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OBSERVADORES PASIVOS: LOS OTROS CULPABLES DEL ACOSO ESCOLAR

Un artículo de Anna Flotats.

Profesores y psicólogos recomiendan luchar contra el maltrato en los centros educativos cambiando las normas que rigen el grupo y poniendo el foco en los testigos para que no miren hacia otro lado y defiendan a la víctima.


Diego, un niño de 11 años, se suicidó hace tres meses en Madrid porque, según escribió en una carta dirigida a su familia, no aguantaba " ir al colegio". Igual que Alan, un joven transexual de 17 años que el pasado diciembre se quitó la vida en Barcelona por "la presión y la incomprensión" que sentía en el colegio. Ante esos casos, que han devuelto el acoso escolar a la palestra, solemos preguntarnos: ¿Cómo no se dieron cuenta los profesores de lo que estaban sufriendo estos menores? ¿Ningún compañero presenció el maltrato? ¿Por qué no dijo nada? El bullying es un fenómeno complejo que puede estar provocado por muchas causas. Por eso, el camino para acabar con este tipo de agresiones —que sufren entre el 5% y el 10% de los jóvenes, según varios estudios— no debe centrarse, dicen los expertos, en la víctima sino en la colectividad, es decir, en los testigos que, de forma inconsciente, pueden llegar a respaldarlo.

El maltrato se da porque el contexto lo permite. "Permitir los insultos u otros comportamientos agresivos predispone al acoso y ahí está la raíz del problema", explica a Público la psicóloga clínica especializada en niños y adolescentes Sofía Czalbowski.

Un ejemplo: en una clase, un niño se equivoca al responder una pregunta y un grupo de alumnos se ríe de él. El profesor tiene dos opciones: hacer callar sin más o aprovechar la interrupción para decir que reírse de un compañero porque se ha equivocado es una falta de respeto que no se debe tolerar. "Si se deja pasar ese primer acoso, el maltrato puede repetirse en el patio", afirma el presidente de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva.

Sin embargo, a veces no es fácil detectar si un comportamiento puede desencadenar en un caso de bullying, por eso es tan importante frenar prácticas que puedan ser malinterpretadas. "Si dos niños que están jugando en el patio se pegan el uno al otro riéndose puede que ambos lo entiendan como un juego, pero también puede suceder que no sea así y que uno de los dos esté sufriendo. Como hay dudas, es mejor intervenir y detener ese juego", argumenta la directora del colegio Cor de Maria-Sabastida de Barcelona, Montserrat Millán.

Pérez-Carrillo apunta que, lamentablemente, esa no es la actitud mayoritaria: "A veces, los profesores no intervienen por falta de ganas, porque no le dan importancia, porque victimizan al acosador o porque, simplemente, no saben hacerlo". Millán lamenta que no haya una formación específica para profesores en este sentido —"cuando llega al centro un niño que ha sido víctima de acoso escolar en otro colegio no hay un traspaso de información, sólo cabe estar alerta"— pero, como profesora, reconoce que el día a día "te lleva a no ser ciego". "Hay que ser muy poco persona para no detectar determinadas cosas y, si en el centro hay un clima colaborativo, es fácil que se establezcan dinámicas en las que un alumno que sufre pueda acercarse a un adulto con confianza".

Precisamente con el objetivo de detectar el acoso, y apremiado por los últimos suicidios de menores, el Gobierno ha anunciado un plan de choque contra el maltrato escolar. El ministro de Educación, Íñigo Méndez Vigo, prometió formación de profesores y padres, un manual, una guía y un teléfono para las víctimas. "Una iniciativa para contrarrestar la alarma social", según Pérez-Carrillo, y "un plan de marketing", según Millán.

Lo que los expertos recomiendan es una formación integral basada en la prevención entre iguales para que no existan observadores pasivos. "Por un lado, la víctima no suele confesar el maltrato por miedo a quedar como un chivato, porque cree que pasará o porque se siente culpable; y por otro, los compañeros no se involucran porque minimizan la gravedad del maltrato o porque temen que la violencia se gire contra ellos", explica Czalbowski. Por eso es imprescindible trabajar qué significa la violencia desde el grupo e incorporar ese tema a situaciones personales. "No hay que limitarse a dar información y soltar discursos que, normalmente, les entran por un oído y les salen por el otro. Hay que dar cauces a los alumnos para que se expresen, pero no sólo cuando los medios hablan de ello, sino como una asignatura transversal", sigue Czalbowski, que recomienda que el grupo acuerde normas y elija qué comportamientos considera intolerables.

Programa KiVa: el método de éxito en Finlandia

En eso se basa, precisamente, el método que emplean el 90% de centros de educación pública en Finlandia y que ha eliminado el 79% de casos de acoso escolar desde 2007, según el profesorado que lo imparte. El programa KiVa, acrónimo de Kiusaamista Vastaan (contra el acoso escolar) intenta cambiar las normas que rigen el grupo, es decir, influir en los testigos para que defiendan a la víctima. Si ellos no participan en el maltrato, la actitud del acosador cambia. Partiendo de esta filosofía, los estudiantes finlandeses reciben 20 clases a los 7, 10 y 13 años para identificar las distintas formas de acoso y mejorar la convivencia. Durante el recreo, se eligen varios alumnos vigilantes, que son responsables de la seguridad del grupo, y en cada colegio hay un equipo de tres adultos que se pone a trabajar cuando detecta un caso de acoso escolar.

El maltrato a través de las redes sociales es una de esas nuevas formas. Aun así, advierten los expertos, no debe tratarse como un fenómeno desligado del acoso escolar. "El móvil amplía la duración del maltrato", apunta Pérez-Carrillo, "pero el ciberacoso no es más que una caja de resonancia de lo que ocurre durante el día en el colegio", es decir, la persecución al diferente. Por ese motivo, la diputada de Compromís en las Cortes Valencianas Marián Campello —que ha confesado que sufrió este tipo de maltrato entre los 12 y los 14 años— reivindica que la escuela "enseñe a vivir y a disfrutar la diversidad", en definitiva, explica a Público, "a amar la diferencia".
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SINDICATOS DOCENTES CRITICAN QUE EDUCACIÓN NO HAYA CONTADO CON ELLOS PARA EL PLAN CONTRA EL ACOSO ESCOLAR

Las secciones de Enseñanza de los sindicatos UGT, CCOO y CSIF critican que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, no haya tenido en cuenta su opinión para elaborar el borrador del Plan Estratégico de Convivencia Escolar cuyo primer informe ha aprobado este viernes el Consejo de Ministros y que contiene medidas dirigidas específicamente a los docentes.


"Es un tema en el que como representantes de las organizaciones sindicales tenemos algo que decir y ni se nos ha convocado, nos hemos enterado por la prensa y con un gobierno en funciones, en espera de constituir el nuevo", ha denunciado el secretario general de FETE-UGT, Carlos López.

En esta línea, ha recordado que en un momento en que la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa "tiene el futuro incierto" y los docentes están pendientes tanto de "negociar un estatuto docente como un plan de convivencia" para el ámbito escolar, "parece que está fuera del protocolo democrático que debería ser" la aprobación de este informe, cuyo contenido no ha querido entrar a valorar.

El secretario general de FE-CCOO, Francisco García, tiene una opinión similar. "El ministerio, de nuevo y pese a que parecía que con el nuevo ministro tenía otro talante, toma una iniciatva de calado que afecta al sistema educativo e implica al profesorado de forma muy directa, porque cada día van a tener que hacer cosas recogidas en ese plan, y no habla con los representantes de ese profesorado", ha señalado.

García incide en que "del talante a los hechos, hay un trecho", porque ni se ha expuesto la iniciativa a los sindicatos, "ni se ha llevado al Consejo Escolar del Estado aunque el ministro se había comprometido a que ese organismo analizaría las medidas de convivencia escolar".

De haberlo hecho, CCOO le habría trasladado que es mejor a su juicio la apuesta por un plan para impulsar la convivencia que por uno contra el acoso escolar, ya que, según explica a Europa Press, "el destino es el mismo pero se trata modelos diferentes" ya que el primero, apuesta directamente por la prevención.

Sobre las medidas en sí, se ha referido a la relativa a la formación inicial y formación continua del profesorado en materia de prevención del acoso, una iniciativa recogida en el informe sobre el plan que le parece "poco creíble" porque en los últimos tres años los fondos para estos programas de preparación y reciclaje "se han recortado un 80%".

Por su parte, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) han difundido un comunicado en el que lamenta que "no se haya informado a las organizaciones sindicales para la elaboración del borrador del Plan Estratégico de Convivencia Escolar".

"Como sindicato profesional e independiente habríamos dado voz a la opinión de los docentes en un tema muy sensible y que afecta a las condiciones laborales de los docentes. Exigimos que se nos convoque en el Ministerio de Educación para negociar este Plan Estratégico", señala el sindicato.

Asimismo, critica que "en los últimos cuatro años no se haya producido ninguna convocatoria del Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, un órgano colegiado del que forma parte el Gobierno, CC.AA, Ayuntamientos, sindicatos, asociaciones de padres y alumnos, y Defensor del Pueblo" y cuya misión es diseñar políticas de convivencia donde no quepa el acoso.

En opinión del sindicato, "en el ámbito de la enseñanza pública, el incremento de la ratio de alumnos por clase y el horario lectivo, así como el déficit en personal de apoyo y refuerzo, dificulta la prevención de este tipo de situaciones". Además, defiende un incremento de la formación del profesorado en nuevas tecnologías y adoptar medidas ante las nuevas modalidades de acoso.
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DIEGO, DE 11 AÑOS, ANTES DE SUICIDARSE: "NO AGUANTO IR AL COLEGIO"

La carta: "Espero que un día podamos volver a vernos en el cielo"

El adiós de Carla, Jokin, Aránzazu...

¿Por qué se suicida un niño tan pequeño?


Así recuerda Carmen González el momento en que descubrió que su hijo Diego, de 11 años, acababa de tirarse por la ventana desde el quinto piso del hogar familiar: «Yo estaba levantada pero no me enteré de que se había movido de la habitación. Yo... Miré y vi las zapatillas en el suelo, con lo cual no pensé que él se había levantado, porque yo le tenía que dar unos temas de repaso de Naturales y Sociales. Entonces, cuando me di cuenta, me metí en la habitación, no le vi y le busqué como loca por toda la casa y vi, en el fondo de la cocina, la mampara abierta, me acerqué y... Con la oscuridad vi su sombra, en el suelo. Vivimos en un quinto», explica a EL MUNDO.

En el alféizar de la ventana había un mensaje: «Mirad en Lucho». Lucho es el muñeco amarillo de los Lunnis, su juguete fetiche desde bebé, con el que jugaba a hacer guiñol con su padre. En la habitación, Lucho guardaba un cuaderno, y así contaba Diego, con una aparente madurez desde luego impropia de sus 11 años, las razones que le llevaron al suicidio: «Papá, mamá... espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir», dejó escrito a sus padres.

A continuación se despide de cada uno de sus seres queridos: «Papá, tú me has enseñado a ser buena persona y a cumplir las promesas (...). Mamá, tú me has cuidado muchísimo y me has llevado a muchos sitios (...). Tata, tú has aguantado muchas cosas por mí y por papá (...). Abuelo, tú siempre has sido muy generoso conmigo y te has preocupado por mí...»

Los hechos sucedieron el pasado 14 de octubre y, pese a la misiva del niño y al testimonio de varios padres que refieren problemas de acoso en el colegio, la Policía descartó que se tratara de un caso de 'bullying' y la juez de Instrucción 1 de Leganés se dispone a archivar la causa. «Sólo le pedimos a la magistrada que se ponga en nuestro lugar y que, al menos, investigue hasta el final», dice Carmen. «En ese colegio están pasando cosas raras y, al menos, hay que investigarlo», remarca su marido, Manuel.

Responsables del centro, el Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio de Villaverde (Madrid), se negaron ayer a comentar nada a este diario y remitieron a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, que en su momento abrió una inspección que arrojó resultado negativo.

Cuando el cuerpo de Diego ya estaba en el tanatorio, un forense y unos policías se presentaron en el lugar para tomarle al cadáver muestras que pudieran conducir a abusos sexuales, «y sin embargo esas muestras no han sido analizadas jamás», afirma Robinson Guerrero, el abogado de la familia.

Que se investigue en otro juzgado

El suicidio acaeció en Leganés, pero dado que sus causas pudieran haber tenido lugar en el municipio de Madrid los padres claman para que no se cierre la causa, sino que se inhiba en favor de Plaza de Castilla, «y que ahí investiguen lo que tengan que investigar», repite Carmen como un mantra, y luego se queda mirando al suelo. Los padres han remitido una misiva a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; a su consejero de Educación, Rafael Van Grieken, y a la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, para pedirles que tomen cartas en el asunto «y que esto no se muera», explica Manuel.

Este periódico ya publicó, apenas 15 días después de los hechos, el caso de María, alumna del mismo colegio religioso que había intentado suicidarse en 2010. «Los profesores dejaban que otras niñas me pegaran porque decían que eso me haría más fuerte», contó a este diario la joven, que denunció los hechos pero no logró una condena judicial. En su caso, el director del colegio declaró que, en realidad, la niña, que se tragó 14 pastillas y estuvo dos días en la UCI «manipulaba a los padres». En el caso de Diego, el responsable del centro declaró en Instrucción 1 de Leganés que todo era absolutamente normal en el centro. Aunque desde un principio se publicó que el niño mencionaba al colegio en su nota de despedida, la carta nunca llegó a hacerse pública, y con ella la frase «no aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir» permaneció enterrada en el sumario.

Los padres, viendo el caso fenecer, han hecho público ahora un texto en el que la única referencia negativa se la lleva, y muy claramente, el colegio. Un pedazo de papel que el crío, «introvertido» y «muy maduro para su edad» según los padres y también según varios declarantes ante la juez, dejó cuidadosamente listo para que lo encontraran sus progenitores después de que él hubiera saltado por la ventana.

¿Y por qué había sucedido eso? «Porque no soportaba el colegio, la presión que tenía allí. En los últimos tiempos nada más que decía: 'Mamita, yo no quiero ir al colegio'. Y yo le decía: 'Pero hijo, si eres muy buen estudiante'. Y él: 'Sí, pero no, no, no'. Y entonces yo le dejaba quedarse con el abuelo, y entonces se relajaba. El año pasado, después de Reyes, se quedó afónico cuatro meses, y los médicos me dijeron que el niño había sufrido un impacto. La Justicia va sólo a una parte concreta y lo demás se queda en el aire. El último día que le recogí en el colegio, el 13 de octubre, me decía: '¡Mamita corre, corre, corre! para salir pronto de allí, y yo le pregunté qué le había pasado, pero no quería contármelo».

«En las vacaciones de verano, en cambio, había estado feliz. Estuvimos en París, le encantaba estar reunido con toda la familia. Quería que este año fuéramos a Florencia, pero no ver Italia, sino por comer pizza, y ahora...», continúa Carmen.

En su carta, Diego se acordó de todos: de sus padres («juntos sois los mejores padres del mundo»), su abuelo («te quiero mucho»), su hermana Tata («espero que encuentres trabajo muy pronto»), su tío Lolo («me has ayudado mucho») y, finalmente, pidió perdón por lo que iba a hacer («espero que algún día podáis odiarme un poquito menos»).

Desde luego, no es odio lo que ha quedado en sus padres, sino una pena infinita y las ganas de luchar para que se esclarezca su muerte. Lo que ocurre es que a veces faltan las fuerzas, y Carmen, que aguanta como puede, dice que todo esto lo hace por él, para que no se olvide, aunque acaba confesando: «No sé cómo podré vivir a partir de ahora. Ni sé si lo conseguiré».
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2º Premio-Manuscrito número 6: “Resumen y aportes a La educación cuántica”

ALAN, UN MENOR TRANSEXUAL DE BARCELONA QUE LOGRÓ CAMBIAR SU DNI, SE SUICIDA POR ACOSO

Su madre: "No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre". Alan había conseguido este mes que un magistrado autorizara el cambio de nombre en su DNI pese a ser un menor de edad.

Alan, un adolescente transexual de la provincia de Barcelona, había conseguido este mes de diciembre que un magistrado le autorizara a cambiar el nombre en su DNI. Tenía el apoyo de toda su familia, pero le faltaba el del entorno escolar. Y este jueves se quitó la vida.


Su madre daba este viernes la triste noticia a la asociación de familias de menores transexuales Chrisallys: "Siento en el alma tener que dar esta terrible y triste noticia. Nuestro hijo Alan se quitó ayer (por el jueves) su corta vida de 17 años. No pudo con la presión de la sociedad y nos ha dejado para siempre. Muchas gracias por todo vuestro apoyo recibido".

Alan, de 17 años, había sufrido "acoso escolar" por su transexualidad en su centro educativo, lo que le llevó a ingresar con diagnóstico de "depresión" en el Hospital Clinic de Barcelona. El joven salió del centro hospitalario y se cambió de instituto, pero también en el nuevo centro padeció "situaciones de bulling", según Chrisallys. Al parecer, la familia y el equipo directivo del nuevo instituto tenían ya prevista una reunión para "hacer frente a esta situación" después de las vacaciones navideñas.

"Hoy todas las familias de Chrysallis estamos con Alan y su familia", reza el mensaje de condolencias publicado por la asociación. "Esta era la primera Navidad que vivía de acuerdo a su identidad, la primera en la que celebrar un DNI recién estrenado, la primera en la que habría fiesta en casa desde hacía muchos años pero, trágicamente, ha resultado ser la última", explicaba su vicepresidenta, Saida García por teléfono a 20minutos. A su juicio, ha sido "la presión e incomprensión en el ámbito escolar han podido con Alan y esta noche ha decidido dejar de caminar entre nosotros".

Desde Chrisallys, colectivo que asesoran a unas 200 familias de toda España, añadieron en su comunicado en la web: "No hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y adolescencia transexual". Al tiempo que aseguraron que seguirán "luchando para que la sociedad respete a nuestras hijas e hijos, pero a Alan ya no le servirá".

Alan era uno de los dos menores catalanes que habían conseguido este mes de diciembre que en su DNI pusiera el nombre con el que se identificaba. Eran los primeros en lograrlo en Cataluña , y en el resto de España otros 25 menores lo han conseguido pese a que la legislación dice que para cambiarse el nombre en el DNI es preciso ser mayor de edad y contar con preceptivos informes médicos.
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