"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

#CreoEnLaPública: “YO CREO EN LA PÚBLICA, PORQUE EN ELLA SE GENERAN LAS TRANSFORMACIONES SOCIALES”

NO DISPONIBLE

Javiera Martínez Valero (31) es profesora de educación básica. Estudió en establecimientos públicos, los que valora porque en ellos la educación es un derecho, no un bien de consumo.

“Mi mamá era dueña de casa y transportista escolar, mi papá empleado público. Vivíamos en Las Condes, en un sector muy humilde –en ese tiempo allí había sectores humildes–. Mi papá optó por enviarnos a un colegio público de Vitacura, el María Luisa Bombal.

La mayoría de mis compañeros venía de Vitacura y Las Condes. Se tiende a pensar que en esas comunas no se necesitan escuelas públicas, y era todo lo contrario. Crecí junto a los hijos de profesionales adinerados, que por ser desordenados, los castigaban y los mandaban a estudiar a la escuela municipal. También fui compañera de muchos hijos de mayordomos, de mamás solteras o de empleados públicos, como yo. Como niños, eso no importaba. Íbamos a cumpleaños en casas gigantes y otro fin de semana tomábamos tecito en una cocina pequeña. Éramos amigos y nos queríamos.

Lo que más recuerdo es a la Miss Patricia Cáceres. Enseñaba con la combinación perfecta entre ternura y firmeza. Me enseñó a leer, aún recuerdo la pronunciación de las letras. Lo mejor es que cada viernes, si nos portábamos bien, nos sacaba al patio a bailar Michael Jackson. Por ella decidí que quería dedicar mi vida a enseñar.

En el año 96, entré al último séptimo básico del Liceo Tajamar. Mis profesoras eran secas. Mis compañeras, muy distintas. Comenzó mi consciencia social y política. Formé parte del centro de alumnas. Pasé mi etapa más rebelde: me saqué malas notas, estuve condicional. Hasta que mi papá, por temor a que me echaran, me cambió a un colegio particular subvencionado. Nunca me acostumbré. Y hasta hoy siento que no aproveché el liceo como debía.

Pese a que me gradué en el colegio particular subvencionado, las herramientas que marcan mi presente vienen de mi escuela básica y del liceo. Ahí entendí que la educación genera movilidad social. Yo quería –y aún quiero– transformar vidas, cambiar el mundo, ser como la Miss Patty.

Entonces estudié pedagogía básica. Trabajé como docente casi siete años, en colegios públicos como el Benjamín Vicuña Mackenna, y le enseñé a mis alumnas, tal como la Miss Patricia me enseñó a mí.

Aunque la Educación Pública de hoy es distinta a la que yo recibí, yo creo en la pública. Ahí se generan las transformaciones sociales. Los colegios pagados tienen muchas cosas buenas, conozco esa realidad, pero en ese régimen la educación no es un derecho, es un bien de consumo. Creo que Chile merece una mejora sustancial en educación. Merece una Educación Pública que movilice a la ciudadanía hacia un país más justo y verdadero. No creo que sea posible conseguir estos valores de otra manera”.

¿Tienes una historia? Cuéntanos por qué crees en la Educación Pública, envíanos tu testimonio a contacto@educacion2020.cl.