FIN DE AÑO APOCALÍPTICO: PUEDE PASAR CUALQUIER COSA
1 - La lucha entre el bien y el mal
Toda la humanidad, y cada una de las naciones, está pendiente del desenlace tras las elecciones del 3 de noviembre 2020 en Estados Unidos. Hay dos narrativas contrapuestas que luchan por ganar la batalla final entre el bien y el mal:
-Por un lado, los “globalistas” quienes quieren imponer un Nuevo Orden Mundial como moderna esclavitud mediante la implantación del transhumanismo (5G, microchip y vacunas con nanotecnología para un control social y mental mediante la tecnología), lo cual llevaría a la supresión de las libertades naturales del ser humano y, para tal fin, se han apoderado de las estructuras democráticas (gobiernos corruptos y títeres puestos a dedo ya sea de derechas o izquierdas), así como de las instituciones internacionales (OMS, ONU, Foro de Davos, ONGs, etc.). Esos globalistas son la cara de un enemigo invisible que tiene vínculos satánicos, así como el soporte de sociedades secretas (Illuminati, masonería, etc.) y, todo ello, es comúnmente conocido como el Estado profundo.
Esta facción globalista ha propagado la falsa pandemia para inocular miedo a la humanidad, promover la cuarentena y el distanciamiento social entre las personas y, cuya finalidad última, es destruir las naciones, las relaciones sociales y familiares, así como el amor a través del aborto, la ideología de género y el social-comunismo de Estado que destruye también toda estructura económica e iniciativa privada. De algún modo, quieren imponer la “marca de la bestia” sin la cual nadie podrá ni comprar, ni vender, ni viajar, ni tener soporte sanitario o ayudas sociales, nada de nada. Y cuando hablo de “bestia” lo digo con conocimiento de causa, pues no se trata de un eufemismo sino de algo real y tangible que es demostrado mediante la hipnosis clínica regresiva o por investigaciones antropológicas e históricas como la realizada por David Icke en su obra Hijos de Matrix.
Para llevar a cabo esos macabros planes, el Estado profundo cuenta con un aliado que se encarga del lavado de cerebro de la mayoría de personas: los medios tradicionales de comunicación (prensa y televisión), un MK ultra en toda regla que impide al común de los ciudadanos desprenderse de esos velos de la percepción y, acceder así, al despertar espiritual tan necesario en los tiempos bíblicos que estamos viviendo, la cuestión es que nadie sepa lo que está pasando en el mundo.
-Por otro lado, los “patriotas” es un movimiento de inteligencia militar que, tras el asesinato del presidente Kennedy, se dieron cuenta de que el citado Estado profundo estaba infiltrado en todos los partidos políticos, en las estructuras económicas mundiales y que estaban utilizando los ejércitos (sobre todo el de EEUU) para interminables guerras contra un supuesto terrorismo alentado por esos mismos seres demoniacos que quieren esclavizar a la humanidad en los términos anteriormente descritos.
Entonces, esos patriotas, alentaron a Donald Trump hacia la presidencia de los Estados Unidos en 2016, lo cual consiguieron contra todo pronóstico de la favorita Hillary Clinton. Desde que Trump accedió a la presidencia, el Estado profundo ha pretendido derribarlo sistemáticamente ya sea con falsas acusaciones de colusión con Rusia, ya sea mediante atentados fallidos y, en última instancia, robando las elecciones del 3 de noviembre 2020 mediante un fraude masivo.
Para despertar a las masas hipnotizadas por los medios de comunicación, esos patriotas, a partir de octubre de 2017, pusieron en marcha un movimiento de divulgación conocido como Q, quien daría “gotas” informativas de sus planes para que los “Anon” (anónimos, ahora conocido como “soldados digitales”) investigaran por ellos mismo de modo que, los “teóricos de la conspiración” así considerados por el establishment, ahora serían los abanderados de un movimiento de liberación mediante el conocimiento pues, ya que estamos en tiempos apocalípticos, es imperativo que “la verdad nos haga libres”.
El presidente Trump, en estos cuatro años de presidencia, ha drenado un profundo pantano que tenía infectadas a todas las estructuras de los Estados Unidos: NSA, FBI, CIA, Justicia, políticos de uno u otro color, medios de comunicación, en definitiva, el presidente Trump ha revertido esos poderes fácticos para llevar la libertad no solo a su pueblo sino, por extensión, a la humanidad entera.
Así de resumida es la situación en esa lucha entre el bien y el mal.
2 - Situación actual después de las elecciones en EEUU
El movimiento Q es un grupo de inteligencia militar, y sabía que el Partido Demócrata iba a robar las elecciones puesto que, a pesar de la manipulación mediática, Trump llenaba estadios donde Biden los tenía desérticos. Por tanto, los patriotas, “dejaron” que robaran las elecciones a sabiendas que estaban recogiendo las apabullantes pruebas, ya sean de manipulación física de los votos, o ya sea por fraude mediante sistemas informáticos. A pesar de tener todas las pruebas, la Justicia no admitió a trámite la demanda de Texas y otros estados y, por lo que se rumorea, hay jueces que están en la lista de los visitantes a la isla de Epstein: corrupción hasta la médula.
También han salido a la luz las corrupciones económicas de Joe Biden y su hijo, quienes han cobrado comisiones por obscuros negocios con empresas rusas, ukraniana (caso Burisma) así como chinas. En este punto, ha quedado demostrada la interferencia de países extranjeros en las elecciones de EEUU, países como China, Irán, Venezuela, Alemania y España entre otros, siendo ello un delito de alta traición a la patria que está tipificado en una orden ejecutiva firmada por Trump en el año 2018, lo cual le confiere la potestad de intervención de bienes y otras acciones militares.
En efecto, la interferencia extranjera de China (principalmente a manos del Partido Comunista Chino) en el Partido Demócrata no es la única evidencia de un pretendido globalismo bajo un social-comunismo, sino que, también, ha salido un listado con dos millones de personas infiltradas en todos los gobiernos del mundo, multinacionales e instituciones internacionales, lo cual viene a ser un premeditado plan de dominar a la humanidad mediante un social-comunismo como se está realizando en todos los países de Latinoamérica desde hace décadas, cuyo caso más emblemático es Venezuela. Y así, suma y sigue, con la invasión de los chinos en África para el control de sus recursos naturales, así como el control de las democracias Occidentales, por ejemplo, en España cuyo gobierno con Sánchez a la cabeza sigue estrictamente las instrucciones de George Soros.
Como se puede apreciar, el asunto es de hondo calado, pero, de todo lo anterior, la mayoría de la población no sabe nada pues siguen abducidos por los medios de comunicación quienes se encargan de tenerlos bajo el miedo de una falsa pandemia. Entonces, ¿en qué situación nos encontramos tras las elecciones de EEUU?
El 14 de diciembre, los colegios electorales presentaron sus avales para los candidatos que deben ser ratificados por el Congreso y el Senado el día 6 de enero 2021. Sin embargo, ante el flagrante fraude masivo en las elecciones, tanto republicanos como demócratas han presentado sus respectivas listas por duplicado. Entonces, el 6 de enero, con el vicepresidente Mike Pence al frente del Congreso y el Senado, se abrirán las listas de avales para cada candidato, pero, podrán ser denunciadas aquellas listas supuestamente objeto de fraude, con lo cual se podrá desestimar tener en cuenta aquellos Estados que tienen irregularidades por fraude. Sin perjuicio que ello pueda ser objeto de investigación judicial, esos Estados eliminados del recuento de votos provocará que ningún candidato pueda lograr el mínimo de 270 votos exigibles para ser nombrado presidente. En tal caso, hay una norma constitucional que contempla que cada Estado tenga un voto, solo uno, mediante su correspondiente representante, de modo que, de los posibles 50 votos, parece ser que hay una mayoría republicana de 30 votos contra 20 votos de los demócratas, lo cual daría la presidencia a Donal Trump. Esperpéntico, ¿verdad?, y más si tenemos en cuenta que Trump ha arrasado en las elecciones y que le han sido robadas por fraude masivo, ignorado ello en la narrativa de los medios de desinformación masivos. En este punto, la cuestión es: ¿cómo le explicas todo esto a la gente que está pegada al televisor? Porque creen firmemente que Biden es el ganador de las elecciones.
La situación descrita, de que ha habido un fraude masivo para robar las elecciones a Trump, ignorado por los medios de desinformación, hace que haya una opinión pública dividida: es el objetivo del Estado profundo para inculcar la narrativa de que Trump quiere dar un golpe militar, pues ya son varios los medios que dicen que Trump va imponer la ley marcial, así lo pidió también su brazo derecho el General Flynn, aunque Trump ha dicho explícitamente que “Ley marcial = fake news” en un twuit. La cuestión es que, si Trump sale presidente, aunque sea por los pelos el 6 de enero, la situación es muy favorable para que se provoquen disturbios civiles a manos de los “antifa” y los “Black Lives Matter”, de hecho, la venta de armas ha subido exponencialmente en todos los Estados, lo cual puede abocar a una posible guerra civil, muy deseado por el Estado profundo pues, antes de perder todo su poder, va a morir matando.
Así está la situación tras las elecciones.
3 – Las espadas en todo lo alto: posibles escenarios
Lo que escribo a continuación es un puro ejercicio especulativo. Solamente es una exposición de los posibles escenarios a tenor de los intereses de uno u otro bando, entre los globalistas y los patriotas.
¿Qué pueden hacer los patriotas?
-Pueden desenmascarar la falsa pandemia: cómo ha sido orquestada por la Organización Mundial de la Salud, políticos y la Bigfarma, y alentada por los medios de comunicación bajo el miedo.
-Pueden proceder a arrestos masivos, como llevan haciendo desde hace tiempo sin que la gran mayoría de la humanidad sepa nada, recordemos que hay más de 200.000 acusaciones selladas.
-Pueden implantar el patrón oro y el reseteo económico mundial.
-Pueden declarar la ley de insurrección por los evidentes fraudes e interferencia de países en las elecciones de EEUU.
-Pueden hacer divulgación de todas las pruebas de corrupción: fraude en las elecciones, corrupción de jueces, congresistas y senadores, también de los medios de comunicación, y todo ello bajo la acusación de alta traición a la patria, lo cual conlleva la pena de muerte.
-Pueden hacer una divulgación total: tecnologías ocultas, existencia de razas extraterrestres, cómo se ha manipulado la salud a través de las multinacionales farmacéuticas, cómo se han robado las elecciones en multitud de países igual que en EEUU.
-Pueden divulgar cómo la historia, la educación, la justicia, la política, todo, absolutamente todo, ha sido un gran engaño a la humanidad.
-Pueden revelar toda la obscuridad satánica a mano de políticos, famosos y Wollywood con sacrificio de niños, tráfico humano, drogas y, todo ello, bajo el dominio de razas extraterrestres negativas.
-Pueden revelar cómo Obama fue un presidente Ilegítimo puesto que no es nativo de EEUU.
-Pueden revelar quien estuvo detrás del ataque a las torres gemelas de New York en 2001.
-Pueden desclasificar el expediente de la muerte de Kennedy, y exponer a los verdaderos culpables.
-Pueden, en coordinación con otros servicios de inteligencia militar, detener a gobiernos de otros países al ser ilegítimos también por fraude en sus respectivas elecciones.
-Pueden revelar que EEUU es una corporación, es decir, no es una república legítima y, en tal caso, declarar la auténtica republica de los EEUU, con lo cual habría un nuevo proceso electoral en un plazo de 120 días, pero tras la preceptiva limpieza de corrupción, exposición del satanismo y la manipulación de la cual ha sido objeto la humanidad durante siglos por no decir milenios.
-En fin, los patriotas tienen todas las pruebas para jugar sus cartas como mejor le plazca en ese tablero de ajedrez multidimensional.
¿Qué pueden hacer los globalistas?
-Pueden distorsionar la anterior narrativa de los patriotas, retorciendo y negando la diseminación de la anterior información a través de los medios de comunicación controlados por ellos.
-Pueden crear un ataque de falsa bandera para crear más caos y miedo, de modo que las divulgaciones de los patriotas sean solapadas, por ejemplo, por un falso ataque extraterrestre (recordemos que el Estado profundo posee naves antigravedad y tecnologías exóticas ocultas a la humanidad), o por otro virus más mortal.
-Pueden crear caos social en las grandes ciudades mediante disturbios provocados, intentando con ello provocar una guerra civil en los EEUU.
-Pueden hacer surgir reptilianos desde las bases subterráneas aún controladas por ellos, como si de una película de ciencia ficción se tratara, y retransmitir ello en las pantallas de televisión para crear un colapso social y mental de la humanidad (recordemos, en dicho sentido, el pánico creado por Orson Welles con su programa radiofónico La guerra de los mundos).
No sé si me queda alguna opción más de uno u otro bando. Pero lo que sí pienso es que este final de año va a ser apocalíptico y, probablemente, no se va a llegar al 6 de enero para la proclamación del virtual ganador de las elecciones. Vamos a vivir una Navidad inolvidable, yo diría que la más importante de la humanidad, en la que podemos atisbar la liberación de la humanidad después de milenios de estar bajo el yugo de razas extraterrestres negativas o inter-dimensionales que, para el caso, es lo mismo.
Pero también podemos vislumbrar una era dorada para la humanidad, en la que nos veremos liberados de la opresión económica, política y religiosa para recuperar nuestra genuina espiritualidad como seres de Luz. No tengo dudas que estamos viviendo una divulgación cósmica para un despertar colectivo masivo.
Un pequeño paso para cada uno de nosotros, pero un gran paso galáctico para la humanidad.