"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
Podemos

Artículo escrito el 27 de junio de 2014.

Friki, aprovechado, oportunista, son algunas de las desacreditaciones personales que he sufrido en mi persona por sentirme como un activista social, por expresarme como un activista cuántico, o por reclamar el ejercicio popular del pueblo a través de Podemos.Pero, lo que no saben muchos de mis detractores políticos, es que mi activismo social va ligado a un discurso filosófico defendido a través de mis diversas publicaciones, y que tienen en su génesis al espíritu del 15M, como dejé huella hace tres años en las pasadas elecciones. Por eso me critican: porque el miedo está cambiando de bando.

La clase burguesa, los típicos caciques, quieren perpetuarse en su dominio sobre el pueblo gracias a un sistema de partidos verticales. Pero están obviando un despertar colectivo de la ciudadanía, muy indignada y encolerizada por el secuestro de su derecho a decidir sobre sus vidas. El pueblo está despertando. La dicotomía entre derechas e izquierdas está en un tránsito de paradigma desde de los de “abajo” contra los de “arriba”. El pueblo, como potencia Podemos, será lo que él mismo decida a través de sus ciudadanos cada vez más empoderados como colectividad. Se trata de un resurgir de la razón que está dejando un viejo mundo (capitalismo versus consumismo) para crear un nuevo horizonte: el espíritu colectivo, el imperativo kantiano, tan denostado por el pensamiento occidental.

La clase dominante de mi pueblo, los que me desacreditan como friki u oportunista, no han comprendido todavía que está surgiendo una creciente conciencia colectiva que busca empoderarse, como fomenta Podemos. El gran reto será el proceso de construcción de una ideología que contrarreste al nefasto, asfixiante y depredador economicismo neoliberal (véase mi propuesta ideológica en mis libros). Los ciudadanos queremos recuperar nuestro derecho a decidir sobre nuestras vidas, que no nos embarguen, que no nos cortan el agua, una sanidad y educación universales, que los bancos no engañen con preferentes o burbujas inmobiliarias, que no paguemos cada vez más por todo. Ello es una evidente esclavitud que nos impide pasar del primer nivel de las necesidades según La Pirámide de Maslow. El quinto nivel, la autorrealización o felicidad, es inaccesible para todos "nosotros" porque los poderes fácticos ("yo plutocrático", ego) han convertido la democracia en una plutocracia. Así hemos llegado a La sociedad de la ignorancia (recomiendo la lectura de este libro).

Los ciudadanos tenemos ante nosotros el reto de recuperar la genuina libertad natural que ha sido transmutada en libertades civiles secuestradas por los plutócratas. Sin pensamiento ni libertad, estamos muertos. Por eso quitan la filosofía de los colegios: para que la gente no piense por sí misma. Clase burguesa y pudiente de Torredembarra que me critica por mis ideas: no voy a ser esclavo de las vuestras, ni yo, ni muchos como yo. Somos cada vez más. Podemos.

Yo no quiero ser esclavo de un sistema corrupto. Por eso soy activista social así como activista cuántico. Soy un librepensador. Los que me tachan de friki en Torredembarra, sólo saben de mí por una mera interpretación objetiva, pero nunca llegarán a conocer la profundidad de mis pensamientos, porque nunca me han leído. Los amigos y compañeros que se han aventurado a crear Podemos en Torredembarra, saben bien de los que les hablo: estamos creando un nuevo mundo, aquél que se haya en la profundidad de nuestro ser, la perenne sabiduría que nunca debimos olvidar. Y en ese recorrido interior, todos hemos descubierto que, como decía Platón en el mundo de las ideas, la idea suprema es el amor.

Si Podemos respira amor, nada podrá la “casta”.