"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

PREDICCIONES EDUCATIVAS PARA EL 2016

CÓMO SE VENDE UNA ENFERMEDAD Y SU TRATAMIENTO: EL CASO DEL TDAH EN ESPAÑA

Artículo de Jordi Martí. Docente desconcertado que intenta encontrar su lugar en un mundo que no entiende. O que prefiere no entender.

No me dedico a leer las cartas ni, tan sólo tengo programa educativo en cadenas de pago para intuir futuros educativos. No tengo capacidad de saber qué va a pasar en el ámbito educativo pero sí, por suerte, puedo llegar a intuirlo a la vista de lo que está sucediendo en los últimos años. No, no creo que ninguna política “nueva” venga a desterrar modelos obsoletos ni, tan sólo creo que el cambio sea cuestión de siglas o caras rejuvenecidas. Creo que es más cuestión de dinámicas y reduccionismos a realidades cotidianas que no cambian ni las leyes educativas, ni personajes que postulan el cambio desde fuera de las aulas.

¿Qué va a pasar en 2016? Pues puede que se siga en la senda de incorporar la programación en los centros educativos. Quizás se siga con Scratch y algo de robótica con Arduino o, posiblemente -y a la velocidad que va todo el chiringuito 2.0- salga una nueva herramienta “fantástica”, de esas que hacen aún más fácil lo fácil, que sustituya a la anterior. Y respecto a la parte del hardware… lo mismo. Todos los que llevamos el gen frikiTIC tenemos claro que la evolución de la tecnología es imparable y que, por desgracia, lo que prioriza el uso de una tecnología u otra es la campaña de mercadotecnia que lleve detrás.

También apostaría por la aparición de algún nuevo gurú educativo. Quizás se pueda seguir sacando jugo de César Bona y sus maravillosas charlas llenas de anécdotas pero, por desgracia, en un contexto tan cambiante de héroes y villanos como la educación es más que posible que alguien irrumpa en el tablero para destronarle. ¿Será hombre o mujer? Bueno, yo apostaría -me gustaría que así fuera- por lo segundo. Y aquí sí que voy a ser sincero… empiezo a estar un poco harto de que el tema de la innovación lo vendan desde los púlpitos personajes masculinos cuando el tema educativo está en manos de mujeres. ¿Qué hay más en docencia? ¿Hombres o mujeres? Pues simplemente hace falta darse una vuelta por las salas de profesores.

¿A nivel de aula algún cambio? No creo que haya cambios de modelo. Seguiríamos con sillas y mesas organizadas de forma simétrica. Algún atisbo de innovación de francotirador pero, en líneas generales, mantenimiento del mecanismo docente. Aprendizaje dirigido lo llaman algunos. Bueno, póngase el nombre que uno considere. ¿Es malo lo anterior? No, simplemente un modelo que ha ido funcionando relativamente bien para algunos y que perdura por inexistencia de políticas educativas que tomen al sistema de forma global.

Ah, sí… la LOMCE. ¿Qué carajo va a pasar con la LOMCE? Después de lo de ayer no tengo demasiado claro qué va a pasar. Lo que sí que auguro es que, por desgracia, la mayoría de políticos van a jugar al articulado legislativo y no a solucionar los problemas reales de la educación porque, los que trabajamos en el aula tenemos claro que, una ley por mala que sea, es siempre una mota de polvo en un ambiente que se ha barrido demasiado poco. ¿Se eliminarán las reválidas, la religión o desaparecerán los centros concertados? La respuesta a la primera es sí, siempre y cuando pacten esas izquierdas que alguien tilda de izquierdas pero nadie sabe qué son (y no hablo sólo de los “nuevos”) o haya ese gran pacto de Estado que algunos reclaman. Las otras dos cuestiones van a seguir estando en el tapete porque nadie -y aquí sí que me echo una pátina de Sandro Rey- va a eliminar la religión o se va a atrever a tocar el tema de los conciertos educativos. Que lo de la educación es, por desgracia, un negocio que mueve mucho dinero. Muchísmo más que otros sectores más mediatizados.

A nivel de derechos laborales de los docentes barrunto que se volverá a reducir las horas lectivas que se aumentaron con la crisis y, posiblemente, haya convocatorias masivas de oposiciones para contentar a los sindicatos educativos. Eso sí, como siempre, sin ningún tipo de planificación a largo plazo. Bueno, una de las típicas características de este país.

¿Más cosillas? Seguiremos hablando de pruebas PISA, comparándonos con Finlandia y acuñando productos educativos de jerga ininteligible. Algunos docentes de aula se seguirán jubilando a los sesenta (porque la ley no cambiará) y, como siempre, inspectores u otros cargos educativos de nula docencia directa, apurando su jubilación hasta la obligación legal (no conozco ningún inspector que se haya jubilado a los sesenta, ¿por qué será?). Pero lo anterior no es un pronóstico a futuro, es una realidad contrastable que se lleva manteniendo muchos años.

Nada, al final los alumnos sin oler nada diferente, los docentes de aula luchando al margen de la administración y cada vez más cargados de burocracia y la Tierra que siga girando. Porque eso es lo único que está claro porque, si deja de girar, tampoco importará demasiado que yo haya hecho, en este artículo, de futurólogo educativo.