"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
MATERIALISMO

Este artículo es una reproducción del capítulo 7-3 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

De un modo historicista, ese pretendido segundo renacimiento de la conciencia (espíritu colectivo) surge como contraposición a su contrario, el primer renacimiento humanístico (“yo” racional), a partir del cual se originó el presente y caduco ego sustentado en el materialismo. El materialismo es una corriente filosófica que, en oposición al idealismo, resuelve el problema cardinal o fundamental de la filosofía acerca de la relación entre el pensar, el espíritu y la naturaleza, postulando que la materia es lo primario. Según la visión materialista, la conciencia y el pensamiento es una emergencia material a partir de un estado altamente organizado. Según esta concepción, el mundo es material y existe objetivamente, independientemente de la conciencia. Sin embargo, el neurocientífico Francisco J. Rubia, Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, viene a decir todo lo contrario: “Los órganos de los sentidos nos han engañado desde siempre y lo sabemos, como ya lo sabían los filósofos griegos de la naturaleza de las colonias jónicas en Asia Menor. La neurociencia moderna nos dice que ni los colores ni los olores, ni los gustos ni los sonidos existen en la naturaleza, sino que son creaciones del cerebro”.

Así, la concepción materialista se viene abajo con los últimos descubrimientos de las neurociencias, quienes acreditan que el mundo material solo existe en nuestra percepción mental, una cuestión avalada también por la física cuántica donde la medición del objeto está correlacionada con el sujeto cognoscente que observa. Así, según la neurociencia y la física cuántica, solamente es real nuestro mundo mental, el de las ideas, como ya expusiera Platón como “Mundo de las Ideas”. Consecuentemente, la visión materialista como método de conocimiento es una verdad a medias, pues solo puede proveer una cosmovisión completa acudiendo inexorablemente a fundamentos metafísicos, filosóficos y perennes, contemplados estos en el otro modo de saber, el místico o trascendental. Habrá que creer a Whitehead cuando afirmó que la filosofía occidental es una esmerada nota a pie de página en la obra de Platón. Se vuelve así a postulados cognitivos perennes que el pensamiento occidental ha obviado incorporar en la pedagogía filosófica de la educación tradicional. El pretendido segundo renacimiento requiere, por lo tanto, una educación cuántica que explique dicho giro copernicano del materialismo al idealismo en la historia del pensamiento.