"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
EMPODERAMIENTO

Este artículo es parte del trabajo monográfico titulado ASCENSIÓN ESPIRITUAL INDIVIDUAL DESDE 3D A 5D ​(artículo nº 1)

Este artículo es una reproducción del capítulo 14-5 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

Sin embargo, muy pocas personas saben escucharse a sí mismas (Davidow, 2002), pues como ha demostrado el neurólogo estadounidense Benjamin Libet mediante experimentos, las señales cerebrales asociadas a las acciones se producen desde 0,3 a varios segundos antes de que el sujeto fuera consciente de la decisión de llevarlas a cabo. El orden de las actividades cerebrales parecía ser percepción del movimiento y luego decisión, y no a la inversa. Es decir, el cerebro consciente solo intenta ponerse al nivel de lo que ya estaba haciendo el cerebro inconsciente. Por lo tanto, el libre albedrío es una ilusión, todo un reto cognitivo que propició mi obra Pensar en ser libre, de la filosofía tradicional a la filosofía transpersonal. ¿No requiere la evidencia científica de Libet de un revisionismo en profundidad del ser humano, como propongo mediante la filosofía transpersonal y La educación cuántica? La filosofía transpersonal aúna la racionalidad con la espiritualidad, más allá del “new age” y del “misticismo cuántico”. La filosofía transpersonal se sustenta en un racionalismo espiritual abierto a los inmensos desafíos que nos deparará la ciencia en cuestiones espirituales. Es la tan deseada integración entre la ciencia, la profundidad intelectual y la moralidad, tres esferas cognitivas diferenciadas por Kant mediante sus Tres críticas, y que la postmodernidad no ha logrado unificar.

Desde luego, la humanidad se halla en una era de cambios como jamás ha habido en la historia y que algunos asocian a la Era de Acuario o al Calendario Maya. Pero, principalmente, se trata de un giro copernicano en la conciencia, de la personal a la transpersonal, en el modo de interpretar el mundo y a nosotros mismos, y en cómo debemos poner el conocimiento al servicio de la humanidad para garantizar así la libertad de todos en vez del libertinaje de una minoría plutocrática. Hace faltan muchas más personas como Richard Stallman, fundador del movimiento por el software libre en el mundo, o Jimmy Wales cofundador de Wikipedia, o Edward Snowden, quien ha destapado el espionaje mundial realizado por la NSA estadounidense. ¡Solo el conocimiento nos hará hombres libres!

Vuelvo a repetir, la verdad nos hará libres. Solo viviendo en la verdad podemos ser personas auténticamente libres respecto de los dogmas históricos, sociales, científicos, económicos, psicológicos y religiosos. Y la verdad defendida en mi constructo pensativo es que, a modo de un segundo renacimiento humanístico, la racionalidad ha vuelto la mirada hacia la espiritualidad, hacia la compasión, hacia el “nosotros” como único baluarte para salvar este decrépito mundo (Martos, 2016). Se trata de un paradigmático racionalismo espiritual con una creciente fuerza para plantar cara a este decadente sistema capitalista. En suma, es imperativo que el pensamiento único neoliberal sea sustituido por un regenerado pensamiento colectivo sustentado en una vertebración moral que permita recuperar los valores humanísticos del primer renacimiento, pero, ahora, con la posibilidad de ser potenciados mediante La educación cuántica.

Son tiempos cuánticos, también de filosofía transpersonal. Y son tiempos para una educación cuántica que propugna un nuevo paradigma de conocimiento y que es conveniente argumentar con mayor profundidad y profusión intelectual.


BIBLIOGRAFÍA:

Davidow, Jenny. Escucha tu subconsciente. Barcelona: RBA, 2002.

Martos, Amador. Ken Wilber y los nuevos paradigmas de la humanidad. España: Amazon, 2016.