"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
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Este artículo es parte del trabajo monográfico titulado LA FILOSOFÍA DE LA MENTE PARA LA TRANSFORMACIÓN INTERIOR (artículo nº 1)

Este artículo es una reproducción del capítulo 1-3 de la primera parte de LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

A la vista de todo lo anterior (aquí y aquí), se puede afirmar que ciencia y espiritualidad, más que abrirse una brecha entre ambas, están aproximándose la una a la otra gracias a las investigaciones de los propios científicos, Amit Goswami, Pim van Lommel, Alexander Eben, José Miguel Gaona, entre otros muchos como se verá, y que vislumbra un nuevo paradigma de conocimiento todavía por descubrir, y cuyas reglas habrá que escribir.

El objetivo de esta introducción es argumentar que la mente y el campo cuántico (Mctaggart, 2006) están cada vez más cerca de una percepción cognitiva como jamás ha habido en la historia de la humanidad, salvo quizá, en algunas de las antiguas civilizaciones desparecidas que dejaron suficientes legados arqueológicos y sapienciales de un conocimiento superior al actual estadio civilizatorio (1) . Tal vez siempre, la mente y el campo cuántico hayan estado conectados, pero pocos han podido acceder a él. El conocimiento esotérico tiene ahora una reformulación científica gracias a la física cuántica: el racionalismo pragmático está conectando con su contrario, el racionalismo espiritual. Hasta los científicos más ateos están experimentado el racionalismo espiritual. En este sentido, conviene recordar Cuestiones cuánticas de Ken Wilber (2013), una recopilación de escritos místicos de los físicos más famosos del mundo. Son unos escritos místicos de los científicos más eminentes de nuestra era, los padres fundadores de la relatividad y de la física cuántica. Todos ellos, con un lenguaje asequible y ajeno a la terminología técnica, expresan su convicción de que la física y la mística, de alguna manera, son complementarias. Son cada vez más los científicos que escapan de la exclusiva mirada del materialismo científico y abrazan a la espiritualidad.

Para el lector deseoso de seguir investigando sobre la mente y su relación con el campo cuántico, recomiendo la lectura de Deja de ser tú. La mente crea la realidad, una obra del bioquímico Joe Dispenza (2012) quien, a través de la física cuántica, la neurociencia, la biología o la genética, pretende enseñar cómo dar el salto cuántico que requiere romper con los límites de la realidad objetiva. Quizá ha llegado el momento de explorar un mundo que la ciencia está empezando a descubrir. Quizá ha llegado el momento de explorar la mente infinita. Quizá ha llegado el momento de trascender en nuestra mente cuántica (Torán, 2011). En esa dirección, la psicología transpersonal es una excelente herramienta de trascendencia para dar un salto en un nuevo campo de la conciencia, hacia una evolución holística desde el ego al “nosotros” kantiano, un cambio de paradigma del neoliberalismo al altermundismo, en suma, se trata de una mirada hacia el interior del individuo, una recuperación de los valores humanos violados por un corrupto sistema capitalista donde siempre pierden los de abajo al quedar el ego de las personas fragmentado y disociado de la colectividad.

Una última observación en esta introducción. Soy consciente de la dificultad cognitiva de este ensayo: es un pensamiento complejo (Morin, 1994), en el específico sentido acuñado por el filósofo francés Edgar Morin. El objetivo pedagógico pretendido con La educación cuántica, es hacer verdad lo dicho por este pensador contemporáneo: “Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad”. Esa perspectiva pedagógica propuesta por Morin está incursionando en la educación, véase en este sentido la obra del físico y maestro Carlos González (2011) titulada Veintitrés maestros, de corazón: un salto cuántico en la enseñanza. Una interesante sinopsis de dicha obra:

"Un maestro decide crear un ambiente mágico en su clase para empoderar a sus alumnos. Les ayuda a descubrir los enormes potenciales que habitan en su interior. Les revela un mundo más allá de la mente programada y de las creencias. Para llevar a cabo su proyecto el profesor emplea curiosos trucos. Poco a poco, cada alumno se convierte en su propio maestro, en una fuente de conocimiento para él y sus compañeros. La vida se torna mágica: pueden vivirla desde su corazón. Se plantea un modelo de enseñanza que se basa en descubrir la fuerza interior. Hoy puede ser ciencia ficción. Tal vez una semilla, pero si la nutrimos puede generar una forma totalmente nueva de enseñar, en la que el ser humano deja de sentirse víctima, para sentirse el creador de su propia vida."

Sin lugar a dudas, La educación cuántica es un proceso imparable, como trataré de evidenciar a lo largo de este ensayo.


NOTA (1): Tome Martinez Rodríguez (2014) en su obra Civilizaciones perdidas, nos ofrece una apasionante panorámica de una ancestral sabiduría anclada en tiempos pasados, resumen:

Ciudades milenarias, lugares de poder, objetos imposibles, tumbas, momias, reliquias sagradas, civilizaciones perdidas... Descubra los hallazgos arqueológicos que afianzan nuestra convicción de que el pasado de la humanidad esconde asombrosos secretos. Un viaje por el conocimiento hermético de la antigüedad, desde el génesis de nuestra especie, pasando por las primeras ciudades-estado, los constructores de megalitos, las pirámides egipcias, los observatorios astronómicos precolombinos o los santuarios rupestres del Sahara Argelino hasta los indicios evidentes de civilizaciones desaparecidas. Las cuevas de Altamira, el Valle de los gigantes, Stonehenge, Machu Picchu, Piri Reis, las ruinas de la ciudad sumeria de Ur, las Líneas de Nazca, Angkor,... son algunos de los lugares que recorre esta obra, los yacimientos arqueológicos más insólitos del planeta. Tomé Martínez Rodríguez se basa en estudios paleontológicos, antropológicos e incluso genetistas para ofrecer una imagen veraz de la evolución de la vida y de nuestra especie. Una obra clave que nos permitirá entender los factores que han provocado el declive de las civilizaciones.