"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

¿POR QUÉ SE OLVIDA EN VACACIONES LO APRENDIDO DURANTE EL CURSO?

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Un artículo de Salvador Rodríguez Ojaos, pedagogo, blogger, formador y asesor en innovación educativa, creatividad, educación emocional y educación en valores.

"El colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar." Erasmo de Rotterdam

Ha acabado el curso escolar en España, es tiempo de disfrutar de unas merecidas vacaciones. Docentes y alumnos necesitan descansar y tener nuevas y enriquecedoras experiencias de aprendizaje lejos de las aulas.


Durante el periodo vacacional se produce un hecho curioso que demuestra las graves deficiencias de nuestro sistema educativo: es la época en la que se olvida todo aquello que no se ha aprendido de manera relevante y significativa durante el curso. Durante las vacaciones, aquello que llamamos aprendizaje fingido desaparece del mismo modo que llegó: de forma rápida y sin dejar rastro.

Esto sucede tan a menudo que hay una frase típica entre los docentes de muchos centros educativos al empezar el curso: "No se acuerdan de nada". Seguramente, este es el motivo por el que muchos profesores y profesoras encargan a sus alumnos tareas académicas para realizar durante el periodo vacacional, restándoles tiempo para vivir nuevas y enriquecedoras experiencias de vida. ¡Como si lo que no se ha aprendido de manera adecuada durante el curso se pudiera aprender durante el verano!

El problema es tan evidente que incluso la mayoría de libros de texto de educación Primaria empiezan con un tema 0 de repaso de los principales contenidos trabajados en el curso anterior. ¡Como si el aprendizaje permaneciera oculto en algún lugar del cerebro y aflorara al realizar unas pocas actividades mecánicas y repetitivas!

Lo que no se olvida nunca, ni durante las vacaciones ni durante el resto de la vida, son aquellos aprendizajes que pasan a formar parte del ser de los alumnos, aquellos que les emocionan y les son útiles para seguir aprendiendo siempre... aquellos que realmente les preparan para la vida.

Mi apreciado y admirado amigo Manu Velasco en su blog (El Blog de Manu Velasco) ofrecía una lista con los placeres (que no deberes) de verano para alumnos y profes: ver una puesta de sol, leer para soñar, caminar por la orilla de la playa con los pies descalzos... ¡ser feliz! Hacer todo esto durante el verano solo es posible cuando se entiende que la escuela sirve para mucho más que calificar a los alumnos, sirve para prepararles para la vida, para que sean capaces de desarrollar su talento, para que puedan adaptarse a los retos continuos que les planteará la vida.

Se aprende siempre, no solo en la escuela durante el curso académico, se aprende de y con los profesores, de y con los padres, de y con los amigos... lo importante es que lo que se aprende tenga sentido y relevancia para vivir mejor. ¡No dejéis de aprender durante las vacaciones, no dejéis de aprender nunca!