"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

UNA INTRODUCCIÓN A LA ARQUITECTURA EN LAS PEDAGOGÍAS ALTERNATIVAS

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Sabine Beyer es estudiante de arquitectura en la Universidad Simón Bolívar en Venezuela. Actualmente (mayo 2014) realiza su trabajo de grado titulado "Transformación arquitectónica del espacio escolar”. Le interesa cómo el espacio influye en el aprendizaje. Ha comenzado a indagar sobre los diversos aportes que la arquitectura ha realizado a las corrientes de educación alternativa. En este primer texto nos presenta un resumen con las principales referencias en el tema.


El aprendizaje tiene lugar en múltiples espacios. De hecho, las primeras lecciones en que participamos ocurren en nuestros hogares, al lado de nuestras madres, en familia; no en aulas de clase. La educación -podríamos afirmar- está determinada por el contexto en donde ocurre. Se aprende espontáneamente en una plaza, en el parque, en la casa, etc., lo cual no quiere decir que muchas veces no sea necesario un espacio diseñado especialmente para el aprendizaje; éstos propician experiencias educativas. No se trata de una novedad: hace ya más de un siglo, personas como María Montessori, Rudolf Steiner y Loris Malaguzzi cuestionaron no sólo la manera de educar, sino también el espacio en que se educa.


Es en el Siglo XX, con el movimiento Moderno, cuando se cambia la manera de ver el espacio escolar. Se comienza a pensar en las maneras en que el espacio favorece al crecimiento, el desarrollo y el aprendizaje del niño. Es entonces cuando se desarrollan ideas como las de un ambiente que tenga mayor contacto con el externo (con el aire y el sol), mayor transparencia espacial, mayor disolución entre el adentro y el afuera. Comienzan así los novedosos logros en la arquitectura escolar, en materia social y espacial.


María Montessori, Rudolft Stenier y Loris Malaguzzi son quienes, en sus planteamientos pedagógicos, incluyen de manera más tangible los aspectos del entorno físico.


María Montessori propone en su método conocer plenamente a los niños y respetar su desarrollo, para que de esa forma la educación acompañe el proceso natural de la vida. Pensando la espacialidad en ese sentido, sugiere un ambiente preparado para el niño en el que debe haber elementos proporcionados a su escala, lo cual permite dirigir al niño hacia el conocimiento. Los objetos no deben ser muchos, sino la cantidad justa y necesaria para el aprendizaje. Los elementos y sus formas deben ser sencillos; el espacio, fácil de mantener limpio, sin elementos que se interpongan en el fluir del ambiente; de tal forma, varias actividades deben poder realizarse simultáneamente.


El arquitecto Herman Hertzberger es uno de los que, a través del proyecto “Escuela Apollo”, interpreta estas ideas del espacio en las teorías de Montessori. Dicha escuela posee en sus aulas cubos móviles que son parte del piso pero al mismo tiempo son parte del mobiliario del aula. A la vez, se da gran importancia al espacio común donde niños de todas las edades pueden encontrarse para desarrollar actividades en conjunto y aprender los unos de los otros.


Por otra parte encontramos a Rudolf Steiner, pedagógo y arquitecto, quien plantea otra visión de la educación basada en la búsqueda de la esencia del ser humano a través de la creatividad, del arte, del movimiento y del respeto por los ciclos de la vida. En materia de espacialidad, propone la arquitectura basada en su planteamiento antroposófico. Es decir, la arquitectura orgánica relacionada con la naturaleza, en la cual se utilizan materiales reciclados y accesibles en cada contexto. También se refiere a la posibilidad de adaptar la arquitectura a las condiciones climáticas del entorno sin utilizar elementos artificiales.


Un aspecto importante en la “espacialidad” de la pedagogía de Steiner se refiere a evitar los ángulos rectos, lo cual se relaciona con la unión de la educación y lo espiritual. El resultado es un entorno diseñado a escala de los estudiantes, fabricado con materiales rudimentarios y evitando tanto las nuevas tecnologías como las formas monótonas. En estas escuelas se le da mucha relevancia a los espacios al aire libre, ya que permiten la agrupación y el debate. En tal sentido, los espacios para la agricultura y las prácticas artísticas y deportivas adquieren un rol destacado dentro del diseño arquitectónico de esta pedagogía.


Finalmente tenemos a Loris Malaguzzi, quien desarrolló la pedagogía de Reggio Emilia, fundada básicamente en la idea de que los niños tienen capacidades, potenciales, curiosidad e interés en construir su propio aprendizaje. Ellos se interesan naturalmente en las interacciones sociales y en relacionarse con todo lo que el ambiente les ofrece. La propuesta en materia de espacialidad apunta a que las escuelas posean zonas contiguas, talleres de arte o ateliers con gran cantidad de materiales y recursos para todos los niños: un aula de música; un área para el desarrollo motriz, expresivo y creativo del cuerpo; espacios verdes para la utilización del entorno (ciudad, campo, montaña, etc.) como elemento didáctico. Dentro del aula, las paredes suelen ser blancas, lo cual transfiere al niño paz en sus procesos de aprendizaje. A la vez, están previstas para la realización de exposiciones cortas o permanentes de los niños y familiares.


Estos pensadores permitieron abrir un nuevo camino al diseño del espacio escolar. Hoy día podemos encontrar una gran variedad de proyectos arquitectónicos de esa índole, basados en muchas de las teorías pedagógicas innovadoras que buscan edificar escuelas que transformen el espacio donde ocurre el milagro de la educación. Por ejemplo, en Suecia, las escuelas “Vittra”: simplemente, escuelas sin aulas, con ambientes que facilitan y permiten el aprendizaje en su forma natural.


Otro ejemplo son las escuelas del arquitecto Giancarlo Mazzanti en Colombia, que reflejan una arquitectura pensada y realizada para los niños.

El mundo sigue cambiando… Las maneras de comunicarnos, de aprender, de movernos evolucionan… La educación no se queda atrás. Responde a ese movimiento continuo de transformaciones. La arquitectura debe ir de la mano de ellas; generar espacios propicios para la educación, espacios capaces de transmitir emociones, de generar pertenencia y de facilitar el aprendizaje en su forma más natural y sencilla.

FUENTES

* González, O. (2012). Hacia una nueva arquitectura escolar [Blog en línea]. Consultado 4 de noviembre 2013 en el siguiente link

* Ramírez Potes. “Arquitectura y pedagogía en el desarrollo de la arquitectura moderna”. Revista Educación y Pedagogía, Medellín, Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, vol. 21, núm. 54, mayo-agosto, 2009

* Wong.N. (2008). Historia de la arquitectura Educativa. [Articulo de Blog en Línea]. Consultado el 15 de enero de 2014 en el siguiente link

* Loreto. A. (2012) Arquitectura Escolar-La escuela como espacio para la transformación y como estructura de una sociedad. [Tesis en línea]. Universidad Simón Bolivar, Venezuela. Consultado el 9 de enero de 2014 en el siguiente link