"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

ALVIN TOFFLER, PADRE DE LA REVOLUCIÓN DIGITAL, OFRECE RUTAS PARA LA ESCUELA DEL FUTURO

TRUMP Y LA POSVERDAD EN PDF

El mundo se ha conmovido con la noticia del fallecimiento de Alvin Toffler, un científico de rostro humano, un profeta de nuestro tiempo, quien estudió la sociedad desde nuevos y arriesgados frentes: las nuevas tecnologías, los efectos de la globalización y el imperio del conocimiento. Trazó, además, nuevas rutas para la educación en general, y para la escuela en particular.

A los 87 años de edad, Alvin Toffler dejó de existir en Los Ángeles. Fue el escritor del futuro, de origen estadounidense, un profeta laico de enormes repercusiones en las ciencias y las tecnologías. Su obra será inmarcesible por sus contribuciones al desarrollo humano, al haber presagiado los cambios tecnológicos que vivimos y sus relaciones con la sociedad contemporánea.

Obras maestras

De origen judío, Toffler nació en Nueva York en 1928. Fue doctor en Sociología, pero antes estudió filosofía y letras. Trabajó como periodista, investigador y docente universitario. Sus temas giraron sobre los cambios sociales derivados de la incidencia de las nuevas tecnologías de información y comunicación, en la última década del siglo XX y los comienzos del siglo XXI.

Escribió numerosas obras que incidieron en una generación de pensadores, entre los que se destacan Herbert Marshall McLuhan con ‘Aldea Global’, y Giovanni Sartori y su ‘El Homo Videns’. Alvin Toffler trabajó tres libros producto de sendas investigaciones: ‘El shock del futuro’, con su esposa Heidi, en 1970; ‘La tercera ola’, en 1980; y, ‘El cambio en el poder’, en 1990.

‘El shock del futuro’ se convirtió en un best-seller mundial, por su pensamiento premonitorio y lateral. Alvin Toffler pronosticó, por ejemplo, que el futuro de la humanidad iba a depender –no de la producción industrial y postindustrial, sino del conocimiento-. Y así fue. En tanto que en ‘La tercera ola’ identificó la gran ‘ola’ del desarrollo global –la sociedad del conocimiento-, luego de las revoluciones de la agricultura e industrial, primera y segunda ola, respectivamente. Y en ‘El cambio en el poder’ estudió las nuevas transformaciones de la riqueza, que imprimirían los dominios que controlan las tecnologías, los conocimientos y la violencia.

Toffler fue un adelantado de su tiempo. Sus propuestas fueron polémicas, pero en última instancia aceptadas por la comunidad científica y sus millones de seguidores. Fue el primero en hablar de la ‘era de información’ y presentó ideas vanguardistas sobre las secuelas de la vida, la sociedad y sus comportamientos.

Sus enfoques originales en relación con la riqueza, construidas con su esposa Heidi, cambiaron las visiones tradicionales centradas en el dinero o los bienes. Ellos hablaron de ‘la riqueza que vemos y la riqueza que no vemos –los conocimientos- que plantearon novedosos análisis sobre el mundo y las modificaciones globales inminentes.

Toffler para los docentes del siglo XXI

1. El conocimiento es la fuente más democrática de poder.

2. Formular la pregunta correcta es más importante que dar la respuesta correcta a una pregunta equivocada.

3. Tienes que pensar en cosas grandes mientras estés haciendo cosas pequeñas, de modo que todas las pequeñas cosas vayan en la misma dirección.

4. Hay que clausurar las escuelas (tradicionales).

5. El futuro será para aquellos que desarrollen habilidades o técnicas de pensamiento crítico.

6. La sociedad necesita todo tipo de habilidades que no son cognitivas, son emocionales, son afectivas. No podemos montar la sociedad sobre datos.

7. Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender.

La escuela del mañana según Toffler

Para concluir, una reflexión sobre la escuela del mañana, tomada de la entrevista que Hugo Alconada le hizo a Alvin Toffler, en 2009. Este fragmento no está hecho de respuestas, sino de las mejores preguntas:

‘¿Por qué no sumar a las aulas a quienes sin ser maestros, pueden ofrecerles otras perspectivas de aprendizaje a los chicos? ¿Por qué no sentarlos durante media hora, una hora o lo que fuere con un piloto de avión? ¿O con un cocinero, un empleado de oficina o un empresario? Que se genere una ida y vuelta: ¿qué haces? ¿Cómo es tu vida diaria? Y, más relevante aún, ¿cómo introducir a los estudiantes al mundo actual, a la vanguardia de la tecnología de la información, cuando los maestros conocen tanto o menos de ellas que los alumnos?’