"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)

LAS CALIFICACIONES NO DEFINEN EL VALOR DE UN NIÑO

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Un artículo de Guiovanna Fuentes Barbosa.

Aprenda a dialogar con sus hijos para que sean niños con buena autoestima.

En tiempos modernos se han ido trastocando los valores sobre la verdadera identidad de los seres humanos. La definición de un niño como un individuo está determinada por las notas, los apellidos, el carro, la casa, en fin… los bienes materiales. La obsesión de los padres por que los hijos obtengan las mejores calificaciones en su etapa escolar ha provocado de manera inconsciente una total falta de autoestima en los adolescentes y jóvenes que buscan por esa errada concepción el amor afuera (drogas, alcohol, adicción al sexo, etc…) para llenar sus vacíos emocionales.


Es importante que los padres tomen conciencia de que los niños de estos tiempos vienen con una alta dosis de conciencia y que son los padres los que se deben preparar para educar a los niños y que la niñera, no puede ser los videos juegos, la televisión, los teléfonos inteligentes en fin…

Los padres deben recordar que el valor de un ser humano no se construye en el mundo externo, sino en el interno y que la identidad humana y valor de un niño no define por sus notas, sino que por el solo hecho de ser hijo de Dios. Los seres humanos sin excepción estamos dotados de inteligencia y de talentos únicos, especiales. Es fundamental que los padres les recuerden a sus pequeños que son seres excepcionales, concebidos en el amor. Ese es el camino para construir la paz en el mundo.

Pero en la educación de los padres a los hijos, se les recalca de manera inconsciente esas cosas negativas según la interpretación de los adultos debido a sus creencias y experiencias de su niñez. En estos tiempos los adultos debemos preocuparnos por despertar hacia una conciencia elevada de comprensión y amor propio consigo mismos. Cuando se cultiva en los pequeños amor propio, se les resalta sus talentos y dones, crecen adultos sanos emocionalmente.

Hoy, en día en los hogares se mira más al celular que a los ojos de los seres humanos que tienes enfrente. En las sesiones de coaching, he conocido historias de adultos que crearon un gran resentimiento con sus padres por la dureza con las que los criaron. Es cierto, que no hay manuales para la vida y que es errado juzgar a los padres, ya que ellos hicieron y hacen lo mejor que pueden con la sabiduría que poseen en cada momento.

Podrías negociar con tus hijos. No estoy diciendo que hay que poner límites. Sin embargo, es prioritario que los padres comiencen a transformar su conciencia para educar a los hijos. A menudo escucho a adultos mencionar la palabra corregir. Entonces me preguntó de qué. Será más bien educar.

Las preguntas del coach giovannafuentes@yahoo.com

¿Cómo es la relación con tus hijos?

¿Qué haces para empoderar a tus hijos sobre su amor propio?

¿Sobre qué dialogas con tus niños?

¿De qué manera le inculcas la importancia de cultivar una buena autoestima?

¿Cuántas y de que formas les expresas su amor?

Así que el primer paso para desarrollar una educación asertiva es revisar nuestro mundo interior. Los hijos son esponjas que absorben el estado emocional de los adultos. Si los niños observan que sus padres no se aman, tampoco lo harán ellos. Todo es una cadena.

Toma conciencia de la educación de tus hijos. Lo que siembras en casa es lo que mostrará tu pequeño al mundo. Haz ejercicios de reconocimiento, destaca sus talentos, y aprende a hablarles de manera asertiva sobre las oportunidades de mejora que tienen. Deja la cantaleta, esta funciona solo para grabar en su mente hechizos o creencias que se pueden convertir en su vida adulta en realidad.