"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

UN VIAJE EN BICI POR ESCUELAS DE TODO EL MUNDO

Esquema epistemológico de La educación cuántica

Diana y Diego han conocido experiencias educativas por diferentes países acompañados de su hija de dos años.

Con tan sólo dos añitos, Jara casi a dado la vuelta al mundo en bicicleta. Un recorrido durante siete meses por escuelas de Alemania, Francia, Estados Unidos, España… Gracias a la “curiosidad inmensa” que esta pequeña intrépida sentía por el mundo nada más nacer, sus padres decidieron hacer el viaje de su vida. Diana y Diego, los papás, madrileños afincados en Canarias, cogieron sus bicicletas y durante siete meses quisieron ver experiencias educativas que, entre otras cosas, dejaran a los pequeños aprender a su ritmo, sin presiones y seguir sus inquietudes.

Todo empezó cuando Diana se quedó embarazada: “Nuestra idea de la crianza se apartaba bastante de lo que está más extendido. Nos dimos cuenta de que nuestra propia educación, aunque había tenido cosas buenas, había ido minando nuestra iniciativa, nuestra propia motivación innata por explorar y descubrir, y también nuestra confianza. Cuando Jara nació, vimos su afán por aprender, su curiosidad, y nos preguntamos cómo hacer para mantener siempre eso vivo”.

Con esa idea, cogieron sus ahorros y sus bicicletas, y en marzo de 2014 arrancó su aventura. Para dar a conocer su historia, ya que creían que una experiencia así era necesario compartirla, hicieron un blog donde iban contado cada detalle. Escogieron la bici como medio de transporte porque tal y como ellos mismo explican, “nos permitía ser coherentes con nuestra filosofía de vida, ir a un ritmo cómodo para disfrutar de los paisajes, y porque a Jara no le gusta nada ir en coche”. Su viaje terminó en enero de 2015 con más de 30 centros visitados en todo el mundo.

Escogían las escuelas según ciertos rasgos como el respeto por los ritmos y la autonomía de los estudiantes, que las niñas y niños tuvieran la oportunidad de tomar decisiones sobre qué quieren aprender, que se fomente el juego libre y el contacto por la naturaleza o que se tuviera en cuenta la dimensión emocional del aprendizaje y el desarrollo de los chicos y chicas. “El sistema educativo tradicional tiene todo el peso de la inercia y del conformismo, y cualquier iniciativa que pretenda romper con eso se enfrenta a muchísimos problemas. Para aprender se necesita un entorno de calma, de seguridad, que nos permita sacar lo mejor que llevamos dentro. El miedo nos puede hacer ir más rápido pero nunca es un aliado de la creatividad y del disfrute”.

Jara ha vivido, con sólo 26 meses, una experiencia “asombrosa y enriquecedora” que nunca hubiera podido vivir en las cuatro paredes de su casa en Canarias. Y lo más importante de todo el viaje para ella, tal y como indica su madre, ha sido “jugar, jugar y jugar”. De esta inolvidable experiencia han publicado ya dos libros, además de tener miles de seguidores, y ahora mismo están inmersos en la producción de un reportaje de vídeo que recoja cada historia de cada centro visitado. “Si todo va bien, en otoño de 2016 saldrá a la luz”, comenta Diana.

Algunos de los centros visitados

-Waldkindergarten, en Friburgo (Alemania). “Era un lugar muy especial no sólo por estar ubicado en un espacio natural maravilloso, rodeado de vegetación y de montañas, sino por la calidez de las personas. Precisamente allí conocimos al padre de dos niñas que era, casualmente, español, y que nos contó de forma muy simpática su propia “transformación”: cómo, de ser un español tradicional que no entendía esto de que las niñas y niños pasen todo el día al aire libre, había pasado a ser un fan de este tipo de educación tras ver el efecto que ha tenido en sus hijas”.

-Escuela pública de Bealings (Inglaterra). “Es una “escuela democrática” en la que los estudiantes, a partir de los cinco años, asisten a las asambleas semanales en las que ellos mismos, por votación, toman decisiones sobre el funcionamiento de la escuela, lo que quieren aprender, cómo se resuelven los conflictos… Su director es un hombre muy comprometido con una educación que se adapte a lo que cada niño o niña necesita, y que ha bebido de distintas influencias como Montessori, Reggio Emilia o Steiner y que ha desarrollado una pedagogía propia a partir de técnicas tomadas del arte dramático. La escuela es un espacio precioso, decorado con mimo, y repleto de obras de arte (en las que han participado los estudiantes) y de fantasía”.

-Play Mountain Place, Los Ángeles (Estados Unidos). “Lleva sesenta y cinco años funcionando. Es un lugar muy especial en el que se respira calma y donde dan ganas de quedarse mucho tiempo. Gran parte del espacio es exterior y entre los árboles hay lianas, casas de madera, las gallinas corren por en medio, hay una montaña de tierra (que da nombre a la escuela) que es el centro de los juegos, y cada rincón es especial. En esta escuela se da muchísima importancia a la formación de las familias, al trabajo con ellas a nivel emocional y pedagógico”.

-Escuela Pública CEIP Princesa de Asturias, Elche (España). “Durante sus primeros años funcionó como un centro tradicional, pero que llegado un momento se transformó gracias a que una de las maestras conoció la educación “viva y activa” y le contagió su entusiasmo al resto del equipo. En cuestión de meses el centro entero cambió, a pesar de la oposición de algunas familias y de los problemas con la inspección educativa. Esta historia, cuando puedes ver el colegio en persona y conocer a sus protagonistas, es algo increíble que ha de ser contado. De hecho es lo que nos proponemos”.