"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

ESOS ALUMNOS QUE NADIE QUIERE…

La educación cuántica

Un artículo de Javier Gallart, profesor de Secundaria.

En todos los institutos (al menos en los públicos) hay un pequeño número de alumnos, a los que todos llamamos “conflictivos” que ningún profesor quiere ni oír de ellos. Son alumnos capaces de destrozarte cualquier clase, capaces de enfrentarse a cualquiera, alumno, profesor, hasta el director, incluso a la policía en casos puntuales.

Luego, uno llega a casa y al enchufar la tele ve, en el programa de “Hermano Mayor”, como un joven de 20, 22 años es capaz de destrozar su casa, de insultar a su familia, de ¡PEGAR! a sus propios padres. Y todos nos quedamos horrorizados, no damos crédito, pensamos que jamás eso lo veríamos con nuestros ojos. Y es real, sí, ocurre. Es verdad que son casos extremos, pero da la idea de por dónde anda nuestra sociedad. Cabe preguntarse, ¿qué ha fallado?, ¿quién ha fallado?, ¿qué hemos hecho, o dejado de hacer para llegar a eso?

Cuando analizas estos casos, te das cuenta que siempre acaban contando sobre su desestabilización familiar desde que eran niños (fallan los padres, se separan, no están…) y por otro lado que todo empezó a torcerse de forma definitiva cuando tenían 13, 14 ó 15 años.

¿Qué solución dan los institutos a estos alumnos? Ahora, los profesores ponen amonestaciones tras amonestaciones, castigos y más castigos, así hasta el expediente para perderlos de vista cuanto antes. Y es que, tal y como está montado el sistema no te queda otra.

¿Qué solución da la sociedad? La sociedad, las leyes, de lo único que se preocupan es que estén en los centros. Lo que pase dentro, pues da igual, pero eso sí, si un policía ve a un menor por la calle, en menos de 5 minutos, lo tienes en el centro.

Pues yo creo que nos estamos equivocando. Para mí, si fuéramos capaces de atender a estos alumnos, de darles mucha mayor atención (y cariño) desde la infancia, y sobre todo cuando son adolescentes, estaríamos haciendo una sociedad a corto y a largo plazo mucho mejor. Y para ello, ¿qué hace falta?, pues una verdadera atención a las familias de estos alumnos así como a ellos mismos (lo extiendo a otros menos problemáticos), dotando a los centros escolares e institutos de asistentes sociales, varios y en plantilla, que atendieran de forma profunda cada caso, con estrecha relación con los profesores, psicólogo y equipo directivo del centro, porque los que hay ahora hacen lo que pueden y está demostrado que no tienen efecto. Todos los demás apaños, que si PACG, que si PCPI, que si ACIS, que si FPB, nada de eso tiene efecto si no vamos a la raíz del problema, la atención personal del alumno. Y hacer eso es una tarea dura, lo sé, pero nos evitaríamos que Pedro García A. tuviera que enfrentarse con semejantes monstruos 6 ó 7 años después.

Y otra cosa, no menos importante, haríamos un poco (bastante) más felices a unos alumnos que, en la mayoría de los casos, no son responsables de su conducta y que soportan el desprecio de toda la sociedad.

Por último decir que sí, haría falta una gran inversión en puestos de trabajo, pero les aseguro, que por otro lado nos estaríamos evitando el sueldo de muchos policías en el futuro, porque estaríamos evitando la formación de nuevos delincuentes. Estoy seguro.