LA HISTORIA DE JUDITH Y CÓMO LA EDUCACIÓN CAMBIÓ SU VIDA EN CHAD
Esta chadiana da una especie de charlas TED a la africana en las que exhorta a las mujeres y niñas de su comunidad a permanecer en la escuela para lograr la igualdad de género.
Cuando la madre de Judith murió, su tía le dijo: "No abandones la escuela". Le hizo caso y eso le ha permitido convertirse en líder de su comunidad, en Chad, donde imparte talleres a mujeres y niñas venidas de distintos lugares de la región de Guéra. Es una delicia verla con un viejo altavoz en la mano y todo el mundo formando un círculo alrededor escuchando. Son las charlas TED de Judith, sesiones de motivación y coaching al estilo africano en las que defiende que "si estás abierto a la educación, el día de mañana llegarás a lo que quieras".
"En 1º de Primaria éramos muchos niños y niñas, pero en el último curso sólo quedábamos 20. En 4º de la ESO habían abandonado muchos y ya sólo éramos 10 estudiantes. En el último curso de Bachillerato sólo éramos dos", cuenta Judith en sus charlas. Ella fue la única mujer de su comunidad en terminar Secundaria y, gracias a eso, ha podido ser dueña de su vida. "Educar a una niña es educar una nación. Cuando una niña avanza, sus padres van detrás", expresa.
Su historia la trae la ONG jesuita Entreculturas, que, en vísperas del Día Internacional de la Mujer, recuerda que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número cinco es "lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas".
"En el mundo, 65 millones de niñas están privadas del derecho a la educación. Además, según Unesco, casi 16 millones de niñas de entre seis y 11 años nunca irán a la escuela primaria, en comparación con ocho millones de niños", recuerda Entreculturas.
En los talleres de Judith las mujeres intercambian experiencias y se dan ideas para cambiar la mentalidad de sus municipios, en las que el 90% de las mujeres son víctimas de matrimonios forzados a edades muy tempranas o de mutilación genital.