"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

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DIEZ LIBROS PARA DOCENTES INNOVADORES

Sentir curiosidad y ganas de aprender es fundamental para enseñar bien. Sobre todo en estos tiempos de cambio, donde la irrupción de las TIC ha transformado la sociedad y situado a los alumnos en un contexto muy distinto al de hace unas décadas. Muchos expertos y profesionales del mundo de la educación reclaman la necesidad de un cambio en la enseñanza. Y ese cambio pasa por la innovación en las aulas. Te recomendamos diez libros de referencia para conocer las últimas tendencias educativas, perder el miedo a las TIC y animarte a contribuir al cambio educativo.

DIEZ LIBROS RECOMENDADOS PARA DOCENTES INNOVADORES


1. Escuelas creativas, de Ken Robinson. El conocido educador británico aboga por acabar con el sistema educativo actual, heredado de la Revolución Industrial, y dar a la educación un enfoque más personalizado. Propone estimular la participación de los alumnos y desarrollar su creatividad y su pasión por aprender para que puedan afrontar los retos del mañana.

2. Cómo triunfan los niños, de Paul Tough. Libro que explora los últimos descubrimientos de la neurociencia, la educación y la psicología para demostrar que el éxito no depende de la inteligencia sino de otras cualidades como la perseverancia, el autocontrol, la curiosidad, la meticulosidad, la resolución y la autoconfianza.

3. La nueva educación, de César Bona. El finalista de los Global Teacher Prize recopila en su primer libro sus ideas y experiencias como docente. Además, explica cuestiones clave para comprender el cambio educativo, entre otras por qué los libros de texto o los deberes ya no son tan importantes, o por qué es necesario educar a los niños en la empatía, la sensibilidad o la resiliencia, y no solo transmitirles conocimientos.

4. Crear hoy la escuela de mañana: la educación y el futuro de nuestros hijos, de Richard Gerver. Educador, conferenciante y valedor del Premio Nacional de Enseñanza en el Reino Unido, Gerver ofrece en esta obra argumentos para explicar el cambio del paradigma educativo. Además, relata su experiencia al frente de la Grange Primary School, una escuela en decadencia a la que convirtió en un ejemplo de innovación educativa.

5. Creando innovadores. La formación de los jóvenes que cambiarán el mundo, de Tony Wagner.¿Cómo educar a los niños para que se conviertan en innovadores? Esta es la cuestión que trata de resolver este experto en innovación educativa de la Universidad de Harvard. Tomando como referencia algunas de las escuelas e institutos más avanzados, Wagner aboga por promover la colaboración, la resolución de problemas interdisciplinar y la motivación intrínseca de los estudiantes, entre otras cosas, para desarrollar su capacidad creativa e innovadora.

6. Inteligencias múltiples, la teoría en la práctica, de Howard Gardner. El padre de la teoría de las inteligencias múltiples sintetiza sus revolucionarias ideas en este libro de carácter divulgativo, donde explica cómo la escuela debería ayudar a las personas a desarrollar todas sus capacidades.

7. rEDUvolution, de María Acaso. ¿Cómo revolucionar el mundo de la educación y acabar con el sistema educativo tradicional? Este libro te da cinco claves para innovar en el aula y transformar el mundo de la enseñanza: aceptar que lo que enseñamos no es lo que los estudiantes aprenden, cambiar las dinámicas de poder, habitar el aula, pasar del simulacro a la experiencia y dejar de evaluar para pasar a investigar.

8. Guía de tecnología, comunicación y educación para profesores, de José Manuel Pérez Tornero y Santiago Tejedor. Completa guía que explica, a través de una estructura de preguntas y respuestas, todo lo que necesitas saber acerca de las TIC y cómo implementarlas en el aula. Una práctica herramienta de trabajo para el día a día de cualquier docente o investigador.

9. El mundo necesita un nuevo currículo: habilidades para pensar, crear, relacionarse y actuar, de Marc Prensky. Este experto en educación, que acuñó en 2001 los términos “nativos digitales” e “inmigrantes digitales” –nacidos a partir de la década de 1980 y antes–, explica los cambios que deben producirse en la educación para que los alumnos sientan que el tiempo que pasan en la escuela tiene un valor real. Este cambio pasa por el uso de métodos y enfoques pedagógicos que doten a los alumnos de las habilidades necesarias para convertirse en las personas que quieren ser, transformar su entorno y aprender a aprender durante toda la vida.

10. Propuestas para una escuela en el siglo XXI, de Fernando Trujillo Saez. Libro que analiza con mirada crítica la educación actual y propone varias líneas de acción para adecuarla a nuestra época. Trujillo, profesor de la Universidad de Granada y dinamizador del blog educacontic, aborda temas como la escuela inclusiva, la interculturalidad, las competencias básicas, la enseñanza de lenguas o el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
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La educación cuántica

10 PUNTOS DE LA VISIÓN EDUCATIVA DE TONY WAGNER, UNO DE LOS EXPERTOS EN EDUCACIÓN MÁS RECONOCIDOS DEL MUNDO

Profesor de Secundaria durante más de una década, el estadounidense Tony Wagner trabaja en el Laboratorio de Innovación de la Universidad de Harvard y desde hace años se encuentra entre los más destacados expertos y defensores de la necesidad de poner en marcha una nueva educación. Ha escrito varios libros, como Creando innovadores. La formación de los jóvenes que cambiarán el mundo (Kolima, 2014), traducido a 12 idiomas, ha participado en documentales de temática educativa y ha impartido numerosas conferencias, como la aclamada Play, passion, purpose, en TEDxNYED. Hemos analizado esta y otras intervenciones para resumir en diez puntos las principales ideas de Tony Wagner y sus propuestas para reinventar el sistema educativo, formar a ciudadanos del siglo XXI y, en último término, cambiar el mundo en el que vivimos.

LA EDUCACIÓN, SEGÚN TONY WAGNER

1. El sistema educativo está obsoleto y debe reinventarse. No son las escuelas las que deben reformarse, porque no son lo que falla. Es el sistema educativo el que se ha alejado de la realidad de las personas.

2. En el mundo actual, el conocimiento es una mercancía más. Ya no importa lo que se sabe, la cantidad de información de la que dispone una persona, porque basta con buscar en Google para obtener esa información. Lo importante es lo que esa persona es capaz de hacer con el conocimiento, cómo lo utiliza y aprovecha. Y esto debe cambiar el enfoque educativo.

3. Habilidad y voluntad son los dos nuevos pilares de la educación. La nueva educación debe centrarse en formar a personas que tengan las habilidades, destrezas y capacidades, por un lado, y por otro, el deseo, la motivación y la voluntad de manejar y utilizar los conocimientos que han adquirido.

4. Hay siete competencias esenciales que los jóvenes deben adquirir. Wagner establece siete destrezas que los estudiantes deben desarrollar antes de terminar la Secundaria y que les ayudarán no solo a conseguir y mantener un buen trabajo, sino también a ser ciudadanos informados y capaces de desenvolverse en la nueva economía del conocimiento globalizado:

- Pensamiento crítico y resolución de problemas
- Colaboración en redes y liderazgo por influencia
- Agilidad y adaptabilidad
- Iniciativa y espíritu emprendedor
- Comunicación eficaz, oral y escrita
- Capacidad de acceder a la información y analizarla
- Curiosidad e imaginación

5. El sistema productivo y económico actual es insostenible. La crisis laboral que se sufre en todo el mundo, con altos niveles de desempleo juvenil, no está causada por una educación deficiente de nuestros jóvenes. Es decir, esos jóvenes preparados y con todas las habilidades necesarias no encuentran trabajo porque el sistema no está hecho para ellos: hemos creado una economía basada en que la gente gaste un dinero que no tiene en comprar cosas que posiblemente no necesita, poniendo en peligro al planeta en el proceso. Este sistema, según Wagner, es insostenible desde todos los puntos de vista: económico, medioambiental y moral-espiritual.

6. La solución pasa por educar para la innovación. El nuevo sistema económico y productivo debe estar basado en la creación de ideas nuevas y mejores, que solucionen los verdaderos problemas actuales, que realmente interesen a las personas y que generen empleos. Por lo tanto, debemos educar para la innovación, para crear jóvenes innovadores.

7. La educación tradicional pone barreras a la innovación. Los docentes y los centros escolares, por su organización y el sistema educativo tradicional en el que se han enmarcado hasta ahora, no promueven la cultura del aprendizaje necesaria para la innovación, porque:

- se premian los logros individuales, cuando la innovación es un trabajo de equipo.
- se compartimenta el conocimiento en disciplinas y asignaturas, y la innovación es interdisciplinaria y debe basarse en la resolución de problemas y el trabajo por proyectos.
- se evita el riesgo y se penaliza el fracaso, mientras que la innovación implica correr riesgos, equivocarse y aprender de los errores.
- se enseña de forma pasiva, cuando la innovación es creativa y activa.
- se utilizan incentivos externos, cuando la innovación debe motivarse de forma intrínseca.

8. El juego es una herramienta educativa fundamental. El juego exploratorio es muy importante y debe hacerse de manera natural, con menos distracciones, medios y estructura, para despertar la creatividad.

9. Lo esencial es la pasión. Encontrar la pasión, lo que entusiasma, mueve y motiva a un niño o a un joven debe ser más importante que las notas o los logros académicos. Para ello hay que darles tiempo para realizar proyectos, investigaciones o experimentos que les ayuden a detectar y perseguir su pasión, ya sea artística o intelectual. De esa pasión surgirá el propósito, la utilidad y el interés por aportar algo, por marcar la diferencia, por cambiar el mundo.

10. Hay que innovar en la educación para crear jóvenes innovadores. Los docentes deben ser los primeros en innovar en sus métodos de enseñanza para modelar los valores y las conductas necesarias para la innovación. Al enseñar tenemos que asumir riesgos, aprender de los errores, colaborar con el resto de profesores y con la comunidad educativa y, sobre todo, fomentar en los alumnos el juego, la pasión y la búsqueda de un propósito.
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LA FILOSOFÍA REGGIO EMILIA O DONDE LOS NIÑOS APRENDEN LO QUE EXPERIMENTAN

Algunos especialistas le llaman la pedagogía del asombro porque ofrece una nueva mirada sobre el niño. Dos profesores por aula encargados de crear contextos educativos y talleres artísticos son algunas de las características de este enfoque nacido al norte de Italia después de la Segunda Guerra Mundial cuando las madres viudas buscaban un lugar de calidad para sus hijos.

Un niño de poco más de 2 años se mete dentro de una caja de madera. Otro desde fuera se acerca y le dice: "tu estás dentro, yo fuera". Acaba de aprender dos conceptos valiosos. Por sí mismo. A partir de su experiencia y de una forma natural. Un conocimiento que le abre la puerta a otro y así sucesivamente. Se produce de forma espontánea. El profesor David Brierly explica que la emoción es imprescindible para aprender: "Se recuerda lo que siente, y eso se convierte en experiencia".

El maestro es el encargado de crear un contexto educativo; es decir, un entorno adecuado para el aprendizaje. A partir de ahí, el niño manipula a su aire lo que le permite hacer descubrimientos. El ambiente se convierte en una herramienta más. Esta es unas de las bases de la filosofía Reggio Emilia. Algunos especialistas la llaman la pedagogía del asombro. "El protagonista es el niño, ya es un ciudadano en sí mismo con derechos como ser escuchado. Nace con competencias, con curiosidad y es un investigador nato. Se trata de cambiar la mirada", explica Carola Di Marco, formadora en España de Reggio Emilia, de la Escuela Infantil Reggio en Madrid.

La misma arquitectura y el espacio son fundamentales, se pone cuidado en la estética porque se considera un derecho. En las clases, siempre hay parejas educativas. Dos personas por aula que permite el trabajo en pequeños grupos para observar mejor. "Logramos que haya dos perspectivas que ayudan a entender mejor al niño y a no etiquetarle. Fue una revolución cuando el pedagogo Loris Malaguzzi quiso poner en cada aula dos profesores", cuenta Di Marco.

Malaguzzi fue la persona que estructuró este enfoque educativo que nació al norte de Italia, en la localidad de Reggio Emilia de unos 170.000 habitantes. Después de la Segunda Guerra Mundial numerosas mujeres se habían quedado viudas. Tenían que trabajar fuera de casa y buscaban un lugar donde poder dejar a sus hijos. Decidieron unirse para formar escuelas autogestionadas a cargo de un grupo de maestros. Era la primera vez que la educación no estaba en manos de la Iglesia católica. "En esta zona de Italia siempre ha habido mucha inquietud y se ha considerado que la educación es lo que hace al hombre libre. Fueron años duros en los que sacaron dinero de donde pudieron para mantener sus escuelas. Hasta vendieron la chatarra de los tanques alemanes", explica Carola Di Marco.

En los años 60, el Ayuntamiento se hizo cargo de la gestión con una red de escuelas. Se creó un gabinete a cargo del pedagogo Loris Malaguzzi. En la actualidad, hay alrededor de 80 escuelas y la mayoría son públicas.

EL TALLER EN LAS AULAS

El taller es una de las esencias de este enfoque educativo. El encargado es siempre un artista, ya sea bailarín, músico o pintor, encargado de poner en duda lo preestablecido e invita a trabajar con otros materiales en el aula. "Ofrece otros contextos e invita a investigar. El niño tiene 100 lenguajes, pero los adultos les arrebatamos 99 porque les decimos todo el rato lo que tienen que hacer o cómo deben actuar. Les quitamos las posibilidades de ser ellos mismos y gracias al taller y a los recursos del arte, el niño puede hablarnos", cuenta Di Marco. Se ofrecen todo tipo de materiales para manipular, hasta cámaras o microscopios. "El cambio está en el rol del maestro que aprender con él. El profesor es el observador de los procesos cognitivos del niño", concluye.

En Italia, existe un Centro de Reciclaje Creativo (Remida) donde las empresas llevan el material que ya no utilizan. Los profesores acuden a seleccionar lo que necesiten para sus clases. "Hay que dejarles ser y no interrumpirles. Los adultos estamos predispuestos a ver lo que conocemos y no dejamos hacer. Al construir el niño su mundo nos va a soprender", cuenta la coordinadora de la vida de la Escuela Reggio, Cristina Miguel.

LOS PROYECTOS NACEN DE LO COTIDIANO

Partir del interés del niño en una de las claves. Así que se crean los proyectos sobre los que trabajan y que luego se documentan. Nacen de lo cotidiano. Desde una sombra que llama la atención o de las distintas formas que adopta la luz. "Se suele pensar que trabajar por proyectos es proponer un tema desde el punto de vista del adulto y esa manera de trabajar es artificial", apunta la formadora partidaria de respetar las afinidades del niño.

"Un mismo material puede convertirse en cosas muy distintas", explica Di Marco que destaca la importancia de la labor de documentación de los profesores. "Lo que no se ve no existe, no tiene sentido hacerlo si no hay un adulto que documente. Se documentan los proyectos, no lo puedes programar todo y tomas nota de lo que pasa. Observamos y con una mirada profesional le damos un valor. Gracias a la documentación se puede dar la formación.

LA RELACIÓN CON LA FAMILIA

La escuela es un derecho y una responsabilidad tanto de la familia como de los profesores. La directora de la Escuela Infantil Reggio, Eva Martín, explica que existe un contacto directo que no se acaba con el horario escolar y organizan actividades para toda la familia. Intenta que la escuela salga a la calle y organizar exposiciones con los trabajos de los alumnos.

Eva puso en marcha la escuela hace 7 años. La crisis no ha impedido que saliera adelante y hoy cuenta con veintitrés personas a su cargo. Convencida del poder transformador de la educación en la sociedad, tiene muy claro el papel del maestro: "Interviene todo el tiempo en un sentido latente, es el que crea un espacio y observa. Hay una presencia, pero no una invasión. Se trata de crear un contexto educativo de calidad teniendo en cuenta el momento evolutivo y las características del niño que tienes delante. Un derecho fundamental es que los niños se colocan en igualdad con ellos. La educación convencional pone una gran distancia de roles entre alumno y profesores. Aquí el maestro acompaña e interviene desde el principio. Para crear un vínculo seguro, hay que tener en cuenta las necesidad del niño y no la del adulto", concluye Eva.

Reggio Emilia es un enfoque, una filosofia que impregna la enseñanza y no cuenta con materiales propios como otros métodos como el Montessori . En pleno debate educativo, las formas de enseñar alternativas despiertan el interés de los educadores en nuestro país.
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LA EDUCACIÓN ASIÁTICA Y EL CAMBIO DE PARADIGMA EDUCATIVO NECESARIO EN ESPAÑA

¿Qué diferencia la educación asiática de la occidental? ¿Qué podemos aprender de ella? Oriente crece a pasos agigantados en los más diversos ámbitos mientras que occidente, la cuna de la cultura durante siglos, permanece retraída e involutiva.

Según el Human Capital Report 2015 del Foro Económico Mundial (WEF) que valora la capacidad de los países para fomentar el talento a través de la educación y el desarrollo, sitúa a España en el puesto 41 de 124, por debajo de países como Grecia, Rumania, Portugal, Croacia, Italia y Malta, entre otros.

“El talento, no el capital, será el factor clave que relacione innovación, competitividad y crecimiento en el siglo XXI. Para realizar cualquiera de los cambios necesarios para desbloquear el talento latente en el mundo —y por lo tanto su potencial de crecimiento— debemos mirar más allá de los ciclos de campaña y los informes trimestrales. El diálogo, la colaboración y las alianzas entre todos los sectores son cruciales para la adaptación de las instituciones educativas, los gobiernos y las empresas” – Klaus Schwab, fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial.

Son muchos los que hablan de los países nórdicos como ejemplo educativo a seguir, algo que tiene su lógica al ver que Finlandia, Noruega y Suiza ocupan los tres primeros puestos del ranking. Sin embargo, hoy os vamos a hablar de la educación en Japón, país que ocupa nada más y nada menos que el 5º puesto, aún teniendo una cultura, tradición y educación muy diferentes a las de occidente.

LA EDUCACIÓN ASIÁTICA EN GENERAL (Y EN JAPÓN EN PARTICULAR)

La diligencia, auto-critica y los hábitos de estudio, así como la perseverancia y el trabajo duro, son los principios de la educación de Japón para el éxito en la vida, que no solo se aplica en los centros educativos sino también en el seno de la propia familia.

OTROS PUNTOS QUE DEFINEN LA EDUCACIÓN ASIÁTICA SON:

Educación en valores: Valores morales, actitudes y el desarrollo de la personalidad y carácter son algunas de las cosas que se incluyen en las enseñanzas para crear una sociedad en valores.

Alto rendimiento: La sociedad japonesa es muy competitiva y su educación es acorde a ella. Por ello se exigen altos estándares a los estudiantes para el acceso a la educación.

Más rigidez: En los países asiáticos no existen las recompensas por el estudio o el trabajo bien hecho. Este tipo de cosas son para los niños algo que tienen que hacer sí o sí, sin discusión, concesión o recompensa alguna.

Menos ocio: El trabajo es la base de la familia y todos han de aportar en su justa medida, por ello tener tiempo libre puede ser mal visto pues es el tiempo que no estás dedicando al sustento de tu familia, tengas la edad que tengas.

Menos regalos: La mentalidad consumista llena de festividades y regalos de occidente es inconcebible en asia. Ellos prefieren invertir en su futuro y educación.

Menos muestras de afecto: El contacto físico y muestras de afecto son prácticamente un tabú en los países asiáticos, tanto entre parejas como en familia de padres a hijos.

Aprender a vivir con lo justo: Dar un hogar, comida y la vestimenta necesaria es todo lo que los padres ofrecen a sus hijos, además de una buena educación. La idea principal es que aprendan a sobrevivir con lo justo y necesario.

En este documental podéis extraer vosotros mismos otras ideas sobre la educación en Japón:

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PUBLICACIÓN EN EBOOK DEL IX CIFE (nº 73)

DECÁLOGO PARA TENER ÉXITO EDUCATIVO

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

Todos sabemos que, en educación, no existen recetas mágicas e infalibles para alcanzar el éxito. El problema se agrava cuando ni siquiera somos capaces de ponernos de acuerdo en lo que es el "éxito educativo".

Aunque tengo la esperanza de que algún día escolarización y educación sean dos conceptos sinónimos, lo cierto es que hoy en día no es así. Personalmente estoy convencido de que el éxito educativo no coincide necesariamente con un expediente académico excelente; creo que tiene que ver con todo aquello que nos permite vivir con plenitud y autonomía.

Para tener una vida plena y autónoma es necesario que la educación nos aporte contenidos y conceptos, cuantos más y más complejos, mucho mejor: sin tener una cabeza "bien amueblada" es imposible ser crítico, creativo... Pero también es fundamental que la educación que recibimos posibilite que utilicemos lo que sabemos para crear cosas, para afrontar retos y desafíos, para adaptarnos a los cambios, para tener espíritu crítico. Por ello, es necesario saber, pero también saber hacer; es necesario ser, pero también convivir.

A continuación, enumeraré 10 consejos que pueden conducir a docentes y alumnos al éxito educativo, tal y como lo he definido:

1. Conócete, valórate. La educación solo puede comenzar a edificarse sobre unos buenos cimientos de autoconocimiento. Tanto el que enseña como el que aprende debe ser consciente de sus fortalezas y de sus debilidades. Tener confianza en uno mismo nos debe llevar a marcarnos unas altas expectativas en nuestras posibilidades de aprendizaje.

2. Lee todo lo que puedas, todo lo que caiga en tus manos. Además de la lectura, hay otras muchas formas de alcanzar el conocimiento. Pero la lectura nos aporta un plus, nos abre la posibilidad de visitar y conocer otros mundos, otras realidades, otras gentes, otras culturas... lo que despierta nuestra curiosidad y nuestra imaginación, que son dos elementos fundamentales para alcanzar el éxito educativo.

3. Emociónate y emociona. Tanto para enseñar como para aprender, es importante tener en cuenta las emociones. Sin emoción es muy difícil motivarse y es casi imposible lograr un aprendizaje significativo. También es imprescindible saber identificar y poder controlar nuestras emociones, que seamos resilientes, que seamos tolerantes a la frustración.

4. Busca tu elemento. Nunca debemos dejar de perseguir nuestros sueños, nunca debemos dejar de dedicar tiempo y esfuerzo a aquello que nos gusta y que nos hacer sentir realizados. Esfuérzate, sin esfuerzo no hay resultados; rétate, desafíate... disfruta de ese esfuerzo. Cuando hacemos lo que nos gusta el esfuerzo es placentero pero también nos ayuda a que nos cueste menos sacrificio hacer cosas que no nos gustan, pero que son necesarias.

5. Menos es más. No debemos pretender enseñar ni aprenderlo todo. Es mejor abarcar menos pero de forma profunda que pasar superficialmente por muchas cosas. Tenemos que buscar causas, efectos, consecuencias, relaciones en todo lo que enseñamos o aprendemos.

6. Más allá de los contenidos. No solo los contenidos, los datos, las informaciones son importantes. También lo es potenciar las habilidades no cognitivas (meticulosidad, perseverancia...) que fortalezcan nuestro carácter y nos doten de las herramientas y destrezas que nos permitan perder el miedo a equivocarnos y que un fracaso no sea motivo de frustración, sino un paso más hacia el éxito.

7. Colabora para ser competente, para ser mejor tú y hacer mejores a los demás. Se puede ser competente sin ser necesariamente competitivo, en la colaboración está la base del progreso de la sociedad. La suma de los talentos, esfuerzos y el trabajo común de un grupo de personas nos hace llegar más lejos, ser mejores como equipo y como individuos.

8. Comunícate. Debemos dominar la capacidad de expresarnos tanto oralmente como por escrito. Debemos cuida la forma de comunicarnos con los demás, es fundamental para mostrar quiénes somos en realidad.

9. Crea, no solo digas y consumas. Si nos limitamos a enseñar y a aprender aquellos otros ya han enseñado o aprendido, no tendremos una educación completa. Es necesario que seamos creativos, que miremos las cosas desde distintos puntos de vista, desde diferentes perspectivas para aportar algo nuevo: es la base del progreso.

10. No dejes nunca de aprender. Esta es la consecuencia final de una educación exitosa. Cuando creemos saberlo todo, es cuando no sabemos nada. No hay que tener miedo al cambio. Hay que tener siempre la capacidad de aprender y de desaprender cuando sea necesario.
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EL PROFESOR, EN EL EJE DE CUALQUIER REFORMA EDUCATIVA

Aunque sea un triste consuelo, los males que aquejan al sistema educativo no son exclusivamente españoles. Traspasan las fronteras y repiten defectos en distintos países. Así se refleja en la entrevista que publicamos hoy con el profesor y ensayista italiano Massimo Recalcati, experto en el análisis de los cambios que la hipermodernidad imprime en los ciudadanos. En su última obra estudia el papel de la educación en una sociedad que cuestiona hasta el propio concepto de autoridad.

El diagnóstico es revelador e incide en el problema más apremiante que debe solucionar el mundo educativo en la actualidad: el papel del profesor en las aulas, aunque parezca un sinsentido tener que plantearlo así. "Es un cambio inaudito: los padres, en lugar de apoyar el trabajo de los profesores se han convertido en sindicalistas de sus propios hijos", dice Recalcati. En España acabamos de vivir la triste experiencia de la convocatoria de una huelga de deberes, por la que los padres agrupados en Ceapa, una de las grandes asociaciones de padres, animaban a sus hijos a no obedecer a los maestros que les ponían tareas para casa. La protesta no fue más allá, pero ha dejado bien clara la indefensión de los profesores ante las familias y, por tanto, la pérdida de respeto que sufren por parte de los alumnos: "El maestro está cada vez más solo y humillado", afirma el profesor italiano.

Con un profesorado despreciado, mal remunerado y desprestigiado por los propios padres de los alumnos es imposible que funcione cualquier modelo de enseñanza. Ahora que parece que los partidos políticos se plantean poner en marcha ese ansiado Pacto por la Educación -veremos de todas formas hasta dónde llegan estas intenciones iniciales- es imprescindible una redefinición del papel del maestro en la enseñanza obligatoria, tal y como piden también los principales expertos españoles en la materia.

En primer lugar, es imprescindible reevaluar el acceso a la profesión. En este sentido, nos parecen acertadas las propuestas presentadas por el filósofo y catedrático de instituto José Antonio Marina en el libro blanco solicitado por el Ministerio de Educación. Marina sugiere, por ejemplo, la implantación de un examen nacional tras finalizar los estudios universitarios, similar al MIR de los médicos, que una vez superado dé acceso a los centros específicos de formación del profesorado. También propone un sistema de evaluación periódica de los profesores que debe contar con la opinión de los alumnos y que la retribución se realice en función de los resultados de esa evaluación. El libro blanco recoge otro aspecto fundamental, que es la necesidad de otorgar a los centros de una autonomía curricular y organizativa, de forma que, por una parte, los directores puedan escoger a su equipo de formadores y, por otra, se establezca una competencia entre colegios.

Pero todo ello no valdrá de nada si no se consigue una implicación real de las familias en el proceso educativo de sus hijos. En este sentido, habrá que dotar a los profesores de una cierta autoridad legal ante los padres y los propios alumnos, tal y como hizo hace unos años la Comunidad de Madrid. Porque no puede ser que, como se queja Recalcati, cuando un profesor suspenda a un esdiante o inicie un procedimiento disciplinario "las familias lo miren con sospecha". Claro que esto no se consigue con un mero cambio legislativo, por muy consensuado que esté por todo el espectro político. Es necesario todo un proceso de concienciación de la sociedad que queremos en el futuro. "Un país que no piensa a largo plazo no invierte en sus profesores", sentencia con toda la razón el ensayista italiano.
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4º ENCUENTRO DE PROFESORES POR UNA EDUCACIÓN ÉTICA POR LA PAZ: REGENERACIÓN DE LA VIDA PÚBLICA

Estimados amigos:

Remitimos esta invitación a nuestro 4º Encuentro sobre REGENERACIÓN DE LA VIDA PÚBLICA, que se celebrará el viernes 27 de enero a las 18.00h. en el Espacio Ronda de Madrid.

Podéis venir acompañado por familiares, amigos, compañeros o alumnos.

Por motivos organizativos, os rogamos que confirméis vuestra asistencia antes del Encuentro a este email (miguelangelcanojimenez@gmail.com). Y si tenéis preguntas o queréis recibir más información, podéis solicitarla por email a este mismo correo.

También podéis informaros visitando el blog de los Encuentros de Profesores, donde podéis ver o descargar presentaciones y libros, y las páginas web de las asociaciones que lo organizan.




PROGRAMA:

BLOG DE LOS ENCUENTROS DE PROFESORES
FUNDACIÓN EDUCATIVA PARA LA PAZ
UNIVERSAL PEACE FEDERATION
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capitalismo

LA POLICÍA DETIENE A UN GRUPO DE ADOLESCENTES QUE ESTUDIABAN FILOSOFÍA AL SALIR DEL INSTITUTO

La web de noticias falsas elmundotoday.com nos deleita con esta “noticia” en clave de humor pero también como una ironía ácida hacia un sistema que denigra al género humano al excluir la filosofía de los planes de estudio. Cuando la imaginación sirve de denuncia social, hay intentos de que, en el futuro, se declare la guerra a las webs de noticias falsas . Al margen de la polémica del control sobre internet, les dejamos con esta “noticia” que, a buen seguro, hará saltar lágrimas de emoción a los verdaderos amantes de la filosofía.

CADA VEZ MÁS JÓVENES SE REBELAN CONTRA EL SISTEMA EDUCATIVO FILOSOFANDO EN LA CLANDESTINIDAD


Tras las denuncias de varios profesores, la Policía Nacional ha arrestado esta mañana a ocho adolescentes de Badalona que se reunían para estudiar Filosofía a la salida del instituto. Los jóvenes desafiaban así la política educativa del Gobierno, que ha desterrado esta materia de los planes de estudios.

“Leer libros de pensadores y filósofos es la forma que tienen hoy en día de ser malotes y llevarle la contraria al ‘establishment’. Están en la edad”, admitía esta tarde el director del instituto, que ha recordado que “los esfuerzos del Gobierno y del personal docente no bastan si las familias no se implican para evitar estas cosas”.

Las autoridades han requisado tres ejemplares de la “Crítica de la Razón Pura” de Immanuel Kant, varias fotocopias del “Discurso del Método” de René Descartes y un estudio comparativo de Paul Ricoeur sobre la llamada escuela de la sospecha (Marx, Nietzsche y Freud). Escondidas dentro de los bocadillos, los agentes han encontrado además varias citas de Bacon.

“Me han quitado las lecciones de estética de Hegel cuando ni siquiera forman parte del corpus del filósofo porque no las escribió él directamente, son apuntes que tomó su discípulo Gustav Hotho”, se quejaba uno de los detenidos, que ha tenido que ser atendido tras sufrir un cuadro de existencialismo.

Los padres de los adolescentes aseguran que no sabían nada, aunque sí notaron alteraciones en el comportamiento de los jóvenes. “Ahora entiendo que se pasara el día empanado, como ido. Estaba consumiendo razón pura”, declara uno de los progenitores.

Un examen psicológico determinará el alcance de la exposición de los adolescentes a la Filosofía. “Iban camino de tirar su vida por la borda”, reconoce uno de los agentes. “Aún pueden centrarse y dedicarse a algo de provecho, pero es importante que padres y profesores los eduquen sobre los peligros del pensamiento filosófico”, añade.
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La educación cuántica

JORDI ADELL: “QUE UN NIÑO SAQUE UN CUATRO NO SIGNIFICA QUE SEPA LA MITAD QUE UNO QUE SACA UN OCHO”

Un artículo de Carolina Blázquez, graduada en Magisterio Infantil.

Jordi adell es Pedagogo y profesor de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación en la Universidad Jaume I de Castellón.


Empezamos hablando de learning analytics. Es curioso cómo un buen conocedor del análisis de datos sobre educación sea muy crítico con las pruebas PISA. ¿Por qué?

Sobrevaloramos la información que nos dan los datos. PISA mide sólo las competencias en matemáticas, lengua, ciencias y la competencia financiera, una visión muy estrecha de la educación. Y la prensa lo toma como una medida absoluta del valor de un sistema educativo. Además, ¿quién ha nombrado a la OCDE el Ministerio de Educación del mundo? PISA no detecta los alumnos moralmente más desarrollados, los más justos o los que toleran menos la corrupción; no detecta la función socializadora y individualizadora de la educación.

¿Considera que los datos pesan demasiado a la hora de hacer políticas educativas?

Absolutamente. Hay una fuerte tendencia a simplificar todo en datos. Un niño que saca un cuatro no sabe la mitad que un niño que saca un ocho. Y eso realmente nos lo creemos. Pero en un sistema complejo como es la educación, donde las variables y los mecanismos de comportamiento no siempre son iguales, esto no funciona.

“Todo lo que se puede medir, se puede mejorar”. Esta es una célebre frase atribuida a Peter Drucker. ¿No la comparte?

Dentro de su lógica, tiene sentido. Pero podemos hacer perfectos imbéciles midiendo y mejorando el nivel de imbecilidad de la gente. ¿Por qué PISA no evalúa materias como medio social y natural? Porque no dan dinero. El problema es cuando tenemos que enfocar la enseñanza para obtener buenos resultados. Es lo que se llama teaching to the test , la peor manera de educar, que es lo que hemos hecho toda la vida en Segundo de Bachillerato: preparar la selectividad en vez de aprender matemáticas o filosofía.

Vamos a hablar de la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación. De entrada, ¿podría identificar cuál es, según usted, su principal ventaja?

Que abren la escuela al mundo. Acaban con la educación como lo que sucede en un aula de manera cerrada, donde los únicos recursos son los libros de texto y el maestro. Rompen las paredes de la escuela y la hacen más transparente y comunicativa hacia la sociedad. Permiten no dar una única visión de las cosas. Por eso me entristece cuando veo alumnos con tabletas conectadas a Internet que en clase sólo las usan de libro de texto. Gastarse dinero para hacer esto…

Si ya no es el maestro quien te explica el mundo, sino que lo hace Internet, ¿qué le queda al maestro?

Fue el traductor. La persona que te guía y diseña situaciones y actividades que permitan entender la complejidad del mundo. Es el componente que aporta sabiduría más allá de la transmisión pura de información. Y cuando esta información es tan confusa y contradictoria como la que tenemos en nuestras sociedades, el maestro se convierte en imprescindible.

En una entrevista reciente, el investigador Philip Schmidt explicaba que las TIC se apoderan de la transmisión de información pero no todavía del componente emocional de la educación, que al final es lo que motiva el aprendizaje.

Esto aún lo construimos a partir de la interacción humana. El gran valor añadido de las TIC no son sus cables y los aparatos, son las personas que con cables y wifi acercan, se comunican y hacen cosas juntos. Esta capacidad no viene dada, hay que aprender. Ahora, por ejemplo, vivimos en un momento muy interesante en el que partidos políticos nuevos están utilitzando las TIC para hacer nuevas formas de política. Es un momento apasionante.

¿Considera que los docentes se están adaptando a los nuevos contextos digitales?

Creo que no. Saben usar las nuevas tecnologías pero no con fines didácticos. Muchos las integran para hacer las cosas que ya hacían. Hay que cambiar la mentalidad de los maestros para que cedan a los alumnos un papel más activo en la construcción de conocimiento, a partir de sus necesidades, dudas y curiosidades. Y eso empieza por la formación inicial del profesorado, que sigue siendo muy tradicional: de aula y examen.

Y sobre todo: el maestro debe dejar de pensar la docencia como una actividad aislada que hace él solo dentro del aula. Él es un nodo dentro de una red, sus problemas los han tenido otros maestros antes, y colaborando y comunicándose a través de la red ampliará perspectivas y encontrará gente de la cual -y con la cual- aprender. Esto son los entornos personales de aprendizaje aplicados al desarrollo docente.

Internet facilita el intercambio de conocimiento en la red.

En España hay 800.000 docentes. Pongamos que cada uno de ellos publica una actividad didáctica que le haya funcionado. Quizá 750.000 no son lo suficientemente buenas o son repetitivas. Aun tenemos 50.000 que, si las organizamos en la nube, nos proporciona enormes posibilidades. Al final la virtud de la red es que está conformada por personas. Internet no es un cuarto de herramientas, sino un ágora llena de gente.

El discurso favorable a la incorporación de las TIC en las aulas choca a veces con los problemas del día a día en clase. ¿Qué le diría usted a un maestro cuya foto corre por el WhatsApp de sus alumnos?

Que tiene una magnífica oportunidad para explicarles qué es la privacidad de datos y de los peligros de las TIC a los alumnos. Para ser revolucionario en las nuevas tecnologías hay que ponerlas en manos de los alumnos. Cuando las pones en las de los maestros, las usan para enseñar. Pero los alumnos se divierten y, con suerte, aprenden.

Antes hay que poner las nuevas tecnologías a disposición de las escuelas.

Sí, pero la verdad es que vivimos en un ritmo de consumo vertiginoso -marcado por la industria- que las escuelas no pueden seguir de ninguna manera. Tampoco los maestros tienen margen para asimilarlas y integrarlas.

Tampoco todas las escuelas -y evidentemente no todas las familias- tienen la misma capacidad económica para incorporar estos dispositivos.

Es cierto. Necesitamos una fuerte inversión en la escuela pública no sólo para que sea una escuela 2.0, sino sobre todo para que sea un espacio igualador. Hablo de una política que no siga privilegiando las escuelas concertadas, como ocurre con el Gobierno valenciano, que concierta cualquier cosa: te regala el terreno, te construye la escuela y te cede la gestión 50 años. Están convencidos, desde su ideología neoliberal, que la escuela privada funciona mejor que la pública.
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amor

HABLAMOS DE EDUCACIÓN. REFLEXIONES EDUCATIVAS PARA CAMBIAR EL MUNDO (Libro)

Hablamos de Educación. Reflexiones educativas para cambiar el mundo es el libro de El Blog de Educación y TIC, un recopilatorio de 30 entrevistas a algunos de los profesionales y expertos más destacados del panorama educativo actual. Todo ello introducido por un prólogo del pensador y psicopedagogo Francesco Tonucci.

Más de 140 entrevistas y más de 2.000 preguntas nos darían para unos cuantos libros. No obstante, para este ejemplar hemos seleccionado las entrevistas que, sea por la popularidad del entrevistado o por la fuerza de sus respuestas, más se han leído y han generado mayor impacto en nuestra comunidad.

En este libro encontrarás las reflexiones de algunos de los profesionales y expertos más destacados del mundo educativo actual, organizadas en seis bloques temáticos que hemos considerado que son los pilares fundamentales para reflexionar sobre otra manera de educar: motivación, innovación, cambio metodológico, TIC, aprendizaje competencial y valores.
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DINÁMICA ESPIRAL

13 FORMAS DE ENCENDER LA “LLAMA” DE LA MOTIVACIÓN

La motivación es una fuerza interior que permite llevar a cabo una acción, un deseo de convertir el decir en hacer. La motivación por acometer una tarea, nos lleva a la determinación por acometerla. Es así, como el aprendizaje se convierte en acción, como el potencial se convierte en producción.

Renzulli en su concepto de los “Tres anillos”, define los comportamientos excelentes, como aquellos que suceden cuando se combina alta capacidad, creatividad, y motivación. Las historias de aquellos hombres que destacaron por sus logros siempre tienen algo en común, personajes que mostraron una gran determinación y motivación por conseguir su objetivo. Persistencia y resilencia.

Además algunas comunidades en España exigen un alto grado de motivación en nuestros pequeños para ser “clasificados” como niños con alta capacidad y acceder así a una atención educativa acorde.

Hoy en día, pues, no se discute que la motivación, y más allá de ella, la determinación, son las claves del éxito, sea cual sea la forma en que ésta se mida. Pero la motivación es, precisamente, el gran caballo de batalla para los padres con niños de alta capacidad. Estos niños con alto potencial, muchas veces no muestran motivación por su aprendizaje académico. Las tareas escolares les aburren y abaten. Así, su rendimiento, no esta a la altura de su potencial. Maestros y padres no sabemos muy bien, como despertar esta motivación en estos alumnos antaño brillantes.

El Profesor Steven Pfeiffer de la Universidad de Florida, (EE.UU), psicólogo autor del modelo tripartito para la identificación de las altas capacidades, autor de libros como “Social and Emocional needs of the Gifted” o “Serving the Gifted”, desde su experiencia en la evaluación y atención de niños de alta capacidad y sus familias, director del programa de verano de la Universidad Duke para niños con Alta Capacidad, miembro de la NAGC, investigador de reconocido prestigio internacional, nos da alguna claves sobre la motivación (para niños de alta capacidad, pero también para el resto del alumnado):


Padres y profesores muestran siempre gran interés por cómo motivar a aquellos estudiantes que parecen mostrar una falta total de motivación por aprender. Esta es, sin duda, una cuestión importante. Hay muchos motivos que explican esta baja motivación. Quizá, de hecho, haya tantos motivos que expliquen el bajo rendimiento de un alumno como estudiantes que parecen haber sido “apagados” por la escuela y el sistema educativo.

La motivación es un factor muy importante, es imprescindible para que el aprendizaje se genere. Es importante en todos los niveles de aprendizaje y a todas las edades y cursos, es igual de importante para todos los alumnos, alumnos medios, alumnos con problemas de aprendizaje y también para los niños con alta capacidad. Como director del programa pre-universitario para niños con alta capacidad, y más recientemente como co-director del programa de verano en ciencias, ingeniería y tecnología espacial del instituto de Florida para alumnos excelentes, he observado de forma repetida y de primera mano la importancia de la motivación en el aprendizaje. Y como profesor universitario también he observado el gran papel que juega la motivación en el éxito de nuestros graduados. Incluso entre los estudiantes más brillantes, seguimos observando diferencias individuales en el impulso, entusiasmo, persistencia, determinación, compromiso y placer. Esto es un hecho. Los niños tienen unos niveles de motivación muy diferentes entre si.

La investigación aún no tiene herramientas de medición de la motivación con la precisión o capacidad de discriminación que aportan los test de CI. Pero si las tuviéramos, seríamos capaces de apreciar que los niños varían tanto en la motivación que están dispuestos a mostrar en la escuela como varían en su capacidad intelectual. La varianza es enorme.

Desde mi experiencia y observación, de equipos de fútbol, -he sido psicólogo asociado del equipo de fútbol de Duke- he sido testigo del proceso por el que el talento se desarrolla por debajo de su capacidad, qué importante es la motivación en la transformación de las habilidades generales y específicas de los jóvenes atletas, en el talento desarrollado de los profesionales de la liga de fútbol, incluso de los campeones mundiales. Y me he dado cuenta que el mismo proceso de desarrollo tiene lugar en el aula y en los laboratorios de ciencia, que en el campo de fútbol, (lo mismo que en los juzgados, en los quirófanos, estudios de arte, escenarios y en cualquier ámbito cultural). La motivación es que la marca la verdadera diferencia.

Algunas técnicas y estrategias para desarrollar la motivación son “universales”, funcionan con prácticamente todos los alumnos con independencia de su estilo de aprendizaje o su nivel de capacidad. Funcionan para cualquier zona geográfica, género o clase social. Sin embargo hay otras con una efectividad más limitada, trabajan positivamente en algunos alumnos, pero no con todos.

Deja de decirle a los niños que son inteligentes.

Este es un principio especialmente necesario con los niños más capaces con problemas de motivación. Recordar a los niños cuán inteligentes son, alberga buenas intenciones pero trasmite al niño el mensaje de que, porque son tan inteligentes, porque tienen ese cerebro tan especial, no necesitan esforzarse en la escuela. Esto puede crear lo que Carol Dweck llama un ente de auto-concepción de la propia inteligencia. Un mensaje más poderoso que los padres y profesores pueden ofrecer es repetirle constantemente la importancia del esfuerzo y el trabajo duro para lograr el éxito en el colegio, y en la vida.

Hacer el aprendizaje real.

Ayudar a los jóvenes a encontrar un valor y significado personal en la materia que están aprendiendo. Si esperamos alentar e inspirar la motivación intrínseca –una meta virtuosa y noble para todos los alumnos- entonces los profesores deberían generar actividades de aprendizaje que sean claramente relevantes y significativas para el alumno. Por ejemplo introduciendo ejemplos locales, acontecimientos actuales, o cultura pop en el curriculum de las actividades. Una cita de mi último libro expresa “Si aspiramos llegar a los faltos de inspiración, los desmotivados, los alumnos aburridos, entonces los maestros debemos conseguir que el contenido que enseñamos conecte con los intereses de nuestros estudiantes, el mundo actual y la vida que llevan fuera del aula.”

Estrecha los lazos de relación con tus alumnos.

Conectar con un alumno que esta desmotivado o “apagado” por la escuela, con frecuencia consigue generar un cambio sustancial, casi mágico, en cómo este alumno te percibe como adulto, como una figura de autoridad. Los niños y adolescentes que creen que el adulto les respeta, cree en ellos, se preocupa y se muestra interesado, están más abiertos a escucharle. Este principio, es válido también para los padres, por supuesto. Tomarse el tiempo para escuchar los motivos por los que tu hijo muestra aburrimiento, frustración, crítica y desaprobación de la escuela, los deberes o su profesor, ayuda a crear una profunda relación basada en la confianza y la comprensión. He podido comprobar que incluso los estudiantes más enfadados y desamparados están deseando tener al menos un adulto al que escuchar, al que perciban con un interés verdadero y no crítico hacia ellos.

Muestra gran entusiasmo sobre lo que enseñas.

Animo a los maestros que me preguntan sobre cómo aumentar la motivación de sus alumnos, a pensar en ella como un “virus” capaz de expandirse por toda la clase. Los mejores profesores son capaces de contagiar su entusiasmo por la materia. Esto no es, por supuesto, un antídoto para la baja motivación, pero realmente ayuda a aumentar el nivel de entusiasmo de la clase.

Hacer comentarios positivos con frecuencia.

Aunque éste no es un criterio universal, si puede ayudar a algunos niños. Es lo que los psicólogos llaman “intervención conductual”, basada en los principios del refuerzo. Cuando ésto se aplica en el aula, especialmente cuando un estudiante esta aprendiendo material nuevo, puede reforzar la creencia del alumno de que puede conseguirlo. También puede ayudar alentar al estudiante a desarrollar “agallas”. Sin embargo hay que estar prevenidos de que algunos niños encuentran este acercamiento conductual, usando gráficos, caritas felices, vales, y recompensas e incentivos tangibles, manipulativos, controladores e incluso falsos. En otras palabras, vale la pena hacer la prueba, pero no siempre funciona y puede, incluso ser contraproducente.

Manda deberes que supongan un reto, que sean creativos y divertidos.

Intenta mandar un trabajo que estimule y anime a los estudiantes a ser innovadores, creativos, a pensar “outside de box” (saliéndose de lo establecido). Se que algunas tareas necesitan ser memorizadas o no son especialmente divertidas, también lo he podido observar en los entrenamientos de los futbolistas de élite. Pero los mejores y más exitosos entrenadores combinan las rutinas más tediosas con divertidos ejercicios.

Haz comentarios sobre su trabajo de forma inmediata y concreta

Los niños aprenden mejor y tienen menos probabilidad de sentir frustración cuando aprenden un material nuevo, si reciben comentarios claros sobre su trabajo –no sobre ellos-. Especialmente si el comentario es negativo o correctivo, tienen más oportunidades de ser atendido si se centra en el trabajo y no en el estudiante.

Pregunta a tus estudiantes que hace que algunas clases sean más motivantes y adopta algunas de estas ideas.

En mis años en la facultad, preguntaba a mis alumnos que convertía la mejor clase que habían recibido en la “más motivadora” y después veía si podía aplicar algunas de estas ideas en mi clase. Me hice con un buen puñado de buenas propuestas a lo largo de los años, que otros profesores han podido usar en sus clases con buenos resultados.

Pon más énfasis en las competencias y el aprendizaje y menos en las notas y el logro.

Las notas son importantes, desde luego, pero hoy en día el péndulo esta mucho más inclinado sobre el logro que sobre el aprendizaje. Tanto la familia como la escuela necesitan dar mucha más importancia a la adquisición de competencias y el amor a la investigación y el proceso de aprendizaje. Las notas, las metas, los logros son importantes, muy importantes, pero al menos tan importantes como alimentar la pasión y el respeto por la investigación y el dominio de una materia.

Limita la excesiva competición.

La competencia, como las notas, los logros, los resultados, son importantes y parte de nuestra cultura. Pero una excesiva competitividad académica, y cuando ésta sucede muy pronto, en el desarrollo del talento, y no se centra en el esfuerzo sino que sólo premia a los ganadores, disminuirá, quizá extinguirá la llama de la motivación en muchos estudiantes.

Crea “contratos de aprendizaje”

Existen algunos estudios que sugieren que establecer contratos o acuerdos de aprendizaje con algunos estudiantes que muestran baja motivación, pueden provocar que ésta se vuelva a encender. Aunque esta técnica conductual no funciona con todos los alumnos.

Aporta Opciones y Alternativas que Estimulen la Autonomía.

Cada alumno es un individuo diferente. Muchas veces olvidamos esto. Todos los individuos valoran y aprecian que existan distintas alternativas, también los niños y jóvenes. La cantidad de alternativas y la frecuencia en que permitimos estas alternativas dependerá del nivel de cada niño y de su desarrollo madurativo. A los estudiantes más mayores, maduros y responsables se les debe permitir más libertad y más decisiones sobre su aprendizaje.

Identifica mentores como Modelos a seguir, en tu comunidad.

Esta recomendación ha sido probada de gran efectividad entre los niños de alta capacidad. Es compleja y exige cierto reto logístico. La idea es localizar mentores en tu comunidad que quieran dedicar su tiempo a tus alumnos desmotivados. Dos ejemplos : Un alumno de 4º EP respondió de forma muy favorable gracias a un alumno del instituto cercano, que había recibido honores deportivos, y que estuvo dispuesto a ayudarle con sus deberes 2 tardes cada semana y pasar algún tiempo con él los fines de semana. Otro alumno desmotivado, pero brillante, en 2º ESO consiguió re-activar su motivación cuando un pasante de abogado en prácticas le permitió estar junto a él en la oficina (y discutir sus casos con el estudiante)
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LA EDUCACIÓN QUE MERECEN NUESTROS HIJOS

Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

En demasiadas ocasiones olvidamos que educar exige prestar atención incondicional a la persona con la que estamos. Es igual si es nuestro hijo o nuestro alumno... educar es un acto de amor incondicional.


No existen recetas infalibles para educar. Quizá por eso todo el mundo "sabe" de educación y se siente capacitado para decir a los docentes cómo tienen que hacer su trabajo. Me gusta pensar que lo hacen por ese sentimiento de sobreprotección que invade la relación de muchos padres con sus hijos. Pero, ¿le pedirías a un economista que te operara de apendicitis o a un médico que construyera un rascacielos? El respeto por la labor docente es fundamental para mejorar la educación, pero ese respeto también hay que ganárselo día a día ofreciendo la educación que merecen nuestros hijos.

¿Qué educación es la que merecen nuestros hijos? Aquella que entiende que las personas no tenemos una única forma de aprender, que tienen en cuenta que todos tenemos unas destrezas y habilidades distintas que deben ser tratadas de forma personalizada. Es imperativo ofrecer una educación que no excluya a nadie, en la que cada persona pueda llegar lo más lejos posible, alcanzar sus metas y, porque no, sus sueños.

Una educación que les enseñe a pensar y les dote de espíritu crítico, que les permita desarrollarse como seres humanos, que les dé las herramientas necesarias para ser autónomos en todos los sentidos, que sean capaces de adaptarse a los desafíos que les depara y les deparará la vida, que les prepare para la vida.

Además, esa educación debería hacerles disfrutar del proceso. Sí, disfrutar aprendiendo. La educación debe ser un camino lleno de cosas maravillosas por conocer, de lugares fantásticos por visitar, de personas increíbles por conocer. Por supuesto que aprender requiere de un esfuerzo por parte de los alumnos, de una constancia y una perseverancia... pero ese esfuerzo puede y debe ser gozoso y no un sacrificio.

La educación es inevitablemente imperfecta. Nada de lo que hacemos o enseñamos es eterno, todo cambia con el tiempo. Por eso es tan importante que la educación que reciban nuestros hijos vaya mucho más allá de prepararles para aprobar exámenes, de sacar notas excelentes. Nuestros hijos merecen que la educación que les ofrecemos les haga mejor persona, que les permita tener una vida los más plena posible. Decía Carl Rogers que "la única persona que está educada es la que ha aprendido cómo aprender y cambiar".

A veces tengo la sensación de que la educación actual es un gigante con pies de barro... y que se va a desplomar de un momento a otro. Solo con la máxima colaboración entre docentes y familias conseguiremos que la educación que ofrecemos a nuestros hijos tenga unos sólidos cimientos.
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LA EDUCACIÓN PROHIBIDA: RESUMEN DE 5 MINUTOS PARA ESTUDIANTES, PROFESORES, PADRES Y MADRES.

Cómo es la educación en su escuela, en su colegio, crees que hay profesores que no merecen ser docentes, que sólo bloquean lo que otros profesores quieren sacar adelante, crees que hay padres que tratan mal a los docentes a los estudiantes, que no les colaboran en sus tareas, entonces vea este video de promo para crea un ambiente de reflexión en los profesores de escuela y colegios del Mundo.




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ACTIVIDADES SENCILLAS PARA TRABAJAR CONCEPTOS FILOSÓFICOS EN PRIMARIA

Un artículo de Rocío López Valdepeñas, maestra especialista en innovación educativa y emprendimiento.

La filosofía nos acerca, más que ninguna otra ciencia, a nuestra condición humana: Nos invita a pensar sobre la libertad, el amor, la amistad, los sentimientos, ¡la vida! Nos propone reflexionar sobre aquello que, en apariencia, puede parecer no tener una finalidad práctica y, sin embargo, da sentido a nuestra biografía. ¿Por qué meditar sobre el amor, sino para amar más y mejor? ¿Por qué razonar respecto a la belleza, sino para aprender a apreciarla más todavía?


Por eso, docentes, os invitamos a filosofar y a que vuestros alumnos de ciclo medio o superior también lo hagan con estas sencillas actividades que os mostramos a continuación.

Es muy importante que tengáis en cuenta que vuestros estudiantes se encuentran en el camino del dominio del pensamiento abstracto y que, por eso, esta materia es difícil para ellos. Sin embargo, ¡se puede trabajar con niños y se debe hacer! Partiendo de situaciones concretas es posible hacer que nuestros alumnos abran sus corazones y mentes a conceptos tan bonitos como la amistad. ¿Estáis preparados?

Actividad 1. El muro de la alegría

Colocaremos a nuestros alumnos por grupos y les pediremos que naveguen por la web recopilando imágenes que les transmitan alegría. Después, dentro de una misma cuenta de Pinterest, las subiremos todas y compararemos los distintos muros que han creado nuestros alumnos.

A continuación, les pediremos que nos expliquen qué les ha llevado a seleccionar esas fotografías. Les daremos también un momento para que compartan con sus compañeros de grupo al menos una situación en la que sintieron mucha alegría, y traten de encontrar las similitudes y diferencias entre todas estas experiencias.

Pondremos en común, a nivel de grupo-clase, las conclusiones extraídas e iremos orientando la conversación con preguntas. Si, por ejemplo, uno de nuestros niños se sintió muy feliz por el nacimiento de su hermanito y otro porque ganó su equipo de fútbol un partido importante; les haremos reflexionar con cuestiones como estas: “¿Creéis que existen niveles de alegría, es decir, que hay momentos en los que estamos más alegres que otros?”, “¿de qué depende que nos sintamos así?”, “¿sería lo mismo si no hubiesen estado ahí los papás de Max?”, “¿cómo notamos que estamos contentos?”, etcétera.

Finalmente, les volveremos a pedir que revisen los muros creados en la red social y que hagan los cambios que consideren necesarios, si quieren añadir alguna fotografía más o quitarla. Esta actividad puede adaptarse a cualquier concepto filosófico que queramos tratar con nuestros estudiantes.

Actividad 2. Islas de belleza

Organizaremos a nuestros alumnos en grupos y los situaremos alrededor de una presentación de Prezi o de una cartulina, si preferís hacerlo en físico. En la parte central de la presentación escribiremos bien grande el concepto que queremos trabajar.

Os recomiendo que empecéis con aquellos conceptos filosóficos con los que vuestros alumnos puedan tener más conexiones significativas, porque los hayan experimentado más a menudo en primera persona. Algunos adecuados para los estudiantes durante la Etapa Primaria son la amistad, la belleza, la felicidad, la rabia o la paz. Dependiendo de la edad nuestros alumnos podrán llegan a un menor o mayor grado de reflexión.

Seguidamente, colocad 4 grandes apartados alrededor del concepto escogido. Los llamaremos islas y harán referencia a ámbitos cercanos a los estudiantes: experiencia, persona, comida, música, cine, color, palabra, etc. Escogeremos aquellas que consideremos más adecuadas y, seguidamente, pediremos a nuestros alumnos que piensen en una o varias personas, comidas o músicas que les recuerden al concepto que trabajamos. Por ejemplo, podría ser que nuestros alumnos consideren que, para representar la belleza, es bueno el color azul o amarillo.

Es interesante que todos los grupos en los que estén colocados nuestros estudiantes trabajen sobre un mismo concepto, de este modo podremos compartir sinergias e iniciar un debate sobre la adecuación de lo anotado en cada una de las islas.
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EL SECRETO DE UNA ESCUELA DE PUEBLO

Castilla y León, con los mejores resultados en PISA, tiene a la mitad del alumnado de infantil y primaria en colegios rurales. La fórmula: pocos niños, edades mezcladas y maestros cercanos.

Samuel tiene cinco años y es un lince. Lee, escribe, sabe contar… Dice que le gustan mucho más las minúsculas que las mayúsculas, dónde va a parar. Y explica, muy serio con su babi azul, que la Constitución está llena de derechos y deberes, que se lo han dicho hace unos días. A su lado, Marcos, de tres años, pide en pie cantar el toro enamorado de la luna. Dicho y hecho. Son las 9.30 de la mañana y Samuel y Marcos están en asamblea junto a 13 niños más en la única clase de la escuela infantil de Villaverde de Íscar, un pueblo segoviano de 623 habitantes.

El colegio de primaria está en la calle de al lado. Tiene dos clases: una con 10 niños de seis, siete y ocho años y otra con 12 de nueve, diez y 11. Hay pocos chavales en el pueblo y hay que mezclarlos. La escuela pertenece al Centro Rural Agrupado Retama. Son seis colegios pequeños de localidades cercanas que comparten equipo directivo y varios profesores itinerantes.

La mayoría son auténticos activistas de la escuela rural; maestros vocacionales en permanente formación y convencidos de que esta forma de enseñar ofrece muchas ventajas. “Es complicado, pero apasionante”, dice Rosa García, especialista en audición y lenguaje y secretaria de Retama. “Hace falta mucha imaginación para ir adaptándose a las necesidades cambiantes de estas escuelas”. Ella, exalumna de un colegio rural, da apoyo a los niños que lo necesitan y, como el resto de los itinerantes, lleva el maletero del coche a reventar con material que traslada de un centro a otro.

Castilla y León ha obtenido unos fabulosos resultados en el último informe PISA, similares a los de Singapur, Finlandia, Japón o Canadá, y los mejores de España. El examen internacional evalúa a chavales de 15 años, ya en el instituto, pero en esta comunidad la mitad de esos alumnos han llegado a la ESO procedentes de una escuela rural. El 68% de los centros públicos de infantil y primaria están ubicados en localidades con menos de 10.000 habitantes. Son 453 centros que atienden al 48% del alumnado. De ellos, 194 son centros rurales agrupados, como Retama, que incluyen a 631 colegios pequeños como el de Villaverde de Íscar. Así se favorece la escolarización de los niños en su pueblo, aunque sean pocos, y se evita que recorran cada día largas distancias. De los 2.248 municipios de la región, 1.975 tienen menos de 1.000 habitantes.

Clases casi particulares

Estos coles permiten una forma de funcionar diferente. La profesora de Samuel y Marcos se llama Alicia Polo. Lleva 26 años trabajando como maestra, y cuatro meses en esta escuela rural. “Aquí, al ser tan pocos, la atención que podemos darles los profesores es muy individualizada", dice. "Si a uno le cuestan las matemáticas, puedo trabajarlas con él y atajar el problema desde el principio, algo que en una clase grande es mucho más difícil. Es una forma de enseñar muy enriquecedora para todos".

"Mezclar niños de distintas edades, además, hace que se comporten como una gran familia”, añade. “Son grupos compactos. Los niños mayores ayudan a los pequeños y aprenden los unos de los otros a través del trabajo cooperativo. Hay niños de cuatro años que se ponen a leer porque han visto hacerlo a los de cinco. Cuando hace falta, se separan. Después de la asamblea, Samuel y el resto de niños de cinco y cuatro años van a clase de lectoescritura con Nuria, la maestra de apoyo, mientras los pequeños de tres se quedan con Alicia dibujando.

Allá donde preguntes, todos los niños dicen que les gusta la mezcla de edades. Los mayores dicen que cuidan a los pequeños y estos, que les encanta estar con los grandes. La clase de primero, segundo y tercero de primaria de Villaverde de Íscar tiene la pizarra dividida en tres partes para que cada curso sepa las tareas que le corresponden. Durante las lecciones, las profesoras se van acercando por grupos explicando la lección a cada curso mientras los otros hacen algún trabajo. Dicen que para los docentes la fórmula tiene su complicación cuando se enfrentan por primera vez a ella, pero que una vez se organizan, las clases funcionan.

Aprender de la experiencia directa

En algunos aspectos, lo que se hace en estos coles por pura necesidad recuerda a la metodología que proponen caros centros privados de educación Montessori o Waldorf de las grandes ciudades: mezclar niños de distintas edades, pocos chavales en cada clase (de 5 a 15 en Retama, muy lejos de los 25 o 28 que puede haber en una clase del centro de Madrid), una gran implicación de las familias, muchas actividades al aire libre, aprender a través de la experiencia directa...

Porque, aunque las nuevas tecnologías han llegado en forma de pizarras digitales, grupos de Whastapp o aulas virtuales para los maestros, estas escuelas no han perdido la relación con la naturaleza, tan importante en los primeros años de la vida. Samuel y sus compañeros salen cada recreo con sus carretillas, cubos y palas, sin miedo a ensuciarse, a un arenero enorme muy distinto de los patios carcelarios de algunos colegios de ciudad. Eduardo Álvarez, jefe de estudios de Retama y tutor en Vallelado, a 16 kilómetros de Villaverde, aprovechó que muchos padres se dedican a la ganadería para explicar la reproducción a través del parto en directo de una oveja. Las clases de lectura las hacen muchas veces en el monte. Y, en otro de los centros de Retama, en Mata de Cuéllar –con solo dos clases y 15 niños en total-, el profesor de educación física se lleva a los chavales de excursión en bicicleta a explorar los alrededores.

Pieza clave del sistema

El consejero regional de Educación, Fernando Rey, asegura que las escuelas rurales son una apuesta y una pieza clave del éxito del sistema, que ha situado a la comunidad, la más extensa y con mayor dispersión geográfica de España, como la primera en ciencias y en comprensión lectora y la segunda en matemáticas en el informe PISA. La región lleva desde 2003 por encima de los resultados de la OCDE, pero en la última evaluación ha mejorado 23 puntos en comprensión lectora y 17 en ciencias.

Curiosamente, no es la más rica ni la que más invierte en educación, y tiene un porcentaje mayor de padres con un nivel educativo bajo o medio-bajo (el 22%) que otras regiones peor situadas en este informe como País Vasco, Navarra, Madrid, Cantabria, Cataluña o Aragón. A diferencia de lo que ocurrió en otros lugares, la comunidad decidió durante los años de crisis no cerrar escuelas rurales (se mantienen cuando hay un mínimo de cuatro niños) y mantener la red.

Estos colegios, a priori, parten de algunas desventajas. Por sus propias características, suelen tener más carencias de instalaciones y materiales que los de ciudad. En Retama, por ejemplo, necesitan el mismo material que los demás colegios... pero multiplicado por sus seis centros. Poco a poco se va resolviendo y ahora ya tienen pizarras digitales en todos. Además, por el reducido número de niños, es más difícil que haya variedad de actividades extraescolares. Cuando llega la hora de ir al instituto, a los chavales a veces les cuesta salir del núcleo casi familiar que es la primaria. Y, por otro lado, hay también mucho profesor interino que dificulta la continuidad del proyecto educativo. Es algo que ocurre también en las ciudades, pero aquí es aún más importante la coordinación.

Frente a las dificultades, los maestros agudizan el ingenio. “Tratamos de rentabilizar los recursos al máximo, materiales y personales, y coordinarnos de forma presencial y a distancia aprovechando las nuevas tecnologías: aulas virtuales, grupos de Whatsapp, foros...”, explica Verónica Cubero, directora de Retama y profesora de Inglés. “Y estamos en constante formación con cursos on line y presenciales”. La comunidad tiene siete centros rurales de innovación educativa dedicados a apoyar la enseñanza en este ámbito.

Relación con las familias

“La relación con las familias es cercana y fluida”, asegura Eduardo Álvarez, el jefe de estudios. “Aquí conoces al niño, a los padres, a los abuelos, sabes lo que el niño hace fuera del cole". "Familias y profesores vamos todos a una y los chavales lo ven", añade la directora. "Hay un respeto por el maestro. El colegio es una institución fundamental para el desarrollo del pueblo, y la mayoría de la gente quiere colaborar. Si la familia apoya al cole y el cole a la familia, todo va bien”. Ella tuvo la oportunidad de cambiar a un colegio más grande situado además en la localidad en la que vive, Cuéllar, pero decidió quedarse. “Esta forma de enseñar engancha”, asegura.

Mónica Porteros lleva a su hija de siete años al centro de Mata de Cuéllar, y su hijo de 14, que ahora está en el instituto, estudió toda la primaria en el colegio. “Todo es muy cercano”, asegura mientras su hija atiende a la profesora de música. “Luego a los niños les cuesta ir al instituto porque aquí han sido muy felices y han estado arropados. El pueblo, además, cobra vida con el colegio”. Las dos mellizas de 10 años de Estíbaliz Calle estudian en Villaverde de Íscar desde los tres años. Su madre valora especialmente el trato personalizado y el tiempo que les dedican los profesores. “Y los niños, al estar mezclados, se acostumbran a esperar, a que no les van a poder dedicar toda la clase a ellos. Aprenden a aprovechar cada explicación”.

Hablando con familias y profesores, una cosa queda clara: lo importante que es tener maestros motivados y ratios reducidas. Los profesores tienen que innovar a la fuerza a la hora de enseñar para adaptarse a las necesidades de escuelas que cambian mucho de año en año dependiendo de los niños que vayan naciendo en el pueblo. A los políticos les piden sobre todo una cosa: un pacto por la Educación que acabe con tanta reforma educativa que empantana en burocracia a los colegios y les aleja de lo realmente importante.

Sergio Sanz estudia 4º de la ESO en Íscar. Es un alumno brillante, hijo de un ama de casa y un albañil, que estudió infantil y primaria en las aulas de Villaverde. De esos años recuerda sobre todo el compañerismo, que por las tardes seguían jugando juntos en el parque, lo atentos que estaban siempre los profesores, lo divertidas que eran algunas clases… En el instituto no ha tenido ningún problema y el director de su centro asegura que llegó con un nivel muy bueno del centro rural agrupado ¿Lo que menos le gustaba del cole? “No sé. He sido bastante feliz. Estábamos todos bien”.

Samuel, el niño de cinco años al que le gustan las minúsculas, desde luego parece feliz. Está leyendo la palabra "pala" en el ordenador mientras su profesora intenta que sean otros quienes respondan. "Tú espera un poco, Samuel, que ya te lo sabes todo", le dice. Él intenta morderse la lengua, pero no puede resistirse ante las palabras nuevas que van apareciendo.
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¿POR QUÉ LOS ALUMNOS POBRES REPITEN MÁS QUE LOS RICOS CON EL MISMO NIVEL DE COMPETENCIAS?

Un artículo de Pau Rodríguez.

España es el país de la OCDE donde los alumnos tienen más condicionamiento social a la hora de repetir curso incluso cuando, según PISA, tienen un nivel de competencia similares.


En España más de la mitad (el 53,5%) de los alumnos de familias con nivel económico bajo ha repetido curso, según los datos del último informe PISA. Se trata de un porcentaje que escandaliza, pero quizás no sorprende: los escolares de entornos desfavorecidos suelen sacar peores notas que sus compañeros más privilegiados. Ahora bien, hay otro dato que costará mucho más de creer: un alumno de clase baja tiene 5,6 probabilidades más de repetir curso que uno de clase alta cuando ambos tienen exactamente el mismo nivel de competencias -en este caso de ciencias – que evalúa PISA. Este grado de condicionamiento social a la hora de repetir no tiene parangón en los países desarrollados: España tiene el dudoso honor de encabezar el ranking de los 70 países analizados por la OCDE en esta probabilidad.

Un interrogante sobrevuela el sistema educativo español: ¿Por qué un niño de entorno desfavorecido tiene muchos más números de repetir que uno de entorno acomodado incluso cuando uno y otro han alcanzado las mismas competencias? Consultados por El Diario de la Educación, varios expertos señalan algunas hipótesis que explicarían esta desigualdad: las diferentes expectativas del profesorado ante el tipo de alumnado, la capacidad de las familias de clase media de sintonizar con las demandas de los centros educativos o el hecho de que la escuela, a diferencia de PISA, evalúa no sólo las competencias y lo que los alumnos aprenden, sino que tiene en cuenta otros factores.

Resumiendo, antes de entrar en detalle, se podría decir que el alumno de clase baja suele ir a una escuela donde algunas veces el profesor ya espera menos de sus alumnos; cuando le va mal, no tiene una familia con capacidad para convencer a su tutor de que el próximo curso se pondrá más las pilas; por supuesto, tampoco puede pagar unas clases de refuerzo y, por último, en la escuela no tienen sólo en cuenta lo que ha aprendido de mates o de lengua, sino también si lleva el trabajo al día o muestra motivación por los estudios. Y estas dos últimas variables quizás no siempre se cumplen.

“Como PISA valora estrictamente las competencias, es posible que haya jóvenes que obtengan un buen rendimiento, aunque después en el instituto no tienen buenas notas no por cuestión de nivel, sino por elementos vinculados a la actitud, los hábitos o la motivación”, sostiene Alba Castejón, investigadora en el Departamento de Pedagogía Sistemática y Social de la UAB. Esto tendría que ver también con el llamado efecto pigmalión, según el profesor de Sociología de la Educación de la UB Xavier Martínez Celorrio: “Las bajas expectativas del profesorado más conservador sobre el alumnado que presenta más problemas o que viene de entornos más desfavorecidos acaba condicionando los resultados a pesar de su potencial”, apunta.

Pero ¿es el sistema educativo español una anomalía en este sentido? Según Lucas Gortázar, investigador en la Universidad del País Vasco y articulista en Politikon – colectivo de académicos que ha puesto el foco sobre esta problemática-,las desigualdades en la repetición son una lacra que se sufre con mayor o menor intensidad en la mayoría de países del sur de Europa -y, por influencia, en Latinoamérica-. Son, explica, sistemas educativos creados a imagen y semejanza del modelo francés, históricamente estructurado a base de obstáculos o pruebas -el máximo exponente serían las reválides- que el alumno debe ir superando y, si no, se ve abocado a repetir. En Portugal o Uruguay, los escolares vulnerables tienen 3,8 más probabilidades de no pasar de curso que el resto, un dato similar a la que ha ostentado España en ediciones anteriores (3,7 a PISA 2012), y siempre lejos de los países punteros en este informe como Finlandia o los asiáticos, que no llegan al 1.

“Hay una cultura de la reválida que tiene mucho que ver con cómo un funcionario obtiene su plaza”, ejemplifica Gortázar, “con exámenes muy extensos que requieren una preparación enorme y muchos conocimientos”. Esto perjudicaría a los alumnos de entornos más empobrecidos, que pueden no tener la capacidad de inhibición o el apoyo familiar para hacer frente a estas exigencias. “Es la misma cultura que asume que un 4,8 no es lo mismo que un 5,1, y que no importa aprender sino superar la reválida“, concluye.

“Podría haber aprobado, pero le pongo un 4,9 para que dé más de sí”. “Debería repetir curso, así madurará”. Frases como esta, escuchadas en muchos claustros y recogidas con ironía por la campaña de Twitter #frasedeevaluación, dan la medida del arraigo de esta creencia en algunos centros educativos.

Pensar que el año siguiente el alumno se esforzará más, o que aprenderá mejor, es una idea que perdura a pesar de que organismos del peso de la UNESCO o la OCDE han constatado en varias ocasiones que esto no acaba pasando en la mayoría de casos. Eso sin contar que la repetición es una medida muy costosa -20.000 euros por estudiante y año, según cálculos de PISA en España- para las arcas públicas.

ESCUELAS DESFAVORECIDAS Y LA CAPACIDAD DE ALGUNAS FAMILIAS

Entre los factores identificados por los expertos consultados está también la capacidad de las familias de ayudar a sus hijos a esquivar la repetición cuando obtienen malas notas. “Las familias de clase media comparten los códigos de la escuela, lo que les permite incidir en las decisiones que se toman, como por ejemplo en la reunión con los tutores”, expone Castejón. O lo que es lo mismo, en palabras de Gortázar: “Los profesores saben que estos padres [de clase media] serán más exigentes a la hora de pedirles que justifiquen por qué su hijo debe repetir si tiene un 4, 8 “.

Y entonces, por supuesto, están las clases particulares. “Este refuerzo es apreciable, ¿y quién no tiene acceso? Los sectores más desfavorecidos”, sostiene Celorrio, “que no pueden pagar 10 euros la hora para una clase de mates”. “Se trata de un mundo paralelo al sistema escolar que interviene en negativo sobre los alumnos de entornos más difíciles”, sentencia.

Estas horas de repaso, recuerda este sociólogo, no son sino una forma de “personalización del aprendizaje“, y esto conduce a otro de los elementos que destacan los analistas consultados: la repetición perjudica a los más pobres porque muchos centros no son capaces de motivarlos y atender en el aula sus necesidades, que seguro que son más complejas que las del resto. “Si la respuesta que das a las desigualdades es uniforme, estás discriminando”, expone Celorrio.

En este sentido, hay consenso en que donde más difícil es proveer de este aprendizaje personalizado es en los centros -sobre todo públicos- de los barrios más depauperados, donde muchos profesores se ven sobrepasados por la dura realidad de las diferentes dificultades que presenta su alumnado. En estos centros suele haber más movilidad y traslados de profesorado, lo que no ayuda a una evaluación más adaptada a cada alumno. También “la realidad de estos profesionales es muy compleja, sin instrumentos ni apoyos necesarios para hacer bien y con confianza su trabajo”, explica Gortázar, lo que puede provocar que se haga repetir el alumnado de una forma menos meditada.

Es por todo ello que el agravio va mucho más allá de la repetición, que es sólo la consecuencia de un sistema que en su forma de evaluar y de hacer progresar a los estudiantes a lo largo de los cursos reproduce las desigualdades de origen de los alumnos. Preguntados por El Diario de la Educación sobre si se debería eliminar con la repetición de curso, los analistas responden que es necesario, pero no suficiente. “Eliminar la repetición no garantiza la mejora de las dificultades académicas de algunos alumnos”, opina Castejón, convencida de que la repetición no se daría si no hubiera “todo un proceso de acumulación de dificultades académicas de algunos alumnos”. Las actuaciones, según esta investigadora, deberían ser de carácter preventivo, como reducir ratios, dotar de más personal de apoyo educativo o, en general, “dotar a los centros de recursos necesarios para atender a la diversidad”.

Gortázar va un poco más allá, y pone el foco de mejora en la transformación de un sistema que ha sido construido en unos cimientos que favorecen más la reproducción de conocimiento y la superación de exámenes que no evaluar los aprendizajes y las competencias. “No olvidemos que esto es un problema para todos; esta rigidez penaliza más a los hijos de entornos desfavorecidos que los de los acomodados, pero acaba frenando el potencial de todos”, concluye.
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SIN DEBERES, EXÁMENES NI ASIGNATURAS: LA ENSEÑANZA ALTERNATIVA LLEGA A LA PÚBLICA

Las pedagogías innovadoras han dejado de ser monopolio de las escuelas privadas y cada vez más centros públicos apuestan por estas iniciativas, a pesar de las dificultades. En España existen cerca de un centenar de centros que apuestan por una enseñanza centrada en el niño, más activa y experimental.

Son las 9:30 de la mañana y las clases del colegio público Trabenco, en Leganés (Madrid), se van llenando con cuentagotas. Ninguna sirena apresura el paso de los alumnos, que al sentarse lo primero que hacen es abrir un libro de lectura. Después de media hora dedicada a leer no tendrán Lengua, ni Mates, ni Cono. En este centro de primaria e infantil, el tiempo no se organiza en asignaturas: tienen un método propio que no se rige por exámenes, libros de texto ni deberes. Trabenco es uno de los cerca de cien centros públicos distribuidos por toda España que desarrollan pedagogías alternativas, alejadas —y huyendo— del funcionamiento tradicional, dentro del propio sistema.

“Creemos en una manera de educar que tenga al niño como centro de la actividad, que no esté impuesto por el adulto, sino que considere sus capacidades, intereses y ritmos”, explica David Fernández, director del centro. Este colegio lleva 40 años aplicando esta filosofía, que tienen en común todas las escuelas innovadoras, inspiradas en pedagogías como las de Montessori, Gardner u otros referentes de una enseñanza solo accesible tradicionalmente a los que pueden permitirse una escuela privada.

“Cada vez hay más interés, tanto de padres como de profesores, por este tipo de iniciativas”, cuenta Almudena García, de Ludus, un directorio de educación alternativa en España. Además cree que la crisis ha tenido mucho que ver en este cambio de orientación: “En los últimos años se han empezado a cuestionar cosas que antes se daban por hecho, como la educación que hemos tenido hasta ahora. Se ha visto que el sistema 'ir al colegio, pasar a la universidad y conseguir un trabajo' ya no funciona”.

PROYECTOS EN LUGAR DE ASIGNATURAS

La mayoría de los centros innovadores comparten metodología: la enseñanza por proyectos. En lugar de asignaturas distribuidas por el horario, desarrollan proyectos transversales propuestos por los alumnos donde los profesores van incorporando los conceptos de las distintas áreas. “Por ejemplo, si se ha elegido estudiar sobre Brasil, se tratan temas de geografía, música, naturaleza...”, explica Miguel Ángel Galindo, un padre de dos alumnos de Trabenco. “Depende del proyecto que se elija, se podrán meter unas materias u otras. La idea es que salga un tema que les interese, y luego se aplica el método científico: vemos lo que sabemos, lo que queremos descubrir, y las hipótesis de partida para luego investigar”, cuenta David Fernández.

La entrada de dos niños de unos cinco años en el comedor donde transcurre la entrevista interrumpe su explicación. Vienen con una lista de todos los compañeros que se quedarán a comer para entregársela a la cocinera. El reparto de tareas es otro de los principios del centro, puesto que la responsabilidad, según explican, juega un papel muy importante para que se desenvuelvan de manera autónoma y el sistema funcione: “Cada día un niño trae la fruta del recreo para todos sus compañeros. Cuando son muy pequeños salen con un cartel, para que su madre o padre lo sepa, y luego son ellos los encargados de apuntarlo en el calendario o acordarse”, cuenta Sara Sábate, una madre del centro.

AMBIENTES EN LUGAR DE CLASES

Las puertas de las aulas de Trabenco nunca se cierran y es habitual ver niños de distintos cursos mezclados, haciendo talleres de robótica, huerto o cocina, a menudo dirigidos por los propios padres, que también tienen libre acceso. Los talleres ocupan otra parte del horario, que se completa con “las zonas”: espacios en los que desarrollan por grupos propuestas de los profesores. Apuestan por la comprensión del concepto más que su memorización, propio de la enseñanza que rechazan. “Es más experimental, cada día están en una zona, la de números, la de letras... Lo que se pretende es que se adapte a las capacidades de cada niño, para que el que quiera profundizar mucho pueda hacerlo, y el que tenga más dificultades, llegue hasta donde pueda”, señala David Fernández.

En el centro Es Puig, en Palma de Mallorca, también funcionan mediante este sistema, con nueve ambientes en los que dejan de lado los libros de texto y se rigen más por la iniciativa y motivación de los menores. Ellos eligen entre pasar su tiempo en espacios como “Jugar a ser”, “El restaurante”, “Experimentación” o “Mediateca”. Cada una de ellas tiene una estética y materiales diferentes y el niño acude a uno u otro según su interés o dirigido por el profesor, dependiendo de la edad. “El objetivo es abarcar todos los ámbitos: no solo educativos, también de expresión, sociales, desarrollo físico...”, cuenta Antonia Muñoz, directora del centro.

INFORMES CUALITATIVOS EN LUGAR DE NOTAS

En estos colegios no se puede sacar un diez. Tampoco suspender. No existen las notas, otro de los puntos en común de las escuelas alternativas. “Somos personas, y no somos cuantificables, tenemos muchos matices y no hay ninguna capacidad que en principio tenga que ser mejor que otra”, cuenta Fernández. Al final del trimestre, los profesores elaboran un informe cualitativo sobre los conocimientos y capacidades que han adquirido. “La diferencia con las notas que nos ponían a nosotros es abismal: en lugar de la cruz en 'sabe escribir' o 'sabe diferenciar izquierda o derecha', tienes un informe de varias páginas donde te cuentan si tu hijo comprende para qué se usa”, explica Sara Rodríguez, otra de las madres.

En Es Puig tienen un sistema similar: “Se evalúa mediante la observación. A medida que el profesor va pasando por los ambientes, va viendo si superan los contenidos”. Así consiguen un seguimiento personalizado. “Se mira más la evolución personal, el progreso individualizado, no que todos alcancen las mismas metas al mismo tiempo", explica Muñoz. "Que desarrollen su capacidad sin presiones, sin hacer 'niños buenos' o 'niños malos'".

Tampoco creen en los deberes como tarea obligatoria, ni en los libros de texto, que utilizan como una herramienta más de consulta y son comunes a toda la clase, como el resto de materiales. “Aquí nadie tiene su estuche de bolis, todo es de todos porque se paga una cuota”, explica David Fernández, el director de Trabenco, que tiene la peculiaridad de definirse como una escuela “asamblearia y democrática”, donde todas las decisiones se toman entre padres, niños y equipo docente.

De hecho, los más pequeños realizan cada día una asamblea antes de empezar la jornada, donde se debate sobre las tareas diarias, los problemas o las iniciativas. Durante la primaria, esta práctica se mantiene un par de veces por semana. “Creemos que el modelo jerárquico de 'equipo directivo, claustro y consejo escolar' no funciona, apostamos por las asambleas y comisiones de trabajo, donde se desarrollan determinadas tareas relacionadas con todos los ámbitos del cole: desde el transporte a nuevas tecnologías”, añade el director, quien reconoce que a pesar de su cargo, no toma decisiones.

Esta manera de trabajar tiene sus propios pros y contras, como reconocen algunos profesores: “A veces los niños tardan más en adquirir conocimientos que en los tradicionales, pero notamos que tienen mejores habilidades sociales y autonomía”, confiesan dos profesoras de Trabenco. Todos los centros reconocen haberse encontrado con familias que no compartían los principios del colegio que, por zona, les correspondía. Algunas deciden marcharse, otras, acaban convencidas. También es habitual, por el contrario, que acudan familias de otros barrios porque buscan este sistema o que llegan a mudarse para tener más puntos y conseguir matricular a su hijos.

MÁS PRESENTE EN CATALUÑA, PRIMARIA E INFANTIL

De los 109 centros innovadores que Ludus calcula que hay en España la mayoría, con diferencia, se encuentran en Cataluña. El motivo, según explica Almudena García, es su mayor tradición y “conciencia social” con este tipo de iniciativas, que empezaron a aflorar hace una década dando forma a lo que se conoce dentro del sector como “el modelo catalán”.


Número de centros con pedagogía alternativa por comunidades:

Cataluña: 41
País Vasco: 18
Comunidad de Madrid: 13
Navarra: 12:
Andalucía: 7
Baleares: 5
Valencia: 3
Cantabria: 3
Canarias: 3
Castilla La Mancha: 1
Aragón: 1
Murcia: 1
Castilla y León: 1
Extremadura: 0
Galicia: 0
La Rioja: 0
Asturias: 0

En cuanto a centros, el grueso suele concentrarse en infantil y primaria, donde por las peculiaridades de la educación es más fácil de implementar, y a medida que avanza la edad, el número de centros disminuye: “Es como si se les fuera preparando para lo que viene, para el sistema tradicional, pero es la pescadilla que se muerde la cola, porque si se tiene ese miedo no se implementan alternativas”, defiende García.

APENAS HAY INSTITUTOS

La llegada a la secundaria es una de las mayores incertidumbres de los padres que deciden llevar a sus hijos a centros innovadores, puesto que apenas existen opciones para continuar con este tipo de formación. “El instituto necesita más recursos y además para ser profesor de secundaria no hay ninguna formación pedagógica, ni didáctica o sobre cómo trabajar con niños de esa edad”, dice Fernández. De hecho, debido al cambio de modelo, a los alumnos de Trabenco se les suele atragantar el comienzo de la ESO, hasta que se adaptan. “Muchos están un poco perdidos durante el primer trimestre, e incluso puede que suspendan el curso, porque no están acostumbrados a ese tipo de educación, pero al final a todos les va bien”, cuenta Fernández. “Durante la primaria les han dado las herramientas para ser autónomos, para saber organizarse por sí solos, así que no puede irles mal”, explica la madre Sara Sábate.

Número de centros con pedagogía alternativa por tipo:

Guarderías: 21

Escuela infantil y primaria: 86

Secundaria: 11

Bachillerato: 3

El instituto Creu de Saba, en Barcelona, es uno de los pocos centros donde sí puede encontrarse metodología alternativa en la secundaria, pero solo durante la franja de optativas de primero a cuarto de la ESO. Durante esas horas aprovechan para desarrollarse con las ocho inteligencias múltiples de Gardner (espacial, musical, corporal, inter e intrapersonal, lingüística, naturalista y lógico-matemática). “Se hace un estudio previo del alumno para ver cuáles son las suyas y en función de eso se aplican los contenidos para que las desarrolle”, explica Alex Salas, el director.

LOS PROBLEMAS: CONSEJERÍAS Y PROFESORES ASIGNADOS

Pero la continuidad en la secundaria es solo uno de los desafíos a los que se enfrenta este tipo de educación. El principal es contar con maestros que comulguen con la forma de trabajo y que estén dispuestos a dedicar su tiempo libre a la formación en estas metodologías. A diferencia de un centro privado, donde se contrata a los profesores que se ajustan al perfil, en los públicos depende de los que “toquen” según un sistema de puntos. “A veces encuentras compañeros muy abiertos, con ganas de cambiar el anclado sistema tradicional y a veces tienes docentes muy conservadores y tradicionales que no hay quien los separe de sus libros”, explica Esther Zarrias, directora del colegio público Rosa dels Vents (Mallorca) y experta en pedagogías alternativas.

LA LEY PERMITE LA LIBERTAD DE ENSEÑANZA, PERO LA PRÁCTICA NO ES TAN SENCILLA

La legislación reconoce la libertad de enseñanza para elegir el método, siempre que recoja los contenidos del currículum que establecen las comunidades, pero las consejerías no siempre lo facilitan. Por ejemplo, aunque vaya contra su filosofía, el centro debe rellenar notas sobre sus alumnos, algo que también ocurre con los horarios. “El problema más grande que teníamos es que a la hora de poner ambientes no puedes rellenar un horario, y la administración te pedía Lengua, Matemáticas… pero este año ya han apostado por esta manera de enseñar y podemos trabajar legalmente”, cuenta Muñoz. Lo solución, coinciden los directores, pasa por concienciar a la administración, que cada vez más “les dejan hacer”.

MÁS DEMANDA QUE OFERTA

Para ello también ayuda que sea una opción cada vez más demandada. “Ahora mismo hay más padres que quieren estos sistemas de lo que pueden absorber los centros; muchos tienen lista de espera”, cuenta Almudena García, de Ludus. En Barcelona, por ejemplo, 300 familias se organizaron este año para protestar por no poder entrar en la escuela innovadora Congrés Indians.

Jesús Martín Cordero, profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UNED, ve como positiva esta nueva tendencia dentro de la educación pública, pero recomienda cautela a la hora de ponerlos en marcha: “Cualquier innovación en materia educativa es positiva, pero ni los proyectos ni los ambientes son una varita mágica por sí solos, el cambio tiene que ser gradual porque el sistema educativo es muy complejo”.

También Esther Zarrias coincide con esta idea: “El problema que a menudo encuentro es que algunas escuelas, en lugar de abrazar toda la metodología, cogen solo unas partes, dejando la esencia del método esfumarse entre estanterías de Ikea colmadas de materiales Montessori. De nada sirve eso, porque en unos años habrá fracasado y daremos la razón a aquellos que dudaban y criticaban esta educación”.

En cualquier caso, todos coinciden en la importancia de que esta tendencia se esté llevando a cabo, precisamente, dentro de la educación pública y que se potencie la variedad entre los centros: “Nosotros queremos estar en la pública porque creemos que tiene que haber equidad e igualdad de oportunidades. Si para acceder a este tipo de educación tengo que pagar 500 euros al mes, solamente podrá acceder un determinado estatus social”, defiende Fernández. “No puede ser que las familias dejen sus sueldos en escuelas privadas porque la educación no es capaz de dar respuestas a las demandas de estas familias”, sentencia Zarrias.
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ENSÉÑALES A LOS NIÑOS CÓMO PENSAR, NO QUÉ PENSAR

Un maestro sufí tenía la costumbre de contar una parábola al terminar cada lección, pero los alumnos no siempre entendían el mensaje de la misma.

- Maestro – le dijo en tono desafiante uno de sus estudiantes un día -, siempre nos haces un cuento pero nunca nos explicas su significado más profundo.

– Pido perdón por haber realizado esas acciones – se disculpó el maestro-, permíteme que para reparar mi error, te brinde mi rico durazno.

– Gracias maestro.

– Sin embargo, quisiera agradecerte como mereces. ¿Me permites pelarte el durazno?

– Sí, muchas gracias – se sorprendió el alumno, halagado por el gentil ofrecimiento del maestro.

– ¿Te gustaría que, ya que tengo el cuchillo en la mano, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?

– Me encantaría, pero no quisiera abusar de su generosidad, maestro.

– No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte en todo lo que buenamente pueda. Permíteme que también te lo mastique antes de dártelo.

– ¡No maestro, no me gustaría que hicieras eso! – se quejó sorprendido y contrariado el discípulo.

El maestro hizo una pausa, sonrió y le dijo:

– Si yo les explicara el sentido de cada uno de los cuentos a mis alumnos, sería como darles a comer fruta masticada.

Desgraciadamente, muchos maestros y padres piensan que es mejor darles a los niños las frutas perfectamente cortadas y masticadas. De hecho, la sociedad y las escuelas están estructuradas de tal forma que se enfocan más en la transmisión de conocimientos, de verdades más o menos absolutas, que en enseñarles a los niños a pensar por su cuenta y sacar sus propias conclusiones.

Los padres, educados en este esquema, también lo repiten en casa ya que todos tenemos la tendencia a reproducir con nuestros hijos las pautas educativas que utilizaron con nosotros, aunque no siempre somos conscientes de ello.

Sin embargo, enseñarle a un niño a creer a ciegas en supuestas verdades sin cuestionarlas, enseñarles lo que deben pensar implica arrebatarles una de sus capacidades más valiosas: la capacidad para autodeterminarse.

Educar no es crear sino ayudar a los niños a crearse a sí mismos

La autodeterminación es la garantía de que, elijamos lo que elijamos, seremos nosotros los protagonistas de nuestras vidas. Podremos equivocarnos. De hecho, es muy probable que lo hagamos, pero aprenderemos del error y seguiremos adelante, enriqueciendo nuestro kit de herramientas para la vida.

Desde el punto de vista cognitivo, no existe nada más desafiante que los problemas y los errores ya que estos no solo demandan esfuerzo sino también un proceso de cambio o adaptación. Cuando nos enfrentamos a un problema se ponen en marcha todos nuestros recursos cognitivos y, a menudo, esa solución implica una reorganización del esquema mental.

Por eso, si en vez de darles verdades absolutas a los niños les planteamos desafíos para que piensen, estaremos potenciando la capacidad para observar, reflexionar y tomar decisiones. Si enseñamos a los niños a aceptar sin pensar, esa información no será significativa, no producirá un cambio importante en su cerebro sino que simplemente se almacenará en algún lugar de su memoria, donde poco a poco se irá difuminando.

Al contrario, cuando pensamos para solucionar un problema o intentamos comprender en qué nos equivocamos se produce una reestructuración que da lugar al crecimiento. Cuando los niños se acostumbran a pensar, a cuestionar la realidad y a buscar soluciones por sí mismos, comienzan a confiar en sus capacidades y enfrentan la vida con mayor seguridad y menos miedos.

Los niños deben encontrar su propia manera de hacer las cosas, deben conferirle sentido a su mundo e ir formando su núcleo de valores.

¿Cómo lograrlo?

Una serie de experimentos desarrollados en la década de 1970 en la Universidad de Rochester nos brinda alguna pistas. Estos psicólogos trabajaron con diferentes grupos de personas y descubrieron que las recompensas pueden mejorar hasta cierto punto la motivación y la eficacia cuando se trata de tareas repetitivas y aburridas pero pueden llegar a ser contraproducentes cuando se trata de lidiar con problemas que demandan la reflexión y el pensamiento creativo.

Curiosamente, las personas que no recibían premios externos obtenían mejores resultados en la resolución de problemas complejos. De hecho, en algunos casos esas recompensas hacían que las personas buscaran atajos y asumieran comportamientos poco éticos ya que el objetivo dejaba de ser solucionar el problema, para convertirse en obtener la recompensa.

Estos resultados llevaron al psicólogo Edward L. Deci a postular su Teoría de la Autodeterminación, según la cual para motivar a las personas y a los niños a que den lo mejor de sí, no es necesario recurrir a recompensas externas sino tan solo brindar un entorno adecuado que cumpla con estos tres requisitos:

1. Sentir que tenemos cierto grado de competencia, de manera que la tarea no genere una frustración y una ansiedad exageradas.

2. Disfrutar de cierto grado de autonomía, de manera que podamos buscar nuevas soluciones e implementarlas, sintiendo que tenemos el control.

3. Mantener una interacción con los demás, para sentirnos apoyados y conectados.

Por último, os animo a disfrutar de este corto de Pixar, que se refiere precisamente a la importancia de dejar que los niños encuentren su propio camino y no darles respuestas y soluciones predeterminadas.

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Ciencia, filosofía, espiritualidad

PEDAGOGÍA DE LA INTENCIONALIDAD. EDUCANDO PARA UNA CONCIENCIA ACTIVA

Compartimos una reseña del libro Pedagogía de la Intencionalidad. (Descargable en PDF al final de esta reseña).

Aguilar, Mario A. - Bize B., Rebeca, Pedagogia de la intencionalidad. Educando para una conciencia activa, Homo Sapiens Ediciones, Rosario, 2011. 184 pp. ISBN 978-950-808-645-7

“Por ello creo que educar es básicamente habilitar a las nuevas generaciones en el ejercicio de una visión no ingenua de la realidad de manera que su mirada tenga en cuenta al mundo no como una supuesta realidad objetiva en sí misma, sino como el objeto de transformación al cual aplica el ser humano su acción” (Silo)

Pedagogía de la intencionalidad. Educando para una conciencia activa, de los chilenos Mario Aguilar y Rebeca Bize B. es un libro excepcional. Con una metodología clara y precisa, exponen detalladamente tres puntos esenciales en las respectivas tres Partes que componen el libro. Antes de entrar en la descripción de las mismas, es de destacar que pocas veces el lector puede encontrarse con un ensayo donde, desde la Introducción los autores exponen sin circunloquios los conceptos fundamentales, las ideas básicas y las propuestas que los llevaron a escribirlo. Es una actitud de sinceridad intelectual que raramente se identifica en el mundo académico, y más aún en el campo de la pedagogía, donde pareciera que cientificidad se ha convertido en sinónimo de apatía y no de claridad y contrastabilidad teórica.

Por todo esto, ya desde el comienzo, Pedagogía de la intencionalidad se postula como un libro revolucionario. También porque, desde ciertos pequeños reductos académicos, siempre se ha visto a la pedagogía o a las ciencias de la educación como uno de los elementos más cristalizadores del momento socio-histórico, en tanto se dedican, en lo que aquí los autores llaman la “educación tradicional”, a la reproducción de lo mismo, a la conservación de un sistema económico, de unas relaciones sociales, de un vínculo con la historia y con la memoria que son ya siempre fuera de época, siempre retardatarios, y siempre conservadores.

Para señalarnos este camino de cambio, en la Primera Parte, los autores hacen un análisis histórico, filosófico y científico, que va desde Descartes y Husserl hasta Ortega y Gasset y Heidegger, pasando por Kierkegaard y Wundt; destacando ideas que luego serán de vital importancia en la concepción del Humanismo Universalista de Silo, base conceptual inspiradora de este ensayo. Es necesario señalar que, a pesar de tomar ideas de autores poco usuales en pedagogía, como el español Ortega, o de las objeciones ideológicas de algunas ideas (como el nazismo de Heidegger), estos conceptos y existenciarios cobran coherencia para los autores dentro del marco teórico del Humanismo Universalista y no en las teorías que le dan origen. Se reapropian de conceptos como intencionalidad de la conciencia y de los valores, la relación conciencia-mundo, la condición de proyecto de Sartre y del estado de yecto de Heidegger, desarrollado más integralmente con el ser-en-el-mundo; de Ortega rescatan la distinción entre fe viva y fe inerte y principalmente la dialéctica generacional. Todos conceptos que tomarán un cariz propio en el Humanismo Universalista. Destacan también los aportes de Wundt en cuanto al estudio de las bases fisiológicas de la conducta y la conciencia, o sea, una psicología experimental.

En la Segunda Parte, examinan los diferentes fundamentos teóricos y conceptuales en el campo educativo precedente, que fueron de utilidad para la construcción de esta propuesta. Así, a través de autores como Luis Amman toman lo referente al funcionamiento del psiquismo. Definen y describen el funcionamiento del mismo a través de los llamados aparatos del psiquismo: sentidos, memoria, conciencia y centros de respuesta. El trabajo de los centros, en su tendencia estructural, se registra como unidad interna que puede resumirse en ese hacer en el que el pensar, el sentir y el actuar van en la misma dirección. He aquí un punto de la mayor importancia en cuanto a una concepción educativa “revolucionaria”, en la que educando y educador orientan sus vidas y aprenden a aumentar la acción coherente en lo personal y en lo social, en la búsqueda del bienestar humano, en la superación del sufrimiento.

También analizan la obra de Humberto Maturana y Francisco Varela, biólogo y neurofisiólogo respectivamente, de donde valoran aquellas concepciones que procedentes de sus campos de estudio se aplican directamente al quehacer humano; destacan entre otras las relaciones que Maturana establece entre emociones, lenguaje y aprendizaje, o la estructura que forman el yo y el medio; de Varela rescatan la integración entre objetividad, subjetividad e intersubjetividad, la gran importancia que da al afecto en la transformación del ser humano.

Estudian, además, los aportes que en el campo educativo hicieron Piaget y su concepción evolutiva del pensamiento; Vigotsky y la interacción entre lo social y lo psicológico; Paulo Freire y la relación que establece entre educación, liberación y transformación social, extendiéndose más profusamente en los fundamentos filosóficos del aprendizaje en el humanismo Universalista.

En la Tercera Parte, los autores realizan un estudio comparativo entre la educación tradicional y la propuesta del humanismo, entre lo que podemos destacar: la educación como un “hecho económico” o como “hecho social”; la educación de la externalidad, sin considerar el espacio interno, o considerando el espacio interno y externo de la persona; una educación que prepara para conservar, reproducir la sociedad existente, o para la transformación social; que busca uniformar la visión de la realidad, o propiciar una visión plural de la realidad; que tiene como finalidad la instrucción, o la habilitación. Por último, una educación que otorga valoración a la violencia (en determinados momentos) o que tiene un compromiso explícito por la cultura de la No Violencia (en cualquier momento).

Y sin duda, uno de los aportes más interesantes que presentan los autores, dentro de esta Tercera Parte, son las llamadas “Cinco llaves del aprendizaje”. Con ellas, Aguilar y Bize abren nuevos espacios. “Aprendizaje y atención” es la primera llave y pone el acento en la importancia de la distensión de la atención, en generar agrado en el proceso educativo, es decir, que no sean elementos como el castigo o el temor los que primen, sino el interés genuino. Esto se logra desarrollando la auto-observación, el darse cuenta del propio pensar, actuar y sentir. De este modo, es más simple para el sujeto captar el momento en que la atención se disipa. Incorporando la actitud atenta como valor, niños y jóvenes ganan mayor conciencia, libertad interna y potencia en el pensar. Y la mirada es más clara, investigativa y crítica. Contra la concepción de la educación clásica, donde la atención está más vinculada a ceños fruncidos y aburrimiento, esta primera llave nos muestra la importancia de la atención en el proceso de aprendizaje, como una de las esferas de la actividad humana, pero sin limitarse a ella.

La segunda llave trata sobre el “Aprendizaje y el buen humor”, donde lo lúdico es visto no sólo desde la perspectiva neurofisiológica (generación en zonas cognitivas del cerebro, irrigación de zonas, etc) sino también como un “distensador” del ámbito de la educación, reforzando y mejorando los vínculos humanos. Incluso desde un punto de vista evolutivo, es curioso observar que el hombre es el único animal que ríe, es una manifestación propiamente humana. Sus ventajas son variadas: convivencia más adecuada, mejor salud mental, apertura a más posibilidades diversas, incidencia en el desarrollo cognitivo e incluso en el reforzamiento del aparato inmunológico del ser humano, lo que está llevando a tomar “más en serio” esta fuente de sentidos y recursos.

La tercera llave es “Aprendizaje y afectividad”. Los autores sostienen que no hay un aprendizaje significativo cuando es descuidado el aspecto afectivo o emocional. Así, el tipo de afectividad que rija en las situaciones de aprendizaje quedará grabado en la memoria de la persona, junto al dato del conocimiento, como ya explicaran detalladamente en la Primera Parte del libro, con las subsiguientes consecuencias en el resto de los procesos educativo y personal. Porque si bien funciona en una estructura, donde todo el ser está implicado, es claro que la emocionalidad opera como un conector que facilita o dificulta ese flujo de asimilación de lo nuevo. Pareciera obvio, pero la educación tradicional nos muestra que no lo es, resaltar la diferencia del proceso de aprendizaje si se realiza en un ambiente amenazante o en otro acogedor; si se aprende por obligación o por agrado; si aprender es algo grave o divertido, etc.. Y será el pedagogo quien tenga la responsabilidad de generar los ámbitos con las afectividades emocionalmente favorables para el mejor aprendizaje.

“Aprendizaje y ambiente” es la cuarta llave. Estrechamente vinculada a la cuestión de la emocionalidad, destaca la importancia de la atmósfera educativa, de que en ésta se observen elementos como diálogos de paridad, resolución de problemas en conjunto, colaboración, trabajo colaborativo y en equipo, etc.

Por último, la quinta llave, “Aprendizaje y diálogo generacional” resume y pone en acción la teoría que el Humanismo Universalista rescata de Ortega y Gasset. El ámbito educativo es un espacio privilegiado de este encuentro de generaciones. Es importante que, tanto quienes cumplen funciones docentes como los niños y jóvenes, comprendan que el paisaje de formación ha gestado una sensibilidad particular correspondiente a los primeros años de vida, vinculada a un mundo que no hemos elegido y que ya no existe, pero que podemos cambiar. Esta teoría por supuesto que excede el ámbito educativo, pero es de destacar la importancia de considerarla al momento de valorar la relación entre generaciones y los eventuales choques de paisajes. Si el adulto es quien toma la iniciativa, si genuinamente muestra su intención de comprender el paisaje de la nueva generación, puede operar como una acción ejemplar que abra también a los jóvenes a una mejor disposición de diálogo, rompiendo esa actitud reactiva y confrontativa común en el aula y llegando incluso a una franca violencia verbal, psicológica y hasta física.

Por último, cuenta con un Glosario donde pueden encontrarse los términos fundamentales de esta nueva pedagogía, explicados en su nueva acepción, y según las concepciones del Humanismo Universalista y una rica Bibliografía desde donde se puede continuar y profundizar los planteos del libro.

Romina De Angelis (CoPeHu)
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LOS NIÑOS SE ABURREN

¿Y si además de evaluar y examinar probamos a preguntar y escuchar?

Lo peor del debate educativo, se dice, es que todo el mundo tiene una opinión al respecto. Y claro, así es imposible ponerse de acuerdo.

Falso. Porque aunque todo el mundo opina con rotundidad a favor o en contra del informe PISA, las reválidas, el pacto educativo, el abandono escolar o la ratio ideal de alumnos por clase, nadie se ha molestado en preguntar a los niños qué es lo que piensan. No se les pregunta, se supone, porque son menores de edad cuya opinión no está formada, no es fiable o no importa, lo mismo da. Así que como ni son ciudadanos con derecho a voz y voto ni usuarios de un servicio público ni consumidores de un producto, ni el Estado ni el mercado ni la sociedad tienen interés alguno en conocer cuál es su experiencia de aprendizaje y a partir de ahí valorar qué cosas cambiar.

De ahí que ignoremos un problema central de nuestro sistema educativo: que es enormemente aburrido. Porque se aburren los que aprueban, los que suspenden y hasta los que encuentran la disciplina y la concentración para sacar sobresaliente. Pregúntenles y lo comprobarán.

Cada día, en las aulas, volcamos enormes cantidades de contenidos sobre los niños con la esperanza de que, como quien riega una maceta, de esa inundación termine germinando algo. Con ello reproducimos el mismo sistema del que fueron víctimas sus profesores cuando se formaron, que también se pasaron horas y horas acumulando contenidos de forma pasiva para luego pasar una oposición memorística. De ahí que nuestros hijos parezcan pequeños opositores que por la mañana van a la academia a escuchar y tomar apuntes y por la tarde en casa los repasan y memorizan de forma mecánica. Y si lo repiten todo como papagayos, les ponemos sobresaliente y les damos una palmadita en la espalda. Y si no, les llamamos fracasados.

Lo peor es que muchos piensan que el nivel de aburrimiento cósmico que los niños padecen en las aulas no es un problema, sino una virtud, porque la educación es algo muy serio que por necesidad tiene que ser aburrida. ¿Y si además de evaluar y examinar probamos a preguntar y escuchar? ¿No hay un PISA del aburrimiento?
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