabra de la letra, aunque sea en una lengua extranjera (¡he visto adolescentes cantando en japonés y en coreano!).

En casos como los descritos es evidente que estos niños y niñas no presentan ningún problema de aprendizaje, se trata de una cuestión de motivación. ¿Qué podemos hacer entonces para que los alumnos estén motivados?

Algunos, como Alberto Royo, afirman que los alumnos deben venir motivados de casa y que deben buscar la motivación en la consecución de unos méritos personales que les sitúen en un lugar predominante ante sus rivales/compañeros de clase para optar a mejores universidades o mejores empleos... Desafortunadamente, la meritocracia acaba llevando a la educación a una simple búsqueda de resultados, de mejores calificaciones, de un expediente académico brillante, donde lo importante no es saber sino ser el mejor.

Pero, en mi opinión. la educación es otra cosa. Educar es guiar, retar, desafiar, provocar; y aprender es conocer, comprender, aplicar y crear. Los estudiantes deben explorar las ideas, comprender los conceptos y saber explicarlos y aplicarlos más allá de la memorización a corto plazo, tan efectiva para aprobar los exámenes con los que se suele evaluar en muchos de nuestros centros educativos. Por ese motivo, es la escuela la que debe motivar a los alumnos adaptando su manera de transmitir los conocimientos a sus intereses y a sus necesidades reales, mostrándoles la utilidad y el sentido de aquello que están aprendiendo.

Pero, ¡cuidado! Eso no significa en absoluto que solo deban aprender lo que quieran, lo que les apetezca. Todo lo contrario... el nivel de exigencia a la hora trabajar los contenidos propios de las diferentes materias debe ser alto, muy alto. Se trata de cambiar la metodología de enseñanza/aprendizaje para obtener el mejor aprendizaje posible.

Ya está bien de potenciar el falso debate de que si personalizamos la enseñanza, de que si introducimos en las aulas la educación emocional, el desarrollo de competencias y habilidades no cognitivas, la consecuencia es un descenso en el nivel de exigencia en cuanto al aprendizaje de conceptos y contenidos, en la disciplina y en la capacidad de esfuerzo de los alumnos. La propuesta de incorporar todos estos aspectos en nuestras escuelas tiene como objetivo que nuestros alumnos aprendan más y mejor. La escuela no es solo un lugar de adquisición de conocimiento, es también un espacio de preparación para la vida.

Se trata de enseñar a pensar, de que además de solucionar problemas, aprendan a plantearlos; de que entiendan que lo que están aprendiendo tiene un sentido... Los niños que aprenden a pensar son adultos críticos y participativos.

¡Sin excusas!, tenemos que pasar de una educación aburrida y sin sentido a una educación emocionante y significativa. No se trata de negar la importancia de la memoria, no hay aprendizaje sin memorización, se trata transformar una escuela basada en la evaluación de la memoria a corto plazo en una escuela basada en el aprendizaje.
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Razón abierta

ESTA SENCILLA TÁCTICA HACE QUE LOS NIÑOS LEAN MÁS Y MEJOREN SU DESEMPEÑO ESCOLAR

Un artículo de Alejandro Martínez Gallardo.

El índice de lectura en países como México es ciertamente preocupante. Mientras que autoridades y corporaciones buscan fomentar la lectura utilizando la tecnología y su fácil acceso a cuantiosa data, una alternativa más sencilla es regresar al libro, al objeto, desde el principio, en la casa, como si este fuera parte de los cimientos o del viejo fogón.


Aunque esto resulta cuestión de sentido común, hoy en día se necesitan estudios y estadísticas que demuestren las cosas para que puedan ser tomadas como reales y convincentes y por lo tanto validen una acción. En este caso las estadísticas coinciden.


El escritor Teddy Wayne, en un artículo para el New York Times (astutamente titulado "Our (Bare) Shelves, Our Selves"), desarrolla la tesis de que el hecho de que nuestros libreros estén cada vez menos llenos de libros, revistas y discos, debido a que los datos digitales han reemplazado en muchos hogares a los objetos físicos, tiene importantes consecuencias en los hábitos de lectura y en la forma en la que se interactúa con la información.

Algunos padres comparten sus carpetas de audio o sus libros electrónicos con sus hijos, pero esto necesariamente implica un acto que debe ser recordado por los padres, una especie de instrucción. La ventaja de esto es que no hay prácticamente límites a la accesibilidad: si a un niño le gusta un músico o un escritor puede descargar fácilmente nuevas obras inmediatamente. Sin embargo, anteriormente, cuando los libros y la música (esas torres de CDs o de vinilos) tenían un cuerpo y una cara visible, no era necesario que los padres específicamente tuvieran esta consideración --que puede ser tomada como una imposición-- puesto que la curiosidad natural de los niños solía hacerlos explorar estos objetos.

Teddy Wayne sustenta el caso con un par de estudios que muestran los beneficios de tener libros impresos en casa. Uno de ellos revela que el factor principal en el desempeño de lectura de adolescentes de 15 años en 42 naciones, sin contar el producto doméstico bruto del país, es el tamaño de la biblioteca de un hogar. Ese estudio muestra que una buena forma de nivelar las diferencias que se tienen en performance académico entre niños que vienen de familias ricas y niños que vienen de familias pobres es simplemente criarlos en hogares con bibliotecas más grandes. De hecho se pueden contrarrestar los efectos de una educación deficiente en los padres --la cual afecta el desempeño escolar de los hijos-- si tan sólo éstos llenan su casa con libros, como muestra este estudio. Lo importante, por lo menos, es tener la educación necesaria para saber que los libros son importantes (si no haber leído muchos). Los libros pueden considerarse, entonces, como amigables y silenciosos duendes de inteligencia cristalizada que asisten en la educación de los hijos.

"Los medios digitales nos entrenan para ser consumidores de banda ancha más que pensadores reflexivos. Descargamos una canción, un artículo, un libro o una película instantáneamente, la vemos (si es que no nos quedamos distraídos revisando el infinito inventario que se ofrece) y avanzamos a la siguiente cosa inmaterial", escribe Wayne. Esto nos permite manejar grandes cantidades de información, pero requiere que nos preguntemos, ¿qué tanto uso hacemos de esa información y qué tanto significado extraemos de estos archivos digitales que revisamos en modo zapping, sin concederles demasiada atención ya que siempre están ahí, accesibles, imperecederos y sin requerir un esfuerzo de nuestra parte? "Tomar artefactos físicos... obliga a examinar cada objeto lentamente, probarlo tal vez e incluso tener la serendipia de un descubrimiento". Y existe esa otra parte, el animismo y la transferencia que podemos experimentar con objetos físicos que tienen dimensiones y por lo tanto pueden ser habitados o en los cuales podemos inscribir memoria con mayor nitidez.

Según el escritor Victor Amela, una día le preguntó al gran editor y escritor Roberto Calasso una recomendación para fomentar la lectura. Calasso le contestó: "Tenga libros en casa.. ¡y poco más puede hacer! Incluso su mero dedo índice señalando un libro resultará contraproducente". Estas pueden ser buenas noticias para algunos: no hay nada que hacer, sólo dejar los libros por ahí, darles vida, movimiento, dejarlos tirados; que formen parte de la cotidianidad de manera orgánica. No se tiene que decir nada a los niños, nada de los desagradables sermones o de las confrontaciones para obligarlos a leer. Si los niños ven que los libros son importantes para los padres y que éstos los tratan con interés, incluso afección, rápidamente querrán también participar en su misterio. Esto mismo ocurre con los teléfonos móviles y las tablets, los niños ven que estos aparatos son lo más preciado que tenemos puesto que están siempre con nosotros y nos angustiamos si los perdemos.

Malas noticias para quienes quieren que sus hijos lean y los libros no son parte de su vida. Y es que no tenemos ninguna tecnología para almacenar y transferir inteligencia superior al libro. Tal vez las estelas jeroglíficas, los mandalas y otras técnicas simbólicas son aún más efectivos, pero esto está todavía más lejano de nuestra vida cotidiana. Es evidente que debemos seguir confiando en los libros, y la mejor forma de hacerlo es abrirles las puertas de nuestra casa y hacerlos parte de nuestra intimidad.
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METAFISICA

CÓMO ENSEÑAR A LOS NIÑOS A PENSAR

Un artículo de Gema Lendoiro.

El filósofo Robert Swartz propone un cambio radical en la actual escuela «que mata las ganas por aprender y pensar».


¿Cómo sería una sociedad llena de adultos que saben racionalizar sus ideas? ¿una sociedad repleta de gente que sabe pensar? Nacemos con la capacidad innata de pensar pero después no siempre se pone en práctica el pensamiento verdadero, es decir, aquél que te hace analizar las situaciones y establecer las consecuencias de los actos que acometemos en el día a día.

Por eso, enseñar a pensar es básico desde la más tierna infancia, como defiende el filósofo Robert Swartz, que recientemente visitó Madrid y ofreció una conferencia en el Colegio Brains de Madrid. El título: «Pensamiento crítico y creativo desde la escuela». Swartz es director de The National Center for Teaching Thinking, de Estados Unidos, graduado por la Universidad de Harvard y profesor emérito en la Universidad de Massachusetts en Boston. Autor de numerosas obras y artículos sobre el pensamiento crítico, es una referencia mundial a la hora de proponer un cambio radical en los planteamientos de la eduación desde los niveles de infantil.

La propuesta de Swartz es sencilla: «Los alumnos de Infantil aprenden y piensan de manera diferente. Esto está relacionado con la estructura de la mente y de su cerebro». Sin embargo, con el paso de Infantil a Primaria las cosas cambian radicalmente y de la actitud de un niño de tres años, que siempre quiere ser preguntado por la profesora, se pasa a la de la actitud: ¿por qué me pregunta a mí? O, lo que es muchísimo peor, que al ser preguntado la única preocupación del alumno sea si eso va a entrar en el examen. Es decir, ha perdido el interés por aprender y sólo se fija en cumplir con la obligación de no suspender. Esto es, a todas luces, el primer paso para el fracaso escolar. Sin motivación para aprender es difícil obtener buenos resultados.

¿Qué sucede para que haya este cambio? El filósofo lo tiene claro: «El sistema educativo no es el adecuado, mata las ganas, acaba con la estructura del pensamiento tan preclara que los niños tienen con tres años». Robert Swartz comenzó a visitar colegios de Infantil para ver cómo actuaban los profesores y analizar así la situación llegando a diversas conclusiones.

Para empezar, hay que desterrar la idea que muchos profesores (y padres) tienen de que «no se puede hacer nada con los niños de Infantil porque no piensan, porque hasta más adelante es imposible. Y eso es absolutamente falso y, lo que es peor, lo saben».

TRABAJAR LAS DESTREZAS DEL PENSAMIENTO

Tres son las piedras angulares de las nuevas aulas del pensamiento que son defendidas por Robert Swartz: Pensamiento, Comunicación y Colaboración. El filósofo puso un ejemplo muy gráfico. «Varias cajas de «corn flakes» se la enseñas a un niño y le preguntas cuál escogería para desayunar. Probablemente el niño elija aquella que más le guste por el dibujo. Enseñar al niño a pensar supone hacerle ver que antes de tomar una decisión debe valorar unas cuantas cosas. En el caso de los cereales, por ejemplo, preguntarse qué es más saludable y mejor para el cuerpo. Puede que te guste más la caja que tiene un león en lugar de la caja que tiene dibujada una manzana. Pero, ¿qué es mejor para tu salud? ¿qué te va a hacer crecer más?, ¿un bonito dibujo en un papel o unos cereales que son realmente buenos para ti? Ofrecerle al niño esa capacidad de decisión y no porque persigamos que ellos decidan cosas como su menú, no, darles las herramientas para que aprendan a tomar decisiones basadas en preguntas que se hacen previamente. Enseñar a los niños a tomar decisiones con destreza».

¿Qué hace necesaria la decisión? Es decir, por qué necesito comprar cereales. ¿Cuáles son mis opciones? Es decir, ¿cuántas cajas de cereales puedo escoger de las que hay en el supermercado? Y ahora una gran pregunta: ¿Cuáles son las consecuencias probables de cada opción? ¿Qué importancia tienen las consecuencias para mi vida? ¿Qué opción es la mejor una vez analizadas todas las consecuencias?

Esta es la fórmula para hacerlo. Así es como se construye que un adulto aprenda a pensar por sí mismo. Mucha gente puede pensar que esto no es sencillo, que un niño de dos o tres años no es capaz de entender pero esto no es así, sí entienden, sólo es necesario utilizar un lenguaje diferente, sencillo y adaptado a su edad.

Robert Swartz es consciente de que no se puede cambiar la mentalidad de millones de seres humanos en el mundo que ya son adultos, pero sí se puede hacer un gran impacto en las generaciones venideras si cada vez más escuelas llevan a la práctica enseñar a los niños a pensar en lugar de obligarles a memorizar.
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EL BOLI YA NO ESCRIBE

Un artículo de Mayte Rius.

El abandono de la escritura a mano acabará modificando nuestro cerebro y nuestras habilidades motrices. Cada día se escribe menos a mano y en menos ámbitos. Se hace tan poco que es fácil no haber visto jamás la letra de los amigos y compañeros de trabajo incorporados en los últimos años. En las vacaciones se envían autofotos en lugar de postales; los cumpleaños se felicitan por watsap y no con tarjetas; los avisos e informes se envían por correo electrónico y no manuscritos; se programan las citas en el móvil sin anotarlas en papel...


El resultado es que una parte importante de la población reconoce haber perdido el hábito de escribir a mano salvo para hacer la lista de la compra. Un estudio realizado por la consultora Ipsos para Samsung en el 2014 mostraba que ya sólo manuscribe de forma habitual el 58% de los españoles, mientras que el 75% escribe en el móvil a diario. Y como cualquier habilidad que no se practica, la de usar el bolígrafo se está perdiendo. “Desde hace algún tiempo cojo las notas de mis entrevistas en ordenador porque ya no entiendo mi letra”, confiesa la periodista Teresa S. “Cada vez me cuesta más tomar apuntes de puño y letra, me canso enseguida, me exige mucho esfuerzo”, relata la abogada Susana P.

Los especialistas en la materia aseguran que no es sólo destreza manual lo que están perdiendo. Neuropsicólogos, grafólogos y pedagogos consideran de suma importancia que no se abandone el hábito de escribir a mano porque con él se activan multitud de procesos cognitivos que ayudan a la organización de ideas, a la construcción de estructuras gramaticales y a la activación de los procesos motores encargados de producir los correspondientes signos gráficos, una función que no se activa al escribir con herramientas digitales. Así lo explicaron en una mesa redonda sobre la importancia de la escritura manuscrita celebrada en el marco del VI Foro Internacional de Grafología, Psicología del rostro y lenguaje corporal que organizó hace unas semanas la Associació Catalana d’Estudis Psicològics (ACEP).

“Hay importantes diferencias entre escribir a mano o en teclado; la primera tarea requiere mayor esfuerzo cognitivo y mayor destreza en coordinación sensoriomotora que la segunda, y hay estudios de neuroimagen que muestran una mayor activación del cerebro cuando manuscribes que cuando te­cleas; de hecho, cuando escribimos a mano se activan áreas cerebrales similares a la que intervienen en la comprensión y en la producción del lenguaje”, explica Marta Portero, especialista en neurociencias de la UPF.

La neuropsicóloga Beatriz Fagundo asegura que el salto que los humanos dieron para pasar del lenguaje hablado al escrito fue muy complejo y obligó al cerebro a dedicar determinadas estructuras y circuitos a la lectoescritura. “Ahora, si dejamos de escribir a mano, las consecuencias no se limitarán a perder habilidad y destreza, a que resulte más difícil escribir o a tengamos peor letra; a largo plazo también perderemos determinadas conexiones o las tendremos más atrofiadas, porque el cerebro verá que la función de escribir a mano ya casi no se usa, no es necesaria, y su plasticidad le llevará a adaptarse y a dedicar esos recursos neuronales a otras tareas”, apunta.

Fagundo subraya que, una vez adquirida en la infancia, la capacidad de escribir a mano no se perderá porque pasemos a escribir en teclado, pero sí se atrofiarán los circuitos cerebrales que la hacen posible en la medida que no se les pida que se activen. “Si pasado algún tiempo vuelves a escribir a mano y vuelves a utilizar ese circuito, la práctica hará que recupere su función”, detalla.

Debido a esta plasticidad del cerebro, tanto Fagundo como Portero creen que lo trascendental no es si los adultos usamos más o menos el boli, sino que los niños sigan aprendiendo a escribir a mano. “Es un proceso especialmente importante en los niños durante el desarrollo del lenguaje; como cuando escribimos se activan áreas similares a las de la comprensión y producción del lenguaje, el aprendizaje de la escritura puede retroalimentarse con el de la lectura y la comprensión lingüística”, dice Portero.

Un estudio realizado en la Universidad de Indiana (EE.UU.) mostró que cuando los niños escriben a mano se activan tres áreas del cerebro –el giro fusiforme izquierdo, el giro frontal inferior y la corteza parietal posterior–, que son las mismas que se ponen en marcha cuando los adultos leen y escriben. Hay otros estudios que también sugieren que escribir a mano ayuda a aprender mejor y más rápido y entrena el cerebro. Sus autores sugieren que esto se debe al hecho de que se necesita procesar y replantear toda la información antes de escribirla, que cuando escribimos a mano debemos planificar y ejecutar una acción para que el resultado sea la forma de una letra o una palabra.

“Cuando escribimos a mano vamos más lentos que cuando lo hacemos en el teclado y hacemos un mayor esfuerzo por integrar y priorizar conceptos, y podemos incluir flechas, guiones y marcadores que nos permiten relacionar conceptos y transcribir ideas con mayor flexibilidad, y por eso los estudios indican que los conceptos manuscritos se recuerdan más que los tecleados”, justifica Portero. Fagundo detalla que al escribir a mano se ponen en juego dos tipos de memoria, la visual y la verbal o del lenguaje, y una refuerza a la otra, lo que hace que sea más efectivo para retener algo.

Para no perder todo ese entrenamiento cerebral, investigadores en neurociencias y grafólogos sugieren recuperar la práctica diaria de la escritura. Dicen que no se trata de hacerlo por nostalgia, sino como un ejercicio cognitivo, del mismo modo que muchas personas hacen sudokus, cálculo mental o ejercitan su memoria para mantener activo el cerebro.

“Los adultos no perderemos la escritura por falta de práctica porque la tenemos asimilada, pero tendríamos que dedicar diez minutos al día a copiar algún texto o a manuscribir algunos párrafos, como el que va al gimnasio a ejercitar los músculos, porque esa práctica es importante para activar áreas del cerebro que están relacionadas con la psicomotricidad fina, la memoria, la visión y la personalidad”, arguye Pilar Mélich, grafoanalista de la UAB que también participó en la mesa redonda. Carme Font, presidenta de ACEP, explica que en ese debate se puso de manifiesto que el abandono de la escritura a mano no sólo implica la pérdida de una herramienta necesaria para el desarrollo cognitivo sino también para la comunicación inconsciente, puesto que del análisis de los trazos, la presión y otros aspectos escriturales los grafólogos pueden llegar a determinar las características de la personalidad de una persona o signos que alerten de alteraciones psíquicas o somáticas.

De todos modos, la tecnología que nos ha alejado del bolígrafo y el lápiz quizá acabe impulsando de nuevo la escritura manual con las nuevas aplicaciones y dispositivos para manuscribir sobre pantallas o papel que permiten usar luego ese texto en formato digital.
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PODERES FÁCTICOS

APRENDER ES ADAPTARSE, APRENDER ES SOBREVIVIR

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

"A la cama no te irás sin saber una cosa más" es un refrán que nos muestra que la sabiduría popular y el sentido común van muy por delante de la pedagogía y de la ciencia. La neuroplásticidad de nuestro cerebro es un descubrimiento relativamente reciente y todavía poco desarrollado en nuestra práctica educativa, pero este antiguo refrán ya nos indica que estamos aprendiendo constantemente.

Aprendizaje es adaptación y necesitamos adaptarnos constantemente a nuevas situaciones, a nuevos retos. A veces nos olvidamos de que nuestra capacidad de aprendizaje es infinita, que el aprendizaje es necesario para nuestra supervivencia. Y ese es uno de los mayores errores que cometemos los educadores. De hecho, en condiciones normales, es imposible que pase un solo día de nuestra vida sin que aprendamos algo. ¡Afortunadamente!

La plasticidad de nuestro cerebro es una de las capacidades más maravillosas y, al mismo tiempo, una de las que menos aprovechamos. Hay que entender de una vez por todas que el paso por la escuela, el instituto y la universidad no nos "dan forma" definitiva y permanente. Obtener un certificado, un título, un expediente académico brillante... no nos asegura que estemos preparados para afrontar el futuro. Por lo que su objetivo principal es preparar a los estudiantes para que puedan aprender de manera autónoma durante toda la vida, que tengan una gran capacidad de adaptación a los cambios, que tengan una alta dosis de creatividad para enfrentarse a los retos futuros, que posean un espíritu crítico y analítico sin fin.

Nadie puede asegurarnos que los contenidos que se enseñan en la escuela sean para siempre y esa es una realidad que no acabamos de tener presente en nuestra forma de enseñar ni en las cosas que enseñamos. La enseñanza que estamos ofreciendo en la mayoría de nuestros centros educativos tiene fecha de caducidad, perderá vigencia en algún momento de su vida.

Aunque ahora nos parece absurdo, no hace tanto tiempo que la humanidad creía que la Tierra era el centro del universo y además estaba convencida de que era plana. Algo parecido sucederá con el mundo de la educación: en unos años nadie pensará que la escuela es un lugar donde se enseña a todos los alumnos de la misma forma, donde se les estandariza, un lugar cerrado donde los alumnos permanecen inmóviles y en silencio durante horas, un espacio compartimentado con unos horarios rígidos e inflexibles...

Seguimos valorando la educación de nuestros jóvenes bajo la estructura explicativa del mundo del siglo XX; seguimos preparándoles para un mundo que ya no existe. Por ese motivo, el sistema educativo mundial está al borde del colapso; pues no está preparando adecuadamente a los ciudadanos del futuro. Sin excusas: debemos cambiar nuestra manera de enseñar, debemos cambiar nuestra manera de aprender.
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Evolucionarios

CESAR COLL: “LOS NIÑOS NO DEJAN DE APRENDER CUANDO SALEN DE CLASE”

Entrevista a César Coll, Catedrático del Departamento de Psicología Evolutiva y Educación de la Universidad de Barcelona.

Los niños de hoy en día tienen todo un universo para explorar que César envidia. Sin embargo, no cambiaría la libertad de la que él y sus amigos gozaban para salir, jugar, aprender y equivocarse. César no tenía problema en compartirlo todo con todos ellos, pero… ¡ay del que no le devolviera los libros que le prestaba!



¿Cómo cree que se concibe en general internet, como herramienta de trabajo o como almacén de contenido?

Básicamente se ha utilizado y se sigue utilizando como almacén de contenido, pero, para mí, su mayor potencial reside en utilizarla como herramienta de trabajo, para aprender y para ayudar a otros a aprender.

¿Por qué cree que se ha tendido más a utilizarlo como continente de contenido?

Por la propia evolución de internet. Durante una época ha sido mucho más fácil depositar y recuperar documentos e información que no interactuar con las posibilidades que nos da. Esto ha cambiado con la llegada de la web 2.0, pero se sigue utilizando como almacén.

Entonces… ¿no estamos sacando todo el provecho que podemos a las TIC?

Yo creo que las TIC tienen una potencialidad enorme y que a la larga van a transformar todo el panorama de la educación formal y la no formal.

¿Las TIC tienen capacidad para cambiar el sistema educativo?

Todas las prácticas sociales han cambiado. Yo apenas voy a la biblioteca físicamente, y ya ni me acuerdo de cuando fue la última vez que fui a una agencia de viajes. La educación formal ¿que hace? Preparar a las personas para que puedan participar de manera competente en estas prácticas sociales. El currículum no es más que el reflejo de las prácticas sociales para las que hay que preparar a los niños. En la medida en la que cambian las realidades sociales, o cambiamos el currículum también o lo que aprenderán será escindido de su mundo real.

Quizá no se ha entendido bien el potencial de la tecnología en educación…

Yo creo que hay fases. En un primer momento, apareció sobretodo como contenido de aprendizaje, la llamada alfabetización digital. Luego se introdujeron como herramientas para aprender y para enseñar, como algo mediador entre aprendices y contenidos. A continuación, han empezado a utilizarse como herramientas que nos permiten aprender en cualquier momento y en cualquier lugar, saltando las barreras que hasta ahora han sido infranqueables, entre los espacios dedicados al aprendizaje, escuelas, universidades, y el mundo exterior.

¿En qué fase estamos ahora?

En la tercera, que no tiene porqué ser la última… Yo creo que aquí reside el mayor potencial. En la capacidad de establecer vínculos entre los aprendizajes, independientemente de cuándo, dónde, y cómo o con quién se aprende.

¿Qué hace falta para poder establecer este vínculo?

Poco tiempo, hace falta poco tiempo. Así como incorporar las TIC en educación depende de las políticas educativas, a nivel social ya están presentes, están cambiando el mundo, cambian la forma de aprender, de relacionarnos, de comunicar, de viajar. Al cambiar esto cambia el referente de la educación. Hay que preparar a las personas para participar en este entorno social. No se puede intentar enseñar a la gente lo mismo que antes ni de la misma manera. Esto va a obligar, se quiera o no, a un cambio radical en la educación formal.

¿Hay una brecha muy grande entre lo que saben los niños y lo que saben los profesores?

Yo creo que la brecha no es tanto de lo que saben, sino emocional y de hábito. Los niños ven un dispositivo y lo exploran, no les importa si lo rompen o no, a los 10 minutos saben como funciona. La actitud emocional es más abierta, más amable, menos defensiva. Los adultos, en general, hasta que lo tenemos claro no nos ponemos delante del dispositivo.

¿Esto por qué sucede?

Los niños utilizan la tecnología para hacer lo que les gusta hacer, y para lo que habitualmente hacen en los entornos en los que crecen, como los adultos. Desde el punto de vista del uso de las TIC para aprender no tienen más ventaja los niños que los adultos. A la sabiduría digital se puede acceder tanto si eres nativo digital como si eres inmigrante digital.

A veces damos por hecho que los niños ya saben manejar los dispositivos y que no hay que enseñarles nada. ¿Esto es un error?

Por supuesto. Los niños están familiarizados con los dispositivos y saben manejarlos para el uso que ellos le dan, para jugar, hablar con sus amigos, etc. Pero si los tienen que usar como herramientas de aprendizaje, hay que enseñarles igual que se les enseña a utilizar un libro. No es lo mismo leer un cómic que leer un libro para aprender, o escribir la compra de la semana y hacerlo para desarrollar conceptos.

¿Qué errores cree que se cometen hoy en día en las aulas?

Para empezar, utilizar las TIC para hacer lo mismo que se hacía antes, pero en color en vez de en blanco y negro. Por otro lado, que se utilicen para hacer algo sin preguntarse el interés de ese algo. En las aulas se están llevando actividades por el simple hecho de que son bonitas o porque motivan al alumno, pero no aprenden nada, no hay contenido o objetivo. Por último, utilizarlo como si fuera un elemento extraordinario en vez de hacerlo formar parte del día a día de los procesos de aprendizaje.

¿Qué papel debe jugar el alumno dentro del aula?

El alumno básicamente es aprendiz y lo que debe hacer es aprender. Pero lo es siempre, tanto dentro como fuera del aula. Sus experiencias de aprendizaje, sus conocimientos, sus vivencias, no son del aula, son del mundo en el que vive. Lo que hay que hacer en las aulas es aprovechar esto y hacer que el niño o niña se ponga en el centro del aprendizaje. Los niños no dejan de aprender cuando salen de clase.

Y lo profesores, ¿qué papel tienen?

El problema que tenemos en educación, y los profesores en particular, es que las TIC las hemos utilizado com herramientas para aprender en la escuela en vez de utilizarlas como herramientas que nos permiten transportar, transferir, los conocimientos las experiencias que tenemos en cualquier momento y lugar. Utilizarlas como herramientas de base para esa continuidad en el aprendizaje, para que el aprendiz se construya como una unidad independiente del lugar, es nuestro reto.

¿Qué deben hacer entonces los profesores?

Los profesores deben aprender a conectar las experiencias de aprendizaje, no los conocimientos de los niños, dentro y fuera de la escuela. Dicho de otra manera, el foco no debería ser los aprendizajes escolares, sino los aprendizajes del alumno, se hagan donde se hagan.

¿Qué les diría a los profesores que piensan que su papel en el aula ya no tiene sentido?

Que nunca ha tenido tanto sentido. Los niños hoy en día aprenden en muchos sitios, y muchísimas cosas que antes solo aprendían en el colegio: ahora las aprenden en cualquier parte. Ahora bien, en ningún otro sitio se puede ayudar a los niños a establecer los vínculos. Los únicos que pueden ayudar a los niños a conectar las experiencias en un todo integrado son los profesores.

Las TIC despiertan sentimientos ambivalentes entre muchos profesores. ¿Por qué cree que sucede este?

Los profesores hacen lo mismo que los niños: utilizan tanto las TIC porque las incorporan a sus actividades habituales. La tecnología les da una respuesta ideal porque hacen lo mismo pero más rápido, mejor, más divertido, etc. Los profesores hacen lo mismo: incorporan a los sistemas de actividad para hacer lo mismo que han venido haciendo estos últimos años. Los profesores deberían preguntarse, en primer lugar, qué podrían hacer mejor utilizando las TIC, y en segundo lugar, qué es todo aquello que me gustaría hacer y no he podido hacer, ¿con las TIC lo podría hacer?

¿Qué formación necesitan los profesores?

Necesitan una formación que parta de su realidad. Lo que no se puede hacer es ir y decirles a los profesores “a partir de ahora hay que hacer esto”. De ninguna manera. Es más inteligente ir y preguntar qué se está haciendo, analizar a partir de eso qué se puede mejorar con las TIC, qué les satisface, qué les funciona, etc. El punto no son las TIC, son las prácticas pedagógicas y la mejora de estas. Las TIC tienen un valor añadido enorme, pero hay que partir de lo que se hace. No hay que formar a los profesores en TIC, hay que formarlos en el uso pedagógico y didáctico de las TIC.

¿Todos los recursos digitales son aplicables en todos los casos?

Cada proceso de aprendizaje, cada herramienta, cada recurso, es bueno o útil si somos capaces de adaptarlo al contexto de cada centro, o alumno, si me apuras. No hay recetas mágicas, sino que hay que adaptar las diferentes propuestas a las necesidades que tiene cada profesor. Hay que ponerlo en contexto con los alumnos, el entorno de trabajo, etc.
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10 COSAS QUE TAMBIÉN HAY QUE APRENDER EN LA ESCUELA

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

La educación que se imparte en la escuela, como los barcos, está diseñada en compartimentos estancos para mantenerse a flote cuando falla alguno de sus elementos. La escuela está dividida en cursos, en asignaturas, tiene horarios rígidos, aulas cerradas... son espacios diferenciados, independientes, cerrados e incomunicados. Se cree que si uno de estos elementos no funciona correctamente, los demás al estar aislado seguirán funcionando con normalidad. Pero eso no es cierto.


La escuela y la educación que en ella se imparte son un conjunto complejo e interconectado, a imagen y semejanza de los vasos comunicantes. Como todos sabemos, los vasos comunicantes son una serie de recipientes de distintas formas y tamaños que están unidos por la base; cuando el líquido que contienen "está en reposo alcanza el mismo nivel en todos los recipientes, sin influir la forma y volumen de estos." Eso es lo que en realidad sucede en la escuela, todo está conectado y tiene influencia sobre la totalidad de sus elementos. La educación es orgánica.

En la escuela organizada en compartimentos estancos el aprendizaje se adquiere por transmisión directa y memorización. En la escuela de los vasos comunicantes, el aprendizaje, para ser eficaz, debe seguir unos pasos:

1 - Conocer. La escuela debe ser un lugar de contacto con el mundo, un lugar donde vivir experiencias que permitan conocer la realidad.

2 - Aprender. Solo cuando conoces algo eres capaz de aprenderlo. De memorizarlo, de retenerlo en nuestra mente.

3 - Aplicar. Ese aprendizaje solo adquiere sentido y significatividad si nos sirve para aplicarlo a situaciones concretas, para dar respuesta a problemas...

4 - Evaluar. Cuando somos capaces de aplicar un conocimiento, somos capaces de analizar sus consecuencias y de valorar sus resultados.

5 - Crear. Es el último paso, la culminación del proceso. Para ser creativo tienen que darse los pasos previos que hemos descrito.

En esta escuela de vasos comunicados no podemos limitarnos al aprendizaje de los contenidos y conceptos propios de las diferentes asignaturas sino que debemos posibilitar el aprendizaje de otros aspectos que tienen una función fundamental en la capacidad de autoaprendizaje continua necesaria para el éxito en la vida.

A continuación, enumeraré 10 de estos aprendizajes que también debe tener en cuenta la escuela:

1 - Perspicacia. La agudeza para ser capaz de ir más allá de lo evidente, de lo habitual, de lo que se espera de uno.

2 - Agradecimiento. Tiene que ver con la empatía, con la capacidad de ponerse en lugar del otro, de valorar lo que se ofrece.

3 - Resilencia. La capacidad de levantarse cuando uno se cae, de seguir adelante sin miedo al fracaso. Tolerar bien la frustración al no alcanzar de manera inmediata lo que se quiere.

4 - Colaboración. Saber compartir, colaborar, trabajar en equipo, sumar esfuerzos y talentos.

5 - Perseverancia. Ser constante en la persecución de nuestros objetivos, no dejar de perseguir nuestros sueños, encontrar nuestro elemento y no dejar de luchar por él.

6 - Meticulosidad. La capacidad de ser muy concienzudo en todo lo que se hace, en no conformarse con lo básico, con lo elemental, buscar la excelencia en todo lo que se hace.

7 - Autoestima. Tener un buen concepto de uno mismo, tener el convencimiento de que se puede llegar a conseguir aquello que se uno se propone.

8 - Iniciativa. No esperar que las cosas suceden porque sí, sino que hay que lanzarse a buscarlas, a conseguirlas con esfuerzo.

9 - Espíritu crítico. No aceptar nada como válido sin plantearse sus consecuencias. Ser capaz de pensar por uno mismo.

10 - Creatividad. Es la culminación del aprendizaje, la capacidad de crear algo nuevo o de dar una respuesta más eficaz a un problema.

Una escuela que sea capaz de enseñar los contenidos de las materias que marca el currículo y los 10 saberes que hemos enumerado, es una escuela que prepara la vida, una escuela capaz de dar respuesta a las necesidades reales de nuestro tiempo. Una escuela del siglo XXI.
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El nivel psíquico

ESTRATEGIAS DE LECTURA PARA AYUDAR A LOS PEQUES A MEJORAR LA COMPRENSIÓN LECTORA

El aprendizaje de la lectura y, más aún, de la comprensión lectora es un proceso complicado para los peques, que en ocasiones presentan problemas para adquirir determinadas habilidades, y hemos de ayudarles con diversas estrategias que les faciliten la labor.

Algunas de estas estrategias a seguir para que aprender a leer comprendiendo les sea más sencillo, son las siguientes:


1 - Nos sentaremos con nuestros peques en un lugar tranquilo y les leeremos cuentos en voz alta.

2 - Utilizaremos la técnica del subrayado para destacar los elementos importantes del cuento y que se fijen en ellos como, por ejemplo, los nombres de los personajes.

3 - Rodearemos con círculos de colores diversos palabras clave de la narración: nombres de personajes, lugares, objetos, etc.

4 - Haremos listas con las palabras destacadas.

5 - Haremos dibujos de los personajes, de los objetos, de los lugares, etc. Por ejemplo: un castillo, una manzana, un dragón…

6 - Les pediremos que escriban el nombre de los personajes al lado de sus dibujos si el cuento tiene ilustraciones.

7 - Les haremos preguntas que anticipen la acción del cuento. Por ejemplo, ¿qué crees que pasará ahora?


No os preocupéis por “escribir” en el cuento, siempre y cuando enseñéis a los niños a respetarlos y no dejar que los rayen sin motivo. El hecho de marcar los puntos principales de la lectura, y hacer anotaciones (escribir el nombre de los personajes, o de los objetos que se vean representados), les ayuda en el aprendizaje de la lectura, ya que les hace fijarse con más atención en las palabras, en su significado, y en el hilo de la historia.

Además, con estos ejercicios les estaremos fomentando el desarrollo de un pensamiento imaginativo y de su creatividad.
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Profundidad de la conciencia

EDUCACIÓN QUE DESPIERTE EL DESEO DE APRENDER

Un artículo de Celia Rodríguez Ruiz, Psicóloga y Pedagoga.

La educación tiene como finalidad el desarrollo pleno y global de la persona, se trata de un proceso que pretende favorecer la tendencia natural por aprender de los seres humanos. Una educación que no despierte el deseo de aprender, sino que lo destruya, no puede ser llamada educación.


La educación debe estar destinada a la perfección de la persona y por lo tanto debe respetar su naturaleza y favorecer su tendencia natural de curiosidad y de aprendizaje.

En muchas ocasiones la educación lejos de despertar el deseo de aprender, se convierte en una imposición que ni motiva, ni despierta el interés por el aprendizaje, más bien todo lo contrario lo destruye.

El proceso educativo se aleja de la naturaleza del individuo y aleja a éste del aprendizaje, se hace necesario una educación que realmente despierte el deseo de aprender y para ello tal vez ha llegado el momento de cambiar los métodos, de dar un giro a las técnicas tradicionales y emplear nuevas técnicas que favorezcan un verdadero deseo por aprender y no la simple transmisión de contenidos.

La educación ha de favorecer el aprendizaje significativo y potenciar el desarrollo a través del respeto a cada alumno y a sus diferencias individuales, a través del respeto de sus diferentes ritmos e interés y mediante la oportunidad de ser protagonistas.

¿CÓMO PODEMOS DESPERTAR EL DESEO DE APRENDER EN NUESTROS ALUMNOS Y ALUMNAS?

* Para despertar el deseo por aprender, la educación debe ocuparse de un verdadero aprendizaje significativo. Debe procurar que sea el alumno el protagonista del proceso y por lo tanto el que otorgue significados al mismo.

* Es importante permitir al alumno hacerse responsable de sus aprendizajes, para ello debemos permitirle que experimente con la información y las habilidades.

* Probar nuevos métodos de enseñanza es una alternativa muy efectiva para despertar el deseo de aprender de los alumnos. Métodos como la clase invertida (donde el alumno busca en casa la información y la trabaja en clase) o el aprendizaje por proyectos (donde los alumnos se encargan de un proyecto), son muy efectivos para potenciar el aprendizaje significativo y despertar el interés y el deseo de aprender de los alumnos.

* No te limites a exponer contenidos, ayúdale a entenderlos, respeta su ritmo y su estilo de aprendizaje. Déjales tiempo para que procesen el contenido, para que lo hagan suyo y lo doten de significado, solo así se logra un verdadero aprendizaje.

* Haz de la educación una pasión y del aprendizaje algo divertido. Aprender no tiene por qué ser aburrido, emplea el sentido del humor en la educación y sírvete de recursos lúdicos (la música, los juegos, las bromas, etc.) que favorecen el aprendizaje y crean un clima idóneo para despertar el interés.

* Limítate a acompañar en el proceso a servir de guía a los alumnos y alumnas, pero deja que ellos sean los responsables de su aprendizaje.

* Practica la meditación y la relajación, ellos necesitan tiempo y condiciones de relajación para crear sus aprendizajes, para sentir curiosidad por los mismos y para despertar el interés por aprender.
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¿Qué es el empoderamiento?

DEL APRENDIZAJE ACTIVO AL APRENDIZAJE INTERACTIVO

Se habla mucho del “aprendizaje activo”…, pero realmente ¿no será “aprendizaje interactivo” lo que verdaderamente queremos propiciar en el estudiante?

Se puede considerar al Aprendizaje Activo (1) como una estrategia de enseñanza – aprendizaje cuyo diseño e implementación se centra en el alumno al promover su participación y reflexión continua a través de actividades que promueven el diálogo, la colaboración, el desarrollo y construcción de conocimientos, así como habilidades y actitudes.

Las actividades con Aprendizaje Activo se caracterizan por ser motivadoras y retadoras, orientadas a profundizar en el conocimiento, además de desarrollar en los alumnos las habilidades de búsqueda, análisis y síntesis de la información, además de promover una adaptación activa a la solución de problemas. Con énfasis en el desarrollo de las competencias de niveles simples a complejos.

Se caracteriza por actividades muy bien estructuradas y retadoras, con la suficiente flexibilidad para adaptarlas a las características del grupo de aprendizaje e incluso a nivel individual. Este se relaciona con aprendizaje híbrido y aprendizaje adaptativo.

Se organizan para desarrollarse tanto en espacios presenciales como virtuales, o bien en combinación de los mismos. Implican trabajo individual y grupal donde la información es compartida por parte de profesor y alumnos.

Participación de los alumnos:

* Pasan de un rol de escucha pasiva al involucramiento activo en las actividades de aprendizaje (lecturas, discusiones, reflexiones, etc.)

* Se involucran en procesos del pensamiento de orden superior tales como análisis, síntesis y evaluación.

* Aprenden en el diálogo y en la interacción con el contenido y desarrollo de competencias.

* Los alumnos reciben retroalimentación inmediata del profesor y de sus compañeros.

Participación de los profesores:

* Las actividades de acuerdo a su disciplina y al momento curricular que viven sus alumnos.

* Adaptan la actividad de aprendizaje a las posibilidades y necesidades del grupo.

* Facilitan el proceso de la actividad cuidando la extensión y profundidad del conocimiento que se aborda.

* Retroalimentan de manera oportuna sobre el desempeño del grupo y de los alumnos individualmente.

* Se orientan al desarrollo de las competencias de los alumnos según la disciplina y nivel del curso.

Rol del Profesor:

* Diseña y planea el proceso de enseñanza-aprendizaje (Decisiones pre-instruccionales).

* Guía y monitorea el trabajo de los alumnos e interviene cuando se requiere motivar la participación e interacción.

* Retroalimenta y genera espacios para la co-evaluación y autoevaluación.

* Utiliza la tecnología de manera eficiente en actividades de aprendizaje activo.

* Crea y capitaliza los espacios de aprendizaje (hace uso eficiente de los recursos de aprendizaje).

* Capitaliza las experiencias de los alumnos para la construcción del conocimiento.

* Motiva y genera expectativas positivas sobre contenido y proceso de aprendizaje.

* Mantiene una actitud positiva y constante hacia la innovación en el proceso del curso.

* Evalúa de manera continua el proceso de su curso y en particular la eficiencia de las actividades de aprendizaje.

* Mantiene una actitud empática con el grupo y sus necesidades.

* Muestra apertura abierta al diálogo y a la interacción en lo grupal y lo individual.

* Promueve la vinculación de la teoría con la práctica y el entorno real.

* Genera confianza y compromiso de los alumnos con respecto las actividades de aprendizaje.

* Conoce claramente el lugar curricular que ocupa su curso y lo aprovecha para la dinámica de las actividades de aprendizaje.


(1) Fuente original de esta descripción
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LA MEDITACIÓN MEJORA LA NOTA DE LOS ESTUDIANTES Y REDUCE LA VIOLENCIA ESCOLAR

UNO DE NUESTROS MEJORES PROFESORES SEÑALA EL GRAN ERROR EN LA ENSEÑANZA DE MATEMÁTICAS

José Antonio Fernández Bravo es quizás nuestro mejor profesor de matemáticas. Cree que si no hacemos algo pronto nuestro sistema educativo fracasará a lo grande.

No hace falta consultar el informe PISA para darse cuenta de que nuestros alumnos no son los mejores en lo que respecta a las matemáticas. Basta con pasarse por un colegio cualquiera y ver cómo se está enseñando esta materia fundamental para ver que algo está fallando.

En nuestro país los niños aprenden de memoria las tablas de multiplicar, pero eso no significa que aprendan a multiplicar. Sencillamente, la mayoría no tiene ni idea de qué está haciendo. Memorizan, pero no piensan. Y así no se aprende nada útil.

Este grandísimo error en la enseñanza de las matemáticas –que puede aplicarse al conjunto de la materia y a muchas otras disciplinas– ha sido advertido por cientos de profesores, pero si hay alguien en nuestro país que se ha volcado de verdad en su denuncia ese es José Antonio Fernández Bravo, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Educación de la Universidad Camilo José Cela, y, quizás, nuestro mejor profesor de matemáticas.

Fernández Bravo es tremendamente crítico con nuestro sistema educativo y asegura que, si no espabilamos, el fracaso escolar será “abismal”. Y es en la enseñanza de matemáticas, que según el profesor se está dando mal en el 97% de los colegios, donde se concentran todos nuestros vicios.

Una herramienta para generar pensamiento

Tal como ha explicado Fernández Bravo a El Confidencial, el gran error que cometemos al enseñar matemáticas es confundir causa con consecuencia: enseñamos la resolución de los problemas antes de enseñar a entenderlos.

“Si yo digo que tengo tres cajas y en cada caja hay 12 botellas evidentemente tengo una relación constante y entiendo que tres veces doce es lo que resuelve el problema”, explica Fernández Bravo. “El problema ya está resuelto, lo que no está es calculado. Para calcular yo necesito después responder a una serie de mecanismos de cálculo algorítmico que me permite obtener el 'cuánto'. ¿Sabes cuál es el problema en este país? Damos mucha importancia al cuántos y muy poco al ‘cuálos’. Pero el ‘cuálos’ es lo que genera pensamiento”.

Quizás el mejor ejemplo para entender este problema central que enturbia la enseñanza de matemáticas es el modo en que se enseña desde hace décadas –o más bien siglos– a multiplicar. Todos hemos aprendido las tablas de memoria, sin saber muy bien lo que estábamos haciendo.

“No necesitamos memorizar las tablas”, asegura el decano con rotundidad. “Te puedes aprender la tabla del dos como doble de la del uno, no hay ningún problema. La tabla del siete empieza en el 7x7, no empieza en el 7x1, si es que existe esto de la tabla, porque el 7x1 y el 7x2 son por propiedad conmutativa anteriores al 2x7 y 1x7. ¿Para qué se estudia la propiedad conmutativa después si la necesitamos antes?”.

El profesor insiste en que sabemos perfectamente cómo enseñar mejor, pero no estamos cambiando el método pedagógico por varias razones. Estas son sus 8 ideas para mejorar la enseñanza de matemáticas y, ya de paso, cambiar para siempre nuestras escuelas y formar como es debido a los ciudadanos del futuro.

1. Para alcanzar objetivos actuales necesitamos procedimientos actuales

“Para cumplir los objetivos que debe alcanzar cualquier sistema educativo no podemos mantener los mismos procedimientos”, asegura Fernández Bravo. “Queremos cumplir objetivos que pueden representar una modernidad, y entiendo por modernidad el ser capaz de atender unas nuevas necesidades sociales, y el sistema educativo no los atiende”.

La buena noticia es que ya contamos con nuevas metodologías, la mala es que no las estamos aplicando. “Hoy ya se sabe cómo se puede hacer de otra manera”, asegura el decano. “¿Por qué no se pone esto en marcha si ha demostrado su valía? Quizás no interese que se genere pensamiento, que se genere autonomía, observación y crítica en el ciudadano. Quizás sea todo una pantomima y un disfraz con un telón de fondo en el que dice ‘no me interesa que pienses’, porque hoy ya se sabe cómo se puede generar pensamiento”.

2. No hay que cambiar a una cultura del esfuerzo, hay que cambiar a una cultura de escuchar

Es muy habitual escuchar que nuestro sistema educativo ha fracasado por una falta de esfuerzo y disciplina entre nuestros alumnos. Para Fernández Bravo esto no es más que una manera de tirar balones fuera: “Como nosotros no hemos sabido dar respuesta a esas necesidades, tenemos que explicar nuestro fracaso de alguna manera. Una manera que tenemos de explicarlo es que hemos fallado en lo que hemos propuesto y otra que han fallado los demás”.

“Usted esfuércese”, insisten las autoridades educativas. “¿En qué?”, se pregunta el decano. “¿En seguir sin comprender una y otra cosa? Yo no me puedo esforzar en comprender una división si no sé qué es multiplicar. Por mucho que me esfuerce, por muy disciplinado que sea y por muchas operaciones que haga, jamás lo entenderé”.

En opinión de Fernández Bravo, no hay que cambiar a una cultura del esfuerzo, hay que cambiar a una cultura de escuchar al que aprende: “Un sistema educativo debe permitir al que enseña hablar a sus alumnos para poder escucharles, no para que te escuchen, y mientras ese paradigma no se imponga y no obliguemos a que se respete, difícilmente vamos a encontrar respuesta”.

3. No avanzaremos mientras no haya mejores resultados con menos esfuerzo

En opinión de Fernández Bravo, una metodología es buena en la medida en que genere mejores resultados con menos esfuerzo. “¿Qué está pasando hoy?”, se pregunta. “Que no hay avance didáctico. ¿Por qué? Porque en vez de conseguir mejores resultados con menor esfuerzo, se tienen peores resultados con un esfuerzo impresionante del niño, haciendo cantidad de ejercicios, con un esfuerzo impresionante del profesor y además con unas notas exteriores que no son buenas. ¿Cuál es la metodología innovadora? Es la que ofrece mejores resultados, no es la que trae el iPad a las escuelas”.

4. Debemos superar la resistencia al cambio

En opinión del decano “el cambio a lo habitual cuesta mucho socialmente”, y las autoridades no han entendido que contamos con nuevos métodos para enseñar más y mejor. “¿Qué se está haciendo hoy en las escuelas?”, se pregunta Fernández Bravo. “Se está dando una respuesta a la exigencia del padre y de la madre y dando una respuesta al hábito. ‘Yo siempre he sumado así. Si no suma de esta manera como yo sumaba el colegio no enseña como corresponde”. Y así nunca avanzaremos.

5. No podemos confundir subir el nivel con adelantar contenidos

El profesor es muy crítico con la nueva ley educativa. “Los que han hecho esta ley confunden subir el nivel con adelantar contenidos”, asegura. “¿Qué va a pasar? Que si antes el fracaso estaba en sexto ahora va a estar en tercero, el 90% de los niños obviarán las matemáticas en tercero. ¿Por qué? El profesor será el mismo, los contenidos habrán aumentado, y mientras en otros países están viendo poco pero bien, para luego ir rápido y entender, aquí vemos mucho y mal para anular cualquier posible acción y avance intelectual lo antes posible”.

6. La tecnología debe ser un medio, nunca un fin

“Las nuevas tecnologías mal utilizadas están evitando la manipulación de materiales, el entendimiento y la comprensión”, asegura Fernández Bravo con rotundidad. ¿Qué estamos haciendo con las nuevas tecnologías? Según el decano, “sustituir el papel impreso del libro por la misma imagen no trabajada del libro que se ve en la pizarra digital. Se puede enseñar mejor con dos palos y tres piedras que con las modernidades más grandes, porque en definitiva no hay avance mientras no haya mejores resultados con menos esfuerzo”.

7. La culpa es de las instituciones, no del profesorado

Cuando se buscan culpables del fracaso del sistema educativo es habitual apuntar a un profesorado poco preparado, poco motivado y muy reticente a los cambios, algo que según Fernández Bravo no se ajusta ni por asomo a la realidad.

“Puedo ver a lo largo del año a más de 2.000 profesores”, asegura el decano. “Te puedo garantizar que no hay resistencia en el profesorado a hacer los cambios. Lo que hay es apatía, desazón, decepción, porque no se sienten acompañados por ninguna entidad, institución u organismo que realmente lo pueda respaldar. Si yo tengo profesores que hacen 500 horas de formación, en matemáticas por ejemplo, mientras que otros profesores se quedan viendo la televisión, y luego el inspector exige métodos arcaicos sin valorar aquellas 500 horas o las leyes educativas te dicen ‘déjese de tonterías, déjese de pensar y empiece a multiplicar como sea’ es normal que se cansen”.

8. La solución no está ahí fuera

“Estamos en un momento en el que parece que la validez de una idea depende de la distancia que recorra”, explica Fernández Bravo. “Si la idea viene de Wisconsin, buah, es fabulosa. Si la idea viene de Móstoles no es tan fabulosa. Ya tenemos en España muchas personas que pueden y tienen mucho que decir, lo que pasa es que no nos interesa escucharlas. No hay que salir fuera para ver qué métodos hay”.

En ocasiones olvidamos algo obvio: un “sistema” es, por definición, un conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a un determinado objetivo. No sirve de nada coger algunos aspectos del sistema educativo finlandés y traerlos al nuestro si el conjunto no trabaja ordenadamente. Tenemos las herramientas, los métodos y los líderes necesarios para construir un sistema educativo para España verdaderamente eficaz, pero los ignoramos un día tras otro. Y así nos luce el pelo.
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¿QUÉ ES EL MICROAPRENDIZAJE?

Un artículo de Nasheli Escobar, Ingeniero de sistemas y Master en educación.

El Microaprendizaje es una estrategia educativa que se caracteriza por la brevedad de las lecciones de aprendizaje. Te sorprendería saber que es más común de lo que piensas y que en el día a día lo pones en práctica varias veces.


En un mundo tan cambiante como en el que vivimos ahora, es natural que muchas de las cosas con las que convivimos día a día tiendan a quedar obsoletas o sufrir cambios en lapsos de tiempo muy cortos. En este sentido, el paradigma educativo no se queda atrás. Por mucho tiempo la educación se limitó a enseñar a memorizar; sin embargo, con el paso del tiempo comenzaron a surgir nuevas metodologías de enseñanza que se centraban en en el aprendizaje desde puntos de vista muy distintos según los estudiosos que los desarrollaban.

Cuando la tecnología llegó a las aulas de clase, la educación dio otro giro inesperado y surgieron nuevas estrategias de aprendizaje emergente como la gamificación , el eLearning y el microaprendizaje, por mencionar algunas.

MICROAPRENDIZAJE Y SUS CARACTERÍSTICAS

El Microaprendizaje (o micro-learning) es un paradigma emergente que surgió en la primera década del siglo XXI. Al respecto se han realizado diversas investigaciones y congresos al rededor del mundo. Aunque el microaprendizaje podría parecer un término relativamente nuevo para muchos de nosotros, la verdad es que es más común de lo que creemos.

El microaprendizaje da una nueva perspectiva al paradigma del proceso de aprendizaje porque está particularmente relacionado con los periodos de tiempo de las unidades de aprendizaje. En el microaprendizaje las actividades formativas cuentan con lecciones de corta duración (máximo 15 minutos) para ofrecer al alumno pequeñas píldoras de información que le permitan cerrar rápidamente las brechas de habilidades y conocimientos.

Ya sea de manera informal o como parte del aprendizaje estructurado, el microaprendizaje se distingue por su brevedad, granularidad y variedad.

* Brevedad: las lecciones asociadas al microaprendizaje tienden a ser cortas (desde los pocos segundos hasta los 15 minutos).

* Granularidad: debido a su brevedad, el microaprendizaje se centra en un sólo tema, concepto o idea.

* Variedad: el material o contenido que apoya las lecciones de microaprendizaje puede presentarse en diferentes formas (actividades, juegos, videos, preguntas, diapositivas, discusiones, etc.).

Ver un video en Youtube sobre cómo cambiar la llanta del coche, leer un blog sobre programación, leer un email con instrucciones precisas sobre la seguridad de nuestra cuenta de correo, leer las noticias en nuestro timeline de Twitter, o escuchar un podcast informativo son ejemplos sencillos en donde aplicamos el microaprendizaje en la vida diaria.

VENTAJAS

Gracias a las breves lecciones, el microaprendizaje puede ayudar a muchas personas a aprender de manera más eficaz. Debido a que las personas podemos procesar alrededor de cuatro bits de información a la vez, los resultados del aprendizaje con este enfoque son casi inmediatos; además de que es una buena opción para aquellas personas que no tienen el tiempo suficiente para tomar un curso largo. Por ejemplo, el microaprendizaje es perfecto para los trabajadores ocupados que desean seguir capacitándose o aprendiendo nuevas habilidades pero que no pueden invertir un día completo en esos asuntos.

Por su pequeño tamaño, las cápsulas de contenido educativo se pueden etiquetar fácilmente para realizar búsquedas más rápidas y así tener acceso a ellos o reutilizarlos en cualquier momento. Su formato diverso también ayuda a cubrir diferentes estilos de aprendizaje según el tipo de estudiante del que se trate, pues hay quienes aprenden mejor viendo que leyendo; o tocando que escuchando.

Una forma muy sencilla de aplicar microaprendizaje en nuestra vida diaria, además de los ejemplos que citamos anteriormente es instalando aplicaciones que soliciten al usuario una pequeña serie de tareas simples para resolver, después de un período de actividad largo (como en la técnica pomodoro); instalar aplicaciones para conocer la palabra del día, libro del día u otro objeto, que se utilice como microcontenido de manera distribuida; suscribirse a un canal de Youtube; o ver sesiones cortas de TED Ed para aprender algo nuevo cada día.
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