"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

LAS ESCUELAS MÁS INNOVADORAS NO NECESITAN TECNOLOGÍA

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Una publicación de Fundación Telefónica muestra que las escuelas logran mejorar sus resultados sin necesidad de tablets ni plataformas online.

Aprender matemáticas al aire libre, resolver los problemas de física a través de un proyecto real con tus compañeros, estar en la misma clase con tres profesores a la vez, tener que exponer un trabajo a las 6 de la tarde, poder entrar y salir del aula sin que el profesor te frene a quedarte, organizar tu horario en función de tus intereses... La nueva tendencia en la educación pasa por modelos sin tecnología. La que hasta este momento era una herramienta imprescindible en los avances aparentes en el mundo de la educación se ha convertido en un instrumento más pero no en el único ni en el exclusivo.

De este modo, la mayoría de las escuelas más innovadoras del mundo no se caracterizan por el protagonismo de las tablets, las pizarras digitales, las apps, las redes sociales y las plataformas online. En la actualidad, muchos centros deben el éxito y los buenos resultados de sus alumnos a sus espacios de aprendizaje (coloridos, abiertos, con presencia de la naturaleza), la organización del aula (donde se puede encontrar una zona de biblioteca, centro de recursos, espacio para trabajo en grupo e individual), la autonomía que dan al alumno (que interviene tanto en clase como el profesor) y la flexibilidad en el horario de clases (muchos centros dan prioridad a las tareas de cada alumno frente al programa de los docentes).

LAS TIC, ¿UN SUSPENSO?

"Lo prioritario no es la tecnología. Hay grandes innovaciones sin tecnología y hay muy malos resultados con tecnología", explica el investigador y psicólogo Alfredo Hernando que presentó la semana pasada en nuestro país la publicación ilustrada Viaje a la Escuela del Siglo XXI. Así trabajan los colegios más innovadores del mundo, un ambicioso proyecto que recoge el viaje realizado por el investigador a lo largo de 9 meses por países de los 5 continentes en busca de lo que denomina las escuelas más innovadoras del mundo.

Una de las metodologías offline que destaca el experto y que todavía es poco popular en nuestro país son los paisajes de aprendizaje. "Es un método para generar aulas donde trabajas de manera distinta con distintos alumnos", explica.

Un caso similar a este sistema emergente que el investigador español destaca es la red de las Escolas Lumiar de Sao Paolo en Brasil. En estos centros latinos los más pequeños eligen su propio horario y el proyecto semanal acompañados por un tutor que les guía día a día. Son responsables de su aprendizaje gracias a mosaicos de actividades interactivas e interdisciplinares sin TIC.

Pero que la tecnología no sea imprescindible no significa que no tenga que tener su espacio en el aula. "Hay una competencia que deben tener los alumnos en el currículum que es la competencia digital. Un alumno con 16 años sabe tener un entorno y una identidad digital. Si yo quiero vender tomates tengo que saber venderlos en el espacio digital", subraya Hernando.

Por esta razón el autor cree que es necesario "introducir quizás de manera transversal o como complemento algunas asignaturas en relación a esto, aunque estamos a un nivel de la sociedad en el que tenemos que empezar a romper esquemas y entender que grandes principios de la escuela tradicional han puesto los pies a los modelos más innovadores que estamos viendo en el mundo".

A pesar de que las TIC han perdido fuerza, "la tecnología ha generado una serie de movimientos pedagógicos que podríamos llamar emergentes como el blended learning que tiene muchas ventajas para los alumnos y que está cosechando grandes éxito en algunos centros como es el caso de Innova Schools en Perú", continúa el autor. Esta metodología consiste en grupos de trabajo, retos, guía del docente y trabajo personalizado o autoaprendizaje a partir de software curriculares siguiendo la narrativa de los videojuegos.

El rol del profesor en este escenario es mucho más importante que en el modelo de trabajo tradicional. En determinados momentos de la jornada, un profesor atiende a 60 alumnos porque la tecnología lo permite: disponen de una tablet conectada a todos los ordenadores con un panel de mando de tres colores desde el que visualizan el progreso de los alumnos a partir de un código de tres colores. De esta forma los docentes se centran en ayudar a los que más lo necesitan en cada momento de aprendizaje.

PÚBLICOS Y CONCERTADOS

Otra de las tendencias que se extraen de la investigación realizada por Alfredo Hernando es que los colegios más innovadores no son privados sino públicos o concertados.

"Todos los colegios que están recogidos o son públicos o son concertados a propósito porque los modelos para demostrar que son eficientes tienen que valer para todas las personas independientemente de donde vengan", explica el español.

En este sentido, "el problema de la enseñanza privada es que puede estar muy bien lo que haga pero no llega a un público real", continúa. En la publicación de Hernando cuatro de los cincuenta centros destacados son españoles y ninguno de ellos privado. Son el Centro de Formación Padre Piquer de Madrid; el colegio Montserrat de Barcelona; el colegio Santa María la Blanca de Madrid, y el centro público Mare de Déu de Montserrat, en la localidad catalana de Terrasa.