"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

«NO SE PUEDE ABUSAR DE LOS DEBERES PORQUE ROBAS LA INFANCIA A LOS NIÑOS»

LEER MANUSCRITO: CON ESTE MAPA QUE SE ABRE ANTE LOS OJOS

Entrevista a César Bona, uno de los 50 mejores maestros del mundo. El aragonés ha entrado en el listado de los mejores profesores del mundo del Global Teacher Prize.

«Estoy agotado», confiesa con una sonrisa. El maestro zaragozano, uno de los 50 mejores del mundo, según el Global Teacher Prize, lleva diez meses dando charlas sobre su forma de entender la docencia, que plasma en su libro
La nueva educación

Dicen que cada maestrillo tiene su librillo, ¿cuál es el suyo?

Hablar mucho con el niño que yo era; le escucho y veo que eso funciona. Yo creo que es importante que el maestro, palabra que incluye a cualquiera que se vea docente, sepa escuchar y que sea capaz de dejar las intensas programaciones por un momento de lado e imponer el sentido común. Algunos hablan de mí como un maestro innovador pero yo creo que, simplemente, he vuelto a lo básico.

Muchos maestros se ven sin tiempo para fomentar la creatividad y la ilusión, como usted promueve.

Una de las cosas que haría si pudiera es recortar esa programación y dejar tiempo para estimular la curiosidad de los niños. En todos los trabajos es algo esencial, pero más en las escuelas y es muy necesario que el sistema ayude a conseguirlo.

También hay una queja generalizada sobre la falta de formación para este tipo de docencia.

Sería necesario ofrecer a los futuros maestros una formación que estimulara su propia curiosidad, enseñarles a hablar en público y a gestionar sus emociones.

¿Y qué hacemos con los contenidos académicos?

Tenemos que enseñarlos y son importantes, como también lo es la memorización, pero no más que la curiosidad. Si les abres esa puerta, estarán aprendiendo siempre. Y la escuela debería tender a invitar a los niños a participar en la sociedad, a estimular su compromiso social.

¿Hay que disfrutar en clase?

Sí, los niños y los maestros. Yo me lo paso muy bien en clase. Aunque suene paradójico no doy clase cada minuto, a veces interactuamos de tal manera que nos olvidamos de que somos maestro y alumnos y son momentos muy bonitos. Todas las cosas tienen un fin didáctico, pero también socializador. Y tampoco hay que dejar de lado en las clases el sentido del humor. Esto no quita que les enseñemos a ser perseverantes, una palabra que me gusta mucho más que 'esfuerzo'.

¿Qué opina de los deberes?

Los niños tienen que disfrutar de su infancia y los padres de sus hijos. A los niños que se pasan tres o cuatro horas haciendo deberes y van a tantas extraescolares como se empeñan en apuntarles, se les está robando la infancia. Es importante, sobre todo en Primaria, crear una serie de hábitos en los niños, pero no se les puede agobiar tanto. Yo les animo a que terminen sus tareas en la escuela, que aprendan a valorar su tiempo. A los padres les digo que si a las siete no han terminado, que lo dejen.

¿Y de las notas?¿Es bueno fomentar la competitividad en la escuela?

Los padres comparan demasiado y la escuela no es sitio para eso. Hay que animarles a cooperar y enseñarles que la empatía y el respeto es lo más importante. La presión en niños de seis años por las notas no me gusta.