EN DEFENSA DE LA FILOSOFÍA EN LA ESCUELA (1)
Soy profesor de Filosofía. Siempre quise serlo, aunque sólo después de varios años de docencia tuve la oportunidad de encargarme de esta asignatura. Primero pasé por otros campos en el colegio y el instituto. Acompaño con esta reflexión a la recogida de firmas que hay en Change.org en defensa de la filosofía en la escuela. No he encontrado modo mejor. Os invito a firmar encarecidamente.
Cuando empecé, lo hice con la clara voluntad de enseñar a mis alumnos a pensar pensando. Porque pensar es algo que toda persona necesita en su vida. Aunque algunas cuestiones puedan parecer abstractas y lejanas, intento por todos los medios acercarlas a la realidad de mis alumnos del mejor modo que sé. En otras ocasiones opto por sembrar, sin más, sabiendo que con toda probabilidad se enfrentarán a ciertas preguntas a lo largo de su vida. Quizá entonces empiecen a filosofar en serio, abocados a ello por la vida. Confío que lo aprendido hoy sirva del mejor modo para la vida entera de mis alumnos, sean o no conscientes de ello.
En defensa de la filosofía diré:
1 - Que forma parte de la educación integral que deberíamos buscar para todos los alumnos sin excepción. La escuela está moviéndose en unos derroteros peligrosos, a los que no podemos ser ajenos, convirtiéndose delante de nuestras narices en antesala del mundo laboral y olvidando que, mucho antes que servir a empresas y a la riqueza económica de un país, debe ayudar a cada niño y cada joven a crecer buscando realizar en ellos grandes ideales. Lamento también que otras disciplinas estén siendo reducidas a poco o nada por no comprender el gran beneficio que suponen. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
2 - La filosofía educa en el pensamiento, en las ideas. Menospreciarlas es sinónimo de exponernos a lo que otros digan sin criterio alguno. Son las ideas, los imaginarios que generamos, esa cultura con sus presupuestos de los que pocas veces se habla y menos aún se examina, las que mueven el mundo. Sin ideas, dicho de otro modo, vendemos las personas a las ideologías, incapaces de dialogar, incapaces para la búsqueda de algo más que su propio sustento. Ya sabemos de dónde provienen esas ideologías que la sociedad de masas tantas veces aplaude, como podría aplaudir exactamente lo contrario. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
3 - Mis alumnos aprenden a dialogar en clase, y no de cualquier modo. Se puede dialogar, ciertamente, en todas las asignaturas. Pero no creo que todas las asignaturas dispongan, dados sus contenidos, de un objetivo tan claro como el acercamiento entre los alumnos, la búsqueda y examen de razones, la escucha atenta de los argumentos de otros. Forma parte intrínseca de la materia y no podría ser de otro modo. En la filosofía se aprende a discutir racionalmente, a examinar con los medios de la razón, a escuchar también racionalmente a otros. Sin dejar de lado, dicho sea de paso, el descubrimiento de nuestra integralidad, que nos lleva a escuchar también integralmente con otros sentidos que no se reducen a la mera razón y sus límites. Dialogar, algo tan necesario en la vida adulta, sea el trabajo, sea la propia casa, sean las propias relaciones, sea la misma realidad, sea cada uno consigo mismo. Y a dialogar, amigos, también se aprende y no vale cualquier cosa. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
4 - Mis alumnos aprenden a través de la Filosofía, y de la Ética, también en peligro, por qué piensan lo que piensan y si hay opciones mejores. Luego es cierto que es de gran utilidad. Muchas transformaciones sociales, por no decir todas, tienen detrás de ellas a filósofos y pensadores cuyas ideas han prendido en la sociedad. Sin fuertes convicciones la democracia se va -se está yendo de hecho- al garete. Ninguno de mis alumnos se creerá después de un año, por ejemplo, que la democracia consiste en votar y lo verán como un reduccionismo que los aparta de la implicación, de la participación social, del cumplimiento de las leyes. También se darán cuenta entonces de la importancia de las leyes, de cómo las sociedades y las culturas se construyen a sí mismas, y de dónde están sus raíces. Por poner otro ejemplo, mis alumnos -espero y deseo- también le darán suma importancia a sus propias ideas y se examinarán a sí mismos para no creerse cualquier cosa, o no dejar de creer lo que creen porque otros tengan altavoces más potentes o levanten pancartas enormes. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
5 - La Filosofía ejerce un papel socialmente terapéutico. No lo digo yo, aquí copio de los más grandes de nuevo. Cura de la ignorancia, no al modo como otras disciplinas, que lo suplen con contenidos y con información, sino descubriendo la propia ignorancia radical en la que empezamos a vivir y la necesidad de liberación de las cadenas que nos atan a las sombras. Dicho de otro modo, y por simplicar, pone al descubierto la condición humana junto con sus aspiraciones y búsquedas más profundas: la verdad y el bien, que nos tensionan cada día. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
6 - Profundiza en los grandes valores humanos, algunos de los cuales se recogen en textos que mucho me temo que corren el riesgo de ser relegados u olvidados, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, o nuestras propias leyes, que no nacen -confío- de la nada o a merced de las circunstancias. Cuando yo pregunto a mis alumnos, deudores como yo de una sociedad postmoderna y relativista, sobre el valor de la justicia y por qué debemos ser justos y no corruptos, los ojos se me ponen como platos conforme aparecen las primeras respuestas. No digo que salgan a la palestra ideas peregrinas, sino palabras carentes de sustancia y compromiso. Y si pienso que los jóvenes que tengo delante serán los adultos dirigentes y responsables del futuro, me hace una inquietante preocupación. Resulta muy interesante hacer con ellos este viaje, desde sus opiniones primeras, hacia el mundo de las ideas que creían ver y del cual no captaban más que ligeras sombras. La sustancia de sus ideas será la sustancia de sus propias vidas, de sus opciones, de su justicia, de su libertad, de su amor, de su felicidad, de su bondad, de su misma verdad, de su calidad democrática, de su capacidad de diálogo, de su actitud comprometida, de su fidelidad, de su coherencia, de su integridad, de su cuidado del bien común, de su aprecio por la naturaleza, de su disfrute y placer, de su prudencia, de su palabra. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
7 - La filosofía les obliga a buscar y preguntarse por la realidad, empezando no pocas veces por la más cercana. Todo adulto sabe ya que no existe una economía única, ni una ciencia única, ni una justicia única, ni una política única. Aunque el pensamiento superficial y rampante que nos conduce a la uniformidad hace de las suyas para que nadie se interrogue o las preguntas no calen lo hondo que deberían calar, la Filosofía viene a empujar en una dirección muy diferente, no exenta de unidad ni del requerimiento de acuerdos y consensos. La pregunta por la realidad no es otra que la pregunta última sobre el sentido de la vida, más allá de lo que llamamos hechos y aventurándose en el descubrimiento del misterio y de los acontecimientos que lo desvelan. Si bien es cierto que la razón técnica e instrumental está presentado excelente batalla ante los problemas de la vida, las regiones propias del misterio siguen ahí presentes, irreductibles e indomables, y a cuyo acceso no suele acercarse nadie sin antes saber y preguntarse por el dolor, el sufrimiento, la injusticia, el mal. Misterio, empezando por el de la propia vida y el sentido de esta, que resulta imposible acallar y dormir totalmente, para el que no cabe letargo alguno y cuyo peso sentido cargaremos siempre. De igual modo que se educa, o así debería ser, en el sentimiento superando la impulsividad y favoreciendo el propio control y la libertad, de igual manera toda la escuela, como ámbito especializado, tocar este aspecto de la realidad que es misterioso en su misma esencia, aunque guste desvelarse poco a poco. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
8 - Rodearse de los mejores y saber decir no. No vale cualquier compañía y lo tenemos claro. Y a ser posible, dar a conocer lo mejor de nuestra tradición. No sólo como hechos que pasaron, sino recobrando su actualidad y vigencia. Los que critican la filosofía muchas veces tuvieron profesores que les enseñaron muy bien “historia del pensamiento” pero no supieron acompañar a los chavales en compañía de los mejores filósofos de la historia. Idéntica crítica se hace de cualquier otra disciplina, porque bien sabemos que somos enormemente subjetivos en esta cuestión. La filosofía ha alumbrado de lo mejor y de lo peor, y sus ideas pululan por ahí frecuentemente. Dar a conocer lo mejor a los jóvenes debería ser tomado como una responsabilidad ineludible de nuestra cultura y de nuestra sociedad, y todos sabemos, cuando adquirimos un mínimo de cultura, que aquí están las grandes raíces de las matemáticas, del derecho, de la política, de la ética, del arte, de la ciencia. (Si esto te parece importante, firma esta petición en favor de la Filosofía)
No he terminado. Queda abierto.
Continúa en el siguiente post.