"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

LA FILOSOFÍA ES LA MEDICINA DEL ALMA

educación

Un artículo de Constanza González.

En el ir y venir de nuestra existencia resulta inevitable tener que lidiar con ese lado poco amable de la vida, avasallados por el peso de las experiencias traumáticas queremos alivio, queremos comprender, queremos sanar más allá de la herida invisible.

​¿Dónde buscar alivio para las penas de la vida? Pues bien, según Cicerón es sabio quien con más claridad penetra en la verdad de las cosas, y “la filosofía es la verdadera medicina del alma”.


Ya se busque un respiro momentáneo y un alivio de las preocupaciones de la vida, ¿qué puede compararse con el de aquellos que siempre están investigando algo que mire y valga para la consecución de una vida honrada y feliz?; o ya se quiera tener consideración de la coherencia y de la virtud, o es ésta la ciencia por la cual podamos conseguirla, o no hay ninguna otra. El decir que no hay ciencia teórica de estos máximos problemas, cuando de entre las más pequeñas no hay ninguna que se aprenda sin preceptos, es de personas que hablan sin fundamento y que yerran sobre las cuestiones más importantes. Pero si hay normas seguras para enseñar la virtud, ¿dónde se las buscará si nos apartamos de esta disciplina filosófica? -Cicerón, De los deberes-

De la misma manera, para Marco Aurelio lo único que puede guiarnos en este mundo es la filosofía:

17. ¿Cuál es la duración de la vida del hombre? Un punto en el espacio. ¿La sustancia? Variable. ¿Las sensaciones? Oscuras. ¿Qué es el cuerpo? Futura putrefacción. ¿Su alma? Un torbellino. ¿Su destino? Enigma. ¿Su reputación? Dudosa. En una palabra, todo lo que proviene de su cuerpo es como el agua de un torrente, y lo que dimana de su alma, como un sueño, como el humo. Su vida es un combate perpetuo, un destierro en suelo extranjero; su fama después de la muerte, un olvido absoluto. ¿Qué es, pues, lo único que puede guiarnos en este mundo? Una sola y única cosa: la filosofía. Esta consiste en velar por el genio que reside en nuestro interior, de suerte que no reciba ni afrenta ni heridas, que no se deje arrastrar por los placeres ni por los dolores, que no haga nada a la ventura, que no emplee los embustes ni la hipocresía, que no cuente nunca con lo que otro haga o deje de hacer, que acepte todo lo que suceda o que le corresponda como procedente de su mismo origen y, en fin, que aguarde la muerte con paciencia y no viendo en ella sino la disolución de los elementos que constituyen el organismo de todo ser viviente. Si estos elementos no sufren daño alguno al transformarse perpetuamente de un estado a otro, ¿por qué ha de inspirar la muerte desconfianza y temor? Todo se halla regido por la Naturaleza, luego no hay peligro alguno. Esto ha sido escrito en Carnuta. -Marco Aurelio, Meditaciones-

Tomemos el entendimiento de la filosofía oriental y el conocimiento de la filosofía occidental y busquemos la sabiduría. De Confucio a Foucault han querido ayudarnos a encontrar nuestro camino a través de los desafíos de la existencia. Todos los grandes filósofos y filósofas han querido una vida más sabia, más feliz, no querían esta cultura de hoy donde somos valorados según nuestra utilidad.

Ser un filósofo no consiste en tener pensamientos sutiles meramente, ni en fundar una escuela, sino en amar la sabiduría tanto como para vivirla de acuerdo con sus dictados, para llevar una vida de simplicidad, independencia, magnanimidad y confianza. Consiste en resolver no sólo teóricamente algunos problemas de la vida, sino también prácticamente. -Henry David Thoreau, Walden, La vida en los bosques-