"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
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1 - Dimensiones, reduccionismo psicológico y reduccionismo científico

Por un lado, el título de este artículo pudiera pasar como transgresor por identificar el Mundo de las Ideas de Platón con una dimensión atemporal propia de la 4ª dimensión. Hablar hoy de dimensiones es una sutil definición conceptual para referirnos a un estado vibracional en cierta frecuencia: en realidad, todo es vibración. Por otro lado, la “rígida estructura” del dualismo científico entre sujeto y objeto que ha impregnado a la civilización occidental, ha conducido a una filosofía materialista y un reduccionismo psicológico. En contraposición, como argumenta Javier Ruiz: "Se ha llegado a un agotamiento conceptual, y de ahí que muchos físicos se vuelvan a los viejos mitos en busca de un significado a lo que no deja de ser meras ecuaciones. Por otro lado, las mismas religiones tradicionales se ven refrescadas por la ciencia, ya que esta ciencia cada vez es menos materialista y dispuesta a abrirse a conceptos metafísicos." (1)

¿Y qué relación guarda las dimensiones con dicho reduccionismo psicológico y científico?

Respecto a las dimensiones en forma vibratoria, ello no es ajeno a la propia ciencia, quien ha descubierto que las partículas subatómicas son energía en movimiento dentro de un gran vacío. Del mismo modo, la Teoría de Cuerdas postula más de cuatro dimensiones y un universo en vibración. Esta tesis, recogida por el físico teórico Michiu Kaku, nos habla de un Hiperespacio donde tiene cabida dimensiones más allá de nuestras experiencias cotidianas, donde la teoría del Hiperespacio tiene su derivación más reciente en la Teoría de supercuerdas. Todo un mundo de vibraciones por descubrir. Ese reduccionismo científico, mediante la filosofía cuántica, está abocado a una apertura epistemológica: ya no se puede asir la realidad mediante el método científico, es una verdad a medias; el fracaso epistemológico de Occidente es paralelo al sistema de creencias que lo ha sostenido, a saber, el materialismo científico. Y, como argumenta explicita y congruentemente Ken Wilber, este tipo de conocimiento ha devenido con el paso del tiempo en un “mundo chato” al despreciar al camino de la hermenéutica de lo inconmensurable, la cual busca interpretaciones metafísicas para aquellas cuestiones que la ciencia ortodoxa no puede responder. En ese camino de apertura cognitiva, los “místicos cuánticos” deben ser reconsiderados como “filósofos transpersonales”, por pura justicia histórica y epistemológica.

2 - Un nuevo paradigma de conocimiento

El fracaso epistemológico de Occidente estriba en una tradicional separación dualista entre ciencia y espiritualidad que, además, está casi perfectamente orquestada por el enemigo invisible de la humanidad para que lo verdaderamente espiritual quede relegado a la manipulación por las religiones exotéricas, cuando, en realidad, la verdadera religión es esotérica. Recordemos el aforismo griego “Conócete a ti mismo”, o el aforismo bíblico “La verdad os hará libres”. La “verdad” no está en la ilusoria dualidad externa, sino en la percepción de la “verdad” por cada conciencia en virtud de los velos de la percepción de cada cual. Según la física cuántica, cada persona crea su propia realidad. ¿Pero qué pasa cuando la realidad colectiva está siendo secuestrada a través de la historia, la educación, la economía y la política? Ese es el fracaso psicológico de cada “uno” de “nosotros”: hemos vivido en el “yo” racional del ego, y separados del “nosotros” colectivo, un grave problema epistemológico que presento como nuevo paradigma de conocimiento en mi obra La educación cuántica. El gran fracaso es haber dado credibilidad a unas ideas que han sido adoctrinadas desde la infancia a través de la propia cultura manipulada, pudiendo llegar a gritar que vivimos bajo una ingeniería social y mental.

¿Vemos ahora la relación entre las dimensiones y el reduccionismo psicológico? Efectivamente, vivimos en una locura aperspectivista.

3 - La razón al servicio del amor

La falsa pandemia que vive actualmente la humanidad ha hecho resurgir un pensamiento crítico individual y colectivo reconociendo, tácitamente o no, de que todos somos Uno. Dicha tesis es el fundamento epistemológico de la filosofía transpersonal que defiendo. Cada “uno” de “nosotros” debe buscar la coherencia interna entre lo que se piensa, se dice y se actúa, poniendo la razón al servicio del amor. Pero dicha labor de transformación interior no es baladí pues requiere un progreso ascendente mediante el empoderamiento, el despertar espiritual y la trascendencia del ego hasta alcanzar la conciencia de unidad.

4 - La ciencia de la conciencia

Nos vemos inmersos, pues, en la obligación de darle un sentido a nuestra vida en relación con la colectividad humana, ya sea en la comunión intersubjetiva (interior colectivo) o en la construcción de las estructuras sociales (exterior colectivo). Cada uno de nosotros, a su vez, interactúa desde su subjetividad (interior individual) en el mundo conductual mediante sus actos (exterior individual). Esas cuatro facetas, así definidas, constituyen el núcleo de la filosofía transpersonal de Ken Wilber, más conocido ello como los “cuatro cuadrantes”. De un modo resumido, Wilber reivindica la espiritualidad (hermenéutica) como un camino “transracional” más allá de la razón: el fracaso epistemológico de Occidentes, es el fracaso de su propio sistema de creencias, y de su ciencia, y de su educación, abocando a la caída de un sistema de creencias como otras tantas civilizaciones distópicas habidas en la historia. La evolución humana requiere inherentemente de una transcendencia paradigmática desde viejos paradigmas a nuevos paradigmas de conocimiento. La dialéctica hegeliana tiene toda su vigencia y me permite explicar mediante un esquema cognitivo a la filosofía transpersonal como ciencia de la conciencia.

5 - El Mundo de las Ideas

Llegado a este punto de la disertación, podemos tener una intuición espiritual de que las dimensiones vibracionales tienen más que ver con el estado de conciencia de cada cual y que, si se potencia mediante la meditación, es factible lograr la sanación trascendental de la humanidad. Esos fundamentos epistemológicos son propios de una psicología compleja, lo cual llevó a Noemí Siverio a concluir en su Tesis Doctoral la necesidad de una inteligencia espiritual, así como una dimensión espiritual con apertura a un despertar de la conciencia. Pero, ¿no es ello una explicación científica del Mito de la Caverna de Platón? Recordemos el lúcido misticismo platónico, a través del cual se pretende enlazar nuestro conocimiento de la realidad con el Mundo de las Ideas.

6 - El mundo de las Ideas a través de las dimensiones

Ese Mundo de las Ideas no es muy ajeno a nosotros, solo hay que saber escuchar nuestro subconsciente, y realizar desde ahí un camino ascendente hacia la sabiduría. Así, es posible salir de la ignorancia inducida para vislumbrar una ascensión espiritual desde la 3D, pasando por la 4D hasta lograr afianzarse en la 5D. Obviamente, 3D-4D-5D son conceptos para referirse a un estado vibracional de conciencia.

En la 3D hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado y proyectar el futuro estando en el presente. Se experimenta la polaridad y la ilusión de la separación en el desarrollo de la identidad individual y la pérdida del sentido grupal: en esos presupuestos se fundamentan el capitalismo, o cualquier “ismo” que divide a la humanidad, pues se desarrolla el ego creyendo que estamos separados del Todo. La diferenciación comienza alrededor del segundo año de vida, cuando el niño comienza a diferenciar su yo emocional y su mente representacional. En esa etapa de aprendizaje es donde comienza la fragmentación y el surgimiento de la dualidad entre sujeto y objeto. Esa división del Ser es lo que llamamos personalidad, y es parte de nuestro trabajo considerar la evolución de la conciencia como único camino de salvación.

El despertar espiritual en la 4D (grupal) se siente como sobrepuesta a la 3D (egoica), pues a nivel humano tenemos la necesidad de compartir con grupos nuestras experiencias vitales, revisar nuestras relaciones, buscar la sanación y el crecimiento mediante las correspondientes terapias. El paso de la 3D a la 4D es lo que se ha denominado como “salto cuántico” ya que implica un profundo cambio de nuestro sistema de creencias. Ahora ya hemos identificado al enemigo invisible que convive con nosotros en la 4D y sabemos cómo manipula a las personas que viven en la ignorancia de la 3D a través de los pensamientos y las emociones, incluso con implantes físicos o etéricos. La 4D es el lugar donde se dan las pesadillas y los abusos astrales, es un lugar de conflicto entre los seres obscuros y los seres de luz y, la única salida, estriba en vibrar en la dimensión del amor que, propiamente, pertenece a la 5D.

La 5D se constituye, entonces, en una frecuencia de sabiduría interna en la que se experimenta la conciencia grupal como un solo Ser, es una frecuencia energética y no física en la que se percibe el tiempo como un continuo donde solo existe el ahora eterno. En la 5D es donde se viven los sueños dotándolos de realidad espacio/temporal, donde se experimentan los sueños lúcidos y la magia blanca. Como es una dimensión de luz, se perciben formas lumínicas y muchas veces geométricas. La 5D es también descrita como la conciencia de Cristo y de Buda.

7 - El camino ascendente hacia la sabiduría

La representación de los esclavos en la caverna es una alegoría en el Mito de la Caverna de Platón que, visto lo visto, se identifica con la actual Matrix o 3D. Y, como bien propone Platón, mediante la razón (4D) se puede salir de esa obscura caverna donde la ignorancia es manipulada para, acto seguido, emprender la salida mediante un camino ascendente hacia la sabiduría donde el amor es la ley suprema. Esa sabiduría se constituye en un ciencia para la sanación espiritual: la razón se espiritualiza cuando es puesta al servicio del Amor (5D), el mayor Bien según Platón.

Para quien aún tenga dudas sobre ese Mundo de las Ideas en la 4D (racionalidad sin conexión amorosa), le remito a los vídeos comentados de William Criado, en los que el lector podrá descubrir un mundo racional más allá de las limitaciones espacio-temporales de la 3D. A la 4D se accede mediante la hipnosis clínica regresiva, pero también mediante la meditación como ciencia trascendental que permite la sanación trascendental de la humanidad.

8 - La 4D es una dimensión metafísica

Vemos pues que, más allá de los sentidos limitados de la 3D, existe una metafísica (4D) como modo de saber transcendental, una transcendencia metafísica que es posible mediante la meditación, cuestiones ampliamente argumentadas en mi obra Ciencia, Filosofía, Espiritualidad en la que se establecen los fundamentos para la filosofía transpersonal y la educación transracional: más allá del ego y más allá de la razón. ¿Y qué hay más allá del ego y la razón? Efectivamente, el Amor, porque el saber sin amor es puro egoismo y la causa de tanto sufrimiento en este mundo.


NOTA (1): Recomiendo la lectura de este artículo: CAOS Y ORDEN DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA CIENCIA Y LA MITOLOGÍA

Destaco la conclusión de dicho artículo:


"A lo largo de estas breves páginas hemos realizado un viaje por la ciencia moderna y por la ciencia tradicional, que es la mitología. Como se ha visto, hay muchos puntos de encuentro entre ambas, pero al mismo tiempo todavía hay diferencias que salvar. Los científicos a menudo huyen de la filosofía y del mito, justificándose en que la ciencia es algo exacto, sujeto a medida. Sin embargo, una aplicación exhaustiva del método científico basado en el análisis y la experimentación ha hecho que surjan una serie de teorías que cuestionan ese método en sí mismo. Se ha llegado a un agotamiento conceptual, y de ahí que muchos físicos se vuelvan a los viejos mitos en busca de un significado a lo que no deja de ser meras ecuaciones. Por otro lado, las mismas religiones tradicionales se ven refrescadas por la ciencia, ya que esta ciencia cada vez es menos materialista y dispuesta a abrirse a conceptos metafísicos. Una ciencia que cada vez es más filosófica necesita una religión que acepte conceptos científicos en sus enseñanzas. Tanto la ciencia como la religión deben caminar juntos de la mano de la filosofía si no quieren morir aletargadas en dogmas antiguos y desfasados."