"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
PODEMOS: ¿QUIÉN ENGAÑA A QUIÉN?

La política es el arte del engaño, hasta una niña de 13 de años os lo puede explicar. Pero en el arte del engaño, lo importante es saber discernir quién engaña a quién. En la maraña de incertidumbre política en la que está sumisa España debido al actual desgobierno, no estaría de más hacer un ejercicio de reflexión para saber quién engaña a quién. Este es el objetivo de este artículo, en un alarde de revisión histórica, social y psicológica.

Desde un punto de vista histórico, después de la “modélica y pacífica” Transición, los herederos del franquismo con la aquiescencia de la izquierda reconvertida en una social-democracia liderada por un Felipe González como submarino de los poderes fácticos, nos vendieron al pueblo español los vientos de la integración europea para, decían, ser más libres, más demócratas y equipararnos con las grandes potencias del viejo continente. Cuarenta años después, ese sueño europeo ha resultado el más grande de los engaños de la historia contemporánea española: las empresas estatales (rentables y que garantizaban servicios a la ciudadanía) y la banca pública fueron vaciadas del Estado para ponerlas en manos del Gran Capital. Así fue como España se convirtió en un vagón de cola de la locomotora alemana. La Transición, en realidad, no fue más que un puente para desposeer al pueblo español de su soberanía económica, política y democrática. Porque, efectivamente, más que democracia, vivimos en una plutocracia, en una dictadura económica que ha saqueado a los ciudadanos y vaciado las arcas del Estado mediante una galopante corrupción amparada por el bipartidismo del PP y PSOE.

En plena vorágine de la corrupción, se ha pasado del aproximadamente 30% de deuda pública de la era Zapatero al 100% que nos deja el actual presidente en funciones Mariano Rajoy. Una deuda impagable para el pueblo español, la misma deuda que no pudieron afrontar los miles de ciudadano desahuciados de sus casas por la burbuja inmobiliaria que se inició en la época de Aznar. ¿Y quiénes son los responsables de ese gran engaño histórico y social? Aunque tarde, los ciudadanos españoles nos hemos rendido a la evidencia que la política es una gran Mierda, con M mayúscula de Miseria, con M mayúscula de Mentira y con M mayúscula de Manipulación. No en vano aproximadamente un 50% de la población ya pasa de votar en las diferentes convocatorias electorales. ¿Hay solución a este gran engaño social?

Así fue como tras el 15M, hubo un amago de un despertar social, ingenuo, espontáneo y voluntarioso pero carente de capacidad organizativa. Entonces surgió el genio de la botella: Podemos. Los verdaderos activistas, los que de verdad queríamos cambiar este país, apostemos por ese halo de esperanza, pero bien pronto nos convertimos en críticos indeseables para el Macho Alfa encarnado en la figura de Pablo Iglesias. El “coletas”, entonces aupado convenientemente desde la ingeniería social del propio sistema, se paseó por los platós de televisión para arengar contra la casta, contra el bipartidismo, reivindicando la conciencia social de los indignados y prometiendo un verdadero cambio social y político. ¿Quién engaño a quién en ese teatro mediático?

Por un lado, Pablo Iglesias, tal buen autócrata y junto a los secuaces de la cúpula directiva de Podemos, engañaron a la conciencia social encarnada en los más críticos al negarles una construcción social horizontal a través de los Círculos, pues, como ya es sabido, prohibieron por un lado poder participar en las elecciones municipales, y por otro lado tampoco permitieron a esos críticos acceder a la estructura de organización interna de Podemos al instaurar un sistema-plancha de votaciones que dejó fuera a unos mil candidatos que optaban al Consejo Ciudadano Estatal de Podemos: este fue el descomunal primer y gran engaño de Podemos, una traición a la conciencia social de los ciudadanos, presentándose el “coletas” como el mesías mediático aupado por los medios del sistema. El iluso profesor de Ciencias Políticas se creyó más listo que la propia casta a la que criticaba. Se pensaba Pablo Iglesias que le podría ganar al sistema jugando en el propio terreno de la casta: en los medios televisivos, y ello a costa de abandonar un discurso horizontal para serlo cada vez más vertical. Pronto, muy pronto, en vez de “asaltar los cielos” , bebió de la propia cicuta que inoculó al pueblo, pues cayó en la trampa que le había sido tendida por el propio sistema: primero auparon a la damnificada conciencia social a través de Pablo Iglesias, paseándolo por los platós de televisión, y en cuando estuvo en su momento más álgido, promocionaron a Albert Rivera de Ciudadanos para hacer de contrapeso.

En definitiva, Podemos engañó a la conciencia crítica del pueblo para hacerse con el electorado de PSOE. El sistema le siguió el juego hasta que aupó el submarino de la derecha mediante Ciudadanos. Así, el tan odiado y denostado bipartidismo PP-PSOE, más que por arte de magia sino por ingeniería social y mental, sería reconvertido en el sucedáneo bipartito Podemos-Ciudadanos. Tan sólo quedaba ahora diezmar del tablero político a Podemos ¿Quién engañó a quién?

Podemos engañó al pueblo, el sistema engañó a Podemos, y por la ley de la transitividad, el propio sistema engañó al pueblo mediante una ingeniería social y psicológica digna de los mejores estrategas de ajedrez. Y ahora, el sistema pone toda su maquinaria mediática en el acoso y derribo de Podemos para que sólo queden como salvadores de la patria los mimos que han llevado a la ruina a España: PP y PSOE que, junto a Ciudadanos como renovada cara de la derecha, firmen el gran pacto de coalición para asegurar la gobernabilidad de los poderes fácticos por encima del pueblo.

¿Quién ha engañado a quién? Hasta una niña de 13 años sabe explicarnos quién engaña a quién.