"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

+1200 NOTÍCIAS SOBRE EDUCACIÓN

Filtrar por categorías:
Que contenga las palabras:
Mostrar resultados ordenados por:
Fecha de publicación     Número de visitas
DOS MODOS DE SABER: RACIONALIDAD VERSUS ESPIRITUALIDAD

EDUCAR PARA VALORAR: UNO DE LOS FINES DE LA EDUCACIÓN

Un artículo de Mariano Martín Gordillo, profesor de Educación Secundaria y miembro de la Comisión de Expertos de la OEI

Conocer y manejar definen dos dimensiones específicas del ser humano, pero no son las únicas. Se puede ser inteligente y tener destreza en el manejo de artefactos, pero de esas virtudes puede hacerse un uso digno y deseable o mezquino y despreciable. Más allá de lo cognitivo y lo instrumental existe una dimensión esencialmente humana no menos importante que las dos anteriores. Se trata de lo axiológico, lo que tiene que ver con la capacidad humana para valorar, para apreciar el valor de las cosas y las acciones. Justamente, la que nos permite preferir lo deseable de entre lo posible.

Aprender a valorar es tomar conciencia de que, además de la verdad y la utilidad, existen los valores, los criterios que nos permiten distinguir y elegir lo más bueno, lo más bello y lo más justo. La dimensión valorativa de la condición humana no es menos esencial que las competencias cognitivas y técnicas. Nadie querría para sus hijos la mayor sabiduría y la mayor destreza sin no van acompañadas por la capacidad para valorar el mundo que les rodea. Apreciar una obra de arte o un paisaje natural requiere haber desarrollado capacidades para el juicio estético. Discernir lo que debemos hacer, como algo diferente de lo que podemos hacer, requiere del desarrollo del criterio moral. Valorar es, por tanto, asumir la existencia de un ámbito intangible que nos permite ir más allá de lo fáctico. Y es, seguramente, el descubrimiento de esa dimensión de los valores lo que da sentido a la vida humana y permite definir en ella proyectos orientados por la idea de felicidad.

Sin embargo, la educación axiológica, tanto en lo moral como en lo estético, se ha considerado muchas veces como algo ajeno a la escuela, algo previo a ella o posterior a ella, una responsabilidad del entorno familiar y social. El hecho de que la formación del juicio moral o estético haya podido ser considerada, en ocasiones, como sinónimo del adoctrinamiento, ha motivado que no sean pocos los que reclaman una escuela axiológicamente neutral, comprometida sólo con el conocimiento y, si acaso, con la formación técnica o profesional. Una escuela en la que no tengan cabida los temas controvertidos de carácter ético, estético o político. Esta prevención se justifica porque, cuando han entrado en las aulas, los valores no se han orientado siempre hacia la creación de espacios públicos en los que sea posible la deliberación y el aprendizaje de la naturaleza controvertida de los temas éticos y estéticos. Por el contrario, la más de las veces, cuando la escuela ha albergado valores ha hecho que unos predominen sobre otros, que el aprendizaje de determinados planteamientos morales o estéticos haya consistido en su imposición y en la negación de otros alternativos. Esta forma de educar desde determinados planteamientos valorativos ha supuesto una privatización (real, pero también moral, estética y política) del espacio de socialización y formación pública que siempre debieran ser los entornos escolares.

Retomar en las instituciones educativas una intención expresa en relación con la educación sobre valores supone tomar distancia respecto de una educación desde determinados valores. Educar desde valores no es otra cosa que utilizar a la escuela para el adoctrinamiento moral o político de los individuos, entendidos más como súbditos que como verdaderos ciudadanos. Por el contrario, educar para valorar es algo bien distinto. Para empezar, supone el reconocimiento de que las posiciones axiológicas son plurales y que no tendría sentido una educación que pretenda ir más allá de la enseñanza conceptual y la instrucción procedimental, si es para insertar al alumno en unas coordenadas axiológicas excluyentes.

Además de distanciarse de la educación desde valores, la finalidad de educar para valorar tampoco debe identificarse con la educación en valores tomados de un modo sustantivo. Los valores no son susceptibles de aprendizaje del modo sustantivo del mismo modo en que pueden serlo los conceptos. O no lo son si se pretende evitar que se conviertan sólo en ideas venerables pero que acaban siendo vacías. Aprender el significado de la justicia, la libertad, la igualdad o cualesquiera otras referencias valorativas no puede hacerse al margen de la discusión sobre los dilemas en los que esas ideas se hallan problemáticamente presentes. Tampoco se aprende de un modo sustantivo qué es la belleza, la armonía o la provocación. Estas ideas del ámbito estético tienen también en el juicio crítico y en la discusión, su principal escenario. Por eso, parece más adecuado hablar de educar para valorar que de educación en valores o de educación desde valores.

Con la educación para valorar se trata de promover el desarrollo de la capacidad humana de valorar, de razonar sobre lo que gusta o sobre lo que se considera bueno. De confrontar los distintos puntos de vista que cabe plantear ante los dilemas morales o las manifestaciones estéticas. Esto no conduce necesariamente a un relativismo igualador. Más bien parte de él. Parte de la idea de que las valoraciones posibles son plurales ya que en los temas valorativos no hay un tribunal último, lógico o empírico, que resuelva de una vez por todas las controversias. Las disputas sobre valores existen en la vida ética y en el gusto estético porque ambas son dimensiones irreductibles a lo fáctico y a lo lógico. Aprender a ampliar la mirada estética, a ser más tolerante con las posiciones diversas es el primer efecto de una educación para valorar que parta del reconocimiento de la legítima pluralidad axiológica. Pero aprender a valorar es más. Es reconocer que sobre los valores no sólo es posible sino también deseable la controversia. Que los desencuentros no se zanjan hallando unos mínimos intocables fuera de los cuales todo vale. Ni todo vale ni hay que aprender a venerar ningún mínimo incuestionable. Se trata de aprender a discrepar, de aprender a escuchar las justificaciones del otro sobre sus puntos de vista, de aprender que sin esas justificaciones los puntos de vista valorativos se convierten más en prejuicios que en juicios. Se trata, en suma, de aprender a construir el juicio moral y estético, algo que requiere necesariamente del diálogo (del dia-logo: a través de la razón). Aprendiendo a dialogar sobre las justificaciones, más o menos racionales, de nuestros gustos estéticos y de nuestras opciones morales es la manera en que, sin hacerlas explícitas, acaban apareciendo las bases de la convivencia, algo que no es otra cosa que el reconocimiento del espacio compartido que nos permite discrepar sin que eso nos convierta en enemigos.

Por otra parte, esta apuesta por la educación del juicio moral y estético en una educación para valorar tiene una clara vocación integradora y universal. Dimensiones educativas como el gusto estético o el juicio moral han quedado tradicionalmente fuera de los espacios escolares o, cuando han entrado en ellos, ha sido siguiendo el dictado de las formas de socialización de la familia o el grupo social de procedencia. Así, el capital cultural propio del contexto familiar ha incluido el gusto y el juicio moral como elementos de distinción privados más que como elementos esenciales en una formación universal de las personas en el ámbito público de lo escolar. El aprendizaje de la ciudadanía requiere de un nivel de desarrollo del juicio moral en el individuo, que hace deseable que la educación sobre los valores no quede restringida al ámbito privado y familiar. Por otra parte, tampoco es aceptable que la educación del gusto, la educación del deseo, no esté presente de forma adecuada en los entornos escolares. Es en ellos donde se puede garantizar un desarrollo universal de estas capacidades, lo que no es más que la democratización de algunas de las más valiosas conquistas humanas como son el arte y las manifestaciones estéticas.

Aprender a valorar es, por tanto, esencial en la formación de una ciudadanía democrática. Una persona que es capaz de juzgar moral y estéticamente el mundo en el que vive es más probable que sienta la necesidad de comprometerse activamente en su mejora. Por eso, aprender a valorar puede ser la tercera dimensión irreductible de una educación integral de los seres humanos.
Ver más
Dos modos de saber

¿SON COMPATIBLES "POLÍTICAS EDUCATIVAS" CON "UNA EDUCACIÓN INDEPENDIENTE DEL PODER POLÍTICO"?

Artículo de Amador Martos García, promotor de la plataforma POR UNA EDUCACIÓN INDEPENDIENTE DEL PODER POLÍTICO

Una vez más, como promotor de la plataforma reivindicativa POR UNA EDUCACIÓN INDEPENDIENTE DEL PODER POLÍTICO , debo dilucidar posiciones conceptuales.

En esta ocasión, a raíz de un comentario surgido tras la publicación UNESCO: DOCUMENTO DE POSICIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN DESPUÉS DE 2015 en Facebook:

Rubén Gómez Garralón: No os debéis haber leído el informe. Tiene huevos que habléis de independencia de la educación del poder político (algo similar a declarar la independencia de los peces con respecto al agua) y citéis un informe de la UNESCO, Teniendo en cuenta que la educación pública la gestiona el estado y por lo tanto hablamos de política pública. Leeros lo que ponéis y de quién lo ponéis, porque caéis en sinsentidos muy chistosos. Anda, mirad lo que dice sobre políticas públicas la propia UNESCO, el organismo de NNUU que lleva los temas de educación.

Esta es mi respuesta a Rubén, y también a la interrogación planteada en el titular de este artículo:

La plataforma no pretende abolir las POLÍTICAS EDUCATIVAS, sino más bien que los políticos pervertidos ideológicamente (sean de derechas o de izquierdas, pues sirven a los mismos plutócratas) no puedan o no deberían hacer políticas educativas sin contar con la comunidad educativa. La gestión del conocimiento debe recaer sobre los expertos en materias cognitivas: filósofos, psicólogos, pedagogos y científicos en general. Lamentablemente, el economicismo neoliberal globalizado impuesto por Occidente, ha socavado el pensamiento crítico de los ciudadanos, y la manipulación ideológica de la educación es una herramienta más de dominación de la clase rica sobre las clases más desfavorecidas, como bien argumenta Iván Ilich en su obra La sociedad desescolarizada . Por tanto, el primer objetivo propuesto por la plataforma es una llamada a la acción de la comunidad educativa, a poner en marcha verdaderamente La democracia del conocimiento . Así, el objetivo es la separación entre POLÍTICA Y EDUCACIÓN, pero NO entre ESTADO y EDUCACIÓN. Sobre esta profunda cuestión, te remito a leer mi posicionamiento en este artículo .

El verdadero espíritu de la plataforma es poner en manos de los docentes la gestión del conocimiento y de la educación, hasta ahora en poder de los políticos. Las ciencias economicistas y políticas no son más que una derivación cognitiva que busca organizar la sociedad, pero lamentablemente han sucumbido a las ideologías políticas, ya sean de derechas, izquierdas o revolucionarias. Sin embargo, la verdadera revolución, debe consistir en una revolución del conocimiento que permita hacer de nuestros alumnos seres libres, precisamente, con conocimiento de causa. Ahí justamente está la mayor colaboración que pueda hacer un docente: por un lado, educar a los alumnos libres de dogmas (sociales, economicistas y políticos) gracias a vanguardistas pedagogías que auguran un nuevo paradigma educativo; y por otro lado, promover dicho espíritu entre la comunidad educativa hasta lograr la emancipación de los profesionales del conocimiento (filósofos, pedagogos, psicólogos y científicos en general) respecto de los poderes políticos: bajo esta premisa surge precisamente la plataforma.

Cuando la revolución del conocimiento llegue al poder político, algo así como ya reivindicaba Platón de que “los filósofos deben ser gobernantes o los gobernantes ser filósofos”, entonces, y sólo entonces, un Estado tendrá auténticas POLÍTICAS EDUCATIVAS que velen por el bien común de todos, y no sólo para una minoría de plutócratas. El Estado, recordémoslo, es una asunción colectiva donde todos debemos o deberíamos reflejarnos. Lamentablemente, los Estados han sido saqueados por la oligarquía plutocrática, desposeyéndolos de su soberanía económica, monetaria y política.

Con toda la anterior argumentación, queda muy clarito que reivindicar la independencia de la educación respecto del poder político NO ES SINÓNIMO de un divorcio entre POLÍTICA y EDUCACIÓN. Bien al contrario, cuando la comunidad educativa se empodere primero a sí misma, y también a sus alumnos, será posible desarrollar POLÍTICAS EDUCATIVAS, desde el conocimiento consensuado y en libertad, precisamente, con conocimiento de causa.

Dicho planteamiento para nada está en contradicción con el enlace que citas y que reproduzco a continuación para los lectores y donde iré poniendo mis comentarios entre paréntesis:

“El diálogo sobre políticas entre los países y entre diversas partes interesadas (¿Hay mayor parte interesada que la propia comunidad educativa?) en la educación contribuye a la creación y aplicación de políticas educativas eficaces”. (No hay mayor política educativa eficaz que aquella que haya sido previamente consensuada por la comunidad educativa y no por los políticos profesionales ideológicamente vendidos a la élite plutocrática).

“Resulta fundamental que el debate en torno a esas políticas se realice en el contexto político general y esté vinculado con asuntos relativos a otros sectores, tales como el empleo, la salud, la finanza y la familia. Los mecanismos de coordinación de la EPT, en vigor desde 2000, facilitan el diálogo sobre políticas por diversos medios, entre otros las reuniones, las consultas, el intercambios de investigaciones y conocimientos, las bases de datos y los sitios web.” (Evidentemente, los objetivos de la educación están inherentemente relacionados con el derecho al empleo, la salud, las finanzas y la familia: se debería precisamente educar en defender esos derechos por igual para todos, cosa que no ocurre en este sistema capitalista).

En los planos regional y mundial, el diálogo sobre políticas ayuda a que los países y otros copartícipes en la EPT aprenden mutuamente de sus experiencias, con el fin de mejorar sus sistemas educativos mediante medidas específicas sobre el terreno. (En este sentido, Finlandia es un referente educativo que todos los países envidian sanamente, y ese modelo de POLÍTICA EDUCATIVA debería ser asumido por otros muchos países).

En el plano nacional, el diálogo entre las partes interesadas en la educación (vuelvo a insistir: la comunidad educativa) se orienta a la búsqueda del consenso y lograr la colaboración de los interesados en la formulación y aplicación de las políticas educativas nacionales y las estrategias con miras a la consecución de los objetivos de la EPT, de aquí a 2015. (Aquí, “partes interesadas”, no debe serlo solamente los políticos profesionales que viven del cuento, sino inexorablemente la propia comunidad educativa como parte interesada: ahí radica el objetivo fundamental de la plataforma reivindicativa).

Concluyendo: reivindicar la independencia de la educación respecto del poder político, no equivale a segregar POLÍTICA y EDUCACIÓN, sino que las POLÍTICAS EDUCATIVAS del ESTADO deben ser gestionadas por los expertos en las cuestiones del conocimiento: filósofos, psicólogos, pedagogos y científicos en general, un inconmensurable reto que ya Platón nos planteó hace más de veinte siglos, y que es conveniente reivindicar de un modo cognitivo y pedagógico.
Ver más
Algunos teóricos representativos de cada cuadrante

PEGGY LEVITT: “LOS NIÑOS Y NIÑAS NO NACEN CON PREJUICIOS, LOS APRENDEN”

Entrevista a Peggy Levitt, socióloga, escritora y profesora. En la escuela le encantaba la Historia y la Literatura inglesa. Su libro favorito en la infancia fue Black Boy de Richard Wright y de su etapa escolar recuerda que siempre le fascinó saber más sobre otros países. Actualmente es profesora de Sociología en la Universidad de Wellesley e investigadora en el Centro Weatherhead de la Universidad de Harvard.

Vivimos en un mundo cada vez más multicultural. ¿Cree que los profesores están preparados para afrontar esta realidad en las aulas?

El contexto socioeconómico y demográfico de la sociedad va cambiando y, por tanto, aparecen nuevas oportunidades pero también nuevos desafíos para los docentes. En cualquier caso, si no están suficientemente preparados, en la mayoría de los casos, no es por falta de voluntad.

¿Cómo deben afrontar este nuevo “desafío”?

Es importante reflexionar sobre cuáles son las herramientas pedagógicas más efectivas para aplicar en una clase multicultural. Es decir, en aulas con alumnos que vienen de distintos países y que, por tanto, cuentan con identidades y experiencias distintas.

¿Cuáles cree que son las habilidades y/o capacidades básicas que un profesor debe tener para poder afrontar con éxito este nuevo contexto?

Curiosidad. Si el profesor no es curioso sobre el pasado y las experiencias de cada uno de sus alumnos, está perdiendo una muy buena oportunidad para ayudarles y para aprender de la variedad que se concentra en su clase. También es necesario contar con capacidades y valores cosmopolitas.

¿A qué se refiere?

Hablamos, por ejemplo, del interés, de la capacidad de abrirse a algo distinto, de hacer buenas preguntas y escuchar las respuestas, de ser capaz de crear puentes entre alumnos y experiencias distintas, y de saber crear un ambiente en el aula en el que todos los estudiantes se sientan acogidos.

¿Qué ventajas destacaría de una clase multicultural?

Debemos tener en cuenta que el mundo es así, multicultural, y hemos de aprender a vivir esta realidad. Este es nuestro desafío en el 2015 y tengo la sensación que estamos fracasando. En algunos países más que en otros, ya que en algunos casos no están acostumbrados a esta realidad. El mundo es cada vez más móvil y las experiencias migratorias, ya sean voluntarias o forzadas, son cada vez más comunes. Por tanto, hay que aprender a enfrentarnos a ello y saber aprovecharlo.

¿Puede la educación revertir el fracaso que ha mencionado de algunos países?

Evidentemente. Los niños no nacen con prejuicios, los aprenden de sus familias, vecinos, en los colegios… Por tanto, debemos enseñarles desde pequeños que la norma es vivir en una sociedad multicultural donde respetamos a todas las culturas.

Por tanto, la educación tiene un papel clave.

Es muy importante. Si la educación que les damos en la escuela consigue hacer ver a los niños que no es normal que la gente viva segregada ni que exista la desigualdad, habremos dado un paso muy importante y valioso.

¿Cree que los sistemas educativos actuales están preparados para transmitir estos valores?

Pienso que no. Deberíamos revisar cómo organizamos los planes de estudios. Hemos de replantearnos desde cero las asignaturas que estamos enseñando y preguntarnos si éste es el sistema educativo más adecuado en la actualidad.

¿Cuáles son las habilidades/capacidades que debe tener un ciudadano global?

Tener pensamiento crítico, mente abierta, estar dispuesto a encontrar y conocer al otro, preguntar, escuchar y compartir. Es importante, además, que estas capacidades las transmitan los docentes dentro del aula con su propio ejemplo.

¿Cómo cree que sería una integración eficaz de inmigrantes dentro de un aula?

Tiene varias etapas. En primer lugar debemos ayudarles a subir su nivel académico, para que puedan superar las exigencias de su curso escolar. Una vez conseguido este objetivo, el profesor puede aprovechar que estos alumnos enseñen a los demás aspectos de sus culturas que el resto de estudiantes desconocen.

¿Cómo pueden aprovecharlo?

Un ejemplo. No hay mejor manera de estudiar México que a través de la experiencia de los niños originarios de este país. Ellos pueden mostrar al resto de alumnos su comida tradicional, su música, sus padres pueden explicar su experiencia migratoria…

Interesante…

Debemos tener en cuenta que son embajadores de su país en el resto del mundo y que conocen a la perfección sus lugares de origen. Por tanto, no les resultará complicado convertirse en maestros y compartir sus vivencias con los compañeros de aula.

¿Qué papel juegan los padres de los inmigrantes de segunda generación en su educación?

Generalmente dan mucha importancia a la educación de sus hijos, ya que ellos nunca estudiaron en el país de origen o en el de recepción. Pero al mismo tiempo este hecho es un obstáculo, ya que no pueden guiar a sus hijos en su camino hacia la universidad.

¿Cómo solventarlo?

El sistema educativo nacional debe apoyar a estos niños para motivarles y guiarles. Por ejemplo, yo trabajo en un programa especial para niñas que forman parte de la segunda generación de familias inmigrantes, pero que son la primera generación que va a la universidad. Necesitan mentores que las sigan, animen y ayuden.

Finalmente, ¿cuáles son los retos que se deberán afrontar en el medio y largo plazo en materia de educación e inmigración?

La educación es un factor básico respecto a cómo una nación se concibe a sí misma. Que un país conste o no en los libros de historia, tiene un peso enorme. Por tanto, hay que pensar cuál es la historia que queremos contar, cómo queremos contarla y con qué tipo de información. Estamos en un mundo global que necesita tanto ciudadanos globales como nacionales.

¿Quiere añadir algo más?

Hemos estado hablando de las instituciones educativas formales, pero también debemos tener en cuenta otras instituciones culturales, como pueden ser los museos. Este tipo de instituciones también son educativas y ayudan a crear ciudadanos globales, si bien pienso que no estamos explotando todavía suficientemente bien las posibilidades de conocimiento que nos ofrecen este tipo de entidades.
Ver más
LA CONCIENCIA COMO PROBLEMA HISTÓRICO

LA EDUCACIÓN HOY: UN DIÁLOGO FUNDADO EN EL SABER

Uno de los temas más importantes y que causaron mayor discusión y controversia, durante el año 2015, fue la aplicación de la reforma educativa y los procesos de evaluación docente.

En este marco, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, se realizó el 3 y 4 de septiembre del 2015, la mesa de análisis denominada La educación hoy: un diálogo fundado en el saber, donde expertos, académicos y analistas en materia educativa, debatieron las implicaciones de la reforma y sus alcances.

Alberto Arnaut , académico de El Colegio de México, fue uno de los más críticos con la reforma educativa, señaló que “los maestros están hasta el gorro, ya no soportan más evaluaciones, para usar la jerga neoliberal, las evaluaciones están obesas, se les pasó la mano, ha llegado el momento de adelgazarlas”

Consideró que lo mejor sería que los recursos que se usan en la evaluación se destinarán a la formación de los maestros, porque “es absurdo que se dedique más a evaluación que a la formación”.

Por su parte, el especialista Ángel Díaz Barriga consideró que en México, después de los exámenes, no se pregunta ¿qué vamos a hacer? A nivel del sistema, no solo en cuanto a la aplicación del examen mismo.

Al inaugurar el encuentro académico, Hugo Casanova, organizador del mismo, resaltó que “la educación es el punto de encuentro de todas las posiciones e ideologías. Así, la educación expresa al presente y, sobre todo, construye el futuro del todo social”.

Mientras tanto, Pedro Flores Crespo consideró que las evaluaciones educativas las debemos replantear. Muchas voces están en contra de las pruebas estandarizadas, e incluso, las califican como injustas, sin embargo, estas pruebas demuestran las verdaderas desventajas en la que se encuentran los sectores educativos más vulnerables.

Aurora Loyo, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales afirmó que los parámetros con los que se mide y evalúa la calidad educativa, responden a lineamientos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la prueba PISA, los cuales abren la “caja de pandora” para exhibir los bajos niveles educativos en nuestro país.

Finalmente, Manuel Gil Antón , director académico de Educación Futura, pidió tomar en cuenta al magisterio para la evaluación y la reforma educativa, pues es parte fundamental, tiene una voz y una propuesta sobre la misma.

El especialista consideró que se realizó un mal diagnóstico de los males del sistema educativo. Desde su perspectiva, todas las acciones que se han emprendido –como la entrega de tabletas y computadoras, la cárcel a Gordillo y la derrota de la Sección 22, entre otras–, “generan una percepción social de que esta ocurriendo algo muy importante en la educación”
Ver más
LA AUTÉNTICA ESPIRITUALIDAD, SEGÚN KEN WILBER.

VIVALDI: LA MAYORÍA DE LOS JÓVENES NO TIENE LA POSIBILIDAD DE IR A UNA UNIVERSIDAD ESTATAL

El rector de la Universidad de Chile aseguró en ADN que es una verguenza que Chile sea el único país que niega el acceso a la educación pública.

El rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi defendió la necesidad de mejorar la educación pública.El académico aseguró que es una vergüenza que no se garantice una educación de calidad.

“Estamos haciendo un esfuerzo por el nivel de las universidades estatales sea parejo en el país, las regiones deben retener a sus mejores talentos y es un absurdo que un estudiantes que es bueno tenga que salir de su región a estudiar”, indicó.

Ante esto, Vivaldi destacó en ADN Hoy que “el mejor argumento para apoyar la educación estatal es que en Chile de todas las libertades hay una que no hay. Para la mayoría de los jóvenes chilenos no tienen la posibilidad de elegir ir a una universidad estatal y eso es una vergüenza para cualquier país”.

Cualquier país debe garantizar la educación pública de calidad en cualquier universidad y decirle si usted no quiere el proyecto de educación pública le damos las facilidades para que se vaya a un proyecto alternativo, pero negarle a los jóvenes entrar a la educación pública este es el único país que lo hace”, sentenció.
Ver más
El espíritu de la nueva era

PUBLICACIÓN UNESCO: DOCUMENTO DE POSICIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN DESPUÉS DE 2015

En este documento de posición de la UNESCO, se toman en consideración las tendencias incipientes y el desarrollo y los retos socioeconómicos más amplios que afectan por igual a los países desarrollados y en desarrollo en un mundo globalizado e interconectado, y sus consecuencias para la educación.

Entre estas tendencias y retos figuran el rápido crecimiento económico de algunos países y la transformación de los mercados laborales, las variaciones en la situación geopolítica, los avances tecnológicos, los cambios demográficos y la creciente urbanización, y el mayor del consumo de energía que conlleva un incremento de la presión sobre los recursos naturales, todo ello en un contexto de aumento del desempleo, en particular entre los jóvenes y de creciente desigualdad.
Ver más

3º Premio- Manuscrito número 3: “Resumen, aportes y crítica a La educación cuántica”

REALISMO EDUCATIVO: “EL VALOR DE LA EDUCACIÓN"

Fragmento de la lección magistral pronunciada por el inspector de educación D. Francisco Javier Fernández Franco en el acto de apertura de los actos para conmemorar el 50 aniversario del IES San Fulgencio de Écija (Sevilla), pronunciada el seis de octubre del 2014. La reproducimos por el enorme interés de su contenido en relación a los fundamentos y objetivos de esta plataforma reivindicativa.

Francisco Javier Fernández Franco, es funcionario del cuerpo de inspectores de educación con destino en la Delegación Territorial de Sevilla. Diplomado en maestro de EGB en las especialidades de primaria, educación física y pedagogía terapéutica. Licenciado en psicopedagogía y experto universitario en psicología del deporte y la actividad física. Articulista en varias revistas especializadas en temas educativos y ponente en seminarios y cursos de formación en diferentes instituciones relacionadas con el sistema educativo.


Desde 1.970 hemos asistido a la publicación de 8 leyes educativas, algo que evidencia la vorágine alocada en la que nos hemos situado. Se ha pasado de la reválida de bachillerato a los tres cursos del bachillerato unificado polivalente, de éste al curso de orientación universitaria, de aquel a los cuatro niveles de la educación secundaria obligatoria para terminar en un bachiller con 4 modalidades al principio que, terminaron siendo tres. Junto a esto, en nuestro instituto se incorporaron a mediados de los 90, las enseñanzas de la formación profesional inicial. Por cierto, lo que ahora conocemos como educación permanente de personas adultas, durante muchos cursos lo denominábamos “el nocturno”.

En conclusión, un baile de leyes: LGE, LOECE, LODE, LOGSE, LOPEGCE, LOCE, LOE, LOMCE que nos ha desorientado más que otra cosa. Permítanme recordar un hecho histórico. La primera Ley educativa integral en España se publicó en 1.857, la denominada Ley Moyano y hasta 1.970 no tuvimos otra; es decir, durante 114 años NO nos hizo falta ninguna Ley general de educación. De ahí se ha pasado a un péndulo legislativo, a un zigzag, a un vaivén, que se ha convertido en un hábito político. Somos incapaces de construir el consenso necesario que dé estabilidad al sistema educativo. Esclavos del presente, somos incapaces de vislumbrar el futuro.

Las infraestructuras y equipamientos también han ido modificándose aunque siendo, en muchos casos, más necesarias que las leyes, no han ido tan veloces como aquellas. Muchos recordamos aquel aulario de cartón piedra prefabricado al que bautizamos con sorna e ironía, “el chalé”, donde estudiábamos los alumnos de COU. Aquel sucedáneo de edificio se construyó en el año 80 de forma provisional para un par de cursos. Un par de cursos muy largos, pues hasta el año 2.000 no se iniciaron las obras del nuevo edifico. Ahora bien, el hecho de pasar al chalé nos daba a los estudiantes de entonces, un plus que se convertía en un rito de paso, en un salvoconducto de madurez muy singular.

Junto a esto, seguimos esperando el ansiado gimnasio que, generación tras generación, se nos iba prometiendo. Deseamos que este hecho de la celebración del 50 aniversario sirva de catalizador para que las autoridades educativas, hoy presentes en este acto, acometan definitivamente y sin más demora, este necesario equipamiento educativo.

Antes, hacíamos exámenes orales, debates espontáneos pero al mismo tiempo organizados desde nuestros propios intereses, diálogos. Ahora a estos aprendizajes, los teóricos de la pedagogía los denominan desarrollar la oralidad desde los centros significativos del discente.

Antes, nos gustaba trabajar en equipos haciendo murales, reportajes y encuestas, midiendo, pesando, comparando, participando en concursos. Eso que hoy en día se conoce como el paradigma del aprendizaje cooperativo.

Las optativas las dedicábamos a desarrollar proyectos muy variados. Seguramente que hoy en día, hablaríamos de una : educación tecnológica de corte transversal.

Antes, cuando los profesores nos castigaban merecidamente, nadie ponía reparos ni obstáculos en sus decisiones. Nosotros conocíamos las normas y los límites que no se podían superar. Éramos jóvenes felices y que yo sepa, no tenemos traumas psicopatológicos ninguna de las generaciones pasadas.

Ahora, habría que convocar a la comisión de convivencia para analizar si el procedimiento aplicado en las sanciones por conductas gravemente perjudiciales, ha sido el correcto.

50 años después, seguimos con problemas educativos importantes. Según el INEE, el 26,5% de nuestros alumnos no titulan en ESO; el 38% ha repetido alguna vez en la educación obligatoria. Además un 28,4% de jóvenes andaluces abandonan los estudios de Bachillerato o FP una vez iniciados.

El Informe PISA, que evalúa las competencias en matemáticas, comprensión lectora y ciencias en los alumnos de 15 años, sitúa a España en el puesto 25 de entre los 34 países miembros de la OCDE, con lo que llevamos estancados en esta situación desde el año 2003, sin avanzar.

España es el país con el mayor porcentaje de jóvenes que NI estudian NI trabajan de toda la Unión Europea. Concretamente uno de cada cuatro chicos y chicas de entre 15 y 29 años. No es que no quieran formar parte del mercado laboral, es que la sociedad NO les brinda esa posibilidad. Estamos hablando de 1.956.900 jóvenes, según las cifras del padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE), a fecha 1 de enero de 2013.

Pero…siendo todo lo expresado cierto, no podemos caer en el error de infravalorar los logros obtenidos y los avances que también se han ido produciendo en el seno del sistema. En 1.984, 25 de cada 100 adolescentes abandonaban su formación sin terminar lo que entonces se denominaba EGB, hoy educación primaria y un significativo porcentaje, al terminar la primaria con 14 años, ya no seguía estudiando. Incluso, las cifras de analfabetismo en Andalucía en 1.980 para los mayores de 16 años ascendían, según el Instituto Cartográfico de Andalucía, a 1.024.000 personas, algo que hoy, nos parece inconcebible.

Es igualmente cierto que el número de profesores en el sistema público de educación andaluz se ha incrementado en 13.706 plazas, pasando de 81.064 en el año 2.000 a 94.770 en este curso 2014-15. Igualmente ha aumentado en montante de alumnos en el sistema. Ahora contamos con un total de 1.446.993 ciudadanos estudiando en la oferta pública tanto en enseñanzas de régimen general como de régimen especial; lo que supone un incremento de 198.092 alumnos respecto al inicio del siglo XXI, a los que habría que añadirles los 329.657 ciudadanos que acuden diariamente a un centro sostenidos con fondos públicos.

Del mismo modo, los porcentajes de población con titulación superior en Andalucía, se han multiplicado por cuatro, pasando de un 5,33% en 1.980 a casi un 21% en la actualidad.

Esto pone de manifiesto que la clave del análisis no es cuánto se invierte en educación, sino en qué tipo de educación se invierte.

Por eso, no podemos caer en un pesimismo paralizante que bloquee nuestras ilusiones de cambio y mejora de la realidad. Como decía el humanista Paolo Freire, hay que convertir las dificultades en posibilidades.

Hoy, que nos escuchan en este acto tantos alumnos, tenemos que decirles que la educación que reciben, es fruto del sacrifico y generosidad de varias generaciones y que, por ello, tienen el deber ético de aprovechar todas las oportunidades que se les brindan.

Alumnos y alumnas de Écija: la educación encierra un tesoro y es el principal camino para progresar individual y colectivamente. QUE NADIE OS EQUIVOQUE. Ha costado mucho tiempo, mucha constancia y mucha perseverancia llegar a disfrutar de las cotas de calidad educativa de las que hoy, a pesar de las necesidades y debilidades, disponemos. Por favor, cuidad aquello que os puede convertir en hombres y mujeres comprometidos, profesionales, críticos, contestatarios, constructivos; seres felices y ante todo, mejores ciudadanos que sepan gozar con una cultura común no viciada por prejuicios y estereotipos de todo tipo.

La democracia necesita ciudadanos para movilizarla. Es una obra de arte social que NO avanza ni sola ni automáticamente. Las democracias no vienen con un libro de instrucciones para utilizarlas, por eso, es vital edificar una buena educación.

Todas las sociedades contemporáneas viven bajo el temor permanente del poder que atesoran los ignorantes. Los ignorantes que son incapaces de expresar adecuadamente sus demandas y requieren de la violencia para alcanzarlas. Los ignorantes que no saben persuadir y a su vez ser persuadidos. Los ignorantes no capacitados para ofrecer, debatir y comprender argumentos. Los ignorantes que por el hecho de serlo se convierten en un peligro, pues no dudarán en apoyar medidas demagógicas y simples. Por eso, los ciudadanos bien educados, se atreven a enfrentarse contra aquellos que los castigan con su ignorancia. Recordemos que las sociedades democráticas se educan en defensa propia.

Una reflexión importante: un ciudadano nunca se queda sir ser educado. El problema es por quién. Antes o después, de un modo u otro, todos somos educados. Sin educar, no se queda nadie, la cuestión fundamental por lo tanto, es que los buenos educadores lleguen antes que los malos (los peores ejemplos, las fórmulas más brutales de corrupción, la intolerancia, la relatividad de los valores, las modas, los medios de comunicación manipuladores, las redes asociales, los clichés, los atavismos, los prejuicios…)

Busquemos y persigamos una educación de verdad, para que podamos construir una sociedad democrática de convivencia que tiene que salvaguardarse; y no existe mejor salvaguarda que una buena educación. Porque, como decía John Locke, en su obra Pensamientos sobre la educación nueve de cada diez hombres que nos encontramos, son lo que son, buenos o malos, útiles o inútiles, gracias a la educación.

La educación no es un gasto, es una inversión que requiere paciencia y espera. Un tiempo largo. Por eso quizás, se haya hecho imposible el consenso político y social en esta materia, ante el cortoplacismo miope de muchos responsables de la gestión de los asuntos públicos. La educación es el principal potencial de un país. Por eso, como alertaba Dereck Curtis, expresidente de Harvard “si usted cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia.”

La buena educación tiene sobre los ciudadanos 4 efectos económicos directos: mejora en la participación dentro del mercado de trabajo, en la empleabilidad, en la estabilidad laboral y en los empleos.

Analicemos sucíntamente cada uno de estos efectos. Ruego me disculpen por la aridez de los datos que voy a utilizar, extraídos todos ellos del reciente informe publicado por la OCDE “Panorama de la Educación 2014”.

En España, al igual que en la mayoría de los países de la OCDE y de la UE21, las personas con un mayor nivel de formación tienen la tasa de empleo más alta y un nivel salarial más elevado, mientras que las personas con un menor nivel de cualificación acarrean un riesgo más alto de estar desempleadas.

En España, la tasa de desempleo registrado de las población con un nivel educativo correspondiente a la Educación Secundaria Obligatoria o inferior era de un 31% en 2012. Esta cifra supera en 9 puntos porcentuales a la tasa de desempleo del grupo de personas con educación correspondiente a la postobligatoria y sobrepasa en 17 puntos a la tasa de desempleo del grupo de personas con Educación Superior.

Por lo tanto, poseer un mayor nivel educativo protege más a los individuos de la pérdida de empleo, incluso en épocas de dificultades económicas; es decir, los niveles más altos de educación generan mayores perspectivas de empleo en los países de la OCDE, aunque en España todavía estos niveles protegen menos que en el resto de Estados.

En lo relativo a los beneficios y efectos salariales de la educación, el estudio afirma que el nivel educativo determina tanto las posibilidades de conseguir empleo, como el nivel salarial al que se aspira. En España las personas con estudios superiores universitarios o de FP Superior, ganan un 41% más que las que han finalizado Bachillerato y FP Grado Medio y un 60% más que las que han completado sólo la ESO o un nivel inferior.

Estos efectos indican que, pese a que la crisis afecta negativamente a todos los colectivos, lo hace con una intensidad muy distinta según el nivel de estudios.

Podemos concluir que el abandono educativo podría modificar significativamente, empeorándola, la situación laboral posterior del individuo que toma esa decisión. La diferencia entre continuar la formación más allá de la ESO o abandonar es evidente. Por eso, quienes alaban el actual modelo educativo indicando que es equitativo y no segregador, deberían ser más prudentes en su análisis y responder a la siguiente pregunta:

¿Dejar en la cuneta al 28% de los ciudadanos andaluces, mayoritariamente de clase asalariada, es un sistema que procura la cohesión social y la igualdad de oportunidades?

Las personas que abandonan los estudios (en España el 22.7% y en Andalucía el 28,4% de los jóvenes entre 18 y 24 años) se caracterizan por una peor empleabilidad: participan menos en el mercado de trabajo, tienen una menor probabilidad de empleo, están más expuestos a la temporalidad y obtienen menores salarios. Por ese motivo, una buena educación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de sus ciudadanos más débiles.

Economía y educación, educación y economía, un binomio indisoluble y evidente.

Un buen profesor nunca será caro socialmente. Un buen profesor nunca será caro socialmente.

Efectivamente, la educación encierra un tesoro.

Ante esto, les digo hoy, alto y claro a todos los jóvenes de Écija que aprovechen hasta las últimas consecuencias, el privilegio de disfrutar de una buena educación. De valorar los recursos humanos y materiales, a sus buenos profesores y profesoras, las oportunidades, las becas y las ayudas. Porque las becas son un instrumento que la sociedad pone al servicio de aquellos que, demostrando un rendimiento académico y unos resultados, tienen al mismo tiempo dificultades económicas, encontrándose en alguna situación de desventaja social, cultural, económica, geográfica o de otra índole. Ningún país puede permitirse el lujo de diluir el talento de sus ciudadanos, por propio egoísmo ante la inversión realizada y de cara a un futuro desarrollo que mejore la cohesión social. Pero confundir las becas con un derecho por el simple hecho de permanecer en el sistema sin rendir cuentas, es igualmente otro lujo inadmisible.

Alguien ha dicho lo siguiente:

“Los jóvenes de hoy están mal educados, desdeñan la autoridad, no tienen respeto por sus mayores, contradicen a sus padres y tiranizan a sus maestros.”

¿Les suena la cita? Pues tiene casi 2.500 años. La dijo Sócrates, el maestro de Platón. ¿Nada ha cambiado por lo tanto hacia la mejora?

Huyamos del pesimismo y de la crítica destructiva para aunar nuestras fuerzas en mejorar la educación de la sociedad que nos ha tocado vivir y desarrollar. Afirma un proverbio africano que para educar a un niño hace falta toda la tribu. El valor de educar nos involucra a todos. Nos compromete a todos. Nos concierne a todos. Políticos, docentes, alumnos, directivos, familias, inspección educativa, medios de comunicación. Dejemos de echar balones fuera. De poner excusas para salvar nuestra cuota de responsabilidad. Decidamos reconocer la realidad para cambiarla sin exageraciones e hipercríticas desproporcionadas. Solo así podremos progresar. Evitemos las dos posiciones que NO resuelven nada: el negacionismo y el pesimismo. El negacionismo por el cual no hay nada que solucionar, ya que no existe problemática alguna y el pesimismo paralizante ante situaciones que, a priori, no podemos controlar. Por lo tanto ni lo uno, ni lo otro. NI negacionismo NI pesimismo.

Reclamemos un REALISMO EDUCATIVO GENERAL; ya que, es muy cómodo y fácil, defender las utopías cuando las consecuencias de las mismas, las sufren los demás.

Si los alumnos son impuntuales o absentistas los responsables directos son sus padres. Si una NO menor parte de los alumnos siguen sin saber aplicar los “conocimientos” a la vida real y cotidiana, cabe deducir que alguna responsabilidad tendrán los docentes. Si las evaluaciones externas no son lo suficientemente eficaces, la inspección educativa debería reflexionar sobre su trabajo. Si la diferencia interna de resultados entre alumnos de en un mismo centro existe, es posible advertir que la dirección del mismo, no ejerce un liderazgo pedagógico mínimamente eficiente. Si los alumnos no mejoran sus aprendizajes, quizás sería necesario recordarles, una y otra vez, que para aprender, es necesario estudiar y esforzarse.

Sabemos de la difícil situación política, económica y social que estamos atravesando. Pero sólo saldremos de ella con un trabajo bien hecho. Saldremos de ella con responsabilidad individual y colectiva: nadie mejorará por nosotros. Es un principio moral, ético y deontológico. La cuestión no es qué puede hacer la educación por mí, sino al revés; qué puedo hacer yo por la educación. Porque la educación nos permite regenerar la sociedad de sus lacras. Porque la sociedad sin el fermento de la educación nunca logrará salir de sus vicios y rutinas nefastas. Es nuestra ancla de salvación.

Ya lo reclamó Marco Aurelio Antonino Augusto, emperador romano en el año 161 de nuestra era: “Los hombres son los unos para los otros; edúcales o padécelos”

En un mundo saturado de comunicación, en el que la NO responsabilidad se diluye ante las telefonías inteligentes o internet, con sus múltiples aplicaciones, la urgente tarea de ayudar a crecer a jóvenes, hasta que se conviertan en hombres y mujeres empáticos, independientes, creativos y resilientes, resulta una meta imprescindible. Imprescindible para que el realismo se enfrente a la incertidumbre angustiosa, la curiosidad venza al derrotismo y la verdad, al menos como búsqueda, prime sobre el oscurantismo.

Termino con tres valores educativos y con un deseo.

El primer valor educativo es el coraje para vivir. Para vivir frente a las fauces del egoísmo, la insolidaridad y los problemas sociales. Coraje para afrontar la vida de cara.

El segundo valor educativo es la generosidad para convivir, sabiendo renunciar a parte de lo que nos sobra o de lo ya disfrutado, para ayudar a quien necesita de nuestra dádiva. La convivencia siempre implica renuncias y sacrificios ya que todas las convivencias son un poco dolorosas. Por eso el valor de educar nos enseña que es necesario aceptarla porque merece la pena.

El tercer valor es la prudencia para sobrevivir ante tantas amenazas reinventadas. Prudencia para saber equilibrar y dosificar nuestros riesgos.

Por último un deseo. Deseo profundamente la paz educativa. Dejar de utilizarla como arena de rivalidades ideológicas y políticas.

Porque confiamos en tantos y tantos educandos y profesionales de la educación, les invitamos a considerar estas humildes reflexiones.

Ojalá los actos que recuerdan estos 50 años de vida, pasión educativa, de encuentros y desencuentros a la luz de la cultura y del saber, nos sirvan a todos para impulsar los principios que nos unen por encima de las diferencias que nos distancian.

Permítanme que culmine con una cita del gran pensador Inmanuel Kant, el sin igual filósofo prusiano al que le debemos la Crítica a la Razón Pura. Una cita básica para poder sopesar la estratégica necesidad de construir una buena educación. Una cita que sitúa a la educación en el epicentro de cualquier decisión que las instituciones e individuos de una sociedad deban tomar. La cita dice:

“Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él. La educación hace a la persona, serlo.”

Muchas gracias.
Ver más

INDICE

JULIO FERRERAS: “HAY QUE REEDUCAR A LA SOCIEDAD”

Entrevista al escritor Julio Ferreras:

“La educación actual es heredera de la Revolución Industrial. Las escuelas parecen fábricas”.

“El sistema educativo español necesita un gran pacto entre los principales partidos”.

“La música es arte, es ciencia y es magia”.


Comentaba al terminar nuestro encuentro con Julio Ferreras, que cuando un periodista está entrevistando a alguien siempre hay un momento en el que al escucharle se ilumina una luz interior que dice que has encontrado el titular. A Julio le confesé que durante la más de media ahora que estuvimos hablando esa sensación la tuve, como mínimo, diez veces, y que me lo había puesto muy difícil. Él me contestó, que “a veces son buenos los retos”.

Pues bien Julio, no he conseguido superar el desafío que me propusiste. No podría incluir en un único titular y un par de subtítulos todo lo que puede ser de interés para el lector de Diario Digital de León (España). Por ello, lanzaremos la entrevista en dos entregas. Esta primera más orientada a la cuestión de la educación, al ciclo de conferencias que ha iniciado en la Biblioteca Pública de León y a su trayectoria en el mundo de la música.

Para quien no conozca a Julio Ferreras, lo mejor es que le lea. Autor de Hacia una nueva humanidad libre y responsable, ha dedicado su vida a la enseñanza y a la música, llegando a ser el director del Conservatorio de León. En la entrevista que hemos tenido con él, y de la cual a continuación os reproducimos la primera parte, hemos hablado de temas tan dispares como educación, religión, política, humanismo, filosofía o literatura. Espero que la disfruten tanto leyendo, como nosotros haciéndola.

-¿Qué valoración hace de la primera charla del ciclo de conferencias “Una visión del mundo y de la educación en el siglo XXI”?

Estuvo muy bien, de la mano del presidente de Europa Laica, una persona entregada al tema del laicismo, una asignatura pendiente en nuestro país. La palabra laico, es casi sinónimo de demócrata, al venir del griego “laikós”: alguien del pueblo. En este sentido, analizó que en nuestro país no ha habido un pasado de escuela pública laica, salvo con la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos, a finales del siglo XIX. La escuela pública y laica es la de democracia, como sucede en los países más desarrollados del planeta.

El laico no es un ateo, es alguien que siente un profundo respeto por todas las creencias. Un país progresa en la medida que posea una escuela pública y laica, y si no la tiene no lo hará. Si domina el totalitarismo y el integrismo, la sociedad no progresa y se enfrenta. La escuela pública laica es abierta y nadie la puede controlar. Es de todos y caben todos.

-Los protagonistas de estas ponencias son nombres realmente conocidos por los leoneses ¿Qué tal se presenta el resto del ciclo que continuará los próximos meses?

Todas van a ser muy interesantes. Fui yo quien contacté con los ponentes, así que puede que no sea parcial. Pero, por ejemplo, el director de la biblioteca cuando se lo presenté lo apoyo desde el minuto uno, porque son personas muy comprometidas y valiosas en los temas que se van a tratar. El próximo será José Luis Chamorro, el 21 de enero, un emprendedor social comprometido con el mundo moderno.

Los siguientes qué voy a decir. El poeta José Luis Puerto tiene un enorme prestigio en el mundo de la cultura y la literatura, dentro y fuera de la ciudad. El profesor Miguel Ángel Cordero, es una persona con una cultura y unos valores humanos impresionantes, un filósofo en el sentido más puro de la palabra. Para acabar, qué decir del escritor José María Merino, él fue quien estuvo conmigo en la presentación de mi libro en Madrid y nada más que se lo propuse accedió al instante.

-La temática general de las conferencias es la educación ¿Cuál es el diagnóstico que hace de la salud del sistema educativo en nuestro país?

Pues no es muy bueno. Es algo que no solo lo saben las personas que están en la educación, sino también los padres y la sociedad, en general. El fracaso escolar, el acoso escolar y demás problemas son hereditarios del sistema patriarcal autoritario y de la ciencia clásica mecanicista. Es una educación heredera de la Revolución Industrial, en la que lo importante es producir. No hay nada más parecido a una fábrica, que la escuela de hoy. Parece que se trata de hacer personas para el consumo, no educar a personas. Eso no interesa al sistema neoliberal. Educar a consumidores, y no a personas, es algo que está condenado al fracaso. Los niños y los jóvenes de hoy tienen conciencia de que esto no funciona y, por ello se revelan. Por medio de la ONG a la que pertenezco, Amnistía Internacional, doy charlas en colegios e institutos y compruebo el tremendo malestar que hay entre ellos. Se han dado cuenta de que son números y no personas. Hay que cambiarlo de raíz.

-¿Alguna solución posible?

La solución posible es reeducar a la sociedad. Desde los gobernantes tiene que haber un pacto social. La educación no puede ser un medio de un partido para imponer sus ideas particulares. Es algo de Estado, muy serio. Los verdaderos estadistas, hombres de Estado y no de partido, siempre llegan a acuerdos para todos.

-¿Entonces es necesario un gran pacto nacional en materia educativa entre los partidos políticos mayoritarios?

Totalmente. Es uno de los primeros pasos y, en ellos, deben estar los grandes educadores. Y no solo de España, porque sabemos que la educación funciona en otros países. En el mundo de la empresa primero se observa lo que se hace en otros países para aprender y luego se aplica. Esto es lo que habría que hacer, por ejemplo fijarnos en Finlandia, que en educación es un país a imitar. Los países nórdicos son ejemplos de escuela pública y laica. En esos países casi no existe escuela privada, por algo es.

-No obstante, las cifras de suicidio en los países nórdicos son más alarmantes…

Es un sistema que también tiene sus fallos. Son sociedades que son víctimas del consumo. En la esfera de la educación son un ejemplo, pero eso no significa que sean ideales. El mundo occidental está muy influido por el consumo y lo material, eso es parte del ser humano. Somos mente y cuerpo, espíritu y materia. La educación debe encaminarse a compaginar estos dos aspectos del ser humano, en un equilibrio. Algo que quizá en Finlandia no hayan conseguido del todo y puede que de ahí venga esa marginación.

-¿Es más importante la educación en los centros académicos o fuera de ellos, es decir, en la casa y la familia?

La educación, tal y como lo han entendido siempre los grandes educadores como Rousseau, Pestalozzi o Montessori, ocupa toda la vida. Empieza con el nacimiento y termina con la muerte. La etapa primaria y secundaria pone las bases, pero eso no significa que termine la educación. La crisis de la educación precisamente reside en que se cree que es como formar a un obrero, en un período que lleva una preparación concreta. La educación es algo mucho más profunda, por ello, educadores y seres humanos deben estar aprendiendo siempre. La educación no formal, fuera de los colegios, es tan importante como la que se pueda dar en los centros.

-Las conferencias están diseñadas en base a la temática de su libro “Hacia una nueva humanidad libre y responsable” ¿Cómo presentaría su obra”?

El subtítulo “Una visión del mundo y la educación en el tercer milenio” da las claves. Todos sabemos que vivimos en un mundo nuevo. En crisis, pero los períodos en crisis son tránsitos de una época a otra, de ahí radica su importancia. Son pasos.

La humanidad ha estado muy dominada por el capitalismo de occidente, por sistemas totalitarios y por religiones llenas de negatividad, que pintan la vida como un valle de lágrimas. Pero no es eso, hay que pensar que la vida es maravillosa si se sabe entender.

-“Hacia una nueva humanidad libre y responsable” es su primer libro ¿Por qué ha decidido dar el salto a la literatura una vez concluida su etapa como docente?

Más que dar un salto a la literatura, al acabar mi etapa como educador en los centros me di cuenta que tenía todavía mucho por enseñar a los demás. Me gusta mucho el sistema oriental, concretamente el hindú, que tiene un principio que dice que todo lo que recibe un individuo es para darlo. Es decir, estamos dentro de un todo.

En este libro he querido plasmar lo que es la educación, cómo la entiendo y lo que pienso que es el mundo en el que estamos viviendo que es necesario transformar. Entonces, no es que haya dejado de lado la educación por la literatura. He escrito el libro como consecuencia de mi pasado y de mi presente, no como escritor en sí.

-Los derechos de autor de su libro están destinados íntegramente a colaborar con la financiación de proyectos educativos de organizaciones humanitarias ¿Por qué optó por tomar esta decisión?

Esto es consecuencia de mi manera de ver el mundo. Si hablo constantemente de la solidaridad y la colaboración, tengo que ser consecuente con ello. Vivo de mi pensión de funcionario, no tengo la necesidad de ganarme la vida económicamente la vida con el libro que he escrito. Me interesa su aspecto humanitario, no económico.

-Su segunda obra tendrá temática musical y usted siempre ha confesado que sus pasiones son la educación y la música. Ha llegado incluso a ser director del Conservatorio de León ¿Cómo ha desarrollado esta trayectoria a lo largo de su vida?

Puedo decir que yo me siento músico desde que nací. Mi padre era un tamborilero de pueblo, que sentía y vibraba con la música. Yo lo heredé y una gran parte de lo que soy se lo debo a la música. Estoy escribiendo este libro porque es un deber para mi. La música es otra gran desconocida y hay mucho que decir de ella, como de la educación.

En todos los sitios que he estado, de España y de fuera, he terminado dando clases de música, por diversas circunstancias. Soy catedrático de francés, pero he dado tantas clases de francés como de música.

-¿Y en qué sentido está enfocada esta segunda obra?

Pues os adelanto que el título será algo parecido a “Música, conciencia y vida”, algo que creo que es muy indicador. En el libro habló del poder de la música de transformar al hombre. La música es arte, es ciencia y es magia.

La música sirve para transformar una sociedad. Hay dichos como “allí dónde oigas cantar, no temas”. Sería maravilloso que en nuestros parlamentos tuvieran un coro y un rato para cantar. Sería muy difícil que luego se enfrentaran, ya que la música une. Es un lenguaje universal.

-Usted ha estado a lo largo de su vida como educador en el extranjero ¿Cómo fueron aquellas experiencias?

Estuve como profesor de hijos de los inmigrantes, a principios de los años ochenta. Primero estuve en París y, luego, en una ciudad del exilio como lo es Toulouse. Fue una experiencia muy interesante. España en las horas difíciles de su historia siempre ha mirado a Francia, siendo un país en el que hemos encontrado el consuelo. Para mi dar clases a personas españolas que habían tenido que huir del país, fue algo muy interesante.
Ver más
Ken Wilber y los nuevos paradigmas de la humanidad

“LAS ESCUELAS FUERON DISEÑADAS PARA CREAR PERSONAS IGUALES”

Un artículo de Carlos Morales para Forbes.com.mx

Sugata Mitra, un experto en métodos revolucionarios de educación, advierte que el sistema educativo podría estar causando más daño que bien.


Nuestro sistema educativo está obsoleto y podría estar provocando un daño irreparable a millones de niños. “Para mí, las escuelas fueron pensadas para una época que ya ha pasado, para la línea de ensamblaje, para hacer trabajos que hoy hacen las máquinas”, dijo Sugata Mitra, experto en métodos revolucionarios de enseñanza para los niños a través de las Tecnologías de la Información.

Durante una conferencia ofrecida en el marco de la Ciudad de las Ideas, en la capital poblana, Mitra enfatizó la importancia de internet en el proceso de aprendizaje de los niños y la futilidad de los métodos de enseñanza diseñados “para crear personas iguales”.

Mitra, profesor de Tecnología Educativa de la Escuela de Educación, Comunicación y Ciencias del Lenguaje de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, expuso el punto con un caso práctico:

Hoy, cuando un alumno entra en el salón de clases, la maestra dice “hoy les voy a enseñar trigonometría”, sin explicar cuál es el objetivo ni la utilidad del tema.

Sin embargo, si la maestra preguntara “¿cómo es que tu celular sabe exactamente dónde estás?” y se les da acceso a internet, muy probablemente regresen con una respuesta: Gracias al GPS.

La siguiente pregunta podría ser “¿Sabes cómo funciona el GPS?”, lo que con toda seguridad llevaría a los chicos a descubrir que al menos tres satélites hacen posible esa tecnología. Es entonces que la maestra podría preguntar “El secreto detrás de esa conexión es la trigonometría, ¿quieren saber cómo funciona?”

El doctor en física desarrolló un experimento en 1999 llamado The Hole in the Wall (El hoyo en la pared), en él “expuse a los niños a internet en espacios públicos y simplemente observé qué hacían. Entonces vi que los grupos de niños pueden aprender a usar la computadora e internet por sí mismos, en ese entonces era un descubrimiento, hoy lo sabemos. Aún así ¿qué más podían hacer? ¿Para qué la usarían? Para aprender, para escuchar música, y lo que empiezan a hacer después de 4 o 5 meses cuando tienen acceso público: empiezan a hacer preguntas”, dijo ante un auditorio de 5,000 personas.

“Fue entonces que descubrí, y eso no le gusta a muchos, que los grupos de niños sin supervisión pueden aprender (casi) todo por sí mismos.”

Ese experimento derivó en otro, denominado SOLE (siglas en inglés para Ambiente de aprendizaje auto organizado), el cual desplegó en escuelas del Reino Unido. En él puso 5 computadoras con pantalla grande a disposición de 20 niños, quienes formaban equipos de forma autónoma, y se les hace una pregunta. El doctor repitió el experimento durante su visita a México: “Hoy trabajé con niños de 11 años en una escuela mexicana y les pregunté ‘¿los árboles pueden comunicarse?’ y me dijeron ‘no’, les dije ‘qué tal si les doy 20 minutos para investigar si es cierto’, y después ellos ‘sí’, y entones preguntaron ‘¿tienen cerebro?’”

“Podemos dirigirlos hacia un plan de estudio determinado o a preguntas grandes, lamentablemente nuestro sistema educativo está diseñado al revés”, dijo el académico británico, y advirtió que nada de esto funcionará “a menos que cambiemos nuestro sistema de evaluación, que tiene más de 100 años, estamos preparando a los niños para oficinas que existían hace un siglo.”

Mitra enfatizó que él evalúa a los niños de manera diferente. “¿Qué tal si permitimos el uso de internet dentro del aula? En Inglaterra se horrorizaron ‘Pero van a responder todo!’, me dijeron, pero ¿no es acaso lo que queremos?”

El conferencista reconoció que aún no sabe cómo será el mecanismo de evaluación, pero sí que internet jugará un rol vital. “¿Cómo es que el internet no está en nuestro salón de clases?, en él radica el futuro de la educación.”

Por supuesto, ese enfoque aplica a la educación básica, pero aún así el físico asegura que las universidades y escuelas de educación superior deben replantear sus enfoques. “Si yo hubiera estudiado ingeniería eléctrica en los 70 ¿podría aún decir que soy ingeniero eléctrico cuando buena parte del conocimiento que adquirí es obsoleto?”.

El académico reconoce que aún falta mucho por descubrir y que sus enfoques no son definitivos, pero advierte que, independientemente de si sus teorías son atinadas o no, “no cometamos el grave error de imponer a nuestros hijos los métodos obsoletos que nosotros padecimos”.
Ver más
PODEMOS: ¿QUIÉN ENGAÑA A QUIÉN?

“HAY QUE ALEJARSE DE LA EDUCACIÓN COMO PROCESO DE DOMESTICACIÓN”

Entrevista de Esther Sánchez (El País) a Claudio Naranjo: reivindica el conocimiento de uno mismo para curar los males del mundo.

Claudio Naranjo, reconocido psiquiatra chileno, mantiene a sus 83 años un discurso firme y una mirada inquisitiva. Este año, para su sorpresa, le nominaron para el Premio Nobel de la Paz. No se lo dieron, algo que le sorprendió aún más. Un sabio contemporáneo, profesor de universidad en Chile e investigador en la Universidad de Berkeley (California), que ha dedicado su vida a conocer y entender los males de la personalidad. Habla de bondad, de conocerse a uno mismo, intuición, amor, como puntos claves para curar al mundo. Regresó a Madrid para presentar el libro La vida y sus enseñanzas , en el que su autor, Javier Esteban, desgrana las experiencias del largo camino andado.

¿Lleva mucho tiempo conocerse a uno mismo?

A mí me ha costado toda una vida y ha sido larga por suerte. Pero he llegado a ser una persona feliz cuando yo era un individuo marcado por el descontento.

¿Cómo ve la actual situación del mundo?

El mundo ha descuidado el factor humano, mientras que se presta atención al aspecto financiero, económico, ideológico... Por supuesto, la pobreza material es muy grave, pero no se habla de la pobreza interior que nos acompaña. Pobreza en amor, en conocimiento de uno mismo, espiritual, en todo lo que nos hace humanos.

Quizá tenga algún remedio.

Tenemos que crear una educación nueva, que incluya los conocimientos de psicoterapia y de la vida espiritual de las distintas escuelas. Hay que alejarse de la educación como un proceso de domesticación del individuo y que, en la actualidad, es sobre todo intelectual e ir hacia una vida enfocada en la virtud. No hablo de cánones moralistas que nacen de normas que prohíben porque el poder lo dice así. La virtud verdadera es una bondad que surge de nuestros actos, cuando estamos en orden, cuando estamos sanos. Falta lo emocional, la intuición, el amor, el instinto.

En España estamos viviendo un momento de partidos políticos nuevos que piden una mayor participación ciudadana.

Yo tuve conciencia de lo que pasó aquí, en la Puerta del Sol, y entiendo que todo ese movimiento era un darse cuenta colectivo. Si sirvió de algo es para hacer explícito que hay una gran parte de la población que apoya el cambio. Porque lo importante no son tanto las soluciones, sino tomar conciencia de lo que no sirve.

Para el cambio educativo se necesitan profesores con determinada formación. Usted ha creado la escuela Searchers After Truth (SAT).

La educación debería dedicarse a formar personas reales, tenemos un mundo muy pobre en ese sentido. Yo he desarrollado un método tras 40 años de experimentos. Son cuatro módulos de 10 días, uno al año, en convivencia. El procedimiento que empleamos trata de restituir los vínculos amorosos con mucho autoconocimiento, y ahí le doy un lugar muy especial a la recuperación de la espontaneidad y la libertad instintiva.

En el libro habla sobre la meditación. ¿Qué aporta?

Es como el antídoto a un mal que todos padecemos de perdernos la vida por las prisas, distraídos de nosotros mismos. Por una parte, permite la toma de conciencia de lo que está ocurriendo dentro de uno mismo. Estamos llenos de ideas irracionales y no conocemos la causa. No tenemos conciencia de existir. La gente que despierta recupera ese sentir vibrante. Por otra parte, la meditación permite detenerse, porque siempre estamos yendo a alguna parte. Es como una compulsión que nos da el mundo en el que nos hacemos esclavos de producir para la supervivencia, para mostrar que somos algo o para que nos quieran.

¿Qué opina de la espiritualidad que emana de las religiones?

Las religiones son todas portadoras de un veneno de tener la razón, de estar en posesión de la sabiduría, de la última palabra. Hay un elemento de fanatismo, quizá sean una excepción el budismo o el taoísmo, religiones de anacoretas, para adentro. Pero las religiones sociales son una contaminación de la espiritualidad, nacieron del espíritu, pero se acabaron transformando en una realidad socio política.

El patriarcado es uno de sus grandes argumentos para cambiar el mundo.

Lo patriarcal se resume en la expresión pater familias, que evoca la ley romana, y fue una manera de codificar algo que llevaba años existiendo, que el padre era el dueño de la mujer y de los hijos. Es una ruptura con la democracia a nivel familiar, que ha precedido a todas las desigualdades sociales. El machismo que todavía prevalece es uno de los aspectos del patriarcado.

Fue pionero en la utilización de la ayahuasca, una droga alucinógena.

El primer congreso internacional sobre la ayahuasca lo abrí yo el año pasado. Fui un pionero en Chile en los años sesenta. A mí me parece que es una sustancia muy valiosa para la recuperación de la intuición y abre la posibilidad de tener un guía interno no intelectual. La mayor parte de las personas toma decisiones sopesando los pros y los contras, de forma razonable. Pero hay gente que se siente guiada y eso es un don. Con la ayuahuasca se puede recuperar ese don que debía ser parte de nuestra naturaleza.
Ver más
CÓMO SE VENDE UNA ENFERMEDAD Y SU TRATAMIENTO: EL CASO DEL TDAH EN ESPAÑA

PREDICCIONES EDUCATIVAS PARA EL 2016

Artículo de Jordi Martí. Docente desconcertado que intenta encontrar su lugar en un mundo que no entiende. O que prefiere no entender.

No me dedico a leer las cartas ni, tan sólo tengo programa educativo en cadenas de pago para intuir futuros educativos. No tengo capacidad de saber qué va a pasar en el ámbito educativo pero sí, por suerte, puedo llegar a intuirlo a la vista de lo que está sucediendo en los últimos años. No, no creo que ninguna política “nueva” venga a desterrar modelos obsoletos ni, tan sólo creo que el cambio sea cuestión de siglas o caras rejuvenecidas. Creo que es más cuestión de dinámicas y reduccionismos a realidades cotidianas que no cambian ni las leyes educativas, ni personajes que postulan el cambio desde fuera de las aulas.

¿Qué va a pasar en 2016? Pues puede que se siga en la senda de incorporar la programación en los centros educativos. Quizás se siga con Scratch y algo de robótica con Arduino o, posiblemente -y a la velocidad que va todo el chiringuito 2.0- salga una nueva herramienta “fantástica”, de esas que hacen aún más fácil lo fácil, que sustituya a la anterior. Y respecto a la parte del hardware… lo mismo. Todos los que llevamos el gen frikiTIC tenemos claro que la evolución de la tecnología es imparable y que, por desgracia, lo que prioriza el uso de una tecnología u otra es la campaña de mercadotecnia que lleve detrás.

También apostaría por la aparición de algún nuevo gurú educativo. Quizás se pueda seguir sacando jugo de César Bona y sus maravillosas charlas llenas de anécdotas pero, por desgracia, en un contexto tan cambiante de héroes y villanos como la educación es más que posible que alguien irrumpa en el tablero para destronarle. ¿Será hombre o mujer? Bueno, yo apostaría -me gustaría que así fuera- por lo segundo. Y aquí sí que voy a ser sincero… empiezo a estar un poco harto de que el tema de la innovación lo vendan desde los púlpitos personajes masculinos cuando el tema educativo está en manos de mujeres. ¿Qué hay más en docencia? ¿Hombres o mujeres? Pues simplemente hace falta darse una vuelta por las salas de profesores.

¿A nivel de aula algún cambio? No creo que haya cambios de modelo. Seguiríamos con sillas y mesas organizadas de forma simétrica. Algún atisbo de innovación de francotirador pero, en líneas generales, mantenimiento del mecanismo docente. Aprendizaje dirigido lo llaman algunos. Bueno, póngase el nombre que uno considere. ¿Es malo lo anterior? No, simplemente un modelo que ha ido funcionando relativamente bien para algunos y que perdura por inexistencia de políticas educativas que tomen al sistema de forma global.

Ah, sí… la LOMCE. ¿Qué carajo va a pasar con la LOMCE? Después de lo de ayer no tengo demasiado claro qué va a pasar. Lo que sí que auguro es que, por desgracia, la mayoría de políticos van a jugar al articulado legislativo y no a solucionar los problemas reales de la educación porque, los que trabajamos en el aula tenemos claro que, una ley por mala que sea, es siempre una mota de polvo en un ambiente que se ha barrido demasiado poco. ¿Se eliminarán las reválidas, la religión o desaparecerán los centros concertados? La respuesta a la primera es sí, siempre y cuando pacten esas izquierdas que alguien tilda de izquierdas pero nadie sabe qué son (y no hablo sólo de los “nuevos”) o haya ese gran pacto de Estado que algunos reclaman. Las otras dos cuestiones van a seguir estando en el tapete porque nadie -y aquí sí que me echo una pátina de Sandro Rey- va a eliminar la religión o se va a atrever a tocar el tema de los conciertos educativos. Que lo de la educación es, por desgracia, un negocio que mueve mucho dinero. Muchísmo más que otros sectores más mediatizados.

A nivel de derechos laborales de los docentes barrunto que se volverá a reducir las horas lectivas que se aumentaron con la crisis y, posiblemente, haya convocatorias masivas de oposiciones para contentar a los sindicatos educativos. Eso sí, como siempre, sin ningún tipo de planificación a largo plazo. Bueno, una de las típicas características de este país.

¿Más cosillas? Seguiremos hablando de pruebas PISA, comparándonos con Finlandia y acuñando productos educativos de jerga ininteligible. Algunos docentes de aula se seguirán jubilando a los sesenta (porque la ley no cambiará) y, como siempre, inspectores u otros cargos educativos de nula docencia directa, apurando su jubilación hasta la obligación legal (no conozco ningún inspector que se haya jubilado a los sesenta, ¿por qué será?). Pero lo anterior no es un pronóstico a futuro, es una realidad contrastable que se lleva manteniendo muchos años.

Nada, al final los alumnos sin oler nada diferente, los docentes de aula luchando al margen de la administración y cada vez más cargados de burocracia y la Tierra que siga girando. Porque eso es lo único que está claro porque, si deja de girar, tampoco importará demasiado que yo haya hecho, en este artículo, de futurólogo educativo.
Ver más
LA MEDITACIÓN MEJORA LA NOTA DE LOS ESTUDIANTES Y REDUCE LA VIOLENCIA ESCOLAR Algo grande se está cociendo

UNA EDUCACIÓN DE LO ESENCIAL

Artículo de Francisco Riquelme Mellado. Profesor de Secundaria y Bachillerato en el IES Ruiz de Alda, San Javier. Murcia. Catedrático de Dibujo.



El “problema” de la educación no es distinto al “problema” de la empresa, la política… El tiempo nos pide cambios, nuevas maneras de entender: Asumir y funcionar con nuevos paradigmas

Desde hace más de 20 años estamos asistiendo a descubrimientos en Neurociencias que revelan el funcionamiento de nuestro cerebro y de cómo aprendemos. La relación entre emociones y aprendizaje es directa. Desde la Psicología, hay toda una revolución en marcha que indaga sobre cómo hacer de nuestra vida un proyecto alegre, pleno y comprometido, un proyecto de vida con sentido a través de la Psicología Humanista y la Psicología Positiva en todas sus ramas. El Coaching profesional es un acompañamiento para conseguir éxitos. ¿Por qué seguimos sin aplicar estas investigaciones y prácticas, refrendadas en el aula, para mejorar cómo nos sentimos en ellas y mejorar el ansiado nivel académico de los alumnos?

La educación es el campo que debería ir siempre a la vanguardia, porque es la mayor contribución al avance de una sociedad que se puede hacer.

CONFUNDIMOS EXIGENCIA CON EXCELENCIA: La excelencia no se puede exigir; se consigue cuando proporcionamos las condiciones necesarias para que cada uno, alumnos y docentes, den lo mejor de sí mismos voluntariamente, conscientemente, comprometidos.

NUEVA EDUCACIÓN PARA NUEVOS RETOS: Nunca antes la humanidad ha tenido que afrontar problemas tan globales y trascendentales como en la actualidad. El mundo es una aldea global.Conocemos los grandes problemas de la humanidad, sabemos sus causas y cómo solucionarlos. Pero nos falta lo fundamental: cooperación, entendimiento, empatía, sentido del bien común.

¿Cómo sería vivir eso en el aula, con alegría y positividad?

¿Cómo sería conectar los intereses de los alumnos con lo que damos en el aula?

¿Cómo sería llevar la vida misma al aula y no estar siempre virtualizando o abstrayendo lo que aprenden los niños?

¿Cómo sería conectar los conocimientos fragmentados de las diversas áreas para aportar procesos cognitivos de orden superior a nuestros alumnos?

¿Cómo sería salir del aula para explorar la vida?


Mientras sigamos creyendo que aprender cuesta mucho y que enseñar es agotador mantenemos un viejo paradigma anacrónico que cada vez debilita más a los docentes.

No es que no haya problemas –que los hay y muchos–, pero podemos concebir esos problemas como oportunidades para mejorar.

Desde la madurez hay que pasar de la queja a la creatividad.

Los docentes no nos sentimos escuchados, ni tenidos en cuenta por el sistema educativo.

En nuestra relación con nuestros alumnos, nos sentimos presionados y presionamos a su vez.

Olvidamos que el encuentro entre personas puede ser una oportunidad para pasar del conflicto a la cooperación, a mirarnos a los ojos y descubrir que todos compartimos ese anhelo profundo de ser felices y plenos.

Todos los seres humanos portamos ese anhelo, y hay que reconocerlo en la escuela, hay que vivirlo en ella.

INSTRUCCIÓN NO ES EDUCACIÓN: Los docentes no necesitamos más formación, necesitamos conectar con nuestra propia sabiduría. Y eso mismo es lo que necesitan nuestros alumnos.

Necesitamos conectar las capacidades intelectivas adquiridas con la mirada compasiva del corazón que es:

Presencia en el aula que nutre emocionalmente.

Mirada que enviste de grandeza al alumno y refuerza su autoestima y concepto de sí mismo.

Liderazgo para afrontar los retos de la vida (no los académicos) desde una relación horizontal y la cooperación entre iguales.

Acompañamiento para la germinación de los talentos, capacidades y valores que ya porta el alumno internamente.


Sólo así la educación puede pasar de ser mera instrucción que introduce en los alumnos un conocimiento ajeno, a una herramienta para revelar los tesoros internos, aportar sentido, significado, madurez y plenitud; para que nuestros niños y jóvenes puedan construir un futuro acorde para todos, conectando con sus propias potencialidades, con su propia sabiduría interior.

Así las aulas pueden convertirse en espacios donde docentes y alumnos disfruten descubriendo lo mejor de sí mismos y celebrarlo, ponerlo en valor para mejorar el mundo.

Y esto mismo se puede aplicar a los padres en el liderazgo familiar. Ya no sirve el sistema de creencias y los métodos con los que fuimos criados nosotros. La sociedad y el mundo han cambiado tan rápido que hemos de formarnos y aprender, para que el ser padres no sea una carga que padecer sino una alegría que vivir en el hogar, como centro nutricio emocional que acoge niños felices al mundo y cuyas alas no se podrán cortar, porque han venido con la promesa de cambiarnos a todos y cambiar el mundo tal y como lo conocemos.

RECONOCER Y APOYAR UNA NECESARIA EDUCACIÓN: Si queremos respetar y apoyar a los docentes en una necesaria revolución respetuosa para una educación que no corte las alas del futuro…

PODEMOS:

1-Reconocer nuestro valor como padres y reconocer la dedicación de los docentes. Reconocerse y apoyarse.

2-Como sociedad valorar el papel de los padres y docentes, regulando la disponibilidad de tiempo de calidad entre padres e hijos.

3-Las familias han de ser puestas en valor de toda la comunidad. Su bienestar es el de todos.

4-No sólo recordar los deberes, también garantizar los derechos.

5-Aligerar la presión académica para cumplir determinados objetivos.

6-Hacer más lento los aprendizajes. Se impartirán menos contenidos pero se aprenderán para toda la vida desde la experimentación y la vivencia, desarrollando procesos cognitivos más complejos y ricos.

7-Favorecer la convivencia respetuosa y reconocer la diversidad, apoyando para que los centros educativos sean gestantes de relaciones humanas sanas cuya moneda de cambio sea el respeto y la cooperación.

8-Procurar espacios adecuados para el juego creativo y la exploración.

9-Permitir el error en el aprendizaje, alentar el atrevimiento.

10-Evitar imponer en educación sistemas basados en otros objetivos y valores que no sea el desarrollo integral de nuestros niños y jóvenes, su felicidad; por encima de intereses políticos o económicos.

11-Evitar tratar la Educación con una visión heredada de sistemas políticos, sociales o económicos que la deforman o limitan.

12-Dar voz a los niños y jóvenes, que ellos formen parte activa de la gestión de los centros y las aulas (corresponsabilidad).

No cortemos esas alas en nuestras casas ni en nuestras aulas, dejémoslas volar respetuosamente. Veamos en los ojos de nuestros alumnos el brillo y la belleza de esas promesas que están por venir al mundo. Ellos no han venido a repetir esquemas, han venido a crear otros nuevos y necesarios.

En mi aula tengo una frase que me sigue inspirando cada día desde que empecé esta aventura de Ser docente. Nunca imaginé que yo iba a ser el que más aprende en el aula.

“Un espíritu libre NO debe aprender como esclavo“
(Roberto Rosellini)
Ver más
Concurso de Filosofía La educación cuántica

¿Y DÓNDE ESTÁ LA CALIDAD?

Artículo de Gonzalo Larenas. Licenciado en Letras y Literatura, Gestor Cultural, Profesor Universitario, Columnista, Librepensador y Latinoamericano.

Nuestros empleados públicos, y con esto me refiero a nuestras autoridades democráticamente electas, no están haciendo bien su trabajo, no están cumpliendo con sus labores y están poniendo en riesgo el futuro de miles de niños y jóvenes que hoy ven con cierta desconfianza su camino.

Últimamente me siento como John Travolta en los memes que se han hecho populares en las redes sociales, donde lo muestran en una escena de la aclamada película de Tarantino, Pulp Fiction, dando vueltas sin entender lo que está pasando en ese momento a su alrededor, es que parece que se nos olvidó hablar de un tema fundamental en el conflicto de la educación en Chile; el de la calidad, concepto que simplemente desapareció. No estoy en contra de la gratuidad, pero creo que ese no es el fondo del tema. Lo esencial en la discusión, lo que de verdad lograría cambios a largo plazo con beneficios directos para el desarrollo nacional, es mejorar la calidad de la educación, partiendo por darle la importancia necesaria a la educación de párvulos, y seguir hasta la acreditación real de los posgrados en todas las universidades. Un seguimiento, mirando un cambio por lo menos a 30 años, una generación completa, pensando en el futuro y no en las próximas elecciones. Cuando tengamos solucionado ese primer problema, veamos entonces la forma.

En una disparatada película ochentera llamada “¿Y dónde está el piloto?”, se burlaban porque de un momento a otro, los pasajeros de un avión, no tenían quien piloteara, comenzando entonces una seguidilla de ridículas situaciones y personajes que intentan sin éxito, tratar de solucionar la emergencia, lo que no difiere mucho de nuestra situación, con políticos peleando entre ellos, preocupados de intereses electorales y no nacionales, autoridades improvisando, gobierno y oposición atacándose, como hormigas asustadas, dándose golpes en la cabeza sin avanzar. Mientras tanto toda una población se une a esta ridiculez, poniéndose a favor o en contra según su tendencia política familiar, y así vemos una escena que perfectamente podría haber estado en la citada película, donde no existe un norte ni un liderazgo que ordene esta caótica situación. Entonces aparecen un par de personas que sin entender lo que pasa y volviendo a la imagen de Travolta, hablan de calidad en la educación, generando un nuevo personaje que no deja de ser gracioso en esta comedia, el que quiere encarrilar el tema, pero que nunca es escuchado, mientras esquiva zapatos y personas que salen volando del set.

En algún momento pensé en ir a reportar a la calidad en la educación a la PDI, por presunta desgracia, pero creo que iría demasiado lejos en mi urgente necesidad de golpear la mesa y terminar con este ordinario show, protagonizado por autoridades que poco saben del tema en profundidad, en conjunto de una comunidad pendiente de este reality show barato, sin tampoco entender bien de qué se trata todo esto.

Para hablar en serio sobre educación, debemos volver atrás, cuando la educación pasó a ser prioridad en la agenda pública, no gracias a nuestras autoridades, sino a los propios estudiantes, quienes preocupados por su futuro, levantaron la voz para generar cambios radicales en nuestra forma de enfrentar los problemas.

Reagrupemos los temas, volvamos a generar interés y no risa al hablar de reformas educacionales, dejemos los intereses personales y partidistas de lados, aunque suene utópico en un ambiente rodeado de corrupción, y pensemos en soluciones prácticas, levantando la cabeza y viendo como en el mundo los países con mejor educación, se han enfrentado a estas temáticas.

Es absurdo querer seguir en las “vías del desarrollo”, combatiendo temas como la pobreza, la desigualdad y la delincuencia sin mejorar la calidad de la educación, sin una educación pre escolar potente, dejando de lado las, hasta ahora, guarderías, donde jardines infantiles y colegios se transforman en un lugar donde se hacen cargo del hijo mientras los padres trabajan, aprendiendo poco, con cursos saturados, profesores sobre exigidos, sin tiempo para lo fundamental que es su proceso constante de evaluación y capacitación.

Para mejorar la educación superior, no basta con buscar la gratuidad y exigir acreditaciones nacionales e internacionales. Si entraran a ellas alumnos que vienen de una educación deficiente, donde hay un abismo entre unos y otros, por lo que finalmente si fuese gratuita, serían solo los que vienen de “buenos colegios” quienes podrían seguir las distintas carreras, dejando atrás y acrecentando la deserción de quienes sin base, entran en una lucha quijotesca por sacar adelante sus estudios sin una base sólida. No digo que sea imposible y rescato a los estudiantes que lo logran, pero su sacrificio no es justo, la carrera tiene obstáculos muy distintos para unos y otros. Esto ocurre porque no nos hemos enfocado en el verdadero problema de la educación, porque hemos ridiculizado la problemática, transformándola en un conflicto de colores políticos y no de derechos fundamentales del ser humano, que van mucho más allá de individualismos y de intereses privados.

Nuestros empleados públicos, y con esto me refiero a nuestras autoridades democráticamente electas,no están haciendo bien su trabajo, no están cumpliendo con sus labores y están poniendo en riesgo el futuro de miles de niños y jóvenes que hoy ven con cierta desconfianza su camino. Es nuestra responsabilidad cambiar el actual escenario, proponiendo mejoras concretas que busquen mejoras, sin esperar que los citados malos empleados hagan algo, a ellos deberíamos pasarles la cuenta en las próximas elecciones, y como en cualquier puesto de trabajo normal, poner de patitas en la calle a quien no cumple o lo descubran en actos “poco éticos”.
Ver más
¿QUÉ TIPO DE PENSADOR ERES?

LA CRISIS MUNDIAL DE LA EDUCACIÓN

Artículo de Francisco Cortés Rodas
Director Instituto de Filosofía Universidad de Antioquia


En una de las conferencias dictada en la Universidad de Antioquia, la filósofa Martha Nussbaum señaló que uno de los problemas más graves en las sociedades contemporáneas es la crisis mundial de la educación. Este problema es más serio, dice la filósofa, que la crisis económica del capitalismo, el terrorismo, la migración, porque destruye las bases para que pueda haber el gobierno democrático.

La crisis mundial en la educación es resultado de políticas adoptadas en los últimos años en el proceso de ajuste de las economías nacionales a las exigencias de una globalización económica, orientada básicamente por una concepción del crecimiento, centrada en el lucro. “Si esta tendencia continúa, las naciones de todo el mundo pronto estarán produciendo generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos completos que puedan pensar por sí mismos y criticar la tradición” (Nussbaum).

Los cambios en la educación superior tienen que ver con la necesidad actual de las universidades de conseguir ingresos recurriendo al mercado. Esto es resultado del hecho de que los ingresos obtenidos a través de impuestos no son suficientes para sostener a las universidades. En este sentido, muchos estudiosos de asuntos educativos en Europa, Estados Unidos y América Latina afirman que el modelo convencional de universidades financiadas con fondos públicos, con énfasis en subsidios y bajas matrículas, es insostenible.

Del diagnóstico de esta situación se sigue una nueva idea de universidad, en la que se plantea que las humanidades y las ciencias sociales deben ser progresivamente eliminadas de las universidades. La justificación de esta decisión descansa en una visión sobre los problemas sociales, que se reduce a esto: es necesario cerrar carreras de ciencias sociales y humanidades y abrir áreas que respondan mejor a las necesidades de la sociedad, las cuales se definen por el desarrollo de aquellas ciencias y saberes tecnológicos que le permiten a un país mantener su nivel de competitividad en el mercado global.

En Colombia, este fenómeno de la crisis de la educación se expresa también en una serie de políticas que los últimos gobiernos han buscado imponer. La política de becas doctorales de Colciencias es clara en este sentido. Recordemos que en la última convocatoria de becas de doctorado de Colciencias, de los 189 programas de doctorado que concursaron, solo 40 ganaron y de estos, ninguno de ciencias sociales y humanidades. En Colciencias defendieron esto así: tenemos evidencias científicas de que áreas como ingenierías y ciencias básicas tienen mayor potencial de fortalecer el crecimiento económico. Es más rentable apoyar estas disciplinas que las de ciencias sociales y humanidades. Esta idea es fatal para la educación pública y para la sociedad.

El futuro de nuestra sociedad depende de la posibilidad de crear para todas las personas las oportunidades para el florecimiento en aspectos como la vida, la salud, la integridad física, la libertad política y la educación. Es necesario, dice Nussbaum, defender con más fuerza las humanidades y las artes. Ellas son el fundamento de una vida civilizada.
Ver más
PARTICIPANTE Nº 12: LA INNEGABLE CERTEZA DE LO INCIERTO

EL DURO DISCURSO DE MARTHA NUSSBAUM SOBRE EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN MUNDIAL

La filósofa norteamericana recibió el 10 de diciembre el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Antioquia y pronunció un duro discurso sobre las sociedades que están formando los estados con políticas educativas enfocadas en rentabilidad.

Al recibir el pasado jueves 10 de diciembre el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Antioquia, la filósofa norteamericana Martha Nussbaum pronunció un fuerte discurso contra los gobiernos del mundo y sus políticas de educación enfocadas solamente hacia la rentabilidad.

En el discurso, que ya se perfila como tendencia en Colombia en redes sociales, la filósofa plantea que el mundo se está encaminando hacia “naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad”.

A continuación lea el discurso completo de Nussbaum, colgado en la red por el parque de ciencia y tecnología Explora, de Medellín.

Estamos en medio de una crisis de proporciones masivas y grave importancia mundial. No me refiero a la crisis económica mundial que comenzó en 2008. Al menos entonces todo el mundo sabía que la crisis estaba ahí y muchos líderes mundiales trabajaron rápida y desesperadamente para encontrar soluciones. Tampoco me refiero a la crisis creada por el terrorismo internacional, eso también es reconocido por todos. No, me refiero a una crisis que pasa desapercibida, una crisis que probablemente sea, en el largo plazo, incluso más perjudicial para el futuro del autogobierno democrático: una crisis mundial de la educación. Dado que las democracias del mundo también están siendo desafiadas ahora por cuestiones de migración, terrorismo y comprensión mundial, esta crisis de la educación es potencialmente devastadora para el futuro de la democracia en el mundo.

Cambios radicales se están produciendo en lo que las sociedades democráticas enseñan a los jóvenes, y estos cambios no han sido bien pensados. Ansiosas de lucro nacional, las naciones y sus sistemas de educación, están descartando descuidadamente habilidades que son necesarias para mantener vivas las democracias. Si esta tendencia continúa, las naciones de todo el mundo pronto estarán produciendo generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos completos que puedan pensar por sí mismos, criticar la tradición y entender el significado de los sufrimientos y logros de otra persona. ¿Cuáles son estos cambios radicales? Las humanidades y las artes están siendo eliminadas, tanto en la educación primaria/secundaria como en la técnica/universitaria, en prácticamente todas las naciones del mundo, vistas por los responsables políticos como adornos inútiles, en momentos en que las naciones deben cortar todas las cosas inútiles con el fin de mantener su competitividad en el mercado global, éstas están perdiendo rápidamente su lugar en los planes de estudio y también en las mentes y corazones de padres y niños. De hecho, lo que podríamos llamar aspectos humanísticos de la ciencia y las ciencias sociales - el aspecto creativo imaginativo y el aspecto del pensamiento crítico riguroso - también están perdiendo terreno, debido a que las naciones prefieren perseguir beneficios a corto plazo cultivando habilidades útiles y altamente aplicables, adaptadas a fines lucrativos.

Analicen estos dos ejemplos, ambos tomados de los EE.UU., pero ejemplos similares surgen en Europa, en la India (donde se ha centrado la mayor parte de mi propio trabajo de desarrollo), en el resto de Asia, en Australia y por supuesto en América Latina - en todas partes donde los políticos ven la educación sobre todo, como un medio para promover el crecimiento económico.

En el otoño de 2006, la Comisión sobre el Futuro de la Educación Superior del Departamento Educación de los Estados Unidos, encabezada por Margaret Spellings, Secretaria de Educación del gobierno Bush, dio a conocer su informe sobre el estado de la educación superior en la nación: El liderazgo a prueba: Un Mapa del Futuro de la Educación Superior en los Estados Unidos. Este informe contenía una valiosa crítica a la desigualdad en el acceso a la educación superior; no obstante, su contenido se centraba completamente en la educación para beneficio económico nacional. El texto apuntaba a las deficiencias en materia de ingeniería, ciencia y tecnología, mas no a la investigación científica en esos campos, sino al aprendizaje de conocimiento aplicado, que sirve para generar velozmente estrategias destinadas a la obtención de renta. Las artes, las humanidades y el pensamiento crítico casi brillan por su ausencia. Al omitirlos, el informe daba a entender que no habría problema alguno si esas capacidades quedaran en el olvido para dar lugar a otras disciplinas de mayor utilidad. (El gobierno de Obama, por desgracia, no ha cambiado este énfasis.)

En 2013, Pat McCrory, gobernador recientemente electo del estado de Carolina del Norte, hablando en un programa conservador de la televisión nacional, dijo que su plan era "ajustar mi currículo de educación a lo que las empresas y el comercio requieren para darle empleo a nuestros hijos", y luego dijo que los cursos tradicionales de humanidades, por esa razón, ya no recibirían fondos. Señaló la filosofía y los estudios de la mujer como dos áreas inútiles y que no serían financiadas. McCrory realmente no tiene poder para decidir lo que se financia, no sin respaldo legislativo; y claramente ignoraba nuestras estadísticas de empleo recientes, que muestran que el desempleo entre los estudiantes de ciencias informáticas es mayor que entre los estudiantes de humanidades; aún así, sus palabras reflejan una opinión generalizada.

Hay cientos de historias como ésta y oigo nuevas cada día. Dado que el crecimiento económico es buscado tan ansiosamente por todas las naciones, se han planteado muy pocas preguntas, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, acerca del rumbo de la educación y, con ella, de la sociedad democrática. Con el afán de la rentabilidad en el mercado global, están en peligro de perderse valores preciosos para el futuro de la democracia.

El afán de lucro sugiere a los políticos más preocupados que la ciencia y la tecnología son de crucial importancia para la salud futura de sus naciones. No debe haber ninguna objeción a una buena educación científica y técnica, y no sugiero que las naciones dejen de tratar de mejorar en este sentido. Mi preocupación es que otras habilidades, igualmente cruciales, están en riesgo de perderse en el frenesí competitivo, habilidades cruciales para la salud interna de cualquier democracia, y para la creación de una cultura mundial decente, capaz de abordar de manera constructiva los problemas más apremiantes del mundo. Estas habilidades están asociadas con las humanidades y las artes: la capacidad de pensar de manera crítica; la capacidad de trascender las lealtades locales y acercarse a los problemas mundiales como un "ciudadano del mundo"; y la capacidad de imaginar comprensivamente la situación del otro.

Plantearé mi argumento siguiendo el contraste que ya he sugerido con mis ejemplos: entre una educación que produzca lucro y una educación para una ciudadanía más incluyente. Para pensar en educación para la ciudadanía democrática, tenemos que pensar en qué son las naciones democráticas y por qué luchan. ¿Qué significa entonces para una nación avanzar, mejorar su calidad de vida? Por una parte, significa simplemente aumentar su Producto Interno Bruto per cápita. Esta medida del logro nacional ha sido durante décadas el estándar utilizado por los economistas del desarrollo en todo el mundo, como si se tratara de un buen indicador de la calidad de vida general de una nación. La meta de una nación, dice este modelo de desarrollo, debe ser el crecimiento económico: sin preocuparse por la distribución y la igualdad social, ni por las precondiciones de la democracia estable, ni por la calidad de las relaciones de raza y de género, ni por la mejora de otros aspectos de la calidad de la vida de un ser humano, como la salud y la educación. Una señal de lo que este modelo obvia es el hecho de que Sudáfrica bajo el apartheid solía disparar los índices de desarrollo a lo más alto. Había una gran cantidad de riqueza en la antigua Sudáfrica, y el viejo modelo de desarrollo recompensaba ese logro (o buena fortuna), haciendo caso omiso de las impactantes desigualdades distributivas, el brutal régimen del apartheid y las deficiencias educativas y de salud que iban con él.

Este modelo de desarrollo ya ha sido rechazado por importantes pensadores del desarrollo, pero sigue dominando una gran cantidad de formulación de políticas. A los defensores del viejo modelo les gusta afirmar algunas veces que la búsqueda del crecimiento económico por sí sola genera las otras cosas buenas que he mencionado: salud, educación, política y libertad religiosa. Por ahora, sin embargo, al examinar los resultados de estos experimentos divergentes, hemos descubierto que el viejo modelo realmente no genera las cosas buenas que proclama. La libertad política y religiosa no realizan un seguimiento del crecimiento, como lo ha demostrado al mundo el impresionante éxito de China, tampoco los logros en salud y educación están, por ejemplo, claramente correlacionados con el crecimiento económico, como podemos ver en los estudios de campo comparativos de los diferentes estados de la India producidos por los economistas Amartya Sen y Jean Drèze.

¿Qué tipo de educación sugiere el viejo modelo de desarrollo? La educación para el crecimiento económico necesita de habilidades básicas, alfabetización y aritmética. También necesita que algunas personas tengan habilidades más avanzadas en ciencias de la computación y tecnología, a pesar de que la igualdad de acceso no es extremadamente importante: una nación puede crecer muy bien, mientras que la población rural pobre sigue siendo analfabeta y sin recursos básicos de informática, mediante la formación de una élite técnica que haga el estado atractivo para los inversionistas extranjeros. Los resultados de este enriquecimiento no alcanzan a mejorar la salud y el bienestar de la población rural pobre, y no hay razón para pensar que el enriquecimiento requiera educarlos adecuadamente. Ése fue siempre el primer y más básico problema con el paradigma PNB/cápita del desarrollo: se deja de lado la distribución, y puede dar una alta calificación a naciones o estados que contienen desigualdades alarmantes. Esto es muy cierto de la educación: Dada la naturaleza de la economía de la información, las naciones pueden aumentar su PNB sin preocuparse demasiado acerca de la distribución de la educación, siempre y cuando creen una élite competente en tecnología y negocios.

Después de eso, la educación para el crecimiento económico necesita, tal vez, una familiaridad muy rudimentaria con la historia y con los hechos económicos - por parte de las personas que van a pasar la educación primaria en primer lugar, quienes probablemente sean una élite relativamente pequeña. Pero se debe tener cuidado no sea que la narrativa histórica y económica lleve a cualquier pensamiento crítico serio acerca de la clase, acerca de si la inversión extranjera es realmente buena para la población rural pobre, acerca de si la democracia puede sobrevivir cuando se obtienen estas desigualdades tan enormes en oportunidades vitales básicas. Así que el pensamiento crítico no sería parte importante de la educación para el crecimiento económico.

He hablado sobre el pensamiento crítico y sobre el papel de la historia. Pero ¿qué pasa con las artes, tan a menudo valoradas por educadores progresistas democráticos tanto en naciones occidentales como no occidentales? Una educación para el crecimiento económico, en primer lugar, despreciará estos aspectos de la formación de un niño, ya que no parecen conducir directamente al crecimiento económico. Por esta razón, en todo el mundo, los programas de artes y humanidades, en todos los niveles, están siendo eliminados a favor del cultivo de los programas técnicos. Pero quienes educan para el lucro harán más que ignorar las artes, les temerán. Ya que una afinidad cultivada y desarrollada es un enemigo particularmente peligroso de la torpeza, y la torpeza moral es necesaria para llevar a cabo programas de enriquecimiento que ignoren la desigualdad. Hablando de la educación en la India y Europa, Tagore dijo que el nacionalismo agresivo necesita nublar la conciencia moral, por lo que necesita gente que no reconozca al individuo, que hable jergas de grupo, que se comporte y vea el mundo como los burócratas dóciles. El arte es el gran enemigo de esa torpeza, y los artistas no son los servidores confiables de ninguna ideología, incluso uno simplemente bueno - ellos siempre piden que la imaginación vaya más allá de sus límites habituales, para ver el mundo de nuevas maneras. La famosa universidad de Rabindranath Tagore en la India (fundada en 1928), Visva-Bharati, "Todo el Mundo", se basó en las artes y las humanidades, porque él quería crear la base para una nueva nación en la que la comprensión amable de las diferencias conformaría la política y en la que las naciones formarían parte de una comunidad global cultivada. Su idea era un experimento radical; es muy poco usual hoy en día con los políticos apuntando al éxito nacional. Por lo tanto, quienes educan para el crecimiento harán campaña en contra de las artes como ingredientes de la educación básica. Este asalto se está llevando a cabo en todo el mundo.

¿De qué otra forma podríamos pensar en el tipo de nación y el tipo de ciudadano que estamos tratando de construir? La principal alternativa al modelo basado en el crecimiento en los círculos internacionales de desarrollo, y con el que he estado asociada, se conoce como el paradigma de Desarrollo Humano. De acuerdo con este modelo, lo que importa son las oportunidades, o "capacidades" que cada persona tiene, en áreas clave que van desde la vida, la salud y la integridad física hasta la libertad política, la participación política y la educación. Este modelo de desarrollo reconoce que cada persona posee una dignidad inalienable que debe ser respetada por las leyes y las instituciones. Una nación decente, como mínimo, reconoce que todos sus ciudadanos tienen derechos en estas y otras áreas, y elabora estrategias para poner a la gente por encima del nivel umbral de oportunidades en cada una. Este modelo encaja bien con las aspiraciones que se persiguen en las constituciones de muchos países modernos. A pesar de que los Estados Unidos se diferencia de muchos en no brindar protección constitucional de los derechos económicos y sociales, el modelo de desarrollo humano todavía corresponde con la antigua idea americana de que un gobierno sólo es legítimo si da a sus ciudadanos oportunidades para disfrutar de "La vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad."

Si una nación quiere promover ese tipo de democracia humana, sensible a las personas, una dedicada a la promoción de oportunidades para "la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad" para todos y cada uno, qué habilidades necesitará producir en sus ciudadanos. Por lo menos las siguientes parecen cruciales:

· la capacidad de deliberar bien acerca de los problemas políticos que afectan a la nación, para examinar, reflexionar, discutir, y debatir, sin deferir de la tradición ni de la autoridad
· la capacidad de pensar en el bien de la nación como un todo, no sólo del propio grupo local, y para ver la propia nación, a su vez, como parte de un orden mundial complicado en el que problemas de muchos tipos requieren de una deliberación transnacional inteligente para su resolución
· la capacidad de preocuparse por la vida de otros, de imaginar lo que las políticas de muchos tipos significan en cuanto a las oportunidades y experiencias de uno de sus conciudadanos, de muchos tipos, y para la gente fuera de su propia nación.

Antes de que podamos decir algo más acerca de la educación, sin embargo, necesitamos entender los problemas que enfrentamos en el proceso de hacer de los estudiantes ciudadanos democráticos responsables que posiblemente implementen un plan de desarrollo humano. ¿Qué hay en la vida humana que hace que sea tan difícil sostener las instituciones democráticas igualitarias, y tan fácil caer en jerarquías de varios tipos - o, peor aún, en la hostilidad de proyectos de grupos violentos? Sean cuales sean estas fuerzas, en última instancia es contra ellos que la verdadera educación para el desarrollo humano debe luchar: por lo que deben, como lo he planteado, siguiendo las ideas de Mohandas Gandhi, comprometerse con el choque de civilizaciones dentro de cada persona, como el respeto por los demás se enfrenta a la agresión narcisista.

El choque interno se puede encontrar en todas las sociedades modernas, en diferentes formas, ya que todas contienen luchas por la inclusión y la igualdad, ya esté el centro neurálgico de estas luchas en los debates sobre la inmigración, o en la reconciliación de las minorías religiosas, raciales y étnicas, o en la igualdad de género o en la discriminación positiva. En todas las sociedades, también, hay fuerzas en la personalidad humana que militan contra el reconocimiento mutuo y la reciprocidad, así como fuerzas de compasión que dan a la democracia un fuerte apoyo.

Entonces, ¿Qué sabemos hasta ahora sobre las fuerzas de la personalidad que se oponen a la reciprocidad democrática y al respeto? En primer lugar, sabemos que la gente tiene un alto nivel de respeto a la autoridad: el psicólogo Stanley Milgram demostró que los sujetos experimentales estaban dispuestos a administrar un nivel muy doloroso y peligroso de descarga eléctrica a otra persona, siempre y cuando el científico de guardia les dijera que lo que estaban haciendo estaba bien - incluso cuando la otra persona estaba gritando de dolor (que, por supuesto, fue falsificado por el bien del experimento). [1] Solomon Asch, anteriormente, mostró que los sujetos experimentales están dispuestos a ir en contra de la clara evidencia de sus sentidos cuando todas las otras personas a su alrededor están haciendo juicios sensoriales que se encuentran fuera del objetivo: su investigación muy rigurosa y confirmada tantas veces muestra el servilismo inusual de los seres humanos normales frente a la presión de grupo. Tanto el trabajo de Milgram como el de Asch han sido usados de manera efectiva por Christopher Browning para iluminar el comportamiento de jóvenes alemanes en un batallón de policía que asesinó Judios durante la era nazi. [2] Tan grande fue la influencia tanto de la presión de grupo como de la autoridad en estos jóvenes, que muestra, que los que no lograban convencerse a sí mismos de disparar a los Judios se sentían avergonzados de su debilidad.

Pero otra investigación demuestra que la gente de apariencia normal está dispuesta a involucrarse en comportamientos que humillen y estigmaticen si su situación está configurada de una manera determinada, poniéndolos en un papel dominante y mostrándoles que los otros son sus inferiores. Un ejemplo particularmente escalofriante implica niños en edad escolar cuyos profesores les dan a entender que los niños con ojos azules son superiores a los niños con ojos oscuros. Sobreviene un comportamiento jerárquico y cruel. El profesor entonces da a entender que ha habido un error y que de hecho los niños de ojos oscuros son superiores y los de ojos azules inferiores. El comportamiento jerárquico y cruel simplemente se invierte: los niños de ojos marrones parecen no haber aprendido nada del dolor de la discriminación. [3] Quizás el experimento más famoso de este tipo es el de Philip Zimbardo en la prisión de Stanford, en el que se encontró que los sujetos a los que se les asignaron al azar los roles de guardia de la prisión y preso comenzaron a comportarse de manera diferente casi de inmediato. Los prisioneros se hicieron pasivos y depresivos, los guardias usaron su poder para humillar y estigmatizar. Creo que este experimento fue mal diseñado de numerosas maneras, y es por lo tanto menos concluyente: por ejemplo, Zimbardo dio instrucciones elaboradas a los guardias, diciéndoles que su objetivo debía ser inducir sentimientos de alienación y desesperación en los prisioneros. [4]

Otra investigación sobre la repulsión, acerca de la que he pensado escribir un libro sobre el papel de la repulsión en la desigualdad social, muestra que la gente está bastante incómoda con los signos de su propia animalidad y mortalidad: la repulsión es la emoción que vigila la frontera entre nosotros y otros animales. En casi todas las sociedades, no es suficiente mantenernos libres de contaminación por productos de desecho corporal que son en el lenguaje de los psicólogos, "recordatorios animales." En cambio, las personas crean grupos subordinados de seres humanos que son identificados como repugnantes y contaminantes, diciendo que son sucios, malolientes, portadores de enfermedades y así sucesivamente. Se ha trabajado mucho en cómo figura esa actitud en el antisemitismo, el racismo, el sexismo y la homofobia.

¿Qué más sabemos? Sabemos que estas fuerzas cobran mucho más poder cuando la gente es anónima o no se reconoce un responsable. Las personas actúan mucho peor bajo el abrigo del anonimato, como partes de una masa sin rostro, que cuando están vigilados y deben rendir cuentas como individuos. (Cualquiera que haya violado el límite de velocidad, y luego ralentizado al ver un coche de policía en el espejo retrovisor, sabrá cuán generalizado es este fenómeno.) En segundo lugar, las personas se comportan mal cuando nadie levanta una voz crítica: los sujetos de Asch aceptaron el juicio erróneo cuando todas las otras personas a las que consideraban compañeros en el experimento (y que estaban realmente trabajando para el experimentador) coincidían en el error; pero si una sola persona decía algo diferente, se sentían libres para seguir su propia percepción y juicio. En tercer lugar, la gente se comporta mal cuando los seres humanos sobre los que tienen poder están deshumanizados y des-individualizados. En una amplia gama de situaciones, la gente se comporta mucho peor cuando el "otro" se representa como un animal, o sólo como portador de un número en lugar de un nombre. Al pensar en cómo podríamos ayudar a los individuos y a las sociedades a ganar el choque interno de civilizaciones en cada persona, haríamos bien en pensar cómo utilizar estas tendencias para nuestro beneficio.

La otra cara del choque interno es la capacidad creciente de los niños de ser compasivos, de ver a otra persona como un fin y no como un simple medio. Como lo ha demostrado el psicólogo Paul Bloom, niños de tan sólo un año de edad tienen la capacidad de tomar la perspectiva de otra persona - pero en un primer momento esta capacidad se utiliza para controlar los movimientos de los demás, especialmente de los padres. Sin embargo a medida que pasa el tiempo, si todo va bien, los niños sienten gratitud y amor hacia seres distintos que apoyan sus necesidades, y por lo tanto llegan a sentir culpa por su propia agresión y verdadera preocupación por el bienestar de la otra persona. A medida que la preocupación se desarrolla, conduce a un deseo cada vez mayor de controlar la propia agresión: el niño reconoce que sus padres no son sus esclavos, sino seres independientes con derecho a sus propias vidas. Estos reconocimientos son típicamente inestables, ya que la vida humana es un asunto incierto y todos sentimos ansiedades que nos llevan a querer más control, incluyendo el control sobre otras personas. Aquí es donde la educación es crucial: una buena educación puede llevar a los jóvenes a sentir genuina compasión por las necesidades de los demás, y puede conducir a verlos como personas con derechos iguales a los suyos.

Ahora que tenemos una idea del terreno en el que opera la educación, podemos volver a las ideas que he mencionado antes, diciendo algunas cosas provisionales e incompletas, pero aún radicales en la actual cultura mundial, acerca de las habilidades que una buena educación cultivará. Me centraré en la educación universitaria, pero por supuesto estas habilidades necesitan ser cultivadas a partir de una edad mucho más temprana.

Antes de comenzar, quiero abordar una objeción que sin duda ya está en sus mentes: "¿Pero qué hay de conseguir un trabajo?" Las familias hacen sacrificios para la educación superior, y quieren garantías de que sus gastos darán lugar a oportunidades de empleo. Ya he dicho que, de hecho, al menos en los EE.UU., a los estudiantes de humanidades les va muy bien en el mercado laboral y mejor que a los estudiantes de ciencias de la computación. Pero yo no quiero basar mi argumento en las vicisitudes del mercado. Aquí puedo decir que tenemos motivos para estar muy orgullosos de la sabiduría inherente al modelo estadounidense de educación superior. En la mayoría de países del mundo, el estudiante debe elegir un solo tema en el ámbito universitario y pasar todo el tiempo en él: así, ya sea toda la literatura o ninguna literatura, ya sea toda la filosofía o ninguna filosofía. Teniendo en cuenta esa elección extrema, no es de extrañar, en el entorno económico actual, que muchos padres y jóvenes se aparten de las humanidades - a pesar de la evidencia de que los empleadores valoran realmente las habilidades que producen - e incluso de la parte teórica de la ciencia - y se aferran más estrechamente a estudios preprofesionales. Pero los EE.UU., junto con Corea del Sur, Escocia, y, en parte, los Países Bajos, y junto con un número creciente de nuevas universidades en muchos otros países, toma un camino diferente. Ofrecemos una educación que involucra un tema importante, que a menudo, aunque no siempre, será entendido como preparación para una carrera. Pero combinamos esto con un componente de artes liberales, que está pensado como preparación para la ciudadanía y la vida. El modelo de artes liberales ha sido bien desarrollado en América Latina principalmente por distinguidas universidades jesuitas, que han reconocido desde hace tiempo el valor del estudio de la filosofía y otras humanidades a nivel universitario. Pero las universidades públicas no siempre han seguido este ejemplo. Esperemos que aquí en Colombia, donde hay un interés entusiasta por la filosofía, esta distinguida universidad asuma el liderazgo en la defensa de una preparación rica para la ciudadanía.

Tres valores son particularmente cruciales para una ciudadanía democrática decente. El primero es la capacidad Socrática de autocrítica y pensamiento crítico acerca de las tradiciones propias de cada uno. Como sostiene Sócrates, la democracia necesita ciudadanos que puedan pensar por sí mismos, en lugar de deferir a la autoridad, que puedan razonar juntos sobre sus opciones en lugar de simplemente negociar sus argumentos y contra-argumentos. Él se comparó a sí mismo con un tábano en la parte posterior de la democracia, que comparó con "un noble, pero lento caballo": estaba picándolo para que se despertara y llevara a cabo su negocio de manera más responsable. El pensamiento crítico es particularmente crucial para la buena ciudadanía en una sociedad que tiene que luchar a brazo partido con la presencia de personas que difieren según la etnia, la casta, la religión y profundas divisiones políticas. Sólo tendremos la oportunidad de un diálogo adecuado que atraviese fronteras si los ciudadanos jóvenes saben cómo participar en el diálogo y la deliberación en primer lugar. Y sólo sabrán cómo hacerlo si aprenden a examinarse a sí mismos y a pensar en las razones por las que son proclives a apoyar una cosa en lugar de otra - en lugar de, como sucede a menudo, ver el debate político simplemente como una forma de jactarse, o conseguir una ventaja para su propio lado. Cuando los políticos traen propaganda simplista a su manera, ya que los políticos de todos los países tienen una manera de hacerlo, los jóvenes sólo tendrían esperanza de preservar su independencia si saben cómo pensar críticamente sobre lo que escuchan, poniendo a prueba su lógica e imaginando alternativas para la misma. Los estudiantes expuestos a la instrucción en pensamiento crítico aprenden, al mismo tiempo, una nueva actitud frente a los que no concuerdan con ellos. Aprenden a ver a quienes no están de acuerdo no como enemigos a ser derrotados, sino en cambio, como personas que tienen razones para lo que piensan. Cuando se reconstruyen sus argumentos, puede resultar que incluso compartan algunas premisas importantes con su propio "lado", y ambos entenderán mejor de donde vienen las diferencias. Podemos ver cómo esto humaniza al "otro" político, haciendo que la mente vea al oponente como un ser racional que puede compartir por lo menos algunos pensamientos con el propio grupo.

La idea de que cada uno asuma la responsabilidad de su propio razonamiento e intercambie ideas con otros en un ambiente de respeto mutuo a la razón, es esencial para la resolución pacífica de diferencias, tanto dentro de un país como de un mundo cada vez más polarizado por el conflicto étnico y religioso. Es posible, y esencial, fomentar el pensamiento crítico desde que se inicia la educación. Sin embargo, durante la formación universitaria se puede enseñar con nueva sofisticación y rigor, a través de cursos de ética filosófica y el estudio minucioso de grandes textos tales como los diálogos de Platón que muestran el valor de esta capacidad y desafían a los estudiantes a participar en el mismo.

Consideremos ahora la importancia de esta habilidad para el estado actual de las democracias pluralistas modernas rodeadas de un potente mercado global. En primer lugar, podemos reportar que, incluso si sólo estuviéramos apuntando al éxito económico, no sólo a corto sino a largo plazo, los principales pensadores de negocios han hecho énfasis en que los ejecutivos entiendan bien la importancia de crear una cultura corporativa en la que voces críticas no sean silenciadas, una cultura tanto de la individualidad como de la rendición de cuentas. Por estas razones, China y Singapur, que por cierto no están buscando producir ciudadanos democráticos, han tenido recientemente reformas educativas masivas para introducir un pensamiento mucho más crítico en todos los niveles del currículo - a pesar de que no se muestran contentos cuando el pensamiento crítico se filtra en el ámbito político.

Pero nuestro objetivo, lo he dicho, no es simplemente el crecimiento económico, así que dirijámonos ahora a la cultura política. Como he dicho, los seres humanos son propensos a estar al servicio de la autoridad y la presión de grupo; para prevenir atrocidades necesitamos contrarrestar estas tendencias, produciendo una cultura de disidencia individual. Asch encontró que cuando una sola persona en su grupo de estudio defendió la verdad, otros le siguieron, por lo que una voz crítica puede tener grandes consecuencias. Al hacer hincapié en la voz activa de cada persona, también promovemos una cultura de rendición de cuentas. Cuando la gente ve sus ideas como su propia responsabilidad, es más probable, también, que vean sus obras como su propia responsabilidad. La "Vida examinada" de Sócrates despierta la conciencia moral.

La segunda característica clave del ciudadano democrático moderno, diría yo, es la capacidad de verse a sí mismo como miembro de una nación y un mundo heterogéneos, entender algo de la historia y el carácter de los diversos grupos que lo habitan. El conocimiento no es garantía de buen comportamiento, pero la ignorancia es una garantía virtual de mal comportamiento. Estereotipos culturales y religiosos simples abundan en nuestro mundo, por ejemplo, la ecuación simplista del Islam con el terrorismo, y la primera manera de comenzar la lucha contra estos es asegurarse de que desde una edad muy temprana los estudiantes aprendan una relación diferente con el mundo. Ellos deben entender poco a poco las diferencias que entorpecen la comprensión entre grupos y naciones y los intereses y necesidades humanas compartidas que hacen esencial la comprensión, si se busca resolver problemas comunes.

Esta comprensión del mundo promoverá el desarrollo humano sólo si él mismo se inculca buscar el pensamiento crítico, el pensamiento que se centra en cómo las narrativas históricas se construyen, la forma en que pueden estar sesgadas y lo difícil que es ordenar pruebas dispersas. La historia se impartirá con un ojo puesto en pensar críticamente sobre estas cuestiones. Al mismo tiempo, las tradiciones y las religiones de los grupos principales en la propia cultura y en el mundo, se enseñarán con el fin de promover la comprensión de la complejidad y variedad de creencias y prácticas. Esta es una buena manera de llegar a ver a las personas que sostienen una posición religiosa o política menor no como formas inminentes de amenaza, sino como seres humanos plenos que tienen razones complejas para lo que hacen, y que merecen respeto aún si estamos de acuerdo con ellos o no.

En términos curriculares, estas ideas sugieren que todos los estudiantes universitarios deben aprender los rudimentos de la historia del mundo y deben tener una comprensión rica y no estereotipada de las principales religiones del mundo, y luego deben aprender a indagar con mayor profundidad en al menos una tradición desconocida, adquiriendo de esta manera herramientas que luego pueden utilizar en otros lugares. Al mismo tiempo, deben aprender sobre las grandes tradiciones, mayoría y minoría, dentro de su propio país, centrándose en la comprensión de cómo las diferencias de religión, raza y género han sido asociadas con diferentes oportunidades de vida. Todos, en fin, deben aprender bien al menos una lengua extranjera, así: al ver que otro grupo de seres humanos inteligentes ha cortado el mundo de otra manera, que toda traducción es interpretación, le da al joven una lección esencial de humildad cultural. Estoy muy impresionada con el énfasis en el aprendizaje de idiomas en el plan de estudios de la universidad, y me gustaría que universidades estadounidenses hicieran tanto énfasis.

La tercera habilidad del ciudadano, estrechamente relacionada con las dos primeras, es lo que yo llamaría la imaginación narrativa. [5] Esto es la capacidad de pensar en lo que podría ser estar en los zapatos de una persona diferente de uno mismo, ser un lector inteligente de la historia de esa persona, y comprender las emociones y los deseos y los anhelos que ese alguien podría tener. Como he observado, la imaginación moral, siempre bajo el asedio del miedo y el narcisismo, es propensa a entorpecerse, si no se refina enérgicamente y se cultiva a través del desarrollo de afinidad y preocupación. Aprender a ver a otro ser humano no como una cosa sino como una persona completa, no es un logro automático: debe ser promovido por una educación que refine la capacidad de pensar acerca de lo que puede ser la vida interna de otro - y también para entender por qué no es posible captar plenamente ese mundo interior, por qué una persona es siempre hasta cierto punto un enigma para el otro. Esta capacidad brinda un apoyo crucial tanto al pensamiento crítico como a la ciudadanía mundial. Se promociona, sobre todo, a través de la enseñanza de la literatura y las artes. Al igual que con el pensamiento crítico, aquí también: el cultivo de la imaginación es esencial no sólo para la ciudadanía, mi énfasis en esta charla, sino también para el crecimiento económico a largo plazo. Si la gente aprende sólo para aplicar las habilidades aprendidas de memoria, no van a ser capaces de innovar. La innovación necesita imaginaciones capacitadas. Por esta razón, una vez más, China y Singapur, interesados principalmente en el crecimiento, han reformado recientemente su sistema educativo para incluir mucho más el arte y la literatura. Pero al pensar en cómo pueden florecer las democracias, podemos ver que necesitamos las artes y las humanidades de manera más urgente, ya que la comprensión amable entre los grupos es tan esencial.

Las artes pueden cultivar la simpatía de los estudiantes de muchas maneras, mediante el compromiso con diferentes obras de literatura, música, bellas artes y danza. Pero el pensamiento tiene que ofrecerse según los que sean los posibles puntos ciegos de cada estudiante, y los textos se deben elegir en consecuencia. Ya que todas las sociedades tienen en todo momento sus puntos ciegos particulares, grupos dentro de su cultura y también grupos en el extranjero que son especialmente propensos a ser tratados con ignorancia y torpeza. Las obras de arte pueden ser elegidas para promover la crítica de esta torpeza, y una visión más adecuada de lo oculto. El gran novelista afro-americano Ralph Ellison, en un ensayo posterior sobre su clásica novela El Hombre Invisible, escribió que una novela como la suya podría ser "una balsa para la percepción, la esperanza y el entretenimiento" en el que la cultura estadounidense podría "sortear los inconvenientes y remolinos "que se interponen entre nosotros y nuestro ideal democrático. Su novela tiene la "visión interna" del lector de blanco como su tema y su objetivo. El héroe comienza diciendo que él es invisible para la sociedad blanca, pero dice que esta invisibilidad es un defecto imaginativo y educativo de su parte, no un accidente biológico propio: su "visión interna" requiere cultivo; y Ellison, obviamente, pensaba que su novela podría ser una parte de ese cultivo. A través de la imaginación podemos tener una especie de visión de la experiencia de otro grupo o persona que es muy difícil de lograr en la vida diaria - en particular cuando en nuestro mundo se han construido separaciones claras entre los grupos, y las sospechas que hacen difícil cualquier encuentro. Parte de la idea de Ellison era que habitar en el mundo interior de un personaje de raza diferente sería una poderosa manera de minar la repulsión, la cual era una gran parte del racismo estadounidense, con sus prohibiciones en los comedores compartidos, fuentes de agua potable y piscinas, por no hablar de la prohibición de matrimonios interraciales. La empatía es un tipo de intimidad mental con el otro, y una herramienta de gran alcance hacia el cambio de comportamiento.

Hagamos un balance. ¿Cómo están las capacidades de la ciudadanía en el mundo de hoy? Muy mal, me temo. El tipo de educación que recomiendo va razonablemente bien donde lo estudié por primera vez, concretamente en los currículos de secundaria y universidad en la parte de artes liberales de los Estados Unidos. De hecho, es esta parte del plan de estudios en instituciones como la mía, que atrae en particular el apoyo filantrópico, porque los ricos recuerdan con placer el tiempo cuando leían libros que les encantaban, y perseguían cuestiones no concluyentes. Ahora, sin embargo, hay una gran tensión. En el New York Times, el presidente de la Universidad de Harvard, Drew Faust informa que la crisis económica ha reforzado la imagen de que el valor de un título universitario es en gran parte instrumental, y que los líderes universitarios están abrazando cada vez más un modelo de mercado en su misión, en consecuencia, reduciendo las artes liberales. En una reciente visita a Stanford, me encontré con que las artes liberales son un gran problema allí, gracias a la preferencia por la capacidad técnica que es endémica de la cultura de Silicon Valley - pero instigados, creo, por los errores cometidos por varias generaciones de administradores, que han alimentado la ansiedad de los padres y los estudiantes por puestos de trabajo con fines de lucro en lugar de una ciudadanía responsable.

Fuera de los EE.UU., muchas naciones cuyos planes de estudio universitarios no incluyen un componente de artes liberales están ahora luchando para construir uno, ya que reconocen su importancia en la elaboración de una respuesta pública a los problemas de pluralismo, miedo y sospecha que sus sociedades enfrentan. He estado involucrada en este tipo de discusiones en muchos países, y el hecho de que mi libro sobre la educación liberal esté traducido actualmente en veinte idiomas es muy emocionante para mí; sin embargo, es difícil decir si se producirá una reforma en dirección a las artes liberales ya que hay muchas presiones en la otra dirección.

Así que las universidades del mundo tienen grandes méritos, pero también grandes retos y problemas en aumento. Los políticos tienden a tener imaginación a corto plazo, y no están pensando bien, a menudo, sobre lo que es necesario para crear democracias estables y fructíferas.

¿Qué vamos a tener, si estas tendencias continúan? Naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad en el mercado global magnifica estas deficiencias, produciendo una torpeza codiciosa y una docilidad técnicamente capacitada que amenazan la vida misma de la democracia y ​​que sin duda impiden la creación de una cultura mundial decente.

Si el verdadero choque de civilizaciones es, como creo, un choque dentro de la persona individual, todas las sociedades modernas están perdiendo rápidamente la batalla, ya que se alimentan las fuerzas que conducen a la violencia y la deshumanización y dejan de alimentar las fuerzas que conducen a cultivar la igualdad y el respeto. Si no insistimos en la importancia crucial de las humanidades y las artes, éstas se desplomarán, porque no generan dinero. Sólo hacen algo que es mucho más valioso que eso, hacen un mundo en el que vale la pena vivir, las personas que son capaces de ver a otros seres humanos como personas llenas, con pensamientos y sentimientos propios que merecen respeto y simpatía, y naciones que son capaces de superar el miedo y la sospecha en favor del debate comprensivo y motivado.
Ver más
Presentación Pensar en ser rico

NECESIDAD DE UN NUEVO MODELO EDUCATIVO PARA LATINOAMÉRICA

Artículo de Sergio Tobón (Centro Universitario CIFE, México)

Estamos ante grandes cambios socioeconómicos a nivel mundial, los cuales son rápidos, caóticos y contienen muchos elementos de incertidumbre. Se ha pasado en pocas décadas de la sociedad industrial a la sociedad de la información, por la emergencia, en los años setentas, de las tecnologías de la información y la comunicación, acompañado este proceso en las ciencias sociales y humanas por la generación del paradigma del procesamiento de la información. En la actualidad prima la búsqueda, organización, producción y empleo de la información en tareas y actividades, y muchas veces la información es el fin en sí mismo,con poca responsabilidad frente a la calidad de vida. De allí la necesidad de construir un nuevo tipo de sociedad: la sociedad del conocimiento (Binimelis, 2010; Colás, 2003), donde el fin sea la mejora real de las condiciones de vida de las personas, su bienestar, el tejido social y la sustentabilidad ambiental, identificando y resolviendo los problemas mediante el trabajo conjunto de todos. Esto implica la gestión y co-creación del conocimiento en diversas fuentes, con responsabilidad frente a la tierra patria, trascendiendo así la información.

Si el reto es construir sociedades del conocimiento en las comunidades y organizaciones, entonces los enfoques y modelos educativos construidos en las últimas siete décadas deben ser replanteados porque fueron propuestos en otro contexto histórico: la sociedad industrial y su paso a la sociedad de la información. Esto sucede con propuestas tales como el conductismo, el cognitivismo y el constructivismo (Siemens, 2005) que se centran en el aprendizaje como un proceso de cambio (ya sea de conductas o de la cognición). En su momento, fueron un referente clave para pensar en la reforma de la educación, y ayudaron a los directivos, docentes y tomadores de decisiones para implementar mejoras en la educación. Sin embargo, en la actualidad son propuestas bastante limitadas para afrontar los nuevos retos en la formación de los ciudadanos.

En Latinoamérica, la educación está en crisis porque no es un derecho que posean todos con calidad y no se ajusta a los retos de la sociedad del conocimiento. Las reformas que se vienen dando desde los años 90 se han quedado en mejorar algunos componentes y brindar más de lo mismo, sin realizar las innovaciones y transformaciones necesarias (Aguerrondo y Vaillant, 2015). Para ello se requiere cuestionar los supuestos tradicionales de base, como también los enfoques y modelos educativos de referencia, que generalmente han sido traídos de otros contextos. Se necesitan enfoques y modelos educativos contextualizados en la región, respaldados en líneas de investigación sólidas, que brinden la visión y los ejes claves para transformar la educación desde lo profundo, y superen el tradicionalismo que sigue vigente a pesar de las reformas. Este tradicionalismo se caracteriza por tener procesos curriculares por asignaturas, contenidos y evaluaciones basadas en pruebas, con énfasis en actividades formales y academicistas en el aula, dejando de lado lo afectivo, el proyecto ético de vida y el trabajo social, entre otros aspectos.

Se requiere un nuevo modelo educativo en Latinoamérica, con políticos que tengan una visión clara del proceso y sean responsables frente a los retos, buscando que la formación se oriente a las necesidades de vivir en la sociedad del conocimiento, con acciones puntuales para hacer frente a la violencia, la pobreza, la injusticia, la inequidad, la falta de calidad de vida, la corrupción y la contaminación. El nuevo currículo debe entretejer los saberes teóricos y culturales de diversos campos, partiendo de las características del ser latinoamericano, sin dejar de lado los puntos en común con toda la humanidad. Debe ser sencillo e involucrar en su construcción y aplicación a los líderes sociales, empresarios, organizaciones comunitarias, los medios de comunicación, los investigadores educativos y las familias, con flexibilidad, manejo de la incertidumbre, resolución de problemas y colaboración.

Para tener un nuevo modelo educativo en Latinoamérica que aborde la diversidad en la unidad, se requieren enfoques o propuestas pedagógicas contextualizadas a los procesos socioeconómicos y culturales de la región, como en su momento lo fue la pedagogía de Paulo Freire y el movimiento de la escuela nueva, con orientación a la generación de sociedades del conocimiento. Un ejemplo de ello es la socioformación, una propuesta que se viene construyendo de manera colaborativa entre docentes, expertos e investigadores de varios países latinoamericanos. Se centra en la formación integral en un contexto social, asumida como un derecho más que como un servicio, a partir de la realización de proyectos para resolver los problemas comunitarios, donde intervienen los docentes, los directivos, los pares, la sociedad y los padres mediante actividades conjuntas y articuladas (Tobón, González, Nambo, & Vázquez, 2015).

Referencias:

Aguerrondo, I., y Vaillant, D. (2015). El aprendizaje bajo la lupa: Nuevas perspectivas para América Latina y el Caribe. Panamá: UNICEF.

Binimelis, H. (2010). Hacia una sociedad del conocimiento como emancipación: una mirada desde la teoría crítica. Argumentos, 23(62), 203-224.

Colás, P. (2003). Internet y aprendizaje en la sociedad del conocimiento. Revista Científica de Comunicación y Educación (Comunicar), 20, 31-35.

Siemens, G. (2005). Connectivism: A Learning Theory for the Digital Age. International Journal of Instructional Technology, and Distance Learning, 2 (1).

Tobón, S., Gonzalez, L., Nambo, J. S., y Vazquez Antonio, J. M. (2015). La socioformación: un estudio conceptual. Paradigma, 36(1), 7-29.
Ver más

IMAGEN DEL MÁNDALA EPISTEMOLÓGICO A TODO COLOR

REPLANTEAR LA EDUCACIÓN. ¿HACIA UN BIEN COMÚN MUNDIAL?

Esta publicación es una exhortación al diálogo. Se inspira en una visión humanística de la educación y el desarrollo, basada en el respeto de la vida y la dignidad humana, la igualdad de derechos, la justicia social, la diversidad cultural, la solidaridad internacional y la responsabilidad compartida en relación al futuro sostenible.

El grupo de expertos de alto nivel, creado por la Directora General de la UNESCO con objeto de repensar la educación en un mundo en rápida transformación, ha completado ya su labor. Sus conclusiones se recogen en la publicación Replantear la educación: ¿Hacia un bien común mundial?, que esta disponible en inglés, francés, español y árabe. En el texto se propone que consideremos la educación y el conocimiento como bienes comunes mundiales, a fin de reconciliar el propósito y la organización de la educación en tanto que empresa colectiva en un mundo de creciente complejidad.

La publicación es un primer paso para alentar el diálogo político entre las redes asociadas de la UNESCO, incluyendo las Comisiones Nacionales, las Cátedras UNESCO, centros UNESCO y organizaciones no gubernamentales.

Los cambios del mundo actual se caracterizan por niveles nuevos de complejidad y contradicción. Estos cambios generan tensiones para las que la educación tiene que preparar a los individuos y las comunidades, capacitándolos para adaptarse y responder. Esta publicación contribuye a replantear la educación y el aprendizaje en este contexto. Parte de una de las tareas principales que tiene encomendada la UNESCO como observatorio mundial de las transformaciones sociales y tiene como objetivo fomentar los debates públicos sobre políticas.
Ver más
IMAGEN DEL MÁNDALA EPISTEMOLÓGICO A TODO COLOR

EL RETO DE LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI (Crisis radical de valores)

Artículo de opinión escrito por Rogelio Álvarez Vicente
(Universidad Autónoma de Chile)
Evaluado y aceptado en la Revista Iberoamericana de Educación, ISSN: 1681-5653, n.º 58/3 – 15/03/12


Ante las numerosas conquistas protagonizadas por la humanidad durante los siglos XIX y XX, el hombre debe alejarse de aquellas que afectan de alguna manera a su dignidad. Es necesario realizar una criba ética que cuide los valores que hoy, más que nunca, se muestran en crisis; proceso que debe suponer la reflexión y el diagnóstico de la situación, necesarios para dirigir un nuevo rumbo. En el despuntar del siglo XXI, son frecuentes, incontables más bien, las situaciones en las que por causas económicas, religiosas, hedonistas o de otra naturaleza el hombre humilla o aniquila a sus congéneres. Se trata de una situación que debe preocuparnos a todos, pero sobre todo a los docentes que debemos no solo transmitir conocimientos teóricos sino también valores que procuren el respeto por el ser humano.

En la actualidad, nos encontramos ante una encrucijada vital, pues si bien el avance de las comunicaciones, los imperativos de la economía, el auge de los transportes imponen la globalización, al mismo tiempo, el ser humano necesita reconocerse formando parte de una comunidad, sentir sus raíces (UNESCO, 1986). La educación debe colaborar en la solución de este dilema para despejar toda angustia vital o pesimismo esencial en la sociedad. Debe dotar al alumno de los instrumentos necesarios para desarrollarse y encontrar un lugar en la sociedad, pero sin olvidarse de la propia personalidad, de su espíritu solidario, crítico, de independencia de opinión. Se habla incluso (Camps, 1999) de que se debiera volver al planteamiento griego de identificar ética y política pues supondría el fortalecimiento de los valores que afirman el sentimiento de pertenecer a una comunidad y por lo tanto a no buscar tan solo los intereses personales.
.
Ver más

IMAGEN DEL MÁNDALA EPISTEMOLÓGICO A TODO COLOR

UNICEF PROPONE "REINVENTAR" LA EDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA

Los sistemas escolares en América Latina y el Caribe no se adaptan a los cambios y no ayudan a la inclusión, según un informe de Unicef en el que propone "reinventar" la educación poniendo el acento en "aprender" más que en "enseñar".

"El Aprendizaje Bajo la Lupa: Nuevas perspectivas para América Latina y el Caribe", difundido hoy, concluye que los niños y adolescentes de la región no disfrutan del derecho a "una educación inclusiva, equitativa y de calidad" que promueva "oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos".

Esa meta, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es difícil de alcanzar con "un sistema escolar que no se ajusta a los modelos actuales de aprendizaje, profundiza las grandes brechas y no contribuye a una educación equitativa y de calidad para todos los niños, las niñas y los adolescentes", dice Unicef.

Aunque en enseñanza primaria se ha logrado una cobertura casi universal en la región, y en preescolar y la secundaria básica se ha llegado a niveles de más del 60 % y de un 70 %, respectivamente, el acceso al nivel secundario superior es significativamente menor (50 %) y el último ciclo de educación postsecundaria es accesible a una cantidad muy reducida de jóvenes, según datos de la Cepal.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calculó en 2011 que el rezago educativo le cuesta a la región más de USD 9 000 millones, señala el informe. "La educación en América Latina tiene que dar el salto hacia el siglo XXI y emprender nuevas estrategias de las que dependen el crecimiento económico, la cohesión social y la integración cultural", afirma Unicef.

El documento elaborado por la oficina regional de Unicef asegura que las últimas décadas han demostrado que la "asistencia a la escuela no equivale a aprendizaje y que la escolarización no es garantía de una preparación suficiente y adecuada para enfrentar competentemente los desafíos que conlleva la sociedad del conocimiento".

Además de no garantizar un adecuado aprendizaje, los sistemas educativos de la región "enfrentan un reto importante en relación al acceso ya que, pese al aumento en la tasa de escolaridad en la región, más de 21 millones de niños y adolescentes están fuera del sistema escolar o en riesgo de dejarlo".

Por eso, para Unicef, la escuela debe "rediseñarse y debe transformar sus sistemas de aprendizaje hacia un sistema que busque un aprendizaje a lo largo de toda la vida, con un enfoque centrado en el estudiante y los aprendizajes".

Esta transformación implica la creación de ambientes de aprendizaje que sean realmente eficaces, lo que implica que estén "centrados en el estudiante, estructurados y bien concebidos, profundamente personalizados y muy sensibles a las diferencias individuales y de grupo, en particular de los estudiantes más vulnerables, ya sea porque están en situación de pobreza o pertenecen a una minoría étnica".

Unicef destaca la necesidad de diseñar "una nueva alternativa tomando en cuenta las características propias de la región en la que los recursos económicos son restringidos y la base cultural de la población es heterogénea".

"Es necesaria una mutación, un cambio de paradigma permanente en la educación, que permita superar la exclusión educativa", agrega.

En el informe Unicef identifica cuatro casos "inspiradores para la búsqueda de mejores oportunidades de aprendizaje para todos los niños, niñas y jóvenes de América Latina y el Caribe".

Se trata de las Comunidades de Aprendizaje basadas en Relación Tutora, en México; Escuela Nueva, en Colombia; el Aprendizaje en Servicio, que opera en varios países de la región, y los cursos masivos y abiertos en línea de Uruguay, MOOC, por su sigla en inglés.

"La reinvención de la educación es una tarea larga y compleja que requiere aportes desde todos los sectores", concluye el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.
Ver más
IMAGEN DEL MÁNDALA EPISTEMOLÓGICO A TODO COLOR

COLOMBIA, EL SEGUNDO PAÍS QUE MENOS INVIERTE EN EDUCACIÓN POR HABITANTE

Junto a Indonesia comparte la cola del escalafón de países de la OCDE con una inversión de 3000 dólares, mientras Luxemburgo, Suiza y Noruega son los campeones.

La aspiración del Gobierno de llevar al país a La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) empieza a pesar en cuanto el país empieza a ser calificado dentro de los estándares de la OCDE. Este informe de educación sobre inversión por estudiante nos deja muy mal parados, pues muestra que el camino por recorrer es largo. Según el cuadro de la OCDE, Colombia invierte anualmente USD $ 3.291 por habitante, mientras Luxemburgo aporta 22.545 dólares para asegurar que sus estudiantes tengan la mejor calidad posible.

La gráfica pertenece al informe anual Education at a glance, que la OCDE acaba de publicar.
Ver más