LAS REALES ACADEMIAS RECLAMAN UN PACTO “URGENTE” POR LA EDUCACIÓN
El Instituto de España, en un gesto inédito, solicita un acuerdo “que muchos españoles consideramos inaplazable por más tiempo y, en todo caso, fundamental”.
En la foto, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, Mariano Esteban (Farmacia); Carmen Iglesias (Historia); José Elguero (Ciencias Exactas); Pedro R. García (Ciencias Exactas); Elías Fereres (Ingeniería); José Antonio Escudero (Jurisprudencia); Joaquín Poch (Medicina) y Juan Velarde (Ciencias Morales).
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, comenzó su etapa al frente del ministerio el pasado verano proclamando a los cuatro vientos: “Los ciudadanos me paran por la calle para pedirme un pacto educativo”. Más de medio año después, en un país con un Gobierno en funciones y pendiente de pactos tras las elecciones del 20- D son los académicos los que, en un gesto inusual, hacen esa petición.
La junta directiva del Instituto de España, que integra a las nueve Reales Academias, ha reclamado este martes un pacto “urgente” para la educación “que muchos españoles consideramos inaplazable por más tiempo y, en todo caso, fundamental”, según el manifiesto conjunto que han elaborado y presentado este martes. Joaquín Poch, presidente de la Junta Rectora del Instituto de España y de la Real Academia Nacional de Medicina, ha leído las ideas principales para conseguir un modelo educativo que sirva para “formar ciudadanos instruidos, responsables y competentes con capacidad crítica”.
“Llevamos casi medio siglo de reformas sucesivas, tanto en los niveles de primaria y secundaria como en los superiores, que desafortunadamente no han dado todos los resultados positivos que serían de esperar”, prosigue el texto, que dirigen a la ciudadanía. El manifiesto reivindica la autoridad del profesor y el papel de maestro, sobre cuya figura “debe asentarse todo el proceso educativo”.
Los académicos lamentan los resultados de los informes internacionales, que muestran que la situación de la enseñanza “no es boyante” y reclaman “medios suficientes y objetivos bien definidos en aras de un bien común” tras los recortes que ha sufrido el sector durante la crisis. En el documento, aluden a un “currículo de Estado” que incluya “las dos culturas: la científica y la humanística”. Reclaman una educación para la ciudadanía "o como se quiera denominar", un modelo que repare en el conocimiento de la lengua “propia de cada comunidad, de la común de toda España y al menos de un idioma extranjero”, las matemáticas, la anatomía, las tecnologías, las artes o la historia. “Sin el conocimiento de la larga estela del pasado, resulta imposible entender y valorar el presente, así como proyectar el futuro”.
"En el centro de sus preocupaciones"
También reparan en la filosofía, "una de las grandes perdedoras de nuestro ir y venir educativo, es una de las disciplinas propedéuticas más útiles para formar ciudadanos reflexivos y críticos”. Esta materia es una de las asignaturas que la última reforma educativa, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), ha dejado de lado. La mayoría de los partidos de la oposición, con el PSOE a la cabeza, han pedido la derogación de esta ley, la séptima aprobada en democracia. El documento del Instituto de España no hace referencias a leyes concretas.
Los académicos señalan que en este gesto “no hay ninguna connotación política directa con ningún partido ni con nada”, según Carmen Iglesias, presidenta de la Real Academia de la Historia y única mujer al frente de una de las nueve instituciones. Además de las dos ya nombradas, están incluidas la de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas; de Jurisprudencia y Legislación; la de Farmacia; la Real Academia de Ingeniería; Real Academia Española y la de Bellas Artes de San Fernando. (Los representantes de estas dos últimas no han estado presentes en el acto público aunque también respaldan el manifiesto, según la organización). Piden que este asunto se convierta en una clave del debate social para que se “fuerce a los políticos, sean quienes sean, a que pongan la educación en el centro de sus preocupaciones”, ha añadido Iglesias.
Educación homogénea
Los ejes principales del pacto que reclaman los académicos son “la calidad de contenidos, del profesorado y la conciencia de toda la sociedad española de que la educación comienza realmente dentro de la propia familia”, ha resumido Poch, que considera que los recursos económicos que se pueden invertir en el sistema “son absolutamente mejorables”. “Intentemos que la educación en España no esté a zarpazos continuos”, ha pedido por su parte Juan Velarde, presidente de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas, “que proporcione a los españoles una situación de solvencia ciudadana”. “En España, la educación ha sido muy desigual en general y lo que queremos es que sea homogénea”, ha explicado Mariano Esteban, al frente de la Real Academia Nacional de Farmacia.
“Muchos de los problemas, carencias y contradicciones que nos aquejan no tienen solución que no pase por una educación programada con continuidad en el tiempo, medios suficientes y objetivos bien definidos, en aras de un bien común”, concluye el escrito.