SE LLAMA TEGA Y PUEDE SER EL MAESTRO DEL FUTURO
La robótica se aprende y para algunos comienza a ser materia fundamental en el aula , pero no se queda aquí. Otra vía de desarrollo, más a nivel global que específico de educación, consiste en reemplazar a humanos por robots, sobre todo en ciertos tipos de trabajos.
En la labor escolar parece difícil pensar en un sustituto robotizado para el maestro o profesor, aunque… algo está empezando a crearse. Por ejemplo Tega, un robot creado por el MIT que se presenta como un asistente educativo. Tranquilo, por ahora no debes temer por tu trabajo… por ahora.
Pequeño y con forma más de peluche juguetón que de un robot humanoide, Tega dispone de múltiples sensores capaces de reconocer las expresiones faciales de los chavales que tiene enfrente, y que por supuesto es capaz de responder adecuadamente. En GizTab nos dan unos cuantos detalles más, aunque el grueso de la información está en la web oficial del MIT dondo se nos presentan y describen la plataforma al completo.
Más que un robot, Tega es una plataforma de robots sociales
El MIT siempre está en la vanguardia de la investigación tecnológica, y en esta línea Tega no es simplemente un robot, sino una plataforma al completo. En la actualidad están investigando sobre ella, pero su esperanza es poder conseguir toda una familia de robots con habilidades sociales que puedan interactuar con niños, incluyendo también el soporte a labores de aprendizaje (como, citan, “desde vocabulario hasta contar historias”).
El proyecto no es nuevo —hereda algunas de sus características de la plataforma DragonBot, estando considerada como una segunda generación— pero desde luego es un enorme campo de estudio que apenas acaba de comenzar, y que mezcla múltiples vías de trabajo técnico para tratar de conseguir. Uno de sus puntos claves está en que se basa en un smartphone Android como unidad central de proceso, con lo que desde el punto de vista técnico es algo relativamente “sencillo” y universal que no requiere de un potente ordenador para funcionar.
Aunque esto pueda parecer ciencia-ficción la realidad es que Tega es una realidad. Una realidad por ahora de laboratorio, pero con muchas posibilidades de llegar a aulas y hogares por todo el mundo en los próximos años.