"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
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Un artículo de Celia Rodríguez Ruiz, psicóloga y pedagoga.

La niñez y la adolescencia son etapas de desarrollo y de definición de la identidad, inmersos en este proceso a veces los niñ@s y adolescentes tienen malas conductas, tratan de saltarse, o al menos cuestionarse las normas, no hacen caso y pueden meterse en problemas. Estas conductas son algo natural dentro del proceso de desarrollo en el que se encuentran, sin embargo en algunos casos, dichos comportamientos sobrepasan los límites, son demasiados graves y se convierten en un verdadero conflicto para la familia y los educadores. Cuando esto ocurre podemos estar ante un trastorno disocial.


¿Qué es el trastorno disocial?

El trastorno disocial (TD), es recogido en el DSM IV, enmarcado en el epígrafe de “trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador”, siendo definido como un conjunto persistente de comportamientos que evolucionan con el tiempo; se caracteriza por comportamientos en contra de la sociedad (antisociales) que violan los derechos de otras personas, las normas y reglas adecuadas para la edad. Se trata de una forma persistente y reiterada de comportamiento, a través del cual, se violan los derechos básicos de otros o normas sociales. Entre este tipo de comportamientos podemos señalar:

* Peleas frecuentes.

* Intimidaciones.

* Robos

* Crueldad hacía personas o animales.

* Mentiras reiteradas.

* Constantes faltas de asistencia a clase.

* Fugas del hogar.

* Provocaciones, desafíos y desobediencia grave.

Es un trastorno que puede comenzar en la infancia (los síntomas aparecen antes de los 10 años), o en la adolescencia (no aparecen síntomas antes de los 10 años). Si no se trata puede mantenerse en la edad adulta, derivando a lo que se conoce como trastorno antisocial de la personalidad.

Síntomas del trastorno disocial

* Comportamiento agresivo y destructor. Se puede manifestar hacia las personas y animales, sin que exista empatía o sentimiento de culpa o afectación emocional, al menos aparentemente.

* Falsedad y engaño. Que usan para lograr lo que quieren o evitar represalias.

* Violación de reglas y de derechos de los demás. Faltar a clase, bromas pesadas, robos, incendios, etc.

Consecuencias del Trastorno disocial

El trastorno disocial crea un deterioro grave de la actividad social, académica o laboral. Suelen esconder una baja autoestima bajo una imagen de dureza. Muestran poca tolerancia a la frustración, son irritables e imprudentes.

Su rendimiento académico es bajo.

Se puede asociar a otros trastornos, como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, trastornos de aprendizaje, Ansiedad, Trastornos del Estado de Ánimo y Trastornos relacionados con el abuso de sustancias.

Consejos para actuar frente al Trastorno disocial

* Ante las dudas, consulta con un especialista, es un trastorno grave que requiere tratamiento especializado.

* Analiza tu manera de actuar y sirve de modelo. Educa con tu ejemplo, puede que tengamos conductas o actitudes agresivas de las que no seamos conscientes y el niñ@ tienda a imitarlas.

* Establece normas y reglas claras y consensuadas y sobre todo se consecuente con su cumplimiento. Es importante que entiendan que tienen que seguir ciertas normas. No se trata de poner demasiadas normas o ser demasiado estrictos, ya que si lo hacemos así podemos conseguir lo contrario.

* Presta atención a la educación emocional y habilidades sociales. Es importante que desarrolle la empatía y que sea capaz de ponerse en el lugar del otro.

* Deja que se responsabilice de sus actos.