"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

MAESTRO EN ESTADO ADOLESCENTE

UNICEN

Un artículo de Joan Moya, profesor de primaria de la concertada.

Si, señores y señoras, a pesar de mis 43 años he de confesarles que debo ser un adolescente dentro del mundillo de la educación. ¿Cuál es el rasgo distintivo de un adolescente? Hay muchos, pero por destacar alguno, diría los repentinos cambios de estado emocional motivados por diferentes acontecimientos…pues bien, en este estado me encuentro.


Los días grises como hoy pienso que cada año que pasa, y supongo que debe ser cosa de la edad, me cuesta más entender, estar a gusto y estar motivado dentro del sistema educativo actual, mi principal argumento es la distancia que intuyo que hay, entre lo que ofrece la escuela a los niños y lo que la sociedad y el futuro les pide o pedirá:

-Una institución que funciona prácticamente con las mismas normas y reglas que casi a principios del siglo pasado.

-Una institución que obliga a llegar todos al mismo punto, aunque se llena la boca de conceptos tales como: Cooperativismo, colaboración, ritmo de crecimiento.

-Una institución tan “obligada” a hacer lo que la burocracia dice, que corta las alas a toda posible iniciativa. Una institución que cierra a menudo las puertas a las familias o al menos no encuentra con acierto la clave que la pueda abrir.

-Una institución indispensable en teoría para todos pero a la vez tan maltratada que a menudo cumple sólo en la función de guardería (del verbo guardar).

-Una institución que depende más de la vocación de algunos que de la profesionalidad de sus “trabajadores”…

Llegado a este punto, algunos me dirán pesimista…

Pero resulta que hay días que como todo adolescente, lo veo todo radicalmente diferente. Veo que cada vez más existen experiencias de escuelas innovadoras que están haciendo muchas apuestas para romper esta situación, escuelas que dan la espalda al currículo hecho por algunos que nunca han pisado una aula y escuelas que, con la firmeza de un equipo de maestros con empuje y unos padres comprometidos, luchan por cambiar la situación (y es cierto, ya he leído varios artículos y he conocido de primera mano algunas experiencias) Cada vez más para bien o para mal la educación se está convirtiendo en tema de interés de muchos y parece que ahora sí, un cambio educativo parece asomarse y vislumbrase en el horizonte. Me uno a esta corriente de aire nueva y disfruto con mi profesión, la mejor del mundo, me motiva aprender de todos y de todo…

Estado adolescente, un día feliz y otro deprimido, un día que percibo que la mayoría de nuestras escuelas seguimos navegando por el mismo río sin más pretensión que procurar no caer y con docentes por nada del mundo querrían ir a contracorriente. Y si, demasiadas veces ya es un mérito no caer, no hace falta quien haga ir de un lado a otro el barco. Pero otros días que me levanto con ganas de comerme el mundo, con ganas de contagiar ilusión, esperanza y fuerzas.

Estaría bien, dar un paso, más, es decir MADURAR, ser consciente que nadar entre dos aguas no es bueno para nadie y menos para uno mismo, que uno ya tiene una edad como para dejar atrás los granos de acné.