"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

¿CÓMO APRENDEMOS? 6 PRINCIPIOS CIENTÍFICOS QUE TODO PROFESOR CONOCE

Resumen y objetivos de la obra

¿Te has preguntado cómo tu profesor logra que aprendas? Aunque pudiera parecer un proceso casi mágico, el arte de enseñar se sustenta no sólo en el conocimiento del docente y su relación con los estudiantes, sino también en un robusto entendimiento de las ciencias del aprendizaje. Así, cada una de las decisiones que un docente toma mientras desarrolla una clase se alinean con conocimiento basado en la evidencia científica que ha demostrado cómo las personas aprendemos.

¿Quieres saber cuáles son estos principios? De la nota “How People Learn: An Evidence-Based Approach” (“¿Cómo aprenden las personas?: una aproximación basada en la evidencia”) publicada en Edutopia.org recogimos 6 principios científicos que sustentan el aprendizaje de las personas, y que son manejados al revés y al derecho por nuestros profesores ¿Creías que enseñar era sencillo? ¡toma nota!:

1. Los estudiantes aprenden nuevas ideas relacionándolas con lo que ya conocen y luego transfiriéndolas dentro de su memoria de largo plazo. Esto significa que los profesores se aseguran de que los estudiantes tengan –o les proveen- el conocimiento de base necesario para la comprensión de un nuevo contenido. Los estudiantes sin el conocimiento de base adecuado, o que reciben poca orientación o instrucciones, pueden abrumarse rápidamente en la sala de clases.

2. Los estudiantes recuerdan mucho mejor una información cuando le son dadas muchas oportunidades para practicar, pudiendo recuperar información previa relacionada desde su memoria de largo plazo y pudiendo pensar en su significado. Mientras a nadie le gusta la rutina o “pasar y repasar” tareas, las prácticas significativas con contenido pueden cimentar el aprendizaje de los estudiantes y hacerlo más fácil de recordar en el futuro, permitiéndoles hacer frente a desafíos cada vez más complejos. Para ayudar a los estudiantes a enfocarse en el significado del contenido los docentes, por ejemplo, pueden asignarles tareas que requieran una explicación (por ejemplo, aquellas sobre causa y efecto) o imponerles el significado del contenido (por ejemplo, a través del uso de mnemotecnias).

3. Las habilidades de resolución de problemas y el pensamiento crítico son desarrolladas a través de la retroalimentación, y dependen rotundamente del conocimiento de base. Un curriculum secuenciado cuidadosamente puede construir el conocimiento del estudiante durante todo el curso de su desarrollo escolar, posibilitándole resolver problemas cada vez más complejos. Los profesores ayudan también al desarrollo de estas habilidades entregando retroalimentación específica, clara y focalizada en la tarea y en la mejora, en vez de centrarla en el estudiante o su desempeño.

4. Para que los estudiantes puedan aplicar sus habilidades en situaciones nuevas, necesitan comprender profundamente la estructura y el contexto del problema. Esto contrasta fuertemente con el deseo común entre muchos educadores y quienes hacen las políticas públicas de enseñar habilidades de pensamiento aplicables a cualquier situación. La realidad es que uno puede pensar de manera crítica sobre un tema sólo en la medida en que esté bien informado sobre dicho tema. Cuanto más conocimiento tienen los estudiantes sobre un problema específico, más fácil será para ellos reconocer los aspectos importantes de ese problema, y determinar cómo solucionarlo.

5. La motivación de los estudiantes depende de una variedad de factores sociales y psicológicos. Idealmente, los estudiantes estarán motivados por comprometerse con el contenido de un curso porque les fascina y lo disfrutan. Pero la motivación es un fenómeno complejo y depende, entre otras cosas, de si el estudiante se identifica como el tipo de persona perteneciente a una determinada posición académica, o si él cree que su habilidad en una determinada materia puede ser desarrollada con esfuerzo. Afortunadamente, hay una serie de pasos aplicados por los profesores para asegurarse de que sus estudiantes perciben un sentido de pertenencia en clases, y que sus esfuerzos valen la pena.

6. Las ideas erróneas sobre el aprendizaje, mientras prevalezcan en la educación, no deberían determinar cómo el curriculum es diseñado o cómo la enseñanza es entregada. Muchas veces, los profesores tratan (o se les pide) modificar la manera en que enseñan debido a la estilo de aprendizaje de sus estudiante, debido a que es necesario tener en cuenta el dominio del lado derecho o izquierdo del cerebro, o porque el contenido es inapropiado para el desarrollo. Aun así, por familiares que puedan sonar estos conceptos, no existe acuerdo sobre su exactitud o efectividad. Asumir estas aproximaciones puede distraer a los profesores de los principios basados en evidencia que deben guiar su práctica.

Como ves, la enseñanza y el aprendizaje no son algo simple, y en torno a ellos suelen tejerse muchos mitos. Afortunadamente, nuestros maestros -profesionales de la educación- son formados para dejarlos de lado y enfocar su práctica en principios cognitivos bien establecidos y en sus implicaciones para el aula. ¿Los conocías? ¡Te invitamos a comentar con nosotros!
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