"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

LA REVOLUCIÓN DE LAS AULAS DESDE UNA ENSEÑANZA ACTIVA

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Colas de asistentes en el Aula Magna para escuchar al profesor César Bona.

Como aquel docente encarnado en la figura de Fernán Gómez en la “Lengua de las Mariposas”, amante de su profesión, respetuoso con los niños y, sobre todo, rebosante de ingenio en la manera de enseñar. El mediático profesor César Bona llenó el Aula Magna de la Universidad de Jaén —la cola de espectadores salía hasta el exterior y se apelotonaban hasta la entrada— para ofrecer su conferencia “Escuchar para educar”, organizada por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Bona inyectó una dosis de positivismo para afirmar con rotundidad: “La educación pasa por un momento precioso”. Una etapa dorada de la que responsabilizó a aquellos profesionales que se esfuerzan por dar lo mejor de sí. “Durante años, la educación fue denostada, pero ahora se comienza a visualizar el trabajo de muchos maestros anónimos”, recordó César Bona. Seguido y valorado por sus “colegas”, la clave de su éxito se basa en una didáctica que huye de las aburridas clases teóricas, para “revolucionar” las aulas con una enseñanza en la que el alumno es el protagonista. “Ser maestro no es meter datos en la cabeza. Cada vez que entréis en clase debéis ser conscientes de que tenéis una gran responsabilidad, además de un privilegio”, subrayó.

Con una dialéctica atractiva, sazonada de humor y ejemplos directos, el profesor parecía que estuviera empeñado en destruir tópicos asociados a su colectivo: “La gente confunde la vocación con el cariño a los niños. Ser maestro es más actitud que vocación. Lo importante es tener actitud y humor, pues trabajamos con niños, aunque cuando crezcamos nos volvamos unos rancios”.

Apoyado en el título de su conferencia, “Escuchar para educar”, Bona demostró su empatía para recordar que los menores —en la edad que deben de ir obligatoriamente al colegio y al instituto— no tienen alternativa alguna para evitar asistir al centro escolar. “Un adulto que trabaja en un puesto que no le gusta puede buscarse otro, pero el niño no tiene otra opción”, comparó. En su tono optimista, el conferenciante remarcó la importancia de transmitir felicidad a los alumnos. “Somos los referentes que marcarán la vida de los niños”, apuntó César Bona, quien contó su propia experiencia sobre los docentes que le influyeron. De hecho, remarcó su interés hacia el “factor humano” en su enseñanza.

Amante del cine, Bona investigó en este arte para aplicarlo, con gran éxito, en sus clases para niños de Primaria. Incluso, mostró el vídeo que realizó con unos escolares con el que ganó un premio nacional. El maestro también mencionó las dificultades a las que se deben de enfrentar. “Las piedras en forma de padres, de dirección, de Administración o de tus compañeros. Los que te dicen ‘¿crees que eso merece la pena?’. Es muy triste que la felicidad de un niño dependa del profesor que le toque”.