"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

DIÁLOGO ENTRE NEUROCIENCIA Y EDUCACIÓN: JOAQUÍN FUSTER-JOSÉ ANTONIO MARINA

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En la revista Participación Educativa del Consejo Escolar de Estado (España) se publica en número de diciembre de 2015 este diálogo que les presentamos.

Joaquín Fuster, investigador del «Semel Institute for Neuroscience & Human Behavior» de la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), es uno de los grandes entre los grandes dentro de la comunidad científica internacional que trabaja en neurociencia. Su impresionante currículum profesional (www.joaquinfuster.com) es imposible resumir sin perder en el proceso algo interesante. El hecho de que sus contribuciones fundamentales a la investigación sobre el cerebro se agrupen en torno a la Neurociencia cognitiva y a la naturaleza y dinámica de las memorias, hace de su colaboración en este número de la revista Participación educativa un privilegio y una oportunidad para, en el contexto español, avanzar en ese diálogo necesario entre neurociencia y educación.

José Antonio Marina es una figura del panorama intelectual español que, por mérito propio, ha logrado situarse en la ‘esfera de las estrellas’ de nuestro universo cultural. Y lo ha hecho sin desconectarse del ámbito de la enseñanza media, de la que profesionalmente procede; de modo que no sólo reivindica, con frecuencia, su condición de profesor y alude a las correspondientes experiencias con sus alumnos, sino que su obra –en tanto que filósofo y ensayista de prestigio– concierne, desde un plano más profundo, a la educación de los jóvenes.

La descripción sintética de su vasto programa de investigación que, recurriendo a sus propias palabras, ‘comienza en la neurología y concluye en la ética’ nos aboca a dos condicionantes de su infatigable labor intelectual que es preciso destacar: su extensísima erudición sobre las problemáticas que aborda y su profundo respeto por los hechos. Se trata por tanto, en el tema que nos ocupa, de la persona adecuada para sostener este diálogo entre un científico y un filósofo sobre una cuestión de tanto interés para el futuro de la educación.

El texto que publicamos, extraído de la correspondencia epistolar entre ambos autores, presenta tan solo el marco de un programa de investigación que, en su opinión, resulta necesario y estimulante para el mundo educativo. Participación Educativa les agradece sinceramente el haber hecho un hueco en sus densas agendas de trabajo para poner, generosamente, su tiempo y su talento a disposición de la comunidad educativa, de las comunidades científicas que trabajan, respectivamente, en neurociencia y en educación, del mundo intelectual hispano-parlante y de la sociedad en general. Dicho marco mira al futuro de una conversación reforzada y rigurosa entre ambas; conversación que, en una suerte de fertilización cruzada, puede contribuir al avance del conocimiento y a la mejora de la educación.

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