"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
ESCUELAS ACTIVAS

Este artículo es una reproducción del capítulo del mismo nombre en la página 78 de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA.

Es oportuno e importante hacer una diferenciación pedagógica entre las escuelas tradicionales y las escuelas activas. Mientras que en la escuela tradicional prima el aprendizaje memorístico, en la escuela activa se imparte un aprendizaje comprensivo, crítico y multidisciplinar. En la primera, la relación entre maestro y alumno es de autoridad y pasiva recepción de conocimientos, respectivamente. Sin embargo, en la escuela activa, se plantea el aprendizaje a partir de las necesidades e intereses del alumno, siendo el maestro un acompañante participativo en la construcción del conocimiento. En la escuela tradicional se hacen exámenes. Sin embargo, en las escuelas activas, se evalúa el progreso del alumno de manera global, no por área y materias, sino por medio de acuerdo de las normas entre todos, es decir, consenso frente a la actitud represiva de la escuela tradicional.

De la anterior disyuntiva pedagógica, puede aseverarse que estamos presenciando una evolución holística desde la educación tradicional hacia La educación cuántica. No obstante, lo más importante queda por hacer, de ahí la presente propuesta como “educación cuántica” desde el ámbito de la filosofía transpersonal. Siguiendo dicha línea argumental, defiendo vehementemente que la filosofía transpersonal y la psicología transpersonal se constituyen en una ciencia de la conciencia. La psicología transpersonal tiene como objetivo el estudio de los potenciales más elevados de la humanidad y del reconocimiento, comprensión y actualización de los estados de conciencia unitivos, espirituales y trascendentes. La psicología transpersonal posibilita la trascendencia del ego y sanar así los posibles problemas que nos limitan de forma consciente o inconsciente. Por tanto, la psicoterapia transpersonal es una herramienta excelente para promover la evolución de la conciencia desde el mundo de las sombras al Mundo de las Ideas, como propone Platón en el Mito de la caverna. Para dicha meta, la psicología transpersonal es una excelente herramienta de trascendencia para dar un salto en un nuevo campo de la conciencia.

Pero, probablemente, no sería necesario sanar a las personas si dispusiéramos de una educación cuántica en los términos defendido en esta obra. Como aseveraba el matemático griego Pitágoras: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. La educación cuántica sería el antídoto perfecto contra el pensamiento único neoliberal, una revolucionaria pedagogía que quedaría complementada en la praxis social por el movimiento altermundista manifestado en el Foro Social Mundial que se celebra desde el año 2001.

La educación cuántica y el movimiento altermundista están inherentemente relacionados: la primera propugna una evolución holística del “yo” hacia el “nosotros” mediante la fuerza del saber y del amor y, el segundo, evidencia una incipiente conciencia social del “nosotros” como revulsivo a la egolatría plutocrática, quien está en el origen de la actual estafa a la humanidad eufemísticamente llamada crisis. La educación cuántica desde dentro de las personas y el movimiento altermundista desde una estructura organizativa externa son, probablemente, los dos fundamentos epistemológicos para el cambio de era: pedagogía y movilización. Más que nunca, es necesaria una renovada pedagogía para la humanidad: la filosofía transpersonal en el ámbito intelectual, la psicología transpersonal en la trascendencia psicológica y espiritual de las personas, el movimiento altermundista en lo social y La educación cuántica en el ámbito académico. Esos nuevos paradigmas propugnan, inexorablemente, un revisionismo humano en profundidad.