"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

QUIÉNES ESTÁN PENSANDO LA NUEVA EDUCACIÓN DE LA ARGENTINA

MATERIALISMO

Un artículo de Martina Rua para LA NACION.

Es posible innovar en la forma en que aprendemos y enseñamos en el siglo XXI. Varios jóvenes expertos en distintas disciplinas tienen la clave para lograrlo.


¿Qué sabe la neurociencia de cómo aprendemos y enseñamos? ¿Puede un videojuego ser la herramienta para desplegar contenidos curriculares y habilidades personales? ¿Está en la creación y la edición colectiva de conocimientos el futuro de los contenidos? ¿Estamos estudiando lo que necesitaremos para afrontar los empleos del 2040?

La investigación educativa muestra que todavía en la Argentina la mayoría de las clases se basan en que los chicos y jóvenes adquieran y repitan conocimiento enciclopédico, al que no terminan de comprender o de encontrarle sentido. Para Melina Furman, bióloga y doctora en Educación, e investigadora del Conicet, la buena noticia es que ya tenemos herramientas para innovar. "Se trata de potenciar a los docentes fortaleciendo su formación con estrategias de enseñanza más activas, con las que puedan reposicionar a los chicos del rol de meros consumidores. La investigación muestra que cuando la escuela se convierte en el centro de la innovación los cambios son auténticos y se sostienen en el tiempo", explica.

Con miradas provenientes de la economía, la neurociencia, el arte, las ciencias computacionales, la educación formal y no formal, entre otras, referentes argentinos hablaron con La Nación revista sobre las múltiples dimensiones que implica innovar en educación. Innovar en el qué (contenidos, programas), en el cómo (técnicas, formatos), en quiénes (estudiantes y docentes) y en un contexto histórico determinado y determinante. Más allá de los diversos abordajes hay cierto consenso: la educación del futuro tendrá que ser flexible, inclusiva, de calidad y adaptable a un paisaje laboral que no cesará de cambiar.

EDUARDO LEVY YEYATI

"La innovación exitosa suele combinar dosis pequeñas de disrupción con una revalorización de lo que hay"

Con 25 años frente a aulas universitarias, aún se fascina con lo dinámica que es la educación. "Cuando creo que aprendí a enseñar algo, me doy cuenta de que el objeto cambió y tengo que volver a entrenarme. La transmisión de conocimiento y experiencia es una de las actividades más esencialmente humanas", dice Eduardo Levy Yeyati, economista, hoy director en el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), presidente de Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y profesor en la UBA, Harvard y la Universidad Torcuato Di Tella. Yeyati está convencido: si la educación no innova, es decir, si no empezamos a pensar al alumno fuera del aula y después de la escuela, no tendremos chance.

¿Qué rol juegan las políticas educativas en relación con la economía presente y futura?

Varios, todos esenciales. Sólo dos ejemplos. Se sabe que el ingreso correlaciona fuerte con el nivel de educación, por lo que el acceso a la educación pública de calidad es el principal instrumento de movilidad social. Una buena educación iguala; una mala genera pobreza y desigualdad. Además, si los jóvenes están bien formados, se suman a la fuerza laboral con empleos productivos y hay más crecimiento. En cambio, si están mal formados, consiguen empleos menos productivos, peor aun, se desalientan. Con una economía mundial que compite en conocimiento, la innovación educativa es nuestra mejor apuesta al crecimiento inclusivo, y tal vez la única.

Sobre cómo debe ser la educación para responder a los empleos del futuro, su única certeza es que deberá ser flexible y adaptable. "Hace unos años se pedían más ingenieros. Los ingenieros son muy necesarios hoy, pero es probable que en diez años las máquinas terminen sustituyendo también mucha de su tarea. Hay que pensar la innovación educativa en el marco de una carrera, cada vez más cerrada, entre educación y tecnología", opina. Eduardo, además, escribe ensayo y ficción (publicó más de cinco libros), toca la guitarra (mal, dice) y ama el cine (tiene un guión que querría dirigir algún día), entre muchos gustos más.

Al pensar en la educación del futuro hace foco en el docente: "Para modernizar la enseñanza hay que modernizar al docente, formándolo y cuidándolo, pidiéndole y dándole más. Lamentablemente, el costo político de este proceso es inmediato y sus frutos son a largo plazo; de ahí que la innovación educativa sea políticamente poco redituable y vaya tan lento". Por ejemplo, modernizar formatos no es eliminar el aula, flexibilizar contenidos no es jubilar a la educación formal. "La innovación exitosa suele combinar dosis pequeñas de disrupción con una revalorización de lo que hay".

Por ejemplo, en educación superior, propone innovar flexibilizando las currículas, acortándolas y combinándolas. Pero también se innova incorporando medios virtuales en la enseñanza y en la evaluación, o convirtiendo a los trabajos prácticos en talleres en los que el alumno se entrene en la aplicación del conocimiento a la solución de problemas. "Un formato como éste pensamos para el Instituto de Innovación que diseñamos para el Ministerio de Desarrollo de la ciudad de Buenos Aires, con la premisa de que la innovación educativa estimule la innovación laboral y productiva", explica Yetati.

¿Cómo se transforma un sistema educativo completo? A partir de esa pregunta Axel Rivas, director del Programa de Educación de Cippec, define todos los días su trabajo. "Hace años que vengo juntando respuestas parciales y contradictorias. Ahora tengo un bosquejo más claro, que cambiará en el tiempo, pero que ya puede comenzar a develarse", dice. Desde Cippec ha impulsado www.las400clases.org, una plataforma de videos educativos para enseñar y aprender. Este año abrirá el Laboratorio de Innovación Educativa para ayudar a desarrollar y juntar el mundo pedagógico y tecnológico, lograr masividad y redistribución justa, las cuatro patas que considera necesarias para apoyar un nuevo modelo de sistema educativo.