"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

HACIA UN NUEVO PARADIGMA EDUCATIVO: LA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL

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Un artículo de Amador Martos, filósofo, escritor y promotor de la PLATAFORMA REIVINDICATIVA POR UNA EDUCACIÓN INDEPENDIENTE DEL PODER POLÍTICO.

“No puede haber un pensamiento crítico sin contemplar cómo se realiza la transmisión del conocimiento y cómo se procesa esa aprehensión cognitiva por el sujeto cognoscente. Esa nueva manera de mirar y pensar requiere, por tanto, de un revisionismo de la educación y de la pedagogía cognitiva”
(Amador Martos, filósofo transpersonal).

Los actuales cambios en nuestra civilización obedecen a causas históricas, sociales y filosóficas pero, inherentemente, conlleva también cambios en la educación y en la forma que se adquiere el conocimiento como nunca ha habido en la historia (Pozo, 2016). Los cambios humanos operados en el ámbito del conocimiento han sido de tal calibre y calidad que ha provocado una verdadera revolución científica, solo comparable a la revolución industrial. La educación se encuentra en un proceso de transformación. El modelo educativo vigente está desfasado desde hace décadas. Es hasta estúpido intentar enseñar a nuestros niños y adolescentes un contenido al que pueden acceder cuando lo deseen desde cualquier dispositivo con una conexión a Internet. Al respecto, muchos movimientos de vanguardia se están suscitando en todo el mundo, y las conocidas como “escuelas activas” es el movimiento pedagógico que abandera el cambio de paradigma educativo.

Es oportuno e importante recordar la diferenciación pedagógica entre las escuelas tradicionales y las escuelas activas. Mientras que en la escuela tradicional prima el aprendizaje memorístico, en la escuela activa se imparte un aprendizaje comprensivo, crítico u multidisciplinar. En la escuela tradicional, la relación entre maestro y alumno es de autoridad y pasiva recepción de conocimientos, respectivamente. Sin embargo, en la escuela activa, se plantea el aprendizaje a partir de las necesidades e intereses del alumno, siendo el maestro un acompañante participativo en la construcción del conocimiento. En la escuela tradicional se hacen exámenes. Sin embargo, en las escuelas activas, se evalúa el progreso del alumno de manera global, no por área y materias, sino por medio de acuerdo de las normas entre todos, es decir, consenso frente a la actitud represiva de la escuela tradicional.

1 - UN NUEVO PARADIGMA EDUCATIVO

La educación académica tradicional, en la acepción anteriormente argumentada, está quedando obsoleta y requiere de una nueva mirada pedagógica. En dicho sentido, muchos expertos y profesionales del mundo de la educación reclaman la necesidad de un nuevo paradigma educativo que pasa por la innovación en las aulas. Estas son las imprescindibles referencias que aluden a ese nuevo paradigma educativo:

-El maestro de física Carlos González Pérez (2011) mediante su obra Veintitrés maestros, de corazón: un salto cuántico en la enseñanza, ayuda a descubrir los enormes potenciales que habitan en el interior de los alumnos, posibilitando el empoderamiento más allá de la mente programada y de las creencias.

-Mediante La educación prohibida (película-documental sobre la educación progresista en oposición a la educación tradicional), German Doin se ha convertido también en un referente del proyecto Reevo, una plataforma web de una comunidad de activistas en red con el fin de documentar, mapear e impulsar iniciativas vinculadas a experiencias de la educación no convencional que se centran en el aprendizaje y pleno desarrollo de los seres humanos en comunidad respetando su vida, su cultura y su entorno.

- María Acaso con sus libros La educación artística no son manualidades (Acaso, 2009a), El lenguaje visual (Acaso, 2009b) y Reduvolution (Acaso, 2013), empodera a los educadores que desean llevar a la práctica el cambio de paradigma que la educación necesita: mientras que todo se transforma, el mundo de la educación permanece anclado en un paradigma más cercano al siglo XIX y a la producción industrial que a las dinámicas propias del siglo XXI. María Acaso da cinco claves para innovar en el aula y transformar el mundo de la enseñanza: aceptar que lo que enseñamos no es lo que los estudiantes aprenden, cambiar las dinámicas de poder, habitar el aula, pasar del simulacro a la experiencia y dejar de evaluar para pasar a investigar.

-El conocido educador británico Ken Robinson (2015) mediante su obra Escuelas creativas aboga por acabar con el sistema educativo actual, heredado de la Revolución Industrial, y dar a la educación un enfoque más personalizado. Propone estimular la participación de los alumnos y desarrollar su creatividad y su pasión por aprender para que puedan afrontar los retos del mañana.

-Paul Tough (2014) en Cómo triunfan en los niños explora los últimos descubrimientos de la neurociencia, la educación y la psicología para demostrar que el éxito no depende de la inteligencia sino de otras cualidades como la perseverancia, el autocontrol, la curiosidad, la meticulosidad, la resolución y la autoconfianza.

-El finalista de los Global Teacher Prize César Bona (2015) recopila en su primer libro La nueva educación sus ideas y experiencias como docente. Además, explica cuestiones clave para comprender el cambio educativo, entre otras por qué los libros de texto o los deberes ya no son tan importantes, o por qué es necesario educar a los niños en la empatía, la sensibilidad o la resiliencia, y no solo transmitirles conocimientos.

-Richard Gerver (2012), educador, conferenciante y valedor del Premio Nacional de Enseñanza en el Reino Unido, ofrece en su obra Crear hoy la escuela de mañana: la educación y el futuro de nuestros hijos argumentos para explicar el cambio del paradigma educativo. Además, relata su experiencia al frente de la Grange Primary School, una escuela en decadencia a la que convirtió en un ejemplo de innovación educativa.

-¿Cómo educar a los niños para que se conviertan en innovadores? Esta es la cuestión que trata de resolver Tony Wagner (2014), experto en innovación educativa de la Universidad de Harvard, en su obra Creando innovadores. La formación de los jóvenes que cambiarán el mundo. Tomando como referencia algunas de las escuelas e institutos más avanzados, Wagner aboga por promover la colaboración, la resolución de problemas interdisciplinar y la motivación intrínseca de los estudiantes, entre otras cosas, para desarrollar su capacidad creativa e innovadora.

-El padre de la teoría de las inteligencias múltiples, Howard Gardner (2011), explica cómo la escuela debería ayudar a las personas a desarrollar todas sus capacidades.

-El experto en educación Marc Prensky (2015) en su obra El mundo necesita un nuevo currículo: habilidades para pensar, crear, relacionarse y actuar, explica los cambios que deben producirse en la educación para que los alumnos sientan que el tiempo que pasan en la escuela tiene un valor real. Este cambio pasa por el uso de métodos y enfoques pedagógicos que doten a los alumnos de las habilidades necesarias para convertirse en las personas que quieren ser, transformar su entorno y aprender a aprender durante toda la vida.

-Fernando Trujillo Saez (2012) en su obra Propuestas para una escuela en el siglo XXI, analiza con mirada crítica la educación actual y propone varias líneas de acción para adecuarla a nuestra época. Trujillo, profesor de la Universidad de Granada, aborda temas como la escuela inclusiva, la interculturalidad, las competencias básicas, la enseñanza de lenguas o el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

-Por último, La educación cuántica (Martos, 2015) es una obra epistemológica que argumenta un nuevo paradigma de conocimiento al reinterpretar la historia del pensamiento occidental mediante la recuperación de la sabiduría presente en la filosofía perenne (Huxley, 2010); replantea las relaciones entre la ciencia y la espiritualidad a la luz de las diferentes interpretaciones de la mecánica cuántica; invita a sustituir el tradicional sistema educativo por una pedagogía activa y libertaria; reivindica devolver a la filosofía su operatividad, su originaria dimensión terapéutica y su relevancia para la vida cotidiana; y propone el asesoramiento filosófico junto a la psicoterapia transpersonal como guía cognitiva para dar un sentido a la vida. Para tales fines, propugna una renovada filosofía de la mente - una epistemología hermenéutica- en oposición a la visión mecanicista, industrial y positivista de la escolarización tradicional.

2 - LA FILOSOFÍA TRANSPERSONAL

Desde luego que, a la vista de estas heterogéneas propuestas y experiencias pedagógicas, se puede afirmar que el sistema educativo tradicional está metamorfoseándose gracias a personas y colectivos que trabajan en pos del empoderamiento humano, en aras a trabajar la potencial profundidad inherente a todo ser humano; y ello solo se puede realizar desde un giro copernicano en el modelo cognitivo de la educación. Y no es una simple impresión subjetiva del que escribe esto pues, a decir del catedrático de sociología y experto en educación Mariano Fernández Enguita, la rigidez del sistema educativo impide la generación de espacios participativos y democráticos.

No hay lugar a dudas que el paradigma educativo tradicional está en un tránsito hacia no sabe nadie dónde. Ese vacío cognitivo por la incertidumbre educacional del futuro, y cuya finalidad debería ser buscar la unidad del saber, inquiere una reconstrucción epistemológica en el marco de la filosofía transpersonal (1) como un nuevo paradigma de conocimiento argumentado en La educación cuántica .

La filosofía transpersonal, vuelvo a recordar, es una disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia, sin embargo, es una actividad investigativa muy reciente en la historia del pensamiento (Wilber, 2005). Con el surgimiento de las ciencias psicológicas y la “cuarta fuerza” de la psicología transpersonal (2), se ha iniciado una camino esperanzador de trascendencia de la conciencia egóica hacia la espiritualidad o “transpersonalidad”. Sin embargo, el término “transpersonal” no es todavía de dominio popular y menos aún su asunción académica para una futura educación generacional. No obstante, si la humanidad ha evolucionado de lo mítico a lo racional, como apunta Wilber (2005a: 617), estamos ahora situados en el filo de una percepción transracional, un revisionismo psicológico que incorpore la espiritualidad. Por tanto, La educación espiritual de los niños (Monserrat, 2014) es un imperativo para instaurar en el futuro una Vida espiritual en una sociedad digital (Torralba, 2012). Consecuentemente, Espiritualidad y educación social (Benavent, 2013) es un binomio inseparable para trascender La sociedad de la ignorancia (Mayos et al., 2011).

3 - LA EDUCACIÓN TRANSRACIONAL

La humanidad se halla ante un pensamiento complejo (Morin, 1994), de difícil acceso para los inducidos ignorantes (Mayos et al., 2011) desde la atalaya del economicismo neoliberal (Navarro, 2012). Dicha ignorancia es extensiva también a nuestra actual cosmovisión del mundo bajo el influjo de la racionalidad positivista que predomina en El espejismo de la ciencia (Sheldrake, 2013) como adalid de la suprema “verdad”, marginando así a las humanidades como medio para una interpretación crítica de la realidad actual, como revitalización de la cultura, como reflexión sobre las grandes cuestiones personales y sociales, y como catalizadores de la creatividad (Alvira y Spang, 2006). Sin embargo, la evolución no se detendrá pues se vislumbra la trascendencia hacia una episteme transracional (Márquez y Díaz, 2011):

"Es necesario que esta riquísima cosmovisión que nos revela el aura de una nueva racionalidad para pensar y rehacer el mundo, se convierta en un programa transdisciplinar de investigaciones que logren desplazar nuestra experiencia deconstructiva de los fenómenos de la realidad en todos los órdenes del conocimiento hacia éticas epistémicas. La infinitud de formas posibles a las que apuntan las redes complejas de conocimiento, no es más que la posibilidad humana y natural de entender los ciclos y procesos de la vida en sentido generativo, nunca progresivo ni lineal."

En esa línea de pensamiento transracional, María Alejandra Rodríguez (2017), Docente universitario en el departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Carabobo (Venezuela), aborda el papel de La filosofía educativa en el ámbito universitario, un punto de vista que bien puede ser extrapolable a cualquier universidad del mundo por sus inherentes principios universales:

"La educación superior en Venezuela, como fundamento formativo para el desarrollo educativo, cultural, filosófico y social puede ser un punto de referencia crucial en función de la construcción de una sociedad humana, justa y libre. Se trata de educar más allá del bienestar individual y colectivo propuesto por una sociedad del éxito personal y del consumo, trabajar en función del porvenir de la civilización y la supervivencia de la raza humana y del planeta; ya que una persona consciente de su compromiso existencial puede alcanzar grandes logros e impactar en el bienestar de los demás gracias a un humanismo trascendental y verdadero. Por eso la educación universitaria debe considerarse como el modo formativo humanista para emprender cualquier objetivo elevado, verdaderamente humano, comunitario y social, sea a través del currículo de carácter ético-espiritual de todas las profesiones, o de una formación filosófica en torno a las dimensiones antropológicas existenciales del sentido de la vida desde el compromiso social."

Dicha cosmovisión de una nueva racionalidad para pensar y rehacer el mundo vislumbra un nuevo paradigma educativo bajo una epísteme transracional: una educación transracional.

La filosofía transpersonal como disciplina que estudia a la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia implica una reconstrucción epistemológica desde la sabiduría perenne para lograr la sanación trascendental del ser humano. Así, la filosofía transpersonal como nuevo paradigma de conocimiento (Martos, 2015), es postulada como asignatura educativa y en una cuestión de sentido para una educación transracional que implemente la razón con el corazón (Toro, 2014). Por tanto, la síntesis entre la filosofía transpersonal y la educación transracional es una condición sine qua non para trascender así la crisis de conciencia en la que está inmersa la filosofía occidental.


BIBLIOGRAFÍA:

Acaso, María. La educación artística no son manualidades. Madrid: La catarata, 2009a.

Acaso, María. El lenguaje visual. Barcelona: Paidós Ibérica, 2009b.

Acaso, María. Reduvolution. Barcelona: Paidós Ibérica, 2013.

Alvira, R. y Spang, K. Humanidades para el siglo XXI. Navarra: Ediciones Universidad de Navarra, 2006.

Benavent, Enric. Espiritualidad y educación social. Barcelona: Universitat Oberta de Catalunya, 2013.

Bona, César. La nueva educación. Barcelona: Plaza y Janes Editores, 2015.

Gardner, Howard. Inteligencias múltiples: la teoría en la práctica. Barcelona: Paidós Ibérica, 2011.

Gerver, Richard. Crear hoy la escuela de mañana: la educación y el futuro de nuestros hijos. Madrid: Ediciones SM, 2012.

González,Carlos. Veintitrés maestros, de corazón: un salto cuántico en la enseñanza. Madrid: Mandala, 2011.

Huxley, Aldous. La filosofía perenne. Barcelona: Edhasa, 2010.

Márquez Fernández, Álvaro B.; Díaz Montiel, Zulay C. “La complejidad: hacia una epísteme transracional”. Telos, vol. 13, núm. 1, enero-abril, 2011, pp. 11-29. Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín Maracaibo, Venezuela.

Martos, Amador. La educación cuántica. Un nuevo paradigma de conocimiento. Málaga: Corona Borealis, 2015.

Mayos, G., Brey, A., Campàs, J., Innerarity, D., Ruiz, F. y Subirats, M. La sociedad de la ignorancia. Barcelona: Ediciones Península, 2011.

Monserrat, Laia. Espiritualidad natural: La educación espiritual de los niños. Ideas para padres y maestros. Barcelona: Kairós, 2014.

Morin, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa, 1994.

Navarro, Vinçens. Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero. Barcelona : Espasa libros, 2012.

Pozo, Juan I. Aprender en tiempos revueltos. Madrid: Alianza Editorial, 2016.

Prensky, Marc. El mundo necesita un nuevo currículo: habilidades para pensar, crear, relacionarse y actuar. Madrid: Ediciones SM, 2015.

Puente, I. (2011). “Filosofía oriental y ciencias cognitivas: una introducción”. En: Enrahonar. Quaderns de Filosofia, Nº 47, 15 a 37. Universidad Autónoma de Barcelona, España.

Robinson, Ken. Escuelas creativas. Barcelona: Grijalbo, 2015.

Rodríguez, María Alejandra. La filosofía educativa en el ámbito universitario. Departamento de filosofía, Universidad de Carabobo, Venezuela, 2017.

Sheldrake, Rupert. El espejismo de la ciencia. Barcelona: Kairós, 2013.

Toro, Jose M. Educar con corazón. Bilbao: Desclee de Brouwer, 2014.

Torralba, Francesc. Vida espiritual en una sociedad digital. Lleida: Milenio, 2012.

Tough, Paul. Cómo triunfan los niños. Madrid: Editorial Palabra, 2014.

Trujillo, Fernando. Propuestas para una escuela en el siglo XXI. Madrid: Asociación los libros de la Catarata, 2012.

Wagner, Tony. Creando innovadores. La formación de los jóvenes que cambiarán el mundo. Madrid: Editorial Kolima, 2014.


NOTAS:

(1) La filosofía transpersonal es una disciplina que estudia la espiritualidad y su relación con la ciencia así como los estudios de la conciencia. El filósofo Ken Wilber es un emblemático representante del movimiento transpersonal que surge del encuentro entre la psicología occidental (en particular de las escuelas psicoanalíticas, junguiana, humanista y existencial) y las tradiciones contemplativas de Oriente (en especial el budismo zen, el taoísmo y el hinduismo.

(2) La dimensión espiritual y trascendente de la naturaleza humana y de la existencia, en el ámbito de la psicología, tiene su correlato con el surgimiento de la psicología transpersonal como “cuarta fuerza” tras el conductismo, el psicoanálisis y la psicología humanista. Según Iker Puente (2011: 24):

"La psicología transpersonal nació a finales de los años sesenta en los EE.UU. a raíz del interés de un grupo de psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas (entre los que se encontraba Anthony Sutich y Abraham Maslow, fundadores de la psicología humanista, y el psiquiatra Stanislav Grof) en expandir el marco de la psicología humanista más allá de su centro de atención sobre el yo individual, interesándose por el estudio de la dimensión espiritual y trascendente de la naturaleza humana y de la existencia. Sus fundadores pretendían realizar una integración de las tradiciones místicas occidentales y orientales con la psicología humanista. La orientación transpersonal surge, pues, del encuentro entre la psicología occidental (en particular de las escuelas psicoanalíticas junguiana, humanista y existencial) y las tradiciones contemplativas de Oriente (en especial el budismo zen, el taoísmo y el hinduismo)."

Iker Puente, en su artículo Filosofía oriental y ciencias cognitivas, realiza un repaso histórico de la introducción de la filosofía oriental en el pensamiento occidental y concluye que la filosofía oriental puede ser una fuente de inspiración para la psicología y las ciencias cognitivas, y pueden servir de modelo para nuevas formas creativas de entender la relación entre los seres humanos, la mente y la naturaleza:

"A lo largo del presente artículo hemos visto como la interrelación e influencia de la filosofía y las tradiciones espirituales orientales sobre el pensamiento occidental se puede remontar al menos hasta el neoplatonismo. Sin embargo, durante mucho tiempo la cultura occidental y la ciencia moderna han mirado por encima del hombro al resto de culturas y tradiciones, creyéndose en una posición de superioridad frente a ellas, y desdeñando sus conocimientos, sus costumbres y sus prácticas. Afortunadamente esta situación está cambiando en las últimas décadas, y poco a poco se está volviendo a producir un diálogo cara a cara entre las diferentes culturas, tradiciones y formas de conocimiento. El diálogo que se está produciendo entre la filosofía oriental y la ciencia moderna es una buena muestra de ello. Muchos científicos, incluyendo a físicos, biólogos, médicos y psicólogos, se han dado cuenta de que tienen mucho que aprender de estas tradiciones de sabiduría y de las prácticas contemplativas que practican desde hace miles de años. Si se parte de un diálogo abierto y en condiciones de igualdad, como el que ya se está produciendo en diferentes foros, la filosofía oriental puede ser una fuente de inspiración para la psicología y las ciencias cognitivas, y puede servir de modelo para nuevas formas creativas de entender y redefinir la relación entre los seres humanos, la mente y la naturaleza."