"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

AMANDA CÉSPEDES: LAS NEUROCIENCIAS SON EL ESLABÓN PERDIDO DE LA BUENA EDUCACIÓN

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Escritora, profesora y experta en neurociencias: Amanda Céspedes integrará el directorio de Educación 2020. Aquí habla de sus anhelos para la educación chilena y cómo los canalizará a través de la Fundación.

Amanda Céspedes creció en una casa de profesoras. Sus cinco tías, que la criaron, eran educadoras normalistas. Hoy, ella también enseña: es profesora de neuropsicología en varias universidades chilenas e imparte talleres SENCE sobre innovación pedagógica. “El profesor cree en un ideal de niño que no existe”, dice con propiedad la autora de decenas de libros sobre déficit atencional y cerebro adolescente. Recientemente invitada a formar parte del directorio de Educación 2020, Céspedes asegura que las neurociencias son el eslabón perdido para salir airoso en el difícil arte de lograr aprendizajes.

¿Por qué planteas este vínculo entre educación y neurociencias?

Es esencial. Las neurociencias nos permiten entender el funcionamiento del cerebro de un niño. Se han construido planes y programas sobre cómo aprende el niño, pero no aprende él, aprende su cerebro. Se parte del supuesto falso de que el niño posee infinidad de softwares que le permiten aprender contenidos. Y la verdad es que el cerebro del niño está hecho para disfrutar la vida. Lo único que nos permite demostrar ese error son las neurociencias.

¿Y las prácticas docentes actuales responden a este planteamiento?

No, hay un divorcio enorme. Lo que yo sostengo apasionadamente es que en los primeros cuatro años de vida hay que desarrollar las competencias de escolarización, para que después el niño se pueda escolarizar solito.

¿Y cómo se desarrollan esas competencias?

Si los profesores dejaran, desde primer año, un 30 o 40 por ciento de la programación del día para desarrollar competencias de escolarización, le cambiaría la vida a los niños. Y las neurociencias demuestran por qué. Entre los 10 y 12 años, el cerebro elimina todo aquello que no consolidó. ¿Viste la película Intensamente? Es como el tubo que echa al vacío lo inútil. Y lo inútil en el cerebro de un niño es todo aquello que no comprendió.

¿O sea que nuestros primeros años de escolaridad son perdidos?

Es trágico. El error es creer ingenuamente que todo lo que se le enseñó al niño como contenido quedó depositado en la memoria. Hay datos o fechas que se pueden memorizar, pero todo el resto del conocimiento –para que sea significativo– el cerebro necesita integrarlo y comprenderlo.

METODOLOGÍAS INNOVADORAS

Para Céspedes, el abultado currículum escolar es el enemigo que más atenta contra el cambio de paradigma en el aula, al estar lleno de “contenidos irrelevantes”. Si de ella dependiera, reduciría a la mitad lo que se enseña hasta quinto básico. Otro cambio imprescindible, dice la neuropsiquiatra, es reducir el número de estudiantes por sala y enfatizar su rol activo, pues “ningún niño aprende pasivamente”.

¿Éste es un problema transversal en la educación chilena?

No. Hay claras diferencias. Hay colegios privados en Chile que trabajan maravillosamente, con metodologías innovadoras y profesores bien capacitados, que miran constantemente nuevas didácticas y las aplican. La gran tragedia está en la educación municipalizada y en los colegios privados que no tienen voluntad de cambio.

La literatura dice que no hay diferencia cognitiva entre un niño rico y otro pobre al nacer, que las diferencias se manifiestan a los 36 meses, ¿qué le produce al cerebro de nuestros niños la segregación social?

Uf. Está produciendo dos tipos de cerebros. El cerebro de un niño que vive gran precariedad aprende más lento, diferente. Necesitan metodologías muy precisas, que incorporen sus saberes. Un niño que vive en sectores vulnerables sabe muchísimas cosas de la vida, pero esas cosas no entran al aula y el profesor debiera incorporarlas. Por ejemplo, hacer un cuento de una cocinería o del carrito donde la mamá vende sopaipillas y no solo sobre princesas y castillos.

Que le haga sentido.

Claro, lo que María Victoria Peralta, gran investigadora chilena, llama pertinencia cultural.

¿Qué metodologías innovadoras podrías mencionar?

Hay un área muy linda, que es la redacción a partir de la creación de cuentos. Eso hay que desarrollarlo, los niños tienen lectura obligatoria, pero no crean cuentos. Es una estrategia maravillosa para enseñar a redactar. Otra técnica es la clase invertida. Los alumnos realizan la clase en sus casas y van al aula con el profesor a mostrar y verificar lo que aprendieron.

¿Conoces las redes de tutoría?

Sí, calzan absolutamente con los postulados de las neurociencias. Aprender es hacer redes. Lev Vigotsky planteaba que el aprendizaje inicial debía siempre ser interpersonal. Esto significa, con alguien. Y ese alguien debe ser más preparado: un niño, un anciano, un adulto. No necesita ser un erudito en todo, sino más preparado en eso que va a enseñar. Y lo sabe enseñar porque lo ha comprendido, lo ha hecho suyo. Una se muere con las cosas que sabe. Y son redes generativas, porque sobre una red tú puedes plantar otra y otra.

En Educación 2020 creemos en esta estrategia para generar cambios potentes dentro del aula.

Sin duda, pero es tan revolucionaria que requiere voluntad. Imagínate que el director se asoma y ve que hay redes de tutorías entre estudiantes y el profesor es guía. Puede que el director llame al profesor y le diga qué está haciendo usted, es un flojo. Estas estrategias innovadoras requieren que la gestión escolar y la dirección estén completamente convencidas.

¿Cómo recibiste la invitación a ser parte del directorio de Educación 2020?

La recibí con enorme felicidad. Sentí que paso a formar parte de un grupo de soñadores.

¿Con qué sueños vas a contribuir tú?

Mis sueños son en dos ámbitos: primera infancia y educación inicial. Creo en lo fundacional. Si nosotros lográramos en este país hacer bien las cosas hasta cuarto básico, lo demás fluye. Es difícil, pero soy optimista. En Educación 2020 tendré la oportunidad de mostrarle a Chile qué son las neurociencias.

Bienvenida entonces.

Gracias.