"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

¡NO MÁS ASIGNATURAS, EXÁMENES NI HORARIOS! RED DE COLEGIOS REVOLUCIONA EDUCACIÓN TRADICIONAL

LEER MANUSCRITO: ANTROPOLOGIA DE LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Un grupo de colegios en Cataluña eliminó el modelo de educación clásico, borrando sin miedo los esquemas en que se encerraban a los alumnos. Como resultado ahora tienen niños y jóvenes motivados por aprender. ¿Qué están haciendo?

Al diablo las asignaturas, horarios, tareas, exámenes! Esta vez no fueron los alumnos los rebeldes, cansados de clases aburridas, si no un grupo de colegios españoles que quiso nadar contra la corriente en el mar educacional. No se trata de una protesta, ni de una paralización. Esta revolución en las salas de clases la hicieron para acabar con la desmotivación de sus alumnos y mejorar la calidad de la educación.

En la Fundación Jesuitas Educación (FJE) de Cataluña, veían a diario la desmotivación de los niños al asistir a clases y su desconexión con la escuela. La culpa no era de ellos, los dedos apuntaron de inmediato al sistema educativo, que desde larga data no ha logrado evolucionar a la par con los tiempos y mientras tanto llevamos décadas enseñando como se hacía a principios del siglo XX, pese a tener alumnos radicalmente diferentes. Por eso este grupo de españoles que administran ocho colegios con más de 13.000 alumnos, tomaron las riendas del asunto e implementaron un nuevo modelo transformando por completo las aulas.

"Existe un problema de modelo que podemos resumir en fracaso escolar, ya que un porcentaje alto de los alumnos de nuestro país no está adquiriendo los conocimientos básicos, y un fracaso vital, porque los alumnos no está adquiriendo las habilidades y competencias necesarias para desenvolverse en el mundo que les ha tocado vivir", nos cuenta Xavier Aragay, director general de FJE de Cataluña.

Nuevo sistema: ¡Adiós ramos, hola proyectos!

Este nuevo modelo llamado Horizonte 2020 , que se ha comenzado a aplicar en tres colegios en los cursos de 3 y 4 años y en quinto nivel de Primaria y primero de Secundaria (10 a 12 años), ha transformado las salas de clases en grandes lugares para el trabajo en equipo.

Según informan en ABC.es , derribaron paredes para hacer espacios más amplios y llenos de sofás, luz, colores y mesas dispuestas para la reunión y nuevas tecnologías. Tampoco existe lenguaje, biología, matemáticas, como asignaturas aisladas, en estos colegios se combinan en proyectos que los alumnos deben desarrollar a lo largo del día. Un proyecto sobre pueblos indígenas, por ejemplo, permite aprender historia, geografía, filosofía, religión y arte al mismo tiempo.

"Aprenden mucho mejor si ven que lo que aprenden tiene una aplicación práctica", asegura Xavier Aragay . Y cuando necesitan aprender conocimientos previos para utilizar en el proyecto, pueden acudir a las unidades didácticas.

La rutina diaria comienza con 20 minutos de introspección para plantearse los desafíos del día y termina con otros 20 minutos donde se reflexiona si han logrado los objetivos propuestos. Cada grupo de 60 alumnos, es acompañado durante todo el día por tres profesores, que tutorizan los proyectos en los que trabajan. No existen los horarios, los alumnos salen a recreo cuando están cansados.

A fin de cuentas, la idea principal de este radical modelo es formar integralmente a los niños y jóvenes. "Educar no es sólo transmitir conocimientos", señala el director general adjunto de la FJE, Josep Menéndez.

"Hemos transformado la educación para que el alumno sea el protagonista, para que haya verdadero trabajo en equipo y los estudiantes descubran cuál es su proyecto vital, qué quieren hacer en la vida y enseñarles a reflexionar, porque van a vivir en una época que les va a desconcertar", insiste Aragay.

Y aunque ahora trabajan sin asignaturas, se cumple de igual manera con todo lo requerido. Para evaluar, por ejemplo, en vez de realizar exámenes, puntúan las competencias de cada alumno y su progreso, donde a través de un algoritmo, las transforman en notas para cada ramo.

¿Cómo armaron el modelo?

Por ser tan radical, el proceso para llegar a diseñar el modelo fue clave, pues había que demostrar que transformar la educación era algo posible. Para eso, combinaron el estudio de otros modelos con las encuestas a alumnos, profesores, familias y apoderados de las escuelas, recogiendo un total de 56.000 ideas en la que basaron el nuevo modelo educativo.

"Visitamos diferentes centros de España, Dinamarca, Holanda y Alemania, con los que tenemos una relación habitual, para inspirarnos. Todo ello nos estimuló hacia la idea y voluntad de hacer un cambio sistémico. Un cambio copernicano en la educación, con una idea esencial: la formación integral del alumno, dónde su proyecto vital es el centro del proceso de aprendizaje, como recoge la tradición de la educación jesuita".

Una vez listo, dos de cada tres profesores (de los 1.500 que participan el FSJ) estuvieron a favor. Un buen indicador, ya que Aragay reconoce que es bastante radical.

… Y funciona

A seis meses de haberse implantado, ya se observan algunos resultados del triunfo de este genial sistema de educación. Según el director, ya han visto casos de alumnos que antes inventaban que tenían fiebre para no ir clases, pero que ahora quieren ir a clases aunque hiervan en fiebre.

Le preguntamos a Aragay ansiosos por otras evidencias del éxito, a lo que nos contestó que aún es temprano para hacer una valoración detallada de los resultados académicos, pero que hasta el momento han sido muy positivos los resultados, especialmente respecto a la predisposición de los alumnos al aprendizaje: "Se sienten protagonistas. Los alumnos vienen contentos y muy motivados a clase. Todo tipo de alumnos. Muestran un gran interés por aprender porque tienen un papel activo en el proceso de aprendizaje", comentó.

Los pasos a seguir de FJE son analizar con mayor evidencia los logros del modelo y avanzar año a año ampliando los cursos hasta cubrir todos los niveles. Y como dice su nombre, Horizonte 2020, lograr extenderlo en cinco años más a todos los centros de la red en Cataluña.

"Siempre ha habido debates de expertos donde se diagnosticaba lo que había que cambiar, pero nadie planteaba cómo empezar este cambio. Nosotros, desde nuestra humilde aportación, hemos ido más allá y demostrar desde la práctica que la transformación de la educación es posible", responde seguro Xavier.

¿Te parece que este modelo podría mejorar la calidad de la educación escolar?