"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
el tao de la fisica

Este artículo es una reproducción del capítulo 3-2 de la primera parte de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA

En ese orden de importancia, es un deber también citar al doctor en Física teórica por la Universidad de Viena, Fritjof Capra, autor de la obra El Tao de la física, un best seller que supuso el punto de partida de numerosas publicaciones sobre la interrelación entre el universo descubierto por la física moderna y el misticismo antiguo, principalmente oriental. Capra considera que, en el intento por comprender el misterio de la vida, el ser humano ha seguido diferentes caminos, entre ellos el del científico y el del místico. Fritjof Capra plantea que los conceptos de la física moderna llevan a una visión del mundo muy similar a la de los místicos de todas las épocas y tradiciones. La finalidad de la obra El Tao de la física es explorar la relación entre tales conceptos, motivado por la creencia de que los temas básicos que utiliza para comparar la física con el misticismo serán confirmados, más que invalidados por futuras investigaciones: un objetivo pretendido por La educación cuántica.

Hay una retahíla de científicos, muchos de ellos físicos, cuyos pensamientos han sido peyorativamente catalogados en el “misticismo cuántico”: es toda una afrenta al genuino pensador místico por parte del materialismo científico. Recordemos en este sentido que la dicotomía entre ciencia y misticismo son dos modos de saber, como ha argumentado Ken Wilber en su obra El espectro de la conciencia. El gran mérito de los mal llamados “místicos cuánticos” es haber integrado la racionalidad con la espiritualidad, un racionalismo espiritual adoptado como filosofía transpersonal, en contraposición a la filosofía tradicional del pensamiento occidental, y que ha desembocado en la disciplina “transpersonal” como “cuarta fuerza” de la psicología. Dicho pensamiento tiene su máximo exponente científico-filosófico en la obra Sexo, Ecología, Espiritualidad de Ken Wilber. Sin embargo, existen iniciativas desde el ámbito de la psicología académica para integrar lo “transpersonal” como objeto de estudio serio y científico, como acredita la revista Journal of Transpersonal Research, integrada en la Asociación Transpersonal Europea (EUROTAS). En el ámbito universitario, es digna de mención la tesis doctoral de Iker Puente titulada Complejidad y psicología transpersonal: Caos y autoorganización en psicoterapia, encuadrada dentro del programa de doctorado “Percepción, Comunicación y Tiempo” del departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación, en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Los escépticos no deberían intentar desacreditar las ideas del que escribe esto sin antes probar una embestida intelectual hacia Ken Wilber, un prolífico pensador que ha sido comparado, ni más ni menos, que con Kant. Todo un reto para el movimiento escéptico por denostar un racionalismo espiritual que, ahora, tiene su máximo exponente epistemológico con la viabilidad de La educación cuántica como nuevo paradigma de conocimiento, y que de un modo pedagógico busca el empoderamiento del ser humano más allá de las creencias establecidas tal como pretende el físico y profesor Carlos González así como las conocidas como escuelas activas.